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Derecho Civil: Sucesorio.

Semana 1

Reglamentación

Libro III del Código Civil, “De la sucesión por causa de muerte y de las donaciones entre vivos”.

La sucesión por causa de muerte está reglamentada en el Libro III CC conjuntamente con las
donaciones entre vivos. ¿Por qué el legislador reguló conjuntamente la sucesión por causa de
muerte y a las donaciones entre vivos, considerando que aquélla es un modo de adquirir y éstas
un contrato?

1. Porque históricamente el CC francés trató conjuntamente las donaciones entre vivos y los
testamentos.
2. Porque hay normas muy semejantes entre ambas instituciones, ej.: en materia de
capacidad; en materia de aceptación, etc. Lo pone aun más de manifiesto el Art. 1416
según el cual “las reglas concernientes a la interpretación de las asignaciones
testamentarias, al derecho de acrecer, y a las substituciones, plazos, condiciones y modos
relativos a ellas, se extienden a las donaciones entre vivos”, y
3. Porque se trata de dos vías para adquirir el dominio a título gratuito.

Comentario:

El principio que rige la sucesión por causa de muerte en Chile es la libertad restringida para testar.
Bello, era partidario del principio de la libertad absoluta para testar, establecido en el derecho
alemán, pero en Chile la realidad era diferente, y él adaptó las fuentes a la realidad chilena,
entonces incorporó el principio de la libertad restringida para testar.

La muerte

Para saber que es la muerte, se debe distinguir entre la muerte natural y la presunta:

a. Muerte natural: Es la cesación de los fenómenos fisiológicos que constituyen la vida.


Es la abolición total e irreversible de todas las funciones cefálicas (L.19.451 sobe
trasplantes y donaciones de órganos.
b. Muerte presunta: es aquella declarada por resolución judicial respecto de una persona
que ha desaparecido, y de quien no se tienen noticias, transcurridos los plazos legales.

Efectos jurídicos de la muerte

1. Pone término a la existencia legal de las personas. Es decir se deja de ser un sujeto de
derecho. Desaparece el haz de derechos y obligaciones.
2. En materia de oferta, ésta caduca.
3. Algunos derechos y obligaciones que nacen de actos jurídicos intuite personae como el
mandato, contrato de trabajo, confección de obra material, se exinguen.
4. En materia de bienes se extinguen algunos derechos reales personalísimos como el
usufructo el derecho de uso y habitación.
5. En materia de obligaciones se extingue la acción para demandar el daño moral.
6. En materia de familia pone término al matrimonio y al régimen de bienes respectivo.
7. En relación con la filiación se altera la titularidad de la patria potestad.
8. Surge el modo de adquirir sucesión por causa de muerte.

Sucesión por causa de muerte

Concepto

La sucesión por causa de muerte tradicionalmente se ha definido como un modo de adquirir todos
los bienes, derechos y obligaciones transmisibles de un difunto o una cuota de ellos, o una o más
especies o cuerpos ciertos, o una o más cosas indeterminadas dentro de cierto género
determinado.  def

Sin embargo, actualmente, los autores critican la última parte de esta definición señalando que, en
estricto rigor, los asignatarios de género sólo adquieren un crédito para exigir más tarde a los
herederos la tradición de las cosas genéricas. De ahí que es preferible definir a la sucesión por
causa de muerte como un modo de adquirir todos los bienes, derechos y obligaciones
transmisibles de un difunto o bien, una cuota de ellos, o una más especies o cuerpos ciertos, o un
crédito contra los herederos para exigir la tradición de una o más cosas indeterminadas dentro de
cierto género determinado.-  def

Otra: Modo de adquirir gratuitamente el dominio del patrimonio de una persona, cuya existencia
legal se ha extinguido natural o presuntivamente y que consiste en el traspaso a los herederos de
todos sus derechos y obligaciones transmisibles, que extingue los derechos y obligaciones
intransmisibles y que es fuente de derechos personales para los legatarios de género y modo de
adquirir el dominio de cosas singulares para los legatarios de especie o cuerpo cierto. (Pablo
Rodríguez)
Características

a. Es un modo de adquirir derivativo: esto es así porque existe un titular anterior de estos
derechos, bienes y obligaciones, y porque además hay un traspaso de ellos (que toma el
nombre de transmisión), que son los dos requisitos que se precisan para que estemos en
presencia de un modo de adquirir derivativo.

b. Es un modo de adquirir mortis causa: para que se produzca la adquisición de los bienes,
derechos y obligaciones transmisibles, es menester el fallecimiento de su titular.
c. Es un modo de adquirir a título gratuito: para que se produzca la adquisición de los
bienes, derechos y obligaciones transmisibles, no es necesario hacer contraprestación
alguna. Cabe tener presente que, si bien puede ocurrir que el asignatario deba incurrir en
ciertos desembolsos, ej.: pago de los impuestos de la L.16.271, ello no transforma a la
sucesión por causa de muerte en un modo de adquirir a título oneroso, porque esos
desembolsos no son sino consecuencia de la adquisición ya realizada de tales bienes y
derechos.

d. Es un modo de adquirir que puede ser a título universal o singular: es a título universal
cuando se sucede al difunto en todos sus bienes, derechos y obligaciones transmisibles, o
bien, en una cuota de ellos; en este caso, la asignación toma el nombre de herencia y al
asignatario se le llama heredero. Es a título singular, cuando se sucede al causante en una
o más especies o cuerpos ciertos, o en una o más cosas indeterminadas dentro de cierto
género determinado; en este caso, la asignación toma el nombre de legado y al
asignatario se le llama legatario.  def heredero: asignatario a título universal, asignatario
de la herencia

Además de ser un modo de adquirir, podemos afirmar que la sucesión por causa de muerte es
un modo de extinguir algunas obligaciones y también puede ser fuente de obligaciones.

Se extinguen los derechos reales personalísimos como el uso y el de habitación, el derecho de


alimentos.

Es fuente de la obligación de los herederos de pagar el legado de género a los legatarios.

Arts. 2005, 2103, 2163 Nº 5 159 Nº 3 código del trabajo.

Ámbito de aplicación

La sucesión por causa de muerte permite adquirir:

1. El dominio y los demás derechos reales transmisibles. La regla general es que los derechos
reales sean transmisibles, excepcionalmente no lo son: el derecho real de usufructo, de
uso y de habitación, que se extingue por la muerte de su titular.
2. Los derechos personales transmisibles. La regla general es que los derechos personales
sean transmisibles; excepcionalmente no lo son, ej.: el derecho de alimentos; y el derecho
de goce que tiene el comodatario, salvo que el préstamo se haya hecho para un servicio
particular que no puede suspenderse o diferirse.
3. Las cosas corporales e incorporales.
4. Las cosas muebles e inmuebles.
5. Cosas universales, en el caso de la herencia.
6. Cosa singulares, en el caso de los legados.
7. Las obligaciones transmisibles.
La regla general es que las obligaciones sean transmisibles; excepcionalmente no lo son,
ej.: a. aquellas que suponen aptitudes personales del deudor; b) aquellas obligaciones que
suponen un vínculo de estrecha confianza entre el deudor y el acreedor (como en el
mandato, que la muerte del mandante y del mandatario ponen término al mandato; o
como en el caso del albaceazgo, que la muerte del albacea pone término al albaceazgo; lo
mismo ocurre normalmente con el contrato de sociedad (de personas), pues éste termina
por la muerte de uno de los socios, a menos que se haya convenido de modo expreso
continuarla con los herederos); c) Tampoco se transmite a los herederos la solidaridad, ya
que todos éstos responde del total de la deuda a prorrata de su participación en la
herencia.

Fundamento de la sucesión por causa de muerte

a. Seguridad y continuidad de las relaciones jurídicas mantener las relaciones jurídicas


estables. Si una persona celebra un acto jurídico es necesario tener cierta seguridad que si
las partes cumplirán más allá de sus días. Recuerden que uno se obliga para sí y para sus
herederos.
b. Si las obligaciones se extinguieran con la muerte del obligado estaríamos en situación de
incerteza jurídica porque todos se mueren.
c. Resolver el problema que el patrimonio carezca de titular. Distintas instituciones civiles
nos llevan a la conclusión que el legislador repudia los patrimonios sin titular: La herencia
yacente, curador de bienes del ausente
d. Derecho de propiedad. Se dice que si en vida de una persona el derecho de propiedad o
dominio otorga a su titular una gran cantidad de facultades, nada obsta a que esas
facultades trasciendan sus días y pueda disponer de sus bienes para después de esos días.
e. Organización familiar. Es relativo porque depende del sistema que se adopte. Es más
aplicable en el sistema de libertad restringida para testar. La idea es que la familia del
causante se pueda organizar cuando éste falta. Que los bienes se mantengan dentro de la
familia.

El Derecho real de herencia

Art. 577. Derecho real es el que tenemos sobre una cosa sin respecto a determinada persona.

Son derechos reales el de dominio, el de herencia, los de usufructo, uso o habitación, los de
servidumbres activas, el de prenda y el de hipoteca. De estos derechos nacen las acciones reales.

Concepto

Es un derecho real que adquieren los herederos sobre el conjunto de relaciones jurídicas
transmisibles de una persona difunta, y que constituye una universalidad jurídica.  def
Otra. Es un derecho real que recae sobre la totalidad de los bienes derechos y obligaciones
trasmisibles de una persona difunta o sobre una parte alícuota de la misma.
Otra (Ramos Pazos): Derecho subjetivo que consiste en la facultad o aptitud de una persona para
suceder en todos los derechos y obligaciones transmisibles de una persona o en una cuota de
ellos. (La define como derecho subjetivo y no como derecho real)

Derecho civil sucesorio. Semana 2

Características

1. Es un derecho real.
Consideraciones
a. El Art. 577 CC lo califica expresamente como un derecho real.
b. Este derecho real está protegido por una acción de la misma naturaleza, cual es la
acción de petición de herencia.
c. Este derecho real recae sobre una universalidad jurídica, que es la herencia, y no sobre
bienes determinados.
d. En nuestro país, el legislador señala expresamente que se trata de un derecho real, a
diferencia de lo que ocurre en Francia, donde el legislador guardó silencio, y los
autores discuten la naturaleza de este derecho.

2. Es un derecho autónomo. Por consiguiente, se trata de un derecho distinto e


independiente de los derechos que tengan los herederos sobre los bienes singulares que
componen la herencia. Luego, esta autonomía se manifiesta en las siguientes
circunstancias:
a. Si los herederos disponen de los bienes singulares que componen la herencia, no se
altera su derecho real de herencia, porque se trata de un continente distinto de su
contenido.
b. El derecho real de herencia está protegido por la acción de petición de herencia, a
diferencia del dominio, que está resguardado por la acción reivindicatoria. En efecto,
según el Art. 1268 CC, el heredero cuenta con estas dos acciones; la de petición de
herencia en contra del tercero que está en posesión de la herencia sin ser heredero, y
la acción reivindicatoria, en contra del tercero que está en posesión de bienes
determinados sin ser el dueño, y aunque no esté en posesión de la herencia.

3. Recae sobre una universalidad jurídica. Esto quiere decir que el derecho real de herencia
constituye una abstracción jurídica; un continente distinto de su contenido.
4. Es un derecho efímero o transitorio. En efecto, fallecido el causante, los herederos
adquieren el derecho real de herencia, formándose entre ellos una comunidad
hereditaria, la cual, como toda comunidad, está llamada a extinguirse, especialmente a
través de la partición. Al singularizar los derechos desaparece la comunidad y,
conjuntamente con ella, el derecho real de herencia.

Naturaleza jurídica del derecho real de herencia.

El problema es si el derecho real de herencia se considera mueble o inmueble o sui generis. Esto
tiene importancia en la tradición del mismo.
José Ramón Gutiérrez Deberá estarse a los bienes que integran la universalidad, si hay
inmuebles será inmueble, si hay solo muebles será mueble.-Si hay muebles e inmuebles será
mixta.
1. El Art. 580 CC señala que los derechos y acciones se reputan bienes muebles o inmuebles,
según la cosa en que han de ejercerse (o que se debe).

Art. 580. Los derechos y acciones se reputan bienes muebles o inmuebles, según lo sea la cosa
en que han de ejercerse, o que se debe. Así el derecho de usufructo sobre un inmueble, es
inmueble. Así la acción del comprador para que se le entregue la finca comprada, es inmueble; y
la acción del que ha prestado dinero, para que se le pague, es mueble.

2. El Art. 1407 Inc. 1, señala que las donaciones a título universal exigen, además de la
insinuación, de escritura pública y de inscripción en su caso, esto es, cuando la
universalidad comprende inmuebles. Y si esto se aplica a la donación que es una
liberalidad entre vivos, también cabría aplicarlo a la tradición que es un modo de adquirir
entre vivos.

Art. 1407. Las donaciones a título universal, sean de la totalidad o de una cuota de los bienes,
exigen, además de la insinuación y del otorgamiento de escritura pública, y de la inscripción en
su caso, un inventario solemne de los bienes, so pena de nulidad.

2. Leopoldo Urrutia  Sostiene que la herencia es una universalidad jurídica, que no puede ser
calificada de mueble o inmueble, porque se trata de un continente distinto de su contenido. Su
naturaleza es sui generis. Y como el Código guardó silencio, procede aplicar las reglas generales en
materia de tradición, que son, a su juicio, las reglas de los bienes muebles.

Argumentos:
1. El encabezado del Art. 684 CC, en el fondo está reiterando lo dispuesto en el Art. 670
CC, de lo que se desprende que el estatuto de los muebles es la regla general. El autor
precisa, en todo caso, que sólo podría haber tradición simbólica, atendido el carácter
de universalidad jurídica que tiene la herencia.

Art. 684. La tradición de una cosa corporal mueble deberá hacerse significando una de las
partes a la otra que le transfiere el dominio.

Art. 670. La tradición es un modo de adquirir el dominio de las cosas y consiste en la


entrega que el dueño hace de ellas a otro, habiendo por una parte la facultad e intención de
transferir el dominio, y por otra la capacidad e intención de adquirirlo.

2. El Art. 686 CC, que es la norma que exige la inscripción, no menciona el derecho real
de herencia.

3. El Art. 688 CC, exige una serie de inscripciones para que los herederos puedan
disponer de los inmuebles hereditarios (resolución judicial o administrativa que
concede la posesión efectiva, la inscripción especial de herencia, la inscripción del
testamento, en su caso, y de la adjudicación, en su caso) de manera que si se trata de
disponer del derecho real de herencia, tales inscripciones no son necesarias.

Art. 688. En el momento de deferirse la herencia, la posesión efectiva de ella se confiere


por el ministerio de la ley al heredero; pero esta posesión legal no habilita al heredero para
disponer en manera alguna de un inmueble, mientras no preceda:
1º. La inscripción del decreto judicial o la resolución administrativa que otorgue la posesión
efectiva: el primero ante el conservador de bienes raíces de la comuna o agrupación de
comunas en que haya sido pronunciado, junto con el correspondiente testamento, y la
segunda en el Registro Nacional de Posesiones Efectivas;
2º. Las inscripciones especiales prevenidas en los incisos primero y segundo del artículo
precedente: en virtud de ellas podrán los herederos disponer de consuno de los inmuebles
hereditarios, y
3º. La inscripción prevenida en el inciso tercero: sin ésta no podrá el heredero disponer por
sí solo de los inmuebles hereditarios que en la partición le hayan cabido.

4. El Art. 1909, señala que el que cede a título oneroso un derecho de herencia, sin
especificar los bienes que la componen, sólo se hace responsable de su calidad de
heredero, lo que demuestra la independencia que existe entre el derecho real de
herencia y los bienes que componen la misma.

Art. 1909. El que cede a título oneroso un derecho de herencia o legado sin especificar los
efectos de que se compone, no se hace responsable sino de su calidad de heredero o de
legatario.
Desde 1989 que esta tesis tiene sustento en el derecho positivo, ya la modificación introducida
por la ley Nº 18.802 al artículo 1749 del Código Civil, se necesita autorización de la mujer para
enajenar, gravar, prometer gravar y enajenar los derechos hereditarios de la mujer, de lo que se
deduce que éstos, forman parte del haber relativo de la sociedad conyugal y esto es porque se
considera mueble.

Cabe tener presente que esta es la opinión mayoritariamente aceptada en doctrina y


jurisprudencia.

Modos de adquirir el derecho real de herencia


Existen tres modos, así:
1. Sucesión por causa de muerte  esta es la forma normal. Al momento del fallecimiento
del causante, sus herederos no solo adquieren los bienes, derechos y obligaciones
transmisibles de aquél, sino también el derecho real de herencia. En todo caso, con
posterioridad, el heredero podrá aceptar o repudiar el derecho que se le defiere y
adquirió, y tanto la aceptación como la repudiación operarán con efecto retroactivo al
momento en que es deferida la herencia, es decir, al momento en que fallece el causante.
 def
2. Tradición  el titular del derecho real de herencia, esto es, el heredero, puede transferir
por acto entre vivos este derecho a un tercero y, como toda tradición, precisa de un título
traslaticio de dominio que la justifique; como la compraventa, la permutación, donación,
etc. La tradición, en este caso, toma el nombre de cesión del derecho real de herencia. Sin
embargo, el Código Civil incurre en un error, porque trata de la cesión de derechos en el
Libro IV, a propósito de los contratos, lo que da a entender que la cesión sería un contrato,
pero en realidad es sólo la tradición.  def
Al ser el derecho real de herencia una universalidad jurídica, en la práctica, la tradición se
realiza de la misma manera que la del derecho real de servidumbre, esto es de
conformidad al art. 698 del Código Civil.
Art. 698. La tradición de un derecho de servidumbre se efectuará por escritura pública en que
el tradente exprese constituirlo, y el adquirente aceptarlo: esta escritura podrá́ ser la misma del
acto o contrato.

Efectos de la cesión del derecho real de herencia. Hay que distinguir:


a. Efecto entre las partes (heredero cedente y el tercero cesionario): hay que distinguir,
según si el título translaticio que justifica la tradición es gratuito u onerosos:
1. Si el título es gratuito, el cedente no contrae responsabilidad alguna, ni siquiera de
su calidad de heredero.
2. Si el título es oneroso, hay que subdistinguir:
a. Si no se han especificado los bienes que componen la herencia. El heredero
sólo es responsable de su calidad de heredero.
b. Si se han especificado los bienes que componen la herencia. El heredero
responde de su calidad de heredero y de los bienes que se especifican como
integrantes de la herencia.
Consideración.
El Art. 1910 CC, agrega algunas reglas especiales:
1. Si el heredero se hubiera aprovechado de los frutos o percibido créditos o
vendido efectos hereditarios, deberá reembolsar su valor al cesionario.
2. Si el heredero incurrió en gastos necesarios o prudenciales en razón de la
herencia, el cesionario debe indemnizarle tales gastos.
b. Efectos respecto de terceros (fundamentalmente relativo a los acreedores.) Cuando
opera la cesión del derecho real de herencia, en estricto rigor, se estaría produciendo
un cambio de deudor sin contar con el consentimiento del acreedor. De ahí que los
autores señalen que, en principio, esta cesión es inoponible a los acreedores, de modo
que éstos podrán de todas formas dirigir su acción en contra los herederos, aunque
nada obsta a que el acreedor ratifique, pudiendo entonces cobrar su crédito al
cesionario.
Art. 1909. El que cede a titulo oneroso un derecho de herencia o legado sin especificar los efectos de que
se compone, no se hace responsable sino de su calidad de heredero o de legatario.

Art. 1910. Si el heredero se hubiere aprovechado de los frutos o percibido


créditos o vendido efectos hereditarios, será́ obligado a reembolsar su valor al cesionario.
El cesionario por su parte será́ obligado a indemnizar al cedente de los costos necesarios o prudenciales
que haya hecho el cedente en razón de la herencia.
Cediéndose una cuota hereditaria se entenderá́ cederse al mismo tiempo las
cuotas hereditarias que por el derecho de acrecer sobrevengan a ella, salvo que se haya estipulado otra
cosa.
Se aplicarán las mismas reglas al legatario.

Discusión doctrinaria. ¿Es la tradición un modo de adquirir el derecho real de herencia? El


problema es si se transfiere el activo y el pasivo, o solamente el activo. Dicho de otra manera ¿se
transfiere el carácter de heredero?

- Algunos autores afirman que se transfiere todo activo pasivo e incluso la calidad de
heredero. La Universalidad jurídica, el activo y el pasivo. Entonces cesionario puede pedir
la Posesión Efectiva, la partición, de los bienes del causante y en consecuencia debería
responder de las deudas hereditarias es decir las trasmisibles del causante.
- La mayor parte de la doctrina afirma que no se transfiere el carácter de heredero, sino
solo el activo, de modo que el heredero continúa siendo heredero manteniendo su
responsabilidad frente a los acreedores hereditarios y testamentarios. El acreedor puede
dirigirse en contra de los herederos cedentes por las deudas hereditarias.
“Semen heres, Semper heres”

Argumento.
El acreedor no ha consentido en la cesión del derecho real de herencia por lo que no se puede
entender que haya habido novación por cambio de deudor. Heredero sigue siendo tal, y
responsable de las deudas hereditarias.
Art. 1635. La substitución de un nuevo deudor a otro no produce novación, si el acreedor no expresa su
voluntad de dar por libre al primitivo deudor. A falta de esta expresión, se entenderá́ que el tercero es
solamente diputado por el deudor para hacer el pago, o que dicho tercero se obliga con él solidaria o
subsidiariamente, según parezca deducirse del tenor o espíritu del acto.

Forma en que se hace la tradición del Derecho real de herencia . El CC guarda silencio, y
en doctrina encontramos dos opciones que se relaciona con la naturaleza jurídica
1. Si seguimos a José Ramón Gutiérrez. Quien afirma que la herencia será mueble o
inmueble dependiendo de la naturaleza de los bienes que la componen. Así:
a. Si la herencia está compuesta sólo de bienes muebles, la tradición del
derecho real de herencia se hará de acuerdo al Art. 684 CC.
b. Si la herencia está compuesta sólo de bienes inmuebles, la tradición del
derecho real de herencia se hará conforma al Art. 686 CC.
c. Si la herencia está compuesta de bienes muebles e inmuebles, la herencia será
inmueble, por aplicación del principio de que lo accesorio sigue la suerte de lo
principal, de manera que la tradición se hará de acuerdo al 686 CC.
2. Si seguimos a Leopoldo Urrutia quien sostiene que la herencia es una
universalidad jurídica, que no puede ser calificada de mueble o inmueble, porque
se trata de un continente distinto de su contenido y como el Código guardó
silencio, procede aplicar las reglas generales en materia de tradición, que son a su
juicio las reglas de los bienes muebles.
Como ya hemos dicho, esta es la sana doctrina y en la práctica, la tradición del
derecho real de herencia se realiza de la misma manera que la del de
servidumbre.

3. Por prescripción adquisitiva  en este caso, estamos frente a un tercero (falso heredero
o heredero putativo) que se encuentra en posesión de la herencia, de manera que,
transcurridos los plazos y concurriendo los demás requisitos legales, puede adquirir el
derecho real de herencia por prescripción.
Momento en que opera la prescripción.
Sabemos que la sucesión por causa de muerte otorga al heredero el dominio del derecho
real de herencia. Y en lo que respecta a la posesión, hay que distinguir:
a. Posesión legal de la herencia. Es una ficción legal, en cuya virtud se entiende que los
herederos entran en posesión de la herencia al momento en que fallece el causante,
aunque ignoren tal circunstancia (la ley dice “la posesión de la herencia se adquiere
desde el momento en que es deferida, aunque el heredero lo ignore. Esta posesión se
denomina legal, porque opera por el sólo ministerio de la ley, aunque no haya corpus ni
animus, de ahí que también se le llama posesión civilísima. Tiene por finalidad evitar
que se produzca una solución de continuidad en la titularidad del patrimonio del
causante, ya que para el CC el patrimonio es un atributo de la personalidad y, por lo
tanto, no pude haber patrimonio sin titular. Este tipo de posesión, en consecuencia,
nunca puede ostentarla el heredero putativo.
Art. 688. En el momento de deferirse la herencia, la posesión efectiva de ella se confiere por
el ministerio de la ley al heredero; pero esta posesión legal no habilita al heredero para
disponer en manera alguna de un inmueble, mientras no preceda:
…………………………

Art. 722. La posesión de la herencia se adquiere desde el momento en que es deferida, aunque
el heredero lo ignore.
El que válidamente repudia una herencia se entiende no haberla poseído jamás.

b. Posesión efectiva de la herencia. Es el decreto judicial o la resolución administrativa del


Director regional del Servicio de Registro Civil e Identificación que reconoce a ciertas
personas su calidad de heredero. Se reconoce a quien tiene la apariencia de heredero.1
Importancia de la resolución que concede posesión efectiva
1. Habilita a los herederos para disponer de los inmuebles hereditarios después de
practicadas las inscripciones del Art. 688 CC.
2. Sirve de justo título al heredero putativo para que pueda adquirir por prescripción
adquisitiva el derecho real de herencia, en el plazo privilegiado de 5 años.
3. Respecto de la validez del pago, las personas a quienes se les concede la posesión
efectiva, están habilitadas para recibir el pago de los créditos que tenía el causante , de
manera que se configura la hipótesis del pago hecho al actual poseedor del crédito, que
según el Art. 1576 Inc. 2 CC, es válido si se hizo de buena fe, aunque después aparezca
que no le pertenecía,
4. Otorga a los herederos un título a través del cual pueden acreditar su calidad de tales.
5. Contiene el nombre de las personas a cuyo favor debe practicarse la inscripción
especial de herencia.
1
Art. 1 ley 19.903: “Las posesiones efectivas de herencias, originadas en sucesiones intestadas abiertas en Chile, serán tramitadas ante el
Servicio de Registro Civil e Identificación, de conformidad a lo dispuesto en la presente ley. Las demás serán conocidas por el tribunal
competente de acuerdo a lo dispuesto en el Código de Procedimiento Civil.
    Tomando conocimiento de una posesión efectiva cuyo trámite corresponda a los tribunales de justicia, el Servicio devolverá la
solicitud para que sea tramitada ante el juez de letras correspondiente.”
6. Tiene importancia en materia tributaria, porque al Fisco le interesa que se determine
quienes son herederos y, por ende, los obligados al pago del impuesto de la ley 16.271.

c. Posesión real de la herencia. Es la que responde al concepto de posesión del artículo


700 del CC, pudiendo estar radicada tanto en el verdadero heredero como en el
putativo. Es la única que habilita para adquirir por prescripción.
Plazo para adquirir por prescripción.
Por regla general, se adquiere por la prescripción adquisitiva extraordinaria de 10 años
(Art. 2512 nº 1 CC). Sin embargo, hay una situación especial tratándose del heredero
putativo, a quien por decreto judicial o por resolución administrativa se le ha concedido
la posesión efectiva. Ese decreto o resolución le servirá de justo título, y de acuerdo al
Art. 1269 CC, el plazo de prescripción será de 5 años

Art.1269. El derecho de petición de herencia expira en diez años. Pero el heredero putativo,
en el caso del inciso final del artículo 704, podrá oponer a esta acción la prescripción de
cinco años.

Respecto de la posesión del heredero putativo, se discute si éste es ordinaria, extraordinaria o


especial:
Si fuera ordinaria, debería contener plazos distintos, según fuera mueble o inmueble.
Si fuera ordinaria, concluimos que se considera al derecho real como bien inmueble porque
establece un plazo de 5 años propio de los inmuebles.
Es especial. No es extraordinaria porque estamos en presencia de un justo título. No es
ordinaria porque si lo fuera el plazo debería de ser de 2 años que es la regla general en
materia de muebles.

Importancia de la resolución que concede posesión efectiva


1. Habilita a los herederos para disponer de los inmuebles hereditarios después de
practicadas las inscripciones del Art. 688 CC.

Art.688. En el momento de deferirse la herencia, la posesión efectiva de ella se confiere por el


ministerio de la ley al heredero; pero esta posesión legal no habilita al heredero para disponer en
manera alguna de un inmueble, mientras no preceda:
1º. La inscripción del decreto judicial o la resolución administrativa que otorgue la posesión
efectiva: el primero ante el conservador de bienes raíces de la comuna o agrupación de comunas
en que haya sido pronunciado, junto con el correspondiente testamento, y la segunda en el
Registro Nacional de Posesiones Efectivas;
2º. Las inscripciones especiales prevenidas en los incisos primero y segundo del artículo
precedente: en virtud de ellas podrán los herederos disponer de consuno de los inmuebles
hereditarios, y
3º. La inscripción prevenida en el inciso tercero: sin ésta no podrá el heredero disponer por sí
solo de los inmuebles hereditarios que en la partición le hayan cabido.

2. Sirve de justo título al heredero putativo para que pueda adquirir por prescripción
adquisitiva el derecho real de herencia, en el plazo privilegiado de 5 años.
3. Respecto de la validez del pago, las personas a quienes se les concede la posesión efectiva,
están habilitadas para recibir el pago de los créditos que tenía el causante, de manera que
se configura la hipótesis del pago hecho al actual poseedor del crédito, que según el Art.
1576 Inc. 2 CC, es válido si se hizo de buena fe, aunque después aparezca que no le
pertenecía,
4. Otorga a los herederos un título a través del cual pueden acreditar su calidad de tales.
5. Contiene el nombre de las personas a cuyo favor debe practicarse la inscripción especial
de herencia.
6. Tiene importancia en materia tributaria, porque al Fisco le interesa que se determine
quienes son herederos y, por ende, los obligados al pago del impuesto de la ley 16.271.

Derecho civil sucesorio. Semana 3

ASPECTO SUBJETIVO DE LA SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE.


EXPLICACIÓN PREVIA.
El problema es determinar si los herederos suceden al causante en la persona o solamente
adquieren los bienes que le pertenecían. Al respecto existen dos sistemas: el romano y el
garmánico.
El tema tiene una gran importancia práctica en relación con la responsabilidad de los herederos en
las deudas de su causante.
EN LA PERSONA. Sistema romano. Sistema clásico. El heredero es el continuador de la
personalidad del causante. Entonces no solo adquiría las cosas corporales del causante sino que le
reemplazaba en todas las relaciones jurídicas activas y pasivamente trasmisibles. De hecho, el
heredero en Roma pasaba a asumir funciones que a su causante le correspondían como pater
familia. Incluso el heredero podía recibir solamente cargas y no bienes que eran dejados a otras
personas, lo que provocaba injusticias.
Por esta postura se sucede no solamente en el activo, sino que también en el pasivo y se produce
una confusión de patrimonios. Incluso, si las deudas son mayores que los bienes, el heredero debe
pagarlas con bienes propios.
Ha predominado históricamente.
CRITICA.
 Es una ficción, no puede ser que heredero continúe la personalidad del difunto. También se
opone a la existencia de muchos herederos.
 Es difícil de concebir cuando los herederos no son parientes o son personas jurídicas. Es más
difícil pensar y aceptar que estas personas son continuadores del causante.
 Además hay derechos y obligaciones no transmisibles incompatibles con la idea de
continuación legal del difunto.
 También es incompatible con el beneficio de inventario o las acciones de los herederos para
impugnar legados o donaciones que afectan la legítima. Estos derechos no los tenía el
causante.
 Además se le critica por injusto.
SUCESION EN LOS BIENES. Sistema Germánico. Para este sistema no existe continuidad de la
personalidad del causante. Solo se transmiten los bienes del difunto con la carga de pagar sus
deudas, pero estas deudas no gravan el patrimonio del heredero. Ello, sin necesidad de beneficio
de inventario. Para este sistema se extingue la persona con la muerte.
No hay confusión de patrimonios. Los acreedores del causante persiguen sus deudas en los bienes
de éste y éstos no responden de las deudas del heredero. Los herederos adquieren los bienes que
quedan después de pagar las deudas.
Lo encontramos en el Derecho anglosajón, Alemania, Brasil, México.
Existe un ejecutor. Distribuye herencia neta, luego del pago de las deudas del causante.
EN CHILE: La sucesión es en la persona. Los herederos son continuadores de la persona del
difunto y reciben todo el patrimonio del causante. Así se desprende de los artículos 951, 1097 y
954 del Código.
Art. 951. Se sucede a una persona difunta a título universal o a título singular.
El título es universal cuando se sucede al difunto en todos sus bienes, derechos y obligaciones
transmisibles, o en una cuota de ellos, como la mitad, tercio o quinto.
El título es singular cuando se sucede en una o más especies o cuerpos ciertos, como tal caballo, tal casa;
o en una o más especies indeterminadas de cierto género, como un caballo, tres vacas, seiscientos pesos
fuertes,
cuarenta fanegas de trigo.

