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11-23-2022

Victor Tavarez

Pensamiento Político del Barón de Montesquieu en su Contexto Biográfico e Histórico

Vida de Barón de Montesquieu

El Barón de Montesquieu, autor y filósofo francés, nació el 18 de enero de 1689 en La Brède (en
el departamento francés de Burdeos) y falleció el 10 de febrero de 1755 en París. Fue una de las
figuras más notables de la Ilustración. Todas las democracias contemporáneas se basan en los
principios de Montesquieu. Gracias a sus ideas, hoy se reconoce universalmente que los jueces
deben estar facultados para imponer castigos sin la interferencia de los legisladores o del poder
ejecutivo para que haya verdadera libertad. En sus escritos y tratados, escribe de forma directa.
Es experto en utilizar el sarcasmo y el humor en sus obras más literarias.

Procedía de una familia noble en la que era habitual que los hombres ocuparan cargos
importantes en la justicia. Por ello, desde muy joven se sintió atraído por las disciplinas jurídicas
(las que tratan del derecho y la ley). Perdió a su madre cuando tenía siete años, por lo que su
padre, un magistrado, le educó (juez). En 1700 fue enviado a una escuela de renombre en los
suburbios de París; cinco años después, regresó y comenzó a estudiar derecho en Burdeos.

Para avanzar en su carrera política y judicial, viajó a París al año siguiente de licenciarse en
Derecho (1708). Regresó a Burdeos tras el fallecimiento de su padre en 1713, donde fue
nombrado consejero del parlamento local (1714). Tras casarse en 1715, al año siguiente heredó
de un tío el título de barón de Montesquieu, que se convertiría en su legado (aunque también
ostentaba el título de barón de La Brède). Sus vastos conocimientos culturales le valieron
inmediatamente el ingreso en la Academia de Ciencias de Burdeos (1717).

A través de varias obras científicas publicadas en la época, se consagró como escritor e


intelectual. Sin embargo, las Lettres persanes (Cartas persas, 1721), publicadas de forma
anónima en Ámsterdam, es el libro que le dio renombre. Como había aprendido que estos temas
le fascinaban más que las ciencias, Montesquieu se fue a esa ciudad holandesa para dedicarse a
la escritura y a los estudios humanísticos.
En las Cartas Persas, Montesquieu atacó al establishment político y eclesiástico, lo que supuso
un esfuerzo muy valiente y arriesgado para su época. Sin embargo, fue un libro muy bien
recibido que le permitió acceder a los círculos intelectuales más destacados de París.
Posteriormente tomó la decisión de dedicarse exclusivamente a sus creaciones literarias y
filosóficas. Abandonó su cargo político en Burdeos en 1726 y fue elegido miembro de la
Academia Francesa después de haberse convertido en uno de los más grandes poetas de su
tiempo (1728).

A partir de 1728 recorrió numerosas naciones europeas investigando sus tradiciones jurídicas y
políticas. Pasó dos años en Inglaterra después de viajar a Austria, Italia, Alemania y Holanda
(1729-1731). Tras su regreso a Francia, continuó produciendo una variedad de obras, muchas de
las cuales se basaron en sus aprendizajes relacionados con los viajes. En 1748 publicó L'esprit
des lois (El espíritu de las leyes), un libro que le haría famoso en todo el mundo. Más tarde,
contribuyó con otra obra destacada a la Encyclopédie, Essai sur le goût (Ensayo sobre el gusto).

Obras Principales

Un verdadero monumento a la Razón se encuentra en las obras literarias y filosóficas del Barón
de Montesquieu. Se fundamenta en el pensamiento racional porque el autor utiliza
exclusivamente la razón para realizar sus investigaciones y llegar a sus conclusiones. En su
época, nadie había intentado emplear la razón con independencia de la religión, por lo que esto
supuso una verdadera revolución.

