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7.

“D’amor sull’ali rosee… Miserere… Tu vedrai che amore in terra” de Il


Trovatore (acto IV, escena 1) — G. Verdi
Introducción
Durante todo el siglo XIX, las revoluciones industriales consiguieron una notable mejora en la calidad de
vida de la población a nivel general, pero liderado por EEUU e Inglaterra. Además de económicamente,
se hablaba de revolución también en el contexto político. En Francia se instaura la Segunda República
tras derrocar al rey Luis Felipe en torno a la década de 1850. Se abole la servidumbre en Rusia (1861) y la
esclavitud en EEUU tras la guerra civil (1861-1865). La Tercera República Francesa se instaura en 1875
y, en la década de los 80, Alemania implanta una serie de medidas sociales con respecto a asistencia
sanitaria o pensiones. En este contexto comienzan a surgir nacionalismos por toda Europa principalmente.
Destaca el intento fallido de reunificación de Alemania en 1848, que se consolida más tarde (1871)
gracias a Otto von Bismarck como el Imperio Alemán. También en 1848 aparece un movimiento en Italia
conocido como Risorgimento, que pretendía unificar Italia reivindicando el papel ancestral que tuvo
Roma en la Antigüedad hasta el Renacimiento.
El arte tuvo un papel fundamental en el desarrollo de la identidad nacional, especialmente en Italia y
Alemania, en forma de nacionalismo cultural. (Convive con realismo y exotismo).
Género en concreto
La ópera, por su parte, estuvo fuertemente ligada al nacionalismo durante la segunda mitad del siglo XIX.
Era frecuente remitir a la tradición, interpretando obras canónicas en lugar de apostar por nueva música.
Esto permitía a los compositores dedicar más tiempo a la composición de sus óperas, ya que no tenían
tanta demanda (podría explicar la amplia extensión temporal de estas óperas). En la nueva ópera,
convivían de alguna manera el realismo (representando la vida privada de la gente) y el exotismo
(mediante la puesta en escena de sucesos sobrenaturales o evocaciones a países lejanos —Madame
Butterfly (Japón), Turandot (China), Carmen (España)—. Surgen nuevos géneros de ópera como la opera
bouffe, la opereta y la zarzuela. Gracias a las innovaciones eléctricas y la mejora de los sistemas de
iluminación contribuyó a mejorar la escenografía y a crear un nuevo clima de silencio reverencial frente
al antiguo clima más cordial e informal.
Autor
Giuseppe Verdi (1813-1901) se consolidó como uno de los mayores exponentes de la música italiana del
siglo XIX. Además de su estricta formación en armonía y contrapunto, mostró un notable talento para la
invención melódica. Es el heredero de Rossini, Bellini y Donizetti. En su nueva ópera seria se abandona
la tragedia griega y se habla más sobre la Edad Media (enfoque romántico de la antigüedad). Dentro de su
trayectoria, Rigolleto (1851), Il trovatore (1853) y La traviata (1853) destacan como la representación del
más puro estilo “verdiano”. Su ópera es característica por el uso de “motivos reminiscentes” (NO
LEITMOTIV, no tienen una identidad concreta establecida). Su producción es casi enteramente
dramática, prácticamente todo ópera.
Comentario específico
Il trovatore es una de las óperas más conocidas de Verdi y fue compuesta en 1853, gracias a la
colaboración del libretista Salvatore Cammarano. En el fragmento propuesto, Leonora intenta liberar a su
amado trovador, que se encuentra encerrado en una torre. El acompañamiento simple es una excepción.

8. Preludio del acto I de Tristan und Isolde — R. Wagner


Introducción
Durante todo el siglo XIX, las revoluciones industriales consiguieron una notable mejora en la calidad de
vida de la población a nivel general, pero liderado por EEUU e Inglaterra. Además de económicamente,
se hablaba de revolución también en el contexto político. En Francia se instaura la Segunda República
tras derrocar al rey Luis Felipe en torno a la década de 1850. Se abole la servidumbre en Rusia (1861) y la
esclavitud en EEUU tras la guerra civil (1861-1865). La Tercera República Francesa se instaura en 1875
y, en la década de los 80, Alemania implanta una serie de medidas sociales con respecto a asistencia
sanitaria o pensiones. En este contexto comienzan a surgir nacionalismos por toda Europa principalmente.
Destaca el intento fallido de reunificación de Alemania en 1848, que se consolida más tarde (1871)
gracias a Otto von Bismarck como el Imperio Alemán. También en 1848 aparece un movimiento en Italia
conocido como Risorgimento, que pretendía unificar Italia reivindicando el papel ancestral que tuvo
Roma en la Antigüedad hasta el Renacimiento.
El arte tuvo un papel fundamental en el desarrollo de la identidad nacional, especialmente en Italia y
Alemania, en forma de nacionalismo cultural. (Convive con realismo y exotismo).
Género en concreto
La ópera, por su parte, estuvo fuertemente ligada al nacionalismo durante la segunda mitad del siglo XIX.
Era frecuente remitir a la tradición, interpretando obras canónicas en lugar de apostar por nueva música.
Esto permitía a los compositores dedicar más tiempo a la composición de sus óperas, ya que no tenían
tanta demanda (podría explicar la amplia extensión temporal de estas óperas). En la nueva ópera,
convivían de alguna manera el realismo (representando la vida privada de la gente) y el exotismo
(mediante la puesta en escena de sucesos sobrenaturales o evocaciones a países lejanos —Madame
Butterfly (Japón), Turandot (China), Carmen (España)—. Surgen nuevos géneros de ópera como la opera
bouffe, la opereta y la zarzuela. Gracias a las innovaciones eléctricas y la mejora de los sistemas de
iluminación contribuyó a mejorar la escenografía y a crear un nuevo clima de silencio reverencial frente
al antiguo clima más cordial e informal.
Autor
Richard Wagner (1813-1883) se considera así mismo como el heredero de Weber, llegando hasta a
reivindicar la repatriación de sus restos. Con un fuerte carácter nacionalista y antisemita, se consolida
como el máximo exponente de la ópera alemana del Romanticismo. Nace en Leipzig y tras la pronta
muerte de su padre, su madre se casa con el dramaturgo Ludwig Geyer (judío). Se casa con la soprano
Minna Planer (1836) y pasa los años 1839-1845 en París. Trabaja como periodista musical pero no tiene
mucho éxito. 1. Etapa previa al exilio de 1848 (insurrección): Rienzi (1842), Der fliegende Holländer
(1843), Tannhäuser (1845) y Lohengrin (1848); todavía no ha desarrollado su ideal dramático. 2.
Reflexiona durante su exilio a Suiza: La obra de arte del futuro, Arte y revolución, Ópera y drama y El
judaísmo en la música. Allí empieza el ciclo Der Ring des Nibelungen (Das Rheingold, Die Walküre,
Siegfried y Götterdämmerung), tarda 25 años, temática nórdica y estrena en Bayreuth. Durante esos
aproximadamente 25 años escribe Tristan und Isolde y Die Meistersinger von Nürnberg. Su última obra
fue Parsifal (1882), basada en la leyenda del santo grial en la que utiliza la oposición diatonismo/
cromatismo para la polaridad entre redención y perdición. Música ( ) + poesía ( ). Detractor de la
música absoluta. Fusión de las artes, obra de arte total: Gesamtkunstwerk. Se basa en la 9ª de Beethoven,
arte con pretensiones. Durchkomponiert (transcomposición): la forma viene determinada por el propio
desarrollo de la obra (se sale de las formas estereotipadas).
Comentario específico
Con libreto y música de Wagner, es compuesta entre 1857 y 1859 y se estrena en Múnich en 1865. De un
fuerte carácter expresivo y ambigüedad tonal mediante el uso reiterado de notas extrañas. Ya desarrollada
la idea del Leitmotiv. Enigmático acorde de Tristán, diversas teorías. Uno de los pilares fundamentales de
la emancipación de la disonancia. Preludio instrumental. Deforma las frases y estira la tonalidad.

