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Evaluación de temperamento
y de la personalidad
en la infancia y adolescencia
EVALUACIÓN DEL TEMPERAMENTO Y DE LA
PERSONALDIAD EN LA INFANCIA Y LA
ADOLESCENCIA.
1. Introducción.
Strelau (1987) concluyó que hay cinco características que diferencian claramente
la personalidad del temperamento. La primera es que todo temperamento está
relacionado con los aspectos biológicos de las personas, y la personalidad con la parte
más social. En segundo lugar, el desarrollo del temperamento se da principalmente en la
etapa infantil, mientras que la personalidad se va formando en la edad adolescente o
adulta. Como tercera característica diferenciadora señala que si además tenemos en
cuenta los animales, la personalidad es exclusivamente seña de identidad de las
personas, mientras que podemos hablar de temperamento de los animales así como de
las personas. La cuarta característica hace referencia a las cualidades básicas de la
conducta. Así, mientras que en el temperamento están ausentes, en la personalidad se
encuentran presentes. Y finalmente, es preciso hace referencia a la función central
reguladora, en este sentido, mientras que en el temperamento no tiene relevancia, en la
personalidad sí que es importante (Izquierdo, 2000).
Otro término que hay que diferenciar del temperamento es el carácter, el cuál
Dolcet i Serra (2006) han definido como el conjunto de características morales o éticas
y estilo de vida humanos. Los tres términos, temperamento, personalidad y carácter son
distintos pero a la vez complementarios, se puede decir que el temperamento es un
ingrediente de la personalidad y ésta última del carácter. Los tres elementos son parte
indisoluble de la persona, aunque en la infancia tiene su mayor relevancia el
temperamento.
Tendencia a distraerse.
Persistencia/duración de la atención.
• El tiempo hace referencia a la rapidez con que se realizan las acciones. En este
sentido tenemos niños rápidos y lentos.
El vigor hace mención a la amplitud o intensidad de las acciones. Los niños muy
activos emplean más fuerza en sus acciones, chillan más fuerte y golpean los
objetos más frecuentemente que los niños menos activos que abrirían la puerta
más suavemente, elevarían poco el tono de voz y tenderían a hablar suavemente.
Novedad del estímulo. En general, los estímulos nuevos provocan una cierta
cautela.