Está en la página 1de 3

7 señales que indican que tu hijo necesita más disciplina

Todos los padres queremos que nuestros hijos sean niños disciplinados, pero a veces parece que
nuestro método no resulta.

Todos los padres queremos que nuestros hijos sean disciplinados y tengan comportamientos
correctos, aunque a veces nos equivocamos a la hora de “negociar” con ellos ofreciéndoles
recompensas por obedecer o cumplir con las reglas establecidas. ¿Quieres saber si tu hijo
necesita más disciplina? Aquí te contamos algunas señales que estarían indicando que sí.

Continuando con lo dicho anteriormente, cuando los padres ofrecemos recompensas si nuestro
hijo se comporta bien u obedece, estamos fomentando este tipo de demandas. Por lo tanto, cada
vez las peticiones del niño serán mayores para tener un buen comportamiento y, además de no
obtenerlas, acabará teniendo una rabieta. ¿Te suena?

Señales que indican que nuestro hijo necesita más disciplina y algunas soluciones

A veces, se dan situaciones en los comportamientos y actitudes de nuestro hijo que nos llevan a
pensar que no estamos aplicando una correcta disciplina. Esto nos lleva a la frustración y a la
pregunta de qué estaremos haciendo mal. Vamos a ver algunas de esas señales y las posibles
soluciones a esas faltas de disciplina.

No aguanta la palabra “no”

La palabra “no” puede hacer sentir mal a los menores. Da una sensación de prohibición y hay
determinados niños que no la soportan. Por esta razón, podemos utilizar otras respuestas que
incluyan una sola palabra.

Si decimos lo que queremos decir con una sola palabra o frases en las que evitamos decir “no”, la
orden funcionará mucho mejor. Frases como: “Marta, la cena; Pedro, a dormir; Juan, apagamos la
televisión”, pueden ser de gran utilidad.

Tiene un respeto muy fuerte hacia la autoridad

Que nuestro hijo tenga un excesivo respeto hacia las figuras que les producen sensación
de autoridad tampoco es positivo. Por esto, es importante usar un lenguaje neutral. Si usamos un
lenguaje que no sea personal, la disciplina será mucho más práctica y nuestras demandas como
padres pasarán a ser más reales y sanas para él.
Por ejemplo: “Los libros se colocan en la estantería; la ropa debe colgarse en el armario; los platos
sucios al lavavajillas; es la hora de dormir, lavarse los dientes, el baño; etc.”.

Quiere tener el control sobre todo, por eso necesita más disciplina

Si nuestro hijo lucha por tener el control sobre todo, podemos ofrecerle la oportunidad de decidir
entre determinadas cosas, pero no en exceso.

Para eso podemos hacerles preguntas como: “¿Quieres cereales o tostada?; ¿quieres plátano o
naranja?; ¿quieres yogur o natillas?, etc.”. Aunque nosotros tengamos establecidas nuestras listas
del día con lo que debe o no debe hacer, siempre podemos hacerle partícipe y contar con su
opinión.

No es consciente y puede llegar a ser muy hiriente y sentirse culpable

Si observamos que a nuestro hijo le cuesta empatizar con otros, puede que llegue a
tener conductas que tengan un impacto negativo en las personas que lo rodean.

Por eso, es importante que le expliquemos que sus acciones tienen consecuencias en los
demás y hacerle pensar en cómo se sentiría él en esa situación. La cuestión no es que le digamos
qué es lo que ha hecho mal, sino que comprenda los sentimientos.

Le falta compasión, empatía o amabilidad

No debemos encaminarnos solo a ver cuándo nuestro hijo conecta o no con otras
personas. Tenemos que observar cuándo se muestra cariñoso, colaborador,
amable, cooperativo, y darle las gracias y alabar ese comportamiento.

Utilizar frases como: “Qué bien, Pablo, que ayudaras a María a recoger los juguetes; Muchas
gracias, Irene, por ayudar a tu hermana con sus deberes; Muchas gracias, Sonia, por colaborar
poniendo y quitando la mesa”. Estos reconocimientos van a ser mucho más positivos y van a
tener más impacto que un regaño cuando no colabore o se muestre amable.

No le importa cómo nos sentimos

Debemos intentar que nuestro hijo no se sienta siempre el centro de todo, que no solo él
tiene sentimientos y que todos convivimos juntos y nos preocupamos los unos por los
otros. Expresar nuestros sentimientos le ayudará a saber cómo nos sentimos y cómo nos hacen
sentir determinados comportamientos o actitudes que tiene.

Echa la culpa de sus malos comportamientos u olvidos a otros

Esta puede ser una clara señal de que nuestro hijo necesita más disciplina. Cuando observamos
que, tras hacer alguna travesura o irresponsabilidad, quiere cargar la culpa a otros, tenemos que
enseñarle a asumir la responsabilidad de sus actos y decisiones.

Una de las técnicas más eficaces para esto puede ser dejarle una nota o explicarle qué es lo que
debe o no debe hacer y cómo tiene que hacerlo. Además, hay que decirle que, cuando algo no
sale bien o no se hace adecuadamente, no hay que culpar a nadie y hay que asumir los errores.
Eso nos hace ser grandes personas.
Niños y disciplina

Puede que te sientas identificado con alguna de estas señales con respecto al comportamiento de
tu hijo y te des cuenta de que necesita más disciplina, pero estás a tiempo de corregirlo. Los niños
necesitan tener establecidos unos límites sanos que les garanticen una sana autoestima, que
sean responsables y, además, se sientan cómodos con sus emociones.

Observa la relación familiar de casa y el comportamiento de tu hijo y así podrás identificar las
señales que indican que tu hijo necesita más disciplina. Cuando sepas exactamente dónde está la
falta de disciplina, prepara un plan de acción para obtener un cambio positivo poco a poco.

También podría gustarte