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Práctica sobre el fenómeno

de las migraciones de
españoles a Europa entre
1960 y 1970

EL FENÓMENO DE María del Carmen Gil Pérez


Máster en Antropología
LAS MIGRACIONES A Aplicada: entre la Diversidad
y la Globalización
PAÍSES EUROPEOS
DURANTE LOS AÑOS
60
Migraciones, Refugiados y Desarrollo
1. La emigración española a Europa (1962-1974)

Trataremos de analizar la emigración de población española hacia países


europeos durante la segunda mitad del siglo XX y, más concretamente, en el periodo
comprendido entre los años 60 y 70.

En primer lugar, es conveniente que hagamos una breve alusión a los flujos
migratorios anteriores a este periodo. Así pues, hasta mediados del siglo XX, la migración
de españoles hacia Europa fue más bien escasa y el principal destino sería Francia. En
cuanto al perfil de las personas que se trasladaban, se trataba sobre todo de agricultores,
trabajadores de la construcción y mujeres que se dedicaban a servicios domésticos. No
podemos olvidar, más adelante, la migración que propició la Guerra Civil. Se trataba,
sobre todo, de exiliados políticos que huían de la represión franquista. Este flujo se
cerraría a partir de la Segunda Guerra Mundial.

DESTINO DE LA EMIGRACIÓN
ESPAÑOLA ENTRE 1962 Y 1974
Alemania Suiza Francia Holanda Otros países

4%1%

21%
37%

37%

Gráfico de elaboración propia. Fuente: INE.

Según datos oficiales, entre 1959 y 1973 emigraron un millón de personas al


continente europeo. De esta cifra, se calcula que el 71% eran de procedencia española.
La mayoría de estos emigrantes salían de España bajo regulación, con un contrato laboral

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concretado entre el Instituto Español de Emigración y las instituciones de los principales
países receptores como Alemania, Suiza o Francia. Generalmente, estos emigrantes salían
con un contrato establecido de un año, que en la mayoría de los casos solía prolongarse.

En Alemania fueron contratados cerca de 380.000 españoles entre 1962 y 1974.


En este país el principal la mayoría de los españoles que se trasladaron se dedicaron a
trabajos del sector secundaria (industria, construcción, textil y metalurgia). Lo mismo
ocurrió en Francia, donde más del 50% de los emigrantes se dedicaron a este sector, sobre
todo a la industria y a la construcción. En Suiza, por su parte, la mayoría se dedicaron a
la construcción y la hostelería. Lo mismo pasó en Gran Bretaña.

En orden, podemos ver como el principal país receptor de emigrantes españoles


en este periodo es Alemania con un 36, 4%, seguido de Suiza (36,3%), Francia (21,3%)
y, en menor medida, Holanda y Gran Bretaña (3,9%). Otros países como Italia, Rusia o
Bélgica suponen un porcentaje mínimo (0,8%). Todos estos países demandaban gran
cantidad de mano de obra, en todos ellos, tras la Segunda Guerra Mundial se produjo una
rápida reconstrucción y un enorme desarrollo industrial. Sin embargo, esta demanda no
podía cubrirse con trabajadores propios, debido al escaso crecimiento de la población en
Europa entre 1930 y 1940, propiciado en gran medida por la sobremortalidad bélica y la
crisis posterior al conflicto mundial.

No obstante, como veníamos diciendo, a partir de 1950 el continente es partícipe


de un gran desarrollo económico por lo que, a partir de 1960, y sobre todo en el periodo
comprendido entre 1960 y 1973, tiene lugar el periodo de gran auge de la emigración a
Europa, al que se unió nuestro país. En el siguiente mapa, podemos ver el origen por
provincias de los emigrantes:

Ilustración 1 Elaboración propia. Fuente INE

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Las principales provincias cuya población migraba a Europa en estos años eran,
dentro de Galicia, La Coruña y Ourense, con unos porcentajes de más del 6,1 % del total.
Vemos que, en Andalucía los porcentajes también son elevados, prácticamente todas las
provincias de esta comunidad, exceptuando Huelva y Almería se corresponden con
porcentajes de entre 3,1 % a 6 %. Madrid también tiene unas cifras altas, en torno al 4%.
Podemos ver como en la zona noroeste los porcentajes se reducen drásticamente; así, en
provincias como Teruel, Zaragoza o Huesca, no llegan al 1%. Las zonas de Levante
(Valencia, Alicante y Murcia), también fueron importantes focos de inmigrantes, con
unas tasas en torno al 3,1 %. Las de Alicante, por su parte son menos elevadas. En Castilla
La Mancha, las provincias que con unos porcentajes más elevados serían Toledo y
Albacete.

Sabemos que en estos años, se produjo un fuerte crecimiento demográfico. En


zonas como Valencia y Murcia, dicho crecimiento fue mayor, por lo que esto podría haber
motivado el éxodo de población hacia otros países europeos. Además, un motivo añadido
sería el excedente de población agraria, que en Andalucía y Castilla La Mancha sería
mayoritaria, debido a la incipiente mecanización del campo.

