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PRACTICA 2 DERECHO PENAL

SEMANA 4:
- APLICACIÓN ESPACIAL Y TEMPORAL DE LA LEY PENAL:
Aplicación Espacial: Se aplica en todo el territorio nacional, aunque hay algunas excepciones.
PRINCIPIO DE TERRITORIALIDAD:
Aquí se parte de la premisa que la ley aplicable es la del lugar donde se ha realizado el delito.
Por lo que la ley aplicable a todos los delitos cometidos en el territorio nacional, se aplica la ley
peruana, no interesando si el sujeto es nacional o extranjero. Según el artículo 54° de la
Constitución Política del Perú, se entiende por territorio el suelo, su suelo dominio marítimo y
todo el espacio aéreo que los cubre con nuestro Código Penal, si se comete la conducta
delictiva en cualquier de estos lugares se aplicará la ley penal peruana.
PRINCIPIO DE EXTRATERRIOTORIALIDAD:
También se aplica la ley peruana en los siguientes casos:
Principio de Pabellón o bandera, también es llamada teoría del territorio flotante, y es una
ampliación del principio de territorialidad y se aplica la ley peruana en los siguientes casos:
a) Artículo 1, inciso 1: Naves o aeronaves nacionales públicas en donde se encuentra:
Ejemplo: El avión presidencial volando en los aires de Alemania, se comete un homicidio, la
ley aplicable es la peruana,
b) Artículo 1, inciso 2: naves o aeronaves nacionales que se encuentre en altamar o en
espacio aéreo donde ningún Estado ejerza soberanía.
Ejemplo: En una aerolínea nacional civil, sobrevolando en espacio de altamar, y se comete
un delito por lo que la ley aplicable es la peruana.
Principio Real o de defensa, se aplica la ley penal nacional a toda conducta que afecten los
intereses del Estado, sin interesar la nacionalidad del sujeto, ni donde se cometa (artículo 2
incisos 2 y 3 del Código Penal). Atenta contra la seguridad o tranquilidad pública, lavados de
activos que producen sus efectos en el territorio peruano. Agravia al Estado o a los poderes del
Estado o al orden monetario, etc.
Principio de Personalidad, la ley peruana se aplica a nacionales, sean éstos autores o
víctimas del delito cometido en el extranjero (artículo 2 incisos 1 y 4).
Inciso 1: Cuando el agente es funcionario o servidor público, Inciso 4: cuando es perpetrado
contra peruano o por peruano y el delito esta previsto como susceptible de extradición, según la
ley peruana, siempre que sea punible en el Estado que se cometido y el agente ingrese de
cualquier manera al territorio de la República.
Principio de Ubicuidad, El lugar de comisión de un delito es aquel en el cual el autor o
partícipe ha actuado u omitido la obligación de actuar, o en el que se producen sus efectos.
(EXTEORIZACION DE LA VOLUNTAD, DONDE SE PRODUCEN LOS EFECTOS Y LA
UBICUIDAD)
Aplicación Temporal: Se aplica la ley vigente al momento de la comisión del delito, pero
pueden darse casos de retroactividad y ultraactividad cuando benefician al agente.
CARACTERÍSTICAS:
Rige el principio tempus regit actum: se aplica la ley vigente en el momento de la comisión del
delito aunque al momento de la sentencia ya no esté vigente.
La ley entra en vigencia al día siguiente de su publicación, salvo disposición en contrario.
Vacatio legis: Tiempo que transcurre entre la publicación de una norma y su entrada en
vigencia. Durante este tiempo la ley no produce ningún efecto jurídico.
La ley sólo puede ser derogada en virtud de otra o declarada inconstitucional, en ambos casos
queda sin efecto.
PRINCIPIO DE IRRETROACTIVIDAD
Por el Principio de Irretroactividad (o prohibición de retroactividad) de las leyes penales, éstas
no pueden ser aplicadas a hechos anteriores a su vigencia.
Las leyes penales son reglas de conducta que miran al futuro (prevención de delitos) y, por
tanto, no pueden desplegar sus efectos hacia momentos anteriores a su entrada en vigor.
Desde el punto de vista jurídico, ello tiene su fundamento en los principios de legalidad y
seguridad jurídica como límites al ius puniendi.
Las leyes penales que definen conductas punibles, aumenten penas, establezcan agravantes o
creen figuras agravadas de delitos no pueden ser aplicadas de modo retroactivo.
RETROACTIVIDAD Y ULTRACTIVIDAD
La retroactividad de la ley penal más favorable constituye una excepción al principio general de
irretroactividad de las leyes penales.
