0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
21 vistas7 páginas
Este documento presenta un resumen de los conceptos clave relacionados con el diseño de modelos organizacionales. Explica brevemente qué es una organización y los diferentes factores internos y externos que influyen en su diseño, como el clima organizacional, el microambiente y el macroambiente. También describe los principales modelos organizacionales como el lineal, funcional, de staff y de comités. Finalmente, menciona algunas herramientas y estrategias útiles para el diseño y gestión de organizaciones como el benchmarking y el empowering.
Este documento presenta un resumen de los conceptos clave relacionados con el diseño de modelos organizacionales. Explica brevemente qué es una organización y los diferentes factores internos y externos que influyen en su diseño, como el clima organizacional, el microambiente y el macroambiente. También describe los principales modelos organizacionales como el lineal, funcional, de staff y de comités. Finalmente, menciona algunas herramientas y estrategias útiles para el diseño y gestión de organizaciones como el benchmarking y el empowering.
Este documento presenta un resumen de los conceptos clave relacionados con el diseño de modelos organizacionales. Explica brevemente qué es una organización y los diferentes factores internos y externos que influyen en su diseño, como el clima organizacional, el microambiente y el macroambiente. También describe los principales modelos organizacionales como el lineal, funcional, de staff y de comités. Finalmente, menciona algunas herramientas y estrategias útiles para el diseño y gestión de organizaciones como el benchmarking y el empowering.
Licenciatura en Pedagogía Estructura de la Organización y Gestión del Conocimiento Maestro. Carlos Mario Pérez Lozano
Torreón, Coahuila. 20 de Noviembre de 2022 Introducción:
“Todo diseño organizacional soluciona algunos problemas pero al
mismo tiempo crea otros. [...] Como cada diseño organizacional presenta algunos inconvenientes, la clave está en seleccionar un diseño organizacional que los minimice” (Hellriegel, D., Slocum, J.)
El modelo con el que una organización opera es el resultado de una simbiosis
entre el entendimiento de quién la diseña y las fuerzas dentro y fuera de la organización misma que vuelven dicho diseño más o menos conveniente. A lo largo del pasado mes como en las líneas del presente ensayo, daremos un breve recorrido por el concepto de organización, diferentes modelos organizacionales y factores macro y micro ambientales que presionan y tensan la estructura organizacional, así como conceptos actuales que intervienen en la forma que la organización toma. El trayecto por esta materia deja en la autora de este texto una noción bastante clara de los retos que quién busca emprender, mantener, reestructurar o evaluar y en general gestionar una organización de éxito en el marco de la nueva realidad del siglo XXI como del entorno globalizado post-pandémico. Los retos que encaran las compañías hoy en día superan en cierta forma a los de nuestros predecesores, y a la vez, siendo el caso que toda organización está compuesta por capital humano, muchas dinámicas, relaciones y situaciones derivadas de ellas son atemporales, sin importar cuánto medie la tecnología. Pero la evolución de los mercados ha vuelto prácticas como el Benchmarking, el empowering y el outsourcing tan esenciales en algunos contextos como algún día lo fué el hacer inventarios para un almacén. No es sencillo intentar resumir de manera efectiva y pragmática un curso entero en unas pocas páginas, pero la propia opinión y comprensión del mismo pueden quizá expresarse de manera suficientemente sucinta para la ocasión, viendo el tema abordado desde la perspectiva de alguien que espera en un futuro mediato poder estar al frente de sus propios proyectos y por ende, del diseño de sus propios esquemas organizacionales, atendiendo a las necesidades de su entorno y su contexto. Así que entremos al fondo del presente asunto buscando responder a la primera interrogante pertinente: ¿Que es una organización? Desarrollo:
La palabra “Organizar”, proviene, de acuerdo con el portal etimología.com,
