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El sábado 28 de julio de 1821 alrededor de las 10:20 a.m., el general José de San Martín salió del Palacio de los Virreyes
(hoy Palacio de Gobierno) y se dirigió hacia un tabladillo que se construyó a un costado de la Plaza Mayor, mirando hacia
el Cabildo.
Una numeroso comitiva a caballo lo acompañaba: adelante las autoridades de la Universidad de San Marcos vestidas
con toga y birrete, luego, los altos miembros del clero, destacando el arzobispo Bartolomé María de las Heras,
también los priores de los conventos, después, los jefes militares del Ejército patriota y, finalmente, los títulos de
Castilla y los caballeros de las órdenes de caballería, acompañados por los oidores de la Real Audiencia y los regidores
perpetuos del Cabildo.
Precedido de este cortejo, venía San Martín flanqueado por el conde de San Isidro, a la izquierda, y el marqués de
Montemira, a la derecha, quien como portaestandarte llevaba la flamante bandera diseñada por el libertador. Detrás
de ellos iban el conde de la Vega del Ren, los altos jefes del Ejército y un escuadrón de húsares. Flanqueaban la
marcha los Alabarderos de la Guardia Real.
Al llegar al tabladillo armado en la Plaza Mayor de Lima, frente a un público de más de 16.000 personas, San Martín
recibió la bandera del marqués de Montemira y proclamó:
“El Perú es, desde este momento, libre e independiente por la voluntad general de los
pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende. ¡Viva la patria! ¡Viva la libertad! ¡Viva
la independencia!"
La misma ceremonia se repitió en la plazuela de La Merced y, luego, frente al Convento de los Descalzos. Tras las
ceremonias de proclamación, el pueblo limeño entonó la canción patriótica «La chicha». Esta obra escrita antes del
Himno Nacional del Perú, por sus mismos autores, don José de la Torre Ugarte y don José Bernardo Alcedo,
posiblemente al saber de la llegada de San Martín con el ejército libertador a Paracas en setiembre de 1920. Juan José
Vega nos dice: "La Chicha se estrenó en las festividades y jolgorios que se organizaron en Lima en los días previos a la
proclamación de la Independencia (...). Se trata de una melodía fácil y aun ingenua; con su texto popular pegó sobre
todo entre las masas de negros, mulatos, zambos y trigueños que en ese entonces abundaban en Lima.
“La Chicha” se convirtió en la canción de la esperanza en los primeros meses de 1821. Y no hay duda en decirlo, fue su
sagrada letra la que entre algarabías se entonó en el pueblo a falta de un “Himno Nacional” aquel 28 de julio de 1821,
que todavía faltaba mes y medio para el parto musical de aquel hijo de la libertad cuyo nombre iniciaría con el “Somos
libres…”.
El 28 de julio de 1821, día de la Proclama de la Independencia; no fue la celebración de una victoria militar, ni la
rendición del virreinato; para la aristocracia limeña fue una fiesta más de jolgorio, celebrada en el Cabildo, la que fue
superada por el baile de gala que ofreció don José de San Martín la noche del día siguiente en Palacio de Gobierno,
según La Gaceta publicada el 1 de agosto de 1821.
Sobre el tema Basilio Hall, –marino británico– escribió: "Por la noche, San Martín dio un baile en Palacio, de cuya alegría
participó él mismo cordialmente; bailó y conversó con todos los que se hallaban en el salón, con tanta soltura y
amabilidad, que de todos los asistentes, él parecía ser la persona menos embargada por cuidados y deberes".
"La proclamación de la Independencia" (1904). Juan Lepiani lo pintó en Roma. La documentación fue una complicación
para él, por lo que, según Saldaña, no hace retratos. Los personajes están dando la espalda y se reconoce a San Martín
sin ver sus rasgos faciales. "Solo uno mira y se asume que es Lepiani. Era una práctica renacentista que el autor de la obra
se coloque en el cuadro", indica la investigadora.
("La historia nacional en la pintura de Juan Lepiani" (2018) de Ana Karina Saldaña)
El Acta de Independencia del Perú
El Acta de Independencia del Perú es el documento mediante el cual el Perú declaró solemnemente su independencia de
la Corona Española. Redactada por el ariqueño Manuel Pérez de Tudela, fue firmada el 15 de julio de 1821 por los
vecinos notables de la Ciudad de los Reyes (Lima).
El domingo 15 de julio de 1821, cumpliendo el pedido de San Martín, el alcalde Conde de San Isidro convocó a los
vecinos en cabildo abierto. Sin embargo, no fueron citados todos los ciudadanos de Lima, sino solo los regidores
perpetuos, los títulos de Castilla, los miembros de las órdenes militares, el cabildo eclesiástico y los titulares de familias
distinguidas. El resto fue totalmente excluido, incluido el pueblo llano.