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9. “Liebestod” de Tristan und Isolde — R. Wagner


Introducción
Durante todo el siglo XIX, las revoluciones industriales consiguieron una notable mejora en la calidad de
vida de la población a nivel general, pero liderado por EEUU e Inglaterra. Además de económicamente,
se hablaba de revolución también en el contexto político. En Francia se instaura la Segunda República
tras derrocar al rey Luis Felipe en torno a la década de 1850. Se abole la servidumbre en Rusia (1861) y la
esclavitud en EEUU tras la guerra civil (1861-1865). La Tercera República Francesa se instaura en 1875
y, en la década de los 80, Alemania implanta una serie de medidas sociales con respecto a asistencia
sanitaria o pensiones. En este contexto comienzan a surgir nacionalismos por toda Europa principalmente.
Destaca el intento fallido de reunificación de Alemania en 1848, que se consolida más tarde (1871)
gracias a Otto von Bismarck como el Imperio Alemán. También en 1848 aparece un movimiento en Italia
conocido como Risorgimento, que pretendía unificar Italia reivindicando el papel ancestral que tuvo
Roma en la Antigüedad hasta el Renacimiento.
El arte tuvo un papel fundamental en el desarrollo de la identidad nacional, especialmente en Italia y
Alemania, en forma de nacionalismo cultural. (Convive con realismo y exotismo).
Género en concreto
La ópera, por su parte, estuvo fuertemente ligada al nacionalismo durante la segunda mitad del siglo XIX.
Era frecuente remitir a la tradición, interpretando obras canónicas en lugar de apostar por nueva música.
Esto permitía a los compositores dedicar más tiempo a la composición de sus óperas, ya que no tenían
tanta demanda (podría explicar la amplia extensión temporal de estas óperas). En la nueva ópera,
convivían de alguna manera el realismo (representando la vida privada de la gente) y el exotismo
(mediante la puesta en escena de sucesos sobrenaturales o evocaciones a países lejanos —Madame
Butterfly (Japón), Turandot (China), Carmen (España)—. Surgen nuevos géneros de ópera como la opera
bouffe, la opereta y la zarzuela. Gracias a las innovaciones eléctricas y la mejora de los sistemas de
iluminación contribuyó a mejorar la escenografía y a crear un nuevo clima de silencio reverencial frente
al antiguo clima más cordial e informal.
Autor
Richard Wagner (1813-1883) se considera así mismo como el heredero de Weber, llegando hasta a
reivindicar la repatriación de sus restos. Con un fuerte carácter nacionalista y antisemita, se consolida
como el máximo exponente de la ópera alemana del Romanticismo. Nace en Leipzig y tras la pronta
muerte de su padre, su madre se casa con el dramaturgo Ludwig Geyer (judío). Se casa con la soprano
Minna Planer (1836) y pasa los años 1839-1845 en París. Trabaja como periodista musical pero no tiene
mucho éxito. 1. Etapa previa al exilio de 1848 (insurrección): Rienzi (1842), Der fliegende Holländer
(1843), Tannhäuser (1845) y Lohengrin (1848); todavía no ha desarrollado su ideal dramático. 2.
Reflexiona durante su exilio a Suiza: La obra de arte del futuro, Arte y revolución, Ópera y drama y El
judaísmo en la música. Allí empieza el ciclo Der Ring des Nibelungen (Das Rheingold, Die Walküre,
Siegfried y Götterdämmerung), tarda 25 años, temática nórdica y estrena en Bayreuth. Durante esos
aproximadamente 25 años escribe Tristan und Isolde y Die Meistersinger von Nürnberg. Su última obra
fue Parsifal (1882), basada en la leyenda del santo grial en la que utiliza la oposición diatonismo/
cromatismo para la polaridad entre redención y perdición. Música ( ) + poesía ( ). Detractor de la
música absoluta. Fusión de las artes, obra de arte total: Gesamtkunstwerk. Se basa en la 9ª de Beethoven,
arte con pretensiones. Durchkomponiert (transcomposición): la forma viene determinada por el propio
desarrollo de la obra (se sale de las formas estereotipadas).
Comentario específico
Con libreto y música de Wagner, es compuesta entre 1857 y 1859 y se estrena en Múnich en 1865. De un
fuerte carácter expresivo y ambigüedad tonal mediante el uso reiterado de notas extrañas. Ya desarrollada
la idea del Leitmotiv. Enigmático acorde de Tristán, diversas teorías. Uno de los pilares fundamentales de
la emancipación de la disonancia. Liebestod (muerte de amor), modulaciones fuertes, acordes 64.