Fue uno de los mejores ejemplos de espíritu ilustrado y enciclopédico por su entusiasmo en el
aprendizaje y la información de todo tipo. En realidad, trabajó en la Encyclopédie, una enorme
empresa creada por los intelectuales franceses del siglo XVIII. Su objetivo era abarcar todo el
conocimiento humano en un solo libro, concentrándose en la luz de la razón (es decir, sin tener
en cuenta las creencias religiosas). Montesquieu, que viajó mucho, se interesó sobre todo por la
política y el derecho. Todas las naciones con sistemas de gobierno democráticos siguen
manteniendo hoy en día uno de sus principios fundamentales: la separación de los tres grandes
poderes del Estado: el legislativo, el ejecutivo y el judicial.
Una de sus obras más conocidas es Cartas persas (1721), una sátira de la vida cortesana y
parisina en la que Montesquieu afirma que las creencias políticas y teológicas que rigen la vida
pública están desfasadas y hace una serie de recomendaciones de reforma social y cultural.
Utiliza una técnica muy inteligente para ilustrar sus críticas: individuos ajenos a culturas con
costumbres y modos de vida completamente diferentes consideran diversas facetas de la
sociedad. Montesquieu era libre de expresar sus preocupaciones sin temor por este proceso.

En las Cartas persas, son estos personajes extranjeros los que examinan la política y la sociedad
francesas, que les parecen extrañas. Un examen de la historia, la legislación y la política del
Imperio Romano puede encontrarse en Reflexiones sobre las causas de la grandeza y la
decadencia de los romanos (1734). Como persona moral e ilustrada, Montesquieu aplaude los
gobiernos fundados en la razón y la inteligencia y se opone a aquellos cuyos ciudadanos
permiten que la religión los gobierne.

El Espíritu de las Leyes (1748), una de las obras fundacionales de la época conocida como la
Ilustración, es sin embargo su obra maestra. El autor francés investiga los sistemas jurídicos de
las distintas naciones del mundo en un esfuerzo por comprender las motivaciones que hay detrás
de estos sistemas jurídicos. Es una tarea totalmente lógica que ejemplifica una mentalidad culta y
completa. La contribución más significativa de Montesquieu a la política moderna se encuentra
en esta obra. Sostiene que, para evitar la presión de unos sobre otros, es esencial que quienes
juzgan (el poder judicial), gobiernan (el ejecutivo) y redactan las leyes (el legislativo) sean
independientes.

Observaciones sobre la historia natural (1721), Viajes (1731) y Reflexiones sobre la monarquía
universal son otros escritos de Montesquieu (1734).

Acontecimientos

Montesquieu asistió a la escuela católica de Juilly antes de estudiar derecho, lo que parece ser
una tradición familiar. Se formó para la profesión primero en la Universidad de Burdeos y
después en la de París, donde se relacionó con los intelectuales franceses. Tras el fallecimiento
de su padre en 1714, regresó a La Brède y comenzó a trabajar como consejero en el Parlamento
de Burdeos.
Tras estos incidentes, que afectaron a Montesquieu, produjo y publicó su obra satírica, Lettres
persanes (también conocida como Cartas persas), en 1721. Se centra en un turista persa que
escribe cartas mientras pasea por París y ridiculiza la sociedad moderna y sus convenciones. Una
de las obras de Montesquieu que obtuvo reconocimiento y sirvió de base para sus otras
publicaciones, como "Consideraciones sobre las causas de la grandeza y la decadencia de los
romanos" y, finalmente, su obra maestra "El espíritu de las leyes", tuvo un impacto significativo
en la sociedad, tanto positivo como negativo. A modo de ejemplo, la Iglesia católica,
organización que proscribió el Espíritu de las Leyes además de otra literatura y lo incluyó en el
libro prohibitivo de la iglesia

Cuando la Revolución Americana llegó a su fin, los escritos de Montesquieu tuvieron un impacto
en la formulación de la Constitución y las leyes de la nación, ya que se basaban en el principio de
que "un gobierno debe establecerse de tal manera que ningún hombre tenga miedo de otro", lo
que exigía que el nuevo gobierno tuviera poderes distintos y bien definidos. La teoría de la
separación de poderes hizo famosa a Montesquieu. Afirmaba que en todo Estado coexisten tres
tipos de poder: el poder legislativo, formado por los gobernantes (en su época, los príncipes y
reyes), que promueven las leyes; el poder ejecutivo, encargado de promover la paz o la guerra; y,
por último, el poder judicial, dedicado a castigar a los infractores de la ley.