Art. 954. Las asignaciones a título universal se llaman herencias, y las asignaciones a título singular,
legados. El asignatario de herencia se llama heredero, y el asignatario de legado, legatario.

Art. 1097. Los asignatarios a título universal, con cualesquiera palabras que se les llame, y aunque en el
testamento se les califique de legatarios, son herederos: representan la persona del testador para sucederle en
todos sus derechos y obligaciones transmisibles.
Los herederos son también obligados a las cargas testamentarias, esto es, a las que se constituyen por el
testamento mismo, y que no se imponen a determinadas personas.
 Los herederos a título universal son los continuadores jurídicos del causante. def De hecho. se
ha afirmado que este es uno de los principios de nuestro Derecho Sucesorio.
 Para proteger los efectos que estudiamos precedentemente, en nuestro Código existen
algunos mecanismos, como el beneficio de separación (art. 1378) y el de inventario (art. 1247).

Art. 1378. Los acreedores hereditarios y los acreedores testamentarios podrán pedir que no se confundan
los bienes del difunto con los bienes del heredero; y en virtud de este beneficio de separación tendrán
derecho a que de los bienes del difunto se les cumplan las obligaciones hereditarias o testamentarias con
preferencia a las deudas propias del heredero.

Art. 1247. El beneficio de inventario consiste en no hacer a los herederos que aceptan responsables de las
obligaciones hereditarias y testamentarias, sino hasta concurrencia del valor total de los bienes que han
heredado.

 Por eso se afirma que quien contrata lo hace para sí y para sus herederos. Lo mismo en la
responsabilidad extracontractual. (art. 2316). También se trasmiten los derechos reales
transmisibles.
Excepcionalmente no son transmisibles; El régimen de bienes del matrimonio, (Ley de Matrimonio
Civil art. 42. Código Civil: arts. 1764, 1 1792.27); la Patria Potestad (art. 270 del Código Civil). Las
obligaciones que nacen de los contratos sociedad mandato, comodato, trabajo, construcción de
obra; el derecho de alimentos, los derechos reales de usufructo, uso y habitación. La acción para
perseguir el daño moral propio.

Los asignatarios por causa de muerte


Concepto:def
Art. 953. Se llaman asignaciones por causa de muerte las que hace la ley, o el testamento de una
persona difunta, para suceder en sus bienes.
Con la palabra asignaciones se significan en este Libro las asignaciones por causa de muerte, ya las
haga el hombre o la ley.

Del artículo transcrito se desprende que asignatario es “la persona a quien se le hace una
asignación, ya sea por ley o por testamento”.
Clases
Del concepto se colige que existen dos clases de asignatarios. Así:
1. Herederos: Son los asignatarios a título universal. Lo que caracteriza a los herederos es
que suceden al causante en todos sus bienes, derechos y obligaciones transmisibles, o en
una cuota de ellos, como un tercio un quinto o un sexto. (Art. 951 Inc. 2 CC). Luego, desde
otro enfoque, la asignación que reciben los herederos se llama herencia. Y esta se define
como una asignación a título universal.
Clasificación de los herederos.
A. Atendiendo a su origen. Se distingue entre:
1. Herederos legales o abintestato: son aquéllos que suceden en virtud de la ley.
Herederos testamentarios: son aquéllos que suceden en virtud de un testamento.
B. Atendiendo a si el testador tiene o no la obligación de respetarlos.
a) Herederos forzosos: son aquéllos a quiénes el testador debe respetar asignación forzosa en
virtud de una disposición legal.
De acuerdo al Art. 1167 CC, son asignaciones forzosas: a) los alimentos que se deben por ley a
ciertas personas; b) las legítimas; c) la cuarta de mejoras en la sucesión de los descendientes,
ascendientes y cónyuge sobreviviente. Luego, para determinar quiénes son herederos forzosos,
hay que establecer cuál o cuáles de estas asignaciones forzosas son herencia. Los alimentos no lo
son, porque no se trata de una asignación a título universal. La cuarta de mejoras puede o no ser
herencia, según la forma como el testador instituya a los asignatarios de cuarta mejoras. Entonces,
derechamente, los herederos forzosos son los legitimarios.
b) Herederos voluntarios: son aquéllos a quiénes el testador no está obligado a respetar, y por
consiguiente, los elige libremente, porque respecto de ellos no existe una disposición legal que
obligue a reservarles una parte de la herencia.
3.- Atendiendo a la forma en que son llamados. Se distingue entre:
a) Herederos universales: Son aquéllos que son llamados al patrimonio del causante sin expresión
de cuota. Por ejemplo, “dejo mis bienes a Pedro, Juan y Diego” “quiero que sea Rosa y Marina mis
herederas” (Art. 1908 CC). Pueden existir varios herederos universales si no se ha señalado cuota.
En este caso, de conformidad al art. 1198 CC, se dividen entre sí por partes iguales la herencia o la
parte que les corresponda, según el orden sucesorio respectivo.
Observación Todo heredero universal es asignatario universal, pero no todo asignatario
universal es heredero universal porque puede ser heredero de cuota. **

b) Herederos de cuota: Son aquéllos que son llamados a una parte alícuota del patrimonio del
causante. Ej.: Dejo un cuarto de mis bienes a Pedro; dos cuartos a Juan y un cuarto a Diego. En
este caso, es el testador quien determina la cuantía de la asignación, y hay que estarse a ella.
Comentarios:
 Si el testador ha dicho “dejo mis bienes a Pedro, Pablo y Roberto”, es obvio que cada uno
llevará un tercio, pero ellos son herederos universales, porque hay que estarse a la forma de
llamamiento.
 La importancia en esta clasificación está dada por el derecho de acrecimiento, el que sólo
opera a favor de los herederos universales y no de los de cuota. La cuota de los herederos
que faltan aumenta la porción de los restantes asignatarios, porque los herederos de cuota
no tienen vocación universal. Salva la excepción que veremos más adelante.
c) Herederos de remanente. Son aquéllos que son llamados a lo que resta del patrimonio del
causante, después de cumplidas las demás disposiciones testamentarias.
Clases de herederos del remanente:
1.- Heredero del remanente testamentario universal: Es aquél a quien el testador llama a lo que
resta del patrimonio del causante, cuando las demás disposiciones testamentarias son a título
singular. Por ejemplo, dejo mi casa a Pedro, mi auto a Diego y el resto de mis bienes a Juan.
2.- Heredero del remanente testamentario de cuota. Es aquél a quién el testador llama a lo que
resta del patrimonio del causante, cuando alguna de las otras asignaciones son de cuota y entre
ellas no alcanzan a completar la unidad. Ej.: dejo un tercio de mis bienes a Pedro y el resto a Juan.
3.- Heredero del remanente abintestato universal. Es aquél a quién la ley llama a lo que resta del
patrimonio del causante, cuando el testamento sólo contiene asignaciones a título singular. Por
ejemplo, dejo mi casa a Pedro.,
4.- Heredero del remanente abintestato de cuota. Es aquél a quién la ley llama a lo que resta del
patrimonio del causante, cuando el testamento contiene asignaciones de cuota, y entre todas ellas
no alcanzan a completar la unidad. Por ejemplo, dejo un tercio de mis bienes a Pedro.
Importancia de esta clasificación.
1.- Puede ocurrir que las cuotas señaladas en el testamento completen y aun excedan la unidad o
entero y, no obstante, el testador instituya otro heredero. Dos situaciones pueden presentarse:
a) Se dispone de cuotas que igualan o sobrepasan la unidad y el testamento designa, además, un
heredero del remanente. En este caso, el heredero del remanente nada recibe. Por ejemplo, el
testador dice “Dejo un tercio a Juan, un tercio a Pedro y un tercio a Antonio; dejo el resto de mis
bienes a Manuel”. Con arreglo al Art. 1101, Manuel “nada tendrá”.
b) Se dispone de cuotas que igualan o sobrepasan la unidad y el testamento instituye, además, un
heredero universal. En este caso, a diferencia del heredero del remanente, el heredero universal
participa de la herencia. Para ello será menester disminuir las cuotas para hacerlas caber en la
unidad. Dice al respecto el Art. 1101 “el heredero universal se entenderá instituido en una cuota
cuyo numerador sea la unidad y el denominador el número total de herederos”. Ej.: el testador
expresa: Dejo un tercio a Juan, un tercio a Pedro, un tercero a Antonio, e instituyo heredero
universal a Manuel. El heredero Manuel tendrá una cuota de un cuarto. De este modo,
corresponderá a Juan 1/3, a Pedro 1/3, a Antonio 1/3 y a Manuel 1⁄4. Pero es obvio que las cuotas
sobrepasan la unidad, y es preciso reducirlas al entero. De acuerdo al Art. 1102, es menester, en
primer término, reducir las cuotas a un común denominador, que, en el ejemplo propuesto es 12.
De este modo, corresponde 4/12 a Pedro, 4/12 a Juan, 4/12 a Antonio y 3⁄4 a Manuel. La herencia
se representa por la suma de los numerados que es igual a 15. A cada heredero corresponde en
definitiva, una cuota que tenga como denominador 15 y como numerador el que corresponda al
efectuar el cálculo del denominador común. Por tanto, corresponderá una cuota efectiva de: 4/15
a Juan, 4/15 a Pedro, 4/15 a Antonio y 3/15 de Manuel.
Todo lo dicho se entiende sin perjuicio de las asignaciones forzosas, que el testador
necesariamente debe respetar (Art. 1103 CC).
2.- Respecto del derecho de acrecimiento, éste sólo procede respecto de los herederos
universales; entre los herederos de cuota no hay derecho de acrecimiento.
II) Legatarios: Son los asignatarios a título singular. Luego, desde otro enfoque, la asignación que
reciben los legatarios se llama legado, y éste se define como la asignación a título singular, que
puede ser de especie o cuerpo cierto o de género.
Clases de legatarios.
i) Legatario de especie o cuerpo cierto: son los llamados a suceder en una o más especies o
cuerpos ciertos, ej.: en el caballo “Pegaso”; o el perro “Baruk”.
ii) legatarios de género: son los llamados a suceder en una o más cosas indeterminadas dentro de
cierto género determinado, ej.: 3 vacas; $600.000; 40 franelas de trigo. Tengamos presente desde
ya que, para estar en presencia de un legatario de género, es necesario que se haya especificado
el género y la cantidad.
Importancia de esta clasificación.
1.- En cuanto a lo que adquieren los legatarios por el modo de adquirir sucesión por causa de
muerte.
a) Legatarios de especie o cuerpo cierto: Estos adquiere el dominio de la especie o cuerpo cierto.
Esto se desprende del No 1 del Art. 1338 CC, disposición que señala que los legatarios de especie o
cuerpo cierto se hacen dueño de los frutos desde el momento de la apertura de la sucesión, es
decir, desde el fallecimiento del causante, y como los frutos pertenecen a su dueño, se entiende
que en ese momento se adquirió el dominio.
b) Legatarios de género. Estos adquieren un crédito para exigir a los herederos la tradición de la
cosa genérica. Esto se desprende del No 2 del Art.1338 CC, disposición que señala que los
legatarios de género se hacen dueños de los frutos desde la constitución en mora de la persona
obligada a pagar dichas cantidades genéricas. En consecuencia, el legatario de género sólo
adquiere el dominio de la cosa genérica y también de los frutos, al momento en que los herederos
hagan la tradición de la cosa o se constituyan en mora de hacerla.
2.- En cuanto a la acción de que goza el legatario.
Como consecuencia de lo dicho anteriormente, como el legatario de especie o cuerpo cierto
adquiere el dominio sobre la cosa legada al momento de fallecer el causante, puede perseguir el
bien legado mediante una acción reivindicatoria, de manera que cuenta con esta acción real.
En cambio, el legatario de género sólo goza de una acción personal en contra de los herederos (o
contra a aquél a quien se le hubiera impuesto la carga de pagar el legado) para reclamar la
tradición de la cosa genérica.
Algunas consideraciones generalísimas sobre los legados.
1.- Cosas que pueden legarse. En principio, pueden todas las cosas ser objeto de legados:
a) Las cosas corporales e incorporales (Art. 1127 CC).
b) Las cosas presentes y las cosas que no existen, pero se espera que existan. El Art. 1113 CC
establece que el legado de una cosa futura vale, con tal que llegue a existir.
c) Las cosas propias y las cosas ajenas, sea que pertenezcan a un tercero o a un asignatario.
2.- Cosas que no pueden ser legadas.
a) Las cosas que la naturaleza ha hecho común a todos los hombres (Art. 585 y 1105 CC)
b) Los bienes nacionales de uso público (Art. 1105 CC)
c) Las cosas que forman parte de un edificio, de manera que no puedan separarse sin deterioro, a
menos que cese la causa al tiempo de deferirse el legado (Art. 1105 CC)
d) Las cosas pertenecientes al culto divino (Art. 1105 CC).
Legado de cosa ajena (especie). De acuerdo al Art. 1107 CC, la regla general es que el legado de
especie que no es del testador o del asignatario a quien se impone la obligación de darla, es nula.
Excepcionalmente vale el legado:
a) Cuando el testador sabía que la cosa no era suya o del asignatario, pues en este caso cabe
suponer que el testador ha deseado que la cosa se adquiera. Si el testador hubiera ignorado que la
cosa era ajena, no vale el legado; la asignación aparecería motivada por un error de hecho que la
invalida.
b) Cuando la cosa ajena legada pasó, antes de la muerte del testador, al dominio de éste o del
asignatario.
c) Cuando el asignatario a quien se impuso la obligación de darla, después de la muerte del
testador, adquiere el dominio de la cosa ajena.
d) Cuando se lega la cosa a un descendiente o ascendiente del testador o a su cónyuge.
Ahora bien, para cumplir el legado de cosa ajena es preciso que se adquiera. Y si al asignatario que
se le impone esta obligación no pudiere cumplirla porque el dueño de la especie rehúsa enajenarla
o pide por ella un precio excesivo, dicho asignatario sólo será obligado a dar en dinero el justo
precio de la especie. De esta suerte, el legado de cosa ajena importa, para el obligado a cumplirlo,
una obligación alternativa de entregar la cosa o su valor.
Por último, puede suceder que, entre tanto, el legatario haya adquirido la cosa ajena. Una
distinción se hace indispensable:
a) Si el legatario adquirió a título gratuito, nada se le debe; y
b) Si adquirió a título oneroso, el obligado a cumplir el legado le deberá el justo precio que pagó.
¿Qué ocurre si la cosa no era enteramente ajena, o sea, si el testador tenía algunos derechos en
ella? El Art. 1110 Inc. 1 CC, prescribe que se presumirá que no ha querido legar sino esa parte,
cuota o derecho. Asimismo, si el asignatario obligado a prestar el legado tiene en la cosa una
parte, cuota o derecho, se presume que el testador ha querido legar únicamente esa parte,
derecho o cuota.
Diferencias entre herederos y legatarios.
1.- Los herederos puede ser instituidos como tales por la ley o por el testamento. Los legatarios
sólo pueden ser instituidos como tales por testamento. Esto es una consecuencia de que las
asignaciones que hace la ley son siempre a título universal, a diferencia de lo que ocurre en el
testamento, en que las asignaciones que hace el testador pueden ser a título universal o singular.
2.- Los herederos suceden al causante en todo o parte de su patrimonio transmisible. El legatario,
sólo en especies o cuerpos ciertos o en una o más cosas indeterminadas dentro de cierto género
determinado.
3.- Los herederos son los continuadores jurídicos y patrimoniales del causante, en todo su
patrimonio transmisible, los legatarios, en cambio, no tienen este carácter.
4.- Los herederos son los responsables del pago de las deudas hereditarias y testamentarias, esto
es, las que el causante tenía en vida, y las que encuentran su origen en el testamento,
respectivamente. El principio es que todos los herederos responde a prorrata de sus cuotas, sin
perjuicio de que la facultad del testador para dividir las deudas de otro modo. Si ello sucede, tal
disposición es obligatoria para los herederos, pero no para los acreedores hereditarios, quienes
podrán ejercer sus acciones o en conformidad con el Art. 1354 CC (a prorrata de las cuotas
hereditarias), o bien, con sujeción a lo que el testador haya dispuesto. Se trata de una
responsabilidad simplemente conjunta.
Los legatarios, en cambio, por regla general no responden por las deudas hereditarias ni
testamentarias. Excepcionalmente sí lo harán en los siguientes casos:
a) Si el testador les ha impuesto la carga de responder de alguna deuda hereditaria o
testamentaria.
b) Cuando, al tiempo de abrirse la sucesión, los bienes que componen la masa hereditaria son
insuficientes para responder por las deudas hereditarias.
c) Puede surgir responsabilidad para los legatarios con ocasión del ejercicio de la acción de
reforma del testamento, si el testador, al instituir los legados, vulneró las asignaciones forzosas. En
este caso, los legatarios deben contribuir al pago de las legítimas, y de las mejoras (Art. 1104 en
relación con 1362 CC).
La responsabilidad de los legatarios tiene dos características fundamentales:
i.- Es limitada, porque los legatarios sólo responden hasta el momento de los bienes que hayan
recibido a título de legado (Art. 1363 CC).
ii.- En principio es subsidiaria, porque sólo responden en defecto de los herederos. Sólo en el caso
de que el testador le haya impuesto al legatario la carga de responder de alguna deuda hereditaria
o testamentaria, será éste el principal obligado.
5.- Sólo a los herederos se les reconoce la posesión legal de la herencia, que es una ficción legal en
cuya virtud se entiende que el heredero es poseedor de la herencia desde el momento mismo del
fallecimiento del causante, aunque ignore tal circunstancia.
6.- Sólo a los herederos se les concede la posesión efectiva de la herencia.
7.- En la indivisión que se origina al momento del fallecimiento del causante, sólo participan los
herederos, de modo que sólo éstos pueden adjudicarse los bienes pertenecientes a la comunidad
hereditaria.
8.- Los herederos adquieren, por el modo de adquirir sucesión por causa de muerte, el dominio del
patrimonio transmisible del causante o bien, de una cuota de éste, y además, el derecho real de
herencia. Tratándose de los legatarios, sabemos que los de especie o cuerpo cierto adquieren por
el mismo modo de adquirir (SCM) el dominio sobre la especie o cuerpo cierto legada, y que, los
legatarios de género, sólo adquieren un crédito para exigir a los herederos (o a quien el testador
hubiera impuesto la carga de pagar el legado) la tradición de la cosa genérica.
9.- Consecuencia de lo anterior es que a los herederos le pertenecen los Frutos de los bienes
hereditarios desde la delación de la herencia. Lo mismo sucede con el asignatario de especie o
cuerpo cierto. En cambio los legatarios de género se hacen dueños de los frutos desde que se
efectúa la tradición del legado de género o desde que se hayan constituido en mora . Art. 1338 Nº
1, 2 y 3. CC.

