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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA

Segunda Sala Penal Liquidadora


Avenida Abancay, Cuadra 05 s/n 4to Piso - Lima

SS. BENAVIDES VARGAS


VÁSQUEZ ARANA
NIÑO PALOMINO

RESOLUCIÓN Nº
Exp. Nº 43565-2009

Lima, veinte de abril


dos mil veintiuno
VISTOS: Interviniendo como ponente la señora
Juez Superior María Rosario Niño Palomino; con la constancia de Relatoría que antecede;
de conformidad con lo opinado por el representante del Ministerio Público en su Dictamen
N.º 7361; y ATENDIENDO:

I. MATERIA DE IMPUGNACIÓN
1.1. Es materia del grado la sentencia, del 10 de enero de 2019 2, que CONDENÓ a
Héctor Moisés Silva Inga por la comisión del delito contra la libertad sexual-actos contra el
pudor, en agravio de la menor de iniciales L.V.V., por lo que le impusieron OCHO AÑOS
DE PENA PRIVATIVA DE LA LIBERTAD EFECTIVA la misma que empezará a
computarse desde su captura y posterior internamiento en un centro penitenciario de la
capital, debiendo oficiarse a la Policía Judicial para su inmediata ubicación y captura; FIJÓ
en la suma de DOS MIL SOLES el monto de la reparación civil que deberá abonar el
sentenciado a favor de la agraviada, en los plazos y condiciones que señala la ley;
disponiendo que el sentenciado, previo examen médico o psicológico sea sometido a un
tratamiento terapéutico a fin de facilitar su readaptación social; con lo demás que contiene.

II. HECHOS MATERIA DE IMPUTACIÓN


2.1. El Ministerio Público formuló su denuncia penal 3, e indicó que la menor
agraviada a la edad de cuatro años aproximadamente (año 2003) habría sido víctima de actos
contra el pudor-tocamientos indebidos, por parte de su padrastro el imputado Héctor Moisés
Silva Inga, en circunstancias que se encontraban durmiendo juntos en una misma habitación
y cama en el interior del albergue “Hogar de Vida” del distrito de Magdalena, donde dicho
imputado aprovechando encontrarse cuidando a la menor agraviada hasta en dos
oportunidades le hizo tocamientos en su parte genital, conforme lo ha referido la indicada
menor al prestar su manifestación a fs. 32-34; hecho que ha generado secuelas psicológicas
negativas, conforme al Protocolo de Pericias Psicológicas Nº 048613-2009-PSC, practicado
a la indica menor agraviada y que concluye “perturbación en su desarrollo psicosexual y
tratamiento psicológico”.
2.2. Posteriormente, el Ministerio Público emitió su dictamen aclaratorio Nº 229-
20174, y señaló que se le imputa al procesado el haberle realizado tocamientos indebidos a la
agraviada cuando ésta era una menor de edad, en dos ocasiones, en un primer momento,
cuando la menor tenia cuatro años de edad y domiciliaba en la casa del procesado y su
señora madre aun vivía, señalando la menor que ella y su señora madre dormían en el suelo,
encontrándose ya mal de salud su madre, mientras el procesado dormía en una cama éste se

1
Obrante a fojas 465/469.
2
Obrante a fojas 422/426.
3
Según denuncia N.° 51-2009, obrante a fojas 71/72.
4
Obrante a fojas 346/347.

1
le acercó realizándole tocamientos en su vagina, luego le bajo su pantalón y le colocó su
pene en su vagina; en un segundo momento, ocurrió cuando vivía en la casa “Hogar de
Vida”, posterior al fallecimiento de su señora madre, donde el procesado concurrió para
visitarla, así también le bajo su pantalón y le realizó tocamientos en su vagina con su mano,
conforme se advierte de su versión coherente que corre a fojas 31/33, corroborada con el
Protocolo de Pericia Psicológica Nº 048613-2009-PSC de fojas 67/69, subsistiendo todo lo
demás que contiene en la formalización que se aclara de fojas 71/72.

III. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN


3.1. Mediante escrito del 22 de enero de 2019 5, la defensa técnica del sentenciado
Héctor Moisés Silva Inga, fundamenta su recurso de apelación, en base a las siguientes
consideraciones:
a) El A quo no ha tenido en cuenta que la declaración de la menor agraviada no ha sido
corroborada con ningún otro medio probatorio, pues refiere que estos hechos se habrían dado
en dos oportunidades, una en su casa y otra en el “Hogar de Vida”; sin embargo, a nivel
policial ni judicial existe declaración alguna de la administradora de dicho “Hogar de Vida”
de nombre Ruth Emperatriz Álvarez Davelouis.
b) De igual forma, en el Protocolo de Pericia Psicológica de fs. 67/69, existen sendas
contradicciones en cuanto a la narración de los supuestos hechos realizados por su
patrocinado, el relato de la menor no es coherente.
c) En la sentencia apelada no se ha acreditado la existencia del delito materia de
imputación; sin embargo, las versiones dadas por la menor durante sus declaraciones han
sido claramente contradictorias y no han sido corroboradas con documentos periféricos
algunos, de conformidad con el Acuerdo Plenario Nº 2-2005/CJ-116; sobre la incredibilidad
subjetiva: En el presente caso la menor ha señalado en su declaración referencial ante su
despacho que obra a fojas 112, que el recurrente, “tomaba mucho y agredía a su señora
madre al igual que a su padre biológico” (reconocido también en la sentencia materia de
impugnación); por lo que nos encontramos con un elemento subjetivo de la agraviada que es
el odio, resentimiento y venganza, entre otros. En cuanto a la verosimilitud: Se aprecia que el
relato de la agraviada no se corrobora con otras pruebas periféricas, pues las declaraciones
realizadas por la agraviada donde señala haber sido victima de tocamientos indebidos, son
totalmente contradictorias, circunstancias que debilitan la acusación del Ministerio Público;
y la persistencia en la incriminación: Se tiene que la sindicación de la agraviada no ha sido
persistente, más aun cuando ha presentado en el Juzgado una declaración jurada donde
reconoce haberme acusado de un hecho ilícito que no he cometido, dando las disculpas del
caso, lo que significa que es inocente del delito sub-materia. Por estas razones solicita que se
revoque la apelada, y se le absuelva.

IV. OPINIÓN FISCAL


4.1. El representante de la Quinta Fiscalía Superior Penal de Lima, mediante
Dictamen N.º 7366, opinó que se confirme la resolución materia del grado, por lo siguiente
- Los hechos denunciados así como la responsabilidad penal del sentenciado Héctor
Moisés Silva Inga se encuentra plenamente acreditado, toda vez que pese a que éste he
negado los hechos denunciados, su versión de ninguna manera puede ser amparada si se
tiene en cuenta la versión de la menor agraviada a fojas 31/33, donde su afirmación guarda
coherencia y uniformidad con lo narrado en el Protocolo de Pericia Psicológica Nº 048613-
2009-PSC, que corre a fojas 67/69, el mismo que concluye que la citada menor presenta
perturbación en su desarrollo psicosexual lo que motiva que requiera tratamiento
psicológico. En este extremo cabe resaltar que si bien en autos se tiene solo la imputación de
la menor agraviada en su manifestación policial, ello se encuentra corroborada con la
declaración judicial de ésta a fojas 110/112, incluso por Gladys María Leguía Puente,

5
Obrante a folios 437/449.
6
Obrante a fojas 465/469.

2
Directora de la Asociación Hogar de Vida a fojas 91/93, quien refirió que escuchó que la
menor había sido tocada por el inculpado y que tomó conocimiento de los hechos a través de
los informes que obran en el historial de la institución; asimismo, con el dictamen de pericia
psicológica anteriormente indicado, todo lo cual hace inferir que la imputación de la citada
menor adquiere calidad probatoria, existiendo coherencia en las sindicaciones con lo cual se
desvirtúa la negativa del procesado, consecuentemente, éste resulta pasible a las sanciones
que prevé el ilícito penal incoado. Por estas razones opina que se confirme la sentencia
apelada.

V. BASE LEGAL
5.1. El delito de actos contra el pudor en menores, previsto en el artículo 176-A°
del Código Penal, prescribe lo siguiente: “Artículo 176-A. El que, sin propósito de practicar
el acto sexual u otro análogo, comete un acto contrario al pudor en una persona menor de 14
años, será reprimido con las siguientes penas privativas de la libertad:
1. Si la víctima tiene menos de 7 años con pena no menor de 7 ni mayor de 10 años.
Si la víctima se encuentra en algunas de las condiciones previstas en el último
párrafo del artículo 173 o el acto tiene un carácter particularmente degradante o produce un
grave daño en la salud física o mental de la víctima que el agente pudo prever, la pena será
no menor de ocho ni mayor de doce años7.