Montesquieu pasó sus últimos años realizando proyectos inacabados y viajando entre París y
Burdeos; en torno a este momento, empezó a perder la visión, y cuando falleció, a los 66 años, se
supone que estaba completamente ciego. Montesquieu tuvo la difícil tarea de triunfar en los
campos de la filosofía y la ciencia, ya que sus pensamientos e ideas se vieron afectados por los
diversos factores políticos, sociales y personales que surgieron junto con la llamada "revolución
científica", que sentó las bases de la ciencia contemporánea.

Dado que examina y desarrolla una amplia gama de temas, desde la filosofía y la naturaleza
hasta la religión, la política, la cognición humana y la historia, entre otros muchos temas,
comparte la idea racional del entendimiento humano universal, que afirma en todos sus escritos.
Las obras e ideas de Montesquieu se enmarcan en la Ilustración francesa. También se basan en
caracteres muy particulares como la resignación religiosa, el deseo de libertad y la satisfacción
social.
Auguste Comte creó el nombre de sociología en 1824, lo que le convierte en el verdadero
creador de la disciplina. Sin embargo, por sus estudios sobre la política y las relaciones
interpersonales, Montesquieu es considerado el fundador de este campo. Por ello, sus ideas e
investigaciones siguen siendo relevantes para los retos actuales, como la guerra contra el
terrorismo y la creación de leyes proporcionales a la población de un país.

Basándonos en lo anterior, podemos resumir sus esfuerzos de la siguiente manera:

La teoría de la separación de poderes: La contribución más significativa de Montesquieu fue su


noción de la separación de poderes. Escribió el célebre libro "El espíritu de las leyes", que
contiene las perspectivas más significativas sobre este tema. Sus opiniones sobre este asunto
estaban influenciadas por la constitución inglesa. En estos conceptos argumentó con éxito que
estas facultades deberían funcionar siempre de forma independiente y con la menor interacción
posible.

La política en la religión y el liberalismo moderno: Montesquieu produjo sustanciales avances


teóricos que contribuyeron al desarrollo del liberalismo moderno, por lo que esta palabra se le
atribuye como uno de sus fundadores. El autor examinó los fundamentos religiosos de la política
mundial a partir de esta disposición. Estas aportaciones provocaron un cambio en la filosofía
religiosa, que afectó a los intereses que predominaban en las democracias y dio lugar a una
importante revolución política.

Teorías del despotismo: Montesquieu revisó el término "despotismo" para darle una connotación
más chocante. Esta nueva concepción del despotismo tenía unas raíces intelectuales y políticas
muy importantes. La nueva definición de despotismo del autor incluía términos como el miedo,
el terror, la reclusión y la miseria, pero también incluía referencias a la tacaera, el placer y la
distribución de la riqueza. La magnitud de esta contribución de Montesquieu fueron las críticas
que lanzó a los gobernantes y empresarios desde su disquisición sobre el despotismo. Las cuales
fueron muy bien acogidas y dieron lugar a importantes cambios en la política mundial y europea.

Las Discusiones sobre la Libertad: Montesquieu profundizó por primera vez en este tema.
Afirmó que los súbditos de una monarquía eran tan libres como los de una república según su
significado revisado del término "libertad". Sus análisis de esta frase, que han recibido poca
atención, han facilitado la comprensión del desarrollo del liberalismo. A pesar de todo, debido a
la controversia que suscitan, sus aportaciones en este campo han sido frecuentemente rechazadas.

