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e De Brouwer
PSICOLOGÍA
Individuo y medio social
MARÍA LUISA SANZ DE ACEDO LIZARRAGA (Ed.)
PSICOLOGÍA
Individuo y medio social
BIBLIOTECA DE PSICOLOGÍA
DESCLÉE DE BROUWER
© María Luisa Sanz de Acedo Lizarraga (Ed.), 2012
Relación de autores. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
BLOQUE I
Introducción a la Psicología y procesos de captación de la información
4. Atención . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149
Raúl Cacho Fernández
BLOQUE II
Procesos de adquisición, retención y generación de información
5. Aprendizaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185
Susana Conejero López y Raúl Cacho Fernández
6. Memoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 233
Milagros Pollán Rufo y María Luisa Sanz de Acedo Lizarraga
7. Pensamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 281
María Luisa Sanz de Acedo Lizarraga
10 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
BLOQUE III
Procesos dinámicos y diferencias individuales
9. Personalidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 383
Iñaki Lorea Conde y María Luisa Sanz de Acedo Lizarraga
BLOQUE IV
Procesos de la cognición y valoración social
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 513
12 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
RELACIÓN DE AUTORES 13
Presentación
social. Por último, puede ser un libro atractivo para cualquier persona que
sienta inquietud por conocer qué es la Psicología y en qué radica su importan-
cia para la vida personal y social.
El libro está estructurado en cuatro bloques y once capítulos. Cada bloque
mantiene cierta unidad respecto a las competencias y a los contenidos que pre-
tende estimular y trabajar. Las competencias, adaptadas a los contenidos de sus
correspondientes capítulos, quedan definidas al inicio de cada bloque de manera
que profesores y alumnos puedan analizarlas e interiorizarlas antes de afrontar
el aprendizaje de los contenidos para lograr así una retroalimentación. En todos
los capítulos se ha establecido un guión semejante: comienzan con el plantea-
miento de algunas cuestiones que hacen pensar sobre el contenido, después se
enuncian los apartados generales que se desarrollan posteriormente, se presenta
una introducción motivadora sobre el tema, se expone el contenido con solidez
y argumentación y se hace un resumen y una síntesis de términos clave. Además,
se añade un conjunto de tareas para que los alumnos ejerciten sus capacidades,
comprendan y transfieran los conocimientos y demuestren su nivel de compe-
tencia. Termina el capítulo con bibliografía recomendada para ampliar la infor-
mación ofrecida, en ocasiones inevitablemente abreviada.
El primer bloque, Introducción a la Psicología y procesos de captación
de la información, abarca cuatro capítulos y tiene por objeto estimular las
competencias de autorregulación, comparación, secuenciación, análisis y sín-
tesis, descubrir causas y establecer relaciones, con la finalidad de familiarizar
al alumno sobre el alcance de la Psicología y sus procesos básicos.
El capítulo uno presenta la Psicología como ciencia y en él se analizan los
siguientes puntos: las raíces filosóficas y fisiológicas de la Psicología, las pers-
pectivas teóricas que interpretan su objeto de estudio –estructuralismo, funcio-
nalismo, gestalt, conductismo, etc.– y los métodos que se utilizan para inves-
tigar la mente, la conducta y su interacción con el medio social, en especial el
método científico y las técnicas experimentales y no experimentales.
El capítulo dos recoge las Bases neuronales de la conducta, la evolución del
cerebro, las estructuras microscópicas y macroscópicas y las funciones del sis-
tema nervioso central. Estas cuestiones ayudan a conocer en su totalidad los
procesos psicológicos completando su interpretación cognitiva con los valio-
sos aportes que ofrece la neurociencia mediante técnicas avanzadas de neu-
roimagen.
En el capítulo tres se exponen los procesos de entrada de información al
sistema cognitivo humano: Sensación y percepción. Ambos procesos son inse-
parables, pues la percepción quedaría inconclusa sin la construcción de la sen-
sación y ésta quedaría sin sentido sin la primera. El conocimiento del mundo
–objetos, caras, profundidad, movimiento, etc.– y la adaptación al mismo es el
producto final de la intervención de los mecanismos complejos, que comien-
PRESENTACIÓN 17
zan con la presencia de una energía física o química que es captada por los sen-
tidos y termina con la interpretación de la misma por el cerebro.
Finalmente, el capítulo cuatro se centra en el tema de la Atención. Dada su
importancia, pues afecta de manera directa a otros procesos cognitivos, tales
como la memoria, este constructo está experimentando un desarrollo teórico
muy interesante. Se tratan los siguientes aspectos: enfoques teóricos –concreta-
mente los modelos de atención selectiva, de atención como recurso limitado y de
atención automática y controlada– los diferentes tipos de atención y sus formas
de evaluación, las redes neuronales y algunas de las alteraciones de este proceso.
En los tres capítulos del segundo bloque, Procesos de adquisición, reten-
ción y generación de la información, se afianzan las competencias del bloque
uno, caso del análisis y de la síntesis e interpretación de causas, y se introdu-
cen otras nuevas directamente relacionadas con la toma de decisiones, la reso-
lución de problemas y la creatividad. Los procesos de este bloque reflejan una
clara secuencia de niveles de complejidad desde el más sencillo, el aprendizaje,
pasando por el nivel intermedio, la memoria, hasta el más complejo, el pensa-
miento.
El capítulo cinco se refiere al Aprendizaje, un proceso estudiado por la Psi-
cología conductista durante décadas pero recientemente investigado también
por otras corrientes psicológicas, como la cognitiva. Un organismo aprende
cuando logra un cambio relativamente permanente en sus conductas, capaci-
dades y experiencias como resultado de la práctica. El texto revisa las formas
tradicionales de aprender –procedimiento clásico e instrumental y aprendizaje
social– y las nuevas orientaciones cognitivas al respecto –aprendizajes comple-
jos– y comenta las bases neurológicas del proceso.
Entender en qué consiste la Memoria humana y cómo funciona es de espe-
cial importancia para el estudio de la mente, ya que ningún proceso cognitivo
podría realizarse normalmente sin la intervención de la memoria, ni siquiera
el sentimiento de identidad que toda persona posee se mantendría si no exis-
tiera. En el capítulo seis se plantea la memoria no como una unidad singular,
sino como un proceso compuesto por múltiples tipos o sistemas de memoria.
Son descritos considerando su alcance temporal, memoria sensorial, memo-
ria a corto y largo plazo; su categorización tradicional, declarativa y no decla-
rativa y sus nuevas formas, retrospectiva y prospectiva. También se revisan las
explicaciones que se han dado al fenómeno del olvido, sus alteraciones y sus
bases neuronales; es decir, se enlazan las propiedades físicas del cerebro con
los conceptos abstractos de la memoria.
El capítulo siete se dedica al Pensamiento, proceso cognitivo superior por
excelencia. Con este objetivo, se exponen las cuatro áreas que se utilizan en su
investigación: a) las dos formas habituales de clasificar el razonamiento huma-
no, inductivo y deductivo b) el proceso de toma de decisiones –con los factores
18 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
que más influyen en él: los derivados de la naturaleza de la decisión, del sujeto
que decide y del entorno– y la decisión grupal con las técnicas más frecuentes
que se emplean para llevarla a cabo c) la solución de problemas, destacando
los pasos que han de darse para solucionar el conflicto, una clasificación habi-
tual de los problemas y algunas estrategias de solución d) la creatividad, des-
de un punto de vista del proceso, de la persona, del producto y de las influen-
cias ambientales, la creatividad grupal, la relación existente entre creatividad
e innovación y algunas orientaciones sobre cómo estimularla.
El tercer bloque, denominado Procesos dinámicos y diferencias indivi-
duales, consiste en dos capítulos en los que se trabajan, además del análisis
y de la síntesis, las competencias de la motivación intrínseca y de logro, la
interpretación de causas, el descubrimiento del porqué de las conductas, el
control de las emociones y el conocimiento de cómo es uno y en qué se dife-
rencia de los demás.
El capítulo ocho, dedicado a la Motivación y la emoción, desarrolla la
naturaleza esencialmente dinámica de estos dos procesos, las funciones que
desempeñan en la vida del ser humano, la clasificación de las necesidades
que se experimentan –desde las biológicas a las de realización personal y
social– las teorías que buscan explicar las causas que mueven a la acción –lo
que a uno le gusta, la disonancia cognitiva, las expectativas, etc.– los compo-
nentes biológicos, conductuales y subjetivos de las emociones, su clasifica-
ción en emociones positivas y negativas y los modelos teóricos que las inter-
pretan destacando el papel de la cognición en la evaluación de la experiencia
emocional.
El capítulo nueve se ocupa de la Personalidad como una realidad que
incorpora los procesos psicológicos estudiados a lo largo del libro. Los psi-
cólogos la definen de diferentes maneras, pero todas ellas suponen dos con-
ceptos esenciales: patrones de conducta e interacción con el medio. En las
páginas correspondientes se resumen tanto las teorías clásicas sobre este
constructo –psicoanálisis, de los rasgos, del aprendizaje social y humanistas–
como algunas de las más recientes e integradoras, el modelo de aprendizaje
biosocial y el neurobiológico. Se incluyen además algunas ideas sobre la evo-
lución de la personalidad, su evaluación y sus trastornos.
El último bloque, denominado Procesos de la cognición y valoración
social, introduce a los estudiantes en los temas más relevantes de la Psicolo-
gía social y profundiza en el dominio de las competencias trabajadas en los
bloques anteriores, pero ahora aplicadas a la realidad social. En tal sentido,
se ejercita el pensamiento crítico, la interpretación de la información, la apli-
cación de lo aprendido al mundo social y el descubrimiento de categorías,
esquemas y sesgos sociales a los que constantemente recurren los individuos,
casi de forma inconsciente, para valorar los objetos sociales.
PRESENTACIÓN 19
Wilhelm Wundt
3. SENSACIÓN Y PERCEPCIÓN
La capacidad para analizar los factores del sujeto y del entorno que influyen
en la percepción, identificando cada uno de ellos, determinando su función
y llegando a una conclusión sobre los mismos, con la finalidad de conocer la
naturaleza del proceso de análisis y sus múltiples aplicaciones a la percepción
personal y social.
La capacidad para sintetizar los elementos que intervienen en la percepción de
las caras, de la profundidad y del movimiento, analizando lo que aporta cada
uno de ellos y reflexionando sobre qué pasaría si el ser humano prescindiera,
por ejemplo, de un ojo o de un oído, con la finalidad de mejorar en la capacidad
de integrar información relevante y de ser crítico con la irrelevante.
La capacidad para aplicar el conocimiento adquirido sobre la sensación y per-
cepción a los medios de comunicación, a la valoración del tiempo y del espacio
y a la profesión elegida, con la finalidad de comprender el alcance que tienen
estos procesos en la adaptación a la realidad social.
COMPETENCIAS QUE SE ESTIMULARÁN EN EL BLOQUE I 29
4. ATENCIÓN
La capacidad para analizar los factores que influyen en la atención, identi-
ficando sus características y reflexionando sobre la motivación que se tiene
hacia ellos, con la finalidad de comprender mejor la propia conducta y la de los
demás y ser crítico ante los múltiples estímulos que se recibe.
La capacidad para predecir los efectos de la falta de atención en el ejercicio
de una profesión (enfermería, magisterio, etc.), analizando el servicio que se
presta a la población y sus consecuencias y razonando por qué los profesiona-
les descuidan su atención cuando realizan las tareas que se les asignan, con
la finalidad de aprender a trabajar con la máxima intensidad y productividad.
La capacidad para secuenciar actividades según el nivel de atención que exijan,
seleccionando las más relevantes y ordenándolas según el nivel de concentra-
ción que requieran, con la finalidad de diferenciar la importancia de las tareas
que se deben ejecutar según el número de recursos de atención que demanden.
1 Psicología como ciencia
E. M. Casanova Lamoutte y R. Cacho Fernández
Índice
7. Resumen.................................................................................................. 69
8. Términos clave........................................................................................ 72
Introducción
1. Antecedentes de la Psicología
Podría decirse que Platón, San Agustín, Santo Tomás de Aquino y Descar-
tes sostuvieron la línea innatista; por el contrario, Aristóteles, Francis Bacon
(1561-1626), John Locke (1632-1704), James Mill (1773-1836) y Auguste Com-
te (1798-1857) optaron por el ambientalismo o el aprendizaje a partir de los
sentidos. Para estos últimos las ideas están enlazadas entre sí y se evocan de
acuerdo con los principios de contigüidad, semejanza y contraste propios del
asociacionismo, corriente que dominó durante los siglos XVIII y XIX e influ-
yó notablemente en las primeras investigaciones de la Psicología. Se parte del
mundo sensible para formar los conceptos y éstos encuentran en la realidad
observable su justificación y limitación.
por medio de la evidencia y observación y viene determinado por las leyes aso-
ciacionistas. Su lógica se basa en la inducción, un tipo de razonamiento en el
que la certeza de las premisas ofrece apoyo a la verdad de la conclusión pero
no la garantiza, parte de casos particulares para llegar a una conclusión. El
empirismo, aunque con raíces en la Filosofía griega, nació en la Edad Media
y se desarrolló en la Edad Moderna (siglos XV al XVIII), concretamente en el
Reino Unido.
Los filósofos partidarios del racionalismo fueron los mismos que se incli-
naron por la dualidad mente/cuerpo y por el conocimiento innato; en cambio,
los seguidores del empirismo lo hicieron por el monismo y el ambientalismo
(Figura 1.1).
Figuras Hallazgos
Franz J. Gall Creó el movimiento frenológico, una pseudociencia que relaciona las
(1758-1828) facultades psíquicas con zonas del cerebro, y estimó que el desarrollo
o el retroceso de esas zonas favorecen o dificultan la actividad de las
funciones psicológicas implicadas en ellas.
Hermann von Fue el científico naturalista más afamado del siglo XIX. Realizó inte-
Helmholtz resantes experimentos acerca de las sensaciones acústicas y visuales
(1821-1894) y determinó la velocidad del impulso nervioso o tiempo de reacción
(intervalo temporal existente entre la presencia del estímulo y la res-
puesta del sujeto).
Pierre P. Broca Observó que pacientes con trastornos del habla mostraban lesiones
(1824-1880) en una misma área del lóbulo frontal izquierdo del encéfalo.
3. Perspectivas psicológicas
3.1. Estructuralismo
3.2. Funcionalismo
3.3. Gestalt
3.4. Psicoanálisis
Concepto Interpretación
El inconsciente es el nivel más profundo de la personalidad y está formado
por fuerzas ocultas reprimidas y por instintos o pulsiones, verdaderos cau-
Inconsciente, santes de la actividad humana y puentes entre el mundo psíquico y el físi-
preconsciente co. Destacan el instinto de conservación o vida, relacionado con lo sexual y
y consciente el yo, y el instinto de muerte, asociado con la destrucción. El preconsciente
alberga los contenidos que pueden hacerse conscientes y el consciente, los
contenidos propios del momento psicológico del sujeto.
Según Freud, la personalidad está integrada por tres estructuras: ello, yo
y superyó. El ello opera según los dictados del principio de placer y es la
región de los impulsos e instintos inconscientes. El yo se rige por el prin-
Teoría de la cipio de realidad y representa una organización coherente de las funcio-
personalidad nes; su labor es evitar el malestar y el dolor, oponiéndose o regulando
la descarga de impulsos, de manera que se adecue a las exigencias del
mundo social. Al superyó pertenecen los valores morales interiorizados,
las prohibiciones y los estándares de las imágenes parentales.
Fundamentado en la asociación libre de ideas, tiene como finalidad des-
cubrir las causas generadoras de los síntomas de malestar mental que se
padecen. El paciente, en un ambiente de confianza, comunica al terapeu-
Tratamiento ta todos sus pensamientos, imágenes y ocurrencias que le pasen por la
psicotera- mente. Por su parte, el terapeuta escucha, mantiene una actitud neutra e
péutico interpreta los contenidos exteriorizados por el paciente hasta dar con el
origen del problema. También Freud utilizó la hipnosis, o concentración
de la mente en un punto específico de la vida del sujeto, como técnica
analítica de los conflictos inconscientes.
Para este autor los sueños permiten el acceso enmascarado de los deseos
e impulsos reprimidos a la conciencia. Distingue en la estructura del sue-
ño: a) el contenido manifiesto, incoherente y sin sentido, que representa,
Interpretación
en forma de historia narrativa, lo que el sujeto vive durante el sueño b) el
de los sueños
contenido latente, que se refiere al verdadero significado del sueño, a las
experiencias (deseos, vivencias, etc.) que motivan el sueño y son objeto
de interés para el terapeuta.
Son recursos inconscientes que utilizan las personas para afrontar situa-
ciones que les producen frustración, ansiedad, miedo, etc. Los mecanis-
Mecanismos mos de defensa más significativos son: regresión (volver a etapas infan-
de defensa tiles), proyección (atribuir a otras personas características de la propia
personalidad) y sublimación (desplazar los sentimientos negativos por
otros socialmente aceptados y positivos).
3.5. Conductismo
Sus inicios se vieron sustentados por los estudios experimentales del compor-
tamiento animal, que le proporcionaron conceptos y modelos prácticos para inter-
pretar la conducta. Después de Watson, sus partidarios, deseosos de consolidar el
movimiento, desarrollaron el neoconductismo, que alcanzó su mayor esplendor
con la figura de Skinner, y que también fue objeto de intensos debates y críticas.
3.5.1. Raíces
Las raíces del conductismo deben ser situadas en dos figuras relevantes:
el fisiólogo ruso Ivan Pavlov (1849-1936) y el psicólogo americano Edward L.
Thorndike (1874-1949). Pavlov investigó la actividad de las glándulas digesti-
vas y descubrió que los perros hambrientos salivaban al ver a la persona que les
traía la comida. Interpretó esta conducta como una forma básica de aprendi-
zaje denominada “respuesta condicionada”. A partir de esta observación, com-
probó que los perros podían ser entrenados para salivar ante la presencia de
un estímulo arbitrario, como el sonido de una campana, si aquél acompañaba
a la comida. Sin intención premeditada, Pavlov había aportado a la Psicología
el paradigma fundamental del conductismo, la asociación estímulo/respuesta.
Por su parte, Thorndike, a quien se le atribuyen los primeros trabajos experi-
mentales de la conducta animal, colocó un gato en una jaula, algo de comida fuera
de ella y cronometró el tiempo que tardaba en aprender a escaparse para conseguir
la comida. En sus trabajos sobre el aprendizaje por ensayo y error advirtió que las
respuestas eran adquiridas por el resultado de sus consecuencias. Estos hallazgos
le llevaron a formular su famosa ley del efecto: es más probable que se repitan los
actos que producen satisfacción y menos probable que se repitan aquellos que
generan malestar. Esta ley supuso un avance en el estudio del aprendizaje, máxi-
me cuando Skinner transformó el aprendizaje por ensayo y error en aprendizaje
por condicionamiento operante o instrumental, como se verá en el capítulo cinco.
3.5.3. Neoconductismo
Conductismo formal
Otra figura relevante fue Edward C. Tolman (1886-1959). Pensaba que los
estímulos por sí solos no explican toda la conducta, sino que existen otras
variables, las intervinientes, de naturaleza más cognitiva (propósitos y expec-
tativas) que fisiológica, que influyen en ella. Una rata situada en un laberinto
adquiere un mapa cognitivo, una relación espacial entre determinados signos
y su correspondiente significado, que se comprueba cuando llega a la meta y
es recompensada. Lo que aprende el animal no son cadenas asociativas de estí-
mulo/respuesta, sino representaciones cognitivas. Estas ideas alejaron a Tolman
de la concepción original conductista ya que otorgaban a los aspectos mentales
una función específica, subjetiva, lejos del rigor y de la exactitud conductista.
Bajo el epígrafe de variables intervinientes se estaban reintroduciendo en la
Psicología los términos mentalistas y organicistas que el conductismo clásico
había rechazado.
