Está en la página 1de 57

-==;`..

TRIBUNAL SUPERI0R DEL DISTRIT0 JUDICIAL


SALA PENAL

Magistrado Ponente: DR. LUIS JAIME GONZÁLEZ ARDILA.


Referencia: 68081-6000-000-2012-00010 ( 16-257A).
Procesado: Otto Giovanny Sambria López.
Delíto: Acto8 8exuales con menor de 14 años agravados.
Decislón: Revoca sentencia.

APROBADO ACTA No.354

Bucaramanga, tres (3) de mayo de dos mil diecinueve (2019)

ASUNTO

EI Tribunal resuelve el recurso de apelación interpuesto por la


F`iscalía Primera Seccional de Barrancabermeja, contra la sentencia
del primero (1°) de enero de 2016, por medio de la cual el Juzgado
Segundo Penal del Circuito de Barrancabemeja, con funciones de
conocimiento, absolvió a Otto Giovanny Sanabria López del delito
de actos sexuales con menor de catorce años agravado, en concurso
homogéneo y sucesivo.
md. 2oi2-oooio.

HECHOS

A principios del año 2008, 1a señora Yibis Monserrath F\ientes Marín


inició convivencia marital con Otto Giovanny Sanabria López, en una
casa ubicada en la vereda Pueblo Regado del municipio de
Barrancabermeja, hogar del que también hacia parte la niña
Y.N.H.F., hijastra de Sanabria López.

Finalizando el año 2008 y a comienzos de 2009, la menor Y.N„ de 12


años de edad, fue víctima de abuso sexual consistente en actos de
tocamiento en las partes genitales por parte de su padrastro, quien
además en una ocasión se desnudó y con su miembro viril 1e tocó la
región anal a la menor.

ACTUACIÓN PROCESAL

1. E130 de julio de 20121, el Juzgado Primero Penal Municipal de


Barrancaberme].a, con funciones de control de garantías, legalizó la
captura de Otto Giovanny Sanabria López previamente ordenada,
pues dicho procedimiento se ajustó a la legalidad.

Asimismo, la Fiscalía Primera Seccional de BaiTancabermeja formuló


imputación a Otto Giovanny Sanabria como autor responsable del
delito de actos sexuales con menor de 14 años agravado, en
concurso homogéneo y sucesivo, de conformidad con los artículos
209 -modificado por el artículo 5° de la Ley 1236 de 2008-y 211,
numeral 2°, del Código Penal, cargo que el imputado no aceptó.

1 Fol. 5
md. 2oi2-00oio.

F`inalmente, por solicitud de la Fiscalia, se impuso a Sanabria López


medida de aseguramiento de detención preventiva en establecimiento
carcelario.

2. E1 2 de octubre siguiente2, la fiscalía presentó escrito de


acusación en contra de Sanabria López, que sometido a reparto
correspondió al Juzgado Segundo Penal del Circuito de
Barrancabermeja, con funciones de conocimiento, despacho que el
18 de diciembre de esa anualidad3 11evo a cabo la audiencia de
formulación de acusación con arreglo al artículo 339 del C.P.P., en
desarrollo de la cual la defensa solicitó la nulidad de lo actuado,
petición que denegó el cognoscente e impugnó la defensa, decisión
que confirmó esta Corporación mediante proveído del 6 de mayo de
20134; de modo que la audiencia de formulación de acusación
culminó el 14 de junio siguiente5, oportunidad en la que la fiscalía
adicionó el pliego de cargos.

3. La audiencia preparatoria tuvo lugar el 28 de enero de 20146,


oportunidad en la cual las partes enunciaron las pruebas que
utilizarían en el juicio oral, que decretó el cognoscente dada su
pertinencia y conducencia; asimismo, acordaron estipulaciones
probatorias.

4. E120 de marzo de 20147 se instaló la audiencia de juicio oral que


culminó el 15 de enero de 20168, oportunidad en la que la fiscalía
presentó su teoría del caso, no así la defensa, se desarrolló la etapa
probatoria e introdujeron las estipulaciones probatorias, las partes
presentaron sus alegatos finales, el juez emitió sentido de fállo de
2 Fol. 42.
3 Fol. 60.
4 Fol. 84.
S Fol. 96.
6 Fol. 108.
7 Fol.115.
8 Fol. 293.
Rad. 2012-00010.

carácter absolutorio a favor de Sanabria López y dio lectura


inmediata a la sentencia, decisión contra la cual 1a fiscalía interpuso
recurso de apelación que sustentó por escrito dentro del término
legal.

SENTENCIA IMPUGNADA

Después de citar el marco fáctico del escrito de acusación, identificar


al procesado, reseñar la actuación procesal relevante y realizar un
análisis detallado de las pruebas presentadas en el juicio oral, el
cognoscente estimó que para garantizar la congruencia entre la
acusación y la sentencia, es indispensable que en la pretensión
punitiva del Estado se concreten de manera clara los hechos con
trascendencia jurídica, lo cual no ocurrió en el presente evento, pues
el escrito de acusación fue deficientemente confeccionado porque
dejó por fuera del aspecto fáctico una ocasión en que el procesado
llevaba a la menor víctima al colegio en su motocicleta y mientras
conducia con una mano con la otra le tocaba las piernas, episodio
libidinoso por el cual no puede proferir condena de acuerdo con el
artículo 448 del C.P.P.

De otra parte, el a-quo determinó que la declaración que rindió la


niña Y.N. en juicio oral carece de coherencia al contrastarse con la
prueba testimonial y pericial, siendo lo más relevante que no narró
un supuesto episodio de intento de penetración protagonizado por el
acusado -quien al parecer eyaculó- que le habia comentado a la
psicóloga del CTI Zayda Rubiela Mendoza Leal, aspecto que según la
experiencia enseña las víctimas de delitos sexuales no olvidan.

Además, acudiendo a bibliografia de psicología infantil y


psicoanálisis, en criterio del juzgador, la menor Y.N. inventó que fue
objeto de tocamientos eróticos por su padrastro Otto Sanabria López,
md. 2oi2-oooio.

siguiendo las pautas que le indicó su progenitora que padece


desequilibrios mentales y un trastorno de personalidad dependiente
a raíz de la ruptura con el imputado, claro indicador de un sindrome
de alienación pmental, pues Yibis Fuentes Marín interpuso la
denuncia en el año 2011, cuando el supuesto episodio de abuso
sexual cometido en contra de su hija ocurrió en el año 2008.

Así las cosas, el juzgador aplicó el principio de ¿n cztJb¿o pro reo a


favor de Otto Sanabria, pues la fiscalía no logró demostrar, más allá
de toda duda razonable, su responsabilidad en el delito endilgado,
por lo que profirió sentencia absolutoria.

RECURSO DE APELACIÓN

La representante del ente acusador insiste en que demostró la teoría


del caso que planteó en juicio oral mediante el veréz y confiable
testimonio de la menor ofendida, quien le atribuyó a su padrastro
Otto Giovanny Sanabria López dos episodios de abuso sexual
consistente en tocamientos en sus partes íntimas, relato que se
respalda en la versión de su progenitora Yibis Monserrat Fuentes
Marín y de su abuela María Flordelina Marín, así como en las
psicólogas Zayda Rubiela Mendoza Leal y Mirtha Cecilia López,
quienes encontraron en la victima, respectivamente, signos de abuso
sexual infantil y perturbación psíquica asociada.

Aduce que, no se es factible cuestionar el testimonio de la víctima


con base en que no expresó en juicio oral todos los eventos de abuso
sexual a los que fue sometida por su padrastro Sanabria IÁ5pez, pues
en el caso de los menores de edad suprimen de su memoria sucesos
impactantes, porque no quieren recordarlos, porque los han olvidado
o porque en el debate público se les dificulta rememorarlos por
Rad. 2012-00010.

miedo, sin dejar de lado los efectos desgastantes del paso del tiempo
al contar lo acaecido tres años después.

En tal virtud, en el espacio neutral de la entrevista forense que se


practicó en este caso, la niña Y.N. pudo efectivamente narrar con
detalle de tiempo, modo y lugar los abusos sexuales que sufrió a
manos de Otto Giovanny Sanabria, relato que la psicóloga Mirtha
Cecilia López caliricó consistente y coherente, r&ones por las cuales
su testimonio no se puede desestimar aduciendo que una versión
difiere de otra, más cuando en el caso de menores de edad víctimas
de delitos sexuales una coherencia absoluta en sus versiones indica
manipulación y, con todo ello, el juzgador ha de buscar que los
testimonios mantengan el núcleo esencial para otorgarles crédito
demostrativo.

En conexión con lo anterior, 1a agencia fiscal alega que, de acuerdo a


las pautas jurisprudenciales establecidas reiteradamente por la Sala
Penal de la Corte Suprema de Justicia, debe asignársele valor
demostrativo al relato de los hechos que hizo la ofendida y quedó
registrado en los informes base de opinión pericial que se practicaron
por los profesionales que atendieron su caso, oportunidad en la que
Y.N. expresó la forma como evolucionó el abuso sexual en su contra
aportando detalles puntuales.

Por otra parte, desacierta el juzgador al afirmar que en este evento se


presentó un síndrome de alienación parental, pues si ello fuera cierto
las profesionales en psicología que examinaron a la menor lo
hubieran advertido. Además, si bien es cierto en algunos pasajes de
su declaración la niña Y.N. mencionó que también había sido
agredida sexualmente por otra persona que también fue su
Rad. 2012-00010.

padrastro, por ello se generó la ruptura de la unidad procesal y se


investigó al presunto abusador.

En cuanto a la prueba de descargo, no logró mantener indemne la


presunción de inocencia que ampara al acusado, ya que a los
testigos nada les consta sobre los hechos punibles. Asimismo, el
concepto técnico forense que sustentó en juicio oral la psicóloga
Edna Patricia Camargo no controvierte eficazmente la prueba pericial
de la riscalía, pues el anáJ.isis que hizo esta perita únicamente se
basó en documentos que tuvo a la vista, pero no entrevistó a la
menor abusada a fin de estudiar su lenguaje verbal y no verbal, su
personalidad y otros aspectos que le permiten a los expertos evaluar
la consistencia y congruencia del relato.

En ese orden de ideas, solicita se revoque la sentencia absolutoria


proferida a favor de Otto Sanabria López y, en su lugar, se le
condene como autor responsable del delito de actos sexuales
abusivos agravados, en concurso homogéneo y sucesivo.

SUÚETOS N0 RECURRENTES

Luego de una extensa cita de la sentencia de primera instancia y


mencionar las diversas variantes de errores conceptuales que
habilitan el recurso extraordinario de casación, la defensa aduce que
se debe conrirmar la decisión de primera instancia, pues en el fállo
recurrido no se advierte violación directa o indirecta de las normas
sustanciales, comoquiera que el cognoscente realizó una correcta
valoración probatoria sin incurrir en ningún error de derecho o fálso
juicio de legalidad, porque fundamentó la decisión en las pruebas
debidamente decretadas y practicadas en el juicio oral.
Rad. 2012-00010.

Asimismo, tampoco existió un fálso juicio de convicción porque la


apreciación de la prueba testimonial fue adecuada a los parámetros
procesales para ello, es decir, el contenido testimonial no fue
tergiversado ni distorsionado, descartándose por esa misma razón
un Íálso juicio de identidad o de existencia.

Finalmente, el fállo de instancia no incurre en un fálso raciocinio,


puesto que al analizar la prueba militante el cognoscente acató los
postulados de la sana crítica, la experiencia y la lógica, aspectos que
le permitieron emitir una sentencia de czmácter absolutorio, razón
por la cual solicita se confirme en su totalidad el fállo impugnado.

CONSIDERACI0NES DE LA SALA

1. EI Tribunal procederá en primer lugar a abordar lo concemiente a


la congruencia respecto de los hechos motivo de acusación y los que
pueden eventualmente configurar premisas fácticas con incidencia
en la adecuación típica y soportar una condena.

Entonces, resulta oportuno reflexionar sobre la congruencia que


debe existir entre acusación y sentencia -ariículo 448 del C.P.P.-, con
base en la cual el juzgador limitó el análisis del caso a los dos
episodios de abuso sexual expuestos por la fiscalía en la audiencia
de formulación de acusación, consistentes en tocamientos impúdicos
ejecutados por Otto Giovanni Sanabria López a la menor Y.N. con
sus respectivos matices circunstanciales, dejando de lado aquel:
"aspec±o rel.afivo al tocarri,erúo de las piemas en la motocicleta erL el

tTagec±o al colegio (...) esos hechos rLo form,an parte de la concreción


fácfica de la acusación y por erLde por los mj,sTnos rLo puede e"j,tirse
urL falzo de conderLa"9 .

9 Fol. 259.
Rad. 2012-00010.

En otros términos, el juzgador de instancia estimó que las


imprecisiones fácticas del escrito de acusación afrentan el principio
de congruencia, lo cual impide al enjuiciado ejercer el derecho de
defensa y contradicción probatoria y torna imposible declarar la
responsabilidad penal de Sanabria López por hechos que no constan
en la acusación, particularmente:

"(...) a rrLediados de 2008 la r[iña YNHF` l_c. enter.ó.gue .Otío !a es!aba.


t;ocándo, que 1,os episodios ocurrian cucmdo aquél {1ei]aba a.la rriñ.a al
coiegio, éi que cursaba en horario díumo,. y que rrie"ir.as .s~e
de¿plazaba+en la moto el acusado aprovechaba parp tocqr a la niña
en -sus muslos Ü partes íntimas, hechi3s que, como viene de uerse, no
forman pcLrte dél come"ido fáctico de l,a ac"sacjón g que, se ins.iste, p?r
mor (si¿) del principio de congruencia rLo pueden ser endilgados en la
se"±encia al acusado"10.

Por su parte, el artículo 448 del C.P.P. se refiere a la congruencia en


los siguientes términos:

"El acusado no podTá ser declarado culpable por hechDs que no cx)r:ten en la
acusación, rú por deti±os por los cual.es m se ha soticitado condena."

Así, la congruencia es la simetría o correspondencia de lo personal


(acusado o condenado), fáctico (circunstancias) y jurídico de la
conducta objeto de acusación y sentencia, la cual se materializa con
este último acto en el que el juez se somete a estudiar las
pretensiones de la fiscalía conforme los límites en que los haya
formulado.