VI. ANÁLISIS DEL SUPERIOR COLEGIADO


DE LA ACTIVIDAD PROBATORIA
6.1. En el presente caso, durante el desarrollo del iter procesal se han llevado a
cabo, entre otros, las siguientes actuaciones probatorias:

i) En mérito al Oficio Nº 460-DG-018-MAMIS-INSN-09, fojas 1, del 11 de febrero de


2009, el Director General del Instituto Nacional de Salud del Niño, doctor Roberto Luis
Shimabuku Azato, remitió los siguientes Informe Médicos de la menor agraviada de iniciales
L.V.V:

a) El informe médico Nº 457 SG-INSN-2008, de fojas 2 a 3, del 5 de


diciembre de 2008, donde se aprecia que la menor supra nació el 12 de
diciembre de 1998; reside en el AAHH Manzanilla 1 Block G11 dpto.
301 Cercado; su historia clínica Nº 739171; diagnóstico de VIH positivo
desde setiembre de 2004; hija de madre VIH (fallecida hace 3 años);
neumonía en abril de 2004, hospitalizada INSN y herpes genital en 2005
Hospital Santa Rosa; documentos firmados por los médicos Carlos
Ramírez Vallejos, María Castillo Díaz y Jorge Corimanya Paredes.
b) El Informe Médico Psiquiátrico-Psicológico, de fojas 4 a 6, de fechas 5
de diciembre de 2008 y 10 de noviembre de 2008, respectivamente,
donde señaló que, cuando estaba en el albergue hace más o menos 3
años, su padrastro Héctor le tocó su vagina con su mano “le bajo el
pantalón … y para que lo dejara ella le mordió la mano…”, “…me dijo
que no dijera nada… me dijo que si hablaba no me iba dejar ver a mi
hermano…”; cuando ingresaron al albergue con su madre, la menor
manifiesta que su padrastro en una ocasión cuando las va a visitar “se
bajó el pantalón y se sobó sobre ella”; madre falleció de SIDA hace tres
años atrás, quedando al cuidado de la abuela materna; informe médico
firmado por los doctores Enrique Miranda Ulloa, Oscar Chacón
Antezana, Hilda Serpa Salazar, Mercedes Duque Rubio y Haydee
Álvarez T; y

7
Tipo penal aplicado al acusado Héctor Moisés Silva Inga.

3
c) El Informe Social Nº 1193-SS-INSN-2008, de fojas 7 a 9, del 5 de
diciembre de 2008, que señala: Antecedentes: El lunes 29/09/2008, la
paciente fue traída por la señora Emilia Limachi Quintana, bisabuela
materna de la menor por presentar diagnóstico médico de condiloma y
recibió atención en consultorio externo de ginecología, en dicha consulta
la menor refirió haber sido agredida sexualmente por el padre político
hace aproximadamente tres años, por lo que fue referida al servicio de
salud mental donde recibió atención; la bisabuela refiere que la menor
vive con ella y sus tías maternas, la madre Yanet Haydee Vásquez
Vitanzo falleció hace tres años, no sabe quién es el padre de su nieta -
quien es portadora de VIH y recibe atención médica hace
aproximadamente cuatro años-; Diagnóstico social: -paciente en
orfandad materna, -pobreza, -menor en alto riesgo social, -probable
víctima de delito contra la libertad sexual; Acciones realizadas: el
29/09/08, la señora Emilia Limachi Quintana, bisabuela materna de la
menor, se acercó con la paciente derivada del Consultorio de Salud
Mental, turno tarde, quien refirió a la suscrita que hace más o menos
tres años, la madre de la menor estaba albergada en el “Hogar de
Vida” con sus dos hijos y su nuevo compromiso, señor Héctor Silva, la
progenitora al ponerse mal de salud (se encontraba embarazada) fue
hospitalizada en el Hospital “Santa Rosa” y sus hijos se quedaron al
cuidado del señor Héctor en el Hogar “de Vida”. Fue en estas
circunstancias que una noche la niña fue agredida por el padre
político. La señora Emilia Limachi, refirió que recién hoy se enteró de
estos hechos cuando Leslie en la consulta ginecológica contó lo
sucedido; asimismo, manifestó que el señor Héctor Silva, de
aproximadamente 30 años, trabaja como ayudante en un restaurante y no
sabe mas datos acerca de él. Seguidamente, se entrevistó a Leslie, quien
refirió que ella y su hermanito se quedaron en el Hogar “De Vida”
bajo el cuidado del señor Héctor, mientras su madre estaba
hospitalizada una noche estaba durmiendo y sintió que el señor Héctor
le bajo su trusa, ella le mordió la mano y gritó, inmediatamente
apareció la señora Ruth, administradora del Hogar, y al contarle
Leslie lo sucedido lo expulsaron del albergue al señor Héctor 8; informe
firmado por los médicos del INSN Ana Pérez Solís -licenciada de
servicio social- y Graciela Chipana Llamocca -Jefe de servicio social-.

ii) La manifestación de Emilia Limache Quintana, obrante a fojas 28 a 30, del 9 de


julio de 2009, quien manifestó que la menor agraviada de iniciales L.V.V., es su nieta y a
Héctor Silva lo conoció desde hace aproximadamente cinco años que se relacionó con su hija
Yannet Vásquez Vitanzo -quien falleció hace tres años-, con quien procrearon un hijo,
Jhonatan Silva Vásquez, quien vive con su padre; tiene conocimiento que su nieta fue
víctima de tocamientos en sus partes íntimas por parte de Héctor Silva en la casa de éste y no
en la institución Hogar de Vida; su nieta es VIH positiva y lleva su tratamiento en el Hospital
del Niño, nació el 21 de diciembre de 1998, tal como se aprecia de su partida de nacimiento
que adjuntó; vio a Héctor Silva en abril de 2009 por última vez, desde que ha tomado
conocimiento de este problema ya no las visita; ve a su nieto, Héctor Silva lo lleva a su casa,
ve a la menor agraviada, conversa con él, pero no los dejan solos, toda la familia esta allí; su
nieta -agraviada- le contó que una mujer quien dice ser la enamorada de Héctor Silva, le ha
dicho que si se va preso quien va ver a su hermanito; no tiene conocimiento si Héctor Silva
fue expulsado del Hogar de Vida por la administradora.

8
Lo sombreado y subrayado supra es nuestro.

4
iii) La declaración de la menor agraviada de iniciales L.V.V, obrante a fojas 31 a 33, del
17 de julio de 2009, quien señaló que vive en Manzanilla Block G11, dpto. 301, Cercado de
Lima, en compañía de su abuelita Emilia Limache Quintana y sus tías; fue llevada por su
abuelita a las citas psicológicas y se encuentra estudiando en el colegio Andrés Avelino
Cáceres; respecto a la pregunta 5. ¿Qué sucedió el día en que te quedaste en el interior del
Hogar de Vida junto con tu hermano al cuidado del Sr. Héctor? Dijo: Poco tiempo unos días,
y el señor Héctor estando durmiendo en el interior de un cuarto, mientras dormíamos en una
sola cama el sr. Héctor, mi hermanito y yo, mi hermanito en medio, yo estaba al costado de
mi hermano, Héctor se me acercó y alguien me estaba bajando el pantalón, ante lo que me
desperté y vi que era Héctor, ante lo que empecé a llorar, le mordí la mano y grité, y la
mamita Ruth subió y lo botaron, no le conté a la mamita Ruth lo que había sucedido,
hablaron en el último piso y lo botaron a Héctor quien quería llevarse a mi hermanito
Jhonatan pero no lo dejaron, luego vino al día siguiente y se lo llevó, luego vino mi abuelita
y me llevo a su casa, la mamita Ruth era una señora que ayudaba a los niños en el Hogar de
Vida; refiere que Héctor la tocó dos veces, una vez fue en su casa, fue antes de lo del Hogar
de Vida, su mamá todavía estaba viva, no le dijo nada porque tenía miedo; el señor Héctor le
sacaba su ropa, y eso que tienen los hombres su parte íntima por donde orinan lo colocaba
por mi vagina, solo me lo puso, eso fue una vez en su casa, en el albergue fue con su mano,
le mordí y grité; posteriormente, lo ha vuelto a ver en la casa donde vive con su abuela, iba a
ver a su hermanito y ya no se quedaba a solas con él; estos hechos le contó a la psicóloga
cuando su mamita Emilia la llevo al Hospital del Niño, antes no le había contado a nadie
porque tenía miedo que Héctor lo haga de nuevo; la última vez que vio a Héctor fue en mayo
de 2009, pero después en julio estaba con su padrino yendo a su casa y Héctor estaba por su
colegio allí lo vio; agrega que tiene miedo que Héctor vaya a su colegio o a su casa.