Edwin R. Guthrie (1886-1959) quiso explicar el aprendizaje mediante el
principio de la contigüidad temporal (estímulo y respuesta se asocian porque
se producen uno a continuación del otro). Este autor consideró que no hay
ningún tipo de conducta que no pueda derivarse del condicionamiento simul-
táneo o de la asociación por contigüidad. Su simplicidad teórica hizo que sus
propuestas fueran acogidas, aunque no resultaron impactantes.
Hacia 1950 casi todos los psicólogos seguían la corriente conductista,
pero las formulaciones de Hull y Tolman fueron perdiendo influencia. En
aquel entonces comenzó a destacar otro psicólogo, Skinner, quien presentó
una Psicología simple pero a la vez grandiosa.
Conductismo radical
Conductismo postskinneriano
3.6. Cognitivismo
3.6.1. Raíces
3.6.3. Conexionismo
4.1.2. Hipótesis
4.1.3. Verificación
Este último paso del método científico, de profunda reflexión teórica, tiene
como meta fundamental interpretar los resultados obtenidos en el estudio. La
tarea se inicia comparando los datos con las hipótesis, para terminar con su
aprobación o rechazo. La decisión ha de ser razonada según el referencial teó-
rico que guía la investigación. Conviene ser prudentes en el momento de emi-
tir conclusiones y no ir más allá de los hechos pues quizá se requieran nuevas
comprobaciones para confirmar definitivamente los resultados, esto es, para
replicar la investigación. La replicación es una parte importante del proceso
científico porque algunas veces lo que parecía una deducción maravillosa, al
analizarla con minuciosidad se observa que es pasajera, incluso falsa. Por esto,
se exige a los científicos que comuniquen con claridad y detalle de dónde obtu-
vieron sus ideas, cómo las evaluaron y qué resultados obtuvieron. En ocasiones
la mejor interpretación de los resultados no emerge, no se consigue, hasta que
una hipótesis ha sido revaluada desde diferentes perspectivas.
PSICOLOGÍA COMO CIENCIA 61
4.3.1. Observación
4.3.2. Entrevista
5.1. Autoinformes
6. Especialidades de la Psicología
Especialidad Objetivos
7. Resumen
8. Términos clave
Índice
7. Resumen.................................................................................................. 106
Introducción
Neurotransmisor Funciones
mano, etc.). Luego este sistema tiene dos vías: una aferente, sensitiva e invo-
luntaria, que está relacionada con los diferentes sentidos y otra, eferente,
motora y consciente, que corresponde a la contracción del músculo esque-
lético.
El sistema nervioso autónomo por orden del SNC controla la musculatu-
ra lisa y cardíaca, las vísceras y las glándulas. Tiene dos ramas: simpática y
parasimpática. La simpática prepara al organismo para que actúe de forma
enérgica y precisa durante una emergencia. Entre otras tareas: a) aumenta
la frecuencia cardíaca y respiratoria b) dilata las pupilas c) hace que las pal-
mas de las manos transpiren d) reduce la función digestiva e) relaja la vejiga.
La rama parasimpática contrarresta de varias maneras la acción del sistema
nervioso simpático. Mientras el sistema simpático tiende a acelerar los acon-
tecimientos fisiológicos, el parasimpático los relaja, restaura en el cuerpo su
estado anterior y almacena y conserva la energía. En la vida diaria, el siste-
ma nervioso simpático y el parasimpático cooperan para que el ser humano
pueda vivir en equilibrio.
El sistema nervioso se describe utilizando líneas o ejes que sirven de
orientación para localizar sus diferentes estructuras. Existen tres ejes que
son el anterior/posterior, el dorsal/ventral y el medial/lateral (Figura 2.4).
3.2.1. Mielencéfalo
3.2.2. Metencéfalo
3.2.3. Mesencéfalo
3.2.4. Diencéfalo
3.2.5. Telencéfalo
Región subcortical
Corteza cerebral
2. Todos los cerebros humanos disponen de haces de fibras que sirven para conectar sus
componentes esenciales.
3. Las estructuras del encéfalo se proyectan unas sobre otras creando verdaderos mapas
topográficos.
6. Los sistemas cerebrales de un lado del encéfalo controlan la actividad del lado opues-
to del cuerpo.
Es difícil precisar con exactitud las bases neurobiológicas de todos los pro-
cesos psicológicos, pues muchos de ellos se encuentran representados en las
mismas zonas cerebrales; sin embargo, se han identificado algunas localizacio-
nes diferenciadas. Hay procesos preferentemente situados en el lóbulo frontal,
“cerebro nuevo”, y otros, en el sistema límbico, “cerebro viejo”.
Las actividades de la cognición superior, tales como la toma de decisio-
nes, la solución de problemas, la creatividad y el lenguaje, las dirige la corteza
frontal; en cambio, las acciones de comer, dormir, amar, etc., son propias del
sistema límbico. En este apartado se analiza el sustrato neuronal de dos pro-
cesos: el lenguaje y la emoción, asociados con la zona frontal y límbica respec-
tivamente.
La historia de la localización del lenguaje se inició con los estudios que rea-
lizó Paul Broca (1824-1880) en un paciente (al que llamó “Tan Tan” porque era
lo único que pronunciaba) que podía comprender el lenguaje pero era incapaz
de hablar, sin presentar otro déficit motor (Figura 2.10). La autopsia del cerebro
de dicho paciente mostró una lesión en la región posterior del lóbulo frontal
izquierdo, actualmente denominada área de Broca. El autor verificó su tesis en
ocho pacientes más con alteraciones similares y encontró las mismas lesiones
en el lóbulo frontal izquierdo. Tan interesantes hallazgos le indujeron a enun-
ciar su ya clásico principio: “hablamos con el hemisferio izquierdo”. Los traba-
jos de Broca estimularon la investigación referente a la localización cortical del
lenguaje y a otras funciones conductuales.
El paso siguiente lo dio Karl Wernicke (1848-1905), al observar otro tipo de
problemas en un paciente que no entendía el lenguaje pero que conservaba la
fluidez verbal (Figura 2.10). En diez casos clínicos localizó esta alteración en
la región posterior del lóbulo temporal en su unión con el lóbulo occipital, en
una zona diferente a la de Broca, quizá porque ambos resultados responden a
dimensiones diferentes del lenguaje. Wernicke señaló que en el lenguaje par-
ticipan programas sensitivos y motores. Los primeros, que perciben las pala-
bras, están asociados con el lóbulo temporal y los segundos, que regulan los
movimientos para el habla, con el área de Broca. También planteó la existen-
cia de vías de conexión entre una y otra región mediante el fascículo arqueado,
lo que le sirvió para formular el primer modelo de organización del lenguaje,
que sigue teniendo vigencia actualmente, aunque con ciertas modificaciones.
Posteriormente, Geschwind (1970) evaluó los hallazgos de Broca y de Wer-
nicke y añadió nuevos datos e interpretaciones a las bases neuronales del len-
guaje. Según su explicación, durante una conversación las señales sonoras se
100 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
Desde la antigüedad, las emociones han sido objeto de interés para dis-
ciplinas tales como la Filosofía, la Psicología y la Fisiología. Las emociones
BASES NEURONALES DE LA CONDUCTA 101
Hasta los años setenta del siglo pasado, época en la que empezaron a utilizar-
se los primeros escáneres cerebrales, las técnicas que permitían visualizar el inte-
rior del organismo carecían de calidad suficiente. Hoy en día, las técnicas moder-
nas de neuroimagen han supuesto un salto cuantitativo y cualitativo extraordina-
rio en la forma de abordar la investigación de la mente y de la conducta.
Aunque existen bastantes técnicas (de lesión, de tinción, electrofisiológi-
cas, de imagen, etc.) que se renuevan constantemente, sólo se tratan aquí las
más empleadas, las de neuroimagen, divididas en dos grupos: morfológicas y
funcionales.
BASES NEURONALES DE LA CONDUCTA 103
7. Resumen
8. Términos clave
Índice
8. Resumen.................................................................................................. 144
Introducción
da por el lugar donde esté situado y por el conocimiento que tenga sobre lo
que está observando. Probablemente necesitará recordar el nombre de los
objetos, ubicarlos en diferentes planos de profundidad, recurrir al color para
enriquecer la descripción y discernir si algún elemento se mueve. Todas estas
apreciaciones contribuyen a que su lectura del entorno sea lo más real y com-
pleta posible.
Otro aspecto importante de este tema que también debe ser abordado es
el de aclarar cómo el cerebro y la mente unen los muchos y variados impulsos
que recogen para que se pueda desarrollar la percepción. Ya la Psicología de la
gestalt contribuyó notablemente al entendimiento de la percepción afirmando
que tal proceso se ajusta a determinados principios, los cuales dieron paso a
numerosas investigaciones. Al respecto, también se han formulado otras expli-
caciones, por ejemplo, la teoría de descomponer los objetos en pequeñas uni-
dades y también la opuesta, la de integrar las señales, ya que cuando se divisa
un objeto se reconoce entero, no dividido.
El plan de este capítulo es, pues, reflexionar sobre las diferentes fases de la
sensación y de la percepción, describir cómo puede medirse la experiencia sen-
sorial, estudiar los receptores y los sentidos básicos y examinar algunas formas
de percepción, tales como las de objetos, caras, color, profundidad y movimien-
to. La única finalidad que se busca con el desarrollo de estos contenidos es que
el lector sea consciente de la enorme relevancia que tiene la percepción para su
supervivencia y adaptación correcta al ambiente en que le ha tocado vivir.
de indicar cuál de los dos pesaba más; cuando la diferencia entre el modelo y
el término de comparación era muy pequeña, los observadores tenían dificulta-
des para estimarla; en cambio, lo hacían sin problemas cuando dicha diferen-
cia era grande. Weber se dio cuenta de que el umbral diferencial se incremen-
taba en la medida en que aumentaba la intensidad de los estímulos y que la
magnitud de este umbral era una proporción constante del estímulo original.
En la medida en que subía el peso del modelo, en esa misma proporción había
que aumentar el del estímulo de comparación: si el peso del modelo era de 100
gramos y el del estímulo de comparación de 105 gramos, a un peso de 200 gra-
mos le correspondía un estímulo de comparación de 210 gramos (Figura 3.3).
La investigación sobre los sentidos ha demostrado que, en un intervalo bastan-
te amplio de intensidades, la relación entre el umbral diferencial y el estímulo
estándar es constante. Por ejemplo, el umbral diferencial es el 2% para el bri-
llo, el 10% para el volumen y el 20% para el sabor de la sal.
a los estímulos depende de la fuerza del estímulo y de los criterios que utiliza el
sujeto para responder. La eficacia de esta teoría es función, por tanto, de tres fac-
tores: a) la intensidad de la señal b) la sensibilidad del sujeto que se ve influido
por el entorno, el ruido por ejemplo c) los criterios del sujeto determinados por
sus motivaciones y expectativas.
La teoría de la detección tiene numerosas aplicaciones en diversos cam-
pos. Es una herramienta válida para analizar, por ejemplo, si los controlado-
res aéreos son rápidos en detectar señales de peligro en la pantalla del radar, si
testigos excesivamente ansiosos identifican suspicacias en los policías y si los
médicos tienden a diagnosticar en exceso ciertas enfermedades (Swets, 1996);
también la han utilizado los psicólogos clínicos para predecir si ciertos pacien-
tes sufrirán alguna enfermedad mental, terminarán suicidándose o desarrolla-
rán actitudes violentas (McFall y Treat, 1999).
A pesar de que la teoría de la detección de señales es la más empleada en la
actualidad, especialmente en ingeniería y en medicina, los métodos tradiciona-
les de la psicofísica siguen empleándose, por ejemplo, para precisar la intensi-
dad que debe tener la luz de un semáforo para que pueda ser percibida en un día
soleado o la intensidad que debe poseer una alarma en una fábrica para que los
trabajadores puedan oírla en una situación de emergencia o, en las compañías
de marketing, para cuantificar los tiempos y contenidos de sus mensajes.
3. Receptores y sentidos
Imágenes Características
Naturaleza de la energía
Imágenes Características
3.2.1. Vista
el interior del globo ocular; en ella se encuentran los receptores de la visión, los
conos y los bastones, encargados de la transducción de la energía luminosa en
impulsos nerviosos. La retina está formada por una serie de neuronas y células
gliales, cuyos axones constituyen el nervio óptico responsable de llevar al cere-
bro la información procedente del órgano receptor. Los conos y los bastones no
sólo difieren en cuanto a su forma, sino también en cuanto a su distribución en
la retina. Existe una pequeña área en la retina, denominada fóvea, en la que sólo
se encuentran conos, aproximadamente el uno por ciento del total. La fóvea está
situada directamente en la línea visual, de modo que cada vez que se mira un
objeto, el centro de su imagen cae en la fóvea de forma invertida (Figura 3.4).
El segundo componente del sistema visual tiene que ver con el recorrido
nervioso del impulso en el cerebro. Los axones de las células gliares se jun-
tan en la base del cerebro formando el quiasma óptico, punto en el que dichas
células (más internas) se cruzan y continúan su trayecto hacia el hemisferio
opuesto, mientras que las más externas permanecen en el mismo hemisferio.
El impulso nervioso continúa por el núcleo geniculado lateral, centro de proce-
samiento primario de la información visual recibida en la retina (Figura 3.5,A)
y llega al lóbulo occipital, concretamente a la zona receptora o corteza estria-
da. Allí la información es nuevamente tratada e integrada con la participación
de las áreas de procesamiento superior, que en su totalidad reciben el nombre
de corteza extraestriada y que está asociada con las áreas visuales situadas en
los lóbulos temporal, parietal y frontal (Figura 3.5,B).
SENSACIÓN Y PERCEPCIÓN 125
3.2.2. Oído
La capacidad que tiene la persona para percibir los objetos y las caras es
sumamente primordial ya que contribuye de manera destacada a su adaptación
al entorno y al mantenimiento adecuado de sus relaciones sociales. Estas percep-
ciones, aunque tienen aspectos comunes, son diferentes entre sí. La percepción
de objetos requiere el uso de estrategias más bien analíticas; la de caras, estrate-
gias holísticas; la percepción de los objetos, para la mayoría de las personas, es
más fácil que la de caras y se da el caso de que hay sujetos que no tienen proble-
mas biológicos para reconocer objetos, pero sí los tienen para reconocer caras.
Los gestaltistas, además de interesarse por demostrar que “el todo es mayor
que la suma de las partes”, elaboraron un conjunto de leyes o principios para
explicar cómo se perciben los estímulos en el cerebro. De la organización per-
128 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
ceptiva depende el sentido que los sujetos confieren al mundo que les rodea y el
modo en que ordenan, según sus propiedades, los elementos esenciales de los
mismos estímulos.
Según la gestalt, los sujetos cuando se relacionan con su entorno centran
su atención en algunos objetos del campo perceptivo y excluyen otros; lo expli-
ca con la denominada ley de figura y fondo. Por ejemplo, las letras del presente
texto son figuras sobre un papel; un árbol es figura sobre un campo y un libro
encima de la mesa es figura sobre una superficie. Pero, en algunas ocasiones, la
mente tiende a cambiar lo que es figura en fondo y viceversa, es el fenómeno de
las figuras reversibles. En general, podrían llamarse figuras reversibles a todas
aquellas que admiten más de una interpretación, debido fundamentalmente a
su perspectiva, así en la Figura 3.7(A) puede verse tanto el tronco de un árbol
como una cara.
Del mismo modo, la gestalt sostuvo que los sujetos se inclinan por agrupar
elementos formando con ellos un todo según los principios de similitud, proxi-
midad, buena forma, continuidad y cierre.
1. Similitud. Los objetos que son similares en forma, tamaño, color o algún
otro rasgo físico, tienden a ser agrupados. Las caras de la Figura 3.7(B)
se asocian en columnas antes que en filas por las similitudes de los tonos.
SENSACIÓN Y PERCEPCIÓN 129
2. Proximidad. Los objetos más cercanos entre sí, es probable que se perci-
ban como una unidad. Los puntos de la Figura 3.7(C) se aprecian como
filas antes que como columnas porque horizontalmente se encuentran
más cerca unos de otros que verticalmente.
3. Buena forma. Se tiene cierta predisposición a percibir los objetos de la
manera más simple posible. El dibujo de la Figura 3.7(D) de inmediato y
sin mayor esfuerzo se vincula con el símbolo de la Cruz Roja.
4. Continuidad. A veces se ve el contorno de líneas rectas y curvas como
patrones de flujo continuo. En la Figura 3.7(E) los puntos uno y tres se
ven como pertenecientes a una línea y los puntos dos y cuatro, a otra.
5. Cierre. Existe cierta tendencia a completar mentalmente objetos simples,
familiares, para percibirlos como un todo (Figura 3.7,F). Este principio
ayuda a reconocer representaciones imperfectas en figuras geométricas,
dibujos a mano, material escrito, etc.
ciden con los que tiene guardados de él. De esta suerte, todas las letras mayús-
culas A comparten una estructura básica de tres líneas rectas: dos líneas se
encuentran y la tercera abarca el ángulo creado por las dos primeras. Se trata,
pues, de una descripción del objeto en términos de la naturaleza de sus partes
constituyentes y de las relaciones entre ellas (Figura 3.8,B).
Modelo de integración de características. En su modelo de integración de
características, Treisman (1992, 1998) explica que el reconocimiento de los
objetos se realiza en una secuencia de dos etapas. La primera es la preaten-
cional, donde el sistema visual descompone una imagen y delimita las carac-
terísticas propias de las unidades básicas de la percepción: curvatura, color,
movimiento, orientación, brillo e iluminación. La segunda es la atención
focalizada, en la que las unidades básicas se combinan para ofrecer la per-
cepción del objeto, de la escena. Debido a los mecanismos de atención foca-
lizada las características básicas se convierten, se concentran, en un todo, en
un objeto que puede apreciarse como un conjunto. La Figura 3.8(C) repre-
senta las dos etapas de Treisman: la preatencional, las figuras sueltas, y la de
atención focalizada, el cuadro como un puzzle.
4. Textura, fenómeno que permite percibir los objetos con sus mismas propie-
dades externas aunque la distancia podría suavizarlas (Figura 3.10,D).
Ilusión de Müller–Lyer
Ilusión de Delboeuf
Ilusión de Ponzo
Las caras son uno de los estímulos visuales más complejos que se perciben
y fuente primaria de información y algo más que objetos aunque comparten
muchas características. La percepción de caras informa de la identidad de la per-
sona, de su estado emocional del momento y de sus deseos de comunicación;
ayuda a categorizar a las personas –según el sexo, la raza o la edad– y expresa
hacia donde se dirige la persona valiéndose de la dirección de la mirada y de la
orientación de la cabeza (Figura 3.12). La capacidad para extraer información
tan variada agrupándola en una gestalt en un tiempo muy breve, ni siquiera
segundos, es esencial para la interacción y adaptación social de las personas, y
ya lo fue para nuestros antepasados los primates (Wolfe, Kluender, y Levi, 2009).
Existen numerosos estudios que apoyan la hipótesis de que los seres huma-
nos desde muy temprana edad desarrollan mecanismos cognitivos y neurofisio-
lógicos dedicados a la percepción de las caras. Efectivamente, aunque la mayoría
de las capacidades necesarias para esta percepción todavía están sin evolucionar
en los bebés, hay datos de que existe desde el nacimiento una tendencia innata
a poner atención en las caras y que desde los dos meses de edad tal conducta es
incuestionable. Esta experiencia temprana es crucial para la madurez de la per-
cepción visual posterior, la identificación de familiares, el desarrollo del lenguaje
y las relaciones sociales (Johnson, 2011; Nelson, 2001).
Los estudios sobre los procesos que intervienen en el reconocimiento de caras
se han realizado tanto con adultos normales como con adultos que sufren daños
136 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
6. Percepción de la profundidad
Las claves monoculares, información proporcionada por cada ojo por sepa-
rado, incluyen la acomodación, las señales pictóricas –llamadas así porque las
utilizan los artistas para producir efectos de profundidad– y las aportaciones
del movimiento. La acomodación es el cambio que se produce en la forma del
cristalino cuando se enfoca la mirada en objetos que se encuentran a diferen-
tes distancias.