La Corte Suprema de Justicia, en sentencia de 25 abril de 2007,


radicado 26.309, precisó en torno a ese postulado procesal:

" ..., l,os jueces r.o pueden ir más allá de lo propuesto como. elerTer±os
fácticos- g juridicos de Za ac:usación~ l,os jyecx3s rLo pu.eden d.eri.var
consecué"áas aduersas para ez imputado o acusado ,... ez juez
solcmerLíe puede declarar l,a responsabüidad dez acmsado a±ertdiendo

10 Fol. 26 1 .
Rad. 2012-00010.

los limj:±ados g precisos térmi;nos que de factum g de íure le fiorm:ula la


Fbcalla. . . "

En especial, en lo relativo a la problemática de congruencia entre los


hechos fijados por la fiscalía en el acto complejo de la acusación y la
sentencia, la jurisprudencia de ese Máximo Órgano acotó:

"(...) Bsta distinciórL ftechos por detiíos) rLo corresponde a una mera
difiererLciación ltrLgüística pci;ra brindcLrle coherencia semántica al tex±o,
sino urLa refierencia explíctia a la ímperiosa uTgencia de guardar la
congruencia jurídica, pues sorL hechos juridica:mert±e releuan±es tos que
se ha:n de cortsignar en la decisión acusatoria (artículo 337 del código
de procedimie"±o penal), g que luego en l,a exposición oral se deberán
exponer en forma circunstanciada (artículo 442 ídem).

Díríase incluso que en un proceso con todas su,s etapas, con


contTouersia probatoria g juicio oral, las erigenc€as serian mienores,
pues la narración de bs hechos ]urídlca:rnente relevantes
consignados en et escrüo de acusación pueden variar y
eomplemen:tarse en la ategactón ftnal en la cual se debe
prese"±ar de inanera circunstcmciada la conducta (articuto 443
de la leg 906 de 2004) (...)"11. (Negriua fuera det te}cto)

Así pues, es un contrasentido y una exigencia desproporcionada que


la fiscalía concentre el devenir probatorio propio del juicio oral en el
escrito de acusación, de modo que si este acto de parte no contiene
la síntesis dialéctica que se producirá en juicio se quiebra la
congruencia, pues resulta inaudito que en el escrito de acusación se
anticipe el resultado probatorio del debate público, siendo que el
único requisito de ese documento en relación al presupuesto fáctico
de la petición de condena es: "t/7icz rezac¿Ó7t cZcwcz g st/cÍ7ttcz cze ¿os

hec:hos juridicamert±e rehuaries, erL un lenguaje com;prenstble" -


numeral 2° del artículo 337 del C.P.P.- no un pliego de cargos con
detalles específicos y profundos de lo que aún no se ha precisado
probatorimente.

11 Sentencia del 20 de octubre de 2005, radicado 24.026.

10
Rad. 2012-00010.

En el caso de trato, al examinar el escrito de acusación presentado el


2 de octubre de 2012 por la fiscalíal2, se vislumbra que el marco
fáctico y jurídico consiste en que Otto Giovanny Sanabria López
manipuló sexualmente a su hijastra tocándole las partes íntimas, asi
como que le restregó el pene en la cola, "s¿ft/ac¿Ó7t qtJe oct/m.ó en más
cze tÁrici oporftÁm.c{czc!"J3, para finales del año 2008 y comienzos del año
2009 en Barrancabermeja; por consiguiente, en criterio de la Sala la
agencia fiscal cumplió con la obligación procesal de presentar hechos
jurídicamente relevantes con circunstancias de tiempo, modo, lugff
y la acción impúdica ejecutada por el acusado.

Los detalles y precisiones posteriores al núcleo fáctico postulado en


la audiencia de formulación de acusación que aparecieron en juicio,
concretamente un hecho punible que la menor recordó en ese
escenario, que ocurrió cuando Otto Giovanni la trasportaba en una
motocicleta y mientras conducía le manoseaba los muslos o la
entrepiema, no puede dejarse de lado como predicó el a-quo, porque
la fiscalía fue clara en determinar -inclusive desde la audiencia de
formulación de imputación-, que el delito del artículo 209 del Código
Penal se dío.. "en concurso homogéneo u sucestuo por cuan±o Za
conducta se reptfió en más de urta oporturidad, ari. 31 dez C.P.", de
manera que es factible emitir condena contra el acusado por dichos
tocamientos sexuales que si bien expresamente la fiscalía no
describió en la audiencia de formulación de acusación, emergieron
de la prueba testimonial practicada en el debate oral, la cual la
defensa efectivamente controvirtió a través del contrainterrogatorio y
en sus alegaciones finales contó con la posibilidad de continuar su
ejercicio critico de la prueba de cargo.

i2 Fol. 42, carpeta 1.


i3 Fol. 41.

11
Rad. 2012-00010.

2. De conformidad con el artículo 381 del Código de Procedimiento


Penal, Ley 906 de 2004, para condenar se requiere el conocimiento
más allá de toda duda acerca del delito y de la responsabilidad penal
del acusado, fundado en las pruebas debatidas en el juicio oral.

Con apoyo en este mandato legal, 1a Sala procederá a examinar el


material probatorio, para determinar si se confirma o revoca la
sentencia objeto de apelación, en el entendido que, para que
prosperen las pretensiones de la impugnante es menester que las
pruebas que se debatieron en el juicio oral conduzcan a un estado
epistemológico que demuestre, más allá de toda razonable, la
ocurrencia del delito de actos sexuales con menor de 14 años, en la
modalidad agravada, así como la autoría responsable de Otto
Giovanny Sanabria en dichos actos libidinosos.

3. E120 de marzo de 2014,1a menor ofendida -de 12 años de edad-


rindió testimonio en juicio oral. Allí indicó que conoció a Otto
Sanabria en el año 2008 porque era el compañero sentimental de su
progenitora, que su relación con su padrastro "no erci mL¿g
cercana]4" y fue la persona que intentó abusarla sexualmente:
"porq:ue en pocas ocasiortes él rrte tocaba y sí, go rLo le decí.a nada a ri

mamá porque rne daba rriedo porque él rrLe amenazaba, él me decía cosas
que si usted dice le hago algo a usted y a su fcmília"15.

Afirma la joven que el procesado le manoseaba las partes íntimas -


vagina y cola-, también las piernas, así como que: "Jczs occ¿s{ones gtJe
éJ me tocó czsi' fiJero7t cZos Lieces", tocamientos eróticos que Otto
Giovanni ejecutaba dentro de la casa ubicada en la vereda Pueblo
Regado, corregimiento EI Centro de Barrancabermeja, donde vivían
con su progenitora.

14 Sesión de juicio oral de la fecha anotada, record 4, 3:44 seg.


15 Ibídem, 5:27 segundos.

12
Rad. 2012-00010.

El relato se perriló aun más cuando la menor detalló la primera


agresión sexual de la que fue victima:

"Una vez rri rncrmá se había enfiermado, eníorLces ese dia rrri prima me.
;staba c"idando, ert±onces él l{egó g estábcmos uiendo tele_yísión y rri
mamá g rri prima se habían acostado, erúonces él me. .dijo„q¥e m?.
leuaniáTa
-¿¿ quedó er;la rLoche
vi,endo para quego
teteúísión-g el me toca:Ta y yo rrLe queqé
fiJi q .dorTir,.ÍZ rrisr?,ocallada
a?C?góy =_t±
él.

i¿le`risor, rLo sé cómo fte g-él-entró -a rri habi±ació_n..g apl pstaba yú


';alarTrie l,os pies ertriorLces
prima yá dorTrida, g-go rri,e cogí de la.c¿;ma,_él
él_e:r::Író mel,aestaba
y me q:Jj:±ó popijacomo
g ( ....)levan±a_n9_o_
emp=3_± ]a_

g-le-vcm±é, cor:era
go sabta que la mcmo J yo terriá
ét g como urLa
go hacía pcmíaloneta
fue.rza y llege
PCLra..qu? así„yLe.
rLO, 9 90_aJrri;9 l.a
rf':Ir|í3_

pcmtal¿neta g ez cal¿;ó;n g con 1,os dos dedos empezó a "joderme" ta


)agina„.

Frente a si existió otra arremetida sexual por parte del procesado,


acotó la joven:

"otra vez el.los se fij.eron a donde mi abueljia y él r?e ?ejó rri


compu±ador jugcmdó, al momerúi,co go esgAc:hé la rnoto y ihuy! po.r?u.e_
iieg-arort tar; t-emprano u era otto-g.dijo es ique .:? .me qrepó _iLp
bíi-ietera!, ert±oncés me düo que me uot±eara g me_ qutió .ia part±aionet.c.
due queáó a media piem-a g-con el pene de éi me i.o estaba restregcmdo
así en l.a cola" .

Una vez se presentaron estas situaciones, la menor sostiene que


optó por contarle lo sucedido a su abuela materna, pero le pidió
guardar el secreto porque temía lo que pudiera suceder debido a las
amenazas de Otto, sin que le contara a nadie más lo ocurrido.
Igualmente, la niña explicó que nadie le dio algo ni la amenazó para
que contara la verdad de lo acontecido.

Finalmente, el representante del ente fiscal cuestionó a la menor


acerca de más actos sexuales ocurridos, a lo que Y.N. respondió:

"c"ando él rne llevaba al cozegio tcmbién go tetria l,a jardinera g con


una rnano mcmejaba g con otra me tocaba l,a piema, g me decía .que en
dónde nos podíámos ir para que él me tocara más y po me corria y me
quedaba ¿auada y también cmando una uez íbamos por unos

13
Rad. 2012-00010.

medi.camert±os para rri TrLamá g él se metió por ln Cira g eso era oscuro
g él tcLmbi;én me tocó 1,a piem;a g eso".

En el contrainterrogatorio explicó la deponente que siempre le


contaba que Otto la tocaba a su abuela materna y no a su mamá,
porque le daba miedo que le dijera a Otto y él por rabia la lastimara.

Ante las preguntas complementarias del Ministerio Público, la menor


reafimó que cuando Otto la transportaba en la moto al colegio le
manoseaba las piernas.

4. El juzgador estimó que la versión de la ofendida no es consistente,


pues no se corrobora con los relatos de su progenitora y abuela, así
como con la narración que hizo ante los especialistas que la
examinaron, último baremo comparativo que el a-quo no podía
utilizar para establecer la veracidad del testimonio de la ofendida,
comoquiera que la anamnesis de los dictámenes periciales
únicamente es prueba de referencia admisible cuando no es posible
que la victima rinda testimonio en el debate oral y la fiscalía satisface
los presupuestos establecidos en el artículo 437 de la Ley 906 de
2004, tal como ha explicado la jurisprudencia de la Sala Penal de la
Corte Suprema de LJusticia:

"En lo que atañe con el primero de aqueuos aspec±os, debe decirse que
en uerdad es un crtierio adrri±ido de rrLcmera pacífica por la Sala que,
con independencia de la nafuraleza de Za prueba pericial, las
declc.raciones que realizan las uíctimas ci:rúe los expertos sobre las
circunstcmcias que rodearon los hechos, constituyen prueba de
refierencia, por.que una cosa son esas marifestaciones g otTa m:ug
áistinta la prueba que si:rvió de medio para su incorporación en el juicio
orall6.

Por Zo tanto, las mcmifiestaciones preuias al juicio oral se consideraran


prueba de ref:ererLcia corLf;orme sc[tisfagan l,os presupuestos que la leg
establecx3 en el articulo 437 de Za l.eg 906 de 2004, em la medida que se
tTctie de (((i) declaracíorLes, (ü) rendidas por fiJera del juicio oral, (iü)

16 CSJ AP-5785-2015, 30 sep. 2015, rad. 46153.

14
Rad. 2012-00010.

preserúadas en este del


•vcLrios aspec±os escerLario como
teTri.a de medio
prueba, (v)dec"ando
p:ueba,rto(iv)
es de..u.rLo
posíbze suo

Práctica en el juicio»i 7"is

Por otro lado, la posibilidad de contrastar los asertos del testigo con
exposiciones anteriores -n este caso lo que la menor le comentó a
los profesionales de la salud que la atendieron, lo que es conocido
como anamnesis-, está condicionada a que el menor víctima se
retracte de las versiones que brindó con antelación al juicio oral, o se
muestre reticente a atestiguar, eventos en los cuales la metodologia a
aplicarl9 consiste en incorporar la entrevista como prueba para que
el juzgador decida a cuál versión le otorga mérito probatorio, tal
como reconoce la jurisprudencia:

"La posibilidad de tngresar cx3mo prueba las .declarc±ciones ar±eripre.s al


juicri oral está
'cambtado su;;ed±tada
ta verstón, a que
pues de otrael_ testigo
forma se .hTÜ.a
no existi.ria r?lractado
ri:ngunp ,o
razen

que lo justifiuzue, si:n pe;juicio de las reglas. sobre p.meba de r.efiererLcia.


Éste áspé;ctó tendrá due ser demostTado Por la Parte duran±e el
inlerToga±orio.

/.../

"No puede confiindirse la utilizacíón de de?laraciopes. an±?rores. c?n


'ai juicio
fime: orái :omo rnedio
de impuónacriórL, condeZq
prueba. _Er: ei?eprimer
i"}rpprac±n eyerio., ta.finaiid?d
¥na decla:aci:n~cml.:r?{]
dé la parte aduersa fta q:ue rto sotictió la p.rá.ptica de la. pruepa
testimárriai2o), es rrLostrar que existen contradicciores que. ie. restar
verosimüítud al rel.sto o credibizidad al testigo. ErL ez segundo, 1,a parte
que soiicj,tó l,a práciica de l.a prueba u_ que se. e"frertf? a l.a siFuc.eión de
üe éste cxxmí,tó su uers¿ón, preten4€ qu= ,.a yers¿ón an±erigr tngres,e
¿omo medlo de prueba, para q:ue el juez 1.a valore como tal al momert±o
de decidiT sobre la Tespo"sabílidad penal. "

En el caso sub-judice ninguna de las hipótesis planteadas ocurrió,


pues ni la defensa utilizó las declaraciones anteriores al juicio para

17 CSJ. SP-606-2017, 25 ene. 2017, rad. 44950


18 Auto del 12 de abril de 2018, radicado 44.632.
19 Corte Suprema de |Justicia, Sala de Casación Penal, sentencia del 25 de enero de 2017, radicado
44.950.
20 Ello sin que pueda descartarse la posibilidad de que la parte que presenta al testigo se vea
compelida a impugnar su credibilidad. Ello puede suceder, por ejemplo, si durante el interrogatorio
el riscal o el defensor se percatan de que han sido engaña.dos por el testigo.

15
Rad. 2012-00010.

impugnarle la credibilidad a la declarante ni la fiscalía hizo el mismo


ejercicio para refrescarle memoria respecto a otros episodios de
abuso sexual; por tal motivo, en virtud al principio de inmediación de
la prueba (artículo 16 del C.P.P.), el cual enseña que únicamente es
prueba la producida, incorporada y controvertida en el juicio oral, se
cuenta solamente con la versión ofrecida en la vista pública en donde
la menor es clara en señalar que fue objeto de tocamientos eróticos
por el acusado en al menos tres oportunidades, en las circunstancias
de tiempo, 1ugar y modo precisadas al reseñar dicha declaración.