iv) Acta de reconocimiento fotográfico, de fojas 35, del 9 de julio de 2009, donde se
advierte que la señora Emilia Limache Quintana reconoció a la persona de Héctor Moisés
Silva Inga con DNI N° 80422780, quien fue conviviente de su fallecida hija Janet Vásquez
Vitanzo, sigue igualito a la foto que le pusieron a la vista.

v) La copia simple de la partida de nacimiento de la menor de iniciales L.V.V., obrante


a fojas 38, donde se aprecia que nació el 21 de diciembre de 1998 en el Instituto Materno
Perinatal; madre Yanet Haydee Vásquez Vitanzo.

vi) La Carta N° 1189-2009-ADM-HVD, de fojas 51, del 26 de mayo de 2009, remitida


por la administradora Ruth Álvarez Davelouis -Asociación Hogar de Vida- al jefe de la
DIRINCRI, señalando que la menor agraviada L.V.V., de 6 años y 08 meses, ingresó al
albergue en setiembre de 2004, conjuntamente con su señora madre doña Yanet Haydee
Vásquez Vitanzo y su hermanito menor Jonathan Silva Vásquez de 1 año y 5 meses de edad.
Permaneció en el albergue a petición de la abuela, hasta un mes después del fallecimiento de
la madre, retornándola a su hogar el 21 de octubre de 2005. Respecto a sus familiares, su
abuela, doña Emilia Quintana Limache y el conviviente de la fallecida Janeth Haydee
Vásquez Vitanzo, responde a Héctor Silva Inga.

vii) El Protocolo de Pericia Psicológica N° 048613-20099-PSC, de fojas 67 a 69,


practicada a la menor de iniciales L.V.V., de fecha 21 de julio de 2009; A. RELATO: la
examinada refiere: … “yo tenía cuatro años, mi mamá estaba viva, vivíamos en la casa de
Héctor (la pareja de su madre) mi mamá y yo dormíamos en el suelo, él dormía en su cama,
una noche cuando mi mamá estaba durmiendo Héctor se me acercó y me bajó el pantalón,
me puso su pene en mi vagina y yo quise gritar y le mordí la mano, entonces él volteo y le di
con un codo, me dijo que no le muerda, mi mamá estaba al costado, no sintió porque ya
estaba mal, tomaba harta pastillas para dormir; luego se fueron a vivir al albergue y Héctor
también fue a visitarnos y allí también me bajó el pantalón y me manoseo con su mano mi
vagina, me tocó con su mano, no me metió el dedo. La abuela de la examinada manifiesta:

5
… “(…) antes que fallezca mi hija por ser portadora de VIH se fue a vivir a un albergue con
sus dos hijos y su última pareja, él las visitaba, iban de vez en cuando a la casa de ese
hombre, es allí donde mi nieta refiere que ese hombre la empezó a tocar sus partes íntimas,
no le decía a su mama porque le tenía miedo al hombre; 2. VIDA PSICOSEXUAL:
Reconoce e identifica las diferencias existentes entre el varón y la mujer, refiere haber sido
manoseada por la pareja de su madre, lo hizo en dos oportunidades; Conclusiones:
perturbación en su desarrollo psicosexual y requiere tratamiento psicológico, a causa de una
alteración emocional por experiencia precoz (sus notas del colegio bajaron, reacciona con
ansiedad ante situaciones tensas y asume conductas de sumisión frente a las figuras de
autoridad).

viii) Declaración testimonial de Gladys María Leguía Puente, Directora de la Asociación


Hogar de Vida, obrante de fojas 91 a 93, del 10 de marzo de 2011, quien señaló que no
conoce a Héctor Moisés Silva Inga, tiene conocimiento de los hechos de manera referencial,
escuchó que ella ha sido tocada por este señor, y que era su padrastro, ella salió con informe
médico, que no presentaba signos de violación, la niña ingresó en setiembre de 2004, junto
con la mamá y el padrastro ya que estaban en extrema pobreza, madre e hija con VIH,
aparentemente en el lapso del 2004 y 2005, después de la muerte de la mamá es acusado de
tocamientos indebidos a la niña; tiene conocimiento de todo lo antes relatado de los informes
de rutina que obran en la institución.

ix) La declaración referencial de la menor de clave L.V.V., obrante de fojas 110 a 112,
del 18 de agosto de 2011, donde señaló que conoce al inculpado Héctor Silva Inga porque es
el padre de su hermano y es su padrastro; se ratifica en su declaración policial de fojas 31 a
33; respecto a los hechos refiere: “cuando yo era chiquita Héctor me paraba tocando, y
también cuando mi mamá se murió también me tocaba en su casa, solo me tocó dos veces,
cuando pasó todo eso me decía que si pasaba algo le iba pegar a mi mamá; la primera vez
cuando estaba durmiendo, porque dormíamos en su colchón en un camarote, yo caí de la
cama pero estaba dormida y sentí que Héctor estaba encima de mí y me empezó a tocar mi
vagina y desde allí yo le tengo miedo, además él también le pegó a su papá; la segunda vez,
fue en la casa hogar él estaba echado a mi costado y yo no, me acariciaba la cara y yo le
decía que no, él me decía que no gritara, yo me levantaba por la noche y él primero me
tocaba mi vagina y después se bajaba el pantalón y me ponía su pene en mi vagina y le daba
vueltas, yo me ponía nerviosa y me ponía a llorar y él dejaba de hacerlo, yo le reclamaba a él
de porque no tenía mi ropa y por lo que me había hecho, entonces lo amenacé con la mamita
Ruth que es la que nos cuida en la casa, entonces él me amenazó que me iba a cortar el pelo
y así lo hizo y me dejo sin pelo, entonces no quería que yo bajara porque la mamita Ruth se
iba a enterar que me había cortado todo mi pelo y por qué, entonces cuando le conté todo lo
que había pasado a la mamita Ruth, ella le preguntó y él le dijo que me había cortado porque
tenia piojos pero eso era mentira y le preguntó lo que le había contado pero él se negó pero la
mamita Ruth lo botó de la casa Hogar, pero como ya había nacido mi hermanito, el amenazó
con venir con la policía y llevárselo ya que era su hijo; reitera que le tocó sus partes íntimas
dos veces por debajo de su ropa, quiso hacerlo una tercera vez pero se lo impidió y se fue a
jugar con sus amigas, iba casa semana a visitarla a la Casa Hogar.

x) La declaración instructiva de Héctor Moisés Silva Inga, obrante a fojas 177 a 180,
del 8 de enero de 2016, quien refirió que es inocente de los cargos imputados; conoció a la
menor de iniciales L.V.V., hace aproximadamente trece o catorce años, dado que era la hija
de su ex pareja finada Jhanet Vásquez Vitanzo; desconoce porque motivo lo están
perjudicando ya que nunca tocó a la menor supuestamente agraviada, solo percibe el odio
por parte de la abuela y demás familiares de su ex pareja, dado que tuvo una relación corta
con dicha persona, quien le ocultó en su oportunidad que era portadora de VIH (sida), grande
fue su sorpresa que cuando estaban en el Hospital Dos de Mayo, siendo atendido por el
médico de guardia quien le informó que su pareja Janet Vásquez Vitanzo tenía esta

6
enfermedad y que la única condición para que nazca sin riesgo de ser infectado es por
cesárea, además de sindicarlo que la había contagiado, a lo que respondió que eso era falso y
que de ser necesario le sacaran los análisis correspondientes, saliendo negativo como
resultado ante su persona, al igual que su hijo Jhonatan Moisés Silva Vásquez, por dicho
motivo es que toda la familia ha influenciado en la menor supuestamente agraviada; no ve a
la menor hace siete meses, ella iba conjuntamente con su abuela Emilia Limache, ya que
siempre iban a ver a su hijo Jhonatan; señala que su ex pareja Janet Vásquez Vitanzo vivió
en Manzanilla con su hija y sus demás familiares, nunca vivió en esa casa ni se quedó a
dormir, y las veces que pasó la noche con ella fue cuando ella venía a donde estaba pero
nunca estuvo presente la menor; refiere que fue varias veces al albergue Hogar de Vida pues
iba a ver a su hijo ya que su mamá se lo llevó, nunca tuvo ningún incidente en dicho lugar;
refiere que le rapo el cabello a la menor porque estaba llena de piojos, así que cerró la puerta
y le comenzó a afeitar el cabello, en esa oportunidad entró la señora Ruth y le dijo que es lo
que había hecho y le dijo que la niña estaba llena de piojos y ni la abuela le reclamó nada.

xi) Las declaraciones juradas de Ricardo Paz Visitación y Verónica Chávez Carrillo, de
fechas 10 de agosto y 8 de julio de 2016 y fojas 340 y 341, respetivamente, Paz Visitación
refiere que la menor de iniciales L.V.V., cuando se encontraba en el albergue Hogar de Vida,
tenía un lenguaje vulgar, tendencia hacia la mentira, al punto que había mentido que la había
violado, lo cual era falso porque las mujeres dormían en un área y juntamente con Héctor
Silva Inga en otro cuarto con demás varones; Chávez Carrillo señaló que la menor supra
cuando llegó al albergue conjuntamente con su madre Janeth Vásquez Vitanzo, alteró la paz
de las internas del albergue, era muy caprichosa, sucia y hablaba muchas groserías a pesar de
los pocos 4 años que tenía; acusó al joven “Favio” (quien venía por su mamá interna) que
“había hecho el amor con ella”. La misma denuncia que le hizo al señor Paz Visitación.

xii) Ampliación de la declaración instructiva del procesado Héctor Moisés Silva Inga,
obrante de fojas 355 a 359, del 19 de diciembre de 2017, quien se ratificó en su declaración
instructiva de fojas 177/180, se considera inocente de los cargos; refiere que todo es falso,
que su relación con la madre de la menor inició a fines del año 2004 y producto de dicha
relación nace su hijo Jhonatan, ella sale embarazada en ese año 2004; posterior al nacimiento
de su hijo, la mamá de la menor quien era su pareja se fue a vivir a un albergue Hogar de
Vida con su hijo y su hija, pero al año de haber estado en el albergue estaba mal de salud,
tuvo una recaída, por lo que fue trasladada al Hospital Santa Rosa, eso fue aproximadamente
ya en el año 2005, la cuidaba casi todos los días e iba a verla; debido a ello cuando fue al
albergue Hogar de Vida para ver a su menor hijo y la menor agraviada, la Directora del
albergue que se llama Ruth Emperatriz Álvarez Davelouis le solicitó que por favor fuera a
cuidar a sus hijos, a los dos niños, debido a que la mamá de las menores ya no estaba ahí,
estaba internada en el hospital; y cuando yo fui al albergue automáticamente la agraviada
duerme con las mamás de cada cuarto de esa institución porque ese albergue era de mujeres,
nunca dormí con la niña, ella siempre dormía con las mamás, le sorprende que la niña lo
acuse de algo que sucedió en el albergue en el año 2003 porque ella ingresó en el año 2004;
después que falleció su ex pareja, la mamá de la menor; hubo problemas en el Hogar de Vida
porque había calumniado a un muchacho de nombre Fabio, que había alegado que habían
tenido relaciones y diferentes acusaciones contra la menor, esta vez contra el señor Ricardo
Paz Visitación que la había violado; precisa que la señora Ruth que es la directora del Hogar
posteriormente al fallecimiento de la madre de la menor le dijo que se retire del Hogar de
Vida con su hijo porque ambos estaban sanos, la Directora nunca lo botó; refiere que cuando
se quedaba a dormir en el albergue dormía en el segundo piso con su hijo, ya que el albergue
según las reglas no permiten que duerman hombres con mujeres; la madre de la menor
agraviada también dormía en el segundo piso, en ese lugar habían dos habitaciones, estaban
juntas, la habitación de la menor agraviada estaba al costado; la relación que mantenía con la
menor agraviada era solo de saludo, ya que ella era muy malcriada, era hiperactiva, nunca
existió una relación de cariño hacia la menor, como era malcriada lo que hacía era alejarse;

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refiere que cuando le cortó el cabello a la menor agraviada ésta se molestó y lo amenazó
diciendo “ya vas a ver lo que te voy hacer” pero la verdad nunca le tomó importancia porque
era una niña.

xiii) La declaración jurada de la menor de iniciales L.V.V. -agraviada-, de fojas 396, y de


la abuela Emilia Limache Quintana, de fojas 419 a 420; del 29 de agosto y 7 de diciembre de
2018, respectivamente. La agraviada, refiere que ahora que cuenta con 19 años de edad y es
mayor, recuerda mejor y con claridad, los hechos ocurridos, en su infancia, por lo que
manifiesta que la denuncia contra el señor Héctor Moisés Silva Inga, se produjo por error al
señalarlo como el causante de los tocamientos indebidos contra su persona. Lo cierto, es que
cuando era niña tuvo una infección vaginal llamada Herpes, el médico le dijo que dicha
infección podría haber sido causada por una persona mayor y como veía al señor Héctor
Silva constantemente, pensó que él pudo ser el causante; sin embargo, el verdadero autor fue
otra persona cuando en ese tiempo vivía en el albergue “Hogar de Vida” con su madre Janeth
Haydee Vásquez Vitanzo, pero cuyos nombres de esa persona no recuerda. La abuelita de
la menor agraviada, Limache Quintana, refiere que los hechos denunciados en contra de
Héctor Moisés Silva Inga son falsas, toda vez que su nieta le manifestó que los tocamientos
indebidos los recibió de una tercera persona cuando ella vivía conjuntamente con su señora
madre en el “Hogar de Vida” sito en Magdalena; nunca fue testigo presencial de los
tocamientos indebidos.

ANTECEDENTES Y VIGENCIA DE LA ACCIÓN PENAL


6.2. Mediante Dictamen Fiscal N° 51-2009, del 29 de setiembre de 2009, obrante
de fojas 71 a 72, se formalizó denuncia penal contra Héctor Moisés Silva Inga y se narraron
los hechos de la siguiente manera:
“la menor agraviada a la edad de cuatro años aproximadamente (año 2003)
habría sido víctima de actos contra el pudor-tocamientos indebidos, por parte de
su padrastro el imputado Héctor Moisés Silva Inga, en circunstancias que se
encontraban durmiendo juntos en una misma habitación y cama en el interior
del albergue “Hogar de Vida” del distrito de Magdalena, donde dicho
imputado aprovechando encontrarse cuidando a la menor agraviada hasta en
dos oportunidades le hizo tocamientos en su parte genital, conforme lo ha
referido la indicada menor al prestar su manifestación a fs. 32/34; hecho que ha
generado secuelas psicológicas negativas, conforme al Protocolo de Pericias
Psicológicas Nº 048613-2009-PSC, practicado a la indica menor agraviada y
que concluye “perturbación en su desarrollo psicosexual y tratamiento
psicológico”.