Las señales pictóricas surgen cuando el sujeto que observa se encuentra
quieto, las más importantes son:
1. Tamaño del objeto. De dos objetos del mismo tamaño situados a distan-
cias diferentes, se verá más grande el que esté próximo y más pequeño
el que esté alejado. Esta diferencia de tamaño en la imagen que pro-
porciona la retina sirve de clave al cerebro para determinar la profun-
didad (Figura 3.14,A).
2. Superposición de objetos. Cuando un objeto oculta parcialmente a otro,
el que está oculto se aprecia más lejano, lo cual facilita la percepción
de profundidad, aunque sin informar sobre la distancia exacta entre
ellos (Figura 3.14,B).
3. Gradiente de textura. La superficie sobre la que descansan los objetos,
por ejemplo, los árboles de un bosque, los edificios de una ciudad, hace
que los más cercanos parezcan más espaciados y los más lejanos, más
próximos entre sí (Figura 3.14,C).
4. La perspectiva lineal. Es la convergencia perceptiva que se produce en
las líneas paralelas a medida que aumenta la distancia. Cuanto mayor
sea ésta, mayor será la convergencia, hasta que, a una distancia del
infinito, las líneas se encontrarán en lo que se denomina punto de fuga.
Esa impresión sirve para generar una idea de profundidad (Figura
3.14,D).
5. Perspectiva atmosférica. Hace que los objetos distantes se perciban con
menor nitidez, pues se observan a través del aire, de la niebla, etc., y
esa falta de claridad unifica los tonos según el color dominante (Figura
3.14,E).
6. Proyección de sombras. Las relaciones de los objetos con sus fuentes de
luz y las sombras que proyectan sirven de clave, de información para
percibir su localización (Figura 3.14,F).
140 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
8. Resumen
9. Términos clave
Acomodación características
Buena forma Modelo de plantilla
Célula ciliar Modelo de reconocimiento por
Cierre componentes
Clave binocular Movimiento aparente
Clave monocular Movimiento inducido
Cóclea Movimiento real
Conos y bastones Nocioceptor
Constancia perceptiva Paralaje del movimiento
Continuidad Percepción
Convergencia Percepción de caras
Córnea Percepción de la profundidad
Cristalino Post/efecto del movimiento
Dermoceptor Psicofísica
Disparidad binocular Propioceptor
Estereopsis Prosopagnosia
Estímulo Proximidad
Exteroceptor Pupila
Figura reversible Quiasma óptico
Fotoceptor Quimioceptor
Fóvea Receptor
Geón Respuesta
Interoceptor Retina
Iris Señal pictórica
Ilusión de Delboreuf Sensación
Ilusión de Müller–Lyer Similitud
Ilusión de Ponzo Superposición de objetos
Ilusión perceptiva Teoría de la detección de señales
Ley de figura y fondo Teoría de los procesos oponentes
Mecanoceptor Teoría tricromática
Método de los ajustes Tímpano
Método de los estímulos constantes Transducción
Método de los límites Umbral
Modelo de atributos esenciales Umbral absoluto
Modelo de integración de Umbral diferencial
SENSACIÓN Y PERCEPCIÓN 147
Índice
6. Resumen.................................................................................................. 172
Introducción
1.2.1. Selección
1.2.2. Modulación
Figura 4.2, y qué cantidad de recursos han de ser asignados a las mismas (dife-
rencia de grosor de la línea, cuanto más gruesa más atención); probablemente
las elegidas sean las más novedosas, las que cuenten con más propiedades físi-
cas (movimiento, intensidad, etc.) y las que más interesen al sujeto.
La atención que se dedica a una tarea disminuye según aumente su grado
de automatización, que es el caso, por ejemplo, del aprendizaje de conducción
de un coche: en su inicio, esta tarea requiere dosis importantes de atención
porque son varios los aspectos que deben tenerse en cuenta al mismo tiempo,
pero con la práctica se adquieren ciertos hábitos que facilitan su ejecución y
ya no se necesita tanta concentración. Así que, cuanto más mecanizada se ten-
ga una tarea, menos recursos de atención requerirá, por tanto, el sujeto podrá
disponer mejor de ellos para dedicarlos a otras actividades.
Una cuestión que se deriva de este modelo de capacidad limitada es la de
saber qué son exactamente los recursos de la atención, para lo cual no se cono-
ce respuesta cierta. Algunos investigadores mantienen que los recursos son
operaciones cognitivas básicas, otros afirman que son elementos del sistema
nervioso central.
El modelo de Kahneman también introduce la idea de que la atención es
una capacidad que puede mejorarse y convertirse en una estrategia eficiente
del aprendizaje. En efecto, cuando los estudiantes incrementan su atención
suele decirse que han superado el primer paso en su camino hacia el éxito aca-
démico.
bién ha sido entendida como un mecanismo que controla y regula el resto de los
procesos cognitivos. En estos momentos, la neuropsicología está proporcionan-
do información suficiente para confirmar la veracidad de algunos modelos que
describen la atención y para abrir nuevos caminos de análisis sobre su natura-
leza y funcionamiento.
Las tres redes descritas abarcan distintos niveles del sistema nervioso central
y tienen entre sí una gran conectividad formando circuitos o ensambles neuro-
nales específicos relacionados con la atención. Se aprecia en estas redes un cierto
predomino de las estructuras cerebrales del hemisferio derecho, que configuran
un sistema que actúa tanto en serie como en paralelo, pero siempre de manera
unitaria, para realizar eficazmente las funciones propias de la atención. Aunque
varios autores han propuesto otras denominaciones y cometidos para las redes
neuronales de la atención, las diferencias entre ellas se deben más al uso de ter-
minologías especiales que a cuestiones morfológicas y funcionales de fondo.
4. Tipos de atención
ción y localización.
6. Atención inhibitoria. Se define como la capacidad de impedir una res-
puesta automática para producir otra. La estrategia por excelencia para
evaluar la inhibición la constituyen las tareas de tipo strop en las que el
sujeto se abstiene de emitir una respuesta automática en favor de otra
menos automática (por ejemplo, decir el color con el que está escrita
una palabra inhibiendo el automatismo de leer la palabra en sí). La red
ejecutiva sustenta esta forma de atención.
7. Atención alternante. El sujeto con atención alternante manifiesta cierto
grado de flexibilidad mental pudiendo alternar, cambiar, su foco de
atención y trasladarlo de una tarea a otra aunque tal acción presenta
exigencias cognitivas añadidas. Esta clase de atención utiliza la red de
orientación y se evalúa con tareas de preseñalización o de orientación
espacial.
5. Déficits de la atención
ignorar aquella información que pueda interferir en sus objetivos. Hay oca-
siones en las que se observan verdaderas alteraciones, debidas, entre otras
causas, al deficiente desarrollo somático, a lesiones cerebrales, procesos dege-
nerativos o trastornos psicológicos. La falta de atención no se conceptualiza
como fallo o alteración, pues la información desatendida pasa desapercibida,
la mayor parte de las veces, dentro del proceso normal de atender. A continua-
ción, se describen los dos síndromes más importantes de carencia de aten-
ción, como son la heminegligencia y el trastorno por déficit de atención con
o sin hiperactividad (TDAH), y otras alteraciones leves que originan algunas
dificultades temporales en el funcionamiento normal del sujeto.
5.1. Heminegligencia
6. Resumen
7. Términos clave
Atención Modulación
Atención alternante Multitareas
Atención externa e interna Orientación abierta
Atención focalizada y dividida Orientación encubierta
Atención inhibitoria Procesador central
Atención selectiva Procesos automáticos
Atención sostenida Procesos controlados
Atención voluntaria e involuntaria Recurso limitado
Control Red de alerta
Dispositivo de supervisión Red de orientación
Estado tónico y fásico Red ejecutiva
Fenómeno cocktail party Selección
Foco atencional Test de la red de la atención
Heminegligencia Tiempo de reacción
Modelo de filtro atenuado Trastorno por déficit de atención con
Modelo de filtro rígido hiperactividad (TDAH)
Modelos de filtro tardío Vigilancia
9. Lecturas recomendadas
5. Aprendizaje
6. Memoria
7. Pensamiento
Prólogo
5. APRENDIZAJE
La capacidad para sintetizar las diferentes explicaciones que se han dado sobre
el aprendizaje, destacando la aportación y los problemas que plantea cada una
de ellas, con la finalidad de alcanzar una comprensión razonada de los cam-
bios que provocan en las capacidades y en la conducta.
La capacidad para interpretar las causas de los problemas de aprendizaje, iden-
tificando la totalidad de las mismas, examinando qué datos las sustentan y des-
cubriendo la dependencia que hay entre ellas, con la finalidad de conocer los
fundamentos del fracaso escolar y profesional y de evitarlo en la actualidad y
con vistas al futuro.
La capacidad para evaluar críticamente la información objeto de aprendizaje,
empleando criterios que permitan clasificarla, descubriendo sus fuentes y revi-
sando su utilidad, con la finalidad de valorar la conveniencia de los aprendiza-
jes y transferirlos a las necesidades personales y sociales.
COMPETENCIAS QUE SE ESTIMULARÁN EN EL BLOQUE II 183
6. MEMORIA
La capacidad para comparar las explicaciones que se han dado sobre la memo-
ria, identificando sus semejanzas y diferencias, destacando sus aportaciones
y dificultades y extrayendo conclusiones al respecto, con la finalidad de cono-
cer cómo funciona este proceso y transferir dicho conocimiento a situaciones
reales.
La capacidad para interpretar las causas del olvido en la conducta diaria y pro-
fesional, especificando los datos explícitos que lo demuestran, investigando
qué causas son más relevantes, estableciendo relaciones entre la información
obtenida y extrayendo una conclusión, con la finalidad de superar los olvidos
propios y de ayudar a que otras personas trabajen de forma más operativa.
La capacidad para aplicar los aprendizajes adquiridos en el tema de la memo-
ria a la elaboración de programas de intervención dirigidos a poblaciones dife-
rentes: niños, adultos, estudiantes, etc., proponiendo tareas adaptadas y dise-
ñando formas de evaluación respecto a su eficacia, con la finalidad de apoyar a
los demás para que mantengan activas todas sus memorias.
184 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
7. PENSAMIENTO
La capacidad para tomar decisiones responsables, analizando qué factores de
la propia decisión, de la persona y del entorno influyen en ella, proponien-
do diferentes alternativas, examinando cuáles son las consecuencias de cada
una de ellas, reflexionando sobre su importancia y seleccionando la alternativa
mejor ante las situaciones posteriores que puedan desencadenar, con la finali-
dad de aprender a tomar decisiones eficientes.
La capacidad para resolver problemas, esclareciendo en qué consisten, formu-
lando diversas soluciones, analizando sus posibles consecuencias, seleccionan-
do la más conveniente, programando un plan de acción para ejecutar la solu-
ción elegida y evaluando sus logros y limitaciones, con la finalidad de aprender
a aplicar este procedimiento cognitivo a los problemas que se han de afrontar
a lo largo de la vida.
La capacidad para generar o crear información, proponiendo múltiples ideas a
situaciones difíciles, pertenecientes a categorías diferentes, que sean originales
o nuevas y que estén lo más desarrolladas posible, con la finalidad de solucio-
nar los conflictos y crear bienestar y progreso tanto personal como social.
5 Aprendizaje
S. Conejero López y R. Cacho Fernández
Índice
8. Resumen.................................................................................................. 226
Introducción
1. Definición de aprendizaje
mientos en la vida del sujeto. Existen otros tipos de cambios, causados por la
maduración biológica, por daños orgánicos o por estados temporales anóma-
los del organismo (fatiga, consumo de drogas, etc.) que no pueden atribuir-
se a la experiencia y, por tanto, no son interpretados como resultado de un
aprendizaje.
Las dos definiciones presentadas difieren principalmente en la idea de qué
es lo que cambia cuando tiene lugar el aprendizaje. La primera, se refiere a un
cambio en la conducta, un cambio externo que puede observarse, y refleja la
perspectiva de un grupo de teorías conocidas como asociacionistas o conduc-
tistas. Estas teorías se centran en el aprendizaje de conductas, denominadas
respuestas. La segunda definición se refiere a un cambio en las representacio-
nes mentales, en el potencial de la conducta, en la capacidad de poder llevarla
a cabo, un cambio interno que no puede observarse directamente, y refleja la
perspectiva de un grupo de teorías conocidas como cognitivas.
Puede decirse que, hasta hace relativamente poco tiempo, la mayoría de
las conceptuaciones del aprendizaje se centraban de forma exclusiva en la
conducta observable, en la manifestación externa del aprendizaje, por lo que
quedaban excluidas todas aquellas adquisiciones que no tenían una mani-
festación explícita; sin embargo, cada vez más se habla de los aprendizajes
implícitos. Por ejemplo, un alumno puede leer este capítulo, reflexionar sobre
él, estudiar en profundidad sus contenidos y, en definitiva, aprender algo de
él; pero este aprendizaje no necesariamente lo manifestará en una conducta
inmediata, sino que lo expresará al contrastar con un compañero los conteni-
dos asimilados o al realizar el examen correspondiente.
En general, podría deducirse que la mayoría de las definiciones tienen
tres elementos en común ya señalados. En primer lugar, el aprendizaje es
el resultado de la práctica o de la experiencia; en segundo lugar, supone un
cambio en la conducta o en su potencial y no implica necesariamente su rea-
lización y, en tercer lugar, para que se asuma que ha habido aprendizaje, el
cambio ha de ser relativamente permanente de manera que pueda utilizarse
posteriormente.
Los instintos son conductas funcionalmente más complejas que los refle-
jos y no tan rígidos como ellos. Son desencadenados por un estímulo o por
concatenaciones de estímulos y se manifiestan en situaciones más enmasca-
radas. El instinto sexual, por ejemplo, estaría en la base de la conducta de
cortejo, inherente a muchos animales, que consiste en la selección y atrac-
ción de otro ser de sexo opuesto de la misma especie con el fin de establecer
una relación íntima y lograr la reproducción sexual.
Muchos reflejos e instintos son susceptibles de ser modelados por la
experiencia, de manera que resulta difícil considerar que una conducta inna-
ta determinada sea enteramente refleja o fruto del instinto. El niño al nacer
posee el reflejo de succión, pero, a medida que pasan los días y succiona
repetidamente el pezón del pecho materno o la tetina del biberón, el reflejo
se va perfeccionando; gracias al reflejo que disponía desde el nacimiento y
a la práctica continuada, el bebé se va convirtiendo en un experto en el arte
de succionar. En definitiva, a pesar de que resulta muy útil distinguir entre
conductas innatas y aprendidas, lo cierto es que la inmensa mayoría de las
conductas que se observan en los seres humanos están influidas en mayor o
menor medida por la experiencia.
192 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
Los patrones fijos de conducta, muy estudiados por los etólogos, son pro-
gramas de acción basados en pautas genéticas latentes que se desencadenan
por sucesos del medio ambiente. Suponen la asociación entre estímulos espe-
cíficos y secuencias motoras esquematizadas que se dan de un modo cuasiau-
tomático. Quizá el patrón fijo más conocido sea la impronta o troquelado, que
hace referencia a la conducta de seguimiento que surge en las crías de los ani-
males, en general respecto a la madre, inmediatamente después del nacimien-
to. El etólogo Konrad Lorenz (1903-1989) hizo este experimento con gansos.
Lorenz observó que estos animales al nacer seguían el primer objeto móvil que
visualizaban. En su estudio, logró que las aves desarrollaran la impronta con
un tren de juguete, incluso con él mismo, lo que le llevó a concluir que la cla-
ve de la impronta residía en el movimiento; el móvil que las crías observaban
durante el período crítico en que podía aparecer este comportamiento, sus-
citaba en ellos la huella. En este sentido, la impronta se interpreta como una
conducta innata pero flexible, ya que únicamente se desencadena si el estímulo
aparece en un determinado período de tiempo, unas horas después de nacer, y
lo pueden provocar también otros estímulos además de aquél para el que fue
preparado (Figura 5.3).
3. Condicionamiento clásico
En sus experimentos, en los que utilizó perros como sujetos, Pavlov medía
el nivel de salivación de dichos animales. Se dio cuenta de que los perros sali-
vaban tan pronto como sus ayudantes entraban en el laboratorio. A partir de
esta observación, empezó a analizar más detenidamente el fenómeno hasta
concluir que la acción de salivar se podría asociar no solamente con alimento,
sino también con otros estímulos que los animales percibían antes de la propia
comida, tales como el recipiente donde la servían, la persona que regularmente
se la llevaba o la percepción auditiva de sus pasos.
APRENDIZAJE 195
En las investigaciones sobre este fenómeno, Pavlov hacía sonar una cam-
pana justo antes de alimentar al perro y medía la secreción de saliva. Tras
repetir varias veces la sucesión de campana y alimento, Pavlov comprobó que
los perros salivaban ante el mero sonido de la campana, demostrando que
un estímulo en un principio neutro (sonido de una campana) podía elicitar
una respuesta (salivar) por su asociación con un estímulo (comida), que de
manera natural provocaba la secreción de saliva. Y esto sucedía aun cuando
el estímulo natural, el alimento, no estuviera presente. La asociación entre el
sonido de la campana y la salivación se denomina condicionamiento clásico.
En este apartado se describen los elementos que intervienen en ese pro-
cedimiento de aprendizaje, sus procesos más importantes, los tipos de con-
dicionamientos clásicos y algunas de sus aplicaciones.
estímulos (rata blanca y ruido fuerte), Albert aprendió a temer a las ratas
blancas y también, por generalización, a otros animales similares, como a
los conejos, por ejemplo.
A pesar del rechazo que este experimento provoca desde una perspectiva
ética, sus resultados sugieren que el condicionamiento clásico puede ser un
instrumento valioso en el ámbito de los tratamientos psicológicos si se utili-
za de manera favorable para los pacientes. Sin menospreciar la utilidad del
condicionamiento clásico en la terapia, Watson exageró, sin duda alguna, la
influencia que el ambiente puede llegar a ejercer en los individuos, exagera-
ción que queda patente en la siguiente afirmación, ya clásica:
“Dadme una docena de niños sanos, bien formados, para que los eduque, y
yo me comprometo a elegir a uno de ellos al azar y adiestrarlo para que se con-
vierta en un especialista de cualquier tipo que yo pueda escoger –médico, abo-
gado, artista, hombre de negocios, incluso mendigo o ladrón– prescindiendo
de su talento, inclinaciones, tendencias, aptitudes, vocaciones y raza de sus
antepasados” (Watson, 1924).
4. Condicionamiento operante
Skinner, tomando como punto de partida la ley del efecto de Thorndike, desa-
rrolló el procedimiento del condicionamiento operante (CO) y lo consideró esen-
cial para el aprendizaje de múltiples conductas tanto en animales como en seres
humanos. En sus experimentos utilizó principalmente ratas y palomas a las que
logró enseñar conductas complejas. Diseñó una caja, conocida como la caja de
Skinner (Figura 5.8), en la que introducía el animal. Esta caja contenía cuatro
elementos básicos: a) un mecanismo o palanca que el animal debía manipular
b) un estímulo discriminativo, un sonido o una luz que indicaba que el alimento
estaba disponible c) un registro acumulativo de las respuestas dadas por el sujeto
d) un dispensador de comida (pellets, “bolitas”) que proporcionaba el alimento.
A Skinner (1953) no le interesaba la asociación entre estímulo y respuesta,
sino la relación entre ésta y sus consecuencias. Definió la conducta como una
operante porque actúa y produce efectos en el ambiente. En el condiciona-
miento clásico, el animal no elige, pues está obligado a responder automática-
mente a un estímulo particular; en el condicionamiento operante, la conducta
la emite el organismo, no está suscitada por los estímulos, es algo “voluntario”.
Si para Thorndike aprender es reforzar la conexión estímulo/respuesta, para
Skinner es solamente reforzar la respuesta.
Condicionamiento Definición
Razón fija
Razón variable
Intervalo fijo
Intervalo variable
rrir seis minutos para alcanzar un premio y a partir de ese momento se premia
la primera respuesta; otras veces según cinco, otras, siete, etc., pero siempre
con una media de seis minutos. Los efectos de este programa están relaciona-
dos con la resistencia a la extinción de la conducta producida y la tasa de res-
puestas dadas suele ser constante y más alta que en los programas de intervalo
fijo. Este programa se utiliza con frecuencia en las relaciones sociales.