VaJ.ga destacar que lo anterior no impide cotejar el testimonio de Y.N.


con el restante material probatorio debatido en el juicio oral; de
hecho, el ejercicio apreciativo de la declaración de la víctima exige el
examen de los datos que arroje y su confrontación con otros medios
de prueba o las reglas de la lógica, la ciencia o la experiencia, así
como ahondar en el plano subjetivo de la declarante en relación a los
posibles móviles que la puedan llevar a mentir en contra del
procesado21 y la perseverancia en el señalamiento del acusado como
el autor de los vejámenes sexuales.

5. Compareció a juicio oral la señora Yibis Monserrat Fuentes


Marin, madre de la menor ofendida, quien reconoció que a finales
del año 2007 o principios de 2008 inició una relación sentimental
con Otto Giovanny Sanabria y establecieron el hogar en una casa
ubicada en la vereda Pueblo Regado de Barrancabemeja, donde
también vivia su hija Y.N. Sostuvo que en un principio la relación
con el procesado "erci mug btte7ia pcira ser LJerczc¿cZ", así como que
Otto Giovanni tenía un comportamiento bastante cariñoso para con

21 En sentencia del 7 de febrero de 2018, radicado 44.074, expuso la Sala Penal de la Corte
Suprema de Justicia: "Siguiendo las Directrices sobre Justicia pam los Niños Victmas y Testigos de
delitos de Naciones Unidas, la Sala ha sostenido que cada niño tiene derecho a que se le trate como un
testigo capaz, y a que su testimonio sea aceptado como confiable y suficiente para dictar condena
cuando ponderado frente a las reglas de la sana critica se ofrece coherente, sólido, creíble y veraz (CS`J
SP, SIP805-2015, Casación 38716; CSJ AP6291 -2015, casación 42783).

16
Rad. 2012-00010.

ella y la menor, pues compartíari bastante tiempo y hasta jugaban


juntos, en sus propias palabras: "ercz amoroso, c'omp¿cic¿e7tte e7t toczo
el se"tido d.e l,a palabra y en Za parte emocional lo trctiaba a urLo m,ug
bien„ .

Asimismo, aseguró la declarante que durante la convivencia con el


acusado, que se prolongó por el 1apso de aproximadamente tres
años, sucedió algo anómalo: "eri t/rLci ocasi.Ó7i mt. htjcz me comeritó gL¿e
ét la estaba toccmd.o, l.e estaba toccmdo las pierri±as g de ahí en
adelcm,±e empecé a erúera:rme de cosas" (...) "eso fiJe a r"ediados del
2008", y que Otto arnenazaba a su hija con hacerle daño o matarla
si contaba lo sucedido. En concreto, según la declarante, su hija le
comentó:

"ella estaba durmiendo -ra de noche-, en ese erúonces tenía urLa


sobri:na mía meiLor tambiéi. pero más mayorci±a que ella g me
col,aboraba en la casa todo el tiempo, se quedaba durTri.endo allá y que
él efllró al cuarto g empezó a jalarla de las pierTri±as, era de noc:he g
empezó a mcmosearia. . .empezaba a toca:rle las pierri±as g que 1,e subió
1.as TrLanos a Za uagíri±a" .

Supo de otro episodio por información de su señora madre


Flordelina Marín, que el procesado llevaba a la niña a la tienda a
comprarle galguerias y a mitad de camino le tocaba las piernas, el
muslo y las partes íntimas, lo que ocurría en frente de EI Prado, una
especie de encerrado no muy transitado que quedaba llegando al
colegio de la menor.

Ahora bien, asegura la progenitora de Y.N. que enterada del abuso


sexual sobre su hija y las muchas infidelidades de Otto Giovanni, se
reunió con sus padres -abuelos de la menor- y tomaron la decisión
de que éstos se harían cargo del cuidado de la niña, pues en el
periodo en que el abuso sexual ocurrió no se sentía capacitada

17
Rad. 2012-00010.

para dejar al acusado ni defender a su hija y a partir de este


momento cesaron los tocamientos. Sin embargo, explica la testigo,
posteriormente sucedió un nuevo caso de abuso, pues el día del
cumpleaños de la menor, Otto Giovanny le pidió que se subiera el
vestido pma darle más regalos, la niña le contó y ella le hizo el
reclamo a Otto, pero éste se mostró ajeno.

Su hija también le comentó otra agresión sexual por parte de su


padrastro:

"En otra ocasión también mi h±ja me come"±ó que estaba yo enfiema


que rLo sabía que estaba embarazada e"±onces 1.a níña tcmbién .€sta.Pa
corL gripe, erúonces le dije a él que la {levara a l,a dr?gueria _g eua dice
que éi rto se ftie por Za ijía para ia drogueria, él 5e fue por la otra u!a,
por la principal
-mover por un tugar
la moto cx)Tno que se
haciéndole Ucrma
creer Golf,que
a la rriña él la
disque empezó.
rnoto se a
l,e había

apagado pero en realidad la moto rto se le apagó, él lo rjzo. a p.rop.ósüp


£ará poder
-atrás tocari,a g empezó
ert±orLcx3s a tocari.e
ella cornentó todoia esto
pcLrte íTLtima ay ella
tcmbién, ia pie_m.i±a
k3 daba hqcí.a
rriedo

pero
-u ézque e[la rLo
prendió le decíaSenada
la moto. g a l.o último
demoraTon pues e{la
para le
rrí,dijo
rLodejp de n:olestqr
iban sín.o a la
-drogueria y ga en lo que uri,o ua a l.a drogueria ahí cercarLa se 4e_yLora

por alri 10 rri"utos u se demorarorL como 20 minutos, porqu.€ el disque


tambi,én pasó a l,a tienda u l:leuó a la casa gaseosa y uíveres".

Igualmente, manifiesta la testigo que la menor le comentó a su


abuela que cada vez que Otto Sanabria la transportaba al colegio
le realizaba actos libidinosos, pues manejaba con una mano y con
la otra la tocaba y le preguntaba que a dónde iban para poderla
tocar más.

Aduce la declarante que trataba de no dejar sola a la menor con


Otto, aunque en una ocasión la niña le comentó que cuando ella
salió con el procesado a donde sus papás, él había ido a la casa -
trata de decir la testigo que se devolvió a la vivienda, entiende la
SaJ.a-, momento en que también ocurrieron tocainientos
libidinosos.

18
Rad. 2012-00010.

Respecto a cómo puso en conocimiento de la autoridad los hechos


punibles, explicó a la fisca]ía y reiteró en el contrainterrogatorio
qHe.. "todos los casos (sic) empezó por un problema que h:ubo con ez
hijo de un ueci:m) con el sobrirto de Za casa Fabián, (.„) que como que
l,e había tocad,o l,a coza, yo no sé, e"±onces ar[í lzega la poticía y te
pregurt±a a 1,a riiña que st a e{la l.e han hecho algo paTecldo a, l.o que
Ze estabcm haciendo al riñ,o, erilorLces eua empieza a corúar a
c!ec¿rze ci! poít.a`cz Zo que eJJci tent'a c!enfro", situación que fue el
detonante que derivó en la denuncia en contra del en].uiciado.

Por último, al enterarse de las infidelidades de su compañero Otto


Giovanni, asi como de los actos sexuales que el mismo le
practicaba a su menor hija, entró en una grave depresión al punto
que no quería seguir viviendo -inclusive intentó quitarse la vida-,
tampoco se sentia en condiciones de alejarse de Sanabria López,
razón por la cual finalmente buscó ayuda psicológica en una
asociación médica conocida como Celan.

5.2. La señora María Flordelina Marín22, abuela matema de la


víctima, afirma que por algunos periodos tuvo bajo su cuidado a
su nieta Y.N., aproximadamente cuando tenía 6 o 7 años de edad,
evocando la época de vacaciones, situación que generó un nivel de
confianza con la menor, razón por la cual esta le comentó que
Sanabria López la invitaba a comer helados y le decía que a dónde
podían ir para acariciaLrla y tocarle las piernas.

Asimismo, asevera la testigo que en otra ocasión su nieta le


comeritó23.. ``que una nocrie éz había erL±rado a La pieza donde el,la
d,orrria corL la prima g que la había tocado, le habí,a puesto los dos
c!ec!os en Zcz L/cigt.rLci". La menor también le contó que una noche iba

22 Audiencia de juicio oral del 11 de agosto de 2014, segundo record (38:29 -56:24).
23 Ibídem, 46:28 -46:46 segundos.

19
Rad. 2012-00010.

a comprar unos medicamentos con Otto y éste la llevó a una zona


oscura, le tocó las piernas y le decía que fueran a comer helados y
que si se portaba bien le daba más cosas. Además, 1e dijo que
Sanabria López le mostraba videos y revistas pornográficas.

5.3. El miembro de la Dijin Pablo Agustín Pérez manifestó que el


10 de junio de 2011 recibió la denuncia24 que Yibis Monserrath
Fuentes Marín presentó en la subestación de policia de
Barrancabermeja en contra de su ex compañero permanente
Leodanis Aguilar Segovia, en la cual también sindicó a Otto
Giovanni Sanabria López de haber reaJ.izado en su hija actos
sexuales abusivos.

5.4. La psicóloga Myrtha Cecilia López Rojas refirió que realizó la


valoración psicológica de la menor Y.N.25, quien de manera
congruente y coherente adujo haber padecido actos libidinosos
llevados a cabo por Otto Sanabria en diferentes oportunidades. En
primer lugar, mencionó la joven que cuando el acusado la
transportaba al colegio en su moto, con una mano conducía y con
la otra le tocaba la pierna y la vagina, lo cual ocurrió en varias
ocasiones.

Asimismo, refiere la especialista que la menor le dijo:

"al estar acostada serLfia que 1,e jalabctn las piemas pcLra sacarla de l.a
cama o alca:rizarla mejor y ella estar ímpidiéndolo pero de todas
marteras hace alusi,ón a que el señor Otto le corT-e el orillo del short o de
la pan±aloneta lo que terúa de uestuario g logra meteré l.os dedos g le
lesiorLa un poco l.a vagina. Así rrismo, hace alusión a otra fiecha en la
que ga una chica que estaba en la casa Za cuidaba dice que no seguía
más y la mamá está ausen±e rto sé si es estudiando o que cosa estaba
haciendo, ahí también el señor aprouecha para tocarla a riuel gerrital".

24 Fol. 129.
25 Fols 130-134.

20
Rad. 2012-00010.

Igualmente, en dicha entrevista psicológica la niña también adujo:

"Otto cucmdo estábamos en la casa los fmi es de seTncma ahí en sala


rriTcmdo tel;euisiórL y go serúada en el "ueble g el:los ri rnamá g Otio erL
el piso g él go rLo sé córrLo se i)olíiaba (sic) g rri,e tocaba l,as piemas yo
me arrinconaba para que no me tocara pero ri mcmá rLo veía rto se
daba de cuertia", (. . .) "un día que yo estaba enfierTm g rrú mamá estaba
en l.a coctna g él tenía urL cel;ulcLr y él me mostró pomografia en ese
celular".

La profesional López Rojas acotó que la j.oven examinada mostraba


problemas de conducta externalizante consistentes en agresividad,
problemas de relación social y familiar, cleptomanía, alteraciones
del sueño y alimentarias, conductas regresivas evidenciadas por la
enuresis y encopresis, fálta de confianza en sí misma y rasgos de
dependencia, conjunto de factores asociados por victimización por
abuso sexual infantil -por sus siglas conocido como ASI-; además,
la menor muestra sintomas de perturbación psíquica.

5.5. La psicóloga Zayda Rubiela Mendoza Leal refirió que en la


entrevista psicológica realizada a Y.N. el 12 de septiembre de 2011,
esta manifestó que:

"mi padrastro un día llego en Barrcmcas en ez arenal que rri _mamá sp


fi)e a 1.acer unos papeles y rrLe quedé sola con él con Oti_p g fl rpe cogió
g rrte l:levó paTa aderúro go estaba en l,a hamaca g me. lleuó a ta carrLa
cerTó la puerta y iTte qutió tos shorts de ragas g la camiseta g empe:zó_a
tocame toda, él se bajó los pcmtalones g TrLe trctiaba de rrLeter el bicho
ese, alri me echó una babtia en las piemns g rne sobaba, él se qutió la
ropa g ahí siguió haci;endo cxisas, otra uez rrte uolvió a llev.ar tambierL Ü
rn,e hjzo l,o mismo pero por detrás me echó esa babi,ta por detrás y él rne
timpió con un trapo, a" Uegó rri mamá y se asustó porque la puerta_
es{aba cerrada e"±onces eua le pregurt±ó que qué era lo que pasaba y él
le negaba todo pero estaba asustado, go le con±é ahí a ella g mi mcmá
estaba buscando el trapo pero rLo to consiguió él se hizo el dorrido g rri
mamá peleó con él, eso fue l;o que pasó corL Otto".

Asimismo, la joven examinada también comentó:

21
Rad. 2012-00010.

"un dta m¿ mamá se quedó arú dorm¿da eua no se dío TerLta g él_r=_e_
'=e-{o~¿¿;;¿ [p-¿;¿ él metía la Tñano p_or.ertire l.as pterias y T_i__E=m_±Ar^L^o. S~e,
j-¿|áii-mepasabazañ`a_noparatocanTleg.!_o_r_e-Ie_tír-rb_a:p_a:c_L2une^neoo
'áo`á::é*a:-¿c;ri-;-éi-rietía los -dedos en ,,c. óagira. go se"üa .T93|r: a±1|
uoi;r¡á:í'=e -á;e_==rid¿-g :e des"udó g rrLe restreóó el Pene Por ta Cota, éz

siempre me hacía lo Trismo''.

La psicóloga Zayda Mendoza mmifestó que en dicha entrevista la


menor dijo que el dia de su cumpleaños, cuando Sanabria López le
estaba tomando una serie de fotos, le pidió subirse el vestido azul
que ésta tenia puesto, ante lo cual ella respondió que no y el
acusado no insistió más, ya que allí se encontraba su progenitora.

Por último, advierte Mendoza Leal que en la entrevista psicológica


le enseñó a la menor una serie de láminas en las cuales ella señaló
dos figuras masculinas identificándolas como sus padrastros
Leónidas (sic) Aguilar y Otto Sanabria, refiriéndose a éste como su
agresor sexual, imagen en la que pintó de color las manos de la
silueta masculina, indicando asi la parte del cuerpo con la que
Otto Sanabria la tocaba -manos y pene, y en una silueta femenina
las partes sobre las cuales recaían esos tocamientos, vagina,
piernas y cola.

5.6. El médico legista Ariel Moya Portillo, quien el 23 de enero de


20131e practicó valoración sexológica a la menor víctima, expuso
que en la anamnesis consignó el relato de la menor, que le informó
que en el 2008 0tto Giovanny le tocaba las piernas y una noche le
comenzó a tocar la vagina, así como que también le mostraba
películas pornográficas.