Reunido el cabildo, el pueblo limeño se agolpó en las afueras del edificio, gritando su adhesión a la causa
independentista. En medio de ese bullicio, los cabildantes, que eran mayormente viejos representantes del colonialismo,
se apresuraron a aprobar el Acta de la Independencia, que fue redactada por el abogado Manuel Pérez de Tudela, quien
más tarde sería el Ministro de Relaciones Exteriores de la nueva Nación.
“En la ciudad de Los Reyes, el quince de Julio de mil ochocientos veintiuno. Reunidos en
este Excmo. Ayuntamiento los señores que lo componen, con el Excmo. e Ilmo. Señor
Arzobispo de esta santa Iglesia Metropolitana, prelados de los conventos religiosos,
títulos de Castilla y varios vecinos de esta Capital, con el objeto de dar cumplimiento a lo
prevenido en el oficio del Excmo. Señor General en jefe del ejército Libertador del Perú,
Don José de San Martín, el día de ayer, cuyo tenor se ha leído, he impuesto de su
contenido reducido a que las personas de conocida probidad, luces y patriotismo que
habita en esta Capital, expresen si la opinión general se halla decidida por la
Independencia, cuyo voto le sirviese de norte al expresado Sr. General para proceder a la
jura de ella. Todos los señores concurrentes, por sí y satisfechos, de la opinión de los
habitantes de la Capital, dijeron: Que la voluntad general está decidida por la
Independencia del Perú de la dominación Española y de cualquiera otra extrajera y que
para que se proceda a la sanción por medio del correspondiente juramento, se conteste
con copia certificada de esta acta al mismo Excmo. y firmaron los Señores.: El Conde de
San Isidro- Bartolomé, Arzobispo de Lima, Francisco Javier de Zárate- El Conde de la Vega
de Ren- El Conde de las Lagunas-Toribio Rodriguez-Javier de Luna Pizarro-José de la Riva
Aguero-El Márquez de Villa fuerte ..”.
En la primera página del acta de la Independencia se encontraron las principales firmas de los que participaron en este
evento de la historia.
En esta página se encuentran: Isidro de Cortázar y Abarca, el alcalde de lima V Conde San Isidro, Francisco de Zárate y
Manrique de Larra, Bartolomé María de las Heras un arzobispo de Lima, Francisco Valles un regidor, Andrés Bolognesi
Campanella, Simón Díaz de Rávago, Manuel de Arias, Pedro de Puente y Querejazu quien era un regidor, Francisco Xavier
de Echague. José Ignacio Palacios, José Matías Vázquez VII conde de la Vega de Ren un regidor.
Le siguen Fray Gerónimo Cavero, José Mariano de Aguirre, Antonio padilla quien era un síndico y procurador general,
Francisco Concha, José J. Vásquez de Velasco quien fue el IV conde de Lagunas, Francisco Xavier de Luna Pizarro, Andrés
Salazar, Toribio Rodríguez de Mendoza, José de la Riva Agüero, Francisco Salazar, el Presbítero Matías Maestro, Juan de
Echeverría y Ulloa quien era un regidor y José de Arriz.
También se pueden ver las firmas de Manuel de la Puente y Querejazu quien fue el VI marques de Villafuerte, Juan
Manuel Manzano, Segundo Antonio de Carrión, Nicolás de Araníbar F. Cornejo, Fray Anselmo Texero, Francisco Valdivieso
y Prada, José María Sancho-Dávila el II marqués de Casa Dávila, Francisco Valdivieso y Prada, Tomás Méndez y La Chica,
Manuel Cogoy y Manuel Urquijo.
DRAMATIZACION DE LA PROCLAMACIÓN DE LA INDEPENDENCIA
SABADO 28 DE JULIO
SAN MARTIN ACOMPAÑADO DE LAS AUTORIDADES DE LIMA INGRESA A LA PLAZA DE
ARMAS, VIENE FLANQUEADO POR EL ARZOBISPO BARTOLOMÉ MARÍA DE LAS HERAS
Y EL CONDE DE SAN ISIDRO, A LA IZQUIERDA, Y A LA DERECHA, EL MARQUÉS DE
MONTEMIRA, QUIEN COMO PORTAESTANDARTE LLEVABA LA FLAMANTE BANDERA
DISEÑADA POR EL LIBERTADOR.
SAN MARTÍN RECIBE LA BANDERA Y PROCLAMA: