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TEXTOS DE ARISTOTELES

La sustancia

Texto 1
El sentido primario más verdadero y estricto del término sustancia es decir que es
aquello que nunca se predica de otra cosa ni puede hallarse en un sujeto. Como ejemplo
de ello podemos poner un hombre concreto o un caballo concreto. Sin embargo,
podemos hablar de sustancias secundarias, entre las cuales, si son especies, quedan
incluidas las sustancias primarias o primeras, y en las cuales, si son géneros, quedan
incluidas las mismas especies. Por ejemplo, incluimos un hombre particular en la
especie llamada “hombre”, y, a su vez, incluimos la misma especie en el género llamado
“animal”. Ésas son, pues, sustancias secundarias, es decir, hombre y animal, o de otra
manera, la especie y el género. (Categorías, 5,2)

Texto 2
Y los demás seres sólo se llaman seres en cuanto son cantidades, cualidades,
modificaciones o algo análogo de un ser propiamente dicho. De aquí que alguien
pudiera plantearse la dificultad de si el andar, el estar sano, el estar sentado, etc., son ser
o son no-ser, y lo mismo respecto de otros estados o circunstancias análogos. Porque
ninguno de estos modos puede tener por sí mismo ninguna existencia propia, ni existir
separado de la sustancia. Si éstos son seres, con más razón lo será lo que anda, lo que
está sentado y lo que está sano…este sujeto es la sustancia, el ser particular que aparece
debajo de los atributos. Pues el bien y el estar sentado no significan nada sin esta
sustancia. Es, por tanto, evidente que cada uno de estos modos depende de la sustancia.
De lo cual hay que concluir que la sustancia es el ser, no un ser cualquiera, sino
absolutamente el primer ser… (Metafísica, VII, 1,1028)

Texto 3
"Lo ente se dice en varios sentidos (...) y no equívocamente, sino como se dice también
todo lo sano en orden a la sanidad: esto, porque la conserva; aquello, porque la produce;
lo otro, porque es signo de sanidad, y lo de más allá, porque es capaz de recibirla (...)
Así también lo ente se dice de varios modos; pero todo ente se dice en orden a un solo
principio: Unos, en efecto, se dicen entes porque son substancias; otros, porque son
afecciones de la sustancia; otros, porque son camino hacia la sustancia, o corrupciones o
privaciones o cualidades de la sustancia, o porque producen o generan la sustancia o las
cosas dichas en orden a la sustancia, o porque son negaciones de alguna de estas cosas o
de la sustancia. Por eso también decimos que el No-ente es No-ente" (Metafísica, IV,
1003 a 32-1003 b 12).

Materia y forma

Texto 1
Cuál es la sustancia sensible y cómo es: una es la materia, otra es la forma…, otra, en
fin, es el conjunto de ambos, la materia y la forma. (Metafísica, VIII, 2, 1043)

Texto 2
Por materia entiendo, por ejemplo, el bronce; por forma, la figura ideal que se va a
representar; por compuesto, la estatua ya realizada. (Metafísica, VII, 3, 1029)
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Texto 3
Una forma general determinada, realizada en una carne y unos huesos concretos, es lo
que da lugar a Sócrates o a Calias. Son seres diversos por la materia, pues en ambos es
distinta la materia, pero la forma es idéntica. (Metafísica, VII, 9, 1034)