6. Una vez agotada la totalidad de la prueba testimonial y pericial


por el ente acusador, la defensa presentó pruebas a efectos de
controvertir la teoria de la fiscalía, de las cuales se sintetizaran las
más relevantes:

22
Rad. 2012-00010.

6.1. Los deponentes Arys Montes Cristo y Rodrigo Escobar


González adujeron constarles la convivencia entre Otto Giovanny
Sanabria y Yibis Monserrat Fuentes y haber sido testigos directos
de los malos entendidos que se presentaban en el hogar y en el
espacio laboral de Otto Sanabria, en donde Yibis Monserrat lo
buscaba obsesivamente, lo insultaba y amenazaba con
perjudicarlo de cualquier manera por haberla dejado y no prestarle
atención; además, los marcados problemas mentales que
sobrellevaba Yibis ante sus intentos de suicidio.

6.2. El señor Luis Alberto Chacón Mármol adujo conocer a Otto


porque éste en la actualidad es el compañero sentimental de su ex
pareja Giovanna Guerra; maniriesta que cuando Otto y su ex
cónyuge iniciaron la relación, recibió una serie de llamadas
telefónicas de Yidis Monserrat Fuentes, quien primeramente se
hizo pasar por una admiradora suya y luego le reveló su verdadera
identidad, en algunas de ellas de manera muy ofuscada le advertía
que le "estaban poniendo los cachos" y que "tenía que hacer algo
para detener esa relación", tildándolo de "cabrón", mientras que en
otras de manera muy atenta intentó entablarle conversación.

Asimismo, manifiesta el declarante que pasado un tiempo volvió a


recibir llamadas de Yibis Monserrat, quien le advirtió que ella no
podía dejar que esa relación avanzara, cambiando de actitud y
aduciendo que ya tenía la forma de cómo "joder" a Otto Sanabria,
así como que días antes de rendir testimonio fue contactado por
"Whats App", ocasión en la cual Yibis le dijo que él era la persona

que le había causado tanto daño, y le reclamó por unas


grabaciones que el deponente realizó de conversaciones que había
tenido con ella y que este utilizó para confrontar a su esposa

23
Rad. 2012-00010.

Giovanna Guerra actual pareja sentimental de Otto, lo cual causó


la terminación de ese matrimonio.

6.3. Katlhenn Jiovanna Guerra afirmó haber tenido contacto con


Yibis Monserrat y Otto Giovanny Sanabria, toda vez que al
momento de conocer a su actual pareja -Sanabria López-, éste
convivía con Yibis.

Continuando con su relato, la deponente manifiesta que desde


2008 recibió una serie de llamadas de Yibis Fuentes, en las que
inicialmente buscaba una amistad, pero con el pasar del tiempo
dichas comunicaciones fueron amenazantes, a tal punto que llegó
a amenazarla con dañarle el rostro, además le dijo que conocia
dónde se encontraban sus padres que eran su "tesoro más
preciado"; también así se enteró que ésta llainaba a Luis Alberto
Chacón con quien convivía en el momento, lo que hizo que dicha
relación se terminara.

Afimó igualmente que en su relación de amistad que sostuvo con


Otto Giovanny, éste le comentó que en el año 2009 intentó dejar a
Monserrat Fuentes, luego de los intentos de suicidio que ella
ejecutó, que una vez se cortó las venas con una botella y escribió
que si llegaba a morir era culpa del aquí acusado; además, que
para este entonces Yibis decidió dejar a su hija al amparo de sus
padres y continuar con Sanabria López26.

Por último, aseveró que pasado el tiempo entabló una relación


sentimental con Otto Giovanny Sanabria, momento en que recibió
llamadas por parte de Yibis Monserrat, quien aseguró que tenía
que pagarle lo que le habia hecho y que si Otto no era para ella no

26 Audiencia del s de octubre de 2014 (fol.162),1:10:06-13.

24
Rad. 2012-00010.

era para nadie, razón por la cual se sintió atemorizada, toda vez
que estaba embarazada y con anterioridad dicha mujer la había
amenazado de que no pemitiria que tuviera hijos con Otto
Giovanni.

6.4. Maria del Pilar Bolívar adujo conocer a Sanabria López,


puesto que vivia en la vereda Pueblo Regado junto con su
compañera sentimental Yibis F\ientes con quien sostenía una muy
buena relación de amistad porque han sido vecinas por mucho
tiempo.

Aduce la declarante que la menor Y.N. siempre convivió con los


abuelos maternos en la casa colindante a la suya y que al
momento de Yibis Fuentes separarse de Otto Sanabria entró en
una depresión grave y fue hasta en ese momento en que le
comentó ésta acerca de los actos sexuales que ejecutaba Sanabria
López sobre la menor, afirmación que le causó inquietud, pues no
entendía cómo había sucedido esto si la menor siempre vivió con
s piernitas,

Asimismo, afirmó que Y.N. se caracterizaba por ser una niña muy
mentirosa, pues con su primo Fabián se dedicaban a hacer
maldades; manifestó que inclusive con éste último tuvo problemas
por el chisme, pues llegó a inventar que su hijo le exhibía material
pomográfico -películas- en un negocio de internet que tenía,
actuar que le molestó a su hijo, razón por la cual arremetió en
contra de Fabián propinándole unas cachetadas, lo cual derivó en
un problema de alto calibre.

Concluye esta declarante que ante el problema ya enunciado se


realizó una citación a la estación de policía a los menores

25
Rad. 2012-00010.

involucrados, oportunidad en la cual Y.N. manifestó que el hijo


menor de la declarante -quien para ese entonces tenia entre cuatro
y cinco años- le había realizado maniobras sexuales, siendo la
joven mucho mayor que su hijo.

6.5. Rafael Antonio Torres Gómez, farmaceuta, quien fue


compañero de colegio del acusado, atestiguó que en alguna
oportunidad Otto llevó a su hijastra para que fuese atendida por
una virosis, consulta en la que pudo observar un trato como de
padre a hija entre los citados, sin que Otto se comportara de
manera extraña.

6.6. La señora Liliana Patricia García Rodríguez aseveró que


durante los dos años que laboró al servicio de Sanabria López y su
esposa Yibis, como aseadora del apartamento, nunca notó un mal
comportarniento de aquel.

6.7. La prueba pericial la conforman los experticios de los


psicólogos Hemán García Sarmiento y Edna Patricia Camargo, que
introdujeron sus respectivas bases periciales; 1a elaborada por el
primer profesional27 halló básicamente que la joven Y.N. creció en
un hogar estructurado con parámetros de conducta establecidos y
no reporta trastornos en la conducta o alteraciones psicológicas
importantes. En cuanto al concepto técnico psicológico forense
realizado por la doctora Edna Patricia Camargo28, además de
cuestionar las experticias de cargo y confrontar los medios de
prueba que la fiscalía recaudó en la investigación, concluye que la
menor Y.N. mostraba signos de adoctrinamiento parental.

27 Fol.192.
28 Fol. 239.

26
Rad. 2012-00010.

7. Respecto a la valoración del testimonio de los menores víctimas


de delitos sexuales, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia
ha propuesto pautas generales de apreciación probatoria que el
Tribunal estima pertinente evocar:

Siguiendo las lrirectrices sobre Justicia para los Níños Vícti.mas g


Testigos de deli±os de Nacriones Urridas, la Sala ha sostenido que cada
riño tie"e derecho a que se le trcile corri,o un testigo capaz, y a que su
testimortio sea aceptado corrto co"fiable g sufidertle para dj;ctar corLderLa
cuando ponderado frert±e a las reglas de la scma critica se ofrece
coherer[±e, sóüdo, creíbl,e Ü veraz (CSJ SP, SP9805-2015, Casación
38716; CSJ AP6291 -2015, casaci,ón 42783P9 .

Comoquiera que al momento de rendir testimonio la joven Y.N. tenia


12 años de edad, se debe someter a los parámetros de apreciación
del testimonio cuando proviene de la propia víctima del delito, que la
Alta Corporación decantó de antaño en los siguientes téminos::

"Con todo, como quiera que el cerLsor alega que el se"bertciador no tui)o erL
cuerúa la. regla de la experiencia confiome a la cual, c:ucmdo el testigo
quere{1a.n±e ti;ene inlerés en el proceso ajusta su dic:ho a lo que le coru)iene
fi-e"±e al rrismo; no sobra indicar que tal uisión es el resul:tio de la simple
apreciación personal del tibetista mns no constfiige un.a má)cirrLa de la
experi!3ncia, pues m debe perderse de iiista, corúrario sensu, de u,n la.do, que
de acuerdo con la leg, todo declarcmíe está en el deber de ajustar su relato a
la i)erdad a pesar de que, c:orno en el caso de 1,a uíctirrLa, tenga in±erés en el
proceso en ara.s de que se deterr"i,ne si se cometió el deljlo g se establezccm
Zos responsables g, de olra pc[rte, que es tarea del juzgador exa:rincLr el
testimorio de la persona ofieTLdida para concluir si es creíble, frertle a Zo cual
la Corte ha expuesto:

De esa mcmera, corrto tcrmbién lo ha señ,a,1a.do 1.a Delegada, tcm±o la doc±rina


como la jurisprudenria hn:n señalad,o ciertas paLLlas para llegcLr al grado de
corLociirie"±o de ceTteza, en torrLo a la existerLcia del hecho y l.a
resporLsabitidad del irLftac±or. Tales sorL:

a) Que rLo exista incredibitj,dad deriuada de un resen:tirrie"1o por las


relaciones agresor-agredido qu.e lleve a infierir en la e}cjstencia de urL pos{ble
rencor o enerristad que pon,ga en erLíredicho la. aptti]i,d probstoria de este
úlfimo.

b) Que la i)ersión de la uícti:ma terLga co"ftrrrLación erL las circmnstancías que


rodec[ron el acorúecer fá.ctico, esto es, la oonstctiación de la real e)cistencia, del
hecho; Ü

29 Sentencia del 7 de febrero de 2018, radicado 44.074.

27
Rad. 2012-00010.

c) La persisterLcia en la íncriminación, qu,e d.ebe ser sin am,bigüedades g


co"±Tadicáones. (CS`] SP, 7 Sep. 2005, Rad. 18455ro»

7.1. Ahora bien, al comparar los testimonios de la menor, su


progenitora Yibis Monserrat y su abuela materna María Flordelina
Marín, se comprueba que existió la posibilidad real de que la
menor fuese sometida a abuso sexual doméstico, pues hacía parte
del hogar conformado por Yibis Monserrat Fuentes y Otto Sanabria
López entre fina]es del año 2007 y principios de 2008, quienes se
establecieron en una casa ubicada en la vereda Pueblo Regado, del
corregimiento EI Centro del municipio de Barrancabemeja.

En este punto los testimonios enunciados infirman la declaración


de descargo rendida por María del Pilar Bolivar, quien adu].o era
vecina de María Flordelina y enfatizó que Y.N. convivió siempre con
ésta, con lo cual la defensa pretende hacer ver que no era factible
que el procesado abusara de su hijastra, en el periodo descrito por
la fiscalía, finales del año 2008 y comienzos del 2009; no obstante,
la testigo María Flordelina explicó que su nieta vivía en el hogar
descrito aunque en algunas temporadas se quedaba a cargo de
ella, por ejemplo en vacaciones3l.

7.2. En cuanto al móvil de la denuncia penal en contra del


encartado, adujo el sentenciador que obedeció a una retaliación de
Yibis Monserrat F\ientes porque Otto Giovanny la abandonó y,
según los testigos de descargo Arys Montes, Luis Alberto Chacón y
Katheleen Jiovanna Guerra -compañera sentimental del acusado-,
Yibis Monserrat manifestó en varias ocasiones y de forma
insistente en que haría hasta lo imposible por retener a su pareja e
impedir que tuviera una nueva relación. Además, argumentó el a-
quo, el desequilibrio mental de Yibis Monserrat -trastorno de
30 Auto del 22 de octubre de 2014, radicado 42.885, M.P. F`ernando Alberto Castro Caballero.
31 Audiencia de juicio oral del 11 de agosto de 2014, segundo record (42: 17 segundos).

28
Rad. 2012-00010.

persona]idad dependiente-, repercutió en la menor que en su


testimonio mostró señales del síndrome de alienación parental.

La Sala no comparte las apreciaciones del cogrioscente, pues se


distancian de un análisis racional de la evidencia. En primer lugar,
en el debate oral Yibis Monserrat reconoció que una vez supo de
las infidelidades de su consorte Otto Giovanni, inclusive
conociendo del abuso sexual de su hija, no se alejó de su
compañero sentimental, se sumió en una grave depresión con
ideas suicidas, por lo que tuvo que buscar ayuda profesional, y la
única medida que tomó para salvaguardar a su hija Y.N. fue
enviarla a la casa de su señora madre32. Según el análisis del
material documental de la investigación en que se basó el peritaje
de la psicóloga de la defensa Edna Patricia Camargo33, la señora
F\ientes Marin padece un trastomo de personalidad dependiente,
lo que emerge sobretodo de los intentos de suicidio fá]lidos.

No obstante, al margen de la escasa vocación probatoria del


experticio descrito que funda un diagnóstico de enfermedad
mental en una lectura de la actuación investigativa sin examinar
al sujeto, el profundo desequilibrio emocional que sufrió Yibis
Monserrat al darse cuenta de las continuas infidelidades del
procesado y que inclusive sometía a abuso sexual a su hija, según
comenta la misma declarante, no prueba -a juicio de la Sala- que
adoctrinara a su hija Y.N. para que acusara infundadamente a
Otto Sanabria de ser el autor de tocamientos impúdicos en su
contra en repetidas ocasiones.

32 No se tendrá en cuenta la estipulación probatoria pactada el 4 de junio de 2015 (fol. 203), por
cuanto ya se había iniciado el juicio oral, de modo que no podrían las partes acordar dar por
acreditados hechos cuando ya (. . .).
33 Fo|. 225.

29
Rad. 2012-00010.

En efecto, en las preguntas complementarias que le hizo el


Ministerio Público a Yibis Monserrat, se destaca la que finalizó el
interrogatorio:

"En el tiempo erL que usted vi.uió con el señor Otto Giovarmi, usted
obsenió que el señor Otío haga tocado a la menor?

Que yo ha:ga visto no, ri,o puedo decir una me"tira, ri;unca lo vi" 34.

Definitivamente esa respuesta no se compagina con el


comportamiento que según la experiencia asume Lina mujer con
deseos de venganza hacia su ex marido, ya que si quisiera
endilgarle la comisión de un punible sexual, en este caso
tocamientos libidinosos, lo esperado sería que empleara la
estrategia que mayor éxito le asegurara en la consecución de ese
fin, esto es, situarse como testigo presencial de los hechos en los
que pretende involucrar a su ex pareja.

