El 5 de julio de 1821, el virrey José de la Serna anunció a los limeños que abandonaba la capital para refugiarse en el Callao, en la fortaleza del Real Felipe, Lima quedaba abandonada a su suerte. El 9 de julio, parte del pueblo limeño, representado por algunos notables (españoles y criollos), hicieron llegar una invitación a San Martín para que ingrese a Lima. En la noche del 12 de julio, San Martín, mandó un pequeño destacamento de patriotas e hizo su entrada a Lima. «En vez de venir con pompa oficial, como tenía derecho a hacerlo, San Martín esperó que oscureciese para entrar a la capital a caballo y sin escolta, acompañado por un simple ayudante», Dos días después lo hizo el grueso del ejército libertador, «siendo recibido con mucho fervor patriótico». Manuel Pérez de Tudela, letrado arequipeño, más tarde Ministro de Relaciones Exteriores, fue quien redactó el Acta de la Independencia. El 15 de julio, se realizó la firma del Acta de Independencia del Perú. Unos 300 ciudadanos principales firmaron el Acta ese día; en los días siguientes lo hicieron muchos más. En cumplimiento de lo acordado con San Martín, los notables de Lima se reunieron en Cabildo Abierto, con el propósito de jurar la Independencia. El sábado 28 de julio de 1821, en una ceremonia pública muy solemne, el General José de San Martín anunció la célebre proclamación de la Independencia del Perú. Primero lo hizo en la Plaza Mayor de Lima, después en la plazuela de La Merced, luego, en la plaza Santa Ana, frente al Convento de los Descalzos y finalmente en la plaza de la Inquisición (hoy plaza Bolívar). Según testigos de la época, presenciaron la ceremonia más o menos 16,000 personas. El libertador con una bandera peruana en la mano, exclamó: DESDE ESTE MOMENTO EL PERÚ ES LIBRE E INDEPENDIENTE POR LA VOLUNTAD GENERAL DE LOS PUEBLOS Y POR LA JUSTICIA DE SU CAUSA QUE DIOS DEFIENDE. ¡VIVA LA PATRIA!, ¡VIVA LA LIBERTAD!, ¡VIVA LA INDEPENDENCIA! GRACIAS.