Resumiendo, puede decirse que los programas de refuerzo variable, sean
de razón o de intervalo, son más eficaces que los de refuerzo fijo ya que su
tasa de respuesta es más elevada. Los fijos se caracterizan por originar pau-
sas en la emisión de respuestas después de obtenido el refuerzo, mientras
que los variables son más constantes. Como consecuencia, un principio bási-
co del CO es que, si se desea que una conducta aprendida persista, ha de ser
reforzada de manera discontinua. Del mismo modo, si se desea eliminar una
conducta es preferible no reforzarla, error que se comete con mucha fre-
cuencia: reforzar intermitentemente aquello que se quiere olvidar.
5. Aprendizaje social
Con este estudio Bandura quiso ilustrar el poder del refuerzo o del castigo
vicario. El refuerzo vicario señala que esa conducta resulta aceptable; en cam-
bio, el castigo vicario indica al observador que esa conducta no es conveniente.
Se sabe que durante los primeros años de vida la imitación de la conducta es
inmediata, pero, a medida que el niño madura, adquiere también la capacidad
para diferirla. El sujeto que ha sufrido violencia familiar por parte de su padre
o de su madre es probable que muestre una conducta violenta en la edad adul-
ta dentro de su propia familia. Se calcula que así ocurre en el 33% de las per-
sonas que la han sufrido durante la infancia, frente al 3 o 4% por ciento de la
población general (Páez y Ubillos, 2003). Se trata de un aprendizaje que inci-
dió en sus potenciales de conducta y que luego se manifiesta cuando adquieren
APRENDIZAJE 217
Según Bandura (1987), son necesarios cuatro procesos para que un indivi-
duo pueda aprender con éxito algo de otra persona: atención, memoria, repro-
ducción motora y motivación (Figura 5.13).
6. Aprendizajes complejos
Desde el principio, debe quedar claro que no existe una única teoría del
aprendizaje cognitivo, sino toda una serie de teorías que pueden agruparse
bajo esa misma denominación cognitiva. Al respecto, pueden señalarse el
conductismo con cierta orientación cognitiva representado por Tolman, la
resolución de problemas de la gestalt representada por Köhler, el estructura-
lismo de Piaget, el constructivismo de Vygotsky, el aprendizaje significativo
de Ausubel, el modelo de aprendizaje de Gagné y la teoría del aprendizaje
de Bruner. En el Cuadro 5.2 aparecen autores de estas tendencias y algunas
de sus aportaciones más significativas.
220 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
Figuras Aportaciones
Edward Ch. Defendió que los estímulos no podían explicar por sí solos la pluralidad
Tolman de aprendizajes, que para conseguirlos era necesaria la presencia de
(1886-1959) variables directivas y propositivas. Sus experimentos con ratas introdu-
cidas en laberintos demostraron que estos animales aprenden mapas
cognitivos, representaciones mentales, del espacio recorrido. De esta
forma los estudiantes elaboran mapas de los espacios más importantes
de su universidad (biblioteca, aulas, cafetería, etc.). Estos aprendizajes
se almacenan en la memoria, son latentes, se manifiestan cuando se
requiere su uso y se desarrollan sin la presencia de refuerzos.
Wolfgang Demostró en sus experimentos con monos (véase capítulo uno sobre
Köhler la gestalt) que, además del aprendizaje por repetición de la asociación
(1887-1967) entre un estímulo y una respuesta, es posible aprender a resolver pro-
blemas complejos mediante el insight o comprensión súbita de su solu-
ción; es un tipo de aprendizaje especialmente relacionado con el pen-
samiento creativo (véase capítulo siete).
Hay otros muchos autores que han desarrollado sus perspectivas del
aprendizaje dentro de la corriente cognitiva. Pueden citarse, entre otros, el
aprendizaje por resolución de problemas (Ardaiz–Villanueva, Nicuesa–Cha-
cón, Brene–Artazcoz, Sanz de Acedo Lizarraga, y Sanz de Acedo Baqueda-
no, 2011), el aprendizaje colaborativo (Nelson, 1999), el constructivismo
ambiental (Jonassen, 1999), el aprender haciendo (Schank, Berman, y Mac-
Person, 1999), las tecnologías de la información y la comunicación como
nuevas mediadoras del aprendizaje (Reiser, 2004; Sanz de Acedo Lizarraga,
Ardaiz–Villanueva, y Sanz de Acedo Baquedano, 2011), la cognición social o
el aprendizaje de cómo son los demás (Gelman, 2009; Mar, 2011), los acer-
camientos múltiples al entendimiento (Gardner, 1999) y los diseños sobre
aprendizajes complejos (van Merriënboer, Clark, y Crook, 2002). Una sínte-
sis de las características de estas últimas aportaciones se describe a conti-
nuación:
éste ha tenido lugar en un espacio de tiempo más o menos largo b) abarca una
serie de cambios neurológicos, musculares y cognitivos c) supone el aprendi-
zaje de múltiples relaciones así como coordinación de movimientos d) se mide
en términos de precisión y de tiempo e) está supeditado poderosamente a la
influencia de variables físicas (por ejemplo, la agudeza visual) y psicológicas
(por ejemplo, la motivación).
8. Resumen
9. Términos clave
Adquisición Habituación
Aprendizaje Impronta
Extinción Sensibilización
10.2. Condicionamiento
Índice
8. Resumen.................................................................................................. 274
Introducción
1. Definición de memoria
son casi las mismas; además, han contribuido a aclarar su naturaleza y fun-
cionamiento, y han llegado a la conclusión de que no pueden interpretarse el
uno sin el otro.
Este autor también desarrolló métodos para aprender las sílabas sin sen-
tido y después evaluar su retención. Observó que el nivel de retención es
función de ciertas características relacionadas con el aprendizaje: el tipo
de material, tiempo dedicado al estudio, número de repasos, etc. Utilizó un
diseño experimental denominado aprendizaje serial. Hacía variar cada día
el número de repeticiones (8, 16, 24, ... 53 y 64 veces) de las listas formadas
por unas dieciséis sílabas sin sentido. Aproximadamente, veinticuatro horas
más tarde comenzaba a medir la retención de los contenidos de dichas listas
y continuaba haciéndolo después periódicamente; los resultados que obtu-
vo los consideró como un índice cuantitativamente válido de la memoria.
Encontró que cuantas más repeticiones distribuidas realizaban los sujetos y
más tiempo dedicaban a la práctica, mayor era el número de sílabas sin sen-
tido que recordaban. Estos resultados, en líneas generales, han sido corrobo-
rados más tarde por diferentes autores que experimentaron con materiales
verbales y con rostros humanos (Bahrick, Bahrick, y Wittlinger, 1975; Mee-
ter, Murre, y Janssen, 2005).
Como consecuencia de los mencionados estudios, Ebbinghaus elaboró la
tasa de olvido, que dio lugar a su famosa gráfica denominada curva del olvi-
do. El procedimiento para obtenerla consistió en el aprendizaje de listas de
sílabas sin sentido y su posterior evaluación durante intervalos diferentes de
tiempo que variaban entre veinte minutos y treinta días. El autor comprobó
que el recuerdo de las sílabas disminuía rápidamente al aumentar el interva-
lo entre adquisición y evaluación. En la Figura 6.2 se observa que la pérdida
de memoria comienza a producirse casi inmediatamente después de termi-
nado el aprendizaje y que el ritmo no es constante, muy elevado al principio
y más bajo después. Así, durante el primer día se olvida una cantidad impor-
tante del material aprendido, aproximadamente el 62,3%; en el segundo y
posteriores días aumenta el olvido en menor proporción; al final, se retiene
sólo una cantidad pequeña de información, cifrada en torno al 25% de lo
aprendido inicialmente.
Un extracto global del legado de Ebbinghaus permite afirmar que demos-
tró que la memoria, como proceso mental, puede ser estudiada empírica-
mente en el laboratorio y, en consecuencia, cuantificarse; valoró los efectos
positivos de la repetición en el aprendizaje y en la memoria, observó que el
aprendizaje mejoraba más con la práctica distribuida que con la práctica
masiva y verificó que el reaprendizaje resultaba más fácil que adquirir por
primera vez un material nuevo. Aunque pronto surgieron otras propuestas,
como la de Bartlett, su influencia fue predominante hasta los años setenta,
máxime en el conductismo (Ruiz Vargas, 1994, 2002).
MEMORIA 241
Figura 6.2: Tasa de olvido de las sílabas sin sentido durante un período
de 30 días según Ebbinghaus
6. Los trabajos que tienen por objeto descubrir las relaciones existentes
entre la memoria y el cerebro. Tanto han impulsado estos trabajos la
investigación sobre la memoria, que algunos autores se atreven a califi-
carlos de revolucionarios (Jonides, Lewis, Nee, Lustig, y Berman, 2008).
La neuropsicología comenzó a estudiar la memoria con pacientes amné-
sicos a quienes se aplicaban técnicas agresivas; en el presente utiliza
sujetos normales y métodos avanzados de neuroimagen que permiten
evaluar varias veces al mismo individuo. Las contribuciones de esta dis-
ciplina, por ejemplo, la localización de memorias en determinadas zonas
del cerebro y el descubrimiento de sus bases moleculares y celulares,
están proporcionando datos neurobiológicos que fundamentan los
correspondientes desarrollos teóricos.
3. Clases de memoria
se mantiene sin ser procesada. Los sentidos más estudiados han sido el de la
vista y el del oído, conocidos como memoria icónica y ecoica, respectivamente.
La memoria icónica almacena los estímulos en forma de figuras e imágenes y la
memoria ecoica, en forma de señales acústicas. Ambos tipos de estímulos han de
tener una intensidad mínima, umbral de percepción, para que puedan ser envia-
dos a la memoria a corto plazo.
Duración y recuperación. La permanencia de la información en la MS
depende del sentido en cuestión y anota intervalos diferenciados: desde frac-
ciones de segundo hasta uno o dos segundos. En el registro sensorial icónico
la información permanece hasta un máximo de un segundo, menos que en
el registro ecoico, dos segundos. Cuando se escucha una canción, su sonido
continúa “oyéndose” en la mente una vez terminada la misma; en cambio, si
se observa un paisaje asomándose a una ventana, la acción de cerrarla parece
indicar el fin de lo contemplado anteriormente. Los estímulos que tienen bas-
tante intensidad, que están bien definidos e interesan al individuo, serán los
primeros en ser reconocidos, seleccionados y recuperados para ser transferi-
dos a la memoria a corto plazo.
Memoria de trabajo
Para resumir este apartado han de mencionarse las dos diferencias funda-
mentales que se dan entre la MT y la MCP: a) la MT está compuesta por varios
almacenes o componentes, en cambio la MCP, por uno b) la función de la MT
no es sólo almacenar información por un tiempo muy breve, sino también
manejarla para llevar a cabo tareas cognitivas difíciles.
Memoria semántica
Memoria episódica
Naturaleza de la información
Procedencia de la información
Organización de la información
Efecto de priming
Memoria procedimental
Otras formas de memoria, opuestas entre sí, son la retrospectiva, que mira
hacia el pasado, y la prospectiva, hacia el futuro (Figura 6.8).
con el lugar del libro de texto donde se encuentra el contenido de la misma. Para
que la MR sea del todo eficiente han de ejercitarse también al mismo tiempo las
memorias a largo plazo: declarativa, semántica, episódica y procedimental.
Para concluir, es apropiado indicar que así como las memorias declarativa
y no declarativa se complementan, también lo hacen la MR y la MPr; ambas
son distintas e independientes, pero, para conseguir un propósito, tienen que
apoyarse, por ejemplo, han de ir juntos el recuerdo del contenido de un men-
saje (MR) y la intención de trasmitirlo (MPr).
4. Aplicaciones de la memoria
implícitas y, por tanto, no llegan a ser parte de la MA que se inicia más tarde.
El recuerdo del pasado surge en edad preescolar, cuando el niño además de
recordar lo que sucedió empieza a recordar lo que le sucedió, es decir, comien-
za a desarrollar la conciencia subjetiva y a encontrarse apto para asociar su
experiencia pasada a la presente. La MA organiza la vida del sujeto siguiendo
una línea cronológica: se inicia hacia los tres o cuatro años de edad y se desa-
rrolla gradualmente durante la infancia y la adolescencia. A la dificultad para
recordar acontecimientos específicos experimentados antes de esas edades se
denomina amnesia infantil.
Las explicaciones que se han dado para entender este tipo de amnesia son
de naturaleza psicológica y neurológica. La Psicología cognitiva ofrece tres
interpretaciones: a) el yo personal aún no es explícito en el niño b) los esque-
mas de representación todavía no están organizados a esas edades y, en con-
secuencia, el almacenamiento de lo que ocurre no responde a los patrones y
categorías utilizados por el adulto c) el entorno del adulto es tan diferente al
que tenía cuando era niño que le resulta muy difícil con su bagaje cultural y
emocional de persona mayor recuperar lo que le sucedió antes de los cuatro
años (Anderson, 2008). Los estudios neurológicos, por su parte, fundamentan
la amnesia infantil en una inmadurez de la zona del hipocampo, madurez que
no se alcanza hasta aproximadamente los tres o cuatro años.
262 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
5. Memoria y olvido
En la interferencia proactiva (
hacia adelante) los aprendizajes ante-
riores influyen negativamente en los posteriores. Esta interpretación vendría
a postular que, en el momento de la codificación y de la recuperación, los
recuerdos pretéritos recuperan espontáneamente su fuerza al punto de com-
petir con los recuerdos nuevos. En términos asociacionistas, se diría que las
antiguas conexiones E–R reviven de tal manera que las respuestas viejas lle-
gan a primar sobre las nuevas.
En la interferencia retroactiva (
hacia atrás) los aprendizajes que se
están desarrollando en la actualidad impiden la recuperación de los que se
adquirieron con anterioridad. Este fenómeno puede ser debido a los siguien-
tes procesos: extinción de las huellas, debilitamiento de las huellas antiguas
provocado por las nuevas, disminución de la señal de los recuerdos viejos
MEMORIA 267
debido al ingreso de los nuevos o competición entre los trazos que contienen
la información. Esta interpretación tradicional de la interferencia presenta
algunas dificultades para que pueda ser aceptada en su totalidad, por lo que
se están sugiriendo nuevas propuestas.
Se ha llegado a decir que la interferencia en la MT ocurre cuando los
ítems salen del foco de la atención y deben competir con otros ítems para
recuperar su lugar en dicho foco; se admite que la actividad de los ítems en
el foco está asociada con su región respectiva en el cerebro (motora, verbal,
espacial) y con las estructuras temporales mediales que unen los ítems con
sus zonas cerebrales; en la MLP, para explicar la interferencia no es necesa-
rio relacionarla con el material original aprendido, toda vez que la forma-
ción de nuevos esquemas con características llamativas puede interrumpir
la consolidación de algunos otros esquemas ya formados recientemente, lo
cual requiere, consecuentemente, una mayor actividad del hipocampo (Wix-
ted, 2004).
6. Alteraciones de la memoria
8. Resumen
para procesar tareas de alto nivel cognitivo. Finalmente, una memoria a lar-
go plazo con un almacén que mantiene gran cantidad de información duran-
te un período de tiempo indefinido.
La MLP ha sido dividida en memoria declarativa (explícita) y no decla-
rativa (implícita). La declarativa, a su vez, se subdivide en memoria semán-
tica, que contiene el conocimiento del mundo, y en memoria episódica, que
contiene los hechos que ocurren en un tiempo y lugar específicos cercanos a
la vida del sujeto. A pesar de que existe similitud entre estas dos memorias
también hay diferencias entre ellas; la MSe es un conocimiento organizado,
consciente, de significados y carece de un sentido personal; en cambio, la
ME recoge también de forma consciente algunos momentos del pasado que
hacen referencia a episodios o sentimientos experimentados previamente.
Las memorias no declarativas sustentan las formas de conocimiento de la
MLP que se expresan implícitamente como un cambio de conducta, de eje-
cución, más que como un recuerdo consciente. A menudo no se es consciente
de las operaciones que realizan estas memorias ni de cómo modelan los pen-
samientos y las acciones. Se estudian específicamente el efecto de priming y
el aprendizaje procedimental, asociado a los condicionamientos, las habi-
lidades y los hábitos. Otros tipos de memoria que se han analizado son la
retrospectiva y la prospectiva que, si bien son diferentes, muchas veces en la
vida real actúan conjuntamente; la primera tiene que ver con el recuerdo de
personas, palabras y hechos encontrados o experimentados en el pasado y la
segunda, con el recuerdo de llevar a cabo alguna acción prevista en ausencia
de claves explícitas que evoquen hacerlo.
Los estudios de la memoria se han aplicado, principalmente, a la vida
personal, memoria autobiográfica, y a la justicia, memoria de testigos. La
MA supone la recopilación de experiencias personales, es una representa-
ción coherente que el individuo hace de sí mismo y de su vida. En su mani-
festación, a veces se observan descripciones detalladas de hechos vividos con
intensidad, lo que ha dado en llamarse memorias flash. En las personas esta
memoria comienza hacia los tres o cuatro años de edad, su carencia antes de
esas edades se denomina amnesia infantil. Entre las ventajas que proporcio-
na a quien la practica destacan la ayuda a la autodefinición, la comunicación
del yo con los demás y la autorregulación de la conducta emocional. La MTe
consiste en la capacidad de recodar un acontecimiento presenciado, nor-
malmente dramático (suicidio, robo, etc.), ante una autoridad legal. Muchos
factores pueden distorsionar su validez, tales como lo inesperado del suce-
so, la tendencia a interpretar los hechos como se espera que deberían haber
ocurrido, el entorno previo y posterior a lo sucedido, las características del
declarante, la posible presencia de armas y el tiempo transcurrido entre el
episodio y la declaración. Todos estos factores hacen que su grado de fiabili-
dad sea un tanto escaso.
276 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
Varias son las explicaciones que se han dado para aclarar el olvido inci-
dental. Una de ellas es la teoría del decaimiento: sostiene que el paso del
tiempo debilita los trazos de la memoria hasta hacerlos ilegibles. Otra es la
teoría de la interferencia, ya sea proactiva o retroactiva: defiende que, ade-
más del tiempo, intervienen otros factores. La interferencia proactiva se da
cuando la información almacenada en la MLP impide la retención de un nue-
vo aprendizaje y la retroactiva, cuando la nueva información bloquea la recu-
peración de la información almacenada. Finalmente, el olvido puede deberse
también al fracaso en la recuperación de la información, incluso después de
una codificación efectiva, probablemente debido a la falta de estrategias o
claves adecuadas, a elementos del entorno y al estado de ánimo del sujeto. El
olvido motivado tiene lugar cuando el sujeto no desea recordar determinada
información o experiencia cargada de elementos traumatizantes para él. Sin
embargo, en algunas circunstancias la acción de esforzarse por su recupera-
ción puede proporcionarle un estado de bienestar personal.
Las alteraciones más frecuentes de la memoria son la amnesia retrógra-
da, o dificultad para acceder a acontecimientos sucedidos en el pasado, y la
anterógrada, dificultad para codificar, almacenar o recuperar información
que pueda ser usada en el futuro, es decir, para formar nuevas MLP. Tam-
bién pueden darse aumentos exagerados de memoria, hipermnesia, debido a
diferentes causas: efectos de drogas, enfermedad mental o excesivo entrena-
miento. Entre las alteraciones cualitativas o falsos reconocimientos destacan
el fenómeno de lo ya visto y de lo nunca visto, la ilusión, la distorsión de la
fuente y el sentimiento sobre lo reconocido.
Las bases neurobiológicas de la memoria son diversas. La neurona cons-
tituye el primer almacén junto con las conexiones sinápticas de las que for-
ma parte. El hipocampo es la estructura cerebral determinante para la codi-
ficación de los contenidos asociados con las memorias a largo plazo y para el
envío de la información a las cortezas cerebrales que también se relacionan
con la MLP; la amígdala mantiene los recuerdos relacionados con las expe-
riencias emocionales, el tálamo y el hipotálamo sirven de red comunicativa
entre las memorias a corto y a largo plazo, el cerebelo tiene que ver con las
memorias implícitas, y el lóbulo frontal, con la memoria a corto plazo, prin-
cipalmente.