Por otro lado, a juicio oral acudió el patrullero Pablo Agustin


Pérez35, quien recibió la denuncia penaJ que instauró Yibis
Monserrat Fuentes36 el 10 de junio de 2011, contra dos personas
que fueron sus compañeros permanentes en distinta época,
Leodanis Aguilar en el año 2006 y Otto Giovanni Sanabria López a
mitad del año 2008. Sobre el motivo por el cual Yibis Monserrat
decidió denunciar al último de los mencionados, en el
contrainterrogatorio de la defensa37 -a decir verdad la declarante
no es muy clara en este hecho-, la testigo mencionó que se
presentó un problema entre su sobrino Fabián con el hijo de un
vecino que al parecer lo había tocado indebidamente en el colegio,
por lo que acudió la policía y le preguntó a la niña Y.N. si a ella

34 Tercer registro de la audiencia de juicio oral del 20 de marzo de 2014, 49:45 -50:02 segundos.
35 Audiencia de juicio oral del 27 de mayo de 2014, tercer registro, 2:30 segundos.
36 F`ol.128.
37 Audiencia de juicio oral del 20 de marzo de 2014, tercer registro, 36: 14 y siguientes.

30
Rad. 2012-00010.

también la estaban tocando, momento en el que la menor narró lo


sucedido con Otto Giovanni y el gendarme le aconsejó a Yibis
Monserrat que entablara la denuncia correspondiente.

Si bien es cierto el motivo detonante de la denuncia luce algo


confuso, ello no es suficiente para predicar que Yibis Monserrat
Fuentes realizó fálsas acusaciones en contra del procesado y se las
hizo narrar a su descendiente, pues este especifico aspecto debe
apreciarse en consonancia con el material probatorio militante
para establecer o descartar la tesis principal por la cual el
sentenciador le restó mérito suasorio al dicho de la afectada, esto
es, la presunta conriguración de un síndrome de alienación
parental.

7.3. En relación a esta especie de influencia paterna malsana en el


menor, tiene el propósito claro de dañar a la ex pareja o retenerla
ante la inminente separación, tal como lo ha sostenido la
jurisprudencia de la Alta Corporación:

"Tales circunstancias permiterL infierir que posiblemente pudo


estructurarse ez presupuesto señalado erL la jurisprudencia u que, a
vocx3s del experto de 1,a defiensa, erL la psicología es conocido co!rLo
Síndrome de AüerLación Pare"±al, SAP, el cmal, en térrrinos generales,
consiste en que, art±e ez euide"±e rechazo (separación, divorcio) por
parte de un
-a modo decónguge, el otro,
retaziación, que se rriega
a maripular a Zosa hüos,
acepta.r
sinese hecho,
reparar enaci:qe,
si les
ccuisa daño o no, en tanto lo úrico que l,e irthresa es vol.uerlos en contra
de aquel, para que Zo repelcm y lo acusen de ser ez causa"±e del daño
causado.

Sobre ez tema eriste suficien:±e ti±eratura. De modo stmpzemerie


ejemptif iccLtivo se ci±an (1) "El síndrome de ?1_ien_aci_Í!r ~paTerL.Íal.: urLa
-psicología,
fi)m;:a expertasinfantil",
-de maltrctio uriuersitarias
por C.enSegurp,
crim.inología g ep
.M.. J.. Gtl medipión.g.
aíaencla.4qs en
•oriiert±áción fárriiiar, cx]ordinadora g psicóioga, respec±ivame"±e, ..dei

-en medicina
purt±o Zegal g-forense,
de er{cue"±ro fiammar deexperto erL
Sevílla) g medtáón_ g ef ierü?áó_n
M._.A: SepúIveda fTyt{liar,
(?Spe^áal.i.Sta

superuisor de{ prógrcma pun±o de enc:ue"±ro farili?r _de .5evílla), en


"duademos de medicína fiorerLse", "úrrLeros 43 g 44, Seuílla, erLero a

31
Rad. 2012-00010.

apríl ?e} 200€, g. (II) `.`El..stndrorr±e d_e alienaáón parert±al. Descripcíón g


a.bor.4qje._pst.c?-.legales:, poT lñaki Bolaños, -Tri:bunai Supárior á;e
J_usti.cia (Mgd±g)_, _en "Psico-pctiología clírica, legal u forense;, vol:umen
2, r[úmero 3, 2002.

El primer escriio afima:


"_La p.rimera defimición que se realjza sobre esta realidad, es de Richard
GaTdner en.1985., que deftne el Sípdrorne de AtiencLción Parenlal (SAP)
como un desorden que sur.ge principalmeme en el contex±o d¿ la¿
disp¥±,as p?r la guarda g custodia de los rLiños. Su primera
marifiestaci9n. e.s.r:m campaña de dif icmación co"±ra urLo de lo: padres
por pprie d.el hijo,. .caTrpañq que no tiene justificxición. El feñómeno
resul.±a .de l.a corpbiración _del sistemáíico c:doc£rinarie"±o (iauado de
c=repro) q= ure de .los pafires y de la propia coniribucj,ón d`el hijo a la
de"igración del padre rechazado.

OtTos ci:utores como Aguüar lo definen como un trastomo caraclerizado


por urL .corLjm±o Fe sín!omas que resulían del proceso por el cual un
progeri±?r trcLnsforma la conciencia de s:us lriJos, rrLeÉicLrL±e distiiúas
estralegicLs, con objeto de impediT, obstacmljzar o destruir sus uíncul,os
con el..o±ro..progertior. Los. comportcrmj,en±os g estrctiegías que el
progerLtior aüenanle pone erL juego suelen ser sutí-1es. . .

Si bi;en es_ cierto que para realizar uri,a campaña de desacredtiación


respecto al progeri±or aüenado, el alienador debe ser consciert±e de 1,os
a?los que realiza, también es cierto que a merLudo, este rLo es
p_lenayLerLfe consci.ey±e Pe que. está prodriciendo un daño psicológico y
em?cionpl en s¥s hijos/ as, g de las consecuencias que elló ua a t-ener-a
corto g largo plazo en el o la menor. Bolaños e"fieñde el SAP como un
Síndroine.fFTili?r e¡L el que cada unj3 de sus participantes tiene urLa
respoTsabílppd relqcional erL su construcción g i]or tan±o en su
tra:r:sfiorma?ión; terienqo en cuerTla que el elerrJerÁio principal es ez
r=chnzo más .p~meno.s iníenso qe los lrijos hacia uno d-e los -córLguges,
p_ropone..moqif icaT lp rto_menclafiJra clásica de Gardner por-l; de
Progerikor Aceptado g Progenüor Reehazado".
En el último docmmertio se lee:
".Pl_ sí_ndr?rne de alienación parerL±al propuesto por RichaTd A. Gardner
(1985) qescribe una _.alíeración que ocmrre-en algunas rupturas
con:!ugales mug co.nftctiuas, dorLde los hijos censiircm, cririicarL g
rechazan. a_rrLo de sus progeri±ores de modo injustificado g/-o
?xage-rad?. 8| c?ncepto descri±o por GaTdner ínc|uyé- e| -ComporLért±e
lauadp de cerebro, que ímptipa que un progeririoT, sister;áiica g
conscierierr}e"i_e, .prpgrama a ios rújos en i.a descatificación hacia éi
otr.p., agemás de inclui:r otros faciores ``subconscientes o inconscien±es",
utilizados por el progeriíor "alienaníe". Por último, incluue factores del

32
Rad. 2012-00010.

propio hijo, indeperLdierúes de las co"lribuciorLes pareriales, que


juegan un rol importante en ez desarrol:lo del sínárome"38.

La psicóloga jurídica Edna Patricia Camargo conceptuó que en este


caso se presenta un adoctrinamiento parental, por cuanto la
progenitora de la menor había instaurado con anterioridad otra
denuncia frente a una ruptura sentimental, tal como se advierte en
la historia clínica aportada -la cual no se introdujo al proceso ni
acompañó como anexo a la experticia, aclara la Sala-.

Empero, a juicio de este Tribunal, el análisis conjunto de la prueba,


en sana critica, de acuerdo con los postulados de la razón, descartan
la existencia del síndrome de alienación parental en el sub-judice. En
primera medida, es pertinente destacar que el sentenciador acogió
sin mayor estudio del tema y de la prueba, la presencia de ese
síndrome en la menor que la llevó a inventar una narrativa de índole
sexual, pero únicamente desde la perspectiva del interés de Yibis
Monserrat de vengarse por el abandono de Otto Giovanni, sin
demostrar, como exige esa figura de la psicología del testimonio
infantil, la influencia concreta de la madre sobre la joven en la
dicción de ésta.

Varios referentes probatorios descartan en el caso concreto el


síndrome de alienación parental. Uno de ellos radica en que la
relación entre Yibis Monserrat y su hija no era cercana ni se fundaba
en la confianza, tanto así que los testimonios de la afectada, su
progenitora y abuela materna convergen en que Y.N. 1e contó en
primer lugar a esta sobre los hechos de abuso sexual cometidos por
Otto, pues no tenía la confianza suficiente para acudir a su señora
madre, lo que también se advierte en la experticia psicológica forense
del 2 de marzo de 2013 introducida a juicio oral por la perita Myrtha

38 Sentencia del 25 de septiembre de 2013, radicado 40.455.

33
Rad. 2012-00010.

Cecilia López Rojas: "en generczí st/e!e terier t/rici reJczc¿Ón ci/ec€t.z/a
distcmle no solo con su madre si:m,o con Zos hombres de la casa (. . .ft9" .

Entonces, ante una relación fracturada en cuanto a la confianza


entre la ofendida y su señora madre, es poco sostenible que Yibis
Monserrat haya podido influir en su hija Y.N. para hacerla mentir en
juicio oral, asi como en las versiones que rindió ante las dos
psicólogas que la examinaron, y que la menor mantenga un relato
detallado con acompañamiento emocional -conforme atestiguaron
las expertas Zayda Rubiela Mendoza Leal y Mirtha Cecilia López- y,
contrario al síndrome de alienación parental, la examinada muestre
signos claros de abuso sexual infantil.

Sumado a ello, la posibilidad del síndrome de alienación parental


respecto de jóvenes mayores de 12 años de edad es menos probable,
por cuanto si bien la injerencia paterna, como indica la
jurisprudencia en cita, puede provenir de edades tempranas en los
hijos, no lo es menos que con el paso del tiempo y la madurez del
niño va perdiendo efecto, por 1o que al momento de declarar en el
juicio oral, donde la menor ratifica la versión en que señala al
procesado como su agresor sexual, es poco probable que se presente
ese fenómeno que tampoco se suscitó en las dos salidas procesales
de la joven Y.N. ante las psicólogas de la fiscalía.

Asimismo, según los testimonios de la progenitora de la menor y su


abuela materna, la convivencia de Yibis Monserrat y Otto Sanabria
empezó aproximadamente en el año 2008 y culminó en el 2011, año
en el cual justamente, el 10 de junio concretamente, la progenitora
de la menor entabló la denuncia penal, es decir, tres años después
de ocurridos los vejámenes sexuales. En función de estos aspectos

39 Fol.131.

34
Rad. 2012-00010.

probados, podría deducirse que la ruptura de la relación sentimental


provocó la denuncia infundada contra el acusado, hipótesis que la
Sala debe analizar para una correcta definición del asunto.

Ciertamente, uno de los hechos estipulados40 revela la verdad


incontrovertible que Yibis Monserrat sufrió una profunda depresión y
otros signos asociados debido a sus problemas de pareja con Otto
Giovanni, mas ello no indica indefectiblemente que Yibis haya
acudido al aparato de justicia con el único propósito de incriminar
fálazmente a su ex compañero, no solo porque al contar con la
oportunidad de afirmar que había visto al encartado efectuar los
tocamientos sobre su hija expresamente mencionó que no diría una
mentira aduciendo que lo vio tocarla, sino además porque la testigo
ofreció la explicación plausible de que precisamente el desajuste
emocional que sufrió le impidió salir en defensa de su hija y
denunciar a su pareja, de hecho no era capaz de separarse de Otto
Giovanni -aun a sabiendas de su desaforado comportamiento sexual,
sostiene Fuentes Marin-, apego que corroboran las declarantes María
Flordelina Marin y Kathlenn Jihobanna Guerra Parra, quienes
también coinciden en señalar que Yibis dejó a su hija Y.N. a cargo de
su abuela materna4l.

Tampoco puede pensarse que la menor mintió sobre el abuso sexual


con el fin de alejar a Otto Giovanni de su progenitora, pues aunque
según su testimonio la relación con su padrastro no era muy
cercana, la dependencia emocional de su señora madre con Otto era
tan intensa que aun sospechando de las agresiones sexuales del

40 Fol. 203, el cual consiste en que Yibis Monserrat ha presentado altei.ación mental, mostrando un
grado de tensión en su psiquismo, situación que la ha llevado a atentar en contra de su propia vida
a través de intentos suicidas y con la vida de su esposo que hacia vida marital para el año 2009,
motivada por las infidelidades de éste.
41 De hecho, una de las conclusiones a las que arribó la perita Myrtha Cecilia López Rojas, quien le
P#a`á:=Uu:ua¿a#=-s:#a¥¿;:fii:#;;;i-e-rs-;;ái-i:tc)queteimptóióhacerdespiíeguededefiersaínmediata
practicó la valoración psicológica forense a la menor Y.N. , precisó: "/.../ rrente ci! segt¿rido agresor !a

de los áerech.os de su lrija" Üol.131, Lnietío).

35
Rad. 2012-00010.

acusado sobre su hija prefirió ponerla a cuidado de su abuela


materna antes que abandonar al acusado y denunciarlo, de modo
que ningún efecto práctico alcanzaría la menor de conjeturarse que
buscaba apartar al procesado de su progenitora.

Es más, tiene poco sentido que Yibis Monserrat Fuentes inventara el


abuso sexual y convenciera a su hija de acusar a Otto Sanabria,
pues el procesado era el eje económico del hogar conforme se
desprende del acápite titulado "historia familiar" de la valoración
psicológica forense que se le efectuó a la joven Y.N., en el cual se
describe que el acusado se dedicaba al comercio de excedentes
industriales y maquinaria pesada y con base en ese empleo le ofreció
a Yibis estabilidad económica en un época en que ella y su hija
tenían grandes necesidades materiales.

7.4. Delimitado el contenido probatorio de la prueba testimonial, la


Sala no comparte la depreciación probatoria que el juzgador le asignó
a la versión que la menor víctima rindió en juicio oral, pues se basó
en la supuesta fálta de correspondencia con las dicciones de la
abuela materna María Flordelina Marin y su progenitora Yibis
Monserrat Fuentes, cuando una apreciación integral de esos medios
de prueba indica que existe correspondencia en lo esencial y las
imprecisiones accidentales, antes que desvirtuar el relato de la
menor, 1o revisten de solidez y confiabilidad.