Factores naturales en las interacciones sociales: Según Montesquieu, las leyes de un país deben
tener en cuenta sus factores naturales por la influencia que tienen en las relaciones
interpersonales. Por ello, sería práctico considerar factores como el clima local, el tamaño de la
población, las prácticas religiosas y las distribuciones sociales necesarias, entre otras cosas, al
formular la legislación.

¿De qué Manera se Relacionan Estos Acontecimientos con su Desarrollo Intelectual?

Con la publicación de su análisis satírico de la sociedad de la época, las Cartas Persas (1721),
Montesquieu ya había alcanzado la fama y conseguido ser admitido en la Academia Francesa
(1727). Su principal obra, Del espíritu de las leyes, que ejerció una importante influencia, se
publicó en 1748. (Durante su vida se publicaron veintidós ediciones, además de múltiples
traducciones a otras lenguas).

El espíritu crítico de la Ilustración francesa debe enmarcar las ideas de Montesquieu porque
compartía sus valores de tolerancia religiosa, aspiración a la libertad y oposición a prácticas
inhumanas anticuadas como la esclavitud y la tortura. Sin embargo, Montesquieu se alejó del
racionalismo abstracto y del método deductivo de otros filósofos ilustrados en favor de un
conocimiento más concreto, empírico, relativista y escéptico.

En El espíritu de las leyes, Montesquieu desarrolló una teoría sociológica del gobierno y el
derecho, demostrando cómo las condiciones de vida de cada pueblo afectan a la estructura de
ambos. En consecuencia, sostuvo que para establecer un sistema político estable hay que tener en
cuenta el desarrollo económico de la nación, sus tradiciones y costumbres, e incluso los factores
geográficos y climáticos.

De los distintos sistemas políticos que identificó, Montesquieu equiparó la Francia de Luis XV
(tras la abolición de los parlamentos) con el despotismo, que se basaba en el miedo del pueblo;
en cambio, alabó la república, que se basaba en la virtud cívica del pueblo y que Montesquieu
asoció con una versión romántica de la Roma republicana.
Equidistante de ambas, definió la monarquía como un sistema en el que la libertad también era
posible, pero no como el resultado de una virtud cívica difícil de alcanzar, sino como el resultado
de la división de poderes y de la existencia de poderes intermedios, como el clero y la nobleza,
que limitaban las ambiciones del príncipe. Montesquieu quería utilizar este modelo en Francia
porque creía que se adaptaba a las circunstancias de su país, que equiparaba al de Inglaterra. La
clave sería la separación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, creando un sistema de
frenos y contrapesos entre ellos para evitar que alguno de ellos se deteriorara hasta llegar al
despotismo.

La separación de poderes se convirtió en un principio del derecho constitucional que ha


perdurado hasta nuestros días porque la Constitución de Estados Unidos codificó estos
principios. Los escritos de Montesquieu tuvieron un impacto significativo en los liberales que
lideraron la Revolución Francesa de 1789 y el posterior establecimiento de regímenes
constitucionales en toda Europa.

Junto a este aspecto novedoso, es importante no pasar por alto el carácter conservador de la
monarquía limitada que proponía Montesquieu, que diseñó para preservar la menguante
influencia de los grupos privilegiados (como la nobleza, a la que él pertenecía personalmente).
Por ejemplo, sugirió dar a estos grupos una representación exclusiva en una de las dos cámaras
del Parlamento. Aunque los Dos ensayos sobre el gobierno civil (1690) de John Locke, que
dieron origen a la filosofía política moderna y que, después de Montesquieu, encontrarían su
máxima expresión en El contrato social de Jean-Jacques Rousseau, Montesquieu debe ser
considerado como un eslabón crucial en el desarrollo de la democracia y la filosofía política
moderna (1762).