MEMORIA 277
9. Términos clave
MSe
Situación Justificación
o ME
Rojas Marcos, L. (2010). La memoria. Lo que cuenta, lo que oculta, lo que inven-
ta. Madrid: Espasa.
Ruiz–Vargas, J. M. (2002). Recordar y olvidar. Madrid: Trotta.
Smith, E. E., y Kosslyn, S. M. (2008). Procesos cognitivos: Modelos y bases neu-
rales. Madrid: Pearson Educación.
7 Pensamiento
M. L. Sanz de Acedo Lizarraga
Índice
2. Razonamiento......................................................................................... 289
7. Resumen.................................................................................................. 320
Introducción
invierno poco cuesta elegir el tipo de ropa que se ha de llevar. Por supuesto,
las hay más difíciles, como comprar un coche, cambiar de trabajo, etc., que
se toman siguiendo una secuencia de etapas interrelacionadas cuyos resulta-
dos pueden verse afectados por diversas circunstancias. Las decisiones fáciles
requieren poca actividad mental y sus consecuencias no suscitan temor; las
difíciles exigen esfuerzo, tiempo y, quizá, dinero y generan preocupación. Unas
y otras, si son acertadas, fundamentan la clave del éxito presente y futuro y
ayudan a superar los retos y las incertidumbres.
La Psicología del pensamiento también estudia la solución de problemas.
Un problema existe cuando hay un obstáculo entre la situación presente y la
situación meta, el cual no puede superarse de forma inmediata. Supone la for-
mulación de varias soluciones, elegir la mejor y verificarla para ver si ha sido
eficaz, si ha eliminado el obstáculo. Los problemas no son independientes de
las personas que los afrontan, pero tampoco del entorno en el que se presentan,
pues habitualmente ocurre que lo que constituye para una persona un proble-
ma es un simple enigma para otra. Por tanto, podría afirmarse que asumir una
tarea como un problema tiene lugar dentro de la conducta consciente y exige la
selección intencionada de algún tipo de estrategia que conduzca a la solución.
La creatividad, pensamiento creativo o pensamiento de la posibilidad (Cra-
ft y Jeffrey, 2008) se caracteriza por generar muchas y variadas ideas, combi-
narlas de una manera nueva y productiva, descubrir asociaciones poco comu-
nes entre ellas y producir algo original y útil para la comunidad. En su concre-
ción, la creatividad puede adoptar formas artísticas, literarias, científicas, etc.
y también puede ejercitarse en el ámbito de la vida diaria mejorando la calidad
de la misma. Esta última manifestación no dejará una huella histórica, pero si
acompaña a las personas, aunque sea en un grado mínimo, la convivencia se
volverá más cómoda y agradable. La creatividad representa para la humanidad
la dimensión psicológica que le ha permitido su vertiginosa evolución como
especie, que, más allá de su conformación biológica, ha generado una trans-
formación cultural que la hace reinventarse constantemente en cuanto a sus
formas de vida y a su conocimiento del cosmos y de sí misma.
Estos cuatro campos cubren actividades distintas entre sí, coinciden en
varios aspectos y se necesitan unos de otros. Por ejemplo, para tomar una deci-
sión han de formularse diversos modos de acción y razonar sobre las conse-
cuencias de cada uno de ellos y, para resolver un problema, han de proponerse
varias alternativas de solución y optar por la que se considere mejor.
En lo que sigue, se examinan, por tanto, primero, la naturaleza del pen-
samiento y después, el desarrollo de los cuatro campos esenciales en los que se
centra el estudio de este constructo: razonamiento, toma de decisiones, reso-
lución de problemas y creatividad. Con el estudio de este capítulo se espera
conseguir que el lector mejore en su forma de reflexionar y de actuar.
PENSAMIENTO 285
1.1. Conceptuación
Creatividad: Producir
muchas ideas, variadas, ori-
ginales y detalladas.
PENSAMIENTO 287
2. Razonamiento
Los seres humanos cometen muchos sesgos (para algunos autores, errores)
cuando razonan. Estos sesgos se deben, entre otras causas, a que fundamentan
sus juicios en características irrelevantes, olvidan los principios de la lógica,
tienen saturada su memoria de trabajo, poseen pocos conocimientos previos
y defienden ideas que no concuerdan con las contenidas en las premisas. Los
sesgos más comunes son los denominados de creencias, de confirmación, de
emparejamiento y de conclusión.
El sesgo de creencias se comete en el momento en el que un sujeto evalúa
la validez de un juicio observando únicamente si los contenidos de sus pre-
misas concuerdan o no con sus creencias sin hacer un verdadero análisis del
argumento global. Se manifiesta, por consiguiente, cuando se rechaza una
conclusión lógicamente válida o se acepta una conclusión inválida que, tam-
bién, es creíble.
El sesgo de confirmación es una tendencia a buscar pruebas que favorez-
can y sean compatibles con las propias expectativas e hipótesis planteadas. Por
ejemplo, ocurre cuando un médico evalúa los resultados de una exploración
en función de la enfermedad que previamente había diagnosticado sin tener
en cuenta otras posibilidades. En general, se tiende a adoptar estrategias que
corroboren y no las que demuestren la falsedad de los propios argumentos.
Pese a que los sesgos de creencias y de confirmación parecen estar relaciona-
dos, se diferencian en el sentido de que el sesgo de creencia se refiere a una
evaluación engañosa de la situación presente, en tanto que el de confirmación
se refiere a la tendencia a buscar datos que favorezcan creencias anteriores.
El sesgo de emparejamiento consiste en elegir la respuesta que coincida con
los términos externos de la regla y con los enunciados del antecedente y del
consecuente del problema. Con este sesgo las personas se inclinan a dar como
respuesta correcta aquella en la que aparecen los valores que se mencionan
en el argumento. Por ejemplo, en un examen objetivo de selección múltiple se
tiende a señalar la alternativa cuyo contenido explícito se parece más al de la
pregunta formulada.
El sesgo de conclusión se comete cuando ésta no se deriva de las premisas.
Entre sus criterios, los más frecuentes son los de apelar a: a) la fuerza, se justi-
fica que la Unión Europea invada Libia porque tiene más poder b) la ignoran-
cia, una misma premisa permite llegar a dos conclusiones opuestas: el hecho
de no poderse probar experimentalmente la existencia de Dios, no impide a los
creyentes aceptarla, pero, a su vez, impulsa a los no creyentes a rechazarla c)
la autoridad, defender que los europeos son menos inteligentes que los ame-
ricanos porque lo ha dicho un político famoso d) la multitud, la marca X de
cigarrillos es la mejor porque la mayoría la fuma e) la debilidad de la persona,
cuando se cambia una premisa por otra más limitada (Heit, 2009).
294 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
3. Toma de decisiones
Los factores del sujeto se describen en el Cuadro 7.2; se asocian con varia-
bles emocionales, motivadoras, de control, de conocimiento y cognitivas, prin-
cipalmente.
Cuadro 7.2: Factores relacionados con el sujeto que decide
Factores Descripción
Los factores del entorno son la presión social y la presión de personas. La pri-
mera tiene un ámbito de actuación amplio, se refiere a la educación, la cultura, la
política, las normas, los medios de comunicación, etc. Todas esas variables con-
tribuyen a la configuración de un tipo de persona que tiende a tomar decisiones
según una determinada orientación. La presión de personas tiene que ver con la
influencia directa e indirecta de padres, amigos, compañeros de trabajo, jefes,
etc., que pretenden que sus intereses sean contemplados en las decisiones ajenas.
Está claro, pues, que son múltiples los elementos que inciden en la toma de
decisiones y que es preciso estar alerta en el momento de tomarlas, sobre todo
en las que tengan un alcance destacado.
4. Solución de problemas
todas las vacunas existentes para ver si alguna de ellas es eficaz para contrarrestar
esa enfermedad; en otro ámbito, el caso del pájaro que se mueve en la jaula y al
azar consigue abrir la puerta (Figura 7.9,A).
El heurístico de análisis de medios y fines divide el problema en subproble-
mas alcanzables que se van aproximando a la meta, reduciéndose así la distancia
entre las submetas y la meta final (Figura 7.9,B). En cada submeta hay que selec-
cionar, entre las posibles operaciones permitidas, la más adecuada, desarrollarla,
comparar el estado alcanzado con el estado final y evaluar sus diferencias.
El heurístico de búsqueda hacia atrás consiste en iniciar el proceso de solu-
ción desde la meta del problema hacia la situación actual (Figura 7.9,C). Para
aplicar esta estrategia, es necesario que la meta esté bien especificada, ofrezca
suficiente información y sea única. Tiene la ventaja de que la meta señala por
dónde se debe comenzar y marca la dirección que ha de seguirse para resolver
el problema.
el monto destinado a esa partida. Esta estrategia es muy apropiada, pues supo-
ne un gran ahorro en tiempo y esfuerzo, por conocerse ya determinadas vías de
solución. Sin embargo, su uso no es frecuente porque a las personas les cuesta:
a) detectar ese posible parecido existente entre los problemas b) recordar cómo
resolvieron el problema anterior c) transferir su experiencia a nuevos problemas.
Después de este recorrido señalando las estrategias generales más impor-
tantes, hay que apuntar que normalmente existe más de un modo de resolver
un problema y que éstos no son excluyentes, sino complementarios, toda vez
que pueden combinarse y utilizarse creativamente para tal fin.
5. Creatividad
ser útil en alguna proporción, puesto que, si es nuevo y no sirve para nada, no
es creativo, simplemente es algo extraño e irrelevante (Runco, 2003).
Desde el punto de vista del proceso, la creatividad se refiere a la secuencia
de operaciones cognitivas y de fases temporales que pueden llevar a la creación
de algo nuevo y apropiado (Figura 7.10,B). El proceso creativo no es un hecho
tangible, es una realidad intrapsíquica que, valiéndose de la información alma-
cenada en la memoria, trata de ir más allá de la misma. Ya Wallas (1926) afir-
maba que el espacio creativo lleva en sí mismo cuatro fases –a las que se ha
añadido una más– relativamente sucesivas que sitúan al individuo en un deter-
minado estado psíquico, que son las siguientes:
durar horas, días, incluso años. En ella parece que el sujeto no está direc-
tamente presente en la situación problema, es como si hubiera dejado de
pensar en la preocupación o proyecto inicial y cuando regresa a él está
más dispuesto para afrontar una nueva comprensión (Stokes, 2007). Es
una hipótesis admitida que la mente inconsciente actúa en la tarea duran-
te la fase de incubación aunque el sujeto esté ocupado en cosas diferentes
a la situación que estaba contemplando; luego los procesos asociativos,
preconscientes y, en general, los que conforman el sistema cognitivo eti-
quetado como pensamiento tipo I siguen actuando. Dicha hipótesis sugie-
re la idea de que dejar un problema de lado durante un tiempo facilita el
pensamiento creativo (Allen y Thomas, 2011). Sio y Ormerod (2009) en un
metanálisis concluyeron que la táctica de emplear tareas de escasa exigen-
cia durante la incubación era más beneficiosa que emplear tareas difíciles
y lo razonaron afirmando que, de esa manera, seguía actuando el pensa-
miento consciente o sistema tipo II en la tarea principal. Lo que significa
que los participantes estaban razonando acerca de las tareas creativas
mientras ejecutaban tareas que les hacían distraerse.
3. Iluminación. Esta fase es el núcleo del proceso creativo porque ordena y
da significado a los aspectos caóticos de la fase anterior. Surge la com-
prensión del problema planteado y sus posibles vías de solución, muchas
veces sin saber cómo ni por qué ocurre, de forma súbita e intuitiva, lo
cual produce emociones de alegría y satisfacción. Algunos de los subpro-
cesos que conlleva esta fase son: recuperación de información pertinen-
te, síntesis de conocimientos, transferencia de un dominio a otro y eva-
luación de las opciones propuestas. El insight es visto como un desafío a
la lógica en la resolución de problemas (Weisberg, 2006).
4. Verificación. Se refiere a la constatación de la respuesta creativa o ejecu-
ción del proyecto creador con la finalidad de comprobar si realmente
cumple con los parámetros de novedad, utilidad y calidad. En esta fase
interviene de manera especial el pensamiento convergente, evaluativo,
tipo II (Runco, 2006).
5. Difusión. Un acto creativo únicamente puede ser creativo si llega al
público. Durante la divulgación de un producto, las ideas pueden ser
cuestionadas a favor o en contra por la reacción social, pero todavía hay
tiempo para volver a la verificación y utilizar las opiniones de otros pen-
sadores creativos con el fin de revaluar el propio producto creativo; así
que en esta fase pueden seguir funcionando el pensamiento tipo I y II. El
hecho de aprovechar cuidadosamente esta etapa considerando las pro-
puestas de los expertos en el ámbito correspondiente podría explicar por
qué algunos productos creativos son más aceptados que otros.
Los dos tipos de pensamiento actúan en todas las etapas del proceso crea-
tivo, con posible excepción en la etapa de incubación, en la que ciertamente
PENSAMIENTO 309
7. Resumen
8. Términos clave
Algoritmo Originalidad
Analogía Pensamiento
Argumento Pensamiento crítico
Categorización Predicción de efectos
Componente cognitivo Premisas
Componente de disposición Problema
Componente metacognitivo Problema bien definido
Corteza prefrontal dorsolateral Problema mal definido
Corteza prefrontal ventromedial Proceso emprendedor
Creatividad Razonamiento
Creatividad grupal Razonamiento deductivo
Decisión grupal Razonamiento inductivo
Descubrimiento de causas Razonamiento lineal o transitivo
Elaboración Razonamiento proposicional
Factores de la tarea Razonamiento silogístico o categórico
Factores del entorno Razonamiento tipo I
Factores del sujeto Razonamiento tipo II
Fase de difusión SCAMPER
Fase de iluminación Secuenciación
Fase de incubación Sesgo de conclusión
Fase de preparación Sesgo de confirmación
Fase de verificación Sesgo de creencias
Flexibilidad Sesgo de emparejamiento
Fluidez Técnica de la mayoría
Heurístico Técnica de la minoría
Heurístico de análisis de medios y fines Técnica del abogado del diablo
Heurístico de búsqueda hacia atrás Técnica del consenso
Heurístico de ensayo y error Técnica del torbellino de ideas
Innovación Toma de decisiones
PENSAMIENTO 323
9.1. Razonamiento
Aplica a un ejemplo los pasos que ha de dar la mente para tomar una
decisión acertada. ¿Cómo determinas el valor de las consecuencias de
tal decisión?
Piensa en una decisión importante que hayas tomado. ¿Podrías haber
conseguido otro resultado si las variables del entorno hubieran sido
distintas?
Considera una decisión que debes tomar, más o menos próxima en el
tiempo, y analiza qué factores de la tarea y de la persona pueden influir
en ella?
¿Qué papel desempeñan las emociones en el proceso de decisión? Men-
ciona al menos tres efectos al respecto.
324 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
9.4. Creatividad
8. Motivación y emoción
9. Personalidad
Prólogo
8. MOTIVACIÓN Y EMOCIÓN
La capacidad para vivir motivado intrínsecamente, elaborando actividades por
propia iniciativa, perseverando en la tarea emprendida a pesar de las dificul-
tades, destacando los beneficios que proporciona este tipo de motivación, en
especial los relacionados con las funciones profesionales, con la finalidad de
desempeñar las tareas de la vida de forma intencionada, eficaz y satisfactoria.
La capacidad para interpretar las causas que producen la falta de motivación,
investigando su origen y las variables personales y ambientales que las mantie-
nen y precisando cuáles de ellas pueden ser más negativas, con la finalidad de
conocer las razones de tanto fracaso escolar y profesional y así poder evitarlo
ahora y en el futuro.
La capacidad para regular las emociones tanto positivas como negativas, exa-
minando las causas que las originan y mantienen y tratando de controlar las
reacciones que puedan afectar a las interacciones sociales, con la finalidad de
comprender la importancia que tienen las emociones para lograr el bienestar
personal y social.
COMPETENCIAS QUE SE ESTIMULARÁN EN EL BLOQUE III 335
9. PERSONALIDAD
La capacidad para sintetizar los principales rasgos de personalidad de un suje-
to, precisando los más destacados y determinantes en sus relaciones interper-
sonales, con la finalidad de comprender los cambios de conducta que puedan
observarse en las relaciones sociales.
La capacidad para comparar las teorías que estudian la personalidad, estable-
ciendo diferencias y semejanzas entre ellas y considerando su influencia en el
conocimiento de la persona, con la finalidad de aceptar a los demás según sus
características.
La capacidad para descubrir los rasgos de personalidad más frecuentes que
muestran las personas que presentan conductas desadaptadas, realizando un
perfil de las mismas y analizando las posibles causas que hayan podido inci-
dir en el desarrollo de la patología, con la finalidad de comprender mejor qué
factores tanto sociales como personales influyen más en los trastornos de la
personalidad.
8 Motivación y emoción
E. M. Casanova Lamoutte y M. L. Sanz de Acedo Lizarraga
Índice
7. Resumen.................................................................................................. 378
Introducción
ello, se comentan en este capítulo algunos aspectos del estrés, estado emocio-
nal negativo cada vez más frecuente en nuestra sociedad. Todas las personas
sienten emociones: alegría por la consecución de una tarea difícil, tristeza por
la muerte de un ser querido, ira cuando son tratadas de manera injusta, etc.
En las explicaciones documentadas que se vierten sobre la emoción apa-
recen tanto las interpretaciones cognitivas que se han formulado sobre ella
como los avances científicos que la neuropsicología ha conseguido al respec-
to. Ambas dimensiones, cognitiva y neuronal, son necesarias para que pueda
hablarse al menos de emociones conscientes. Los teóricos cognitivos afirman
que es artificial la oposición que se ha mantenido entre la emoción y la razón,
toda vez que, tanto la emoción como el entendimiento, pueden manifestarse de
forma racional e irracional.
A pesar de la estrecha relación existente entre motivación y emoción, se ha
considerado pertinente tratar aquí estos dos procesos de forma independiente,
aunque sin pretender abarcar todos los contenidos que, tradicionalmente se
ofrecen cuando se habla de ellos en los textos de Psicología.
Se inicia el capítulo describiendo los principales conceptos que se han emi-
tido sobre la motivación, la clasificación de las necesidades humanas y por qué
y cómo actúa el ser humano. Un tratamiento semejante se hace sobre la otra
cara de la moneda que es la emoción: definición, clasificación y justificación. A
partir del estudio de los contenidos de este capítulo no será difícil darse cuenta
de que las cosas que motivan son las que verdaderamente emocionan.
1. ¿Qué es la motivación?
2. Necesidades humanas
Según Maslow (1970), las necesidades del ser humano pueden jerarquizar-
se con arreglo a una estructura piramidal de cuatro o más niveles (Figura 8.1).
Cuando un nivel se encuentra relativamente saciado, comienzan a satisfacer-
se las carencias relacionadas con el nivel inmediato superior, pero el grado o
modo en que se sosiegan estas necesidades depende del individuo y puede afec-
tar a su salud tanto física como mental.
MOTIVACIÓN Y EMOCIÓN 343
3.1.1. Instinto
Figuras Supuestos
William James El ser humano posee instintos que mueven sus conductas, pero su
(1842-1910) fuerza puede ser controlada por el aprendizaje y la experiencia.
Sigmund Freud La conducta está determinada por dos instintos: el de vida (eros) y
(1856-1939) el de muerte (tanatos). Estos instintos motivan a pasar a la acción
para satisfacer todas las necesidades, pero también generan tensio-
nes cuando la sociedad no permite culminar la conducta.
William La conducta humana es instintiva aunque menos estereotipada
McDougall que la de los animales. Existen varios instintos básicos, entre otros,
(1871-1938) el de huida, lucha, curiosidad, reproducción y crianza de hijos.