6.3. Mediante escrito del 04 de marzo de 2016, obrante a fojas 199 a 202, la
defensa técnica del acusado Silva Inga, deduce excepción de prescripción. Y el A quo
mediante resolución N° 4, del 25 de abril de 2016, fojas 207, señaló que la misma sea
resuelta conjuntamente con la sentencia.
6.4. Mediante sentencia contenida en la resolución N° 10, del 27 de octubre de
2016, obrante a fojas 227 a 242, se declaró infundada la excepción de prescripción supra y
condenó a Silva Inga; la fundamentación de la prescripción se dio en base a que los hechos
se habrían dado en el año 2003; por lo tanto, estando a que el artículo 176-A del Código
Penal, vigente al momento de los hechos, establecía una pena no menor de ocho ni mayor de
doce años, de conformidad con el artículo 80 y 83 del Código Penal, teniéndose en cuenta
que el máximo de la pena es 12 años, más la mitad sería 18 años. Por lo tanto, desde el 2003,
hasta la actualidad han transcurrido 13 años, por ende, la acción penal sigue vigente.
6.5. Mediante escrito del 21 de noviembre de 2016, la defensa técnica del
acusado Silva Inga, interpuso apelación contra la sentencia supra. Así, la Tercera Sala Penal
Liquidadora de Lima, mediante sentencia contenida en la resolución N° 4, del 4 de mayo de
2017, de fojas 323 a 326, confirmó la sentencia de fojas 227 a 242, en el extremo que falló

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declarando INFUNDADA la Excepción de Prescripción deducida por la defensa del
procesado Héctor Moisés Silva Inga; y NULA en el extremo que lo condenó; en
consecuencia, insubsistente el dictamen fiscal de fojas 138-140. Cabe acotar que respecto al
extremo de la prescripción la Sala Penal toma como fecha de ocurridos los hechos el año
2003; por lo tanto, la acción penal en la fecha de emitida dicha sentencia -2017- se
encontraba vigente. Por otro lado, analiza las cuestiones de fondo respecto a las
declaraciones de la menor agraviada y en el numeral 6.7. señala que, no existe contradicción
en el relato de la menor agraviada, quien refiere que los actos de tocamientos se realizaron en
dos oportunidades en el domicilio del procesado y en el Hogar de Vida; sin embargo, si
existe un error en la descripción de los hechos por parte del Ministerio Público que produce
confusión, lo que sí vulnera el derecho de defensa del procesado y al principio de imputación
necesaria ya que éste debe tener un claro conocimiento de los cargos imputados.
6.6. En tal sentido, el Ministerio Público en su Dictamen N° 229-2017, del 15 de
noviembre de 2017, obrante de fojas 345 a 347, estando a la Sentencia de la Tercera Sala
Superior supra, aclaró los fundamentos de hecho de su denuncia y señaló:

“se le imputa al procesado haberle realizado tocamientos indebidos a la agraviada


cuando ésta era una menor de edad en dos ocasiones: en un primer momento
cuando la menor tenía cuatro años de edad y domiciliaba en la casa del procesado
y su señora madre aún vivía, señalando la menor que ella y su señora madre
dormían en el suelo, encontrándose ya mal de salud su madre, mientras el
procesado dormía en una cama, éste se le acercó realizándole tocamientos en su
vagina, luego el bajo su pantalón y le colocó su pene en su vagina; en un segundo
momento ocurrió cuando vivía en la casa “Hogar de Vida”, posterior al
fallecimiento de su señora madre, donde el procesado concurrió para visitarla, así
también le bajo su pantalón, y le realizó tocamientos en su vagina con su mano”.
6.7. Ahora bien, de lo descrito supra se aprecia que si bien es cierto inicialmente
el representante del Ministerio Público al formalizar su denuncia penal contra el acusado
Silva Inga señaló que los hechos se habrían realizado en el año 2003; y en base a ello
resolvieron la excepción de prescripción deducida por la defensa técnica de este último,
declarándola infundada; la misma que fue confirmada por la Tercera Sala Penal
Liquidadora, quien declaró NULA la sentencia expedida por el A quo a efectos de que se
aclaren los hechos denunciados; sin embargo, confirmó el extremo de la excepción de
prescripción deducida por Silva Inga y tomó como fecha de los hechos el año 2003; no
obstante ello, esta Tribunal de Alzada considera que habiendo el Ministerio Público aclarado
los hechos concretos en que se habrían cometidos los tocamientos indebidos a la menor de
iniciales L.V.V., por parte del acusado Silva Inga en dos oportunidades, en su domicilio y en
el albergue “Hogar de Vida”, y estando a la Carta N°1189-2009-ADM-HVD, del 26 de mayo
de 2009, fojas 51, que señala que la menor agraviada ingresó a dicho albergue en setiembre
de 2004; la fecha que se debe tomar como válida para efectos del cómputo del plazo de
prescripción, en el presente caso, es esta última, por lo tanto, de conformidad con el delito
imputado tipificado en el artículo 176-A del Código Penal que establece una pena máxima
de 12 años -prescripción ordinaria-, más la mitad, es decir, 6 años darían como nuevo plazo
de prescripción 18 años -prescripción extraordinaria-; por lo que, la acción penal en el
presente proceso continúa vigente hasta setiembre de 2022; quedando esta Sala Superior
habilitada para analizar los presupuestos de fondo esgrimidos por el apelante.

RESPECTO AL DELITO DE TOCAMIENTOS INDEBIDOS


6.8. Este Colegiado Superior -en función al principio dispositivo- revisará los
argumentos esgrimidos por el sentenciado Héctor Moisés Silva Inga, en su escrito de
apelación a efectos de confirmar, revocar o anular la sentencia apelada.

6.9. Que, el sentenciado Silva Inga en su apelación argumenta que, la


declaración de la menor agraviada, así como el Protocolo de Pericia Psicológica practicada a

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la misma contienen sendas contradicciones y no cumple con los requisitos de certeza
establecidos en el Acuerdo Plenario N° 02-2005/CJ-116.

6.10. En tal sentido, el Acuerdo Plenario N° 02-2005/CJ-116, señala lo siguiente:


“(…) 6. Dos son las normas que rigen los fundamentos y criterios de valoración de la prueba
penal. En primer lugar, el artículo 2°, numeral 24, literal d) de la Constitución, que consagra
la presunción de inocencia; y, en segundo lugar, el artículo 283° del Código de
Procedimientos Penales, que dispone que los hechos y las pruebas que los abonen serán
apreciados por los jueces con criterio de conciencia. Ambas deber ser aplicadas, bajo la
preeminencia del derecho a la presunción de inocencia. Si bien el Juez o la Sala
sentenciadora son soberanos en la apreciación de la prueba, ésta no puede llevarse a cabo sin
limitación alguna, sino que sobre la base de una actividad probatoria concreta –nadie puede
ser condenado sin pruebas y que éstas sean de cargo–, jurídicamente correcta –las pruebas
han de ser practicas con todas y cada una de las garantías que le son propias y legalmente
exigibles–, se ha de llevar a cabo con arreglo a las normas de la lógica, máximas de la
experiencia –determinadas desde parámetros objetivos– o de la sana crítica, razonándola
debidamente. (…)10. Tratándose de las declaraciones de un agraviado, aún cuando sea el
único testigo de los hechos, al no regir el antiguo principio jurídico testus unus testis nullus,
tiene entidad para ser considerada prueba válida de cargo, y por ende, virtualidad procesal
para enervar la presunción de inocencia del imputado, siempre y cuando no se adviertan
razones objetivas que invaliden sus afirmaciones. Las garantías de certeza serían las
siguientes: a) Ausencia de incredibilidad subjetiva. Es decir, que no existan relaciones entre
agraviado e imputado basadas en el odio, resentimientos, enemistad u otras que puedan
incidir en la parcialidad de la deposición, que por ende le nieguen aptitud para generar
certeza. b) Verosimilitud. Que no sólo incide en la coherencia y solidez de la propia
declaración, sino que debe estar rodeada de ciertas corroboraciones periféricas, de carácter
objetivo que le doten de aptitud probatoria. c) Persistencia en la incriminación, con las
matizaciones que se señalan en el literal c) del párrafo anterior 9”.

6.11. Ahora bien, este Tribunal de Alzada considera necesario analizar las
garantías de certeza supra a efectos de validar la declaración de la menor agraviada de
iniciales L.V.V., y la prueba de cargo recopilada durante el iter procesal:
[A] Ausencia de incredibilidad subjetiva: De autos, no se ha logrado advertir que
entre la menor agraviada de iniciales L.V.V., y el acusado Silva Inga haya existido una
relación entre ambos basados en odio, resentimientos o enemistad evidente, pues si bien la
defensa del acusado en su apelación refiere que la menor agraviada en su declaración
referencial de fojas 112, señaló que, “el recurrente tomaba mucho y agredía a su señora
madre al igual que a su padre biológico”, con lo que pretende justificar los sentimientos ut
supra; también es cierto que el propio acusado al brindar la ampliación de su declaración
instructiva, de fojas 355 a 359, señaló que, “la relación que mantuvo con la menor
agraviada era solo de saludo, ya que era muy malcriada, era hiperactiva, nunca existió
relación de cariño hacia la menor, como era malcriada lo que hacía era alejarse”. Por ello,
es que no se advierte razón objetiva alguna que permita afirmar que entre la menor agraviada
y el acusado haya existido odio, resentimientos o enemistad; contrario sensu, de las
declaraciones de la menor agraviada -fs. 31 a 33, y 110 a 112, respectivamente-, se acredita
que la menor tiene un sentimiento de miedo hacia el acusado, pues señala, “no dije nada
porque tenía miedo”, “antes no le había contado a nadie porque tenía miedo que Héctor lo
haga de nuevo”, “tengo miedo que Héctor vaya a mi casa o a mi colegio”.

