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Ensayo 2

Immanuel Kant

Jorge Figueroa L.
Prof.:Andrés Stark
Core: Ética Sec.: 14
28/oct/2022
Para comenzar el ensayo debemos delimitar al autor del texto leído, siendo Immanuel Kant un
filósofo prusiano, quien nació en abril de 1724 en Königsberg y falleció en febrero de 1804 en su
ciudad natal, posteriormente se debe de limitar los conceptos al desarrollar en el ensayo siendo los
siguientes, ¿Qué es la conciencia?, ¿Qué es la conciencia moral?, ¿Qué es la presión normativa?

“Actuar en conciencia consiste entonces en tomar decisiones de acuerdo al propio criterio y


asumir la responsabilidad por ellas, sabiendo que estas decisiones pueden no ser comprendidas o
incluso pueden sernos imputadas en el caso en el que transgredan las normas morales generales”.
(González, 129) Con la cita podemos responder la pregunta ¿qué significa actuar en conciencia?,
entendiendo que la utilización de esta está intrínsecamente ligada al uso de la razón, característica
propia del ser humano, me gustaría ejemplificarlo con el crecimiento de los infantes, es decir
cuando dejamos de ser niños inocentes. Ellos a medida que se desarrollan van a adquiriendo
conocimientos sobre el bien y el mal, siendo estas interpretaciones muy vagas de la moralidad,
generalmente ellos actuan para evitar el castigo de los padres, los cuales presentan el rol de la
presión normativa, básicamente son los responsables de guiarnos por el “buen camino”, es decir
nuestra conciencia moral. Posteriormente dejamos la moral heterónoma para utilizar una moral
autónoma, con la que somos capaces de tomar nuestras propias decisiones, valiéndonos por
nosotros mismos. En función de estas decisiones seremos imputados en vista de las leyes morales
establecidas por la región. A todo este proceso se le denomina coloquialmente “dejar el nido o
independizarse”, hacernos responsables de nuestro propio juicio.

“La conciencia no nos reprocha nuestras acciones en términos prudenciales o utilitarios,


sino en términos morales, es decir, en términos categóricos”. (González, 131). Kant deja claro lo
anterior con el establecimiento de dos máximas: el obrar de manera tal que ninguna persona,
inclusive uno mismo, sea tratado como un medio, sino siempre como un fin, y el que este obrar se
vuelva ley universal. Si bien la segunda máxima a la que me referí resulta más rígida que la
primera, ambas extienden la consideración del actuar por deber. Como se ha establecido, para ello
resulta necesario el uso de la razón, y por ende, la posesión de una conciencia moral que haga
posible el discernir nuestras acciones tal que obremos por deber. Un ejemplo que se distancia de
una conciencia moral, sería el de un ladrón, quien actúa en contra del deber al atentar en contra de
otras personas, utilizándolas como medio para obtener dinero y de esta manera alcanzar su fin, sin
importar la integridad de estás. Según el pensamiento kantiano, este ladrón no estaría haciendo uso
de su razón a la hora de cometer robos, y por tanto, tampoco de su conciencia moral para limitar
esa clase de actuar. Ambas máximas pueden aplicarse a este ejemplo, pues un ladrón como este
podría estar usando a un adulto mayor robándole todo el dinero que tiene en su cartera para así
comprarse cigarros, el que sería este su fin, y el adulto mayor su medio. Tampoco resultaría
conveniente para él el que la máxima de la ley universal se aplique a su caso, pues cualquiera
podría robarle para hacer exactamente lo mismo que él hizo, un "ojo por ojo, diente por diente".
De esta manera falla su conciencia moral a la hora obrar y tomar decisiones, alejándose de la
razón.

Sin embargo, en una situación similar, esto se pondría en duda al establecerse un rol
mediador. ¿Qué pasaría si el ladrón está robando para poder alimentar a sus hijos hambrientos y
enfermos? Eso nos introduce en un dilema ético, pues sea cual sea el actuar de este ladrón, el
resultado atentará contra la moral.

