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Como consecuencia de esta carencia las universidades se ven afectadas porque por
la falta de escritura de sus estudiantes, dicen que es porque no tienen un hábito de lectura,
y por ende no saben escribir, ya que estas dos van unidas, es importante que los
estudiantes fomenten la lectura y comprensión, ya que así pueden llegar a tener una buena
escritura a la hora de redactar un texto.
Por lo tanto, el proceso de escribir, aunque sea para tomar apuntes en clase, implica
ya cierto procesamiento de la información, porque escribimos lo que entendemos usando
nuestras propias palabras. Escribir correctamente implica también conocer las reglas de la
gramática y de la ortografía además de manejar la terminología propia de cada campo del
conocimiento. Según (Guerrero, 2011)
Pienso que los estudiantes profesionales, deben contar con el apoyo guía del
docente, estructurando una forma de enseñanza, donde se les enfoque más la escritura y
lectura, para así profundizarles un aprendizaje profundo y un pensamiento crítico. Se
puede decir, que aprender a escribir es aprender a pensar y viceversa, una forma de
aprender a escribir, es acompañar al estudiante en las etapas de pre-escribir, de re-escribir
entendiendo como los estudiantes piensan y crean, cada uno utilizando el lenguaje y las
ideas con su particular voz” propuesto por (Porter, 2001)
Cabe destacar la importancia, que tiene la correcta ortografía, a la hora de escribir
un texto, ya que es una norma establecida, para un buen entendimiento, ya que muchas
veces al escribir un texto, lo pasamos por alto, y se refleja falta de cultura o educación.
BIBLIOGRAFIA
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
La conclusión que me dejo este articulo planteado, es que los estudiantes también
necesitan de una excelente orientación, de parte de los docentes, ya que en ellos reposa la
mayor responsabilidad; a la hora de la formación de sus alumnos; por medio de
herramientas que ayuden y faciliten a los estudiantes en su vida futura.
Los docentes e instituciones formadoras, han dedicado esfuerzos para que los
alumnos, reciban una excelente formación teórica; pero han olvidado innovar bases, para
que el educado, logre su propio desarrollo como lector y escritor; así lo señala (Chartier,
2004).
CONCLUSIÓN