Potencia y acto

Texto 1
Nos toca ahora decir que sólo de esta manera puede darse solución a las dificultades que
plantean los antiguos.
En efecto, los filósofos primitivos, al buscar la verdad y la naturaleza de los seres, se
equivocaron, como arrastrados por la falta de experiencia, hacia un camino distinto al
verdadero. Afirman que ninguna de las cosas que existen se produce o muere, puesto
que es necesario que lo que se produce o se hace, se haga o bien a partir del ser o bien a
partir del no-ser; ahora bien, no puede hacerse o proceder de ninguna de estas dos cosas:
porque el ser no se hace ni se produce, por existir ya; y de la nada no puede proceder ni
hacerse nada, porque es necesaria la presencia de un sujeto en todo hacerse…
Nosotros, en cambio, y aun ellos mismos, decimos ciertamente que nada se produce
absolutamente a partir del no-ser, pero que, con todo, algo sí se produce accidentalmente
a partir del no-ser; en efecto, a partir de la privación se produce o viene a ser algún ser, y
la privación es en sí misma un no-ser, al no existir en aquello en que viene a ser o se
hace. Pero esto es sobrado motivo de admiración, y de esta manera parece imposible que
se produzca alguna cosa a partir del no-ser…
El único modo, por consiguiente, de dar una solución a la dificultad es éste. Otro, a su
vez, es el siguiente: que unas mismas cosas pueden afirmarse según su potencia y según
su acto. (Física, I, 8, 191)

Dios como Motor Inmóvil

Texto 1
Todo lo que es movido es movido por alguna cosa o algún ser… Si, pues, todo ser
movido se mueve necesariamente por alguna cosa, y por una cosa a su vez movida por
otra o no; si lo es por otra cosa a su vez movida, es necesario que exista un primer motor
que no sea movido por otra cosa distinta; pero si, por otra parte, ha encontrado uno este
primer motor, no es preciso buscar otro.
En efecto, es imposible que la serie de los motores que son ellos mismos movidos por
otra cosa llegue al infinito, puesto que en las series infinitas no hay nada que sea
primero. Por tanto, si todo lo que es movido por la acción de una cosa y el primer motor,
sin estar en reposo, sino en movimiento, no es movido por otra cosa, es necesario que
sea movido por sí mismo…
El primero motor es inmóvil… Puesto que es necesario que el movimiento exista
siempre, sin interrumpirse jamás, debe existir un ser eterno, que mueva el primero, sea
uno solo, sean varios, y el primer motor debe ser inmóvil. (Física, VIII, 4-5, 256-258)

Texto 2
El ser inmóvil mueve a manera de lo que es objeto de amor, y lo que ha sido movido por
él, mueve las demás cosas. (Metafísica, XII, 7, 1072)
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De la Naturaleza

Texto 1
Unas cosas son ingeneradas, imperecederas y eternas, mientras que hay otras que están
sujetas a generación y declinación. Las primeras son excelentes sin comparación y
divinas, pero menos accesibles al conocimiento, (...) mientras que de las plantas y
animales perecederos tenemos abundante información, viviendo como vivimos entre
ellos, y pueden recogerse muchos datos relativos a sus variadas clases, sólo con que
estemos dispuestos a tomarnos el trabajo necesario. (...) No debemos retroceder con
infantil aversión ante el examen de los más humildes animales. Todo reino de la
naturaleza es maravilloso. Se cuenta que unos extranjeros fueron a visitar a Heráclito, y
que, al encontrarle calentándose en el hogar de la cocina, vacilaban en entrar; entonces
Heráclito les invitó a pasar sin temor, diciéndoles que las divinidades estaban presentes
incluso en aquella cocina. Así, nosotros debemos aventurarnos sin disgusto en el estudio
de toda clase de animales, pues cada uno y todos nos revelarán algo natural y algo bello.
Ausencia de azar y dirección de todo hacia un fin se encuentran en las obras de la
naturaleza en el más alto grado, y el término resultante de sus generaciones y
combinaciones es una forma de la belleza. (Par.An., I, 5, 644b 22ss.)

De la ética

El sumo bien: la felicidad.


Texto 1
Todo arte y toda investigación, igual que toda acción y toda deliberación consciente
tiende, al parecer, hacia algún bien. Por esto mismo, se ha definido con razón el bien
como “aquello a que tienden todas las cosas” Sin embargo, parece haber alguna
diferencia entre los fines de las cosas... Por la misma razón que hay múltiples actos,
multitud de artes y multitud de ciencias, hay también multiplicidad de fines. (Ética a
Nicómaco, I, 1, 1094).

