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PRÁCTICA DOCENTE

REFLEXIÓN EN TORNO AL ROL


DOCENTE
TRABAJO PRÁCTICO
PRÁCTICA DOCENTE – REFLEXIÓN EN TORNO AL ROL DOCENTE
TRABAJO PRÁCTICO

1- Relato de experiencia personal en la práctica docente:

“HAZ LO QUE YO DIGO, PERO NO LO QUE YO HAGO”

Después de leer la bibliografía y ponerme a pensar, cuál sería la experiencia que relataría,
recordé la palabra clave de nuestra última clase: autorreflexión (capacidad de pensar en sí
mismo, pensar en los actos pasados, presentes y cómo serán en el futuro).
Normalmente hablamos del sistema educativo, de la institución escolar, de los directivos, de los
alumnos, de los padres, del contexto... ¿Pero de nosotros? ¿Hablamos críticamente sobre
nosotros?... A los docentes nos cuesta mucho ser críticos a cerca de nuestro desempeño… Es
cierto, nuestra tarea es dura, siempre ardua. Oscilamos entre la escuela descontextualizada y el
deseo de mejorar y superarse; entre la mejora en la calidad educativa y los alumnos que no
aprenden lo que deberían y como deberían; entre los padres que exigen lo que muchas veces no
son capaces de dar o hacer y el entorno familiar, social, económico, etc. ¿Pero se dicen las
verdades como son? Esta pregunta me traslada a la experiencia que tuve como jefa del
Departamento de Ciencias Exactas el año pasado.
Los problemas comenzaron desde el principio. Nadie quería hacerse cargo de la jefatura,
razones: “No tengo tiempo”… “No tengo paciencia”…. “No voy a andar detrás de nadie”…. Etc. Es
contradictorio, muchas veces no queremos asumir una tarea más a las que ya tenemos, pero
tampoco apoyamos a quién decide hacerlo… Debo admitir que acepté ese desafío con ganas
pero también con cierta intranquilidad.
Comencé proponiendo la forma de trabajo, que incluía una carpeta perteneciente al departamento
en la cual estaban los datos de los nueve integrantes del mismo, nombre completo, DNI, números
de teléfono, domicilio, mail, número de orden de su/s boletas, materias que dictaba, cursos y
horarios. También la modalidad: reuniones presenciales o virtuales en el chat, una vez al mes, y
los ejes que durante todo el año debíamos trabajar en forma conjunta:
- Revisión de los contenidos curriculares, articulación entre asignaturas, coherencia y
continuidad pedagógica;
- Criterios de evaluación en mesas examinadoras;
- Organización del proyecto departamental y muestra institucional;
- Organización de salidas de estudio y actos escolares.
Ya con esta propuesta, enviada por mensaje a los celulares y por mail, los cuales adjunté en la
carpeta, empezaron las caras serias, las respuestas con silencios entre las frases… Imagino que
más de una/o debe haber pensado: “¿Y esta? ¡Quién se cree!”. Igualmente con mucha paciencia
y amabilidad, tratando de motivar la capacidad de cada uno, después de insistir tres veces, logré
concretar la primera reunión en una confitería que se encuentra en el Parque Avellaneda; “nada
mejor que comenzar en un clima distendido”, pensé.
Todo marchaba bien hasta que comencé a ejercer mi rol, el que debía cumplir. Lo primero que les
pedí fue la documentación para armar la carpeta. Como era previsible, la gran mayoría no había
tenido tiempo de imprimir la única hoja que contenía los datos solicitados. Entonces expliqué el
porqué del pedido. Pienso que hablando se entiende la gente y que siempre es bueno
fundamentar lo que se piensa. La razón de reunir los datos, obedece a la practicidad que otorgan
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los mismos para localizar a un colega, comunicarse con él, etc. Además, permite identificar a
cada integrante del departamento, su función, asignatura y horarios… En fin, decidí poner un
plazo: una semana para cumplir con este primer pedido. En los rostros de mis compañeros se
borraron las sonrisas… A nadie le gustan los plazos, pero lamentablemente son necesarios. Todo
tiene un plazo… Hasta nuestra propia vida…
Luego continué con el temario propuesto, y entonces, ¿cómo decirlo?, voy a describirlo de la
forma más poética posible: en sus espíritus comenzaron a entremezclarse sentimientos fuertes y
contundentes…El indomable yo interior de cada uno, surgió como una tormenta de verano, que