del Griego Organon, que alude a un instrumento, una herramienta, algo útil y el sufijo -izar, (convertir en). Así el organizar, implica convertir en algo útil, en una herramienta o instrumento con un uso y un propósito, lo que nos permite concluir que una organización puede entenderse como un agregado de personas que, o son convertidos como ente colectivo en algo útil, o les son proporcionadas las herramientas e instrumentos para un fin determinado; esto nos lleva a la definición propuesta por Münch Galindo (2010): La organización consiste en el diseño y determinación de las estructuras, procesos, sistemas, métodos y procedimientos tendientes a la simplificación y optimización del trabajo. Pero ¿Cómo se construye una organización? Las piezas son seres humanos, que en sus diferentes posiciones deberán capacitarse y entenderse mutuamente para lograr un fin común. Y la sincronía y coreografía laboral que esto requiere no es obra de la casualidad, sino del diseño. ¿Qué moldea el diseño organizacional? ¿Qué elementos dan forma al criterio del diseñador? Comencemos por el ambiente laboral. Aquí consideraremos tres elementos que agrupamos por pura semántica. El clima organizacional, y el macro y micro ambientes. El clima organizacional es el resultado de las interacciones entre los individuos que componen una organización; se ve afectado por sus problemáticas personales, por sus metas y sus debilidades, y es en cierta forma un componente del microambiente, que tiene que ver con todos los elementos propios de una empresa, como los clientes, los proveedores, los mismos empleados, la funcionalidad o ausencia de ella en sus instalaciones. Tanto el clima organizacional como el microambiente son algo que la persona que se dispone a organizar una empresa debe conocer, pero hay un elemento más. El macroambiente es tan importante como los dos elementos anteriores. Al hablar de macroambiente hablamos de todo cuanto influye en la empresa sin ser parte integral de ella. La economía de la nación donde la empresa opera, la cultura de las personas alrededor de ella, la situación política del país y hasta el reporte meteorológico son elementos que pueden y de hecho afectan la operación y el trazo de los planes de una organización siendo ajenos a ella. Estos son, someramente, los elementos a tener en mente cuando se planea organizar una empresa u organización de cualquier tipo, pero hay una pregunta más que es fundamental y necesita respuesta antes de diseñar algo: ¿Cuál es el objetivo de la empresa/organización/agrupación? Esta pregunta es crucial, pues la forma que la organización va a tomar depende de los objetivos que se tracen para ella. Y una vez respondida esa pregunta y analizados los factores que influyen sobre la empresa, podemos pasar a revisar las estructuras que puede tomar la organización. Las estructuras que puede tomar una organización están basadas en la repartición de trabajo, de responsabilidad, de autoridad y de funciones, hablando en términos generales. Recordaremos pues la lineal o militar, que concentra el poder, y por ende la responsabilidad, en una sola persona con una cadena directa de mando hacia abajo y hacia arriba. En otro tipo de organización, la Funcional o de Taylor, la división de la autoridad pero también de la responsabilidad se diluye en diferentes niveles, pasando de un director a un grupo reducido de subdirectores, y de ellos a un grupo ligeramente más copioso de jefes de departamento. No hay un límite de cuánto se puede subdividir hacia abajo, lo que hace crucial analizar los objetivos y por tanto las necesidades de cada organización de modo individual. Las dos últimas formas de organización que mencionaré y que pueden mencionarse juntas son las de Staff y la de Comités. ¿Por que juntas? Porque la responsabilidad recae de manera equitativa sobre grupos de personas, si bien el grado de responsabilidad es diferente. En el modelo de Staff, la organización requiere la asistencia de personal externo para cumplir con las funciones que de origen no pueden suplirse o bien, para analizar de forma objetiva (externa) alguna situación particular sin el sesgo de preferencia que tendría un elemento interno. Mientras que en el modelo de Staff se contratan recursos (humanos) externos, en el modelo de comités la organización se basta con sus componentes, pero los organiza de modo que la toma de decisiones sea por parte de un comité (o varios de ellos) y no de un individuo. Estos modelos facilitan la objetividad de los procesos y la toma de decisiones. Dos cabezas piensan mejor que una, y un comité piensa mejor aún. Pero ¿Que hay de la flexibilidad y la movilidad que se requieren para que una organización sobreviva? ¿Basta con tener un buen diseño organizacional para que nuestra empresa logre pasar avante a través del mar de predicamentos que acaece a todo quién intenta hacer algo notable? No, en definitiva hay que implementar estrategias de monitoreo, lo cual nos lleva a un eterno vigilar que el diseño siga funcionando adecuadamente