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c) Asimismo, debe observarse la coherencia y solidez del relato del coimputado, y, de ser el caso,
aunque sin el carácter de una regla que no admita matizaciones, la persistencia de sus afirmaciones en
el curso del proceso. El cambio de versión del coimputado no necesariamente la inhabilita para su
apreciación judicial, y en la medida en que el conjunto de las declaraciones del mismo coimputado se
hayan sometido a debate y análisis, el juzgador puede optar por la que considere adecuada.

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[B] Verosimilitud: La declaración de la menor agraviada de iniciales L.V.V., durante
el presente proceso judicial, ha sido coherente y sólida respecto a la narración de los hechos
imputados al acusado Silva Inga, las mismas que se encuentran debidamente corroboradas
con pruebas periféricas de carácter objetivo. Así, se tiene lo siguiente: i) del Informe Médico
Psiquiátrico-Psicológico, de fojas 4 a 6, de fecha 5 de diciembre de 2008 y 10 de noviembre
de 2008, practicada a la menor agraviada de iniciales L.V.V., señaló que: “cuando estaba en
el albergue hace más o menos 3 años, su padrastro Héctor le tocó su vagina con su mano
“le bajo el pantalón … y para que lo dejara ella le mordió la mano…”, “…me dijo que no
dijera nada… me dijo que si hablaba no me iba dejar a ver a mi hermano…” ; cuando
ingresaron al albergue con su madre, la menor manifiesta que su padrastro en una ocasión
cuando las va a visitar “se bajó el pantalón y se sobó sobre ella”; ii) Del Informe Social Nº
1193-SS-INSN-2008, de fojas 7 a 9, del 5 de diciembre de 2008, se aprecia que: El lunes
29/09/2008, la paciente fue traída por la señora Emilia Limachi Quintana, bisabuela materna
de la menor por presentar diagnóstico médico de condiloma y recibió atención en consultorio
externo de ginecología, en dicha consulta “la menor refirió haber sido agredida sexualmente
por el padre político hace aproximadamente tres años”, por lo que fue referida al servicio de
salud mental donde recibió atención; la bisabuela refiere que: “hace más o menos tres años,
la madre de la menor estaba albergada en el “Hogar de Vida” con sus dos hijos y su nuevo
compromiso, señor Héctor Silva, la progenitora al ponerse mal de salud (se encontraba
embarazada) fue hospitalizada en el Hospital “Santa Rosa” y sus hijos se quedaron al
cuidado del señor Héctor en el Hogar “de Vida”. Fue en estas circunstancias que una noche
la niña fue agredida por el padre político”. Seguidamente, se entrevistó a la menor, quien
refirió que: “ella y su hermanito se quedaron en el Hogar “De Vida” bajo el cuidado del
señor Héctor, mientras su madre estaba hospitalizada una noche estaba durmiendo y sintió
que el señor Héctor le bajo su trusa, ella le mordió la mano y gritó, inmediatamente
apareció la señora Ruth, administradora del Hogar, y al contarle Leslie lo sucedido lo
expulsaron del albergue al señor Héctor”; iii) De la manifestación de Emilia Limache
Quintana, obrante a fojas 28 a 30, del 9 de julio de 2009, abuela de la menor agraviada,
quien manifestó: “conoce a Héctor Silva desde hace aproximadamente cinco años que se
relacionó con su hija Yannet Vásquez Vitanzo -quien falleció hace tres años-, con quien
procrearon un hijo, Jhonatan Silva Vásquez, quien vive con su padre; tiene conocimiento
que su nieta fue víctima de tocamientos en sus partes íntimas por parte de Héctor Silva en la
casa de éste”; iv) De la declaración de la menor agraviada de iniciales L.V.V, obrante a
fojas 31 a 33, del 17 de julio de 2009, ésta señaló en la pregunta 5. ¿Qué sucedió el día en
que te quedaste en el interior del Hogar de Vida junto con tu hermano al cuidado del Sr.
Héctor? Dijo: “Poco tiempo unos días, y el señor Héctor estando durmiendo en el interior
de un cuarto, mientras dormíamos en una sola cama el sr. Héctor, mi hermanito y yo, mi
hermanito en medio, yo estaba al costado de mi hermano, Héctor se me acercó y alguien me
estaba bajando el pantalón, ante lo que me desperté y vi que era Héctor, ante lo que empecé
a llorar, le mordí la mano y grité, y la mamita Ruth subió y lo botaron, no le conté a la
mamita Ruth lo que había sucedido, hablaron en el último piso y lo botaron a Héctor quien
quería llevarse a mi hermanito Jhonatan pero no lo dejaron, luego vino al día siguiente y se
lo llevó, luego vino mi abuelita y me llevo a su casa, la mamita Ruth era una señora que
ayudaba a los niños en el Hogar de Vida; refiere que Héctor la tocó dos veces, una vez fue
en su casa, fue antes de lo del Hogar de Vida, su mamá todavía estaba viva, no le dijo nada
porque tenía miedo; el señor Héctor le sacaba su ropa, y eso que tienen los hombres su
parte íntima por donde orinan lo colocaba por mi vagina, solo me lo puso, eso fue una vez
en su casa, en el albergue fue con su mano, le mordí y grité; estos hechos le contó a la
psicóloga cuando su mamita Emilia la llevo al Hospital del Niño, antes no le había contado
a nadie porque tenía miedo que Héctor lo haga de nuevo; agrega que tiene miedo que
Héctor vaya a su colegio o a su casa”; iv) Del Acta de reconocimiento fotográfico, de fojas
35, del 9 de julio de 2009, la señora Emilia Limache Quintana reconoció a la persona de
Héctor Moisés Silva Inga con DNI N° 80422780, quien fue conviviente de su fallecida hija
Janet Vásquez Vitanzo; v) De la copia simple de la partida de nacimiento de la menor de