El rol mediador de la conciencia podemos dilucidarlo con la siguiente cita: “el actuar en
conciencia (1) implica necesariamente una mediación de la facultad del juicio entre la norma y el
caso concreto (el juicio del tribunal interno), y (2) en la aplicación de las leyes prácticas nunca
están permitidas las excepciones”. (González,127) Podemos ver la dificultad que tiene Kant en
congeniar el caso particular con el caso general o universal, como ya se mencionó se necesitan dos
características para elaborar una ética deontológica como también universal, resumidamente obrar
“una máxima que se convierta en ley universal”, como también “tratar la humanidad tanto en tu
persona como cualquier otra siempre como un fin”, dado estas sentencias las decisiones personales
son cuestionadas en el test de la moralidad. Lamentablemente este examen no posee el conector de
doble implicancia, esto quiere decir que no es reciproco. Por ejemplo imaginemos la siguiente
situación nos entran a robar a nuestro hogar, los ladrones ingresar al domicilio donde se encuentra
toda la familia, los ladrones están armados, usted también posee un arma en el bolsillo, usted sabe
que si no vacía sus cuentas bancarias, los antisociales van a dispararle a su hijo, usted tiene dos
opciones, matar a los ladrones o sino matan a su hijo, además sabe que no se debe matar, dado que
es una ley universal e inmoral. En este punto es donde se presenta una mediación del juicio entre
la norma y el caso concreto, nosotros no lo pensaríamos dos veces, tratar de reducir de alguna
manera al antisocial para evitar que maten a su hijo. En este caso es donde queda palpable donde
Kant dicho coloquialmente se “pisa la cola” porque los sentimientos nos dirigen a proteger a
nuestro hijo.

“A través de la conciencia moral experimentamos la «presión normativa» que ejercen sobre


nosotros las leyes morales. Una presión normativa que no proviene del temor a las sanciones, sino
de nuestra propia razón.” (González, 133). En respuesta a la pregunta, la presión normativa no
proviene del temor a las sanciones sino de la propia razón, esto se explica básicamente en la
voluntad del ser humano, esta puede actuar por deber, conforme al deber o en contra al deber, las
dos primeras se traducen en la propia razón y el temor de las sanciones respectivamente, dado que
la primera no requiere de condiciones que modifiquen nuestro actuar es la moral pura no requiere
de conocimiento previo que determine nuestras acciones. Por ejemplo traspasar el límite de
velocidad en autopista, tenemos dos casos el caso nacional, en el cual el límite de velocidad en
carretera es 120 km/h en comparación con Alemania que ellos no presentan restricción alguna
para condicionar la rapidez de sus automovilistas, pero recomiendan no superar el límite de 130
km/h. Me gustaría discutir por qué las personas respetan este límite, es por miedo a una sanción
fiscal y monetaria, miedo a perder la vida a una posible colisión por alcance o realmente por la
razón de contener una velocidad prudente. Si lo analizamos a través de la mirada Kantiana, las
personas deben respetar el límite porque es nuestro deber hacerlo, dado que los individuos deben
“obrar de tal manera de que se convierta en ley universal”, por lo que exceder el límite de
velocidad no es posible, debido a que finalmente nadie lo respetaría. También podemos
contrastarlo con la mirada de Hobbes, quien estipula que el ser humano es egoísta por naturaleza,
es decir posee demasiado interés por el beneficio de su persona, esto puede ser extrapolado a las
pasiones intrínsecas del ser humano, llevándolo al ejemplo está presente la necesidad de llegar a
una hora o quizás un deseo de sentir la adrenalina provocado por el exceso de velocidad

Podemos concluir que al igual que las leyes provienen de la razón, la conciencia moral
también y esto hace que tanto nuestra normativa interna (conciencia), como la común nos regulen
en relación a la razón. También podemos concluir que Kant no es perfecto, debido a que nos
plantea una sociedad que roza la perfección moral y sin sentimientos, esto en la realidad no ocurre.
Tambi´n como comentario abierto es la importancia de los padres en la formación de los niños
dado que son ejemplo para el futuro de ellos, dado que ellos aprenden observando

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