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10. Les préludes (poema sinfónico) — F. Liszt


Introducción
Durante la segunda mitad del s. XIX, el panorama musical occidental se diversifica en gran medida
gracias al aumento del público musical. Se equilibra el anterior interés por la revisitación del pasado con
la innovación y el gusto por las obras nuevas. Los dos centros geográficos del Romanticismo fueron por
un lado Alemania y por el otro, el eje austro-húngaro, siendo el tema central de debate la disputa entre
Richard Wagner y Johannes Brahms.
En este período comienza a forjarse lo que sería el nuevo repertorio clásico, ya que cada vez se
interpretaban más obras de intérpretes ya fallecidos, mientras que antes lo habitual era escuchar música de
compositores que aún vivían, por lo que este repertorio fue aumentando progresivamente. Este interés por
la música antigua se vio acrecentado por la aparición de la disciplina de la musicología, surgiendo
ediciones de obras completas de compositores como Palestrina, Bach o Mozart. Nunca antes se había
tenido tal diversidad de estilos musicales.
Ante el problema de la habituación del oído del oyente a las formas antiguas, Brahms optó por mantener
la tradición clásica y componer sinfonías, obras de cámara, canciones o música para piano, compitiendo
así con los clásicos en su propio terreno. Otros como Wagner y Liszt, aprovecharon la inercia de la 9ª
sinfonía de Beethoven para crear géneros nuevos como el drama musical o el poema sinfónico. Ante todo,
el nacionalismo se mantuvo y reforzó, jugando un papel fundamental en el estatus tanto del compositor
como de su música.
Género en concreto
El poema sinfónico consiste en el diseño de una obra musical de carácter sinfónico, utilizando como
referencia una pintura, una obra teatral o una poesía. La estructura y el desarrollo queda así determinado
por esta, precisando cada obra de un programa con la obra de arte en cuestión. Algunos ejemplos son
Prometheus (basado en el poema de Herder), Mazeppa (en el poema de Víctor Hugo) y Orpheus (en la
ópera de Gluck). Liszt fue su principal defensor y era defendido como género bajo el argumento de ser
música absoluta, en contraposición con la idea wagneriana. Las dos sinfonías de Liszt también son
programáticas (Fausto y Dante).
Autor
Franz Liszt (1811-1886) fue un gran compositor y pianista del Romanticismo austro-húngaro. Tras dejar
su carrera como pianista virtuoso en 1848, se instala como director musical de la corte de Weimar hasta
1861, donde empieza a componer sus poemas sinfónicos, considerando que la sinfonía no era lo
suficientemente expresiva para el público. Entre 1848 y 1858 compuso 12 poemas sinfónicos y otro más
entre 1881-1882. A pesar de su gran destreza pianística, su influencia como compositor fue incluso
mayor, siendo el poema sinfónico adoptado por compositores como Smetana, Franck, Saint-Saëns,
Tchaikovsky, Rimsky-Korsakov, Richard Strauss y Ives. Su uso de armonías cromáticas y a veces fuera
de lo tonal sirvió de inspiración a Wagner y contribuyó en gran medida a la emancipación de la
disonancia. Fue un pilar fundamental en la difusión de la música húngara, como las Csárdás o el
Verbunkos, tarea que ya comenzó Ferenc Erkel.
Comentario específico
El fragmento propuesto es Les préludes, un poema sinfónico compuesto en 1854 inspirado en poemas de
Alfons-Marie de Lamartine. Esta obra es característica por el uso de la transformación temática, la cual
consiste en la progresiva evolución de un núcleo temático que se adapta a los diferentes afectos que
quiera transmitir la música. Este proceso también lo utiliza en su Concierto para piano nº 1 en Si bemol
mayor.

11. Sinfonía nº 4 en mi menor, op. 98 (IV) — J. Brahms


Introducción
Durante la segunda mitad del s. XIX, el panorama musical occidental se diversifica en gran medida
gracias al aumento del público musical. Se equilibra el anterior interés por la revisitación del pasado con
la innovación y el gusto por las obras nuevas. Los dos centros geográficos del Romanticismo fueron por
un lado Alemania y por el otro, el eje austro-húngaro, siendo el tema central de debate la disputa entre
Richard Wagner y Johannes Brahms.
En este período comienza a forjarse lo que sería el nuevo repertorio clásico, ya que cada vez se
interpretaban más obras de intérpretes ya fallecidos, mientras que antes lo habitual era escuchar música de
compositores que aún vivían, por lo que este repertorio fue aumentando progresivamente. Este interés por
la música antigua se vio acrecentado por la aparición de la disciplina de la musicología, surgiendo
ediciones de obras completas de compositores como Palestrina, Bach o Mozart. Nunca antes se había
tenido tal diversidad de estilos musicales.
Ante el problema de la habituación del oído del oyente a las formas antiguas, Brahms optó por mantener
la tradición clásica y componer sinfonías, obras de cámara, canciones o música para piano, compitiendo
así con los clásicos en su propio terreno. Otros como Wagner y Liszt, aprovecharon la inercia de la 9ª
sinfonía de Beethoven para crear géneros nuevos como el drama musical o el poema sinfónico. Ante todo,
el nacionalismo se mantuvo y reforzó, jugando un papel fundamental en el estatus tanto del compositor
como de su música.
Género en concreto
El género de la sinfonía había sido ampliamente desarrollado en el siglo XVIII por compositores como
Sammartini, Haydn, Mozart y Beethoven, por lo que Brahms sentía un profundo compromiso para
escribir su primera sinfonía ya que temía no estar a la altura de la 9ª de Beethoven. De hecho finalizó su
primera sinfonía con 43 años, la cual fue apodada por Hans von Bulow por la clara influencia del
compositor de Bonn.
Autor
Johannes Brahms (1833-1897) fue calificado (a juicio de Schoenberg injustamente) como un compositor
anclado a la tradición. Consiguió elaborar su propio estilo combinando la tradición clásica con el folclore
de su época, entre el que se encontraba por ejemplo la música gitana húngara. Recibió apoyo temprano de
la mano de Robert Schumann. Entre sus obras destacan sus cuatro sinfonías, dos conciertos para piano y
violín, obras de cámara, repertorio de piano y 260 lieder. Un aspecto característico de su composición es
su gran predilección por el clarinete.
Comentario específico
Se trata del cuarto movimiento de la Sinfonía nº 4 en Mi menor, op. 98. Dicho fragmento está escrito en
forma de chacona, con un bajo ostinato continuo. Es un procedimiento muy antiguo rejuvenecido. La
secuencia es E-F#-G-A-A#-B-B-E.

12. Cuarteto con piano en do menor, op. 60 (III) — J. Brahms


Introducción
Durante la segunda mitad del s. XIX, el panorama musical occidental se diversifica en gran medida
gracias al aumento del público musical. Se equilibra el anterior interés por la revisitación del pasado con
la innovación y el gusto por las obras nuevas. Los dos centros geográficos del Romanticismo fueron por
un lado Alemania y por el otro, el eje austro-húngaro, siendo el tema central de debate la disputa entre
Richard Wagner y Johannes Brahms.
En este período comienza a forjarse lo que sería el nuevo repertorio clásico, ya que cada vez se
interpretaban más obras de intérpretes ya fallecidos, mientras que antes lo habitual era escuchar música de
compositores que aún vivían, por lo que este repertorio fue aumentando progresivamente. Este interés por
la música antigua se vio acrecentado por la aparición de la disciplina de la musicología, surgiendo
ediciones de obras completas de compositores como Palestrina, Bach o Mozart. Nunca antes se había
tenido tal diversidad de estilos musicales.
Ante el problema de la habituación del oído del oyente a las formas antiguas, Brahms optó por mantener
la tradición clásica y componer sinfonías, obras de cámara, canciones o música para piano, compitiendo
así con los clásicos en su propio terreno. Otros como Wagner y Liszt, aprovecharon la inercia de la 9ª
sinfonía de Beethoven para crear géneros nuevos como el drama musical o el poema sinfónico. Ante todo,
el nacionalismo se mantuvo y reforzó, jugando un papel fundamental en el estatus tanto del compositor
como de su música.
Género en concreto
Tras su estandarización y popularización durante el Clasicismo, la música de cámara continuó
desarrollándose durante todo el Romanticismo, siendo cultivada por aquello compositores que, como
Brahms, decidieron seguir utilizando los formatos musicales canónicos. Destaca su Quinteto para piano y
cuerdas en Fa menor, op. 34 (1864), en el que utiliza una técnica conocida como «variación en
desarrollo». Esta técnica consigue una gran cohesión motivico-temática, derivando todos los materiales
de un mismo punto de partida.
Autor
Johannes Brahms (1833-1897) fue calificado (a juicio de Schoenberg injustamente) como un compositor
anclado a la tradición. Consiguió elaborar su propio estilo combinando la tradición clásica con el folclore
de su época, entre el que se encontraba por ejemplo la música gitana húngara. Recibió apoyo temprano de
la mano de Robert Schumann. Entre sus obras destacan sus cuatro sinfonías, dos conciertos para piano y
violín, obras de cámara, repertorio de piano y 260 lieder. Un aspecto característico de su composición es
su gran predilección por el clarinete.
Comentario específico
Nos encontramos ante el tercer movimiento del Cuarteto con piano en do menor, op. 60 de Johannes
Brahms, conocido también como Cuarteto “Werther”. Destaca el profundo lirismo y el carácter ominoso
del cuarteto. El intenso compromiso musical de Brahms que le llevó a estrenar su primera sinfonía a los
más de 40 años le llevó también a tardar unos 20 años en escribir este cuarteto, ya que tenía constantes
dudas y quería perfilarlo lo máximo posible.

13. “Wie Melodien zieht es mir”, op. 105 nº 1 — J. Brahms


Introducción
Durante la segunda mitad del s. XIX, el panorama musical occidental se diversifica en gran medida
gracias al aumento del público musical. Se equilibra el anterior interés por la revisitación del pasado con
la innovación y el gusto por las obras nuevas. Los dos centros geográficos del Romanticismo fueron por
un lado Alemania y por el otro, el eje austro-húngaro, siendo el tema central de debate la disputa entre
Richard Wagner y Johannes Brahms.
En este período comienza a forjarse lo que sería el nuevo repertorio clásico, ya que cada vez se
interpretaban más obras de intérpretes ya fallecidos, mientras que antes lo habitual era escuchar música de
compositores que aún vivían, por lo que este repertorio fue aumentando progresivamente. Este interés por
la música antigua se vio acrecentado por la aparición de la disciplina de la musicología, surgiendo
ediciones de obras completas de compositores como Palestrina, Bach o Mozart. Nunca antes se había
tenido tal diversidad de estilos musicales.
Ante el problema de la habituación del oído del oyente a las formas antiguas, Brahms optó por mantener
la tradición clásica y componer sinfonías, obras de cámara, canciones o música para piano, compitiendo
así con los clásicos en su propio terreno. Otros como Wagner y Liszt, aprovecharon la inercia de la 9ª
sinfonía de Beethoven para crear géneros nuevos como el drama musical o el poema sinfónico. Ante todo,
el nacionalismo se mantuvo y reforzó, jugando un papel fundamental en el estatus tanto del compositor
como de su música.
Género en concreto
Gran parte del estilo vocal de Brahms proviene de una elemental influencia de Franz Schubert. Sus lieder
siguen una forma estrófica o una modificación de la forma estrófica y se caracterizan por su fuerte
expresividad. Brahms va un paso más allá de Schubert y agrega una mayor riqueza textural al
acompañamiento pianístico.
Autor
Johannes Brahms (1833-1897) fue calificado (a juicio de Schoenberg injustamente) como un compositor
anclado a la tradición. Consiguió elaborar su propio estilo combinando la tradición clásica con el folclore
de su época, entre el que se encontraba por ejemplo la música gitana húngara. Recibió apoyo temprano de
la mano de Robert Schumann. Entre sus obras destacan sus cuatro sinfonías, dos conciertos para piano y
violín, obras de cámara, repertorio de piano y 260 lieder. Un aspecto característico de su composición es
su gran predilección por el clarinete.
Comentario específico
La obra en cuestión es Wir Melodien zieht es mir, op. 105, nº 1. Destaca la aparente simplicidad de la
melodía, que convive con drásticos giros cromáticos y la utilización de bruscas apoyaturas que recuerdan
en cierto modo al carácter transgresivo del posrromanticismo, sin perder la vinculación con los inicios del
lieder. La forma es estrófica y la duración esencialmente breve, en consonancia con lo que define el
género lied.