10.- Prescripción adquisitiva. El falso heredero puede adquirir el derecho real de herencia por
prescripción adquisitiva de 10. (art. 2512 Nº 1CC) El Heredero putativo en 5 años. (arts. 1269 y
704 CC) Falso Legatario de especie adquiere de conformidad con las reglas generales 2 y 5 años
y 10 años si su posesión es irregular. 2508 y 2511. El legatario de género puede ver extinguido su
derecho personal por prescripción extintiva de conformidad al 2515.-.

Apertura De La Sucesión.
Regulación Legal. 955 y siguientes del cc. 1222.-

Concepto. Somarriva: Es el hecho -agreguemos jurídico- que habilita a los herederos para tomar la
posesión de los bienes hereditarios y se les trasmite en propiedad.
Meza Barros: hecho jurídico consecuencia de la muerte de una persona y por cuya virtud los
bienes del difunto pasan a sus sucesores.

De conformidad al art. 955 CC. la apertura de la sucesión en los bienes de una persona se produce
de acuerdo al momento de su fallecimiento y en su último domicilio, salvo los casos
expresamente exceptuados.
La muerte puede ser natural o presunta.
Prueba de la Muerte: La muerta natural se prueba de conformidad al art. 305.3 CC. Y la presunta
de conformidad al art. 5 Nº 5 de la Ley 4.808.
Los comurientes:

Art. 79. Si por haber perecido dos o más personas en un mismo acontecimiento, como en un
naufragio, incendio, ruina o batalla, o por otra causa cualquiera, no pudiere saberse el orden en que
han ocurrido sus fallecimientos, se procederá en todos casos como si dichas personas hubiesen
perecido en un mismo momento, y ninguna de ellas hubiese sobrevivido a las otras.

Art. 958. Si dos o más personas llamadas a suceder una a otra se hallan en el caso del artículo 79,
ninguna de ellas sucederá en los bienes de las otras.

Requisitos:
1. Que fallezcan dos o más personas. (no necesariamente en un mismo acontecimiento)
2. Que no se puede determinar el orden en que fallecieron.
Entonces el legislador establece la presunción simplemente legal del art. 79, es decir, que
fallecieron en el mismo momento. Esto cobra importancia cuando estas personas están llamadas a
sucederse una respecto de la otra.

Momento de la apertura de la sucesión: Es al momento de la muerte de una persona. (955CC)

Importancia:
- Se determina quiénes suceden al causante y el cumplimiento de los requisitos para
suceder.
- Determina la legislación aplicable a la sucesión. De conformidad con los arts. 18 y 19 de la
ley sobre efecto retroactivo de las leyes rige la ley vigente al momento de la apertura de
la sucesión. Ejemplo personas fallecidas antes o después de octubre de 1999.
- Desde ese momento se puede aceptar o repudiar la asignación aunque sea condicional.
Art. 1226.-
Los efectos de la aceptación y repudiación se retrotraen al momento de la apertura de la
sucesión.
- Deja de haber objeto ilícito respecto de pactos sobre la sucesión.-
- Se produce la indivisión hereditaria entre varios herederos.-
- Queda determinada la masa hereditaria.
- Comienza a correr plazos.
- Se puede solicitar la posesión efectiva de los bienes quedados al fallecimiento del
causante.
- Comienza la posesión legal de la herencia.
- Surge la indivisión si son dos o más los herederos.

Lugar de la apertura: En el lugar del último domicilio del causante. (art. 955) En el caso de la
muerte presunta, será el último domicilio que el desaparecido tuvo en Chile.

Importancia.
1. Tribunal competente. En todo lo relativo a la apertura de la sucesión como Tramitación de
posesión efectiva testada, acción de Petición de herencia, nulidad del testamento, guarda
y aposición de sellos, tasación inventarios, etc
Art. 148 COT. Será juez competente para conocer del juicio de petición de
herencia, del de desheredamiento y del de validez o nulidad de disposiciones
testamentarias, el del lugar donde se hubiere abierto la sucesión del difunto
con arreglo a lo dispuesto por el artículo 955 del Código Civil.
    El mismo juez será también competente para conocer de todas las diligencias
judiciales relativas a la apertura de la sucesión, formación de inventarios,
tasación y partición de los bienes que el difunto hubiere dejado.

2. Ley aplicable a la sucesión.


3. Competencia registral.

Legislación Aplicable.
Regla General: Se aplica la ley del domicilio en que se abre, es decir la del último domicilio. Si
falleció en Chile, la ley chilena y si falleció en el extranjero, la ley extranjera. (art.955 CC)

Art. 16. Los bienes situados en Chile están sujetos a las leyes chilenas, aunque sus dueños sean
extranjeros y no residan en Chile.
Esta disposición se entenderá́ sin perjuicio de las estipulaciones contenidas en los contratos otorgados
válidamente en país extraño.
Pero los efectos de los contratos otorgados en país extraño para cumplirse en Chile, se arreglarán a las
leyes chilenas.

Excepción:
1. Art. 15 Nº 2 CC.

Art. 15. A las leyes patrias que reglan las obligaciones y derechos civiles, permanecerán sujetos los
chilenos, no obstante su residencia o domicilio en país extranjero.
1o. En lo relativo al estado de las personas y a su capacidad para ejecutar ciertos actos, que hayan de
tener efecto en Chile;
2o. En las obligaciones y derechos que nacen de las relaciones de familia; pero solo respecto de
sus cónyuges y parientes chilenos.

.
En la hipótesis de un causante chileno que fallece teniendo su último domicilio en el extranjero se
aplica la ley chilena, pero solo respecto de su cónyuge y parientes chilenos.
En la práctica esta norma se aplica sólo si el causante dejó, además, bienes en Chile.

2. Art. 988 CC.

Art. 998. En la sucesión abintestato de un extranjero que fallezca


dentro o fuera del territorio de la República, tendrán los chilenos a
título de herencia o de alimentos, los mismos derechos que según las
leyes chilenas les corresponderían sobre la sucesión intestada de un
chileno.

Los chilenos interesados podrán pedir que se les adjudique en los bienes del extranjero existentes en Chile
todo lo que les corresponda en la sucesión del extranjero.
Esto mismo se aplicará en caso necesario a la sucesión de un chileno que deja bienes en país extranjero.

En este caso la hipótesis de la norma es que estemos en presencia de un causante extranjero


que fallece teniendo su último domicilio en el extranjero que deja sucesores chilenos . En este
caso, se aplica la ley chilena respecto de sus parientes chilenos.

Ambas excepciones presentan problemas de aplicación en la práctica.

Problema: La norma hace referencia a la sucesión intestada de un extranjero. Sería discriminatoria


porque solo reconoce derechos a los parientes chilenos cuando hablamos de sucesión intestada.

Opiniones:
Claro Solar: Se debe aplicar solo en ese caso porque es norma excepcional y por la ubicación del
artículo, dentro de las normas de la sucesión intestada.

Alfredo Barros Errázuriz: Debe aplicarse a ambas clases de sucesión. El legislador pretende con la
disposición proteger a los sucesores chilenos, de modo que al extranjero, si otorga testamente,
elude los efectos de la norma, lo que no es el espíritu del legislador.

En el caso de sucesión abierta en el extranjero de causante que deja bienes en Chile se aplican el
art. 149 del Cot y 27 de la Ley 16.271.

Art. 149. Cuando una sucesión se abra en el extranjero y


comprenda bienes situados dentro del territorio chileno, la
posesión efectiva de la herencia deberá pedirse en el lugar en
que tuvo el causante su último domicilio en Chile, o en el
domicilio del que la pida si aquél no lo hubiere tenido.

 Art. 27. Cuando la sucesión se abra en el extranjero, deberá pedirse en Chile, no obstante lo
dispuesto en el artículo 955 del Código Civil, la posesión efectiva de la herencia respecto de los
bienes situados dentro del territorio chileno, para los efectos del pago de los impuestos
establecidos por esta ley.
    La posesión efectiva, en este caso, deberá pedirse en el lugar en que tuvo el causante su último
domicilio en Chile, o en el domicilio del que pida la posesión efectiva, si aquél no lo hubiere
tenido.

Debe solicitarse la posesión efectiva respecto de esos bienes en el lugar del último domicilio del
causante en Chile, o del que la solicita si el causante no tuvo último domicilio.
Derecho Civil: Sucesorio. Semana 4

Delación de las asignaciones.


Concepto
Art. 956. La delación de una asignación es el actual llamamiento de la ley a aceptarla o
repudiarla.

Consideraciones
1. A la apertura de la sucesión le sigue en forma instantánea la delación de las asignaciones.
Y, por regla general, tanto la apertura como la delación coinciden, pues normalmente
ambas tienen lugar al momento de fallecer el causante.
2. La delación de las asignaciones coloca al asignatario en la situación de aceptar o repudiar
la asignación, ya sea que ésta se trate de una herencia o legado, sea que ésta provenga de
una sucesión testada o intestada. Se trata, entonces, de una verdadera oferta hecha por el
legislador al asignatario, para aceptar o repudiar la asignación.
3. La ley no hace ninguna diferencia entre los asignatarios. A todos se les ofrece la opción
referida. En consecuencia, nuestro derecho desconoce la distinción que hacía el Derecho
romano entre herederos necesarios, que adquirían la herencia y las responsabilidades
consiguientes aun a su pesar, y los herederos voluntarios.

Momento en que se verifica la delación.

Art. 956. La delación de una asignación es el actual llamamiento de la ley a aceptarla o


repudiarla.
La herencia o legado se defiere al heredero o legatario en el momento de fallecer la persona de
cuya sucesión se trata, si el heredero o legatario no es llamado condicionalmente; o en el
momento de cumplirse la condición, si el llamamiento es condicional.
Salvo si la condición es de no hacer algo que dependa de la sola voluntad del asignatario, pues
en este caso la asignación se defiere en el momento de la muerte del testador, dándose por el
asignatario caución suficiente de restituir la cosa asignada con sus accesiones y frutos, en caso
de contravenirse a la condición.
Lo cual, sin embargo, no tendrá lugar cuando el testador hubiere dispuesto que mientras penda
la condición de no hacer algo, pertenezca a otro asignatario la cosa asignada.

Regla general  la delación de las asignaciones se produce al momento de fallecer la persona


cuya sucesión se trata.
Excepción  se configura cuando la asignación es condicional (suspensiva) , pues en tal caso la
asignación se defiere al momento de cumplirse la condición suspensiva. La ley no dice que la
condición debe ser suspensiva, pero se entiende que se refiere a un hecho futuro e incierto del
cual depende el nacimiento de un derecho, y esto es así, porque si se tratara de una condición
resolutoria, el derecho se extinguiría al momento de cumplirse la condición, de modo que ya no
habría ningún derecho que deferir al asignatario. Luego, en el caso de tratarse de una condición
resolutoria, volvemos a la regla general.

Contraexcepción  se configura cuando la condición es negativa, y concurren los demás


requisitos legales. En efecto, para volver a la regla general, esto es, para que la delación se
produzca al momento de fallecer la persona cuya sucesión de trata, se requiere:
a. Que se trate de una condición negativa, esto es, de no hacer algo.
b. Que el evento constitutivo de la condición dependa de la sola voluntad del asignatario
(condición simplemente potestativa), y
c. Que el asignatario otorgue caución suficiente de restitución de la asignación, con sus
accesorios y frutos, en caso de contravenir la condición. Esta caución toma el nombre de
“caución muciana”.

Excepción a la contraexcepción  tiene lugar cuando el testador hubiere constituido un


fideicomiso, vale decir, cuando el testador hubiere dispuesto que mientras penda la condición
negativa, la cosa asignada pertenecerá a otra persona. En este caso, la delación se produce al
momento de cumplirse la condición. ¿Cuándo se entiende cumplida la condición?
a. Tratándose de una condición negativa, y en aplicación de las reglas generales, debemos
concluir que ella se entiende cumplida cuando llega a ser cierto que el hecho que no debía
ocurrir no ocurrirá.
b. Pero, tratándose del fideicomiso, en virtud del Art. 739 CC, la condición negativa se
entiende cumplida si el hecho que no debía ocurrir no ocurre dentro de un plazo de 5
años.

Comentario: En los casos de excepción, contraexcepción y de excepción a la contraexcepción es


menester que el causante haya otorgado testamento. Las asignaciones que hace la ley son
excepcionalmente condicionales, y ello ocurre cuando la asignación se defiere a una persona que
está por nacer, y no es el caso.