Obras que se Estudian

La división de poderes, que Montesquieu propuso y que ha sido adoptada por todos los
regímenes democráticos como fundamento básico de la democracia, fue su principal aportación.
Por otra parte, Montesquieu es un defensor del estudio empírico de la realidad y de la libertad
religiosa.

Su visita a Inglaterra, donde pudo comprobar los fuertes contrastes entre la monarquía
constitucional de esta nación, por la que sentía una gran estima, y el sistema absolutista francés,
en el centro de gran parte de sus críticas, resultó fundamental en el desarrollo de sus ideas. Su
idea de la división de poderes se vio directamente afectada por el sistema inglés tras el
establecimiento de la monarquía constitucional, que, en opinión de Montesquieu, era muy
superior a la monarquía absolutista de Francia.

Montesquieu también presentó algunas opiniones sobre las glándulas suprarrenales y la gravedad
mientras era miembro de la Academia de Burdeos. Montesquieu ha desempeñado un papel
importante en el desarrollo del liberalismo contemporáneo, y John Locke y él son reconocidos
como dos de sus fundadores. El filósofo apoyará la separación de la religión y el Estado y
adaptará el pensamiento religioso a las necesidades de las naciones democráticas, lo que
representaría una importante revolución política.

El francés realizará una crítica mordaz al despotismo imperante en la época, cambiando el


significado de la palabra al asociarla con conceptos como miedo, violencia, aislamiento y
pobreza. Esto tendrá un impacto significativo en el mundo intelectual y político y dará lugar a
importantes cambios globales.

Su obra sobre la naturaleza y la libertad, que sostenía que la misma libertad existía en la
Monarquía que en la República, es otro de sus logros. Aunque esta afirmación no estuvo exenta
de críticas, es cierto que ha ayudado a entender el liberalismo. Montesquieu también
argumentaría que las leyes de una nación deben reflejar las características de su pueblo,
incluyendo su tamaño, creencias religiosas, estructuras sociales y clima.

El Espíritu de las Leyes

El Espíritu de las Leyes, que se considera la obra más significativa de Montesquieu, es donde el
autor examina las diversas estructuras de poder que existen en las sociedades y llega a la
conclusión de que la separación de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial es el mejor
método para dirigir un Estado, con la ley como su componente más crucial. El libro fue
catalogado inmediatamente como libro prohibido tras su publicación en 1748 como consecuencia
de los ataques de la Iglesia católica, pero también fue aceptado con entusiasmo por las mentes
ilustradas que vieron en él un verdadero punto de inflexión, un antes y un después en la forma de
entender la política y el gobierno (Montesquieu, El Espiritu de las Leyes, 1778).

El estudio va más allá del concepto de separación de poderes para construir una teoría integral de
la gobernanza, afirmando que el estatus socioeconómico y las tradiciones culturales de una
nación afectan tanto a su constitución como a sus leyes. Sólo así se puede construir un sistema
político sólido. Para evitar que una misma persona ostente los tres tipos de poder y alcanzar un
equilibrio que beneficie a todas las partes, el filósofo defenderá en este libro la separación de
poderes (Historicos, 2022).

Montesquieu ofreció tres modelos principales de gobierno como los distintos tipos:

 Los demócratas o aristócratas en la república


 Reinado democrático
 Despotismo

Si bien es cierto que para el filósofo existe una estrecha línea entre el segundo y el tercero,
pensamiento que recoge cuando afirma: "Las dos primeras serían válidas, mientras que la última
sería una forma ilegítima de gobierno".

Estos tres sistemas se guiarían por los siguientes conceptos:

 La moral política es la piedra angular de la República, mientras que el honor es


imprescindible para la monarquía.
 El miedo, elemento clave del despotismo

Cartas Persas
Otra de las obras importantes del filósofo francés es Cartas persas, publicada en 1721. Se trata de
una literatura satírica que recoge las impresiones de un persa sobre París durante su estancia. El
autor emplea el personaje de un oriental, de una cultura distinta a la europea, para criticar las
tradiciones de la sociedad occidental, a pesar de la breve extensión del libro. Lo hace burlándose
de sí mismo y de los monarcas franceses y su corte, que son los principales objetivos de sus
insultos.

