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PARTE II.

Tema 5.

Explica los principales factores de la crisis demográfica y económica del


siglo XVII y sus consecuencias.

Crisis demográfica.

Desde finales del siglo XVI y durante el siglo XVII tuvo lugar una acusada crisis demográfica: la
población peninsular se estancó e incluso decreció. Fueron varias las causas que motivaron este periodo
crítico:

- Las epidemias que afectaron a toda la península en diversas oleadas.


- La reiteración de las malas cosechas provocaba, frecuentemente, crisis de subsistencia.
- La expulsión de los moriscos (alrededor de 300.000) entre 1609 y 1614 hizo disminuir la población de
algunos reinos hispanos: Valencia, Murcia y Aragón.
- Las dificultades económicas y políticas tuvieron efectos demográficos. Las primeras se manifestaron
mediante la emigración a América, la abundancia de solteros y el aumento de miembros de la
Iglesia. Las segundas en el aumento de la mortalidad bélica.

El hundimiento más intenso se produjo en Castilla, sobre todo en ambas mesetas; pero en la
periferia peninsular a mediados del siglo XVII se empezó a recuperar la demografía.

Todo ello tuvo como consecuencia que la población española se redujera, pasando a lo largo del
siglo XVII de los ocho millones de habitantes a los siete.

Crisis económica.

La crisis fue también general en el resto de Europa, pero en España alcanzó tintes especialmente
graves. Las manifestaciones más destacables de esta recesión fueron varias:

• La disminución de la producción agraria y ganadera debido al despoblamiento de zonas


rurales por las cargas impositivas.
• La crisis de las actividades textiles, sobre todo en Castilla; por el descenso de la demanda,
aumento de los impuestos y la competencia de la producción extranjera.
• La artesanía fue incapaz de sobrevivir a la revolución de los precios del siglo XVI y, sobre todo,
a la competencia extranjera.
• La disminución de la llegada de metales preciosos de América, a lo que hay que sumar que lo
poco que llegaba se lo llevaban los comerciantes extranjeros y los gastos de la guerra.
• La crisis de la Hacienda Real. El incesante aumento de los gastos y la disminución de los
ingresos condujo periódicamente a la bancarrota del Estado. El aumento de los impuestos, la venta de
deuda pública y la emisión de moneda de baja calidad (vellón) no evitaron el aumento de la inflación
y la recesión económica.

En la segunda mitad del siglo XVII fue remitiendo la crisis. En Cataluña y Valencia las
condiciones económicas comenzaron a recuperarse a mediados de siglo con un aumento de la
agricultura, la industria y el comercio; Castilla tendrá que esperar hasta finales del siglo.

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