Derecho de opción.
Concepto
Es la facultad que asiste al asignatario para, una vez producida la delación, elegir si acepta o
repudia la asignación a la cual ha sido llamado.
Su fundamento lo encontramos en el principio de que nadie puede adquirir derechos en contra de
su voluntad.
Mientras está pendiente la aceptación o repudiación, el patrimonio se radica provisionalmente
en el heredero para evitar que haya patrimonios sin titular. Si han transcurrido 15 días sin que
los herederos hayan aceptado, estamos en presencia de la herencia yacente.
Una vez que el heredero acepta, se retrotraen los efectos de esa aceptación al momento de la
apertura de la sucesión.
Plazo para ejercer la opción.
La ley no establece un plazo para ejercer la opción, de modo que en principio el asignatario puede
pronunciarse en orden a si acepta o repudia la asignación en cualquier tiempo, siempre y cuando
no operen los plazos de prescripción a favor de terceros. Sin embargo, de manera indirecta, hay
dos circunstancias que pueden influir en que el asignatario haga uso de la opción:
a. Si transcurren 15 días desde la apertura de la sucesión, y siempre que ningún heredero
haya aceptado la herencia y que no haya albacea con tenencia de bienes, cualquier
interesado puede pedir que se declare la herencia yacente y se proceda a nombrarle a
ésta un curador (de herencia yacente). Para evitar que se declare la herencia yacente, el
heredero puede verse inclinado a aceptarla antes de que transcurran los 15 días desde la
apertura de la sucesión.

b. Si el asignatario no acepta la asignación que se le ha deferido, puede ocurrir que otra


persona entre en posesión de los bienes objeto de la asignación, y transcurridos los plazos
y dándose los demás requisitos legales, es posible que ese tercero adquiera la asignación
por prescripción. Luego, para evitar ello, el heredero puede verse inclinado a aceptar.

c. El asignatario puede aceptar o repudiar mientras conserve su derecho a la asignación,


esto es mientras otra persona no adquiera la asignación por prescripción adquisitiva.

Art. 2517. Toda acción por la cual se reclama un derecho se extingue por la prescripción
adquisitiva del mismo derecho.

Deliberación
Ya sabemos que los asignatarios no cuentan con un plazo para ejercer la opción, esto es, aceptar o
repudiar; pero esta incertidumbre puede generar perjuicio a terceros, razón por la cual el Art.
1232 CC confiere el derecho a cualquier persona interesada en ello, a solicitar al juez que requiera
al asignatario para que dentro del plazo de 40 días (contados desde la notificación de la demanda)
se pronuncie en orden a si acepta o repudia la asignación. Esto es lo que se conoce en doctrina
como plazo de deliberación.

Art. 1232. Todo asignatario será obligado, en virtud de demanda de cualquier persona interesada en
ello, a declarar si acepta o repudia; y hará esta declaración dentro de los cuarenta días subsiguientes
al de la demanda. En caso de ausencia del asignatario o de estar situados los bienes en lugares
distantes, o de otro grave motivo, podrá el juez prorrogar este plazo; pero nunca por más de un año.
Durante este plazo tendrá todo asignatario la facultad de inspeccionar el objeto asignado; podrá
implorar las providencias conservativas que le conciernan; y no será obligado al pago de ninguna
deuda hereditaria o testamentaria; pero podrá serlo el albacea o curador de la herencia yacente en sus
casos.
El heredero, durante el plazo, podrá también inspeccionar las cuentas y papeles de la sucesión.
Si el asignatario ausente no compareciere por sí o por legítimo representante en tiempo oportuno, se
le nombrará curador de bienes que le represente, y acepte por él con beneficio de inventario.

Consideraciones
1. El plazo es en principio de 40 días, contados desde la notificación de la demanda. Pero el
juez puede ampliarlo hasta por 1 año, en los siguientes casos:
a. En caso de ausencia del asignatario;
b. En caso de estar situados los bienes en lugares distantes;
c. En caso de que exista otro motivo grave.

2. Al asignatario ausente se le designará un curador de bienes que le represente, y acepte


por él con beneficio de inventario.
3. Durante el plazo de deliberación, los asignatarios cuentan con las siguientes facultades:
a. Pueden inspeccionar el objeto asignado.
b. Pueden inspeccionar las cuentas y papeles.
c. Pueden impetrar las providencias conservativas (guarda y aposición de sellos;
inventario solemne, etc.)

4. Durante el plazo de deliberación los asignatarios no están obligados al pago de ninguna


deuda hereditaria o testamentaria, lo que corresponderá al albacea o al curador de la
herencia yacente, en su caso (Art. 1232 Inc. 2 y 3 CC).

Efectos para el asignatario constituido en mora de declarar  el asignatario constituido en mora


de declarar si acepta o repudia, se entenderá que repudia. 2

Art. 1233. El asignatario constituido en mora de declarar si acepta o repudia, se entenderá que
repudia.

Aceptación o repudiación
Conceptos.
La aceptación es un acto jurídico unilateral por el cual el asignatario expresa su voluntad de asumir
la calidad de heredero o legatario. La repudiación es un acto jurídico unilateral por el cual el
asignatario se rehúsa a asumir la calidad de heredero o legatario.

Características comunes

2
Recordemos que estudiamos esta norma como efectos del silencio a propósito de la manifestación de la voluntad
como requisito de existencia de los actos jurídicos .
1. Son actos jurídicos unilaterales, porque se perfeccionan por la sola manifestación de
voluntad del asignatario, sin necesidad de que concurra otra voluntad.

2. Son actos jurídicos puros y simples, de modo que la aceptación o repudiación no puede
estar sujeta a modalidad alguna. Esto se desprende del Art. 1227 CC. Algunos autores, sin
embargo, señalan que esta regla tiene una importante excepción, tratándose de la
aceptación con beneficio de inventario, la cual importaría una suerte de modalidad.

Art. 1227. No se puede aceptar o repudiar condicionalmente, ni hasta o desde cierto día.

3. Son actos jurídicos que operan con efecto retroactivo, pues los efectos de la aceptación o
repudiación se retrotraen al momento en que la asignación ha sido diferida. En
consecuencia, se entiende que el asignatario tuvo derechos sobre la cosa asignada desde
el momento de la delación o que nunca tuvo derechos sobre ella, desde el mismo
momento, respectivamente.

4. Son actos jurídicos indivisibles, de modo que las asignaciones deben aceptarse o
repudiarse en su integridad. No puede, por lo mismo, aceptarte una parte y repudiarse el
resto.
Excepciones
a. Cuando opera el derecho de transmisión, y hay varios transmitidos. En este caso, puede
cada uno de éstos aceptar o repudiar su cuota.

b. Cuando a una misma persona se le defieren dos o más asignaciones. En este caso, el
asignatario podrá aceptar una asignación y repudiar otra, a menos que haya una
asignación gravada, en cuyo el heredero no puede repudiar la asignación gravada y
aceptar las otras.

Hay dos excepciones en que el asignatario puede repudiar la asignación gravada y aceptar
las otras:
1. Cuando al asignatario se le ha deferido separadamente la asignación por derecho
de acrecimiento, transmisión o substitución; en cuyo caso el asignatario puede
aceptar la asignación que naturalmente le corresponde y repudiar la otra que se le
está defiriendo en virtud de alguno de estos derechos.
2. Cuando al asignatario se le haya conferido la facultad de repudiarla
separadamente.

c. Cuando el asignatario repudia la asignación en perjuicio de sus acreedores, y en la medida


que éstos ejerzan la acción que les concede el Art. 1238 CC para subrogarse en los
derechos de su deudor, y dejar sin efecto la repudiación en todo o parte a fin de pagarse
sus acreencias. Satisfechos que sean los créditos del o los acreedores que ejercieron la
acción, la repudiación subsiste en todo lo demás. En consecuencia, en este último caso, es
decir, cuando el monto de la asignación repudiada por el asignatario es mayor al monto de
los créditos de sus acreedores, estaríamos en presencia de una repudiación parcial.

Art. 1238. Los acreedores del que repudia en perjuicio de los derechos de ellos, podrán
hacerse autorizar por el juez para aceptar por el deudor. En este caso la repudiación no
se rescinde sino en favor de los acreedores y hasta concurrencia de sus créditos; y en el
sobrante subsiste.

5. Son actos jurídicos irrevocables, de manera que no pueden dejarse sin efecto por la sola
voluntad del asignatario que la formuló. Ello no obsta, sin embargo, a que dicha
aceptación o repudiación pueda rescindirse por otras causas.

a. Tratándose de la aceptación, la ley permite que ella puede rescindirse en caso de 1)


dolo, 2) fuerza y 3) lesión enorme a virtud de disposiciones testamentarias de que no
se tenía noticia al tiempo de aceptarla. Se entiende por lesión enorme, para estos
efectos, la que disminuye el valor total de la asignación en más de la mitad (Art. 1234
CC).

Art. 1234. La aceptación, una vez hecha con los requisitos legales, no podrá rescindirse,
sino en el caso de haber sido obtenida por fuerza o dolo, y en el de lesión grave a virtud
de disposiciones testamentarias de que no se tenía noticia al tiempo de aceptarla.
Esta regla se extiende aun a los asignatarios que no tienen la libre administración de sus
bienes.
Se entiende por lesión grave la que disminuyere el valor total de la asignación en más
de la mitad.

b. Tratándose de la repudiación, la ley permite que ella pueda rescindirse en caso de 1)


dolo, 2) fuerza, y 3) cuando la repudiación se ha hecho en perjuicio de los acreedores
del asignatario. En este último caso, de acuerdo al Art. 1238 CC, los acreedores
pueden pedir al juez que se deje sin efecto la repudiación, y que se les autorice para
aceptar por él. Esta acción sólo beneficia al acreedor o los acreedores que la
ejercieron y sólo hasta la concurrencia de sus respectivos créditos, de modo que,
satisfechos éstos, la repudiación subsiste en todo lo demás (Art. 1238 CC).

Art. 1238. Los acreedores del que repudia en perjuicio de los derechos de ellos, podrán
hacerse autorizar por el juez para aceptar por el deudor. En este caso la repudiación no
se rescinde sino en favor de los acreedores y hasta concurrencia de sus créditos; y en el
sobrante subsiste.

En cuanto a la naturaleza jurídica de esta acción, algunos autores sostienen que se


trata de una acción oblicua o indirecta, ya que los acreedores del asignatario que
repudia se subrogan en los derechos de éste, aceptando la asignación por él y
dejando sin efecto la repudiación anterior, hasta la concurrencia de sus
respectivos créditos.

Para otra parte de la doctrina, se trata más bien de una acción pauliana o
revocatoria, porque la repudiación se ha hecho en fraude y en perjuicio de los
acreedores, y, además, porque en la acción pauliana sólo se ve favorecido el
acreedor que la ejerció (y así ocurre en la especie), mientras que la acción oblicua
aprovecha a todos los acreedores. De este modo, los acreedores pedirán que se
revoque la autorización y que se les autorice para aceptar por su deudor.

Para otros, el Art. 1238 CC contiene una conjunción de las dos acciones señaladas:
una acción pauliana o revocatoria destinada a dejar sin efecto la repudiación de la
asignación y, luego, hecha la revocación, una acción oblicua o subrogatoria para
aceptar la asignación por el deudor renuente.

c. La ley nada dice respecto del error en materia de vicio de aceptación o repudiación.
Sin embargo, de acuerdo a las reglas generales, se ha entendido que el error también
vicia la aceptación o repudiación.

d. Puede también rescindirse la aceptación o repudiación cuando ésta ha sido hecha por
un incapaz, sin cumplir con las formalidades habilitantes.

Libertad para aceptar o repudiar


El asignatario es generalmente libre para aceptar o repudiar la asignación.

Art. 1225. Todo asignatario puede aceptar o repudiar libremente.


Exceptúanse las personas que no tuvieren la libre administración de sus bienes, las cuales no
podrán aceptar o repudiar, sino por medio o con el consentimiento de sus representantes legales.
Se les prohíbe aceptar por sí solas, aun con beneficio de inventario.
El marido requerirá el consentimiento de la mujer casada bajo el régimen de sociedad conyugal
para aceptar o repudiar una asignación deferida a ella. Esta autorización se sujetará a lo
dispuesto en los dos últimos incisos del artículo 1749.

Excepciones
Esta libertad se pierde en ciertos casos:
1. Cuando el heredero sustrae efectos hereditarios, se entiende que acepta, y
2. Cuando el heredero se constituye en mora de declarar si acepta o repudia; se entiende
que repudia.

Momento para aceptar o repudiar


Hay que distinguir.
Art. 1226. No se puede aceptar asignación alguna, sino después que se ha deferido.
Pero después de la muerte de la persona de cuya sucesión se trata, se podrá repudiar toda
asignación, aunque sea condicional y esté pendiente la condición.
Se mirará como repudiación intempestiva, y no tendrá valor alguno, el permiso concedido por
un legitimario al que le debe la legítima para que pueda testar sin consideración a ella.

1. Tratándose de la aceptación, de acuerdo al Art. 1226 CC, se puede aceptar una asignación
desde el momento de la delación.
2. Tratándose de la repudiación, según el mismo Art. 1226 CC, se puede repudiar una
asignación desde el momento de la apertura de la sucesión (aunque sea condicional y esté
pendiente la condición).

Esta diferencia se debe a que, si bien, por regla general la delación de las asignaciones coincide
con la apertura de la sucesión, excepcionalmente ello no ocurre, como en el caso de una
asignación condiciona (suspensiva), la cual sólo podrá aceptarse una vez deferida la condición, o
sea, una vez que ella se cumple, ya que antes de ello el asignatario no tiene derecho alguno, sino
sólo una mera expectativa. En cambio, tratándose de la repudiación, nada obsta a que el
asignatario manifieste desde ya que de cumplirse la condición, esté no asumirá la calidad de
asignatario, lo cual contribuye a dar certeza.

Comentarios
1. Si la aceptación o repudiación se hace antes de dichos momentos, éstas son
intempestivas, razón por la cual carecen de valor (Art. 1226 CC).
2. Recordemos que el asignatario conserva su derecho para aceptar o repudiar
indefinidamente. Pero como sabemos, esa indecisión puede causar perjuicios a terceros,
razón por la cual el asignatario puede ser compelido a aceptar o repudiar en la forma que
señala y en los plazos que señala el Art. 1232 CC, en virtud de demanda interpuesta por
cualquier persona interesada en ello.

¿Cómo se acepta o repudia una asignación?


El CC da algunas reglas especiales. Procede entonces distinguir.

1. Tratándose de la aceptación. Hay que subdistinguir, según se trate de:


a. Aceptación de una herencia. De acuerdo al Art. 1241 CC, la aceptación de una
herencia puede ser expresa o tácita:
- Es expresa: cuando se toma el título de heredero, se entiende que alguien toma el
título de heredero cuando lo hace en escritura pública o privada, obligándose
como tal heredero; o en un acto de tramitación judicial.
- Es tácita: cuando el heredero ejecuta un acto que supone necesariamente su
intención de aceptar, y que no hubiera tenido derecho de ejecutar, sino en su
calidad de heredero.
b. Aceptación de un legado. El CC no contempla normas especiales, de modo que cabe
aplicar las reglas generales en materia de acto jurídico. Luego, la aceptación puede ser
también expresa o tácita; es expresa cuando se formula en términos formales,
explícitos y directos; y es tácita, cuando se deduce inequívocamente de ciertos actos
del legatario.

2. Tratándose de la repudiación. El CC tampoco da reglas especiales. De modo tratándose de


cualquier asignación, cabe aplicar las reglas generales del acto jurídico.3

Repudiación presunta. El Art. 1235 dispone que “la repudiación no se presume sino en los
casos previstos por la ley”. De aquí que la repudiación debe ser generalmente expresa.
Hay un caso de excepción: cuando el asignatario ha sido constituido en mora de declarar si
acepta o repudia la asignación. En este caso, trátese de heredero o legatario, la ley
presume que repudia.

Sin embargo, los autores dicen que este es el único caso de repudiación tácita, sea en el
caso de herederos o legatarios.

Efecto de la sentencia que declara a una persona heredero; que ha aceptado pura y
simplemente o con beneficio de inventario  Si una persona, a instancias de un acreedor
hereditario o testamentario, ha sido judicialmente declarada heredero, se entenderá serlo
respecto de todos sus acreedores, sin necesidad de nuevo juicio (Art. 1246 CC). En consecuencia,
esta es una excepción al efecto relativo de las sentencias, ya que en el caso en comento ella
produce efectos erga omnes.