14. Crto. para chelo y orquesta en si menor, op. 104 (I) — A. Dvorák
Introducción
El nacionalismo recorrió toda Europa durante el siglo XIX. Si bien los dos centros neurálgicos del
Romanticismo musical fueron el alemán y el austro-húngaro, hubo otros territorios como, en este caso,
Bohemia. A diferencia de Rusia, Bohemia había estado durante mucho tiempo bajo la corona de Austria,
por lo que su vinculación con la tradición europea es mucho mayor, algo notorio en la predilección por la
ópera en italiano o alemán en Praga y la utilización de la lengua alemana como lenguaje oficial.
Checoslovaquia no nace hasta 1918.
A partir de la década de 1860, el gobierno inauguró un teatro nacional para fomentar la ópera
genuinamente checa a través de concursos. Uno de sus ganadores fue Bedrich Smetana (1824-1884),
cuyas ocho óperas forman el núcleo operístico checo, con un marcado carácter nacional y rasgos de la
cultura popular checa. Otro compositor relevante fue Václav Jan Tomásek. Aunque el gran reconocido fue
Antonín Dvorák (1841-1904), que gracias al apoyo de Brahms y Hanslick fue impulsado a nivel europeo.
Género en concreto
El concierto tiene sus orígenes en Barroco, donde se convirtió en uno de los grandes motores de
desarrollo de la música instrumental. Los avances en técnicas instrumentales y en la orquestación
propiciaron que instrumentos como el violonchelo protagonizasen los conciertos, cuando, por ejemplo,
durante el Clasicismo los conciertos eran copados por instrumentos de viento madera, viento metal o
instrumentos de tecla esencialmente.
Autor
Antonín Dvorák (1841-1904) es a día de hoy uno de los grandes exponentes de la música nacional checa
junto con Bedrich Smetana. Sus doce óperas están marcadas por las tradiciones checas y su folclore. Las
dos óperas más importantes son Dimitrij (1882) y Rusalka (1900), aunque es mundialmente reconocido
por su música instrumental. Es destacable su paso por Nueva York de 1892 a 1895, debido a que Jeannette
Thurber, la fundadora del Conservatorio de Nueva York, le ofreció el puesto de dirección del centro. En
1895, volvió a su país para dirigir el Conservatorio de Praga.
Comentario específico
Nos encontramos ante el primer movimiento del Concierto para violonchelo y orquesta en si menor, op.
104 de Antonín Dvorák. Este concierto fue escrito durante su estancia en América, al igual que la Sinfonía
nº 9 “Nuevo Mundo”. COMPLETAR

15. El Moldava — B. Smetana


Introducción
El nacionalismo recorrió toda Europa durante el siglo XIX. Si bien los dos centros neurálgicos del
Romanticismo musical fueron el alemán y el austro-húngaro, hubo otros territorios como, en este caso,
Bohemia. A diferencia de Rusia, Bohemia había estado durante mucho tiempo bajo la corona de Austria,
por lo que su vinculación con la tradición europea es mucho mayor, algo notorio en la predilección por la
ópera en italiano o alemán en Praga y la utilización de la lengua alemana como lenguaje oficial.
Checoslovaquia no nace hasta 1918.
A partir de la década de 1860, el gobierno inauguró un teatro nacional para fomentar la ópera
genuinamente checa a través de concursos. Uno de sus ganadores fue Bedrich Smetana (1824-1884),
cuyas ocho óperas forman el núcleo operístico checo, con un marcado carácter nacional y rasgos de la
cultura popular checa. Otro compositor relevante fue Václav Jan Tomásek. Aunque el gran reconocido fue
Antonín Dvorák (1841-1904), que gracias al apoyo de Brahms y Hanslick fue impulsado a nivel europeo.
Género en concreto
El poema sinfónico consiste en el diseño de una obra musical de carácter sinfónico, utilizando como
referencia una pintura, una obra teatral o una poesía. La estructura y el desarrollo queda así determinado
por esta, precisando cada obra de un programa con la obra de arte en cuestión. Algunos ejemplos son
Prometheus (basado en el poema de Herder), Mazeppa (en el poema de Víctor Hugo) y Orpheus (en la
ópera de Gluck). Liszt fue su principal defensor y era defendido como género bajo el argumento de ser
música absoluta, en contraposición con la idea wagneriana. Las dos sinfonías de Liszt también son
programáticas (Fausto y Dante).
Autor
Bedrich Smetana (1824-1884) fue uno de los padres del nacionalismo musical checo, aunque durante su
vida no se hubiese llegado a fundar Checoslovaquia como tal, sino que su país era reconocido como
Bohemia, uno de los territorios del imperio austro-húngaro. A pesar de su carácter nacionalista, recibió
una gran influencia del progresismo y la vanguardia de Wagner y Liszt, lo que fue criticado por sus
coetáneos por miedo a que alterase la identidad checa de su música. Sus obras más famosas son su ópera
La novia vendida y el ciclo de poemas sinfónicos Má vlast.
Comentario específico
El fragmento propuesto se trata de El Moldava, un poema sinfónico perteneciente a Má vlast (Mi patria),
un conjunto de seis poemas sinfónicos escritos por Bedrich Smetana entre 1874 y 1879. La obra versa
sobre el río Moldava, el más grande de la República Checa, pasa por Praga y se une al Elba. La idea
básica parece provenir de “La Mantovana”, una melodía italiana del siglo XVII y es conocida por servir
de inspiración para la composición del himno de Israel, el Hatikva.