y por ende nos lleva también a reformarlo cuando el clima organizacional, el micro o el macroambiente hayan cambiado o los objetivos de la empresa se hayan modificado, o simplemente cuando alguno de los socios que la conformaba decida retirarse. También hay que saber entender el mercado al que queremos llegar con nuestros productos. Para poder conocer nuestro mercado y nuestra posición en relación a nuestros principales competidores, tenemos el concepto de Benchmarking, que nos lleva a analizar a la competencia para poder fijarnos metas realistas y asequibles. Poner la meta muy baja nos llevaría a desperdiciar tiempo y potencial, ponerla muy alta nos puede llevar a la frustración, baja moral laboral y eventualmente cualquiera de las dos situaciones puede llevarnos al fracaso. Otra herramienta que es prudente utilizar es el Empowering, que consiste en promover la autonomía y motivación de nuestros empleados, de modo que puedan utilizar sus facultades de pensamiento crítico y sus competencias en general para otorgar un mayor esfuerzo e incluso un valor agregado a nuestra organización. Recordemos que quien no piensa críticamente, en palabras de Pablo Pérez Paetow (2015), no piensa. Una última herramienta que vale la pena mencionar es el outsourcing. Aunque las leyes que regulan esta práctica son cada vez más estrictas en nuestro país, la realidad es que es benéfico para una organización el no tener que adquirir la infraestructura para una función particular que puede delegarse a otra organización con más experiencia en la tarea en cuestión. No pasando por alto el que esta práctica puede llevar a abusos por parte de los patrones, que es la principal razón por la que hubo que regularlo para evitar injusticias. Este es un recuento incluyente, más no limitante. Los factores que influyen en una organización pueden diferir como pueden vislumbrarse más modelos organizacionales sumamente funcionales, y ni hablar de las prácticas innovadoras que todas las empresas están adoptando para sobrevivir en este siglo XXI y en la post-pandemia. Pero de algún modo debe circunscribirse el tema de este escrito. Conclusión:
Al pensar en concluir este ensayo, y dada la naturaleza subjetiva de esta
porción en particular, mi mente engloba lo aprendido de la siguiente manera: No hay dos organizaciones iguales; o al menos no debe haberlas. Si tu organización es una copia al carbón de otra existente o pasada, estás ignorando factores determinantes y definitivamente estás perdiendo la oportunidad de ofrecer un valor agregado a quienes te buscan. Al no haber dos organizaciones iguales, no debe haber dos organigramas iguales. Aún si visualmente se parecen, la esencia del diseño organizacional que rige a dos empresas diferentes, en lugares, momentos o ambientes diferentes y con metas diversas no puede ser igual. La responsabilidad de quienes nos capacitamos para llevar a cabo los análisis, el diseño, la revisión, reforma, implementación, evaluación u operación de diseños organizacionales es remarcada por la realidad que en los pasados tres años nos mostró cómo la rigidez mata empresas, como la desorganización puede terminar con un negocio que intentaba apenas comenzar, como la incapacidad de cambiar y adaptarse es veneno en un mundo que tuvo que reestructurar toda su realidad en cuestión de 4 meses. Y no obstante, no cabe duda que el grado de satisfacción que experimentamos en nuestra vida va ligado íntimamente con el grado de responsabilidad que tomamos a cuestas. ¿Qué mejor propósito que crear orden donde antes había caos? ¿Que mejor vida que la de alguien que convierte a grupos de personas, azás de desconocidos en herramientas útiles para un fin voluntario? Nuestra especie no es la única que se organiza para lograr cosas superiores al individuo, pero si lo hemos llevado a un nivel sorprendente. La torre más grande hecha por una colonia de termitas no tiene comparación con el rascacielos más complejo hecho por el ser humano y nada de lo que hacemos tendiente a la grandeza sería posible sin la cooperación que deriva de una organización eficiente. No hay forma de negar que siempre se necesitarán personas que guíen a los demás hacia el futuro, y para ello, siempre habrá necesidad de organizarnos. Concluyo así mi ensayo y mi trabajo de este curso. Gracias por todo lo enseñado, por la preparación y el empeño puestos en cada clase. Sé que más temprano que tarde me será de suma utilidad. Referencias:
Hellriegel, D., Slocum, J. (2005). Comportamiento Organizacional (p. 347). México:
Ediciones Paraninfo.
L, Münch (2010). ADMINISTRACIÓN. Gestión organizacional, enfoques y proceso