Capacidad para aceptar y repudiar


Hay que distinguir:
1. Las personas plenamente capaces, pueden aceptar y repudiar por sí mismas, libremente.
2. Tratándose de los incapaces, hay que subdistinguir:
a. Los absolutamente incapaces pueden aceptar o repudiar a través de su representante
legal.
b. Los relativamente incapaces puede aceptar o repudiar a través de su representante
legal o autorizado por éste.
3. Tratándose de la mujer casa en régimen de SC, las asignaciones que a ella se le defieran,
deben ser aceptadas o repudiadas por el marido, para lo cual debe contar con autorización
de la mujer (o de la justicia en subsidio).
4. Para repudiar una asignación a título universal, una que contenga bienes raíces o que
valga más de un centavo, los incapaces requieren, además, autorización judicial.
5. Los incapaces deben aceptar siempre con beneficio de inventario.

Art. 1236. Los que no tienen la libre administración de sus bienes no pueden repudiar una asignación a
3
Recomendamos que, en la práctica, la repudiación se haga por escrito.
título universal, ni una asignación de bienes raíces, o de bienes muebles que valgan más de un centavo, sin
autorización judicial con conocimiento de causa.

Art. 1250. Las herencias del Fisco y de todas las corporaciones y establecimientos públicos se aceptarán
precisamente con beneficio de inventario.
Se aceptarán de la misma manera las herencias que recaigan en personas que no pueden aceptar
o repudiar sino por el ministerio o con la autorización de otras.
No cumpliéndose con lo dispuesto en este artículo, las personas naturales o jurídicas representadas, no
serán obligadas por las deudas y cargas de la sucesión sino hasta concurrencia de lo que existiere de la
herencia al tiempo de la demanda o se probare haberse empleado efectivamente en beneficio de ellas.

Derecho de trasmisión

Art. 957. Si el heredero o legatario cuyos derechos a la sucesión no han prescrito, fallece antes
de haber aceptado o repudiado la herencia o legado que se le ha deferido, transmite a sus
herederos el derecho de aceptar o repudiar dicha herencia o legado, aun cuando fallezca sin
saber que se le ha deferido.
No se puede ejercer este derecho sin aceptar la herencia de la persona que lo transmite.

Antecedentes
Deferida la asignación, nace para el asignatario el derecho de aceptar o repudiarla. Tres
situaciones pueden presentarse:
a. El asignatario acepta la asignación y luego fallece.
b. El asignatario repudia la asignación y luego fallece.
c. El asignatario fallece sin haber expresado su voluntad de aceptar o repudiar la asignación.

En el primer caso, el asignatario transmite la asignación que, en virtud de la aceptación, ingresó


definitivamente a su patrimonio. En la segunda hipótesis, nada transmite el asignatario porque,
como consecuencia de la repudiación, se supone que nunca ha tenido derecho alguno. En el
último caso, el asignatario transmite a sus herederos la facultad de aceptar o repudiar y tiene lugar
el derecho de transmisión.

Concepto

Es la facultad de la ley concede al heredero de una persona y que ha aceptado la herencia de ésta,
para aceptar o repudiar la herencia o legado que se le ha deferido a su causante, quien falleció sin
haberla aceptado o repudiado. (Meza Barros)

Personas que intervienen


1. Primer causante  es la persona que deja una herencia o legado al transmitente o
transmisor.

2. Transmitente o transmisor  es el heredero o legatario del primer causante, que fallece


antes de haber aceptado o repudiado la herencia o legado que se le ha deferido.

3. Transmitido  es el heredero del transmitente o transmisor que, al aceptar la herencia de


éste, adquiere la facultad de aceptar o repudiar la herencia o legado que el primer
causante le dejó al transmitente o transmisor, y a cuyo respecto no se pronunció en orden
a si la aceptaba o repudiaba.

Requisitos

1. Requisitos que debe reunir el primer causante.


a. El primer causante debe haber dejado una herencia o legado al transmitente.
b. El primer causante debe fallecer antes que el transmitente.

2. Requisitos que debe reunir el transmitente o transmisor.


a. El transmisor debe ser capaz y digno de suceder al primer causante;
b. El transmisor debe ser heredero o legatario del primer causante;
c. El derecho del transmisor debe estar vigente, esto es, no debe haber prescrito, toda
vez que si tal cosa ocurre, nada puede transmitir a sus herederos;
d. El transmisor debe fallecer sin haber aceptado o repudiado la asignación que le fue
deferida;
e. El transmisor debe fallecer después que el primer causante.

3. Requisitos que debe reunir el transmitido.


a. El transmitido debe ser capaz y digno de suceder al transmisor.
b. El transmitido debe ser heredero del transmisor. Si fuera legatario, no sería
continuador de su personalidad jurídica y, por ende, no adquiriría jamás el derecho de
aceptar o repudiar las asignaciones que se le hayan deferido en vida al primer
causante. Es precisamente la calidad de heredero, la que permite adquirir todos los
derechos transmisibles del causante, dentro de los cuales se encuentra el derecho de
opción que no ejerció el transmitente;
c. El transmitido debe aceptar la herencia del transmisor.

Efecto del derecho de transmisión

Aceptada que sea, por parte del transmitido, la herencia del transmisor, adquiere aquél la facultad
de aceptar o repudiar la herencia o legado que el primer causante le dejó al transmitente. Y esto
se explica porque como el causante transmite todos los derechos transmisibles de que era titular,
entre ellos se comprende la opción de aceptar o repudiar la asignación. Esta facultad cesa cuando
prescribe el derecho del transmisor, lo cual puede ocurrir durante la vida de éste o de sus
herederos.

Requisitos Subjetivos Para Suceder.

La capacidad y dignidad para suceder deben estar presentes en la persona del asignatario al
momento de la apertura de la sucesión.

Capacidad Para Suceder.

Concepto: Para el profesor Meza Barros es la aptitud legar para suceder una persona a otra, la
habilidad para adquirir pos causa de muerte, para poder ser heredero o legatario”
Para Fabián Elorriaga es “la aptitud de una persona para ser sujeto de asignaciones por causa de
muerte.”

Regulación legal: arts. 961 y siguientes del CC.

Regla general: Está dada por el art. 961. Al igual que en materia de capacidad obligacional,
extracontractual, matrimonial, toda persona es capaz para adquirir por sucesión por causa de
muerte.
Las incapacidades son excepcionales. En consecuencia, son de derecho estricto,sin interpretación
analógica.

Art. 961. Será capaz y digna de suceder toda persona a quien la ley no haya declarado incapaz o
indigna.

Observaciones.
Los profesores Domínguez formulan las siguientes consideraciones generales:

A.- El Fisco es siempre capaz de suceder y, por consiguiente, las explicaciones sobre la capacidad
quedan reducidas a los demás sucesores.

B.- Las reglas sobre la capacidad se aplican tanto a la sucesión testada cuanto a la intestada,
aunque para la primera hay reglas especiales que no se aplican a esta ultima.

C.- La capacidad de que aquí se trata es para suceder o recibir alguna asignación y no para aceptar
o repudiar una herencia o legado, pues para ello hay reglas especiales.

D.- La capacidad se rige por la ley vigente al momento de la apertura de la sucesión. (Art. 18
LSERL). Aunque esta disposición se refiere a la sucesión testamentaria, su aplicación debe hacerse
extensiva a la sucesión legitima. Los fundamentos son los mismos. Si se trata en especial de la
sucesión testada, lo ha sido por cuanto en ella puede presentarse el problema de la capacidad al
tiempo de otorgarse el acto de ultima voluntad y la de aquel en que éste empieza a producir
efectos.

Estudio De Las Incapacidades para suceder.

Concepto: Es la falta de aquélla aptitud legal para ser heredero o legatario.

Clasificación de las incapacidades.

I. Clasificación atendida su extensión


a) Absolutas o Totales: Son aquéllas que impiden a una persona suceder por causa de
muerte a todo causante.
b) Relativas: Son aquéllas que impiden a una persona que pueda suceder por causa de
muerte a una persona determinada, pero puede suceder a cualquier otro causante.

II. Atendido el tipo de sucesión en la que opera.


a) Aquéllas que operan tanto en la sucesión testada como en la intestada.
b) Aquéllas que sólo operan en la sucesión testada.
c)
Estudio de las incapacidades en particular.
.
1.- Falta de existencia natural. Es general y opera en ambas sucesiones, testamentaria e intestada.

Art. 962. Para ser capaz de suceder es necesario existir al tiempo de abrirse la sucesión; salvo que se
suceda por derecho de transmisión, según el articulo 957, pues entonces bastará existir al abrirse la
sucesión de la persona por quien se transmite la herencia o legado.
Si la herencia o legado se deja bajo condición suspensiva, será́ también preciso existir en el
momento de cumplirse la condición.
Con todo, las asignaciones a personas que al tiempo de abrirse la sucesión no existen, pero se espera
que existan, no se invalidaran por esta causa si existieren dichas personas antes de expirar los diez años
subsiguientes a la apertura de la sucesión.
Valdrán con la misma limitación las asignaciones ofrecidas en premio a los que presten un servicio
importante, aunque el que lo presta no haya existido al momento de la muerte del testador.

Se entiende que toda asignación llega envuelta la condición de existir el asignatario al momento
de abrirse la sucesión. No suceden los que ya no existen ni los que todavía no existen.
En verdad no es capaz ni incapaz porque esto se predica de los sujetos de derecho y acá no hay
sujeto de derecho. Esto es opinión de Fabián Elorriaga.
Excepciones.

1.- Concebido pero no nacido. El concebido pero no nacido solamente tiene existencia natural,
pero no legal, la que, de conformidad con el art. 74 de CC comienza con el nacimiento, esto es al
separarse completamente de su madre.
De conformidad con el art. 77 los derechos que se deferirían a la criatura que está en el vientre
materno, si hubiese nacido y viviese, estarán suspensos hasta que se produzca el nacimiento. Si
constituye principio de existencia, entrará el recién nacido en el goce de dichos derechos como si
hubiese existido al momento en que se le defirieron.
La asignación, en consecuencia, se entienden bajo condición suspensiva de que nazca. Si se
cumple la condición, opera con efecto retroactivo.
Si muere antes de estar completamente separada de su madre, pasan a otras personas como si
nunca hubiera existido la criatura.
Art. 77. Los derechos que se deferirían a la criatura que está en el vientre materno, si hubiese nacido y viviese, estarán
suspensos hasta que el nacimiento se efectúe. Y si el nacimiento constituye un principio de existencia, entrará el recién
nacido en el goce de dichos derechos, como si hubiese existido al tiempo en que se defirieron. En el caso del artículo
74, inciso 2º, pasarán estos derechos a otras personas, como si la criatura no hubiese jamás existido

Que la criatura existía al momento de la apertura de la sucesión se comprueba con la regla


contenida en el art. 74, que como sabemos, constituye una presunción de derecho.

2. Herencia o legado bajo condición suspensiva. Si se hace una asignación por causa de muerte
bajo condición suspensiva, se debe existir además al momento de cumplirse la condición. Mientras
está pendiente la condición suspensiva el derecho no nace, por los efectos de la condición
suspensiva. Y si el asignatario fallece antes de que se cumpla nada trasmite a sus herederos. Art.
1078 CC.

3. Sujetos que no existen pero que se espera que existan. Serán válidas en la medida que la
persona llegue a existir dentro del plazo de 10 años contados desde la apertura de la sucesión.

Derecho Civil: Sucesorio. Semana 5

4. Si la asignación se ofrece en premio a personas que prestan un servicio importante,


aunque el que lo presta no haya existido al momento de la muerte del testador.

Problemas:
a. ¿Para quién debe ser importante el servicio? Mayoritariamente se ha entendido que el
servicio debe ser importante para un grupo considerable de personas, pues de lo
contrario no se justificaría la excepción a la regla.

Sin embargo, autores como Rodríguez Grez, son partidarios de que el servicio puede
ser importante ya para el beneficio particular del testador, ya para el bienestar de un
grupo considerable de personas. En su concepto, no hay obstáculo para que el
testador deje una asignación de este tipo al médico que sane a un pariente, al
abogado que gane un juicio en provecho de la familia o de un tercero, al escritor que
reivindique la memoria del propio causante, etc. Si la ley no ha distinguido –concluye–
no le es lícito hacerlo al intérprete, además esa es la voluntad del testador, de modo
que hay que respetarla.
b. ¿Qué es lo que debe ocurrir dentro de 10 años?
Opiniones:
1. Para algunos, para que valga la asignación es necesario que dentro de los 10 años
exista la persona que presta el servicio importante. Argumentan en base al tenor
literal de la norma, que dice “aunque el que lo presta no haya existido al momento
de la muerte del testador”.

2. Para otros, para que valga la asignación es necesario que dentro de los 10 años se
preste el servicio importante. Argumentan señalando que el Art. 962 CC se refiere
a las asignaciones condicionales y, en este caso, la condición consiste
precisamente en que el servicio se preste.

3. Para otros, par que valga la asignación es necesario que dentro de los 10 años
ocurran ambas cosas, esto es, que el que presta el servicio importante exista, y
además, que dentro de ese mismo plazo se preste el servicio importante. Explican
su postura en base a los dos argumentos señalados por las doctrinas anteriores,
vale decir, tenor literal y porque se trata de una asignación condicional.

2. Falta de personalidad jurídica 

Art. 963. Son incapaces de toda herencia o legado las cofradías, gremios, o establecimientos
cualesquiera que no sean personas jurídicas.
Pero si la asignación tuviere por objeto la fundación de una nueva corporación o
establecimiento, podrá solicitarse la aprobación legal, y obtenida ésta, valdrá la asignación.

El Art. 963 CC señala que son incapaces de suceder las cofradías, gremios o establecimientos
cualesquiera que no tengan personalidad jurídica.

Comentarios:
a. Las cofradías son agrupaciones de personas que se desempeñan en obras de caridad.
b. Los gremios, son agrupaciones de personas que tiene un mismo oficio.
c. Los establecimientos, son cualquier otra agrupación de personas que no tengan
personalidad jurídica.

Excepción. Se configura cuando la asignación tiene por objeto la creación de una nueva persona
jurídica. En tal caso, podrá solicitarse la aprobación legal, y obtenida ésta, valdrá la asignación.

Los autores comentan que esta excepción presenta la peculiaridad de que estaríamos en presencia
de un patrimonio que carece de titular, por cuanto ese patrimonio pertenece a una persona
(jurídica) que todavía no existe. Sin embargo, la ley permite que valga esa asignación, en la medida
que se haga, precisamente, para que la cofradía, gremio o establecimiento llegue a tener
personalidad jurídica. Es una asignación subordinada a una condición suspensiva.

Incapacidades relativas
Concepto

Son aquéllas que impiden al asignatario suceder a ciertas y determinadas personas.

Análisis particular

1. Condena por crimen de dañado ayuntamiento

Art. 964. Es incapaz de suceder a otra persona como heredero o legatario, el que antes
de deferírsele la herencia o legado hubiere sido condenado judicialmente por el crimen
de dañado ayuntamiento con dicha persona y no hubiere contraído con ella un
matrimonio que produzca efectos civiles.
Lo mismo se extiende a la persona que antes de deferírsele la herencia o legado hubiere
sido acusada de dicho crimen, si se siguiere condenación judicial.

¿Qué es el crimen de dañado ayuntamiento? No ha definido el CC el delito de dañado


ayuntamiento. Tampoco el Código Penal define y sanciona un delito de este nombre. Esta
denominación se extrae del antiguo Art. 36 CC, que se refería a los hijos de dañado
ayuntamiento, que era una categoría de hijos ilegítimos, y se trataba de los hijos nacidos
producto del adulterio, incesto y sacrilegio.

Los hijos sacrílegos eran aquellos cuyo padre o madre eran clérigos de órdenes mayores o
bien, de aquellos que habían profesado votos solemnes de castidad en orden religiosa,
reconocida por la Iglesia Católica. Sin embargo, el sacrilegio nunca fue tipificado como
delito por la ley. Por su parte, el adulterio fue despenalizado por la ley 19.335 de 1994, de
manera que actualmente el crimen de dañado ayuntamiento debe entenderse referido al
incesto.