346 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
3.1.2. Impulso
Teoría homeostática
La teoría de Hull dio lugar a numerosos trabajos en las áreas del aprendi-
zaje y de la motivación. Pero fue precisamente la interpretación que hacía de
las relaciones entre estos dos conceptos, la causa de las severas críticas que
recibió. El autor pensaba que la motivación es necesaria para que tenga lugar
un aprendizaje y la consideraba esencial para el logro de una buena adapta-
ción al ambiente. Una rata aprendía a presionar la palanca en la caja de Skin-
ner sólo porque estaba hambrienta y porque la comida reducía su ansiedad;
sin la comida, que sirve para saciar el hambre, y sin la presencia de un impul-
so fisiológico, no habría aprendizaje. Pero las observaciones de otros autores
indicaron que los impulsos para pasar a la acción se producen también en
ausencia de una necesidad específica incluso en animales, como a continua-
ción se expone.
Entre los años treinta y sesenta del pasado siglo, se realizaron numerosos
estudios para demostrar que los sujetos tienen potencial suficiente para moti-
348 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
varse por otras razones que no sean la mera satisfacción de sus necesidades
biológicas (Cuadro 8.2).
Los impulsos que mueven a la acción en los ejemplos expuestos en el
Cuadro 8.2, a diferencia de los biológicos que aumentan con la necesidad
y desaparecen con su satisfacción, responden a las siguientes consideracio-
nes: a) la búsqueda de un nivel óptimo de arousal b) la presencia de necesi-
dades que nunca se satisfacen totalmente, sino que siempre van en aumento
c) la privación sensorial provoca reacciones psicológicas d) el nivel de acti-
vación al que aspiran los organismos es un rasgo que los diferencie e) el ori-
gen de la estimulación puede ser interno o externo al individuo.
Figuras Aportaciones
Tolman Propuso que las expectativas de poder conseguir algo son las que
(1932) realmente motivan la conducta para trabajar en la consecución
de las metas.
Harlow, Har- Observaron que algunos animales, por ejemplo, los monos, ejecu-
low, y Meyer taban conductas con la finalidad de aumentar su actividad por el
(1950) mero hecho de explorar y manipular objetos, sin buscar la satis-
facción de necesidades biológicas o de reducir sus impulsos.
3.2.2. Expectativas
3.2.3. Atribuciones
Figuras Aportaciones
Heider Psicólogo social, sostiene que la conducta de uno mismo y la de los
(1958) otros es debida a dos causas posibles: una interna (personalidad, inteli-
gencia, motivación, etc.) y otra externa (suerte, situación, terceras per-
sonas, etc.). Existe la tendencia a atribuir los logros personales y los
errores de los demás a factores internos y los fallos personales y los
éxitos de los demás a factores externos.
Rotter Conductista social, propone el concepto de locus de control (lugar don-
(1966, 1990) de se sitúan las creencias del sujeto respecto a la responsabilidad que
tiene sobre su propia conducta) interno o externo, muy semejante al de
causalidad de Heider. Las personas que tienen locus de control interno se
sienten responsables de las consecuencias de sus conductas, son críticas,
resolutivas, constantes y realistas; las que tienen locus de control externo
no se sienten responsables y perciben los hechos que les ocurren como
resultado del azar, la suerte, las decisiones ajenas, etc. La interiorización
se desarrolla y mejora con el sistema educativo. El ser excesivamente
interno no es del todo positivo, aunque en la vida es mejor que predomi-
ne esta característica.
Weiner Psicólogo cognitivo, considera que los resultados de la conducta humana
(1986) han de ser analizados bajo un prisma de tres dimensiones: a) causalidad,
si el origen de la conducta se atribuye a motivos internos o externos; los
primeros producen emociones positivas, los segundos, negativas b) esta-
bilidad, si las causas de la acción son estables o inestables en el tiempo,
si se atribuye la causa a la capacidad, es algo estable; si al ambiente, ines-
table c) capacidad de control, si el individuo estima que puede intervenir,
o no, en las causas de su conducta. La atribución del éxito o del fracaso
a causas controlables (por ejemplo, el esfuerzo) produce motivación y
persistencia, lo cual contribuye a incrementar el rendimiento. No ocurri-
rá así en el caso de asignar los resultados a factores incontrolables (por
ejemplo, el azar).
Seligman Cofundador de la Psicología positiva, sugiere dos nuevos estilos de atri-
(1991, 2003) bución: el optimista y el pesimista y el específico y el global. Cada uno
de ellos tiene que ver con la forma de interpretar la vida y con lo que
ocurre en ella. El optimista imputa el fracaso a factores externos y el
éxito, a factores personales; el pesimista atribuye el fracaso a factores
personales y siente que le persigue siempre y en todo lo que hace; el
éxito parece que depende de factores externos que pueden ser específi-
cos o globales. Como norma de conducta, es mejor atribuir el fracaso a
causas específicas (hacer mal un examen por el hecho de padecer una
gripe) y el éxito a causas globales (he obtenido buenas notas porque
soy inteligente). La relevancia de la globalidad para el fracaso vendría
dada por su gran poder de generalización en el desarrollo de emocio-
nes negativas. Seligman sostiene que lo que origina, mantiene y dirige
la conducta del ser humano es la búsqueda de la felicidad personal,
que se logra practicando lo que él llama las seis virtudes: sabiduría y
conocimiento, valor, humanidad y amor, justicia, templanza y trans-
cendencia.
MOTIVACIÓN Y EMOCIÓN 353
Cuadro 8.4: Rasgos de las personas con alta y baja motivación de logro
1. Alta: intentan convencer a los demás, imponen sus ideas incluso acu-
diendo a expresiones de agresividad. Baja: no se preocupan por esta
finalidad.
2. Alta: se perciben interiormente débiles (bajo nivel de autoestima), sin
embargo, buscan proyectar una imagen de seguridad y firmeza. Baja:
tienen confianza en sí mismos y son realistas.
3. Alta: se rodean de personas menos capacitadas que ellos para manipu-
larlas más fácilmente, no les preocupa si su estilo de actuación agrada
o desagrada a los demás. Baja: buscan personas de las que puedan
aprender y nunca temen ser superados por las ideas de los otros.
4. Alta: ofrecen una imagen de riqueza externa, llamativa, porque esta
actitud es también un indicador de poder. Baja: aparentar y hacer
ostentación de sus posesiones les parece algo secundario.
5. Alta: eligen profesiones que les permitan ejercer el poder y les propor-
cionen prestigio. Baja: optan por profesiones que les permitan trabajar
en provecho de los demás.
6. Alta: provienen de familias cuyos padres sufrieron por no desarrollar el
motivo de poder, bien a nivel personal, bien a nivel grupal o social. Baja:
provienen de familias donde predominan las relaciones de igualdad.
Los niños, ya cuando nacen, están equipados con reflejos que les orientan
hacia los demás: responden a las caras, dirigen su cabeza hacia las voces que
oyen y están configurados para interpretar la mímica de ciertos rasgos faciales.
Si se reflexiona sobre la cantidad de tiempo que las personas emplean hablan-
do con, estando con, suspirando por o preocupados por, se puede apreciar
cuánto necesitan de otras personas. El Cuadro 8.5 recoge los rasgos más comu-
nes de las personas con alta motivación de afiliación; los rasgos opuestos, que
no se citan, corresponden a una baja motivación.
El motivo de afiliación tiene dos componentes clave: la búsqueda de con-
tactos y el deseo de comunicarse de forma abierta y sincera (Diener, Suh,
Lucas, y Smith, 1999). Los contactos externos, superficiales, se califican como
de interacciones frías, aunque puedan satisfacer y enriquecer; los de intimidad
se consideran hondos, cordiales, reveladores y amorosos. De estos dos com-
ponentes se recibe energía, atención, estimulación, información y apoyo emo-
cional. En situaciones de estrés, se da la tendencia a incorporarse a un grupo,
sobre todo se acude a otras personas solicitando ayuda para obtener claridad
cognitiva ante las situaciones difíciles que se están atravesando. En general, la
meta del motivo de afiliación es crear vínculos positivos entre unos y otros y
contribuir al bienestar propio y de los demás.
358 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
4. ¿Qué es la emoción?
Casi todas las emociones tienen una manifestación conductual que inclu-
ye expresiones faciales, posturas y tono de voz, tales como sonreír, mover los
brazos y gritar. Generalmente, se trata de un comportamiento motor, no ver-
bal, originado por una determinada activación o afrontamiento. Este compo-
nente es el más observable y, por tanto, mensurable del proceso emocional e
influye en el medio ambiente, el cual, a su vez, refuerza positiva o negativa-
mente dichas manifestaciones conductuales.
De las muchas expresiones, las faciales han sido estudiadas con frecuen-
cia, en especial los músculos que intervienen en determinadas partes de la
cara, como la nariz, la boca o las cejas, ya que, al parecer, son las que infor-
man mejor sobre la veracidad emocional del sujeto (Ekman, 1992, 1994).
Ekman afirma que las expresiones auténticas de las emociones tienden a ser
simétricas, mientras que las falsas tienden a ser asimétricas. Formuló un
catálogo de todas las acciones que la cara es capaz de producir y descompu-
so cada expresión en una serie de unidades de acción que, combinadas en
diferentes configuraciones, conforman las distintas expresiones faciales. En
MOTIVACIÓN Y EMOCIÓN 361
Las emociones no ocurren simplemente porque sí, sino que tienen una
causa y desempeñan variedad de funciones en la vida del ser humano. En este
punto cabe preguntarse ¿para qué sirve la alegría, el miedo, la tristeza? y así,
con una larga lista de emociones. Analizar el papel que desempeña cada emo-
ción sería una tarea ímproba y quizá no necesaria, es más práctico abordar el
tema a nivel general. De ahí que se hayan agrupado las funciones de las emo-
ciones en cuatro categorías: cognitiva, motivadora, adaptativa e interpersonal
(Figura 8.7).
4.3.1. Cognitiva
los estímulos –ya que hacen de filtro, en el sentido de que dirigen la atención
hacia la información que esté más en consonancia con el tono emocional
del momento– imponiendo un estilo de funcionamiento y tratando de que
el sujeto se reafirme en su estado emocional o cambie su manera de pen-
sar (Barret et al., 2007). Los sujetos alegres aprenden y recuerdan mejor las
características positivas de los sucesos; almacenan el conocimiento de mane-
ra organizada; toman decisiones eficaces y se comprometen creativamente
en la resolución de problemas. Por su parte, los tristes discriminan en un
mensaje persuasivo los argumentos fuertes y débiles que éste conlleva; anali-
zan exhaustivamente las relaciones reales o posibles que puedan darse entre
dos acontecimientos; ejercen un control exhaustivo sobre la información que
reciben y tienden a ser críticos en sus procesamientos. A la vista de los datos
anteriores, parece claro que las emociones intervienen en los diferentes com-
ponentes del pensamiento.
Existe otro punto de vista sobre estas cuestiones, pues hay quienes defien-
den que la influencia que ejercen las emociones sobre la cognición también
tiene lugar en el inconsciente sobre todo cuando se trata de la cognición
social, concretamente en los procesos valorativos de las actitudes y de la per-
suasión (Izard, 2009).
4.3.2. Motivadora
4.3.3. Adaptativa
4.3.4. Interpersonal
biológico, pues cada una de ellas está relacionada con una función adaptativa
diferente. Por ejemplo, el origen de la emoción de miedo se hallaría unido a la
conducta de defensa. Existen diferencias entre los autores respecto al número
de emociones básicas, aunque parece haber cierto acuerdo en incluir en este gru-
po el miedo, la ira, la alegría y la tristeza. Según Ortony (1996), estas emociones
se encuentran en todas las culturas y son fundamentales para la supervivencia
y para la adaptación de los individuos desde edades muy tempranas y son las
estructuras subcorticales del cerebro “viejo” las encargadas de ejecutarlas; las
secundarias o esquemas emocionales, como las denomina Izard (2009), depen-
den de las interacciones cognitivas que tienen lugar en la corteza cerebral fron-
tal. A su vez, algunas emociones positivas y negativas responden a las caracterís-
ticas de las básicas porque son esenciales para la vida del individuo, así la alegría
es positiva y básica y el miedo, negativo y básico. Seguidamente, se comentan las
emociones divididas en positivas, negativas y neutras (Figura 8.8).
5.4.1. Conceptuación
5.4.2. Causas
5.
MOTIVACIÓN Y EMOCIÓN 373
Las causas reseñadas no son las únicas que producen estrés; puede ampliar-
se su número debido a la multitud de circunstancias que rodean al ser humano
en la sociedad.
5.4.3. Afrontamiento
6.1. Fisiológicas
nal, pero conocer el puente que une la actividad del cerebro y la conciencia es
muy difícil de indagar, según comenta Izard (2009).
6.2. Cognitivas
una vez que se han producido, pero no llegaron a interpretar qué es lo que las
genera, qué es lo que sucede entre el estímulo y la respuesta; este vacío trata de
llenarlo la teoría de la valoración cognitiva.
7. Resumen
8. Términos clave
Afrontamiento Incentivo
Alegría Instinto
Amor Ira
Ansiedad Locus de control externo
Arousal Locus de control interno
Asco Miedo
Atribución Motivación
Atribución específica y global Motivación extrínseca
Atribución estable e inestable Motivación intrínseca
Atribución interna y externa Motivación primaria y secundaria
Atribución optimista y pesimista Motivo de afiliación
Disonancia cognitiva Motivo de logro
Emoción Motivo de poder
Emociones básicas Motivo social
Emociones negativas Necesidad
Emociones neutras Necesidades biológicas, cognitivas y
Emociones positivas sociales
Etiquetado verbal Necesidades de crecimiento
Expectativa Necesidades de deficiencia
Experiencias subjetivas Necesidades individuales y grupales
Expresiones faciales Necesidades primarias y secundarias
Estrés Resiliencia
Felicidad Sorpresa
Fobias Trastorno de pánico
Homeostasis Tristeza
Impulso Valor/expectativa
MOTIVACIÓN Y EMOCIÓN 381
Índice
6. Resumen.................................................................................................. 414
Introducción
En todas las culturas los seres humanos se interesan por conocerse a sí mis-
mos y a los demás (Heine y Buchtel, 2009). Cuando una persona describe a otra
se sirve de cualidades cognitivas y afectivas de eso que se ha denominado perso-
nalidad. Este constructo sirve para explicar lo que a uno le hace ser uno mismo
y, a su vez, diferente de los demás; sirve también para inferir el comportamiento
ajeno, por ejemplo, cuando un niño no juega con otros niños, quizá sea porque
es “retraído”. Ciertamente, la personalidad se relaciona con las características
generales que todos los seres humanos tienen en común y con las diferencias
singulares que les son propias, que son muchas, para algunos “infinitas”. La per-
sonalidad es fácil de observar pero difícil de precisar; no se sabe con exactitud
cuál es su naturaleza, estructura y proceso. Todo ello ha llevado a los estudiosos
a reformular continuamente sus planteamientos, y aunque se sigue avanzando
aún no se ha llegado a establecer una definición consensuada.
La personalidad ha sido analizada desde perspectivas teóricas muy dis-
tintas, unas más clásicas –el psicoanálisis, los rasgos, el aprendizaje social y
las humanistas– y otras más actuales, que van surgiendo con el estudio de las
relaciones de la neurobiología con la Psicología. Cada perspectiva defiende sus
propios supuestos sobre el ser humano, sobre todo acerca de la importancia de
los factores biológicos y ambientales y de la estabilidad y de la fluctuación de
los rasgos personales.
Otro aspecto destacable es la observación de la evolución que ha experimen-
tado la personalidad a lo largo del tiempo, reflexionar acerca de cuáles fueron
los patrones de comportamiento de nuestros ancestros que más pudieron con-
tribuir al concepto de lo que hoy se considera personalidad. Según la interpreta-
ción evolucionista, la personalidad sería el modo de funcionamiento adaptativo
preponderante que muestra un organismo ante sus entornos habituales.
Decir que una persona es extrovertida o neurótica requiere que antes de emi-
tir tal apreciación se haya hecho una evaluación de la misma. Se valora la per-
sona y su conducta interactiva con instrumentos clínicos –proyectivos, cualita-
tivos y no estructurados– apropiados para medir variables inconscientes, y con
instrumentos estadísticos –objetivos, cuantitativos y estructurados– apropiados
para medir variables más conscientes. Ambas formas de evaluación tienen ven-
tajas y limitaciones, pero con todos los instrumentos se intenta de algún modo
conocer la dinámica interna del individuo y las diferencias interpersonales.
Es un hecho constatado que las variables de personalidad están estrecha-
mente relacionadas con el estado de bienestar físico y mental, con la satisfac-
ción vital. Por tanto, cada uno de los rasgos de personalidad puede influir en
algún sentido en el grado de salud personal. Por ejemplo, el equilibrio emo-
cional se asocia con la tranquilidad y la complacencia; el neuroticismo, con la
ansiedad y con la depresión. Aunque las fronteras entre lo que pueda ser consi-
386 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
1. Definición de personalidad
Autores Definiciones
McAdams y Fals El estudio científico de la persona como un todo complejo: percepción, aten-
(2006) ción, memoria, cognición y circuitos y estructuras cerebrales.
Mayer Un sistema que se desarrolla de forma organizada dentro del individuo y que
(2007) representa la acción colectiva de los subsistemas psicológicos superiores.
1.1. Temperamento
El temperamento puede ser considerado como la parte biológica de la per-
sonalidad. En palabras de Allport (1961), el temperamento tiene que ver con
la dimensión emocional del individuo, que incluye la susceptibilidad a la esti-
mulación, la espontaneidad, la fuerza, la celeridad de respuesta, el estado de
humor preponderante y sus fluctuaciones. Estos fenómenos se asocian con la
estructura constitucional del sujeto y son fundamentalmente heredados.
Por ejemplo, el personal de enfermería siempre ha observado que los bebés
son diferentes desde el momento en que nacen: algunos maman vigorosamen-
te, mientras que otros precisan ayuda; algunos se muestran tensos, otros, rela-
jados. Estos patrones de conducta tienen, al parecer, un fuerte componente
genético, puesto que se manifiestan antes de que las experiencias postnatales
puedan influir en ellos.
388 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
1.2. Carácter
Los enfoques que en este capítulo se han denominado clásicos por razo-
nes de organización de la información, contemplan el estudio de las variables
intrapsíquicas del individuo, las interindividuales y las contextuales. Se inicia
su exposición con una de las primeras teorías de la personalidad.
PERSONALIDAD 389
2.1.1. Psicoanálisis
Teoría de la personalidad
Desarrollo de la psicosexualidad
Para terminar, cabe decir que la teoría de Freud ha ejercido una influen-
cia significativa en la Psicología. Algunos de sus conceptos son ideas acepta-
das por numerosos científicos. Las investigaciones vigentes sobre los sueños y
la memoria implícita apoyan en parte el énfasis que puso Freud en el incons-
ciente y los neurocientíficos han hallado pruebas que demuestran que el sis-
tema límbico del cerebro quizá sea fuente de motivaciones inconscientes. Sin
embargo, los psicólogos de la personalidad más importantes han criticado la
teoría psicoanalítica debido a la falta de datos científicos convincentes que la
sustenten. Además, no queda claro que las etapas de la personalidad que trazó
Freud ofrezcan una descripción precisa de su desarrollo; se sabe que pueden
392 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
Los rasgos se definen como etiquetas verbales que hacen referencia a deter-
minadas conductas, las describen, explican y predicen; también se definen
como tendencias cognitivas, emocionales y conductuales que diferencian a las
personas, como puede ser la tendencia a experimentar emociones negativas. El
niño al nacer actúa por reflejos; después, adquiere nuevas conductas que, al ser
repetidas, se transforman en hábitos y éstos con el tiempo configuran los ras-
gos de la personalidad. Según Allport (1937), psicólogo pionero de las teorías
de la personalidad basadas en los rasgos, este concepto tiene dos acepciones:
una, asociada al deseo de actuar de una forma determinada, observable, y otra
asociada a la disposición interna que da lugar a la conducta objetiva.
Los rasgos se determinan a partir de la información que proporciona la
persona sobre lo que hace, cómo lo hace y qué le gusta hacer; dirigen la con-
ducta, se miden empíricamente, tienen existencia propia, son bastante esta-
bles, diferencian a las personas, influyen en la conducta y se analizan de mane-
ra individual y grupal.