El primer desafuero sexual que refirió la menor se presentó en la


casa ubicada en la vereda de Pueblo Regado de Barrancaberrneja
rrrie"±ras su señora madre dorrrtía g estaba enfierma, y cuando todos
se acostaron a dormir, ella en su habitación donde también
pernoctaba su prima, el procesado le haló los pies, le corrió la
pantaJ.oneta y el calzón y con dos dedos le comenzó a manipular la

36
md. 2012-00010.

vagina. Este episodio fue corroborado palmo a palmo por María


F`1ordelina Marin quien mencionó que su nieta le dijo: "qLG t¿7tci rLoche
él había e"±rado a l.a pieza donde el:1.a dorm;ía corL l,a prima g que Za
había tocado, le había puesto los dos dedos erL la vagina'', a:sí co"o
por su señora madre Yibis Monserrat Fuentes: "/.../ éz e7ttró czZ c"cirto
y em,pezó a halarla de las pierri±as, era de nochi3 y eTrLpezó a
marLosea,rla...empezaba a tocarle 1,as pterri±as g que l.e sub{ó l,as
rrLanos a ia 1)agíri±a" .

El juzgador estimó que este evento luce inconsistente desde la


perspectiva del testimonio de la menor, porque 1o que aconteció
cuando la progenitora estaba enferma fue que la niña y Otto fueron a
la droguería y éste le tocó las partes intimas demorándose más de lo
usual, 1o cual es incorrecto porque el cz-qtm confundió un aspecto
común entre dos hechos que consiste en que Yibis Monserrat
presentaba quebrantos de salud, siendo que en una oportunidad
distinta la enferma madre sí le encomendó a su marido que fuera a
la droguería, lo que amplía la ofendida cuando explica que en esa
ocasión el procesado tomó una ruta distinta a la usual, por el sitio
conocido como La Cira, 11evó a Y.N. a un lugar oscuro y la manoseó.

El segundo abuso sexual que reririó la menor ocurrió cuando el


procesado salió con Yibis Monserrat a donde su abuela materna,
pero se devolvió a la vivienda con el pretexto de que se le había
quedado la billetera, momento que Otto Giovanni aprovechó, la
volteó, le bajó la pantaloneta hasta la mitad de las piernas y le
restregó el pene en la cola, pasaje que confirmó a grandes rasgos
Yibis Fuentes.

Por último, el tercer episodio de tocamientos abusivos que indicó


Y.N. se circunscribe a las oportunidades en que la 11evaba en la

37
Rad. 2012-00010.

motocicleta al colegio y con una mano conducía la moto mientras


que con la otra le tocaba la entrepierna y la vagina, así como que le
insinuaba que fueran a un lugar donde pudiera tocarla con mayor
comodidad, fragmento fáctico que también encontró eco en las
dicciones de la progenitora y la abuela de la ofendida.

//
En ese orden de ideas, para la Sala asoma veraz el testimonio de la
joven Y.N., por cuanto se muestra coherente en las circunstancias de
lugar, tiempo, modo y acciones lúbricas ejecutadas por el procesado,
que consistieron en tocamientos con las manos y el pene en las
zonas erógenas de la menor, relato que además luce acorde con otros
medios de prueba, tales como los testimonios de su señora madre y
abuela, al igual que encuentra respaldo en la disciplina psicológica
forense que determinó la solidez intema y externa del relato así como
su coherencia, 1a presencia de indicadores de abuso sexual infantil y
detalles periféricos narrativos -relato rico en expresiones, conceptúa
la psicóloga Zayda Rubiela Mendoza- que permiten otorgarle un alto
valor probatorio, esto sin olvidar que en todas sus salidas procesales
la joven ha acusado a Sanabria López de los tocamientos impúdicos
de que fue víctima.

Por otro lado, no se comprobó motivo de animadversión entre el


procesado y la menor que condujera a ésta a mentir en su contra,
pues si bien su relación no era muy cercana, tal como mencionó
Y.N., tampoco asomó en sus diferentes intervenciones en el proceso
ánimo vindicatorio o recelo hacia Otto Giovanni que permita afirmar
un interés soterrado en acusarlo Íálazmente de dichos actos sexuales
abusivos.

7.5. El a-quo desestimó el testimonio de la menor porque incurrió en


varias contradicciones internas e incoherencias con los demás

38
Rad. 2012-00010.

mediosdeprueba,conclusióndelacualseapartaestaSalapues,de
hecho, siguiendo los parámetros de valoración de la prueba
testimonial trazados en el articulo 404 del C.P.P., el poder suasorio
de la declaración de la victima es alto dada su consistencia y
verosimilitud.

Se puede sintetkm que los temas probatorios por los cuales el


fallador de primer grado desmintió el testirnonio de la menor se
contraen, en el plano de la cohesión de la dicción, principalmente a
que en el debate ord Y.N. no mencionó un intento de __ penetración
=__1_._;.,a al

vaginal
. -_0_ J-por _parte de
Otto Giovanni Sanabria en que inclusive al

parecer le eyaculó en las piernas, aspecto que no puede pasar por


alto una real víctima. /y

Respectoalomterior,lareflexióndeljuzgadorsehallaacordeconel
sentido común, según el cual una vivencia de esa naturaleza deja
unamarcaindelebleenlamemoriadeunapersonaqueenverdadha
sidoabusadasexualmente;noobstante,enelcasodemmaslafálta
de mención de ese puntual aspecto no le resta credibilidad a la
menor respecto a los actos abusivos objeto de juzgmiento, pues la
acusación se cimentó en dos episodios libidinosos, mas no en ese
conato de violación, por lo que derruir el valor probatorio de la
dicción de la victima porque no evocó ese evento no afecta el núcleo
fáctico esencial de los sucesos delictivos que se le imputan a
Sanabria López.

Desde otro flmco, el sentenciador afrentó el málisis objetivo del


testimonio de la joven al confrontarlo con narraciones de referencia
provenientes de su progenitora y abuela matema o, en otras
palabras,conbaseensucesosquelaniñanoreririóeneltestimonio,
pero no apreció en su correcta dimensión los asertos que si

39
Rad. 2012-00010.

manifestó y que, como se dijo con antelación, se corroboran con


otros medios demostrativos.

Así pues, carece de contundencia criticar la versión de la ofendida


aduciendo que esta no mencionó que el procesado la invitaba a
comer helados -no que la llevaba como apuntó el juez-, que le
mostraba revistas pornográficas o que en una ocasión la llevó a la
tienda y en el camino aprovechó para tocarla, pues son descripciones
de detalles que hicieron las testigos Yibis Monserrat Fuentes y María
F`1ordelina Marín de lo que les contó la niña, pero no dejan de ser
manifestaciones de referencia que no desmienten a un testigo, más
aún cuando no se confrontó en juicio a Y.N. sobre esos aspectos y,
en el especifico punto de la exhibición de pornografia, en la
mamnesis del dictamen médico legal sexológico del 23 de enero de
201342 1a menor examinada precisó: "/.../ g tcimb¿én me mostrczba

pe!t'cLtzas c{e pomogrcifici", detalle que quizás la menor olvidó al


momento de rendir declaración en el debate oral pero que no le resta
crédito a su testimonio.

8. El sentenciador acogió integramente la prueba de descargo -


testimonial y pericial- y con base en ella acreditó dos aspectos: de un
lado, según las declaraciones de Arys Montes, Luis Alberto Chacón
Mámol y Katheen Jiovanna Guerra, la señora Yibis Monserrat
Fuentes Marín, tras la ruptura con Otto Sanabria, les manifestó que
haria hasta lo imposible para retener a su pémeja e impedir que
sostuviera una nueva relación; por otra parte, el dictamen de la
psicóloga jurídica Edna Camargo demostró que no era posible que la
psicóloga forense de la fiscalía concluyera que Y.N. padecía una
perturbación psíquica, porque evaluó a la joven 20 meses después de
los hechos, tampoco es admisible que afimara una debacle escolar

42 F`ol. 140.

40
md. 20i2-oooio.

de la menor con base únicamente en la información de la progenitora


y, por último, la niña siempre habló de dos agresores sin que
ninguna de las peritas que atendió a la joven lograra encausarla para
que precisara los hechos punibles que presuntamente le
corresponden a cada indiciado.

8.1. Al margen de los lazos afectivos y de amistad que envuelven a


los declarantes referenciados en el párrafo anterior, con base en el
hecho demostrado de la profunda depresión y colapso mental en que
quedó sumida Yibis Monserrat por los motivos ya señalados, en
principio podría pensarse que dicen la verdad cuando afirman que
Yibis Monserrat acosaba a Katheen Jiovanna porque era la nueva
pareja sentimental de Otto Sanabria, inclusive que iba al sitio donde
este trabajaba, lo asediaba y le advertía que si no regresaba con ella
lo perjudicaria de cualquier modo.

No obstante, ello no es del todo creíble, por cuanto en el proceso no


existe prueba que demuestre que en el año 2011, fecha en que Yibis
presentó la denuncia contra Otto, 1a progenitora de la menor aún
estaba afectada en su psiquis y, por consiguiente, realizaba las
conductas erráticas que los testigos de la defensa le atribuyen debido
a esa alteración psíquica.

En efecto, uno de los tres hechos estipulados por las partes consistió
en el desajuste emocional que sufrió la denunciante en el año 2009,
el cual se soportó en la histórica clínica de ésta43, documento que
registra el tratamiento farmacológico y terapéutico que afrontó Yibis,
así como los intentos de suicidio, pero todo ello ocurrió en los años
2008 y 2009; por consiguiente, no está demostrado que en el año

43 Fol. 193 y 194.

41
Rad. 2012-00010.

2011 Yibis Monserrat siguiera actuando de la forma descontrolada


que señalan los testigos de descargo.

8.2. El peritaje psicológico-jurídico presentado por la psicóloga Edna


Patricia Camargo, como se anticipó en líneas precedentes de este
fállo, no tiene la virtualidad de demeritar el poder demostrativo del
dictamen pericial rendido por Myrtha Cecilia López Rojas el 2 de
marzo de 2013 y la experticia del 30 de septiembre de 2010 suscrita
por la psicóloga Zayda Rubiela Mendoza Leal, pues la perita de
descargo no examinó directamente a la joven Y.N. a efectos de
conceptuar su estado mental, cohesión en el relato, acompañamiento
emocional y otros factores que sustentaran su conclusión, según la
cual en el presente caso no existió un abuso sexual infantil, sino un
síndrome de alienación parental.

Entonces, más que una experticia directa, el dictamen en mención es


una critica a los medios de prueba recaudados en la investigación y a
las pericias del ente acusador, mostrando supuestas contradicciones
e incoherencias que esta Sala no acoge, al ejercer la labor reservada
al juzgador de justipreciar las pruebas debatidas en juicio oral y
emitir el veredicto correspondiente; además, la psicóloga Camargo
cuestiona la metodología Satac, el protocolo Nichd y las técnicas de
abordaje a víctimas de abuso sexual infantil que usaron las expertas
de la fiscalía, pero no expone su propia metodología ni explica de
manera convincente lo erróneo de haber aplicado esas técnicas
comúnmente aceptadas por la comunidad científica.

En lo que respecta a la afirmación del juzgador de que ninguna de


las psicólogas de la fiscalía fue capaz de encausar el relato de la
menor y superar la aparente mezcla de hechos abusivos que
ejecutaron los padrastros sobre la menor Y.N., no se advirtió esa

42
Rad. 2012-00010.

confusión en el testimonio que ésta rindió en el debate oral, tampoco


en las pericias, porque en la anamnesis de los dos dictámenes
periciales efectuados a la joven Y.N. claramente relata episodios de
abuso sexual cometidos por sus padrastros Leodanis Aguilar44,
cuando ella tenía aproximadamente 6 años de edad, y Otto Giovanni
Sanabria, a eso de los s años de edad, suministrando detalles
precisos de tiempo, modo y lugar que rodearon tales conductas
punibles, en particular frente a Sanabria López como se desarrolló a
lo largo de esta providencia.

9. En ese orden de ideas, la Sala revocará el fállo de primer grado,


por cuanto las pruebas de cargo, valoradas de acuerdo a los
parámetros de la sana critica, demuestran más allá de toda duda
que Sanabria López incurrió en el delito de actos sexuales abusivos
con menor de 14 años, agravado por el numeral 2° del artículo 211
del Estatuto Penal, pues era el padrastro de la niña Y.N„ posición
que le daba particular autoridad sobre la menor y facilitaba la
perpetración del punible en mención.

Además, dicho comportamiento punible afectó el bien juridico de la


formación sexual de la ofendida, pues se trata de proteger al menor
de 14 años frente a cualquier tipo de experiencia sexual que le pueda
alterar su normal desarrollo intelectivo, volitivo y afectivo.

Por último, Sanabria López es un sujeto imputable que puede


autodeterminar sus acciones de acuerdo a la comprensión que tiene
de estas, ya que era consciente de la antijuridicidad de su proceder
y, por ende, le era exigible asumir una conducta acorde a derecho,
razón por la cual se predica su culpabilidad.

44 Valga precisar que en la valoración psiquiátrica forense del 2 de marzo de 2013, la menor no fue
capaz de evocar con precisión los sucesos de abuso erótico protagonizados por Leodanis Aguilar,
según el análisis de la psicóloga forense, el factor temporal influyó en la pérdida de recuerdos.

43
Rad. 2012-00010.

10. Según los articulos 209 y 211 del Código Penal, la pena prevista
para el delito de actos sexuales con menor de 14 años, en
la modalidad agravada, va de 144 a 234 meses de prisión; de modo
que el primer cuarto punitivo va hasta 166 meses y 15 días de
prisión, los medios hasta 211 meses y 15 días de prisión y el último
cuarto hasta el máximo de la sanción, esto es, 234 meses de prisión.

En cuanto a los fundamentos para individualizar la pena, el canon


61 sustancial establece que el juzgador deberá moverse en el cuarto
mínimo cuando no existan atenuantes ni agravantes o concurran
únicamente circunstancias de atenuación punitiva, como en este
evento, en que Otto Giovanny Sanabria López no posee antecedentes
penales -circunstancia genérica de menor punibilidad según el
numeral 1° del artículo 55 del C.P.-ni le fueron imputadas de mayor,
por lo que la Sala considera sanción adecuada, proporcional y
razonable, consecuente con la intensidad del dolo con que actuó el
encartado al someter a varios vejámenes sexuales a su hijastra
aprovechando su condición de padre putativo, imponer a Sanabria
López la pena de 146 meses de prisión, como autor responsable del
delito de actos sexuales abusivos con menor de 14 años, agravado,
sanción aflictiva que se incrementa en 24 meses en virtud al
concurso homogéneo, para una pena definitiva de 170 meses de
prisión, que deberá purgar el sentenciado.