En la zona norte, más industrializada, vemos como las tasas decaen. Sin embargo,
algunas regiones como La Coruña y Ourense, zonas en las que existía una tradición
migratoria consolidada, ya que a lo largo de los siglos XIX y XX, fue una de las
principales provincias de la que salieron emigrantes hacia los países de Ultramar.
Además, la mecanización del campo también produjo elevadas tasas de desempleo en
estas zonas, ya que la agricultura era, también aquí, la principal actividad económica.

EVOLUCIÓN DE LA EMIGRACIÓN A
EUROPA
250
200
150
100
50
0

Ilustración 2 Elaboración propia. Fuente: INE

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En este segundo gráfico podemos ver la evolución de la emigración a Europa entre
1960 y 1977. Un factor determinante para la emigración en los años 60 es el fenómeno
del éxodo rural en España. Debido a la ya mencionada mecanización del campo, muchos
marcharon a la ciudad en busca de nuevas oportunidades. A la larga, esto produjo un
exceso de mano de obra que se tradujo en paro y precariedad. Consecuentemente, la
opción más viable para buscar nuevas oportunidades fue salir del país. A esto debemos
sumar la escasa industrialización de la economía española, lo que significó que en este
sector tampoco era necesaria demasiada mano de obra, ya que se encontraba escasamente
desarrollado. A todo ello, debemos sumar la política de emigración asistida que el
regimen de Franco puso en marcha, para intentar ponder freno al crecimiento del
desempleo.

Podemos ver en el gráfico como se produce un descenso entre 1965 y 1967. Este
declive se debe al desarrollo, por parte del régimen franquista, del primer Plan de
Desarrollo español (1964-1967). Mediante el mismo, se incentiva el progreso industrial
con importante incidencia en ciudades como Vigo, en la que se instala la factoría Citroën,
o Valladolid (FASA- Renault). Estos planes suponían el fin del periodo autárquico en la
España franquista. Mediante los mismos, el paro se redujo considerablemente y las
oportunidades laborales se ampliaron. Además, debemos tener en cuenta que, durante
estos años, se produce una importante crisis económica en Europa, que redujo la
emigración a estos países.

A partir de 1967, las emigraciones se vuelven a disparar, hasta aproximadamente,


1977. Esos años se corresponden con el apogeo de la mecanización agrícola en España.
Debido a la misma, muchos trabajadores del campo quedaron desempleados y la
alternativa de emigrar parecía ser la más razonable. A partir de 1975, la emigración a
Europa decae notablemente. Muchos volvieron motivados por el fin del régimen
franquista. Otro factor que debemos destacar es la crisis económica que azotó a Europa
Occidental a principios de la década de los 70 que provocó grandes tasas de paro. Como
consecuencia de la misma, muchos emigrantes regresaron a su país de origen.

Una de las principales consecuencias de estas emigraciones para España fue la


revitalización económica. En la siguiente tabla, podemos ver los ingresos de remesas de
los emigrantes, en el periodo comprendido entre 1960 y 1974:

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Años Millones (dólares)
1960-1964 759,92
1965-1969 1699,19
1970-1974 2981,53
Elaboración propia. Fuente: IEE.
Podemos ver como en el periodo comprendido entre 1960 y 1974. En un primer
momento, como hemos visto en el gráfico anterior, las cifras de emigrantes eran menores.
Así, entre 1960 y 1961 apenas superaban los 70. 000. Además, debemos tener en cuenta
que en un primer momento las condiciones y los sueldos eran más precarias, por lo que
la cantidad de dinero que llegaba al país también se veían reducidas. Entre 1965 y 1969
las cifras se duplican. El año 1965 fue uno de los que más emigrantes registró. Si bien,
veíamos que a partir del Primer Plan de Desarrollo la emigración disminuyó, veíamos
como volvía a dispararse entre 1968 y 1969.

Tras las experiencias de los primeros emigrantes, muchos familiares de estos


decidieron unirse a ellos, ya que los salarios en Suiza o en Alemania casi triplicaban a los
de nuestro país. Debemos tener en cuenta que, en un primer momento, el perfil de los
emigrantes era el de adultos, jóvenes. Muchos de ellos dejaron a sus familias en España,
las cuales después se unirían a ellos. Los emigrantes volvían a España en sus vacaciones
y aquí, podían llevar un nivel de vida alto gracias a los sueldos de los que se beneficiaban
en aquellos países. Es por esto que, en los años posteriores, se produjo una emigración en
masa.

Ya no era solo el hecho de no tener trabajo en España, sino que en Suiza o en


Alemania se ganaba mucho más. Muchos decidieron irse unos años para asegurarse unos
ahorros. Así pues, vemos como las remesas van aumentando hasta 1974. Estas remesas
fueron generalmente positivas para la economía española. Aliviaron drásticamente el
fuerte crecimiento natural y mejoraron las tasas de paro. Además, contribuyeron a
financiar el desarrollo de la economía española y a reducir el déficit en el comercio. Sin
embargo, también debemos tener en cuenta que muchos de estos ahorros no favorecieron
a las áreas de las que los emigrantes partían (generalmente al mundo rural), ya que los
bancos españoles los invirtieron en zonas más dinámicas e industrializadas. Además,
muchos de los que llegaron invirtieron sus ahorros en negocios (generalmente en las
ciudades). Así, se acentuó aún más la brecha entre el mundo rural y el urbano, algo que
todavía hoy sufren estas zonas.

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