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DISCURSO

Proclamación de la independencia del Perú

El ejército realista al mando del general José de Canterac, ya había dejado Lima, rumbo
a la sierra, el 25 de junio de 1821. Álvarez de Arenales fue enviado en su persecución.
El ejército patriota, estaba a punto de presentar una batalla frontal, cuando el general
San Martín, lo impidió: era indudable que San Martín no deseaba un enfrentamiento
frontal con las tropas españolas.

El 5 de junio de 1821, el nuevo virrey del Perú capitán general José de la Serna e
Hinojosa, anunció a los limeños que abandonaba Lima para refugiarse en el Callao, al
amparo de la fortaleza del Real Felipe.

Sir Basill Hall, jefe de la escuadra inglesa que estuvo en Lima entre 1820 y 1822,
cuenta: “… los timoratos eran presa fácil de los temores más extraños; los audaces y
fuertes no sabían de qué modo utilizar su coraje; los vacilantes estaban en el estado más
calamitoso”. Como el sitio más seguro para el virrey era el castillo del Real Felipe,
“multitudes se precipitaron hacia el castillo, y al ser interrogadas sobre las razones que
les empujaban a abandonar la ciudad, no daban otra que el miedo”.

Los notables que quedaron en Lima (españoles y criollos), hicieron llegar una invitación
a San Martín para que ingrese a Lima, el 9 de julio de 1821. El general José de San
Martín, mandó un destacamento patriota e ingresó a Lima, la madrugada del 12 de julio
de 1821.

Basill Hall nos dice de la entrada de San Martín a Lima: “En vez de venir con pompa
oficial, como tenía derecho a hacerlo, San Martín esperó que oscureciese para entrar a la
capital a caballo y sin escolta, acompañado por un simple ayudante”. Dos días después
lo hizo el grueso del ejército patriota.

Ya en Lima, el general José de San Martín y Matorras, invitó al Cabildo a jurar la


independencia, que se cumplió el 15 de julio de 1821. El 17 de julio fue recibido en la
ciudad el almirante Lord Cochrane.

El sábado 28 de julio de 1821, en una ceremonia pública muy solemne, José de San
Martín y Matorras, proclamó la independencia del Perú. Primero lo hizo en la Plaza de
Armas, después den la plazuela de La Merced y, luego, frente al Convento de los
Descalzos. Según testigos de la época, a la plaza de armas asistieron más de 16.000
personas.

El libertador con una bandera peruana en la mano, exclamó:

'EL PERU ES DESDE ESTE MOMENTO LIBRE E INDEPENDIENTE POR LA


VOLUNTAD GENERAL DE LOS PUEBLOS Y POR LA JUSTICIA DE SU CAUSA
QUE DIOS DEFIENDE '. VIVA LA PATRIA ! VIVA LA LIBERTAD ! VIVA LA
INDEPENDENCIA'
El general argentino, Don José de San Martín (1778-1850) tenía la idea de que la única
manera de consolidar la independencia en los virreinatos sudamericanos era
independizando el Perú. 

Según algunos historiadores, la firma del acta de la Independencia el 15 de julio por


parte de la aristocracia limeña y la posterior declaratoria el 28 del mismo mes fueron
simples formalidades. La real independencia del Perú se lograría con la derrota de las
tropas realistas acantonadas en los Andes.
 

La mayoría de los historiadores coincide que el proceso más antiguo que dio origen a la
independencia del Perú fueron las reformas borbónicas. Este largo periodo en que una
serie de medidas políticas y económicas restrictivas y represivas provocó que una
amplia gama de sectores, criollos, mestizos e indios participaran en movimientos
sociales en los sectores geográficos donde las reformas afectaron de manera más aguda.
Sin embargo, las ideas reformistas que se expusieron en la época, en los planes políticos
de los levantamientos, junto a algún discurso separatista ligado a un milenarismo
indígena, no tuvieron los resultados inmediatos esperados.
 

En vez de dividir a la población en españoles y peruanos o americanos, los


levantamientos y rebeliones separaron a las elites criollas y mestizas de las masas
indígenas, pues las primeras temían que un desborde popular transformase la estructura
jerárquica de la sociedad colonial. Por último, si bien durante esta época se dieron
pugnas entre la elite limeña y la provinciana, éstas no fueron decisivas en el posterior
proceso de independencia, brindando más bien apoyo una vez que los ejércitos
libertadores ya se encontraban en territorio peruano, como en el caso de las montoneras
o las donaciones.

Día de la Proclamación de la Independencia del Perú

En la mañana del glorioso 28 de Julio de 1821, y ordenado todo por el Excelentísimo


Ayuntamiento conforme a las disposiciones de S.E. el Señor General en Jefe Don José
de San Martín, salío éste de palacio a la Plaza Mayor de Lima, junto con el señor
Gobernador Político y Militar y acompañándole el Estado Mayor y demás generales del
Ejército Libertador.

En un espacioso tabladillo adecuadamente instalado en medio de la Plaza Mayor el


General San Martín enarboló el pendón en el que lucía el nuevo escudo de armas,
recibiéndolo de manos del señor Gobernador, y acallado el alborozo del inmenso
concurso, pronunció estas palabra: "EL PERÚ ES DESDE ESTE MOMENTO
LIBRE E INDEPENDIENTE POR LA VOLUNTAD GENERAL DE LOS
PUEBLOS, Y POR LA JUSTICIA DE SU CAUSA QUE DIOS DEFIENDE".

Batiendo entonces el pendón, y con tono de un corazón anegado en el placer puro y


celestial que sólo puede sentir un ser benéfico, repetía muchas veces : "¡VIVA LA
PATRIA, VIVA LA LIBERTAD, VIVA LA INDEPENDENCIA"!, expresiones que
como eco festivo resonaron en toda la plaza, entre el estrépito de los cañones, el repique
de todas las campanas de la ciudad y las efusiones de alborozo universal.
Don JOSÉ DE SAN MARTÍN, a la edad de 44 años, proclama  la independencia de la República
del Perú, bajo un sol radiante de aquél inolvidable sábado, recorriendo el camino a galope
junto con su comitiva, en calle de honor, y bajo un estallido constante de  ¡Vivas  y repiques de
campanas, proclamadas por el pueblo, SAN MARTIN blandea el estandarte  y grita fuertemente
¡ VIVA LA PATRIA, VIVA LA LIBERTAD, VIVA LA INDEPENDENCIA!

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