Edad

Objetivos de la intervención y actuaciones del profesional

En esta etapa el objetivo radicará en proporcionar las actividades que les resulten más
motivantes. Algunas de estas pueden ser:

• Subir, escalar, superar retos, dejarse caer, saltar en profundidad, perderse y volverse a
encontrar.
•

De los
3 a los 5 años

De los 6 a los 8
años

De los 9
a
los 11 años
Jugar con el equilibrio y el desequilibrio; experimentar con diversas formas de
 giros, de desplazamientos y deslizamientos.
• Lanzar y retener.

• Deformar material dúctil.

• Construir el espacio donde se produce el juego

simbólico.

Como objetivos generales de esta etapa, el técnico o técnica deberá:

• Introducir a los niños y niñas en la actividad física y deportiva.

• Potenciar la percepción motriz: tiempo, espacio y propio cuerpo, y las capacidades

coordinativas.

• Estimular y trabajar la capacidad de análisis.

• Potenciar la cooperación y la colaboración en el grupo.

Para llevarlo a la práctica establecerá unos objetivos claros, específicos, a corto plazo y sobre todo
realistas.

Para evitar una fatiga excesiva, deberá:

Vigilar la intensidad de la sesión.

• Realizar actividades cortas y con recuperación.

Vigilar y corregir defectos posturales.

Como objetivos generales de esta etapa, el técnico o técnica

deberá:
• Conseguir mayor nivel psicomotor y de
coordinación.
• Realizar juegos predeportivos genéricos y específicos (del deporte escogido y de
otros).
• Aprovechar la mayor capacidad de análisis de los niños y niñas de esta edad para poder
trabajar con más posibilidades de movimientos y estrategias.

• Potenciar la cooperación y la integración en el grupo.

También podrá introducir tareas abiertas que requieran

precisión.

Deberá premiar más el esfuerzo que los resultados.

 Edad

De los 12 a los
14

años

De los 14

a
los 17 años

Población
adulta y
mayor
Objetivos de la intervención y actuaciones del profesional

Como objetivos generales de esta etapa, el técnico o técnica deberá:

 • Llegar a una práctica deportiva dominante de las destrezas y habilidades
básicas. Conseguir una participación activa de todos los miembros del grupo.
• Establecer unos hábitos deportivos higiénicos básicos.
También deberá:

• Motivar para seguir progresando y trabajando con intensidad para superar la situación
de estancamiento de esta edad.

• Procurar evitar rigidez muscular en estas

edades.
• Intercalar cargas de intensidad con tareas de recuperación, evitando frecuentar las
actividades físicas como castigo.

Como objetivos generales de esta etapa, el técnico o técnica

deberá:
• Priorizar la formación frente a la especialización, aunque en algunas disciplinas el
deportista ya ocupa posiciones específicas dentro del equipo. En deportes individuales
como atletismo o natación se especializa en alguna prueba.
• Aumentar el volumen de trabajo y establecer una mejora cualitativa de la intensidad de
este.
• Comunicar y explicar los planteamientos técnicos, tácticos y físicos para que los chicos y chicas sean
responsables y se impliquen con el grupo.
• Transmitir hábitos saludables en postura corporal, alimentación, prevención de drogas, etc.
También deberá:

• Prestar una atención especial a la toma de pulsaciones para valorar las diferencias de esfuerzo y
recuperación de cada deportista.
• Proporcionar un trabajo muy genérico y multilateral (izquierda/derecha).
• Puede iniciar el trabajo de pesas o máquinas, con asesoramiento profesional.

En cualquier edad se pueden practicar deportes o actividades físicas, adecuados a las

posibilidades. de cada persona.
Conviene que las personas mayores o con una baja forma física o con ciertas enfermedades
acudan a un profesional sanitario que evalúe los riesgos de iniciar un programa de
ejercicio físico y pueda establecer las limitaciones precisas.
Realizar las actividades cotidianas de manera activa, ya sea en desplazamientos a pie o en
bicicleta, subiendo o bajando por las escaleras, en actividades de ocio activo, etc.
No es tan importante el tipo de actividad como su constancia, es decir, sumar minutos de
actividad física diaria (a poder ser un mínimo de 30 minutos) y de forma continuada, día a
día.
También es conveniente vigilar el nivel de intensidad de la actividad física, para que se realice de
forma gradual y así se eviten lesiones y abandonos.