Texto 2
Si es verdad que existe algún fin de nuestros actos que nosotros queremos por sí mismo,
mientras que los demás fines no los buscamos más que en orden a este mismo fin... es
evidente que este último fin puede ser el bien e incluso el bien supremo. (Ética a
Nicómaco, 2, 1094)

Texto 3
Al menos por lo que se refiere a su nombre, se da un consentimiento general: este bien
es la felicidad (...). No obstante, quizá, aunque convengamos en que la felicidad es el
supremo bien, se desee aún tener algunas aclaraciones o precisiones complementarias.
Se llegaría rápidamente a una conclusión, cayendo en la cuenta de lo que es el acto
propio del hombre... La vida es común al hombre y a las plantas; y buscamos lo que le
caracteriza específicamente. Hay que dejar, pues, aparte la nutrición y el crecimiento.
Vendría luego la vida sensible; pero ésta, sin duda, pertenece también al caballo, al buey
y a todo ser animado. Queda una sola vida activa, peculiar al ser dotado de razón.
(Ética a Nicómaco, 7, 1098).
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La virtud. Clases y noción.
Texto 4
Hemos hecho sobre el alma determinadas precisiones que son suficientes y que hay que
utilizar; hemos dicho, por ejemplo, que el alma implica una parte dotada de razón y una
parte que carece de ella...Esta distinción nos ayuda a determinar las distintas clases de
virtudes, ya que llamamos a las unas virtudes intelectuales y a las otras virtudes
morales; la discreción y la prudencia conscientes pertenecen a las primeras, la
generosidad y la templanza a las segundas. (Ética a Nicómaco, I, 13, 1102).

Texto 5
La virtud moral es... una disposición voluntaria adquirida, que consiste en un término
medio en relación con nosotros mismos, definida por la razón y de conformidad con la
conducta de un hombre prudente. Y ocupa el término medio entre dos extremos malos,
el uno por exceso y el otro por defecto. (Ética a Nicómaco, II, 6, 1107).

De la Política

El fin del Estado es el bien del hombre.


Texto 1
Toda ciudad o Estado es, como podemos ver, una especie de comunidad, y toda
comunidad se ha formado teniendo como fin un determinado bien, ya que todas las
acciones de la especie humana en su totalidad se hacen con la vista puesta en algo que
los hombres creen ser un bien. Es, por tanto, evidente que, mientras que todas las
comunidades tienden a algún bien, la comunidad superior a todas y que incluye en sí
todas las demás debe hacer esto en un grado supremo por encima de todas, y aspira al
más alto de todos los bienes; y ésa es la comunidad llamada el Estado, la asociación
política..(Política, I, 1, 1252)

Texto 2
El Estado se formó no solamente en orden a la vida, sino más bien en orden a una vida
buena...
Un Estado es una asociación de linajes y aldeas en una vida plena e independiente, la
cual, según nuestro punto de vista, constituye una vida noble y feliz. (Política, III, 5,
1280).

El hombre, animal político

Texto 3
Es evidente que la ciudad-estado es una cosa natural y que el hombre es por naturaleza
un animal político o social; y un hombre que por naturaleza y no meramente por el azar,
sea apolítico o insociable, o bien es inferior en la escala de la humanidad, o bien está por
encima de ella... y la razón por la que el hombre es un animal político en mayor grado
que cualquier abeja o cualquier animal gregario es algo evidente. La Naturaleza, en
efecto, según decimos, no hace nada sin un fin determinado, y el hombre es el único
entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede
indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales..., pero el
lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo
justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los
demás animales, al ser el único que tienen la percepción del bien y del mal, de lo justo

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y lo injusto y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en
estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado. (Política, I, 1, 1253).

Formas de gobierno
Texto 4
Las desviaciones de las constituciones mencionadas son: la tiranía, que corresponde a la
monarquía; la oligarquía, que corresponde a la aristocracia; y la democracia, que
corresponde al gobierno constitucional; la tiranía, en efecto, es una monarquía que
gobierna a favor del monarca; la oligarquía, un gobierno que mira a los intereses de los
ricos; la democracia, un gobierno orientado a los intereses de los pobres; y ninguna de
estas formas gobierna con la mira puesta en el provecho de la comunidad. (Política, III,
5, 1279)
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