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4.2.2 ESTRUCTURA DE LAS ORGANIZACIONES.

Consiste en la forma en que se divide y coordina el trabajo y cómo se asignan


funciones y responsabilidades. Se trata de definir, al menos, quién hará el trabajo,
cómo, dónde, con qué recursos y a quién reportará.

Estructura organizacional.
Es la división de todas las actividades de una empresa que se agrupan para
formar áreas o departamentos, estableciendo autoridades, que a través de
la organización y coordinación buscan alcanzar objetivos.
Departamentalización.
Existen varios tipos de departamentalización, según el giro, tamaño de la
empresa, procesos que lleva a cabo, productos o servicios que ofrece y
necesidades de la misma.
Especialización del trabajo.
Se lleva a cabo mediante la división de las tareas, donde se busca alcanzar que
un colaborador sea un experto en su puesto para que sea más productivo.
Agrupamiento de tareas.

Las tareas o actividades de la empresa deben ser clasificadas por las distintas
áreas y tener en cuenta el tipo de carga de trabajo que le establecerán a un
colaborador.

Estas se deben establecer como antes se mencionaba de acuerdo a diferentes


variables como el tipo de capacidad, conocimiento técnico y que sea proporcional
a la remuneración del trabajador.

Jerarquía y cadena de mando.


 Una vez agrupadas las tareas se comienzan a clasificar en grandes áreas; esta
actividad le corresponde al administrador o quien esté realizado el plan
organizacional, principalmente tendrá que determinar que colaboradores
dependen de quién o qué departamento depende de otro; de igual manera varían
de acuerdo al giro de empresa, tamaño, número de personas, y las relaciones que
vinculan las áreas.

Amplitud de control.

Cuantifica las unidades, departamentos o personas que se encuentran


supervisadas por otra persona, y puede establecer el número de personas
máximas que pueden estar al mando de otra.
4.2.3 TIPOS DE ORGANIZACIONES.
En función del fin perseguido.

Organización empresarial.

Es una de las más habituales, la empresa. En este caso, el fin último es la


obtención de un beneficio económico. Debe ir acompañado de otros relacionados
con el entorno en que opera. Es el caso de los objetivos sociales o los
medioambientales.

Organización sin ánimo de lucro.

Es un tipo de organización que no persigue el beneficio económico, sino el social.


Realiza una labor que tiene un impacto en la sociedad, en la naturaleza, en los
grupos desfavorecidos o en los países.

Organizaciones gubernamentales.

Entre ellas, estarían aquellas que ofrecen los servicios públicos. En este sentido,
servicios como la sanidad, educación o seguridad.

En función de su tamaño.

Microempresa.

Es la de menor tamaño. Habitualmente, con un máximo de diez empleados;


aunque puede variar de un país a otro. 

Pequeña empresa. 

Suelen incluirse aquellas que, teniendo más trabajadores que las anteriores, no
llegan a un número elevado, como sí muestran los tipos expuestos a continuación.
Habitualmente, suele establecerse un máximo de referencia de cincuenta
empleados. No son tan numerosas como las anteriores, pero su porcentaje
también es muy alto. Suelen estar algo más capitalizadas y su facturación es
mayor.

Mediana empresa.
En este caso, los trabajadores pueden llegar a doscientos cincuenta. A la vez que,
también, tienen un mayor volumen de activos fijos. Además, su dimensión en
el mercado es considerable, al igual que su facturación.

Gran empresa.

Aquí se suelen mezclar empresas de tamaños muy dispares. Desde las que tiene
algo más de 250 empleados, hasta las que los cuentan por miles. Muchas suelen
operar en varios países y, por tanto, son denominadas
corporaciones transnacionales o multinacionales. 

En función al sector al que pertenecen.

Primario.

En este se incluyen las empresas relacionadas con la agricultura, la ganadería o la


pesca y la piscifactoría. Estaríamos hablando de aquellas empresas que se dedican a
la recolección del producto, con un mínimo tratamiento.

Secundario.

Este engloba a aquellas empresas dedicadas a la fabricación y la manufactura. Aquí


se incluirían todas aquellas empresas que transforman una materia prima en un
producto diferente.

Terciario.

Este incluye los servicios, tanto privados como públicos. En este caso existe una
amplia variedad dentro del sector. Desde los servicios públicos que ofrece la
administración, hasta el pequeño comercio o la hostelería.

Cuaternario.

Tradicionalmente, este sector, relacionado con la tecnología, se ha englobado en el


terciario. Esto era así porque su porcentaje, sobre el total, suponía un valor muy
residual. Hoy en día, con la revolución tecnológica, se ha considerado más razonable
que tenga su propio sector.

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