entre truenos y relámpagos, se hacía escuchar… Resumiendo: les dije que se no nos poníamos
de acuerdo y todos no trabajábamos por igual, le iba a comunicar a la directora….y…. ¿Para qué
se me ocurren esas ideas? La verdad es que trato de ser una persona paciente, respetuosa con
mis compañeros; no tengo soberbia alguna ni me pongo por encima de los demás, al contrario,
me gusta trabajar en conjunto, con los demás. Pero escuché cosas que no me gustaron tales
como: “¡Ah bueno, que te agarró ahora!” “No es de buen compañero demandarle a la directora….”
“¿Qué, ya te hicieron obsecuente?” “¿Te subiste al poni?” y etc. Y me enojé. Me enojé mucho…
Me enojé tanto que no les hizo falta gomina para que todos queden bien peinados… y “lancé” mis
preguntas: ¿cómo pretendemos que nuestros alumnos sean dedicados, responsables y
participativos, si nosotros no damos el ejemplo? ¿Acaso piensan que no nos observan? ¿Qué los
chicos no se dan cuenta de lo que pensamos realmente y de cómo actuamos? ¿Por qué nos
cuesta tanto trabajar en equipo, abandonar los egos, escucharnos y colaborarnos? Mi único
objetivo era realizar mi tarea de manera eficiente, organizada, ya que con organización y
colaboración, todos saldremos beneficiados, y principalmente nuestros alumnos…
Además de explicarlo en la reunión, lo fundamenté por escrito:
 ¿Por qué es importante la articulación curricular? Si bien los contenidos curriculares
permiten la flexibilidad, es importante que se conserve la continuidad pedagógica, en cada
curso y asignatura. Esto evita los “vacíos, huecos o saltos” que perjudican a los alumnos y
más aún si hablamos de las Ciencias Exactas. Es fundamental, si queremos ayudar a
nuestros estudiantes a articular/relacionar conocimientos, que no se repitan contenidos o
se salteen otros. Como vimos en el módulo de Didáctica, en la clase número cuatro sobre
el currículo: “es un conjunto de estudios y prácticas destinadas a que el alumno desarrolle
plenamente sus habilidades…”. Perrenoud sostiene también, que los conocimientos
disciplinares, otorgan la capacidad de actuar de modo eficiente y eficaz en una
determinada situación…”
 ¿Qué criterios adoptaremos para evaluar en las mesas? A muchos nos habrá ocurrido en
las mesas de exámenes que intentamos tener en cuenta varios aspectos al calificar
(además del examen propiamente dicho, conducta, participación en clase, etc.), pero que
los colegas tienen otro. No podemos ser incoherentes, desorganizados frente a nuestros
alumnos. Y por otra parte, debemos estar preparados para remplazar a algún compañero
que no haya podido asistir a la mesa.
 Proyecto departamental y muestra: considero que estos eventos son “la representación de
los esfuerzos”. Representan el momento de la verdad. Allí demostramos cuantos alumnos
realmente participan, si hemos podido llegar a ellos y hacer que participen, si aprendieron,
qué y cómo, etc. En definitiva, plasmamos la teoría en la práctica… ¡Qué tema! ¡Lo que
casualmente, estamos tratando de hacer desde nuestro rol docente en este módulo!
Vinculando la teoría aprendida durante nuestra formación con la práctica real, diaria y
cotidiana en las aulas…En el texto de Carina Ratero, “La escuela inquieta – Explorando
nuevas versiones de la enseñanza y del aprendizaje” que vimos en clase, la autora
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sostiene: “el abordaje de la práctica debe realizarse con dos propósitos: el del análisis y el
de la acción”; “La práctica resulta impensable al margen de la teoría”. Pienso que estos dos
conceptos, no tan sólo se aplican en nuestra formación, sino también en la de nuestros
alumnos; sólo intercambiamos los roles, antes fuimos alumnos, ahora frente al aula,
profesores y en nuestras capacitaciones, nuevamente alumnos.
 Salida de estudio y actos escolares: considero que estas actividades constituyen una parte
importante en la enseñanza y aprendizaje de nuestros estudiantes, ya que se desarrollan
en un lugar diferente al aula, en el cual se promueve la participación de los estudiantes, la
vinculación social, etc. Además se propicia el desarrollo de otras habilidades, que muchas
veces no se manifiestan en el día a día.