Igualmente, se le impondrá la sanción accesoria de inhabilitación


para el ejercicio de derechos y funciones públicas por el mismo
témino de la pena de prisión.

Ahora bien, en cuanto a la concesión de subrogados penaJes, en


virtud a la prohibición expresa del artículo 199 de la Ley 1098 de
2006, no es posible concederle al encartado la suspensión

44
rhd. 2ol2-ooolo.

condicional de la ejecución de la pena ni la prisión domiciliaria.


Entonces, comoquiera que el procesado se halla actualmente
gozando de la libertad, una vez quede en fime la sentencia
condenatoria, el |Juez Coordinador del Centro de Servicios Judiciales
de esta ciudad librará orden de captura en contra de Otto Giovanny
Sanabria López, de anotaciones personales conocidas de autos, para
el efectivo cumplimiento de la pena privativa de la libertad en el
reclusorio que determine el lnpec.

En mérito de lo expuesto, el TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO


JruDicm DE BUCARAMANGA, SALA PENAL DE DECISIÓN,
administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de
la Ley,
RESUELVE:

Primero. Revocar la sentencia objeto de impugnación de contenido,


fecha y procedencia enunciados.

Segundo. Condenar a Otto Giovanny Sanabria López, de anotaciones


personales conocidas de autos, a la pena principal de ciento setenta
(170) meses de prisión, como autor responsable del delito de actos
sexuales abusivos con menor de 14 años, agravado, en perjuicio de
la menor Y.N.H.F.

Tercero. Imponer a Sanabria López la pena accesoria de


inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas, por
el mismo término de la pena de prisión.

Cuarto. Denegar a Otto Giovanny Sanabria López los subrogados


penales de la suspensión condicional de la ejecución de la pena y la
prisión domiciliaria.

45
Rad. 2012-00010.

Quinto. Una vez en firme la sentencia condenatoria, el Juez


Coordinador del Centro de Servicios Judiciales de esta ciudad librará
orden de captura en contra de Sanabria López, de anotaciones
personales conocidas de autos, para el efectivo cumplimiento de la
pena privativa de la libertad en el reclusorio que determine el lnpec.

Sexto. Informar esta sentencia a las autoridades enunciadas en el


articulo 166 del C.P.P. para lo pertinente.

Séptimo. La presente decisión se notifica en estrados, sin per]uicio


de la que debe intentarse de forma personal de conformidad con el
artículo 169 de la Ley 906 de 2004.

Octavo. Contra esta sentencia procede la impugnación especial que


dispone la sentencia C-792 de 201445, la cual podrá interponerse por
el sentenciado o su defensor, así como el recurso extraordinario de
casación, que podrán elevar los demás sujetos procesales e
intervinientes. Una vez ejecutoriado el fállo, regresen las diligencias
al juzgado de origen.

CÚMPLASE ,,/
Los Magistrados,

AIME GONZÁLEZ ARDILA

el
45 Al
T`' ÁL respecto,
LCS|lt;|l`/, ver
V-L comunicado del-~-9 ~de ~abril
``/LL.`-Ji.`-`^`.`. --------deli pretense año sobre las reglas para garantizar
. . _,_____:_ ..__r,`.:Á,` .^.1-C:ala T)a.
derecho a impugnar la primera condena emitida en segunda instancia, proferido por la Sala Penal
de la Corte Suprema de Justicia.

46
'7J
Rad. 2012-00010.
Revoca y condena

47
segundainstancia6808160000003g|200±0_1_°_
77
óñ:ño-GiovANNysANABRiALÓpEz
Aclos sexuales con menor de 14 años agravado
Dr. Luis Jaime González Ardila

SALVAMENTO DE VOTO

En el presente asunto, con el acostumbrado respeto por las opiniones ajenas, en

especial las de mis colegas, me permito reseñar que revisada la providencia no

comparto algunos aspectos del proyecto y por ende la decisión final de revocar la
sentencia absolutoria para en su lugar emitir fallo condenatorio, por los argumentos que

seguidamente procedo a desarrollar.

El primer punto de desacuerdo se predica respecto a la siguiente afirmación

re!tiizJuda e:n eJ prcJNéiNdo uF. yo) " es un contrasentido y una exigencia desproporcionada que la

fiscalía concentre el devenir probatorio propio del juicio oral en el escrito de acusación, de modo

que si este acto de parte no contiene la síntesis dialéctíca que se producirá en juicio se quiebra
la congruencia, pues resulta inaudito que en el escrito de acusación se anticípe el resultado

probatorio del debate público",

Ello porque considero que el ente acusador tiene precisamente dos obligaciones

ineludibles: ;) realizar una descripción de los hechos jurídicamente relevantes con las

circunstancias de tiempo, modo y lugar correspondientes y; /./) acreditar la existencia de

estos supuestos factuales en el juicio oral, al igual que la autoría y responsabilidad del

enjuiciado, pues en últimas ello es lo que permite al juez estructurar la premisa fáctica

de la sentencia sobre la cual fundar el fallo conforme a la pretensión de la agencia

fiscal.

Para cumplir la primera obligación, es decir, la relacionada con el hecho

jurídicamente relevante, surge necesario que el delegado fiscal realice una descripción
circunstanciada de los hechos que le permita la adecuada escogencia del tipo penal

enrostrado en la acusación, la estructura de la hipótesis de la acusación y la premisa

fáctica del fallo, por ello estimo ineludible que el núcleo fáctico presentado desde la

imputación, el Cual no Puede Ser variado en la acusación -saivo que con anticipación se adicione o

modifique en audiencia preiiminar-, debe Ser demostrado en el juicio oral, pues Si se modifican

los hechos por los cuales fue vinculado el imputado al proceso penal y se emite una

sentencia condenatoria basada en circunstancias no relatadas en estas dos fases, sin


duda se resquebrajaría el principio de congruencia.

Por ello, no en vano la Corte Suprema de Justicia ha señalado que "a/e5iírticfwa /a


hipótesis, la Fiscalía debe especificar los hechos jurídicamente relevantes [...] Si en lugar de ello
Segunda instancia 20120qo10
cmoGióvívANNysANABRIALÓpEz
Actos sexuales con menor de 14 años agravado
Dr. Luis Jaime González Ardila

se limita a enunciar los datos o hechos Índicadores a partir de los cuales puede inferirse el

hechojuri'dicamenterelevante,laimputacióny/oacusaciónesinadecuada'h.

Aspecto que no surge nimio pues resulta imperativo precisar cuáles "son /cÜ
hechos que pueden subsumirse en el respectivo modelo normativo, Io que implica definir las
circunstancias de tiempo y lugar, Ia condutia (acción u omisión) que se le endilga al
prcNxsado,.Ioselementosestructuralesdeltipopenal,etcémra.'2uNeí!"Írsfueradfiúf=xb).

Por ello, en decisión posterior la Corporación en cita manifestó que "/cÜ AecAos

juri'dicamente relevantes son los que corresponden al presupuesto fáctico previsto por el
/ffz5/ador cm /as respecíy.was norTnas pem/es'3, sin que tal precisión implique desconocer la
existencia de hechos indicadores y medios de prueba a partir de los cuales pueda
inferirse el hecho jurídicamente relevante, pues lo que de allí se deriva es que aquellos

no son parte de la relación clara y sucinta que de los hechos debe realizar la Fiscalía a

fin de dar cumplimiento a lo dispuesto en los artículos 288 y 337 de la Ley 906 de 2004.

En efecto, como una síntesis de lo referido en precedencia, la Sala de Casación

Penal ha sido enfática en reivindicar que "/a ob/iÉacy-o'n de conse"# e/ núc/eo cenfna/ de/
apartado fáctico opera desde la fomulación de imputación, esto es, que dicha delimitación se
torna invariable a partir de este hito procesal, hasta que es emitida la sentencia, lo que reclama
concluir que cualquíer desamonía sustancial entre estos estados -imputación, acusación y
sentencia- resulta violatoria del debido proceso. [...] Ahora bien, si se entiende que el principio

de congruencia comporta dos aristas básicas: (i) derecho a conocer de manera clara y suficiente
los cargos por los cuales se acusa a la persona; y (ii) concordancia entre los cargos consignados
en la acusación y aquellos objeto de sentencia -absoluta en lo fáctico, relativa en lo jurídico-; es
dable concluir que la violación del principio puede obedecer a una fuente distinta y, desde
luego, ocasionar un daño diferente. A este efecto, la Sala debe resaltar el carácter estiuctural de
los hechos juri'dicamente relevantes, pues, no solo representan una garantía de defensa para el
imputado o acusado, en el entendido que este debe conocer por qué se le está investigando o
es llamado a juicio, sino que en razón a su carácter inmutable, se erigen en bastión insustituible
de las audiencias de formulación de imputación y acusación, de cara al soporte fáctico del

fallo.n,

Bajo tal entendimiento, establecida la hipótesis de la acusación por el delegado

de la Fiscalía, contentiva de la delimitación de los hechos jurídicamente relevantes que

] Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, radicación n°. 44599 de marzo s de 2017.
2 ibídem
3 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, radicación n°. 49819 de mayo 4 de 2017.
4 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, radicación n°. 52507 de noviembre 7 de 2018.
Segunda instancia 20120qo10
CITroGióvrvANNysANABRIALÓPEZ
Actos sexuales con menor de 14 años agravado
Dr. Luis Jaime González Ardila

son las circunstancias de tiempo, modo y lugar y acción u omisión que se le endilga al

procesado, los elementos estructurales del tipo penal, las circunstancias de agravación y
cuáles son los hechos que las conforman, no surge absurdo que se exija al titular del

ejercicio de la acción penal encaminar su esfuerzo hacia la demostración de tales

aristas, sin que ello comporte que se le exija anticipar el resultado del debate probatorio

pues todo dependerá precisamente de los medios de prueba, la evidencia fi'sica y los
elementos materiales probatorios que presente en el juicio oral y de la contradicción que

sobre estos ejerza la contraparte.

Situación que no surge exótica y que por el contrario ha sido aceptada por el

máximo órgano de cierre de la jurisdicción ordinaria cuando expresó:

"Estas normas establecen importantes parámetros frente a la labor de la Fiscalía en el

proceso de determinación de la hipótesis de hechos jurídicamente relevantes; entre


ellos: (i) debe tenerse como referente obligado la ley penal; (ii) el fiscal debe constatar

que la infiormación que siive de soporte a la hipótesis fiue obtenida con apego a los
postulados constitucionales y legales; (iii) el fiscal debe verificar que la
infiormación recopilada pemite alcanzar el estándar de conocimiento
establecido para la imputación (inferencia razonable) y para la acusación
(probabilidad de verdad); y (iv) baio el entendido de que está obligado a actuar con
objetividad.
Para constatar si los hechos que llegan a su conocimiento "revisten las caracteri'sticas de
un delito" (Arts. 250 de la Constitución Poli'tica y 287 de la Ley 906 de 2004), o si puede
afirmarse que se trata de una conducta punible (Art. 336 i'dem), es imperioso que el
Fiscal verifique cuál es el modelo de conducta previsto por el legislador como

presupuesto de una determínada consecuencia jurídica, para lo que debe realizar una
interpretación correcta de la ley penal.
Así, por ejemplo, para optar por una hipótesis de coautoría, en los téminos del artículo
29, inciso segundo, del Código Penal, debe constatar los elementos estructurales de

dicha figura, según su descripción legal y el respectivo desarrollo doctrinario y

jurisprudencial. Luego, debe verificar si los hechos del caso pueden ser subsumídos o no
en ese referente normativo (Ver, entre otras, CSJ SP, 2 Sep. 2009, Rad.29221).

í„J
Las anteriores constataciones, aunadas a la verificación del cumplimiento de
los esÉndares de conocimiento previstos para fomular imputación y
acusación, respectivamente, sw}n presupuestos de la proporcionalidad y
razonabilidad del eiercicio de la acción penal, que se verían seriamente
comprometidos si al ciudadano se le imponen las cargas inherentes a dichas
Segunda instancia 20120qo10
0TTO GióivANNY SANABRIA LÓPEZ
Actos sexuales con menor de 14 años agravado
Dr. Luis Jaime González Ardila

sindicaciones sin que primero se verifique que los hechos investigados


encajaneniadescripciónnormativa][Í!!!§±encuentransuficientedemo_stEa£!én
gDJass evidencias v demás inFomación recoDilada hasta ese momenÉQ.
Para confirmar si la hipótesis de hechos jurídicamente relevantes tiene el respaldo atrás
indicado, el fisxx]I debe analizar si las evidencias tienen una relación directa con
el hecho (por ejemplo, la testigo que asegura haber visto al indiciado
disparar), o si dicha relación es indireáa en cuanto demuestra un dato o
hecho indicador a partir del cual ±ólo o aunado a otros- puede infierirse el
hew:ho juridicamente relevant:e (verbigracia, la testigo asegura que vio al indicado
salir corriendo del lugar donde recién se le había causado la muerte a la víctima).

Si este proagso se realiza corretiamente, es de esperar que el fiscal: (i) en la


imputación y/o en la acusación, exprese de manera sucinta y clara la hipótesis de
hechos jurídicamente relevantes; (ii) en la audiencia preparatoria no tenga
dificultades para explicar la pertinencia de las pruebas que pretende hacer valer en el

juicio (AP 5785, 30 Sep. 2015, Rad. 46153); (iii) pueda expresar con la misma claridad
su teori'a del caso; (iv) cqmgDla su labor firente a la correcta delimitación de_IL±_
dB± entre otros aspectos inherentes a su función constitucional y legal.'5
(Negrillas y subrayas fuera de texto)

Corolario de lo anterior, el Tribunal en comento esclareció del siguiente modo las

consecuencias que derivarían de un proceder que no se ajustara al descrito:

"En otras palabras, cuando el numeral segundo del artículo 288 de la Ley 906 de 2004,

advierte que dentro de la imputación se ofrece obligatorio para el Fiscal efiectuar una
"Relación clara y sucinta de los hechos juri'dicamente relevantes, en lenguaje

comprensible''; y, a su turno, el artículo 337 ibídem, reitera que la acusación debe


consignar este mismo tópico; no solamente está referenciando una garantía para
el prooesado, sino que verifi® inconcusw} un elemento consustancial a dichas
diligencias, a la manera de entender que sin el requisito en cuestión el acto
prcmsalsedespqjadesuesenciaydeviene,enconsw3cuencia,nulo.

