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- Cada centro deberá elaborar una propuesta pedagógica como concreción del
currículo o de los contenidos educativos.
- Que esta propuesta pedagógica estará incluida en el Proyecto Educativo de
Centro.
- Son responsabilidad del equipo directivo, del claustro y de los equipos docentes:
la determinación de los objetivos y contenidos, su secuenciación, la concreción
de las estrategias del proceso de aprendizaje y el establecimiento de los criterios
de evaluación y promoción.
Las capacidades que se pretende haya adquirido el niño/a una vez completado el
proceso educativo (al final de la etapa).
Los objetivos se expresan como capacidades, es decir, como aquello que el pequeño
tiene que haber asumido e interiorizado en su maduración una vez acabado el ciclo.
Una vez adaptadas las capacidades estamos en condiciones de redactar los objetivos,
agrupando las capacidades afines y haciendo una adaptación más precisa en la que se
indique el grado en que se espera que éstas se adquieran.
Son aquellos que no aparecen en ninguna de las áreas de contenidos para ser trabajados
de forma específica, pero que tienen que estar presentes e impregnar toda la acción
educativa; razón que justifica su presencia, de forma manifiesta, en la PPC. Los
contenidos transversales más destacados son:
- También se puede abordar desde las opciones metodológicas elegidas, por ej:
desde el “rincón de los inventos”, utilizando y promoviendo el uso de materiales
reciclados.
4. Principios metodológicos.
Sin embargo, es necesario, en el ámbito del centro, establecer una serie de estrategias
didácticas a lo largo de toda la etapa o ciclo para garantizar la coherencia y el rigor
necesarios para el logro de los objetivos previstos.
En este sentido, la decisión sobre las metodologías que utilizar en esta etapa debe
basarse en: aprendizajes significativos, desde una perspectiva globalizada, que
encuentran en el juego y la actividad la metodología propia de esta etapa y que se
aplican en un ambiente de afecto y confianza. Esto se traducirá en una serie de opciones
concretas en la PPC, para después ponerlo en práctica a través de las programaciones.
a) Aprendizajes significativos.
Para que se realice el aprendizaje será necesario que el pequeño establezca relaciones
significativas con lo que está haciendo, es decir, las tareas y actividades que realice
deben tener sentido para él. Esto implica una metodología que partiendo de lo que los
pequeños conocen y piensan, sean capaz de conectar con sus intereses y necesidades y
con su peculiar forma de ver el mundo.
De esta manera será importante que la adquisición de aprendizajes esté basada en sus
propias experiencias vitales (promover actividades relacionadas con las experiencias de
los pequeños para que aprendan de sus propias adquisiciones y vivencias).
b) Perspectiva globalizadora.
El art. 4.1 del RD 1630/2006 indica que los contenidos educativos de EI se abordarán
por medio de actividades globalizadas que tengan interés y significado para los niños.
Esto se recogerá en la PPC y en las programaciones.
Es importante que los núcleos en torno a los cuales se diseñen estas actividades se
establezcan a partir de los intereses de los niños/as. Estas actividades se pueden abordar
a partir de diferentes modalidades como centros de interés, proyectos de trabajo,
rincones, etc.
Siguiendo con el RD, en el artículo 4.2. se incide en que los métodos de trabajo en
ambos ciclos se basarán en las experiencias, las actividades y el juego.
Papel especial requiere el juego en este contexto, ya que se puede considerar como el
lenguaje natural de los niños a estas edades. El juego favorece el desarrollo físico, la
elaboración de sus estructuras mentales, y potencia sus esquemas de relación tanto
social como del entorno.
Siguiendo con el art. 4.2 del RD, los métodos de trabajo en ambos ciclos se aplicarán en
un ambiente de afecto y confianza, para potenciar su autoestima e integración social.
- Cómo se van a distribuir las aulas entre los diferentes grupos, teniendo en cuenta
las necesidades diferentes de cada uno (por ejemplo el grupo de lactantes).
- Cómo se va a organizar el espacio dentro del aula, que vendrá determinado en
gran medida por las opciones metodológicas seleccionadas.
- Cómo se van a distribuir y organizar los espacios comunes como comedores,
patios, espacios de recepción, etc.
Debe ir en consonancia con una armonía entre la alternancia de las distintas actividades
y los periodos de actividad y descanso, sin llegar a extremos como la rigidez o la
flexibilidad total.
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Didá ctica de la Educació n Infantil Tema 5
En la PPC deben figurar básicamente dos aspectos: la selección de los materiales y los
criterios de utilización.
El centro debe ofrecer una amplia y variada gama de materiales, juguetes y objetos que
sean estimulantes y proporcionen múltiples oportunidades de manipulación.
d) Agrupamiento de alumnos.