16. Capricho español — N. Rimsky-Korsakov


Introducción
Rusia fue un territorio castigado por el atraso social y económico durante el gobierno de los zares en el
siglo XIX. A pesar de ello, era un lugar de visita artística para personalidades como Clementi, Spohr,
Berlioz, Liszt o Clara Schumann. La música fue utilizada como un medio de propaganda por parte del
gobierno absolutista.
El primer compositor ruso conocido a escala internacional fue Mijaíl Glinka (1804-1857), quien
consolidó su fama gracias a su ópera Una vida por el zar (1836). Su segunda ópera, Ruslan y Lyudmila
(1842), se basó en un poema de Alexander Pushkin, uno de los principales poetas rusos. Sus obras en
general son de un marcado carácter nacionalista. Otro compositor importante fue Alexander Sergeyevich
Dargomïzhsky.
Con la emancipación de los siervos en 1861 por parte del zar Alejandro II, se dieron una serie de avances
en la modernización rusa. Los hermanos Rubinstein, ambos pianistas, tuvieron un papel fundamental.
Anton Rubinstein fundó el Conservatorio de San Petersburgo en 1862, mientras que su hermano fundó el
Conservatorio de Moscú en 1866. Ambos crearon una importante escuela de músicos en las generaciones
posteriores, como Piotr Ilich Tchaikovsky.
Género en concreto

Autor
Nikolai Rimski-Korsakov (1844-1908) se mantuvo al margen de esta escuela oficial, formando el Grupo
de los Cinco o el Puñado Poderoso junto con Mily Balakirev, Alexander Borodin, César Cui y Modest
Musorgsky. Posteriormente, en 1871 abandona esa tendencia antiacadémica y pasa a ser profesor del
Conservatorio de San Petersburgo, al darse cuenta de que aún necesitaba aumentar sus conocimientos
teóricos. Es conocido por el importante papel que jugó en el desarrollo de la orquestación durante el siglo
XIX, siendo su tratado de orquestación uno de los más utilizados junto con el de Guido Adler. Fue
maestro de importantísimos compositores posteriores como Aleksandr Glazunov o Igor Stravinsky.
Su música es percibida por los europeos como exótica, debido a su vinculación con el folclore ruso y la
utilización de escalas de tonos enteros y escalas octatónicas (t-st), que confieren cierta multiplicidad de
centros tonales.
Comentario específico
La obra propuesta es el Capricho español, op. 34, compuesta en 1887 por Nikolai Rimski-Korsakov. La
inspiración en la música española le vino gracias a sus viajes como oficial de la marina rusa, en los cuales
estuvo en zonas como Cádiz. El carácter vivo de la música proviene de las melodías españolas en las que
se inspiró para componer la obra, de modo que consigue cierto parecido al acompañamiento orquestal de
una zarzuela.

17. “Escena de la coronación” de Boris Godunov — M. Mussorgsky


Introducción
Rusia fue un territorio castigado por el atraso social y económico durante el gobierno de los zares en el
siglo XIX. A pesar de ello, era un lugar de visita artística para personalidades como Clementi, Spohr,
Berlioz, Liszt o Clara Schumann. La música fue utilizada como un medio de propaganda por parte del
gobierno absolutista.
El primer compositor ruso conocido a escala internacional fue Mijaíl Glinka (1804-1857), quien
consolidó su fama gracias a su ópera Una vida por el zar (1836). Su segunda ópera, Ruslan y Lyudmila
(1842), se basó en un poema de Alexander Pushkin, uno de los principales poetas rusos. Sus obras en
general son de un marcado carácter nacionalista. Otro compositor importante fue Alexander Sergeyevich
Dargomïzhsky.
Con la emancipación de los siervos en 1861 por parte del zar Alejandro II, se dieron una serie de avances
en la modernización rusa. Los hermanos Rubinstein, ambos pianistas, tuvieron un papel fundamental.
Anton Rubinstein fundó el Conservatorio de San Petersburgo en 1862, mientras que su hermano fundó el
Conservatorio de Moscú en 1866. Ambos crearon una importante escuela de músicos en las generaciones
posteriores, como Piotr Ilich Tchaikovsky.
Género en concreto
La ópera, por su parte, estuvo fuertemente ligada al nacionalismo durante la segunda mitad del siglo XIX.
Era frecuente remitir a la tradición, interpretando obras canónicas en lugar de apostar por nueva música.
Esto permitía a los compositores dedicar más tiempo a la composición de sus óperas, ya que no tenían
tanta demanda (podría explicar la amplia extensión temporal de estas óperas). En la nueva ópera,
convivían de alguna manera el realismo (representando la vida privada de la gente) y el exotismo
(mediante la puesta en escena de sucesos sobrenaturales o evocaciones a países lejanos —Madame
Butterfly (Japón), Turandot (China), Carmen (España)—. Surgen nuevos géneros de ópera como la opera
bouffe, la opereta y la zarzuela. Gracias a las innovaciones eléctricas y la mejora de los sistemas de
iluminación contribuyó a mejorar la escenografía y a crear un nuevo clima de silencio reverencial frente
al antiguo clima más cordial e informal.
Autor
Modest Musorgsky (1839-1881) es considerado como uno de los compositores más originales y
progresistas del llamado Grupo de los Cinco o Puñado Poderoso, formado por Balakirev, Borodin, Cui,
Rimski-Korsakov y el mismo. Se mantuvo al margen de la escuela oficial inaugurada por los hermanos
Rubinstein y recibió su formación del mismo Balakirev. Es conocido por su ópera Boris Godunov, el
poema sinfónico Una noche en el Monte Pelado y la suite para piano Cuadros de una exposición.
Comentario específico
El fragmento propuesto pertenece a la ópera Boris Godunov, compuesta por Musorgsky y basada en la
obra teatral de Aleksandr Pushkin. A pesar de ser un lenguaje esencialmente tonal, el autor es innovador
en el plano armónico, superponiendo con frecuencia armonías disonantes mediante el enlace por notas
comunes