Requisito  De acuerdo al Art. 964 CC, es necesario que haya mediado condena en ambos
casos, y que ella se haya pronunciado antes de que el asignatario haya sido llamado a la
asignación (la ley dice “antes de deferírsele la misma”). Por consiguiente, si ella se
pronuncia después, el asignatario es capaz de suceder.
En suma, la incapacidad en estudio se refiere a las personas condenadas por delito de
incesto con el causante, y siempre que el asignatario sea condenado por sentencia firme
antes de deferírsele la asignación.

2. Incapacidad del eclesiástico o confesor

Art. 965. Por testamento otorgado durante la última enfermedad, no puede recibir
herencia o legado alguno, ni aun como albacea fiduciario, el eclesiástico que hubiere
confesado al difunto durante la misma enfermedad, o habitualmente en los dos últimos
años anteriores al testamento; ni la orden, convento, o cofradía de que sea miembro el
eclesiástico; ni sus deudos por consanguinidad o afinidad hasta el tercer grado
inclusive.
Pero esta incapacidad no comprenderá a la iglesia parroquial del testador, ni recaerá
sobre la porción de bienes que el dicho eclesiástico o sus deudos habrían heredado
abintestato, si no hubiese habido testamento.
De acuerdo al Art. 965 CC, es incapaz de suceder el eclesiástico que hubiere confesado al
causante en su última enfermedad, o habitualmente en los dos últimos años anteriores al
testamento.

Consideraciones:
a. Esta incapacidad se extiende a la orden, convento o cofradía de que sea miembro el
eclesiástico y a sus parientes (deudos dice la ley) por consanguinidad o afinidad hasta
el tercer grado inclusive.

b. El fundamento de esta incapacidad, radica en que el legislador quiere evitar que el


eclesiástico ejerza influencias en el testador. Sabido es que sobre las personas
religiosas tienen los sacerdotes poder e influjo, particularmente en trance de muerte.
Fácil resultaría, entonces, inducir al testador a disponer de bienes en beneficio propio,
o de sus parientes próximos, o de su orden, o de su convento, o de su cofradía.

c. Los autores comentan que debe tratarse de una verdadera confesión, porque si se
trata de una simple conversación, por muy trascendental que sea, no configura la
incapacidad.

d. Es fundamental que el testamento sea otorgado durante la última enfermedad del


causante, ya que es allí en donde podría ejercerse la influencia que la ley repugna.
Nada impide, por consiguiente, que el causante favorezca a un eclesiástico que sea su
confesor en la última enfermedad o habitualmente en los dos últimos años de su vida,
si ha otorgado testamento con antelación. Lo mismo ocurre, y con mayor razón, si el
causante otorga testamento estando sano y beneficia al eclesiástico en comento. Así
se ha fallado.

e. Según los autores, para que opere esta incapacidad debe tratarse de un eclesiástico de
la iglesia Católica apostólica y romana.

Limitaciones a esta incapacidad (casos que no comprende).


a. Esta incapacidad no afecta de manera alguna a la parroquia del testador (iglesia que
habitualmente se confiesa), porque la ley entiende que lo natural es que este
penitente se sienta inclinado a dejar parte de sus bienes a ella.
b. Tampoco afecta a las asignaciones que corresponden al eclesiástico y a sus parientes
en la sucesión abintestato del causante. Y esto es así, porque en estos casos la
asignación la hace la ley y no el testador, de manera que el temor que pretende evitar
el legislador desaparece.

3. Incapacidad del notario

Art. 1061. No vale disposición alguna testamentaria en favor del escribano que
autorizare el testamento, o del funcionario que haga las veces de tal, o del cónyuge de
dicho escribano o funcionario, o de cualquiera de los ascendientes, descendientes,
hermanos, cuñados, empleados o asalariados del mismo.
No vale tampoco disposición alguna testamentaria en favor de cualquiera de los
testigos, o de su cónyuge, ascendientes, descendientes, hermanos o cuñados.

Según el Art. 1061 CC, es incapaz de suceder el notario que autorice el testamento o del
funcionario que haga sus veces. Esta incapacidad se extiende a:
a. Al cónyuge, ascendientes, descendientes, hermanos, cuñados y empleados del
referido notario o funcionario.
b. A los testigos del testamento, a sus cónyuges, ascendientes, descendientes, hermanos
o cuñados.

Fundamento de esta incapacidad.


Al igual que en la incapacidad anterior, esta incapacidad tiene por objeto evitar que
funcionarios inescrupulosos intenten influir en el testador para conseguir una asignación,
ya sea a favor propio, o de los parientes más próximos o de sus empleados o parientes de
éstos.

Comentario. Recordemos que esta incapacidad sólo afecta a las asignaciones hechas por
testamento a favor de las personas señaladas. En consecuencia, si alguna de esas personas
tiene derecho en la sucesión abintestato del causante, no opera la incapacidad.

Características de las incapacidades

1. Son excepcionales, pues la regla general está dada por la capacidad para suceder, el Art.
961 CC señala que es capaz para suceder toda persona a quien la ley no haya declarado
incapaz.
2. No se presumen, de modo que quien alega una incapacidad debe probarla.
3. Son de derecho estricto, de manera que a su respecto no cabe una interpretación
analógica.
4. Son taxativas. No hay más incapacidad que las que la ley señala.
5. Constituyen una incapacidad adquisitiva o de goce , ya que ella impide que el incapaz
pueda adquirir derechos por sucesión por causa de muerte. Nada obsta, naturalmente, a
que pueda adquirir ese derecho por otro modo de adquirir.
6. Como consecuencia de lo anterior, para el incapaz no hay delación, razón por la cual si
fallece, nada transmite a sus herederos
7. Operan de pleno derecho, por lo mismo, no se precisa de una sentencia judicial que la
declare. Y en caso de que el tema llegue a discutirse en tribunales, la sentencia sólo se
limitará a constatar la incapacidad, pero no a declararla.
8. Son irrenunciables, y ello, porque las incapacidades están establecidas en función del
interés general (son de orden público). En consecuencia, toda disposición a favor de un
incapaz es absolutamente nula, por adolecer de objeto ilícito (Art. 1466 CC).
9. Pueden hacerse valer contra terceros. Por consiguiente, si un incapaz enajena bienes
pertenecientes a la masa hereditaria, los herederos pueden ejercer la acción de petición
de herencia o la acción reivindicatoria, según el caso, porque el incapaz ha hecho una
tradición de cosa ajena, que si bien es válida, no produce el efecto normal de transferir el
dominio (los terceros no pueden adquirir más derechos que el incapaz, y éste no tenía
ninguno).
10. Admiten dos criterios de clasificación:

Dignidad para suceder

Concepto.

La dignidad para suceder es el mérito para ser heredero o legatario. Por el contrario, la indignidad
para suceder es la falta de mérito para ser heredero o legatario.
El heredero no cumplió con los deberes que tenía para con el causante o faltó al respeto que su
memoria le imponía.

Art. 961. Será capaz y digna de suceder toda persona a quien la ley no haya declarado incapaz o
indigna.

Causales de Indignidad
Enumeración:
1. Causales del Art. 968 CC.

Art. 968. Son indignos de suceder al difunto como herederos o legatarios:


1º. El que ha cometido el crimen de homicidio en la persona del difunto, o ha intervenido en
este crimen por obra o consejo, o la dejó perecer pudiendo salvarla;
2º. El que cometió atentado grave contra la vida, el honor o los bienes de la persona de cuya
sucesión se trata, o de su cónyuge, o de cualquiera de sus ascendientes o descendientes,
con tal que dicho atentado se pruebe por sentencia ejecutoriada;
3º. El consanguíneo dentro del sexto grado inclusive, que en el estado de demencia o
destitución de la persona de cuya sucesión se trata, no la socorrió pudiendo;
4º. El que por fuerza o dolo obtuvo alguna disposición testamentaria del difunto, o le impidió
testar;
5º. El que dolosamente ha detenido u ocultado un testamento del difunto, presumiéndose
dolo por el mero hecho de la detención u ocultación.

a. Es indigno de suceder el que ha cometido homicidio en la persona del causante, o ha


intervenido en este crimen por obra o consejo, o lo dejó perecer pudiendo salvarlo .
Hay aquí dos hipótesis:
1. El que cometió el crimen de homicidio en la persona del causante o el que intervino en
ese crimen por obra o consejo. En esto casos, se trata del autor material o intelectual
del delito de homicidio, respetivamente, y se precisa de una sentencia condenatoria
firme que lo declare.
2. El que dejó perecer al causante pudiendo salvarlo. Se trata de un homicidio por
omisión, que, entendiendo, también requiere de sentencia condenatoria firme.

b. Es indigno de suceder el que comete atentado grave contra la vida, el honor o los bienes
del causante, o de su cónyuge, ascendientes o descendientes, con tal que dicho atentado
se pruebe por sentencia ejecutoriada .
Consideraciones:
1. Se necesita de una sentencia judicial firme, pues el precepto exige expresamente que
el atentado se pruebe por este medio.
2. El atentado debe ser grave, de modo que se excluyen las faltas penales, quedando
entonces reducida la causal a los crímenes y simples delitos. Si bien es cierto, se
requiere de un juicio penal en donde se acredite la existencia del delito, la gravedad
del atentado debe discutirse y ser calificada por el juez civil en el correspondiente
juicio de dignidad.
3. En cuanto a los cuasidelitos, se ha entendido que éstos no quedan comprendidos en
esta causal, pues lo que busca el legislador es sancionar a quien actuó
intencionalmente, ánimo que no está presente en los cuasidelitos, donde sólo hay
negligencia.
4. Se señalan como ejemplos el homicidio frustrado o tentado, las lesiones graves y
gravísimas (vida), las injurias, calumnias (honor), robo, hurto, estafa, incendio, giro
doloso de cheque (bienes).

c. Es indigno de suceder el consanguíneo dentro del sexto grado inclusive, que en estado de
demencia o destitución (indigencia) del causante no lo socorrió pudiendo hacerlo .
Consideraciones:
1. La ley llama a suceder como máximo a los parientes de hasta el 6º grado inclusive. De
ahí que solo estos parientes quedan comprendidos en esta causal de indignidad.
2. Para que se configure esta causal, es fundamental que el indigno haya estado en
condiciones tanto materiales como morales de socorrer al causante, porque a lo
imposible nadie está obligado.

d. Es indigno de suceder el que por fuerza o dolo obtuvo alguna disposición testamentaria o
le impidió al causante testar.
Aquí se comprenden dos hipótesis:
1. El que por fuerza o dolo obtuvo alguna disposición testamentaria. Esto puede ocurrir,
normalmente, en dos casos:
a. Si la persona no tenía derechos en la sucesión abintestato del causante, de
manera que sólo los obtiene a través del testamento.
b. La persona tenía derechos en la sucesión abintestato del causante, pero a través
del testamento busca aumentar su cuota.
Sanción: Hay que distinguir:
1. Si la asignación se obtuvo por dolo, es nula solamente la asignación.
2. Si la asignación se obtuvo por fuerza, es nulo el testamento en todas sus
partes, de acuerdo al Art. 1007 CC.

2. El que por fuerza o dolo impidió testar al causante. Se tratará normalmente de una
persona que tenía derechos en la sucesión abintestato del causante quien, para evitar
que se reduzca su cuota a través del testamento, obstaculiza su otorgamiento.

e. Es indigno de suceder el que dolosamente ha detenido u ocultado el testamento,


presumiéndose dolo por el mero hecho de la detención u ocultación .
Consideraciones:
1. Para que se configure esta causal de indignidad, el asignatario debe haber procedido
con dolo. En este caso, existe un régimen probatorio especial para el dolo, por cuanto
se presume a partir de la detención u ocultación, mientras que la regla general es que
el dolo debe probarse.
2. El asignatario debe haber detenido u ocultado el testamento. Se entiende por detener
el testamento, la realización de cualquier gestión o actuación con el objeto de impedir
que se lleven a efectos las disposiciones del mismo. Cabe tener presente que hay
actuaciones que no van a quedar comprendidas en la causal de indignidad si ellas se
encuentran amparadas por la ley, como, por ejemplo, si en la gestión de apertura de
un testamento solemne cerrado un asignatario formula oposición porque no se citó a
un testigo o porque el tribunal era incompetente, pero si hace esto injustificadamente
se configura la causal de indignidad. Ocultar el testamento es esconderlo.

2. Causal del Art. 969 CC

Art.969. 6º Es indigno de suceder el que siendo mayor de edad, no hubiere acusado a la justicia
homicidio cometido en la persona del difunto, tan presto como le hubiere sido posible.
Cesará esta indignidad, si la justicia hubiere empezado a proceder sobre el caso.
Pero esta causa de indignidad no podrá alegarse, sino cuando constare que el heredero o legatario
no es cónyuge de la persona por cuya obra o consejo se ejecutó el homicidio, ni es del número de
sus ascendientes y descendientes, ni hay entre ellos deudo de consanguinidad o afinidad hasta el
tercer grado inclusive.

Así, es indigno de suceder el que siendo mayor de edad, no hubiere denunciado a la justicia el
homicidio cometido en la persona del causante, tan presto le hubiera sido posible.

Consideraciones:
a. Para que se configure esta causal, es necesario que el asignatario se encuentre en
condiciones materiales y jurídicas de hacer la denuncia, y que sea mayor de edad.
b. Existe un plazo indeterminado para denunciar “tan presto le hubiera sido posible”, de
manera que le corresponderá al juez establecer si se ha denunciado o no dentro de plazo.
c. Hasta el año 1989, esta causal solo se aplicaba a los varones, porque en concepto del
legislador no le era exigible a las mujeres acudir a los tribunales a hacer la denuncia.
d. Piensa el legislador que el asignatario que contribuye con su silencio a la impunidad del
homicidio se hace en cierta medida su cómplice.
e. Hay dos casos en que cesa esta causal de indignidad:
1. Cuando la justicia comienza a conocer del caso (Inc. 2).
2. Esta indignidad no puede alegarse si el autor del homicidio es el cónyuge o un pariente
por consanguinidad o afinidad hasta el tercer grado inclusive (Inc. 3).

3. Causal del Art. 970 CC.

Art. 970. 7º Es indigno de suceder al impúber, demente, sordo o sordomudo que no pueda darse a
entender claramente, el ascendiente o descendiente que, siendo llamado a sucederle abintestato,
no pidió que se le nombrara un tutor o curador, y permaneció en esta omisión un año entero: a
menos que aparezca haberle sido imposible hacerlo por sí o por procurador.
Si fueren muchos los llamados a la sucesión, la diligencia de uno de ellos aprovechará a los
demás.
Transcurrido el año recaerá la obligación antedicha en los llamados en segundo grado a la
sucesión intestada.
La obligación no se extiende a los menores, ni en general a los que viven bajo tutela o curaduría.
Esta causa de indignidad desaparece desde que el impúber llega a la pubertad, o el demente sordo
o sordomudo toman la administración de sus bienes.

Es indigno de suceder el ascendiente o descendiente de un incapaz (absoluto) que, siendo llamado


a suceder abintestato, no pidió que se le nombrara tutor o curador, y permanece en esa omisión
un año completo.

Consideraciones:
a. El causante debe un incapaz absoluto, pues la ley señala que debe tratarse de un impúber,
demente, sordo o sordo mudo que no pueda darse a entender claramente.
b. El indigno debe ser ascendiente o descendiente del incapaz llamado a suceder abintestato.
c. El indigno debe haber estado un año completo en la omisión de pedir el nombramiento de
un tutor o curador. Transcurrido ese año, la obligación de solicitar el nombramiento, pasa
a los llamados en el siguiente orden según las reglas de la sucesión intestada.
d. Si son muchos los llamados a suceder, la diligencia de uno aprovechará a los demás.
e. Esta causal cesa en los siguientes casos:
1. Si aparece haberle sido imposible al asignatario pedir el nombramiento por sí o por
mandatario.
2. Cuando el incapaz absoluto alcanza la plena capacidad.
f. No están obligado a pedir el nombramiento los incapaces.
4. Causal del Art. 971 CC

Art. 971. 8º Son indignos de suceder el tutor o curador que nombrados por el testador se
excusaren sin causa legítima.
El albacea que nombrado por el testador se excusare sin probar inconveniente grave, se hace
igualmente indigno de sucederle.
No se extenderá esta causa de indignidad a los asignatarios forzosos en la cuantía que lo son, ni
a los que, desechada por el juez la excusa, entren a servir el cargo.