Se han propuesto varios modelos de la personalidad según este enfoque; se
describen tres, los más utilizados.
Modelo de Cattell
Modelo de Eysenck
das. En cambio, las que poseen valores bajos, tienden a ser reservadas, silen-
ciosas, solitarias, pasivas e incapaces de expresar emociones fuertes.
El factor de responsabilidad tiende a describir a las personas como orde-
nadas, contenidas, meticulosas, sistemáticas, orientadas a cumplir objetivos
y ambiciosas. En general, las personas con valores altos en este factor son
trabajadoras, aplicadas, puntuales y perseverantes. En cambio, las personas
con valores bajos, suelen ser desorganizadas, negligentes, perezosas y tien-
den a sucumbir ante las dificultades.
El factor amabilidad tiende a hacer distinción entre las personas compa-
sivas y las crueles. Las que tienen un alto nivel de amabilidad tienden a ser
confiadas, generosas, complacientes, condescendientes y amigables; las que
se acercan al extremo opuesto suelen ser desconfiadas, tacañas, hostiles, irri-
tables y críticas con los demás.
Finalmente, el factor apertura mental tiende a diferenciar a las personas
que buscan experiencias nuevas de las que se encuentran mejor en un entor-
no familiar. Las que buscan de manera sistemática lo diferente y cuestionan
los valores tradicionales tendrán puntuaciones altas en este factor. Las perso-
nas poco abiertas a la experiencia suelen ser convencionales, prácticas, con-
servadoras y no sienten ningún tipo de curiosidad.
Este modelo representa un punto de encuentro entre el conocimiento
de la personalidad que tiene la mayoría de las personas y el conocimiento
que tiene la comunidad científica. Se ha verificado en numerosos estudios
en diversos países, con amplias muestras de sujetos y de edades dispares, lo
cual prueba que sus dimensiones son parte casi inequívoca de la estructura
intrapsíquica de la personalidad (Cervone, 2005).
Los defensores de este modelo siguen estudiando para llegar a entender
cómo estos cinco factores interactúan entre sí cuando estimulan o impiden
el bienestar personal. Ya han verificado que una persona abierta, agradable
y extrovertida posee gran calidad de vida; por el contrario, la que carece de
estos rasgos presenta problemas de salud mental.
Pero a pesar de su simplicidad y eficacia, los modelos de los rasgos tam-
bién han sido criticados, pues no explican enteramente las causas de la per-
sonalidad y presentan los rasgos como generalizaciones estadísticas que no
siempre se corresponden de una manera exacta con la conducta real.
ción que se recibe y manejarse con las personas y las situaciones c) las expecta-
tivas que se crean sobre las causas del éxito o del fracaso y sobre las consecuen-
cias posibles de la conducta d) los valores subjetivos y la clase de resultado que
se espera, sea cual fuere, mayor o menor, su refuerzo positivo e) los sistemas de
autorregulación que se emplean para programar metas, controlar la actividad
y evaluar los resultados. Mischel sostiene que estas variables personales influ-
yen en la conducta cuando la situación ambiental es débil o ambigua, pero si
es clara y fuerte es ella la que determina en parte la conducta y la personalidad
del individuo, pero sin inhibirle de la responsabilidad de sus actos.
Las teorías sociocognitivas son singulares por la importancia que conceden
a la correspondencia mutua entre los individuos y su entorno. No sólo suponen
que el ambiente influye en la personalidad de los individuos, sino que también
sus conductas “alimentan” y modifican el entorno.
Fuentes de refuerzo
Conducta ins-
trumental Independiente Dependiente Ambivalente Desvinculada
(uno mismo) (los otros) (ambos) (ninguno)
Cuadro 9.3: Relación del modelo de los cinco factores con las
estructuras cerebrales
Rasgos Resultados
Neuroticis- Relacionado con el volumen del giro cingulado medial, una región
mo comprometida en la detección de errores y en la respuesta al dolor
físico y emocional.
Responsa- Relacionado con el volumen del giro frontal medial, una región invo-
bilidad lucrada en la selección y mantenimiento de las reglas que guían la
conducta.
3. Personalidad y evolución
una tarea a un sujeto y el hecho de que trabaje para proveer recursos; la amabili-
dad, la tendencia a cooperar y seguir las normas grupales antes que los intereses
propios y la apertura mental, un indicador de aceptar un consejo sabio indepen-
dientemente de quien lo ofrezca.
Una limitación importante de la Psicología evolucionista tiene que ver con
el nivel de especulación que conllevan algunas de sus hipótesis. Al tratarse de
rasgos de personalidad forjados a lo largo de generaciones, no puede retroce-
derse en el tiempo y determinar con certeza cuáles han sido las fuerzas que
han seleccionado un determinado carácter. Por lo tanto, los investigadores
se ven obligados a hacer inferencias sobre ambientes y presiones selectivas
del pasado. Sin embargo, la conducta actual proporciona oportunidades para
vislumbrar el pasado. Realmente, la especie humana está configurada para
aprender con facilidad el temor a las serpientes, las arañas y los extraños, lo
cual sugiere que estos estímulos debieron de ser importantes amenazas para
nuestros antecesores; los celos sexuales en el varón sugieren que la incer-
tidumbre sobre la paternidad era una cuestión muy relevante en el pasado
evolutivo y la nostalgia que se experimenta ante la soledad hace pensar que
la pertenencia a un grupo era fundamental para la supervivencia y para la
reproducción. De cualquier manera, para ser útiles a la ciencia, las hipóte-
sis evolucionistas han de estar enmarcadas de la forma más precisa posible
y producir predicciones comprobables, de modo que puedan ser sometidas a
estudios empíricos.
En resumen, el enfoque evolucionista de la personalidad plantea que los
humanos han desarrollado capacidades para detectar, delimitar y recordar con
precisión las diferencias individuales que son más relevantes para afrontar
problemas y entornos sociales críticos.
4. Evaluación de la personalidad
1. Test de Rorschach. Está formado por diez láminas, cada una de las cuales
tiene impresa una mancha de tinta con formas simétricas (cinco en tona-
lidades grises y negras, dos con toques adicionales de color rojo y las tres
restantes combinan varios colores); se pide al sujeto que diga qué pueden
representar esas formas o a qué se asemejan. Las respuestas se interpre-
tan según la localización (área de la mancha interpretada), contenido
(animales, objetos, etc.), tipos de respuestas (comunes, creativas, etc.) y
tiempo de reacción del sujeto. Este test suele utilizarse, principalmente,
para identificar alteraciones sexuales y afectivas (Figura 9.7,A).
2. Test de Apercepción Temática de Murray. Presenta estímulos en forma
de escenas más estructurados que el test de Rorschach, y permite obte-
ner respuestas verbales más complejas y organizadas. El sujeto debe
describir lo que los personajes están haciendo en las escenas de las
láminas, interpretar sus pensamientos e imaginar cómo terminará
cada acción. En esta prueba se evalúan la estructura y el contenido de
las descripciones emitidas así como las conductas asignadas a los per-
sonajes (Figura 9.7,B).
408 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
5. Trastornos de la personalidad
Principio Descripción
Trastorno Descripción
Paranoide Sujetos que desconfían mucho de los demás y muestran una actitud defensiva;
son fácilmente irritables y tienden a provocar el enfado de otros; responden con
ira a cualquier estímulo que provoque ridículo, decepción, desprecio o descon-
sideración y su propensión a percibir traición o agresión les causa sufrimiento
e innumerables problemas interpersonales.
Esquizoide Sujetos asociales; son emocionalmente fríos, indiferentes a la reciprocidad con
otras personas y tienen pocos o ningún amigo cercano; son también excesiva-
mente ensoñadores y fantasiosos; responden de manera atenuada a cualquier
tipo de estimulación, incluso a acontecimientos que provocarían claras res-
puestas emocionales en otros individuos.
Esquizotí- Sujetos con apariencia excéntrica, errónea o extravagante; prefieren el aisla-
pico miento social; utilizan extraños patrones de lenguaje; manifiestan dificultad
para orientar sus pensamientos de forma lógica; creen en la telepatía y en la
clarividencia y sienten frecuentes sensaciones de vacío y falta de sentido vital.
Límite Sujetos inestables en la conducta interpersonal, el humor y la autoimagen;
actúan de manera impulsiva desarrollando crisis inesperadas; provocan daño
personal, autolesiones o actos suicidas y experimentan frecuentes sentimientos
de vacío y de temor a ser abandonados.
Histriónico Sujetos de conducta dramática, exagerada, lábil y disfuncional socialmente;
reflejan inmadurez, seducción y manipulación obvia; parecen exhibicionistas,
inmaduros, inseguros, explotadores, coquetos, incluso promiscuos; son vani-
dosos, exigentes, desconsiderados, muy dependientes de los demás y volubles e
impetuosos en sus expresiones afectivas.
Narcisista Sujetos que sobrevaloran su importancia personal y esperan que los demás les
reconozcan su valor único y especial; son orgullosos, altamente presuntuosos,
mimados y altaneros; poseen la ilusión de una superioridad inherente, abusan
en sus relaciones con los demás y carecen de empatía.
Antisocial Sujetos agresivos, ambiciosos, persistentes y temerarios; responden al riesgo
con energía y se comportan bajo el principio de “el fin justifica los medios”; se
desentienden durante largo tiempo de las responsabilidades que tienen con las
personas cercanas y en casos extremos pueden ser beligerantes y vengativos.
Dependen- Sujetos con sentimientos de inferioridad, que delegan la responsabilidad y el
cia control de su conducta a otras personas; necesitan ayuda, aceptación, aproba-
ción y apoyo externo; son intolerantes a la soledad y tienden a someterse a los
deseos y mandatos de los demás; en definitiva, se caracterizan por la sumisión
interpersonal y la búsqueda constante de apoyo.
Evitación Sujetos socialmente aislados, reservados y retraídos; muestran una hipersensibilidad
a la humillación, al rechazo y a los sentimientos de vergüenza; son reacios a comuni-
carse con las personas y rehúyen su contacto siempre que tienen oportunidad.
Obsesivo/ Sujetos que muestran una rígida aceptación de las normas; actúan de forma
compulsivo educada, pero, ante sus subordinados, adoptan una postura autoritaria y censo-
ra; consideran la expresión afectiva como un signo de inmadurez y se reprimen
por miedo a perder el control de sus emociones.
414 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
6. Resumen
7. Términos clave
Amabilidad Libido
Antisocial Límite
Apertura mental Modelo del aprendizaje biosocial
Autoconcepto Modelo de los cinco factores
Autoeficacia Modelo basado en categorías
Autorrealización Modelo basado en dimensiones
Bipolaridad actividad/pasividad Modelo neurobiológico
Bipolaridad ambivalente/desvinculado Narcisista
Bipolaridad independiente/ Neuroticismo
dependiente Nomotética
Carácter Obsesivo/compulsivo
Consciente Paranoide
Dependencia Personalidad
Ello Preconsciente
Enfoque clínico de evaluación Pruebas de autoinforme o
Enfoque psicométrico de evaluación psicométricas
Esquizoide Pruebas proyectivas
Esquizotípico Pruebas subjetivas
Evitación Pruebas psicofisiológicas
Expectativa Psicoticismo
Extroversión Rasgo
Fase anal Rasgo fuente
Fase de latencia Rasgo superficial
Fase fálica Responsabilidad
Fase genital Superyó
Fase oral Temperamento
Idiográfico Tests de Apercepción Temática
Histriónico Tests de Rorschach
Inconsciente Yo
PERSONALIDAD 417
9. Lecturas recomendadas
La capacidad para interpretar los esquemas que se tienen almacenados acerca
de la realidad social, precisando el tipo de información que conllevan y el ori-
gen de la misma, con la finalidad de aprender a otorgar un significado certero
y completo a la realidad social.
La capacidad para descubrir las causas de las conductas propias y ajenas,
identificando los factores que las fundamentan, ya provengan del sujeto o del
entorno, reflexionando sobre sus consecuencias y elaborando un juicio razo-
nado sobre las causas más probables de la acción, con la finalidad de valorar el
alcance del proceso de la atribución social.
La capacidad para descubrir los sesgos más frecuentes que se dan en las inte-
racciones sociales, identificando los supuestos que los mantienen y examinan-
do las razones que fundamentan los mensajes que se emiten, con la finalidad
de conocer mejor el verdadero trasfondo que con ellos se trasmite.
COMPETENCIAS QUE SE ESTIMULARÁN EN EL BLOQUE IV 425
La capacidad para descubrir la dimensión afectiva del conocimiento social,
analizando las actitudes de las personas y su impacto en la conducta y en los
procesos persuasivos y evaluando también cómo dichos procesos modifican
las actitudes, con la finalidad de verificar la importancia de los procesos de
persuasión social.
La capacidad para resolver conflictos interpersonales, definiendo la situación,
proponiendo vías de solución, creando un plan de acción, ejecutando dicho
plan y evaluando sus resultados, con la finalidad de adquirir las habilidades de
la mediación que ayudan a superar conflictos personales y sociales.
La capacidad para desarrollar una actitud reflexiva ante los mensajes que se
reciben, identificando los argumentos en los que se basan y analizando las
emociones que implican, con la finalidad de desarrollar una postura equilibra-
da ante los mensajes que se reciben y las propias opiniones.
10 Cognición e interacción social
P. Amigot Leache
Índice
5. Resumen.................................................................................................. 463
Introducción
A los sujetos se les dijo que el experimento tenía como finalidad examinar
los efectos de una vitamina en la visión, la “suproxina”, lo cual no era cier-
to, pues en realidad trataban de ver el efecto de los indicadores sociales en la
interpretación de las emociones. Los experimentadores inyectaron a los suje-
tos adrenalina –supuestamente la citada vitamina, suproxina– que provoca
432 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
2. Categorización social
2.4.1. Cognitivos
las cuatro líneas más largas y con la letra B cada una de las líneas más
cortas. Cuando nuevamente se les enseñaba las líneas con sus etiquetas,
los sujetos tendían a creer que: a) las cuatro líneas A tenían una longitud
más parecida entre sí de la que en realidad tenían b) otro tanto sucedía
con las líneas B c) las diferencias entre las líneas A y B eran mayores de
lo que realmente eran.
Si esto ocurre con los estímulos físicos ¿qué ocurrirá con los sociales?
Puede deducirse de este estudio que el simple hecho de que exista una etique-
ta para diferenciar a los grupos sociales afecta a la percepción de los mismos.
Identificar a las personas utilizando las categorías y clasificarlas como negra/
blanca, mujer/hombre, profesora/alumna, etc., tiene el efecto de acentuar la
semejanza entre todas las personas negras o todas las mujeres o todas las
profesoras y, además, tiende a exagerar las diferencias entre personas negras
y blancas, entre mujeres y hombres o entre profesoras y alumnas.
2.4.2. Motivadores
En el estudio de las relaciones entre grupos, hasta los años sesenta del
siglo XX, predominaba la idea de que la discriminación era efecto de un con-
flicto previo entre grupos. Pero fueron Tajfel y Turner (1986) quienes plan-
tearon la hipótesis de que la mera categorización, el solo acto de agrupar en
categorías excluyentes generaba una preferencia de los sujetos hacia aque-
llos miembros de su propia categoría.
Comprobaron que los sujetos que se identificaban con un grupo especí-
fico desarrollaban tendencias a favorecer a los miembros del mismo grupo,
aunque no hubieran interaccionado antes ni se hubieran conocido siquiera.
Según el paradigma del grupo mínimo, la dimensión valorativa de una cate-
goría se incrementa a favor de los individuos cuando forman parte de ella,
tanto si es por elección propia como si no, y todo intento de favorecerla es
al mismo tiempo un intento de autofavorecerse para lograr una singularidad
social positiva. El extracto siguiente del estudio constituye otra demostra-
ción de los efectos motivadores.
Tipo Contenido
Los esquemas, por ser estructuras cognitivas estables, pero flexibles, pro-
ducen expectativas, es decir, creencias acerca de la probabilidad de que algo
ocurra, y predicen la conducta de quienes intervienen en una realidad social
específica.
Si se tiene cierta información de cómo son las personas de un determinado
grupo, se espera que todas ellas muestren las características que definen al gru-
po y ajusten sus conductas a tales expectativas. Ciertamente, las expectativas
que se tienen de otra persona influyen en la manera de interpretar su conducta
y, a su vez, la conducta de esa persona influye en la conducta que uno desarro-
lla con ella; se da una retroalimentación entre las dos personas.
En las investigaciones realizadas en este aspecto ha llamado la atención el
fenómeno calificado como profecía autocumplida o expectativa que se cumple a sí
misma. Se trata de un proceso cuyo resultado tiende a confirmar las creencias que
alguien tiene respecto a otro sujeto. No se da siempre, ni siempre acaba en una
confirmación total de tales ilusiones, pero sí propende a desarrollarse influyendo
en una cierta direccionalidad respecto al comportamiento de la otra persona.
Si alguien me dice que la nueva vecina es altanera y seca, mi conducta con
ella será, cuando me la encuentre, probablemente cautelosa y distante. A su
vez, ella, al margen de cómo sea en realidad, tenderá a responderme de mane-
ra acorde con mi actuación. Si, por el contrario, alguien me dice de la misma
COGNICIÓN E INTERACCIÓN SOCIAL 447
¿Qué sucedió para que aquellos estudiantes elegidos al azar, pero presen-
tados como mejores, elevaran su CI en un año? Esta información, presunta-
mente veraz y objetiva, generó en el profesorado esquemas diferentes respecto
a los alumnos con expectativas de buen rendimiento. Dichas expectativas, a
su vez, influyeron en la conducta del profesorado, pues les proporcionaron un
ambiente más cordial, cuidadosas explicaciones e instrucciones y retroalimen-
tación personalizada y detallada. En consecuencia, esos alumnos recibieron
mayor atención, tuvieron más posibilidades de experimentar cosas nuevas y de
aprender estrategias de mejora y dispusieron de más tiempo para formular y
responder a preguntas.
La investigación psicosocial señala que no todos los grupos sociales ni
todos los individuos son igualmente susceptibles de percibir las expectativas
que otros tienen hacia ellos, ni de acomodarse a las mismas. Pero, concreta-
mente los efectos de las expectativas negativas son más notorios en grupos con
menor poder y valoración social, como ocurre por ejemplo, en las clases socia-
les bajas o en minorías étnicas (Jussim, Eccles, y Madon, 1996).
4. Atribución causal
Heider (1958) fue el primer psicólogo que se interesó por el estudio de las
atribuciones. Consideró que las personas actúan como “científicos ingenuos”
intentando establecer nexos entre lo que observan y los factores causantes de
aquello que observan. En tal sentido, afirmó que las personas, normalmente,
explican la conducta atribuyéndola a causas internas o disposiciones perso-
nales, o a causas externas o características de la situación incontrolables por
ellas mismas (Figura 10.8).
Tomando en consideración estas tres reglas, es más viable concluir que las
conductas de otras personas reflejan aspectos internos cuando se percibe que
son bajas en deseabilidad social, son elegidas con libertad y producen efectos
poco comunes, únicos.
La propuesta de Jones y Davis resulta interesante para ser aplicada en los
ámbitos de la Psicología jurídica y en los procesos deliberativos acerca de la
culpabilidad por conducta sancionable, pues, si se analiza bien la descripción
del modelo, se verá que puede vincularse con elementos que en los pleitos judi-
ciales se aprecian como eximentes o agravantes.
COGNICIÓN E INTERACCIÓN SOCIAL 453
INTERNA EXTERNA
Enunciados
5. Resumen
tienen las múltiples interacciones que se producen entre las personas y sus
entornos.
La cognición social se fundamenta en tres procesos básicos: la categori-
zación, los esquemas y las atribuciones, que actúan todos ellos, fundamen-
talmente, de manera automática e inevitable y, por tanto, inconsciente. Estos
tres procesos se determinan mutuamente, por lo que sus efectos pueden ser
el resultado de su acción conjunta, aunque, en ocasiones, pueda predominar
alguno de ellos. Tanto las categorías como los esquemas, si bien se nutren
y enriquecen con la experiencia personal, proceden del conocimiento social
compartido.