Tras su éxito, fue prohibida por el cardenal Dubois, primer ministro de Luis XV, y luego, en
1762, por la Santa Sede, al incluirla en el Índice. Las Cartas Persas es un libro satírico, breve
pero rico en contenido, en el que se ridiculizan las normas y costumbres occidentales a través de
la visión oriental de sus protagonistas, recurriendo en ocasiones a la comedia negra y burlándose
continuamente de la corte francesa. Los principales objetivos de la sátira de Montesquieu son las
religiones positivas, en particular el cristianismo por sus dogmas y el extraño estilo de vida de su
clero.

En este relato, Montesquieu describe una comunidad de trogloditas malvados que se sitúa en una
Arabia ficticia a través de los ojos de Uzbek. El relato se compone de cuatro actos, cada uno de
los cuales examina uno de los tres sistemas de administración. El rey es asesinado al final del
primer acto, que describe un sistema de gobierno monárquico. En el segundo acto, la población
se ve sometida a una serie de calamidades como consecuencia del caos y el egoísmo que se han
apoderado de ella. Tras convencer a los trogloditas de que el bien común está por encima de los
intereses individuales, el tercer acto simboliza la democracia patriarcal. Hay una época de
virtudes y satisfacción social perfecta. Sin embargo, a medida que la población crece en el último
acto, mantener esa virtud se vuelve cada vez más difícil. Finalmente, los trogloditas deciden
establecer su propia monarquía eligiendo a un anciano sabio, volviendo a la monarquía del
primer acto.

La lección de esta historia es, en esencia, que las convenciones son más poderosas que la ley,
que las personas se ven afectadas por su carácter moral y que incluso los sistemas políticos más
exitosos sólo existen durante un corto período de tiempo (Montesquieu, 1721).

Reflexiones Sobre las Motivaciones de los Autores


El fuerte amor de Montesquieu por la libertad y su disgusto por los gobiernos absolutistas
sirvieron de base para su relativismo social. Pudo desarrollar su idea de la separación de poderes
gracias a su comprensión del despotismo. Este filósofo sentía afecto por individuos como
Maquiavelo, especialmente por su forma de ver la república. Sin embargo, sentía cierta aversión
por la filosofía de Thomas Hobbes, que sostenía que "la naturaleza ofrece un canon de justicia
perfecta anterior a la ley explícita".

Lo más probable es que Aristóteles influyera en la creencia de Montesquieu de que las leyes
deben modificarse a una amplia gama de situaciones. Esto se conoce como la relatividad de las
leyes. Su concepto de administración mixta también tiene precedentes filosóficos en las obras de
Platón y Polibio. Las preocupaciones políticas del filósofo en Francia, incluido el autoritarismo
que atribuía tanto a Richelieu como a Luis XIV, también se encuentran entre sus razones
intelectuales.

El Espíritu de las Leyes, la obra más célebre del filósofo francés y una de las aportaciones más
significativas a la historia de la teoría política y la jurisprudencia del siglo XVIII, es la principal
obra en la que trató temas relacionados con la democracia. La división de los gobiernos en
repúblicas, monarquías y despotismos, así como la doctrina de la separación de poderes, son dos
de sus puntos más destacados.

Para Montesquieu, la democracia no era una cuestión menor y se dedicó a examinarla


proponiendo una clasificación de los diferentes gobiernos en El espíritu de las leyes. En esta
obra, el autor trató de explicar las leyes humanas y las instituciones sociales. Esta tarea era
particularmente difícil porque las leyes humanas han sido creadas por seres falibles y no pueden
ser examinadas del mismo modo que las leyes de la física. Este hecho se confirma al observar la
gran diversidad de leyes adoptadas por las distintas sociedades.