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iniciales L.V.V., obrante a fojas 38, donde se aprecia que nació el 21 de diciembre de 1998
en el Instituto Materno Perinatal; madre Yanet Haydee Vásquez Vitanzo; vi) De la Carta N°
1189-2009-ADM-HVD, de fojas 51, del 26 de mayo de 2009, remitida por la administradora
Ruth Álvarez Davelouis -Asociación Hogar de Vida- se aprecia que la menor de iniciales
L.V.V., de 6 años y 08 meses, ingresó al albergue en setiembre de 2004, conjuntamente con
su señora madre doña Yanet Haydee Vásquez Vitanzo y su hermanito menor Jonathan Silva
Vásquez de 1 año y 5 meses de edad. Permaneció en el albergue a petición de la abuela,
hasta un mes después del fallecimiento de la madre, retornándola a su hogar el 21 de octubre
de 2005. Respecto a sus familiares, su abuela, doña Emilia Quintana Limache y el
conviviente de la fallecida Janeth Haydee Vásquez Vitanzo, responde a Héctor Silva Inga;
vii) En el Protocolo de Pericia Psicológica N° 048613-20099-PSC, de fojas 67 a 69,
practicada a la menor de iniciales L.V.V., de fecha 21 de julio de 2009, la examinada refiere:
“yo tenía cuatro años, mi mamá estaba viva, vivíamos en la casa de Héctor (la pareja de su
madre) mi mamá y yo dormíamos en el suelo, él dormía en su cama, una noche cuando mi
mamá estaba durmiendo Héctor se me acercó y me bajó el pantalón, me puso su pene en mi
vagina y yo quise gritar y le mordí la mano, entonces él volteo y le di con un codo, me dijo
que no le muerda, mi mamá estaba al costado, no sintió porque ya estaba mal, tomaba harta
pastillas para dormir; luego se fueron a vivir al albergue y Héctor también fue a visitarnos y
allí también me bajó el pantalón y me manoseo con su mano mi vagina, me tocó con su
mano, no me metió el dedo”. La abuela de la examinada manifiesta: … “(…) antes que
fallezca mi hija por ser portadora de VIH se fue a vivir a un albergue con sus dos hijos y su
última pareja, él las visitaba, iban de vez en cuando a la casa de ese hombre, es allí donde
mi nieta refiere que ese hombre la empezó a tocar sus partes íntimas, no le decía a su mama
porque le tenía miedo al hombre”; 2. VIDA PSICOSEXUAL: “refiere haber sido
manoseada por la pareja de su madre, lo hizo en dos oportunidades”; Conclusiones:
perturbación en su desarrollo psicosexual y requiere tratamiento psicológico, a causa de una
alteración emocional por experiencia precoz (sus notas del colegio bajaron, reacciona con
ansiedad ante situaciones tensas y asume conductas de sumisión frente a las figuras de
autoridad); viii) De la declaración testimonial de Gladys María Leguía Puente, Directora de
la Asociación Hogar de Vida, obrante de fojas 91 a 93, del 10 de marzo de 2011, señaló que:
“tiene conocimiento de los hechos de manera referencial, lo que he escuchado que ella ha
sido tocada por este señor, y que era su padrastro, ella salió con informe médico; tiene
conocimiento de todo lo antes relatado de los informes de rutina que obran en la
institución”; y viii) De la declaración referencial de la menor de clave L.V.V., obrante de
fojas 110 a 112, del 18 de agosto de 2011, donde vuelve a señalar que: “cuando yo era
chiquita Héctor me paraba tocando, y también cuando mi mamá se murió también me
tocaba en su casa, solo me tocó dos veces, cuando pasó todo eso me decía que si pasaba
algo le iba pegar a mi mamá; la primera vez cuando estaba durmiendo, porque dormíamos
en su colchón en un camarote, yo caí de la cama pero estaba dormida y sentí que Héctor
estaba encima de mí y me empezó a tocar mi vagina y desde allí yo le tengo miedo, además
él también le pegó a su papá; la segunda vez, fue en la casa hogar él estaba echado a mi
costado y yo no, me acariciaba la cara y yo le decía que no, él me decía que no gritara, yo
me levantaba por la noche y él primero me tocaba mi vagina y después se bajaba el
pantalón y me ponía su pene en mi vagina y le daba vueltas, yo me ponía nerviosa y me
ponía a llorar y él dejaba de hacerlo, yo le reclamaba a él de porque no tenía mi ropa y por
lo que me había hecho, entonces lo amenacé con la mamita Ruth que es la que nos cuida en
la casa, entonces él me amenazó que me iba a cortar el pelo y así lo hizo y me dejo sin pelo,
entonces no quería que yo bajara porque la mamita Ruth se iba a enterar que me había
cortado todo mi pelo y por qué, entonces cuando le conté todo lo que había pasado a la
mamita Ruth, ella le preguntó y él le dijo que me había cortado porque tenía piojos pero eso
era mentira y le pregunto lo que le había contado pero él se negó pero la mamita Ruth lo
botó de la casa Hogar, pero como ya había nacido mi hermanito, el amenazó con venir con
la policía y llevárselo ya que era su hijo; reitera que le tocó sus partes íntimas dos veces por
debajo de su ropa, quiso hacerlo una tercera vez pero se lo impidió y se fue a jugar con sus

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amigas, iba casa semana a visitarla a la Casa Hogar.”. Con lo que se acredita que las
versiones brindadas por la menor de iniciales L.V.V., [los días 29 de agosto de 2008, 17 de
julio de 2009, 21 de julio de 2009 y 18 de agosto de 2011] han sido coherentes, sólidas y
concretas en el tiempo y se encuentran debidamente corroboradas con pruebas periféricas
objetivas; y

[C] Persistencia en la incriminación: De lo señalado anteriormente se advierte que la


menor agraviada de iniciales L.V.V., durante la investigación policial, investigación fiscal y
proceso judicial ha brindado declaraciones coherentes y sólidas respecto a los hechos
denunciados al acusado Silva Inga, a tal punto que las mismas persisten respecto a sus
afirmaciones en el decurso del presente proceso penal, reconociendo los dos momentos en el
que el acusado realizó tocamientos indebidos en su parte intima -vagina-, en un primer
momento, en la casa del sentenciado Silva Inga y en segundo momento, cuando ésta se
encontraba en el albergue “Hogar de Vida” [desde setiembre de 2004]; y si bien la menor
agraviada no se ubica en cuanto a tiempo y hechos [no recuerda claramente la edad en la
que fue tocada por Silva Inga y con el paso del tiempo muestra algunas imprecisiones
respecto a la narración de los hechos], lo concreto es que en ningún momento ésta duda o
se rectifica respecto a las dos ocasiones en la que fue tocada por el acusado Silva Inga; y
por el contrario, en todas sus declaraciones señala claramente que el acusado le realizó
tocamientos y rozamientos con su pene y su mano, en un primer momento cuando se
encontraban en su casa y en un segundo momento cuando se encontraba dentro del albergue
“Hogar de Vida”; por lo que, el hecho de no recordar su edad al momento de los tocamientos
por parte del acusado Silva Inga y mostrar breves imprecisiones respecto a la narración de
los hechos, ello no inhabilita las declaraciones vertidas respecto a los hechos denunciados ni
mucho menos le resta credibilidad para su apreciación judicial por parte de esta Superior
Sala Penal; máxime, si la misma se encuentra corroborada con otros elementos de prueba.
Siendo esto así, se advierte que la declaración de la menor de iniciales L.V.V., cumple con
las garantías de certeza establecidas en el numeral 10. del acuerdo plenario Nº 02-2005/CJ-
116, tal como se señala supra.

6.12. De otro lado, se cuenta con las pruebas de descargo, tales como: i) la
declaración instructiva y la ampliación de la misma, obrante de fojas 177 a 180 y 355 a 359,
respectivamente, del sentenciado Héctor Moisés Silva Inga refirió que es inocente de los
cargos imputados; conoció a la menor de iniciales L.V.V., hace aproximadamente trece o
catorce años, dado que era la hija de su ex pareja finada Jhanet Vásquez Vitanzo; desconoce
porque motivo lo están perjudicando ya que nunca tocó a la menor supuestamente agraviada,
solo percibe el odio por parte de la abuela y demás familiares de su ex pareja, dado que tuvo
una relación corta con dicha persona, quien le ocultó en su oportunidad que era portador de
VIH (sida), grande fue su sorpresa que cuando estaban en el Hospital Dos de Mayo, siendo
atendido por el médico de guardia quien le informó que su pareja Janet Vásquez Vitanzo
tenía esta enfermedad y que la única condición para que nazca sin riesgo de ser infectado es
por cesárea, además de sindicarlo que la había contagiado, a lo que respondió que eso era
falso y que de ser necesario le sacaran los análisis correspondientes, saliendo negativo como
resultado ante su persona, al igual que su hijo Jhonatan Moisés Silva Vásquez, por dicho
motivo es que toda la familia ha influenciado en la menor supuestamente agraviada; no ve a
la menor hace siete meses, ella iba conjuntamente con su abuela Emilia Limache, ya que
siempre iban a ver a su hijo Jhonatan; señala que su ex pareja Janet Vásquez Vitanzo vivía
en Manzanilla con su hija y sus demás familiares, nunca vivió en esa casa ni se quedó a
dormir, y las veces que pasó la noche con ella fue cuando ella venía a donde estaba pero
nunca estuvo presente la menor; refiere que fue varias veces al albergue Hogar de Vida
pues iba a ver a su hijo ya que su mamá se lo llevó, nunca tuvo ningún incidente en dicho
lugar; refiere que le rapo el cabello a la menor porque estaba llena de piojos, así que cerró
la puerta y le comenzó a afeitar el cabello, en esa oportunidad entró la señora Ruth y le dijo
que es lo que había hecho y le dijo que la niña estaba llena de piojos y ni la abuela le reclamó

