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Este documento discute la importancia de la participación de la comunidad en la supervisión y el control de la Policía Nacional Bolivariana de Venezuela. Argumenta que la policía debe responder a las necesidades de la sociedad y estar sujeta a la supervisión de la comunidad para mejorar la relación entre la policía y el público. También enfatiza la importancia de que la policía comprenda el contexto social y cultural para desarrollar una práctica policial apropiada.
Este documento discute la importancia de la participación de la comunidad en la supervisión y el control de la Policía Nacional Bolivariana de Venezuela. Argumenta que la policía debe responder a las necesidades de la sociedad y estar sujeta a la supervisión de la comunidad para mejorar la relación entre la policía y el público. También enfatiza la importancia de que la policía comprenda el contexto social y cultural para desarrollar una práctica policial apropiada.
Este documento discute la importancia de la participación de la comunidad en la supervisión y el control de la Policía Nacional Bolivariana de Venezuela. Argumenta que la policía debe responder a las necesidades de la sociedad y estar sujeta a la supervisión de la comunidad para mejorar la relación entre la policía y el público. También enfatiza la importancia de que la policía comprenda el contexto social y cultural para desarrollar una práctica policial apropiada.
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA RELACIONES INTERIORES,
JUSTICIA Y PAZ UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD (UNES) CARACAS
VALORACIÓN ARGUMENTATIVA EN MATERIA DEL SERVICIO Y GESTIÓN
POLICIAL EN EL CONTEXTO DE LA LEY DE POLICÍA NACIONAL. .
Autor: Haydee Balza
CI: 12.168.492
Caracas, Mayo 2021
ENSAYO
La valoración general de la Policía Nacional Bolivariana como institución social,
se concreta en la formación de la praxis de cada miembro de la misma, durante el servicio y la gestión a partir de las necesidades sociales y a través de la asimilación socializada de la cultura comunitaria donde el hombre de policía desarrolla su propia personalidad en un proceso histórico - social. Como se recoge en textos diversos los funcionarios seleccionados de la Policía Nacional Bolivariana, como institución policial deben producir, por propia iniciativa las necesarias transformaciones para convertirse en los referentes de los cambios que la sociedad organizada reclama y que deben gestarse en el consenso de sus propias comunidades, respondiendo a la urgencia y magnitud de sus desafíos contra la criminalidad, y permitiendo la Contraloría Social en materia de supervisión y control hasta que la praxis se acople a la Normativa de la Ley de Policía Nacional. Estos cambios implican una interacción permanente de la sociedad organizada y los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana en que la primera, manteniendo una conducta innovadora y flexible, proporcione una respuesta a sus necesidades internas de la comunidad afectada por la criminalidad, que se lleve en armonía con el respeto por sus valores y principios, los cuales están comprometidos con el desarrollo futuro del País, pero con el control y supervisión tal como lo establece la norma como una forma de Contraloría Social hacia su propia policía. Ello determina el grado de pertinencia que alcanzaría el funcionario policial y que debería ser incrementado permanentemente en un proceso que tenga en cuenta otras instituciones comunitarias. En este contexto pudiera conformarse una definición de aproximación de la Policía Nacional Bolivariana y los consejos comunales, en consideración de las características y concepciones que sobre la praxis Policial se vislumbra en la Ley de la Policía Nacional, a través de varios artículos relacionados en el país. De allí que puede formularse según el papel que cumple y el lugar que ocupa la Policía Nacional Bolivariana en función de las necesidades y demandas de la sociedad un nuevo ámbito, el de la participación del colectivo en aplicar mecanismos contralores sociales como supervisión y control para mejorar la relación del funcionario y el comunitario. Las acciones que se realicen carecerán de un verdadero sentido social si no son anticipatorias de los escenarios futuros y no manifiestan su intención de modificar la realidad vigente en materia de contraloría social por parte del comunitario hacia la policía bolivariana, esto evitará futuras confrontaciones y acciones contrarias a la praxis del funcionario policial. La pertinencia social es un requisito para la evaluación institucional, pues de nada servirán excelentes hombres de policía capaces de brindar inmejorables servicios, si estos no están adecuados al entorno social al cual sirven. Otro concepto de vital importancia que pareciera caracterizar al funcionario policial y sus procesos es su impacto contradictorio por el efecto de la praxis del funcionario policial. Éste es un criterio de medida de la capacidad de los procesos estadales de satisfacer las expectativas sociales, a través de sus resultados fundamentales y, en general, por los aportes y transformaciones que hacen a su entorno cuando ejercen contraloría social del hombre de policía. Toda sociedad necesita preservar la cultura precedente y a la vez desarrollarla con la creación de nueva cultura, en ello está la pertinencia de la Policía Nacional Bolivariana como expresión de su encargo social. La cultura de una praxis policial apropiada constituye un conjunto de ideas y realizaciones. En lenguaje pedagógico, esto no es otra cosa que conocimientos, habilidades y valores de los cuales deben apropiarse los ciudadanos en el proceso de preservación de la cultura existente, la que, a su vez, es enriquecida a través de la creación de más participación social cuando se ejerce apropiadamente la contraloría social como respuesta a las vivencias del comunitario que resulta de la interacción del funcionario policial. Este proceso está vinculado, tanto en una forma como en la otra, a los problemas de la sociedad, surge de la necesidad que experimentan los hombres de transformar las situaciones que se dan en los objetos con los que se relaciona y que, para satisfacerla, se ven impelidos a preservar y crear cultura. Para la satisfacción de sus necesidades el hombre se traza un objetivo que no es más que la representación del objeto transformado con el que se resuelve el problema de la praxis policial. En el proceso de preservación y desarrollo de la cultura la comunidad tiene en su centro la formación de los niños y niñas, como depositarios y promotores de esa cultura. En correspondencia con ello, la comunidad debe poseer una estructura institucional que le permita la formación de estos jóvenes a través de una formación integral y desarrollar, al mismo tiempo, de manera consciente, lo académico, lo social y lo integracional en el respeto a sí mismos y a su entorno donde se desenvuelven. Lo académico, lo social e integracional se dan en unidad y tienen funciones instructivas, sobre todo cuando se supervisa y controlan las acciones policiales dentro de las comunidades asociadas para el logro de una praxis apropiada. La formación de los niños será eficiente y eficaz en la medida que tanto el hombre de policía, como el comunitario estén conscientes de sus respectivos roles en el proceso social de cambios y en el cual este último se sienta artífice de su formación. De esta manera los procesos gerenciales sociales se convierten, en la vía más eficiente y sistemática que la sociedad moderna exige para la preservación y desarrollo de su cultura. La concepción de la contraloría social dentro de las instituciones policiales, estarán determinadas por el modelo que se asuma en la formación de estos profesionales, como respuesta a las demandas de la sociedad. Un aspecto de vital importancia es la contextualización de la policía y los procesos que en ella se desarrollan en la praxis hacia las personas. Los enfoques que se dan a los procesos estarán enmarcados en direcciones de la labor humanística en lo económico, social, cultural, administrativo y lo demográfico. Estos aspectos han sido desarrollados ampliamente en documentos de la Ley de Policía y del Servicio de Policía (2009).