Esta multiplicidad, según el filósofo francés, no es el caos. Creía que la clave para comprender
las distintas leyes y sistemas sociales era darse cuenta de que se modificaban en función de
factores particulares y que no se podían comprender si no se tenía en cuenta esto. Descubrió que
las instituciones y los sistemas jurídicos que antes consideraba perversos son en realidad
comprensibles tras aplicar su método. Comprender nuestras leyes también facilita la
identificación de las partes de las mismas que realmente necesitan ser reformadas y cómo
podrían aplicarse estas mejoras. Así, los sistemas legales que permiten la esclavitud o la
discriminación religiosa pueden cambiarse para promover mejores vínculos comerciales.

Montesquieu también consideró las distintas formas de gobierno y las dividió en tres grupos. El
primero son los gobiernos republicanos, que pueden ser democráticos o aristocráticos; el
segundo, las monarquías; y el tercero, los regímenes despóticos.

En cuanto a la democracia, afirmó que el pueblo es soberano, ya que elige a los senadores y
ministros que actúan como sus representantes. Por otra parte, el interés público debe primar
sobre el interés privado para que la democracia funcione. Montesquieu también opinaba que la
democracia debe implicarse en la educación de sus ciudadanos.

Por último, pero no menos importante, el filósofo advirtió que cuando los ciudadanos se ven
poseídos por el espíritu de la igualdad extrema y pretenden ser iguales en todos los aspectos -
incluido su papel como ciudadanos- y desean asumir las responsabilidades de los legisladores y
senadores, una democracia puede fracasar y establecerse el despotismo.

Montesquieu ha sido interpretado de numerosas maneras, a veces con fervor partidista para
hacerlo jugar en el campo contrario, y es difícil de categorizar debido a su profunda y variada
filosofía. Para algunos es un anglófilo fanático, un feudalista nostálgico y "la biblia de la
oposición retrógrada". Sin embargo, para otros, es un pensador liberal cuyas opiniones están
guiadas por una profunda consideración hacia las personas. Sin duda, fue su amor por la libertad
y su aborrecimiento de la tiranía lo que le inspiró finalmente a formular un concepto que se
convirtió en un componente clave del texto del 26 de agosto de 1789 conocido como la
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que declaraba la igualdad de los
hombres y sus derechos a la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la tiranía. Tuvo
un impacto significativo en todas las formulaciones constitucionales posteriores y se utilizó
como prefacio de la Constitución de la Revolución Francesa.

Conclusión
Finalmente, dado que casi todas las contribuciones y esfuerzos de Montesquieu buscaban lograr
la armonía en las posturas políticas y el orden social del pueblo, se centró en establecer los
derechos humanos relativos a las leyes y al ámbito político en general. Esto hizo que el pensador
fuera famoso, incluso hoy en día, por el establecimiento del sistema de reparto del poder, que
permitía la coherencia en el gobierno de un Estado y evitaba que toda la carga recayera
únicamente sobre los hombros del gobernante o de un grupo organizado.

Referencias

 https://pro.librosmexico.mx/adjuntos/13669-4-82774.PDF (FUENTE PRIMARIA)


 https://mihistoriauniversal.com/biografia/montesquieu#:~:text=Principales
%20acontecimientos%20en%20la%20vida%20de
%20Montesquieu&text=1716%20Hereda%20de%20su%20t%C3%ADo,Le%20go
%C3%BCt%20para%20la%20Encyclop%C3%A9die.
 https://personajeshistoricos.com/c-filosofos/montesquieu/
 https://www.biografiasyvidas.com/biografia/m/montesquieu.htm
 https://www.unprofesor.com/ciencias-sociales/las-aportaciones-de-montesquieu-mas-
importantes-3389.html
 https://es.wikipedia.org/wiki/Cartas_persas
 https://arboldelademocracia.cuaieed.unam.mx/autor/Charles_de_Secondat_Montesquieu

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