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ESTRATEGIAS DE REGULACIÓN EMOCIONAL

• Gestionar los silencios


El poder del silencio es muy importante. Igual que hay un tiempo para
hablar, hay un tiempo para callar. Nuestro silencio puede permitir a los
demás vivir de manera intensa sus emociones. Solo deberíamos dejar el
silencio cuando tengamos algo más valioso que ofrecer. Generalmente
arriesgamos menos callando que hablando.
A veces el silencio es oportuno si se adecua al momento.

• Empatía
Tiene la función de conectar con la emoción que el otro está
experimentando en situación de conflicto. Tener empatía no significa
pensar igual, sino conectar con la emoción del otro. Cuando nos
sentimos comprendidos emocionalmente y se nos legitima la emoción
que experimentamos, todo es más fácil.

• El poder de la palabra adecuada


Las palabras son grandes evocadoras de emociones, así como el tono de
voz adecuado a la situación. Siempre es importante pensar en la palabra
idónea antes de hablar y ante los conflictos, aún más.

• El perdón
La expresión “ni perdono ni olvido” implica un alto nivel de
resentimiento. Perdonar no significa olvidar, sino poder abordar el
conflicto desde otra perspectiva emocional.

• Gestionar la agresividad verbal


Cada persona es dueña de sus silencios y esclavo de sus palabras. Hay
que procurar decir aquello de lo que no nos tengamos que arrepentir
después como forma de regulación emocional.

• Aportar información relevante


Muchos miedos, ansiedades, angustias y sorpresas pueden afrontarse
mejor si sabemos más cosas respecto a los objetos que nos causan temor
o sorpresa. Buscar la información relevante puede tranquilizarnos,
ayudarnos en el proceso de integrar información o cambiar el
significado que atribuimos a los hechos.
• Saber estar
El saber estar presente y permitir a los demás que vivan sus emociones
es una estrategia potente que ayuda a la gestión de conflictos.

• El poder del reconocimiento


Reconocer al otro como persona y en lo que ha hecho de positivo a
menudo se olvida en el conflicto. Expresarlo de manera adecuada y en
el momento oportuno tiene una gran fuerza para cambiar las emociones
en la otra persona. Pero ha de realizarse, obviamente con honestidad,
siendo sinceros, si se realiza con intenciones manipuladoras puede tener
efectos contrarios a los opuestos.

• Ejercer el optimismo
El entusiasmo se contagia y las actitudes positivas tienden a ser
seguidas. Aportar una visión y una actitud positiva puede cambiar el
clima para establecer relaciones de mayor calidad. Tampoco se trata de
ser el “eterno optimista” para que los demás salgan consolados de una
situación incierta o desagradable. Hablamos de regular, llegando a un
punto medio.

• Descubrir el chantaje emocional


A veces no somos conscientes de ser víctimas de un chantaje emocional.
Una cosa es expresar emociones y otra muy distinta usar las emociones
con objetivos de influir en los demás para que hagan lo que nos interesa.
El chantaje emocional se puede manifestar a través de anticipar
predicciones catastróficas, amenazas, expresiones como “vas a arruinar
mi vida”, “Si haces tal cosa, no lo podré soportar.”

• La escucha activa
Escuchar significa estar en silencio para poner atención en lo que dice la
otra persona, muy básico, ¿no? A veces, aun así, se olvida.
Es darse cuenta de que detrás de cada palabra hay un mundo repleto de
emociones que pueden ser fuertes.
Se trata de poner interés por el otro, respetar su propio proceso
discursivo y emocional. No es entrar tanto en los juicios y los detalles
como en la comprensión del que habla y de su estado emocional. Es NO
interrumpir y permitir el discurso de que habla hasta el final.
• Saber respetar los ritmos
Todo lo valioso requiere tiempo. Conviene no precipitarse ni tampoco
retrasarse. Es importante encontrar el momento justo de hacer las cosas:
decir una frase adecuada, pedir alguna cosa, reconocer algo positivo del
otro, etc. Todo esto requiere sentido de la oportunidad.

• Autenticidad
Ser auténtico significa ser coherente y mostrarse sincero. Saber conjugar
mente y corazón (pasión y razón) con la propia conducta. Esta
estrategia de regulación mejora siempre nuestra credibilidad.

• No juzgar
La gestión de situaciones de alta emocionalidad mejora si quien se
encuentra bajo el impacto emocional nota que no es juzgado, sino
comprendido, respetado, y ve legitimadas sus emociones.

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