18. “Mariposa”, Libro III de Piezas líricas para piano, op. 43, nº 1 — E. Grieg
Introducción
Durante todo el siglo XIX, el arte tuvo un papel fundamental en el desarrollo de la identidad nacional,
especialmente en Italia y Alemania, en forma de nacionalismo cultural. Sin embargo, esta tendencia se
extendió por todos los territorios de Europa y Rusia. Noruega, Suecia y Dinamarca han estado marcadas
históricamente por una herencia cultural más o menos común, mientras que Finlandia siempre se ha
mostrado mas orientada hacia la Europa del Este.
El compositor sueco más importante del siglo XIX es, para muchos, Franz Berwald (1796-1868). Es
conocido por sus obras instrumentales, especialmente por sus cuatro sinfonías; y por cierto carácter
alemán que tiene su música en general, debido a que en su juventud se trasladó a Berlín y estuvo viviendo
en el extranjero varios años. El desarrollo en Noruega estuvo en parte influido por Suecia —ya que estuvo
anexionada a ella desde 1814— y Dinamarca. Entran dos compositores importantes a finales del siglo
XIX: Johan Svendsen y Edvard Grieg (1843-1907).
Género en concreto
La música instrumental, y en especial la pianística, sufrió un profundo desarrollo a lo largo del siglo XIX,
gracias a las contribuciones de pianistas que dedicaron parte de su carrera tanto a la pedagogía pianística
como a la ampliación de dicho repertorio. Algunos de dichos músicos fueron: Carl Czerny (alumno de
Beethoven), Franz Liszt, Anton Rubinstein, Modest Musorgsky y Chopin. Las nuevas técnicas armónicas
y rítmicas obligaron a los compositores a diseñar texturas pianísticas cada vez más complejas, de acuerdo
a las nuevas necesidades musicales.
Autor
Edvard Grieg (1843-1907) fue un compositor y pianista representante del Romanticismo en Noruega.
Aunque nace en Bergen, ingresa en el Conservatorio de Leipzig a los 15 años. Recibió una profunda
influencia de la música de Schumann, que se sumó a la de la música popular noruega. Sus obras más
conocidas son la música incidental Peer Gynt (1876), su Concierto para piano en la menor (1868), sus
Piezas líricas para piano y sus canciones, marcadas por un amplio conocimiento armónico y melodías
muy líricas.
Comentario específico
Con respecto al fragmento propuesto, se trata de Schmetterling (Mariposa), una breve pieza para piano
perteneciente al libro tercero de las Piezas líricas para piano, op. 43, nº 1. El carácter descriptivo de la
obra reside en la utilización de la mariposa y en el batir de sus alas como el elemento generador de la
melodía y esa textura tan agitada.

19. Mazurka nº 41 en do# menor, op. 63, nº 3 — F. Chopin


Introducción
El estado de Polonia tuvo un tamaño considerable desde la Baja Edad Media hasta finales del siglo XVIII,
cuando Rusia, Prusia y Austria poco a poco se fueron apropiando del territorio. Tras las guerras
napoleónicas, el Congreso de Viena terminó de establecer el reparto de Polonia, quedándose Rusia con la
mayor parte. Entre el siglo XVIII y el XIX, la opresión en Polonia propició la reivindicación de elementos
nacionales como las danzas: la polonesa, la krakowia o la mazurca.
Una de las personalidades más importantes es Maria Agata Szymanowska, pianista y compositora polaca
que saltó a la fama europea a través de su debut parisino de 1810. Fue aclamada por compositores como
Robert Schumann y fue la predecesora de Chopin. Otro personaje importante fue Henryk Wieniawsky,
uno de los violinistas más aclamados después de Niccolò Paganini.
Género en concreto
La mazurka consiste en un ritmo ternario que se asemeja al vals austríaco. Se diferencia de este
básicamente en la acentuación, que no tiene por qué respetar el patrón fuerte-débil-débil del vals
tradicional, siendo común la acentuación en el segundo pulso. Tiene sus orígenes en el folclore polaco y
fue impulsada por Frederic Chopin, quien compuso gran número de mazurkas que eran más bien
adaptaciones de la danza tradicional al gusto romántico del público europeo.
Autor
Frédérick Chopin (1810-1849) fue uno de los grandes exponentes del Romanticismo y del repertorio
pianístico en especial. Fue profesor, compositor y virtuoso del piano, llegando a ser conocido por toda
Europa y siendo una clara influencia para pianistas posteriores como Maurizio Pollini. Durante la
revolución polaca de la década de 1810, Chopin abandona el país y finalmente se instala en Francia en
1831, donde pasa gran parte de su vida. Viajó por varios sitios de Europa, entre ellos Mallorca, donde
empeoró severamente su tuberculosis crónica —que le provocó la muerte debido a una complicación—
debido a la incompatibilidad de su sistema respiratorio con la humedad de la isla, donde compuso gran
parte de sus preludios op. 28. Es conocido mundialmente por sus obras pianísticas: preludios, valses,
polonesas, mazurcas y estudios.
Comentario específico
Con respecto a la obra propuesta, se trata de la Mazurca en do sostenido menor nº 41, op. 63. Es una de
las muchas mazurkas que compuso Chopin para dar a conocer la danza polaca. Es característica por su
aparente simplicidad con respecto a la dinámica habitual de Chopin, aunque en el plano armónico hay
ciertos aspectos que suman complejidad. La pieza consta de una primera sección en do# menor, un tema
contrastante en reb mayor y una vuelta al primer tema.

20. Concierto para violín y orquesta nº 2 en re menor, op. 22 — H. Wieniawski


Introducción
El estado de Polonia tuvo un tamaño considerable desde la Baja Edad Media hasta finales del siglo XVIII,
cuando Rusia, Prusia y Austria poco a poco se fueron apropiando del territorio. Tras las guerras
napoleónicas, el Congreso de Viena terminó de establecer el reparto de Polonia, quedándose Rusia con la
mayor parte. Entre el siglo XVIII y el XIX, la opresión en Polonia propició la reivindicación de elementos
nacionales como las danzas: la polonesa, la krakowia o la mazurca.
Una de las personalidades más importantes es Maria Agata Szymanowska, pianista y compositora polaca
que saltó a la fama europea a través de su debut parisino de 1810. Fue aclamada por compositores como
Robert Schumann y fue la predecesora de Chopin. Otro personaje importante fue Henryk Wieniawsky,
uno de los violinistas más aclamados después de Niccolò Paganini.
Género en concreto
El concierto tiene sus orígenes en Barroco, donde se convirtió en uno de los grandes motores de
desarrollo de la música instrumental. Los avances en técnicas instrumentales y en la orquestación
propiciaron que instrumentos como el violonchelo protagonizasen los conciertos, cuando, por ejemplo,
durante el Clasicismo los conciertos eran copados por instrumentos de viento madera, viento metal o
instrumentos de tecla esencialmente.
Autor
Henryk Wieniawsky (1835-1880) es uno de los compositores e intérpretes polacos más famosos del siglo
XIX. Tras estudiar en París y participar en giras mundiales como virtuoso del violín, se establece en San
Petersburgo en 1860 para tocar, dirigir, enseñar y componer. Su composición estaba enfocada a explotar
al máximo su habilidad instrumental y influyó en la tradición violinística rusa. Sus obras más conocidas
son sus dos conciertos para violín y orquesta.
Comentario específico
Nos encontramos ante su Concierto para violín y orquesta en re menor nº 2, op. 22. Es notoria una clara
influencia del estilo austro-alemán y el amplio despliegue virtuosístico del violín, llevando al instrumento
a una dificultad interpretativa notoria.