Ciertamente, después de estos fundamentos, se calmaron los ánimos. Fuimos mejorando y


acordando con el transcurso de los meses. Obviamente, no todos en la misma medida. Unos se
comprometieron y participaron más que otros. Pienso que el compromiso no puede imponerse,
es algo que debe decidir cada uno y que también tiene que ver con la forma de pensar y sentir de
cada persona, con sus ilusiones y desilusiones, con las ganas o el cansancio, con las situaciones
personales por las que atraviesa y precisamente como lo analizamos en clase, con el hábitus que
cada uno ha ido formando, con las experiencias determinantes en la formación docente y con la
dinámica con la que se desarrolla la tarea.
Revisando mi accionar, lo más objetivamente posible, creo que tal vez, debí comenzar de manera
individual y luego en forma grupal. Es decir, hubiese sido mejor, comenzar con entrevistas
personales, hablando con cada uno, acercándome y conociendo en forma particular a cada
profesor/a y luego proponer el trabajo en equipo. En un futuro, si me toca desempeñar
nuevamente esta función, me gustaría también poner en práctica algunas recomendaciones que
se implementan en los talleres de liderazgo: “ser un líder positivo es generar confianza en los
otros, hacer que te sigan”; “Ser proactivo es estar dispuesto y en acción”; “Procure primero
comprender y luego ser comprendido”; “Intente lograr sinergia”; “Piense en la renovación
permanente”…
El trabajo docente desarrollado en los distintos departamentos no debe considerarse secundario o
con una importancia menor a otras tareas pedagógicas. Pienso que es todo lo contrario: “la unión
hace la fuerza”…En esta área comienza y confluye toda la estructura pedagógica de nuestra
enseñanza.
Constantemente pedimos mejoras de todo tipo en el ámbito educativo; a todos nos gusta ser
considerados buenos docentes, que se nos valoren, que nuestros alumnos sean los mejores…
Por todo esto, que bueno sería que trabajemos en conjunto de manera efectiva, ayudándonos y
acompañándonos, convirtiendo las debilidades en oportunidades y las fortalezas en vehículos de
conocimiento… Qué bueno sería erradicar la frase: “Haz lo que yo digo, pero no lo que yo
hago”…

2- Fundamentación/elección de la experiencia:

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Elegí esta experiencia para el relato, porque pienso que en nuestra formación docente, también
es muy importante que aprendamos a trabajar en equipo y a gestionar en equipo, si bien el
trabajo en el aula es personal y dependerá de la impronta de cada uno.
La participación, el compromiso, “el estar al tanto”, son aportes que mejoran en gran medida
nuestro desempeño. Desde intercambiarse material con los compañeros, informarse de un curso
o compartir una nueva herramienta Tic hasta proponer cambios institucionales que ayuden a
superar las problemáticas cotidianas. Todo parte desde el acuerdo y la colaboración.
Juan Carlos Tedesco sostiene que para que la escuela brinde una educación de calidad para
todos, genere una sociedad más justa y elimine el círculo de la pobreza y la desigualdad, se
necesitan principalmente docentes comprometidos, que estén dispuestos a seguir aprendiendo
toda la vida, a desafiarse a sí mismos frente a los cambios constantes, a la inclusión de las Tic y a
la permanente redefinición de la actividad docente.

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