Desde esta perspectiva, cada escuela va a establecer sus propios criterios en cuanto a
agrupamiento de alumnos y estos deberán figurar en la PPC. Lo más habitual es el
establecimiento de grupos organizados de la siguiente manera:
- 4 – 9/10 meses.
- 9/10 – 18/20 meses.
- 18/20 – 24/26 meses.
- 26/28 – 36 meses.
Esta flexibilidad permitirá, por ejemplo, que un niño/a que se incorpora a una
Educación Infantil a los 10 meses, en función de la disponibilidad de plazas, se podrá
agregar a un grupo 6-11 meses de lactantes, o a otro de 11-18 meses de andadores.
Para tomar estas decisiones se debe partir de las posibilidades de espacio y de las ratios
que marca el decreto de requisitos mínimos para los centros de EI, que deben elaborar
las autoridades educativas. Las ratios que figuran en la mayoría de Comunidades
Autónomas son:
6. La atención a la diversidad.
Las actuaciones que en el ámbito educativo se pueden realizar para poder dar
respuesta a las diferentes individualidades que se atienden.
Tenemos que partir de la idea de que la escuela no se puede concebir como un centro
médico en el que cada persona es atendida de manera personalizada y separada. Pues el
sistema educativo no está desarrollado para este tipo de atención y menos en educación
infantil, aunque, por las propias características de la etapa, el educador podrá y deberá
atender individualmente, no por separado, a cada niño o niña. De hecho, uno de los
objetivos y valores de la escuela es la convivencia y el desarrollo social que se va
adquiriendo a través de las relaciones e imitaciones de unos niños y niñas con sus
semejantes.
Esta atención se puede dar puntualmente cuando los niños que hay en el aula se rigen
por unos patrones normales de desarrollo, aún teniendo en cuenta que cada uno se
Este nivel de atención se puede y se debe atender con garantías desde el aula y sin
plantear ningún problema organizativo ni ninguna necesidad de apoyo especial. En este
grupo englobaríamos a niños y niñas que precisan de un apoyo y atención del educador
mucho más continua y sistemática de la que necesitan sus compañeros y compañeras de
su misma edad. Serían necesidades de este tipo las que presentara, por ejemplo, un niño
que no es capaz de guardar atención, que no responde a normas sencillas o que necesita
un estímulo mucho mayor para realizar una acción.
En otro orden diferente se encuentran los niños y niñas con necesidades especiales que
precisan de apoyo educativo específico. En estos casos la integración es más compleja,
pues la atención puede ser continuada y en algunos casos exclusiva. El educador o
educadora en estos casos se encuentra sin herramientas ni preparación para actuar, pues
las necesidades son muy diversas.
Otro elemento que añadir es la preparación de educador pues, dependiendo de qué tipo
de integración tenga que atender, es posible que se encuentre sin herramientas para
saber cómo actuar, pues las necesidades con las que se puede encontrar pueden ser muy
diversas.
Por lo tanto, cuando se habla de atender a niños y niñas con necesidades específicas de
apoyo educativo, el centro debe saber hasta qué punto es factible prestar una atención
adecuada e integral a las necesidades que éstos niños plantean y contar con los apoyos
materiales y humanos para que la atención que reciba sea la exigible.
Así, cuando se tenga en las aulas niños/as con disminuciones psíquicas o físicas
importantes es fundamental disponer del apoyo de profesionales con una preparación
especial.
En todos estos casos se trabajará para que todos estos niños/as se integren en la
dinámica de la clase de la manera más intensa posible, aunque también es cierto que no
siempre podrán seguir el ritmo de actividades de los demás.
Otro caso sería la integración de niños/as de otras culturas. Su mayor dificultad sería el
conocimiento del lenguaje, aunque antes de los tres años esta circunstancia no va a
suponer ningún problema de adaptación, pues se está en fase de adquisición del
lenguaje. Además, puede solventarse a través de la comunicación no verbal y el juego.
Debe estar incluida y en base a las preguntas que surjan en torno a este tema, deberán
tomarse decisiones respecto a cómo organizar de la mejor manera posible todos los
recursos, tanto materiales como personales, de que dispone el centro. En esta línea
algunas decisiones que se deben tomar son:
Para que esta unidad de criterios educativos sea una realidad se deberá establecer un
sistema de comunicación, colaboración y participación entre las familias y el centro, que
deberá estar recogido en la PPC. Algunos de los elementos que deberá incorporar son:
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Para este propósito será necesario establecer, en el ámbito del centro, una serie de
criterios consensuados entre todo el equipo educativo para determinar cómo proceder en
esta cuestión. Estos acuerdos y decisiones se deberán incorporar a la PPC.
c) ¿Cuándo evaluar?