Son indignos de suceder el tutor o curador que, nombrados por el testador se excusaren sin causa
legítima; y el albacea que, nombrado por el testador, se excusare sin probar inconveniente grave.

Aquí se contemplan dos causales:


1. Es indigno de suceder el tutor o curador que, nombrados por el testador, se excusaren sin
causa legítima de cumplir el encargo.
2. Es indigno de suceder el albacea que, nombrado por el testador, se excusare sin probar
inconveniente grave de cumplir el cargo.

Excepciones:
a. En estos casos, estamos frente a una causal de indignidad parcial, porque la indignidad no
se extiende a la asignación forzosa, en caso de que tales personas sean asignatarios
forzosos.
b. No se configuran estas causales de indignidad si, desechada la excusa por el juez, el tutor o
curador o albacea, entran a desempeñar el cargo.

5. Causal del Art. 972.

Art. 972. 9º Finalmente, es indigno de suceder el que, a sabiendas de la incapacidad, haya


prometido al difunto hacer pasar sus bienes o parte de ellos, bajo cualquier forma, a una persona
incapaz.
Esta causa de indignidad no podrá alegarse contra ninguna persona de las que por temor
reverencial hubieren podido ser inducidas a hacer la promesa al difunto; a menos que hayan
procedido a la ejecución de la promesa.

Es indigno de suceder el que, a sabiendas de la incapacidad, ha prometido al causante hacer pasar


sus bienes o parte de ellos a una persona incapaz.

Consideraciones.
a. Su fundamento radica en que se busca sancionar al que colabora con la infracción de una
causal de incapacidad.
b. Para que se configure la causal, el indigno debe actuar a sabiendas, o sea, con pleno
conocimiento de la incapacidad y de que los bienes pasará a dicho incapaz.
c. La causal se configura por el solo hecho de la promesa, sin que sea necesario que ella
empiece a ejecutarse.
d. La causal no se configura respecto de la persona que por temor reverencial hubiere sido
inducida a hacer la promesa al difunto, a menos que haya procedido a la ejecución de la
promesa (no basta por consiguiente aquí la sola promesa)

6. Otras causales. (que se asimilan a indignidad)


1. Art. 114 CC: Caso relativo al menor que contrae matrimonio sin el asenso, estando obligado a
obtenerlo.
Art. 114. El que no habiendo cumplido dieciocho años se casare sin el consentimiento
de un ascendiente, estando obligado a obtenerlo, podrá ser desheredado, no sólo por
aquel o aquellos cuyo consentimiento le fue necesario, sino por todos los otros
ascendientes. Si alguno de éstos muriere sin hacer testamento, no tendrá el descendiente
más que la mitad de la porción de bienes que le hubiera correspondido en la sucesión
del difunto.

En este caso, el menor puede ser desheredado por todos los ascendientes (no sólo por los que
debían autorizar al matrimonio), para lo cual, naturalmente, es necesario que otorguen
testamento. Pero si uno de estos ascendientes muere sin hacer testamento, se configura una
causal de indignidad parcial, ya que el menor solo tendrá derecho a la mitad de los bienes que le
hubiera correspondido en la sucesión del difunto.
Comentario: Esta indignidad, a juicio de Pablo Rodríguez Grez, presenta la peculiaridad de que
opera de pleno derecho, haciendo excepción a las reglas generales. Saca esta conclusión
ateniéndose al tenor literal del Art. 114 CC, del cual se desprende que la indignidad parcial se
produce por el sólo hecho de contraerse el matrimonio sin el asentimiento de los ascendientes, y
de sobrevenir la muerte de cualquiera de ellos sin que hayan otorgado testamentos.
2. Art. 127 CC: Caso relativo al viudo o viuda que teniendo hijos de precedente matrimonio
sujetos a su patria potestad quiere volver a casarse, y por cuya negligencia se ha dejado de hacer
en tiempo oportuno el inventario solemne que ordena el Art. 124 CC. En este caso, el viudo o
viuda se hace indigno de suceder al hijo cuyos bienes ha administrado.

Art. 127. El viudo o divorciado o quien hubiere anulado su matrimonio por cuya negligencia
hubiere dejado de hacerse en tiempo oportuno el inventario prevenido en el artículo 124,
perderá el derecho de suceder como legitimario o como heredero abintestato al hijo cuyos
bienes ha administrado.
3. Art. 219 CC: Caso de los que han intervenido en el fraude de falso parto o de suplantación
del hijo, a propósito de la acción de impugnación de la maternidad. Estas personas se
hacen indignas de suceder al hijo.

Art. 219. A ninguno de los que hayan tenido parte en el fraude de falso parto o de suplantación,
aprovechará en manera alguna el descubrimiento del fraude, ni aun para ejercer sobre el hijo los
derechos de patria potestad, o para exigirle alimentos, o para suceder en sus bienes por causa de
muerte.
La sentencia que sancione el fraude o la suplantación deberá declarar expresamente esta
privación de derechos y se subinscribirá al margen de la inscripción de nacimiento del hijo.

Comentemos que esta disposición, a juicio de Pablo Rodríguez Grez presenta la


peculiaridad de que ella debe ser declarada de oficio, de manera que no es necesario
alegarla, apartándose de las reglas generales.
4. Art. 994 CC: Caso relativo al cónyuge que hubiere dado motivo a la separación judicial por
culpa; y a los padres del causante cuya paternidad o maternidad ha sido declarada
judicialmente contra su oposición.

Art. 994. El cónyuge separado judicialmente, que hubiere dado motivo a la separación por su
culpa, no tendrá parte alguna en la herencia abintestato de su cónyuge.
Tampoco sucederán abintestato los progenitores del causante si la paternidad o maternidad ha
sido determinada judicialmente contra su oposición, salvo que mediare el restablecimiento a que
se refiere el artículo 203.

El cónyuge que hubiere dado motivo a la separación judicial por culpa, se hace indigno de
suceder a su marido o mujer. Los padres cuya paternidad o maternidad ha sido declarada
judicialmente contra su oposición, se hacen indignos de suceder al hijo, a menos que
mediare el restablecimiento a que se refiere el Art. 203 CC.
Características de las indignidades

1. Son excepcionales, pues la regla general está dada por la dignidad para suceder.
2. No se presumen, de modo que quien alega una incapacidad debe probarla.
3. Son de derecho estricto, de manera que a su respecto no cabe una interpretación
analógica.
4. Son taxativas.
5. No impiden adquirir por sucesión por causa de muerte; el efecto propio de la indignidad es
que el indigno no puede conservar la asignación. Declarada judicialmente la indignidad, el
indigno debe restituir lo que haya recibido, sus accesorios y sus frutos, siendo considerado
poseedor de mala fe, para los efectos de las prestaciones mutuas.
6. Como consecuencia de lo anterior, para el indigno Sí hay delación.
7. No operan de pleno derecho, por lo mismo, se precisa de una sentencia judicial que la
declare. En consecuencia, mientras no exista sentencia judicial ejecutoriada el afectado es
digno de suceder.
8. El titular de la acción de indignidad es cualquier persona que tenga interés en la exclusión
del asignatario indigno.
9. Son renunciables, y ello, porque las indignidades no son de orden público, de manera que
nada obsta a que el testador asigne parte de sus bienes a un indigno, en cuyo caso se
entiende que media el perdón.
10. No operan respecto de personas jurídicas.
11. Operan tanto en la sucesión testamentaria como en la intestada, con excepción de
aquéllas que suponen el otorgamiento de un testamento.
12. La acción de indignidad no pasa contra terceros de buena fe. En consecuencia, los actos de
enajenación quedarán firmes, pese a la declaración de indignidad, si los terceros estaban
de buena fe, esto es, ignoraban que contrataron con un indigno.
13. Son una especie de presunción de la voluntad del causante en el sentido que si hubiera
podido no habría llamado a ese heredero a sucederle porque son una especie de sanción
por haber cometido un hecho socialmente repudiable.

Extinción de la Indignidad.
Las indignidades se purgan o extinguen por dos medios:
a. Por el perdón del ofendido: Como en las indignidades no está comprometido el interés
público, nada obsta a que el testador perdone al ofensor renunciando a la indignidad, para
lo cual es menester que el ofendido otorgue testamento. El perdón puede asumir dos
formas:
1. Perdón expreso: Es aquél que el testador (ofendido) formula en términos formales,
explícitos y directos.
2. Perdón tácito: Es aquella que se configura cuando el testador, no obstante la causal de
indignidad, asigna parte de sus bienes al indigno.
¿Qué ocurre si al otorgar el testamento el testador no sabía de la causal de indignidad?
Según el Art. 973 CC, de todas formas esa asignación se mirará como perdón, y razón de
ello radica en que el testamento es un acto esencialmente revocable, de manera que si el
testador tomó conocimiento de la causal de indignidad con posterioridad al otorgamiento
del testamento y, sin embargo, no lo revocó, es porque tenía la clara intención de
perdonar al indigno.

Art. 973. Las causas de indignidad mencionadas en los artículos precedentes no podrán
alegarse contra disposiciones testamentarias posteriores a los hechos que la producen,
aun cuando se ofreciere probar que el difunto no tuvo conocimiento de esos hechos al
tiempo de testar ni después.
De acuerdo a tal precepto, las causales de indignidad no pueden alegarse contra un
testamento posterior a los hechos que las configura, aun cuando se ofreciere probar que
el causante no tuvo conocimiento de esos hechos ni al tiempo de testar ni después.
b. Por prescripción. De acuerdo al Art. 975 CC, la indignidad se purga en 5 años de posesión
de la herencia o legado.
¿Se trata de una prescripción adquisitiva o extintiva?
1. Para algunos, como hay posesión de la herencia o legado, habría prescripción
adquisitiva.
2. Para otros, se trata de una prescripción extintiva, toda vez que el indigno ya adquirió
por sucesión por causa de muerte.

Titulares de la acción de indignidad

Art. 974. La indignidad no produce efecto alguno, si no es declarada en juicio, a


instancia de cualquiera de los interesados en la exclusión del heredero o legatario
indigno.
Declarada judicialmente, es obligado el indigno a la restitución de la herencia o legado
con sus accesiones y frutos.

a. Serán titulares de la acción los demás asignatarios. Y tiene interés en excluir al asignatario
indigno porque, cuando ello ocurre, sus cuotas aumentan.
b. Serán titulares de la acción los acreedores de los asignatarios. Y tienen interés en excluir al
asignatario indigno porque, cuando ello ocurre, aumenta la cuota de su deudor y, por
tanto, se incrementa también el patrimonio en donde hacer efectivo su crédito.
¿Cómo se hace valer la indignidad?
La indignidad puede alegarse por:
1. Por vía de acción: Se alegará por vía de acción cuando el interesado en excluir al indigno
deduce demanda en su contra solicitando que la indignidad sea declarada judicialmente.
2. Por vía de excepción: Se alegará por vía de excepción cuando el indigno reclama
judicialmente la asignación que se le ha deferido, y los demás asignatarios se defienden
señalando que el actor es indigno de suceder al causante.
¿En contra de quién se hacen valer las indignidades?
Del indigno, y si falleció, en contra de sus herederos, porque, como dijimos, en virtud del art.977,
las indignidades se transmiten.
Efecto de las Indignidades
a. Efectos respecto del indigno: Las indignidades no impiden que el asignatario adquiera por
sucesión por causa de muerte la asignación que se le ha deferido. Lo que ocurre es que,
declarada judicialmente la indignidad –porque ella no opera de pleno derecho (Art. 974
Inc. 1 CC)-, el indigno no puede retener o conservar su asignación, sino que es obligado a
restituirla con sus accesorios y frutos.
Tengamos presente que, para estos efectos, el indigno es considerado poseedor de mala
fe, en conformidad a las reglas de las prestaciones mutas (para saber qué frutos debe
restituir).
b. Efectos respecto de sus herederos : Si el indigno fallece, sin que se haya declarado
judicialmente la indignidad, transmitirá esa asignación a sus herederos pero con el mismo
vicio de indignidad, por el tiempo que falte para completar los 5 años de que trata el Art.
975 CC (Art. 977 CC). En consecuencia, puede deducirse la acción de indignidad contra los
herederos del asignatario indigno, por todo el tiempo que falte para cumplir los 5 años.
En todo caso, vale tener presente que respecto de los herederos del indigno, se ha
entendido que a su favor opera la presunción general de buena fe.
c. Efectos respecto de terceros : De acuerdo al Art. 976 CC, la acción de indignidad no pasa
contra terceros de buena fe. De suerte que si el indigno enajena la cosa asignada, el
tercero adquirente de buena fe (que ignora la existencia de la causa de indignidad) no está
obligado a restituirla. Lo contrario sucede respecto de los terceros de mala fe (que sabían
de la existencia de la causal).

Paralelo entre Indignidades e Incapacidades

Diferencias:

Indignidades Incapacidades

No impide adquirir por sucesión por causa de Impide adquirir por sucesión por causa de
muerte, sino que, una vez declarada muerte
judicialmente, el indigno no puede conservar
la asignación, estando obligado a restituirla,
con sus accesorios y frutos.

Sí hay delación No hay delación

Si fallece el indigno, transmite, pero con el Si el incapaz fallece, nada transmite


mismo vicio de indignidad.
La indignidad sólo se puede hacer valer en La incapacidad se puede hacer valer en contra
contra de los terceros de mala fe. de todo tercero, este de buena o mala fe.

No opera de pleno derecho, sino que Opera de pleno derecho y si el tema llega a
requiere de una sentencia judicial que así discutirse en

la declare. tribunales, el juez se limitará a constatar la


incapacidad y no a declararla

Son de orden privado. Son de orden público

Las indignidades son renunciables. Las incapacidades no pueden renunciarse

Semejanzas.

1. Tanto la capacidad como dignidad son requisitos generales para suceder por causa de
muerte.
2. Las incapacidades e indignidades son excepcionales, pues la regla general está dada por la
capacidad y dignidad.
3. Como consecuencia de lo anterior, las incapacidades e indignidades no se presumen, sino
que quien las alega debe probarlas.
4. Las incapacidades e indignidades son de derecho estricto, de modo que a su respecto no
cabe la interpretación analógica.
5. Tanto a las incapacidades como a las indignidades se les aplican los arts. 978 y 979 CC.

Art. 978. Los deudores hereditarios o testamentarios no podrán oponer al demandante la


excepción de incapacidad o indignidad.

Art.979. La incapacidad o indignidad no priva al heredero o legatario excluido, de los alimentos


que la ley le señale; pero en los casos del artículo 968 no tendrán ningún derecho a alimentos.

¿Cómo debe entenderse el art. 978?

Para don Luis Claro Solar, y los profesores Domínguez, los deudores del difunto no pueden oponer
a cualquier miembro de la sucesión que demanda el cumplimiento de una obligación, la excepción
de que dicho acreedor es indigno o incapaz para suceder.
“No te pago porque eres indigno”.
Somarriva: Debemos entender que el deudor hereditario es el heredero, y si es demandado por
un acreedor del causante, el heredero no puede oponer excepción de indignidad o de incapacidad.

Art. 324. En el caso de injuria atroz cesará la obligación de prestar alimentos. Pero si la
conducta del alimentario fuere atenuada por circunstancias graves en la conducta del alimentante,
podrá el juez moderar el rigor de esta disposición.
Sólo constituyen injuria atroz las conductas descritas en el articulo 968.
Quedarán privados del derecho a pedir alimentos al hijo el padre o la madre que le haya
abandonado en su infancia, cuando la filiación haya debido ser establecida por medio de
sentencia judicial contra su oposición.

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