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nada; su relación con la madre de la menor inició a fines del año 2004 y producto de dicha
relación nace su hijo Jhonatan, ella sale embarazada en ese año 2004; posterior al nacimiento
de su hijo, la mamá de la menor quien era su pareja se fue a vivir a un albergue Hogar de
Vida con su hijo y su hija, pero al año de haber estado en el albergue estaba mal de salud,
tuvo una recaída, por lo que fue trasladada al Hospital Santa Rosa, eso fue aproximadamente
ya en el año 2005, la cuidaba casi todos los días e iba a verla; debido a ello cuando fue al
albergue Hogar de Vida para ver a su menor hijo y la menor agraviada, la Directora del
albergue que se llama Ruth Emperatriz Álvarez Davelouis le solicitó que por favor fuera a
cuidar a sus hijos, a los dos niños, debido a que la mamá de las menores ya no estaba ahí,
estaba internada en el hospital; y cuando yo fui al albergue automáticamente la agraviada
duerme con las mamás de cada cuarto de esa institución porque ese albergue era de mujeres,
nunca dormí con la niña, ella siempre dormía con la mamás, le sorprende que la niña lo
acuse de algo que sucedió en el albergue en el año 2003 porque ella ingresó en el año 2004;
después que falleció su ex pareja, la mamá de la menor hubo problemas en el Hogar de Vida
porque había calumniado a un muchacho de nombre Fabio, que había alegado que habían
tenido relaciones y diferentes acusaciones contra la menor, esta vez contra el señor Ricardo
Paz Visitación que la había violado; precisa que la señora Ruth que es la directora del Hogar
posteriormente al fallecimiento de la madre de la menor le dijo que se retire del Hogar de
Vida con su hijo porque ambos estaban sanos, la directora nunca lo botó; refiere que cuando
se quedaba a dormir en el albergue dormía en el segundo piso con su hijo, ya que el albergue
según las reglas no permiten que duerman hombres con mujeres; la madre de la menor
agraviada también dormida en el segundo piso, en ese lugar habían dos habitaciones, estaban
juntas, la habitación de la menor agraviada estaba al costado; la relación que mantenía con la
menor agraviada era solo de saludo, ya que ella era muy malcriada, era hiperactiva, nunca
existió una relación de cariño hacia la menor, como era malcriada lo que hacía era alejarse;
refiere que cuando le cortó el cabello a la menor agraviada ésta se molestó y lo amenazó
diciendo “ya vas a ver lo que te voy hacer” pero la verdad nunca le tomó importancia porque
era una niña; ii) Las declaraciones juradas de Ricardo Paz Visitación y Verónica Chávez
Carrillo, de fechas 10 de agosto y 8 de julio de 2016 y fojas 340 y 341, respetivamente, Paz
Visitación refiere que la menor de iniciales L.V.V., cuando se encontraba en el albergue
Hogar de Vida, tenía un lenguaje vulgar, tendencia hacia la mentira, al punto que había
mentido que la había violado, lo cual era falso porque las mujeres dormían en un área y yo
juntamente con Héctor Silva Inga en otro cuarto con demás varones; Chávez Carrillo señaló
que la menor supra cuando llegó al albergue conjuntamente con su madre Janeth Vásquez
Vitanzo, alteró la paz de las internas del albergue, era muy caprichosa, sucia y hablaba
muchas groserías a pesar de los pocos 4 años que tenía; acusó al joven “Favio” (quien venía
por su mamá interna) que “había hecho el amor con ella”. La misma denuncia que le hizo al
señor Paz Visitación; y iii) La declaración jurada de la menor de iniciales L.V.V. -
agraviada-, de fojas 396, y de la abuela Emilia Limache Quintana, de fojas 419 a 420; del 29
de agosto y 7 de diciembre de 2018, respectivamente. La agraviada, refiere que ahora que
cuenta con 19 años de edad y es mayor, recuerda mejor y con claridad, los hechos
ocurridos, en su infancia, por lo que manifiesta que la denuncia contra el señor Héctor
Moisés Silva Inga, se produjo por error al señalarlo como el causante de los tocamientos
indebidos contra su persona. Lo cierto, es que cuando era niña tuvo una infección vaginal
llamada Herpes, el médico le dijo que dicha infección podría haber sido causada por una
persona mayor y como veía al señor Héctor Silva constantemente, pensó que él pudo ser el
causante; sin embargo, el verdadero autor fue otra persona cuando en ese tiempo vivía en el
albergue “Hogar de Vida” con su madre Janeth Haydee Vásquez Vitanzo, pero cuyos
nombres de esa persona no recuerda. La abuelita de la menor agraviada, Limache
Quintana, refiere que los hechos denunciados en contra de Héctor Moisés Silva Inga son
falsas, toda vez que su nieta le manifestó que los tocamientos indebidos los recibió de una
tercera persona cuando ella vivía conjuntamente con su señora madre en el “Hogar de Vida”
sito en Magdalena; nunca fue testigo presencial de los tocamientos indebidos.

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6.13. Sin embargo, las mismas no han logrado desacreditar ni mucho menos
desvirtuar la realización de los hechos así como la responsabilidad penal del sentenciado
Silva Inga; y por el contrario, se advierte claramente que lo señalado por el acusado,
respecto a la negación de los hechos y una supuesta venganza en su contra, se trata de meros
argumentos de defensa con lo que pretende deslindarse de su responsabilidad penal, al punto
de presentar declaraciones juradas que por sí mismas no generan valor probatorio ya que no
se encuentran corroboradas con alguna otra prueba; y, por el contrario, lo que se advierte de
dichas declaraciones juradas es que en una cuestión de desesperación por parte del
sentenciado Silva Inga, a efectos de generar duda, logra presentar la declaración jurada de la
menor agraviada de iniciales L.V.V. -hoy mayor de edad-; quien señaló que, “ahora que
cuenta con 19 años de edad y es mayor, recuerda mejor y con claridad, los hechos
ocurridos, en su infancia, por lo que manifiesta que la denuncia contra el señor Héctor
Moisés Silva Inga, se produjo por error al señalarlo como el causante de los tocamientos
indebidos contra su persona. Lo cierto, es que cuando era niña tuvo una infección vaginal
llamada Herpes, el médico le dijo que dicha infección podría haber sido causada por una
persona mayor y como veía al señor Héctor Silva constantemente, pensó que él pudo ser el
causante; sin embargo, el verdadero autor fue otra persona cuando en ese tiempo vivía en
el albergue “Hogar de Vida” con su madre Janeth Haydee Vásquez Vitanzo, pero cuyos
nombres de esa persona no recuerda10”; dicho que resulta poco creíble toda vez que durante
sus declaraciones ha reconocido plenamente al acusado Silva Inga, y pese a tener algunas
imprecisiones en cuanto al relato de los hechos, NUNCA señaló ni mencionó ni dudó
respecto al autor de los tocamientos indebidos, y por el contrario lo reconoció plenamente de
manera coherente y persistente.
6.14. Siendo esto así, de todo lo señalado precedentemente, este Colegiado
Revisor considera que los hechos así como la responsabilidad penal del sentenciado Héctor
Moisés Silva Inga se encuentran plenamente acreditados, pues éste aprovechándose de la
condición de padrastro que tenía con la menor agraviada, ya que tenía una relación con su
madre -difunta-, la enfermedad que padecía ésta -VIH- y la condición de extrema pobreza en
la que se encontraban realizó tocamientos indebidos a la agraviada en un primer momento
cuando se encontraban en la casa de éste y en un segundo momento cuando la madre de la
agraviada ya se encontraba muy mal de salud en el albergue “Hogar de Vida”, donde
ingresaron en setiembre de 2004, fecha en que la menor contaba con 6 años y 8 meses de
edad; lo que le generó “perturbación en su desarrollo psicosexual”, tal como se aprecia del
Protocolo de Pericia Psicológica Nº 48613-2009-PSC; lo que refleja inequívocamente el
daño psicológico sufrido por la agraviada a consecuencia del ilícito penal realizado por el
sentenciado Silva Inga. Por estas razones, corresponde confirmar la sentencia apelada.

DECISIÓN
Fundamentos por los cuales, las señoras Magistradas integrantes de la Segunda Sala
Penal Liquidadora, impartiendo justicia a nombre de la Nación, resuelven:

CONFIRMAR la sentencia, del 10 de enero de 2019, que CONDENÓ a Héctor


Moisés Silva Inga por la comisión del delito contra la libertad sexual-actos contra el pudor,
en agravio de la menor de iniciales L.V.V., por lo que le impusieron OCHO AÑOS DE
PENA PRIVATIVA DE LA LIBERTAD EFECTIVA la misma que empezará a
computarse desde su captura y posterior internamiento en un centro penitenciario de la
capital, debiendo oficiarse a la Policía Judicial para su inmediata ubicación y captura; FIJÓ
en la suma de DOS MIL SOLES el monto de la reparación civil que deberá abonar el
sentenciado a favor de la agraviada, en los plazos y condiciones que señala la ley;
disponiendo que el sentenciado, previo examen médico o psicológico sea sometido a un
tratamiento terapéutico a fin de facilitar su readaptación social; con lo demás que contiene.
Notificándose y los devolvieron.
RNPV/taqw
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El subrayado y sombreado es nuestro.

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