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Experiencia como líder, la siguiente relataría está basada en una experiencia personal, la cual me dejó un aprendizaje que constantemente puedo estar aplicando en mi función como líder.
Experiencia como líder, la siguiente relataría está basada en una experiencia personal, la cual me dejó un aprendizaje que constantemente puedo estar aplicando en mi función como líder.
Experiencia como líder, la siguiente relataría está basada en una experiencia personal, la cual me dejó un aprendizaje que constantemente puedo estar aplicando en mi función como líder.
La siguiente relatoría está basada en una experiencia personal, la cual me dejó un aprendizaje que constantemente puedo estar aplicando en mi función como líder. Para entrar en contexto les platico que soy docente de profesión, ejerciendo como maestro de educación primaria durante 15 años, en el transcurso de mi experiencia profesional he conocido y estado a disposición de diferentes tipos de líderes, es decir, he trabajado en varios centros educativos donde mis jefes inmediatos han sido directores con estilos distintos de liderazgo, he experimentado el autoritarismo de unos, la humanidad y flexibilidad de otros y líderes apegados a los lineamientos en un cien por ciento que se podría pensar que es lo óptimo. De todos ellos he tomado lo compatible con mi forma de ser, pensar y actuar. El pasado mes de mayo del presente año (2022), tuve la fortuna de ser ascendido de maestro de grupo a director de una escuela primaria. Me ubicaron en un municipio alejado del municipio en donde vivo, pero tome la determinación de enfrentar el reto y vivir la experiencia como director. La escuela primaria donde fui asignado es de organización completa, es decir tiene dos grupos de cada grado (12 docentes frente a grupo), servicio de USAER integrado por una psicóloga, dos maestra de apoyo y una trabajadora social, además un maestro de educación física, una secretaria y una intendente. En total tenía a mi cargo 19 personas. Pase de un viernes que tenía 35 alumnos de segundo grado a un lunes con un puesto lleno de responsabilidades, al pendiente de un centro escolar conformado con 19 personas, más 320 alumnos y aproximadamente 200 padres de familia. En un contexto semiurbano, prestando el servicio a una comunidad de clase baja, con costumbres y tradiciones únicas. Me propuse ser un directivo amable, confiable, implementando un dialogo abierto para resolver cualquier situación, coherente, responsable, organizado, puntual, proactivo, humano, etc. El centro de trabajo tiene una peculiar característica, el personal es originario de la comunidad, tienen una relación muy estrecha entre ellos dado que son familia o conocidos muy allegados, pero cerrada hacia las personas externas. Por un momento pensé que esa unión podría ser factor positivo hacia el trabajo al interior de la organización. Experimente varios desafíos, entre ellos disipar la apatía que les generaba que una persona relativamente más joven pudiera ser su director, organizar reuniones donde realmente se generara un diálogo asertivo y centrado en aspectos relevantes de enseñanza aprendizaje de los alumnos. Y sobre todo el que más costo fue eliminar las malas prácticas que realizaban con los recursos propios de la escuela tales como; materiales, equipos de cómputo y sobre todo dinero, este último aspecto muy sensible para los involucrados. Con todo lo anterior puede ir enderezando las cosas, recibí felicitaciones de mi supervisor quien es mi jefe inmediato y por un momento sentía que todo se estaba estabilizando. Pero casi al culminar el ciclo escolar sucedió una situación que me tambaleo un poco y que me hizo ejercer el poder que tengo con el cargo que ocupo, realmente me costó trabajo porque va en contra de mi manera de actuar y de mi idea genuina de ser un líder. La situación que me desafió es la siguiente, estaba por culminar el ciclo escolar, todo estaba girando de manera fluida, llegó el momento de asignar el grado escolar que cada uno de los docentes impartiría en el siguiente ciclo, para esto había realizado observaciones de grupo, entrevistas personales y encuestas, los datos obtenidos me dieron elementos suficientes para asignar el grado, además de considerar aspectos personales de cada uno, si bien el título de docente te permite atender cualquier grado escolar es bien sabido que habilidades y competencias personales son primordiales e influyen en el grado en el que un docente pude pasar de hacer un buen trabajo a un excelente trabajo. La asignación de grados fue un éxito, todos quedaron satisfechos. Pero se presentaba un pequeño problema que surgió inmediatamente después, resulta que 3 de los compañeros querían cambiar de aula, ya que las aulas que ocupaban eran más pequeñas que el resto, escuché de manera personal sus argumentos e investigue cuantos años tenía cada uno ocupando la misma aula. Hice unos ajustes y reorganice las aulas. Pero como era de esperarse seguían las inconformidades ahora con otros docentes por el cambio de aula. Finalmente tome una decisión moví a las maestras de apoyo a otro espacio y de esta manera solo un maestro no obtendría el espacio que él quería. Reduje las inconformidades de tres a uno. El docente inconforme se negó a firmar la asignación de aula, quiso debatir pero de manera tajante le indique que esa era la decisión y tenía que acatarla que no estaba a discusión. Cabe señalar que dicho docente había recibido por parte mía varios apoyos a necesidades personales, creí que por esa razón el aceptaría sin negarse, lo cual no sucedió y no tuve otra opción que ejercer el poder del cargo que tengo. El actuar de esa manera no va con mi manera de ser y de pensar, al no haber otra opción pues lo ejecute. Con esto reflexione y me di cuenta que no debes anteponer las necesidades personales, gustos, etc. del personal por encima de la función que les corresponde hacer. Me di cuenta que en el cargo de dirección no puedes agradar con tus decisiones a todos aun sea lo pretendes, más bien debes de poner límites muy específicos sin perder la cordura, siempre siendo cordial y amable. Y que además se presentarán momentos donde las situaciones te llevan a ser autoritario y un poco tradicionalista. Considero que todo líder debe de tener un punto medio, un punto de equilibrio entre la autoridad y el poder, y sea empatada con tú personalidad. A fin de cuentas el resultado fue lo que mejor le convenía a la organización, que es la razón por la cual trabajamos. La consecuencia negativa fue la inconformidad del docente pero al no tener otra opción, esa inconformidad se tiene que ir disipando poco a poco, es claro que al docente le falta trabajar en aspectos de actitud, dado que no comprende la situación, no autorregula sus sentimientos y emociones. Y como líder necesito implementar acciones que me ayuden a desarrollar un compromiso organizacional efectivo del personal para que adopten sentimientos positivos hacia el trabajo. Con lo anterior comprendía y aprendí que las organizaciones al interior tienen una cultura propia, que por usos y costumbres se pueden adjudicar cargos, funciones, acciones que no necesariamente son todos negativos para el centro educativos, pero otros en su mayoría no corresponden a las principales funciones que deben desempeñar cada uno de ellos. El líder tiene la obligación de encausar al personal hacia la meta y objetivos laborales, tarea que se lleva a cabo al reflexionar constantemente, ser autocritico y fomentando una comunicación asertiva. Lo cual puede beneficiar y desarrollar actitudes laborales importantes tales como: la satisfacción laboral, el compromiso organizacional y el involucramiento. Sé que como líder de un centro educativo se me presentaran más retos, los cuales afrontaré tratando de tomar las mejores decisiones al analizar las situaciones con calma, viendo los pro y contras, y las posibles aristas. Esto me llevara a tener varios planes de acción, propuesta A, B y C.
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