La categorización es un proceso eminentemente perceptivo y agrupador,
que consiste en identificar a los sujetos como miembros de una categoría
social y proporciona efectos cognitivos y motivadores importantes. Según los
psicólogos sociales, las categorías que se utilizan para el etiquetaje varían en
función del entorno social, de la situación concreta y de las características de
la persona que se observa.
Los esquemas, como estructuras y representaciones informativas, dotan
de significado a las categorías, permiten una mejor y más rápida adaptación
al mundo social, aportan estabilidad, generan expectativas y funcionan como
filtros selectivos en el procesamiento de la información dirigiendo la aten-
ción hacia elementos que se consideren congruentes. Un tipo de esquema
especialmente interesante en la interacción social lo conforman los denomi-
nados estereotipos o esquemas de grupos sociales.
Por último, la atribución causal. Hace referencia a las explicaciones que
se desarrollan para vincular los hechos o comportamientos observados con
causas posibles, que no tienen por qué ser rotundamente reales. Se han ela-
borado varios modelos teóricos para interpretar los diferentes tipos de atri-
bución que las personas con más o menos conciencia conciben, tales como
el modelo de las inferencias correspondientes de Jones y Davis, el de la cova-
rianza de Kelley y el de los éxitos y de los fracasos de Weiner. En la actuali-
dad, estos modelos se han enriquecido con interpretaciones sociales que, en
el momento de explicar el porqué de la conducta, se centran en relatar lo que
ha sucedido, razonar sobre ello u otorgar juicios morales; también se bus-
ca integrar las causas internas y externas tratando de dar mayor cabida a la
reflexión cuando se desarrollan las atribuciones. Las atribuciones, con fre-
cuencia, son un tanto sesgadas, ya que con ellas las personas sobrevaloran un
aspecto parcial de la conducta, por ejemplo, las disposiciones internas o las
situaciones externas y, a su vez, estos dos criterios se intercambian en fun-
ción de si se aplican a uno mismo o a los demás.
COGNICIÓN E INTERACCIÓN SOCIAL 465
6. Términos clave
8. Lecturas recomendadas
Índice
1. Actitudes.................................................................................................. 472
7. Resumen.................................................................................................. 504
Introducción
Las actitudes reflejan nuestra valoración de los elementos del mundo social.
Son reacciones positivas, negativas o mixtas hacia alguna persona, objeto o idea.
Si pensamos, por ejemplo, en un líder político, un grupo de música, una prenda
de vestir, los productos de consumo, el hecho de fumar, las instituciones públicas,
la pena de muerte, la eutanasia, la legalización de las drogas, la energía nuclear,
el Plan Bolonia, etc., es muy probable que la información organizada que tenga-
mos acerca de cada uno de esos estímulos esté vinculada a valoraciones y posi-
cionamientos personales y a sentimientos de agrado o desagrado.
Las actitudes desempeñan diferentes funciones en la vida del ser humano.
Unas originan y mantienen la conducta para defender determinadas posturas,
otras facilitan y guían el procesamiento de la información, principalmente de
la que es congruente con las creencias de uno, las hay que preservan la autoes-
tima y la identidad social y, finalmente, las que sirven para engranar el entorno
social, la conducta individual, los valores y las normas sociales. Las actitudes
operan como un elemento mediador de naturaleza más bien emocional entre
el sujeto y su medio, pues desempeñan un papel relevante en la interacción y
cognición social y en la evaluación que constantemente se hace del entorno.
Con frecuencia los individuos cambian su conducta en respuesta a los men-
sajes que reciben y a la presión social de un grupo o de una figura de autoridad.
El modo habitual de lograr estas transformaciones es servirse de la comuni-
cación, de los procesos persuasivos. La reciprocidad social es un permanen-
te flujo de influencias en ambas direcciones, de la actitud a la conducta y de
ésta a la actitud. Existen dispositivos de persuasión que tienen repercusiones
incuestionables en la sociedad, como sucede con la publicidad; este medio de
divulgación proporciona cantidad de ejemplos para analizar los factores que
modifican los comportamientos de las personas.
El tema de las actitudes abre interrogantes muy interesantes en relación
con la fijeza o el cambio social y con los procesos que homogeneizan o trans-
forman la actividad social, las normas que la rigen. Como señala Bauman
(2007), el secreto de toda socialización de éxito reside en hacer que los indivi-
duos deseen hacer lo que es necesario para que el sistema logre reproducirse.
Convencer a un niño de forma razonada de que no hay que golpear a nadie es
un acto de persuasión, como también la tarea de inculcar a alguien las venta-
jas de la democracia social. Sin embargo, impulsar a alguien a que consuma
cuanto más mejor, responde a un estilo de vida que puede considerarse no tan
positiva. Tanto, pues, para la convivencia ciudadana como para el ejercicio
profesional han de tenerse en cuenta los procesos persuasivos en los que están
inmersas las personas y habrá que diferenciarlos en función de sus efectos.
En este capítulo se aborda el alcance del concepto de actitud, sus funcio-
nes más representativas, algunas relaciones con otros constructos sociales, el
472 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
1. Actitudes
CREEN- Cogniciones acer- Opiniones sobre un grupo social; no todas evocan ele-
CIAS ca del objeto de acti- mentos negativos, pueden contener creencias positi-
tud, las cuales pueden vas en características consideradas menos importan-
estar estructuradas en tes. Por ejemplo, se asume que personas de otra raza
un esquema. estén dotadas para cierta especialidad del atletismo.
CONDUC- Acciones que se reali- Maneras de actuar con personas que forman parte de
TAS zan en corresponden- un grupo social determinado. En muchas ocasiones
cia con el objeto de puede ser una conducta de discriminación: se trata
actitud. peor a alguien por el simple hecho de pertenecer a un
colectivo concreto.
2.1. Motivadoras
Las raíces motivadoras de las actitudes fueron estudiadas por Katz (1960).
Este autor, con clara influencia psicoanalítica y que ha tenido gran impacto en
los planteamientos teóricos de este constructo, destacó las siguientes competen-
cias asociadas con la motivación:
2.2. Cognitivas
Las personas precisan configurar una visión del mundo relativamente esta-
ble y armónica. Ya Katz (1960) afirmó que las actitudes satisfacen las necesi-
dades cognitivas cuando proporcionan un marco de referencia para organi-
zar el mundo de modo que tenga sentido. Las actitudes desempeñan un papel
semejante a los esquemas cognitivos ya comentados, pero agregando al cono-
cimiento una dimensión valorativa que lo hace más significativo para el sujeto.
El papel relevante de la función cognitiva tiene que ver con su impacto en la
búsqueda, procesamiento y recuerdo de la información.
Procesamiento de la información
4. Formación de actitudes
Es lógico pensar que gran parte de las evaluaciones de los estímulos socia-
les se realiza a partir de las creencias que se tienen acerca de ellos. Las acti-
tudes, por tanto, se relacionan con aquéllo que se piensa de las personas, los
grupos, los objetos o los asuntos que gustan o no, que atraen o no, con los que
se está de acuerdo o en desacuerdo. En algunas ocasiones, como se verá en el
apartado dedicado a la persuasión, son modificadas en función de la informa-
ACTITUDES Y PERSUASIÓN 483
ción argumentada que se recibe y en otras con ellas se intenta influir en las
opiniones de los demás razonando y exponiendo las propias creencias. Este
tipo de actitudes se explica en la teoría de la acción razonada que se plantea
en párrafos posteriores, modelo que enlaza las actitudes con la conducta y con
otras variables destacadas.
En este modo de formar las actitudes participan procesos básicos sin que
intervenga actividad cognitiva alguna; solamente se aprecia el impacto de los
afectos generados mediante mecanismos sencillos de interacción con el medio.
5. Actitud y conducta
Es razonable pensar que las actitudes hacia los objetos sociales condicionan
la conducta; por ejemplo, si se tiene una actitud negativa hacia el tabaco, no se
fuma; si se tiene una actitud positiva hacia una fuerza política, se le vota; si es
hacia una persona, se acepta su invitación a cenar. Esta es la idea que subyace
en los sondeos de opinión, cuyo fin es conocer las actitudes de las personas para
poder así predecir sus conductas. Sin embargo, en ocasiones, los resultados de
las mediciones actitudinales no se corresponden con conductas posteriormente
manifestadas, lo cual sugiere que la conducta también puede intervenir en la
actitud. La dirección de influencia actitud/conducta es explicada por la teoría
de la acción razonada (Fishbein y Ajzen, 1975) y la dirección inversa, conduc-
ta/actitud, por la teoría de la disonancia cognitiva (Aronson y Carlsmith, 1963;
Festinger, 1956; Festinger y Carlsmith, 1959; Joule y Beauvois, 2008).
1. La evaluación positiva o negativa que cada sujeto hace del objeto de acti-
tud. Al respecto, el peso positivo o negativo de cada creencia viene dado
por la probabilidad atribuida a la misma y por la evaluación que se haga
de ella. Si se piensa en el consumo de una sustancia, tal como el alcohol,
por ejemplo, las creencias podrán ser del tipo “el alcohol relaja” o “el
alcohol es nocivo para la salud”. Cada una de estas presunciones tendrá
un valor de probabilidad, grado de estima que se otorga a que eso suce-
da, y una valoración subjetiva. Muchas campañas de prevención que
desean cambiar conductas calificadas como perniciosas, tienen el obje-
tivo de transmitir información que subraye la probabilidad alta de aso-
ciarlas con consecuencias negativas: “fumar puede matar” o “el cinturón
salva vidas”. Estas tendencias tendrán una valencia positiva en general,
pero habrá quienes las consideren no tan relevantes.
2. El grado de aceptación de la presión que ejercen el grupo y la sociedad sobre
el sujeto, su norma subjetiva. La norma subjetiva se refiere a la presión
social que la persona recibe y que suele proceder de aquéllos que le son
más próximos. Se compone de dos elementos: a) el sujeto tiene que per-
cibir en su entorno los mensajes, las normas y las interacciones que éstos
provocan de manera implícita o explícita, por ejemplo, es preceptivo que
en el grupo se tome alcohol para pasarlo bien b) el sujeto puede estar o
no motivado para adaptarse a esa norma, lo cual representa el grado de
importancia que otorga al hecho de cumplirla. En las actuaciones con-
cretas, puede conocerse una norma, pero la motivación para adaptarse a
ella variará en función de cada sujeto: unos estarán más animados a
satisfacer las expectativas y demandas y a sentirse integrados y acepta-
dos, otros no experimentarán necesidad alguna al respecto.
En algunas ocasiones, las conductas son opuestas a las actitudes, por ejem-
plo, se daría si un individuo aprueba algo en público con lo que está en des-
acuerdo en privado. Esta conducta es incongruente con su actitud y desenca-
dena disonancia cognitiva. ¿Cómo resolver la disonancia por conducta contra-
ria a la actitud? Puede hacerse modificando la actitud –pues la conducta, ya
ACTITUDES Y PERSUASIÓN 491
¿Por qué ocurrió esto? En este caso, los investigadores determinaron que la
disonancia entre la actitud, “es una conducta aburrida”, y la conducta contraria
a ella, decir que es interesante, sólo desaparecía cuando los sujetos considera-
ron que tenían una buena razón para realizarla, recibir veinte dólares, no cuan-
do la gratificación era mínima. En este último caso, la disonancia les motivó a
modificar su actitud previa y creyeron que la tarea había sido entretenida.
Este paradigma de investigación ha recibido el nombre de complacencia
inducida porque el experimentador consigue inducir un cambio en una acti-
tud previa, más bien negativa, en una dirección positiva, con lo cual queda
demostrado la posibilidad de cambiar las actitudes para hacerlas coherentes
con la conducta.
El hecho de que el dinero funcione como una buena razón tiene que ver
con los valores socioculturales y los valores individuales adquiridos. Como
492 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
A menudo, se dedica mucho esfuerzo a conseguir una meta que una vez
alcanzada se aprecia como poco valiosa; entonces, se siente disonancia porque
la meta no merecía tanto esfuerzo. En estas situaciones, la manera de reducir la
disonancia consiste en revalorizar el resultado destacando sus aspectos positi-
vos. La investigación considera que tiende a ser valorado aquello que supone
una inversión de esfuerzo; como no complace realizar esfuerzos innecesarios, en
ocasiones los individuos crean expectativas infundadas y se motivan para consi-
derar que la meta que desean alcanzar es importante y valiosa; leído en sentido
contrario, indicaría que existe la tendencia de no valorar aquello que no cuesta
esfuerzo. En el ámbito de la Psicología del deporte, en algunas circunstancias,
los deportistas aficionados que no reciben una gratificación por su esfuerzo se
encuentran más motivados y valoran más su actividad que aquellos deportistas
que reciben sustanciosas recompensas. Cooper y Axsom (1982) aplicaron la lógi-
ca de la justificación del esfuerzo a los programas de pérdida de peso.
6. Procesos de persuasión
¿Qué hace que en unas situaciones los factores persuasivos sean los argu-
mentos y en otras la apariencia de la fuente del mensaje, por ejemplo? El pri-
mer caso exige más reflexión, análisis y elaboración de la información que se
recibe, por tanto, las condiciones para que se dé son que la persona receptora:
a) esté motivada y procese los argumentos de manera profunda b) sea capaz
de hacerlo, es decir, que tenga capacidad para comprender los argumentos. Si
faltan estas dos condiciones el procesamiento del mensaje se realizará median-
te la ruta periférica o de claves heurísticas. El siguiente estudio demuestra la
reacción de los sujetos ante un determinado mensaje.
En una situación persuasiva son tres los factores principales que intervienen:
quién habla, qué dice, a quién lo dice, correspondientes a la fuente, el mensaje y
el receptor. Diariamente las personas estamos expuestas a multitud de mensa-
jes que pretenden seducirnos, procedentes sobre todo de la publicidad, de los
medios de comunicación y de los ambientes más cercanos y personales. Son pro-
cesos persuasivos: un anuncio de detergente, una campaña sobre el uso del cin-
turón de seguridad, los debates de opinión o una conferencia acerca de la energía
eólica. Simultáneamente, en ocasiones, somos también protagonistas de intentos
de querer convencer a los demás, llamar a un amigo para que nos acompañe a ir
al cine, aunque nuestra acción no suele tener la amplitud que puedan tener los
ejemplos comentados. Por eso, es importante reflexionar acerca de los elementos
concretos que influyen en la persuasión y ser conscientes y críticos al respecto.
6.2.1. Fuente
La fuente es la persona que transmite el mensaje con la intención, suya o de
quien represente, de hacer cambiar una actitud. La investigación ha comprobado
que el mismo mensaje emitido por una u otra persona tiene consecuencias muy
diferentes, que la fuente es importante para determinar si el mensaje será efecti-
vo en producir un cambio de actitud. Tres son las características del emisor que
influyen en el éxito de la persuasión: la credibilidad, la atracción y la semejanza.
Credibilidad de la fuente
No todas las personas resultan dignas de confianza cuando intentan con-
vencer de algo. La credibilidad es una característica que tiene dos componen-
tes: la competencia o experiencia y la autenticidad.
La competencia tiene que ver con el conocimiento que se posee en relación
con el objeto de actitud. En un debate sobre las centrales térmicas y sus efec-
tos, en principio, será mejor recogido el mensaje que trasmita una profesora de
física que un alcalde; si en un anuncio sobre una crema antiarrugas, un dentí-
frico o un detergente aparece el emisor con aspecto de científico en un labora-
torio y empleando un lenguaje técnico, es probable que acentúe su aceptación
por el halo de conocimiento que parece mostrar y si, por último, en la publici-
500 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
dad de una pizza se ve a una señora de edad que cuidadosamente elabora dicho
plato, será más creíble porque muestra a una persona de experiencia en el cui-
dado y en la elaboración de alimentos.
La autenticidad se refiere a la percepción de la fuente como alguien sincero
que cree en aquello de lo que desea convencer a los demás y, por tanto, carente de
intereses personales o mensajes ocultos. Un científico real es más convincente, más
auténtico, que un actor que anuncia un fármaco por haber recibido dinero por ello.
6.2.2. Mensaje
Para que el mensaje que se desea transmitir tenga identidad propia, tam-
bién ha de cumplir ciertos requisitos, en especial los relacionados con la forma
del mensaje y las emociones que conlleva.
6.2.3. Receptor
7. Resumen
8. Términos clave
Figura 11.11: Escena de una campaña del Plan Nacional sobre Drogas
http://www.pnsd.msc.es/Categoria3/prevenci/areaPrevencion/campanas/piensaporti.htm
510 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
9.3. Persuasión
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and Cognition, 33(5), 793–810.
BIBLIOGRAFÍA 529
Relación de autores....................................................................................... 11
Presentación ................................................................................................... 15
BLOQUE I
Introducción a la Psicología y procesos de captación de la información
3.6. Cognitivismo.............................................................................. 51
3.6.1. Raíces............................................................................... 51
3.6.2. Procesamiento de la información .................................. 52
3.6.3. Conexionismo.................................................................. 53
3.7. Humanismo y Psicología positiva ............................................ 54
3.8. Tendencias actuales en el estudio de la mente ........................ 55
4. Métodos de estudio en Psicología .................................................... 57
4.1. Método científico....................................................................... 57
4.1.1. Planteamiento del problema .......................................... 58
4.1.2. Hipótesis .......................................................................... 58
4.1.3. Verificación...................................................................... 59
4.1.4. Explicación y conclusiones ............................................ 60
4.2. Métodos experimentales ........................................................... 61
4.3. Métodos no experimentales ...................................................... 63
4.3.1. Observación..................................................................... 63
4.3.2. Entrevista......................................................................... 64
4.3.3. Estudio de casos.............................................................. 65
5. Instrumentos de evaluación en Psicología ...................................... 66
5.1. Autoinformes ............................................................................. 66
5.2. Tests cognitivos.......................................................................... 67
6. Especialidades de la Psicología........................................................ 68
7. Resumen ............................................................................................ 70
8. Términos clave .................................................................................. 72
9. Tareas para demostrar competencia................................................ 73
10. Lecturas recomendadas.................................................................... 74
Introducción ............................................................................................. 77
1. Evolución del cerebro ....................................................................... 78
1.1. Aparece la vida........................................................................... 78
1.2. Desarrollo cerebral.................................................................... 80
2. Análisis microscópico del sistema nervioso .................................... 81
2.1. Anatomía de la neurona............................................................ 82
2.2. Comunicación neuronal............................................................ 83
3. Análisis macroscópico del sistema nervioso ................................... 86
3.1. División general del sistema nervioso...................................... 86
3.2. Estructuras del encéfalo ........................................................... 89
3.2.1. Mielencéfalo .................................................................... 89
3.2.2. Metencéfalo ..................................................................... 89
3.2.3. Mesencéfalo..................................................................... 90
3.2.4. Diencéfalo........................................................................ 91
3.2.5. Telencéfalo....................................................................... 92
ÍNDICE GENERAL 543
BLOQUE II
Procesos de adquisición, retención y generación de información
5. Aprendizaje
Susana Conejero López y Raúl Cacho Fernández................................................. 185
6. Memoria.................................................................................................... 233
Milagros Pollán Rujo y María Luisa Sanz de Acedo Lizarraga
Introducción ............................................................................................. 235
1. Definición de memoria ..................................................................... 236
1.1. Fases de la memoria.................................................................. 236
1.2. Memoria y aprendizaje ............................................................. 238
2. Estudios sobre la memoria............................................................... 239
2.1. Primeras investigaciones .......................................................... 239
2.1.1. Aportaciones de Ebbinghaus.......................................... 239
546 PSICOLOGÍA. INDIVIDUO Y MEDIO SOCIAL
BLOQUE III
Procesos dinámicos y diferencias individuales
BLOQUE IV
Procesos de la cognición y valoración social
Bibliografía...................................................................................................... 513
Minfulness en la práctica clínica
Mª Teresa Miró
Vicente Simón
–Editores–
ISBN: 978-84-330-2535-7
David A. Clark
Aaron T. Beck
ISBN: 978-84-330-2537-1
$$025609
ISBN:
S 978-84-330-25609
9 8 84 330 2 609