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Asignatura: Proyecto PARE Docente: Berta Páez Guerrero.

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Grado Séptimo Tema: Clasificación de emociones

Actividad de Responde las preguntas formuladas.


aprendizaje ¿Cuáles clases de emociones hay?
¿de qué se trata cada tipo de emoción?
¿Cuáles son las tres funciones principales de las emociones?
Envía por classroom.

Clasificación de las emociones (tipos)

¿cómo se clasifican las emociones? Existen distintos tipos de emociones, a continuación,


puedes encontrar una lista con una breve explicación de cada una de ellas. Ten en cuenta, sin
embargo, que no se trata de una clasificación definitiva, ya que ninguna plasmará al 100% cómo
se agrupan y se relacionan entre sí las emociones; simplemente, es una clasificación útil.

1. Emociones primarias o básicas

Las emociones primarias también se conocen como emociones básicas, y son las
emociones que experimentamos en respuesta a un estímulo. Para Paul Ekman, las emociones
básicas son 6: tristeza, felicidad, sorpresa, asco, miedo e ira. Todas ellas constituyen procesos
de adaptación y, en teoría, existen en todos los seres humanos, independientemente de la
cultura en la que se hayan desarrollado.

2. Emociones secundarias

Las emociones secundarias son un grupo de emociones que siguen a las anteriores. Por
ejemplo, cuando experimentamos la emoción básica de miedo después podemos sentir las
emociones secundarias de amenaza o enfado, dependiendo, claro está, de la situación que
estemos viviendo. Las emociones secundarias son causadas por normas sociales y por normas
morales.
3. Emociones positivas

Dependiendo del grado en que las emociones afectan al comportamiento del sujeto, éstas
pueden ser o bien positiva o bien negativas. Las emociones positivas también se conocen
como emociones saludables, porque afectan positivamente al bienestar del individuo que las
siente. Favorecen la manera de pensar, de razonar y de actuar de las personas. Por ejemplo, la
alegría, la satisfacción, la gratitud no provocan una actitud positiva frente a la vida y nos hacen
sentir experiencias que nos ayudan a sentirnos bien.

4. Emociones negativas

Las emociones negativas son opuestas a las emociones positivas, porque afectan
negativamente al bienestar de las personas. También se conocen como emociones tóxicas, y
suelen provocar el deseo de evitarlas o evadirlas. El miedo o la tristeza son algunos ejemplos.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que este tipo de emociones, en pequeñas cantidades y
relativa baja intensidad, no son perjudiciales. De hecho, forman parte del proceso de aprendizaje,
ya que gracias a ellas nuestra memoria emocional nos ayuda a recordar las consecuencias
que tienen ciertas conductas (o exponernos a ciertos contextos).

5. Emociones ambiguas

Las emociones ambiguas se conocen también como emociones neutras, puesto que no
provocan ni emociones negativas ni positivas, ni saludables ni no saludables. Por ejemplo,
la sorpresa no nos hace sentir ni bien ni mal.

La existencia de estas emociones deja claro que somos animales complejos, y que nuestras
experiencias presentan muchos matices.

6. Emociones estáticas

Algunos autores también han hecho referencia a las emociones estáticas. Son aquellas que
se producen gracias a distintas manifestaciones artísticas, como por ejemplo: la música o la
pintura.
Así, al escuchar una canción podemos sentirnos muy felices o muy tristes, pero esa sensación
sería cualitativamente diferente a la felicidad o la tristeza que se experimenta ante cualquier otra
experiencia, ya que se vive en un contexto artístico, mediado por símbolos y atribuciones sobre
las intenciones del autor.

7. Emociones sociales

Las emociones sociales no se refieren a las emociones culturalmente aprendidas, sino que
es necesario que haya otra persona presente o de lo contrario no pueden aflorar. son emociones
que sentimos respecto a otros individuos. Ejemplo, las emociones positivas como la simpatía, el
orgullo, la gratitud y la admiración. Por otro lado, las emociones negativas son la vergüenza (común
en personas introvertidas), la culpabilidad, celos, envidia, venganza, indignación y/o desprecio.

8. Emociones instrumentales

Las emociones instrumentales son aquellas que tienen como fin u objetivo la
manipulación o el propósito de lograr algo. Son complicadas de reconocer porque puede
parecer que sean naturales. Sin embargo, son emociones forzadas y esconden una intención. En
ocasiones, son fruto de la auto-sugestión: someterse a ciertos contextos voluntariamente para
hacer que una parte de esa emoción tiña nuestra forma de comportarnos. Estas emociones
pueden ser: la tristeza, el dolor, la alegría, el miedo, la atracción.