21. Recuerdos de Andalucía. Bolero de concierto, op. 8 — E. Ocón


Introducción
El siglo XIX español fue un tanto tumultuoso debido a la Guerra de la Independencia (1808-1814), los
numerosos conflictos con los carlistas, el reinado de Amadeo de Saboya, la Primera República, la
Restauración monárquica y finalmente, el desastre del 98 (conflicto contra EEUU por la Guerra de
Independencia cubana).
A principios del siglo XIX destacan figuras como la de Juan Crisóstomo de Arriaga, destacado
compositor conocido por ser el primer español cuya música de cámara alcanza reconocimiento a nivel
europeo. Es conocido como el “Mozart español” debido a su extraordinario talento musical así como su
prematura muerte a los 20 años de edad.
Dejando a un lado la ópera y la zarzuela, la música de cámara y sinfónica no comienza a difundirse hasta
la década de 1850. Fueron de gran ayuda la fundación de la Sociedad de Cuartetos por Jesús de
Monasterio y la Sociedad de Conciertos, dirigida por Francisco Asenjo Barbieri. Además, la aceptación de
la música europea se vio potenciada por las inauguraciones respectivas del Teatro Real y el Teatro de la
Zarzuela.
Género en concreto
La música instrumental, y en especial la pianística, sufrió un profundo desarrollo a lo largo del siglo XIX,
gracias a las contribuciones de pianistas que dedicaron parte de su carrera tanto a la pedagogía pianística
como a la ampliación de dicho repertorio. Algunos de dichos músicos fueron: Carl Czerny (alumno de
Beethoven), Franz Liszt, Anton Rubinstein, Modest Musorgsky y Chopin. Las nuevas técnicas armónicas
y rítmicas obligaron a los compositores a diseñar texturas pianísticas cada vez más complejas, de acuerdo
a las nuevas necesidades musicales.
Autor
Eduardo Ocón Rivas (1833-1901) fue un compositor español del siglo XIX nacido en Benamocarra,
Málaga, Andalucía. Comenzó su trayectoria musical siendo seise (niño de coro) en 1840, donde
profesores como Mariano Reig lo instruyen en contrapunto, fuga y composición. En 1848 pasa a ser
nombrado ministro de coro e imparte clases a los seises a partir de 1850, con tan solo 17 años. A pesar de
haber viajado bastante fuera de España, siempre estuvo fuertemente ligado a su Málaga natal, donde
fundó el primer conservatorio de la zona en 1880. Destaca su Miserere y sus Cantos españoles, una
recopilación de música nacional editada en 1874 bajo la firma de Breitkopf und Härtel.
Comentario específico
Nos encontramos ante Recuerdos de Andalucía, op. 8, un bolero de concierto compuesto por Eduardo
Ocón. Tiene un marcado carácter español, que expresa mediante los adornos en la melodía, la utilización
de la cadencia andaluza y el ritmo de bolero que nos recuerda en cierto modo al del pasodoble. Fue escrita
durante su estancia en París y alcanzó una gran difusión por todo el mundo, dando lugar a obras como el
Bolero de Chopin o el de Ravel.

22. “Evocación” de Suite Iberia (cuaderno I) — I. Albéniz


Introducción
El siglo XIX español fue un tanto tumultuoso debido a la Guerra de la Independencia (1808-1814), los
numerosos conflictos con los carlistas, el reinado de Amadeo de Saboya, la Primera República, la
Restauración monárquica y finalmente, el desastre del 98 (conflicto contra EEUU por la Guerra de
Independencia cubana).
A principios del siglo XIX destacan figuras como la de Juan Crisóstomo de Arriaga, destacado
compositor conocido por ser el primer español cuya música de cámara alcanza reconocimiento a nivel
europeo. Es conocido como el “Mozart español” debido a su extraordinario talento musical así como su
prematura muerte a los 20 años de edad.
Dejando a un lado la ópera y la zarzuela, la música de cámara y sinfónica no comienza a difundirse hasta
la década de 1850. Fueron de gran ayuda la fundación de la Sociedad de Cuartetos por Jesús de
Monasterio y la Sociedad de Conciertos, dirigida por Francisco Asenjo Barbieri. Además, la aceptación de
la música europea se vio potenciada por las inauguraciones respectivas del Teatro Real y el Teatro de la
Zarzuela.
La musicología, por su parte, se ve representada por Hilarión Eslava y Francisco Asenjo Barbieri, aunque
su auge no llega hasta la aparición de Felipe Pedrell.
Género en concreto
La música instrumental, y en especial la pianística, sufrió un profundo desarrollo a lo largo del siglo XIX,
gracias a las contribuciones de pianistas que dedicaron parte de su carrera tanto a la pedagogía pianística
como a la ampliación de dicho repertorio. Algunos de dichos músicos fueron: Carl Czerny (alumno de
Beethoven), Franz Liszt, Anton Rubinstein, Modest Musorgsky y Chopin. Las nuevas técnicas armónicas
y rítmicas obligaron a los compositores a diseñar texturas pianísticas cada vez más complejas, de acuerdo
a las nuevas necesidades musicales.
Autor
Isaac Albéniz (1860-1909) es uno de los compositores españoles más importantes del siglo XIX y
principios del XX. Desde muy pequeño demostró ser un niño prodigio y llegó a ser reconocido por
compositores posteriores de renombre mundial como Olivier Messiaen, quien alabó su Suite Iberia. A los
seis años llega a París, donde destaca desde el primer momento. Tras una formación por varios sitios del
mundo como Londres, Leipzig, Weimar, Puerto Rico, Cuba, Brasil o Estados Unidos, volvió a Barcelona
en 1883 para casarse y continuar sus estudios con Felipe Pedrell (padre del nacionalismo musical
español). Llegó a codearse con compositores de talla mundial como Gabriel Fauré, Vincent d’Indy, Paul
Dukas o Claude Debussy.
Comentario específico
La obra en cuestión es “Evocación”, la primera pieza perteneciente a la Suite Iberia, escrita para piano.
La suite completa esta formada por doce piezas repartidas entre cuatro cuadernos y está marcada por un
lenguaje tonal, pero con ciertas derivaciones modales momentáneas, así como de la utilización puntual de
escalas hexátonas y de apoyaturas. El aspecto formal está bastante definido a pesar del evidente carácter
rapsódico.

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