Ello se entiende mejor al examinar la naturaleza y finalidades de ambos institutos

procesales, en tanto, si se considera que la imputación emerge como el acto


comunicacional a través del cual el Fiscal informa al imputado los hechos por los cuales

lo investiga; y, a su turno, la acusación representa el momento en el que ese funcionario


formula cargos al procesado, de manera que solo en tomo de estos puede girar el
juicio, elemental surge que consustancial a ambos trámites se erige la

5 CSJ SP3168-2017 (44599) de marzo s de 2017, citada SP073-2018 (48183) de enero 31 de


Segunda instancia 201209010
cmoGióvívANNysANABRIALÓpEz
Actos sexuales con menor de 14 años agravado
Dr. Luis Jaime González Ardila

definición de cuáles son, de manera clara y complem, Ios h«hos o cargos que
los gobiernan.

Entonces, si la imputación y la acusación no contienen de fiorma suficiente ese


elemento toral, apenas puede concluirse que no cumplió con su cometido y,
así, el debido proceso en toda su extensión ha sido afectado, reclamando de
condigna invalidez, única fiorma de restañar el daño causado en el asunto que se
ex¡am/na. ó (Negrillas y subrayas fuera de texto)

Bajo tal norte y clarificado el punto esencial por el cual me apartó de la decisión

adoptada por la Sala mayoritaria, surge irrebatible que ante la presencia de una

imputación cuyo núcleo fáctico esencial carece de la delimitación especi'fica y concreta

de las circunstancias temporo modales, el acto procesal en cuestión deviene nulo,

máxime si en tratándose del punible enrostrado, la agencia fiscal no acotó con

suficiencia los extremos temporales de la conducta acusada7.

Frente al caso de trato, se tiene que en la audiencia de formulación de

imputación la Fiscalía de forma anti técnica entremezcló el contenido de los elementos

materiales probatorios y la información legalmente obtenida con los hechos

jurídicamente relevantes (Audiencia de julio 30 de 2oi2, a partir del minuto i8:35), al Punto que

realizó lectura de la denuncia formulada por la progenitora de la menor Y.N.H.F., así

como de las entrevistas tomadas a esta última, para luego proceder a enunciar como
hechos jurídicamente relevantes, los siguientes:

"Ugíed Íoca4a S# Paties /ftí/-mas in alusión a que el imputado 1o hacía sobre la humanidad de la

rrmm aimkh qriien iszlNa e) vcM, es decir, su vagina, igualmente lo refiere ella que usted la

desnudaba a ella y se desnudaba usted y que su pene lo colocaba usted en la cola,


igualmente refiere ella que botaba una babita y que esa babita la vio ella botar de usted
en el cuerpo de ella, toda vez que nosotros como personas adultas logramos saber que
usted eyaculó en esta menor y todos estos actos que se realizaron de tocamientos que

6 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, radicación n°. 52507 de noviembre 7 de 2018.
7 Pese a que sobre el tópico la Cor[e Suprema de Justicia ha permitido un cierto margen de flexibilidad en los
siguientes términos: "Efectivamente, como lo señala el recurrente, Ia formulación de la imputación -al igual que la
acusación(art.337,-2)-debeincluiruna«ffi/acy.o'nci/afiaysuci'ÚGde/osAec:ho5/un'd/ta""rf}/evaníe5»(art.288-2),
'uexup:£át'',`aGst?cQü;£hc3¿s--E¿?Sráée-ñ;iSi,j!i_eTP_o_Y_,uJg_a.r_3±.ef!o_ÍA!u:g,a.T_e#a.n:E|a^rti"£:l.hihh!=Eii|e#.omTk3é
lo que permite garantizar el derecho del procesado a «concffr /o5 ca@o5 qm /e s" /'mpüíado5,..., cm /ndicac/.o'n

no debe perderse de vista que si bien la mayor exact.itud en la determinación del tiempo del delito es deseable, entre
otros fines, para definir con certeza la ley -sustantiva y procesal- que regula el caso; también lo es que el
cumplimiento cle esa exigencia a través del señalamiento de un corto período, como es un específico mes, garant.iza
el estándar exigido en el artículo 8" Corte Suprema de Just.icia, Sala de Casación Penal, radicación n°. 53398 de
noviembre 21 de 2018.
oiTOGffvuAnNdaN;:%NC%82R°#2f2Ó°pÍ£
Actos sexuales con menor de 14 años agravado
Dr. Luis Jaime González Ardila

realizaba como dice la niña que muchas veces la transportaba en la moto sin ningún
reparo pasaba su mano para tocar la vagina de ella, actos que realiza usted únicamente

para su satisfacción personal y logrando volver a la menor coprotagonista de estos actos


perversos..."

Recuento este al que añadió que el encartado ostentaba la condición de

padrastro de la menor debido a que convivía con la madre de la víctima y por ello le
endilgaba esa circunstancia de agravación punitiva específica.

Posteriormente, en el pliego acusatorio la agencia fiscal nuevamente empleó

apartes contenidos en los elementos materiales probatorios o información legalmente


obtenida -pues citó extractos de ia notic.ia criminai-, para introducir descripciones fácticas que no

fueron señaladas previamente en la imputación, evento que se materializó en la

redacción del aludido escrito que en la respectiva audiencia fue íntegramente leído (fs. 4i

y 42)8, de forma tal que en este segundo escenario procesal, los hechos jurídicamente
relevantes fueron plasmados así:

"...SANABRIA LÓPEZ, quien en calidad de padrastro de y.N.H.F., para finales del año

2008 y comienzos del año 2009, en Barrancabermeja, realizó actos de tocamientos en las

partes genitales de la niña y.N., tocando con los dedos la vagina, haciéndole se:tir
ardor, quien al otro di'a comento a la madre, revisándola, reclamándole al compañero
oTro GIOVANNy, quien negó los hechos, situación que ocurrió en más de una
oportunidad, pues la menor Y.N. refirió que en otra ocasión estando sola en la casa llegó

OTro GIOVANNY, se desnudó, y con el pipí lo restregó en su cola.''.

Bajo tal entendimiento, surge inconcuso que solo hasta la acusación se estableció

un límite temporal para la ocurrencia de los actos libidinosos y además se amplió el

marco fáctico en razón de los tocamientos en la vagina, ya que se indicó que ello le

causó ardor en la zona y debido a eso fue que lo comentó al día siguiente a su

progenitora, quien tras el reclamo por tales hechos efectuado a su compañero


permanente hoy procesado, recibió de parte de este una negativa de tales
acontecimientos.

Ello así, porque si durante la formulación de imputación el delegado del ente

acusador efectuó la lectura de la noticia criminal y de diversas entrevistas rendidas por

8 Cd ]unio 14 de 2013 a paítir del minuto 4:35


Segunda instancia 20120qo10
C/flo GlóívANNY SANABRIA LÓPEZ
Actos sexuales con menor de 14 años agravado
Dr. Luis Jaime González Ardila

la menor, está claro que tales aspectos no se estructuran como hechos jurídicamente
relevantes, pues a fuerza de ser reiterativa, validar tal postura sería aceptar que la
Fiscalía no tiene la obligación de delimitar las circunstancias de tiempo, modo y lugar en

que se habrían presentado los hechos delictivos y de contera impediría al procesado y


su apoderado, el ejercicio de su defensa respecto de una acusación indeterminada como
en e:A sub examine.

Como si fuera poco, en la formulación de acusación además se suprimió como

hecho enrostrado el atinente a los posibles tocamientos de que habría sido objeto la
víctima cuando era transportada por el encartado en su motocicleta, de suerte que al
confrontar el contenido de los actos procesales en comento, cuyos recuentos fácticos
deben conservarse íntegros y coherentes, se percibe que las únicas descripciones
factuales con connotaciones penales que se mantuvieron permanentes, fueron: i)

tocamientos a la vagina de los que se desconocen aspectos especi'ficos que indiquen

cuándo, Cómo y de qué manera in ia acusación se expresó que generó ardor y hubo ei reciamo de ia

madre hacia ei procesado y en ia imputación no-, ii) que a la ofendida le fue restregado el Pene en

la nalga -n la imputación se indicó que hubo eyaculación y en la acusación no-.

Por lo que sobre estos aspectos debió gravitar la decisión de segunda instancia y

el análisis probatorio arrimado a la causa en el juicio oral, valoración que a su vez

tampoco comparto pues en realidad considero que debió confirmarse la decisión

absolutoria de primera instancia por los siguientes aspectos.

Ello por cuanto considero que para adentrarse en el tema, era necesario hacerlo

bajo el entendido que sobre la credibilidad de la víctima cuando acude directamente al

yriidNo, " el punto a dilucidar no es el acontecimiento delictivo como tal, sino la veracidad de los
tie/afos jio4m /os hechos'®, así como también que el juicio sobre la responsabilidad o no

del procesado tendrá lugar según el valor de los hechos narrados por la víctima ``de
confiormidad con los criterios de apreciación del testimonio, previstos en el artículo 404 del
Código de Procedimiento Penal de 2004, sin parcialidad ni prejuicio de ningún tipo y sin

marginar de la evaluación los demás medios de convicción, de cuyo ejercicio finalmente surgirá
el mérito que les corresponda" .

9 Corte Suprema de Just.icia, Sala de Casac.ión Penal, radicación n°. 28257 de febrero 29 de 2008.
`° Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, radicación n°. 34568 de febrero 23 de 2011.
Segunda instancia 20120qo10
0moGI-óVíVANNysANABRIALÓPEZ
Atios sexuales con menor de 14 años ?gravad?
Dr. Luis Jaime González Ardila

En este orden de ideas, se echa en falta el escrutinio de las atestaciones de la

vi'ctima sobre la existencia del hecho y la responsabilidad del autor, conforme al

lineamiento jurisprudencial de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia en cuanto a

que en los delitos contra la libertad sexual y la dignidad humana, debe valorarse: "a/
Que no exista incredibilidad derivada de un resentimiento por las relaciones agresor-agr.:ido.
-quelleveainferirenlaexistenciadeunposiblerencoroenemistadquepongaenentre:ichol.a

aptitud probatoria de este último; b) Que la versión de la víctima tenga confimación en las.
circunstancias que rodearon el acontecer fáctico, esto es, la constatación de la real existencia
del hecho; y c) La persistencia en la incriminación, que debe ser sin ambigüedades y

contradicciones:\ ".

Tamiz que aplicado al 5w4 /.udy`cg me lleva a apartarme de la decisión final de

revocar la sentencia absolutoria habida cuenta que los medios suasorios incorporados al

plenario impiden forjar el convencimiento necesario de conformidad con lo establecido


en los artículo 381 y 70 del C.P.P.

Así pues, no cabe duda de la plena acreditación dentro del proceso respecto a la

existencia de una relación afectiva que se tornó tormentosa e insana entre SMM4Bfiz4
£ÓPE2'y Yibis Monserrath Fuentes Marín -madre de ia menor víctima| que solo después de

que aquel culminara la relación con Fuentes Marín fue que esta formuló la denuncia por
los hechos que motivaron esta causa, así como también que seguidamente Fuentes
Marín se presentó para hostigar y amenazar al encartado, tal y como así lo declararon

Arys Montes Cristo y Rodrigo Escobar González. //

Testimonios a los que ha de sumarse el de Luis Alberto Chacón Mármol -ex esposo
de la actual compañera del acusado y mujer por la que 5MMHEA14 £ÓPÉzdecidió finalizar la relac.ión con Fuentes

Marín-, quien puso de presente haber recibido llamadas telefónicas provenientes de Yibis

Monserrath Fuentes Marín en las que esta utilizó expresiones tales como que 'Podí'ajoder

a O:TTo''v oiNe Eidf Emás "los queri'a joder".

Ahora bien, de cara a la corroboración de los hechos, considero que solo

resultaría posible realizar tal aserción frente a uno de los endilgados, es decir, el que

alusivo a que el incriminado le hubiese restregado el pene por la cola a la menor,

aspecto este que efectivamente fue narrado por la víctima en la vista pública, pero que
no fue relatado por Fuentes Marín, ni por María Flordelina Marín ibueia de ia niña-, asi

" Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, radicación n°. 26128 de abr.il 11 de 2007.
Segunda instancia 20120qo10_
OTTO GI-órvANNy SANABRIA LÓPEZ
Actos sexuales con menor de 14 años ?gravadp
Dr. Luis Jaime González Ardila

como tampoco fue referido dentro del relato que le hiciera la menor a la perito Myrtha

Cecm LÓpez Rojas, lo que permite colegir que las tres deponentes precitadas no
respaldaron este hecho.

Así, sobre esta circunstancia solo hizo mención la Psicóloga Zayda Rubiela

Mendoza Leal, quien realizó lectura de un aparte de la entrevista psicológica en la que la

menor expresó que había una vez estaban desnudos ella y 0770 este le había
restregado el pene por la cola.

Atestación que, en mi criterio, por sí sola no puede generar de forma irrestricta la

estructuración del fallo condenatorio por este hecho, pues en realidad surge necesario
señalar que las diversas salidas dadas por la menor tal como se desprende de la
entrevista rendida a Mendoza Leal (fs. i5i a i58) y la exposición que realizó de los hechos

en la valoración psicológica (fs. i3o a i34), no me permiten forjar el convencimiento

necesario para considerar la existencia de los tocamiento libidinosos por parte del

sentenciado.

En efecto, basta observar como en la fecha más reciente a los hechos que fue

para la entrevista psicológica, Y.N.H.F., plantea un escenario diverso al punto de añadir

que el indiciado trató de accederla vaginalmente cuando mencionó "me fraía4a oíe mefer
e/ 4Í.cAo e5e"y acto seguido agrega que su agresor eyaculó sobre ella al manifestar que
"aA;'me ecAo m 4a4y.Ía en /as pÍ.emajT'; evento que se repitió por vía anal y en el cual la

menor destaca la presencia de su madre, a quien incluso enteró de 1o acontecido hasta


llegar a sostener que su progenitora estaba buscando el trapo con él que 07710 le había
limpiado tales fluidos.

Empero, Fuentes Marín nunca mencionó el episodio de la búsqueda del citado

trapo junto a su hija aunado a que en su atestación en el juicio oral aseveró que su hija

le había contado que el sindicado le había tocado las piernas y la vagina y, confnarT.o

5ensw en la entrevista la menor negó haber narrado a su madre el padecimiento de los


actos lascivos porque le daba miedo, muy a pesar de que su progenitora sí se lo

preguntó, tesis que reiteró además ante el estrado judicial al afirmar que de lo
acontecido solo comentaba a su abuela materna, quien como ya se indicó, sobre estos
hechos nada dijo.
'r33
`.J -'
Segunda instancia 201209010
\ Cmo GióííANNy SANABRIA l.ÓPEZ
Actos sexuales con rnenor de 14 años agravado
Dr. Luis Jaime González Ardila

Ante tales constataciones me aparto de la decisión mayoritaria al considerar que

la decisión absolutoria de la primera instancia debió ser confirmada

Bucaramanga, fecha ut-supra.

Lucía Rueda
Magistrada

10

También podría gustarte