La importancia de la educación emocional

Muchas veces no nos damos cuenta de la importancia de la educación emocional.


Estamos más preocupados por enseñar a ser buenos profesionales, y dejamos de lado el
convertirnos en personas emocionalmente inteligentes y emocionalmente sanas. La inteligencia
emocional ha demostrado ser una herramienta básica para nuestra salud mental y es, sin duda,
una forma de empoderarnos frente a la vida, de convertirnos en personas mucho más preparadas
para el día a día. ¡Mucho más felices!

¿Qué son las emociones?

Las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación a ciertos
estímulos del individuo cuando percibe un objeto, una persona, un lugar, un suceso o un
recuerdo importante. Es aquello que sentimos, cuando percibimos algo o a alguien.

Son universales y comunes a todas las culturas. Sus manifestaciones también tienen patrones de
comportamiento semejantes a todos los individuos.

Se puede decir que las emociones tienen 3 funciones principales:


1. Función adaptativa: prepara al organismo para la acción siendo ésta una de las más
importantes. Gracias a esta capacidad podemos actuar eficazmente.
2. Función social: expresan nuestro estado de ánimo y facilitan la interacción social
para que se pueda predecir el comportamiento. Además de la expresión oral, cobra
mucha importancia la comunicación no verbal que se refleja, en muchas ocasiones,
de manera inconsciente.
3. Función motivacional: existe una relación entre motivación y emoción ya que ambas
se retroalimentan. Cualquier conducta motivada produce una reacción emocional, a
la vez que cualquier emoción impulsa la motivación hacia algo. Por ejemplo, si nos
sentimos alegres cuando nos vemos con otra persona, estaremos más motivados
para volver a vernos con ella.

Identificar nuestras emociones y las de los otros, así como ponerles nombre no es tarea fácil,
más aún cuando se manifiestan varias emociones a la vez. A esto lo denominamos conciencia
emocional. Tenerla nos permitirá:

 Reconocer nuestros estados de ánimo y reflexionar sobre ellos para tomar mejores
decisiones
 Relacionarnos mejor con los demás al reconocer también las emociones de los
otros
 Establecer límites para atender nuestras necesidades y bienestar, mejorando así
nuestra calidad de vida
 Conocernos mejor a nosotros mismos y a los demás.

La conciencia emocional forma parte de la conocida Inteligencia Emocional (IE). Podemos decir
que es el primer paso para poder desarrollarla adecuadamente.

¿qué es la Inteligencia Emocional?

Para Goleman, precursor del término, es la capacidad de tener conciencia de las propias
emociones y sentimientos, reconocerlos y controlarlos, motivarnos para conseguir nuestros
objetivos, reconocer las emociones ajenas y saber gestionar las relaciones interpersonales.

La inteligencia emocional es una capacidad que puede entrenarse, y para ello debemos
comenzar reconociendo las emociones que manifestamos.

Tipos de emociones

¿Sabías que se han establecido unas 250 emociones? ¿Cuántas conoces o has experimentado?

Cuantas más emociones conozcamos, más fácil será poder identificarlas cuando las
manifestemos, así como mejor preparado estaremos para saber qué hacer frente a ellas.

Existen varias clasificaciones de las emociones, atendiendo a diferentes criterios. En general, el


más utilizado es el que hace referencia al momento en que se producen por primera vez:

1. Emociones Básicas, Primarias o Innatas:

Son aquellas que se presentan desde el momento de nuestro nacimiento. Forman parte de
nuestro proceso de adaptación y existen en todos los seres humanos, independientemente de la
cultura. Se inician con rapidez y duran unos segundos. Son 6.
¿Cómo podemos gestionar nuestras emociones?

Te dejamos algunos consejos que te serán útiles:

1. Fíjate en las señales emocionales cuanto antes. Párate y piensa, ¿cómo me siento?
2. Localiza físicamente la emoción. Fíjate dónde sientes la emoción (en el pecho, en la
garganta…)
3. Ponle nombre a todas las sensaciones. Trata de identificar cada una de las
emociones que en ocasiones pueden presentarse juntas. Sepáralas y etiquétalas.
4. No juzgues tus sensaciones sean cuales sean, acéptalas.
5. Busca el origen de esas sensaciones y por qué se encuentran ahí.
6. Dale en cada momento la importancia que tienen. No tiene sentido que mantengas
una emoción más allá de haber pasado la situación que la genera.

Las emociones forman parte de nosotros y son herramientas fundamentales para nuestra
supervivencia, para indicarnos qué camino debemos tomar, así como para aumentar
nuestro bienestar. Reconocerlas y expresarlas nos hará avanzar hacia una mejora de
nuestra calidad de vida.

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