Las normas penales que establezcan circunstancias eximentes, atenuantes, que disminuyan la
gravedad de las penas y que despenalicen conductas pueden ser aplicadas a hechos
acaecidos con anterioridad a su entrada en vigor.
Las leyes también pueden ser aplicadas ultractivamente cuando es más favorable al reo; es
decir, se aplica una ley que está derogada al momento de la sentencia pero que en el momento
de la comisión del delito estaba vigente.
SEMANA 5:
LA ACCIÓN O CONDUCTA HUMANA
NATURALEZA Y FUNCION DEL CONCEPTO DE ACCION
FUNCIÓN DEL CONCEPTO DE ACCIÓN ▪
- Función clasificatoria: base para todas las modalidades delictivas.
- Función sistemática: punto de enlace de los sucesivos juicios de valor penal (tipicidad,
antijuridicidad, culpabilidad)
- Función negativa: excluir supuestos de no conducta.
SEMANA 6:
¿QUÉ ES LA IMPUTACIÓN OBJETIVA?
Es una herramienta normativa para delimitar el contenido, los
alcances del tipo objetivo de un delito determinado. No es una
técnica para ampliar los límites del tipo objetivo, sino para reducir
dichos alcances. Es un filtro jurídico-penal.
No tiene regulación legal EXPRESA. Es un principio supralegal (está
por encima o más allá de la ley). Es un método de interpretación
restringida de la ley penal, fundado en razones sistemáticas de
diverso orden: eficiencia, división del trabajo, ámbito de dominio, etc.
SEMANA 7:
EL DOLO
El dolo, a lo largo del tiempo, ha sido definido por numerosos e importantes autores. Por ello,
podemos encontrar aquella definición clásica consistente en que el dolo es la voluntad
consciente, encaminada u orientada a la perpetración de un acto que la ley tipifica como delito.
En palabras del maestro Manzini, el dolo es la voluntad consciente y no coaccionada de
ejecutar un hecho lesivo a un interés jurídicamente tutelado. Mientras que, para Jiménez de
Asúa, el dolo es la producción del resultado típico, con intención y conocimiento de realizar
dicha acción (Almanza y Peña, 2014, p. 180).
Por tanto, dentro del dolo se reconocen actualmente tres clases: i) dolo directo, ii) dolo
indirecto y iii) dolo eventual.
Dolo directo (primer grado)
En este tipo de dolo, el autor tiene el total control mental de conocer y querer cuál es la
conducta típica que se plantea realizar y la comete, independientemente de que aquella acción
dé sus resultados esperados, como por ejemplo, cuando el que decide matar a su víctima llega
a la puerta de su casa, la espera, la ve y le dispara al corazón (Almanza y Peña, 2014, p. 184).
En esta clase de dolo predomina el elemento volitivo; por eso, algunos autores lo asocian a la
figura de intención clara o propósito definido.
En cuanto al elemento cognitivo, no es primordial que el agente conozca que está realizando
todos los elementos del tipo objetivo, basta con que asuma querer lograr su resultado. Por
ejemplo, quien desde una gran distancia y consciente de que es mal tirador, dispara con toda la
intención de matar a otro (Villavicencio, 2006, p. 368).
Dolo indirecto (segundo grado)
El agente, cuando ejecuta un hecho ilícito, advierte o es capaz de entender que, además del
resultado que buscó generar, se producirán, de manera inevitable, otras consecuencias.
Dicho de otro modo, entiende que, al cometer el hecho ilícito, surgirán consecuencias
necesarias e inevitables (efectos colaterales). Como ocurre, por ejemplo, con aquel que decide
matar a un funcionario, colocando un explosivo en la carrocería del vehículo en el que viaja,
con lo cual también asesinaría al chofer y a su otro acompañante (Villavicencio, 2006).
Aquí es dominante el elemento cognoscitivo del dolo, ya que el sujeto activo no quiere
directamente las consecuencias que sabe que se van a ocasionar, pero las admite como
necesarias y vinculadas al resultado principal que busca (Muñoz, 2002, p. 72).
Dolo eventual
Es aquel que se produce cuando el sujeto se representa el hecho como una posibilidad que
podría llegar a ocurrir; no obstante, actúa aceptando dicha posibilidad, como ocurre en el
ejemplo de una persona que le tira una flecha a un sujeto que tiene una manzana sobre la
cabeza (Almanza y Peña, 2014, pp. 184-185).
Este tipo de dolo se manifiesta cuando el autor: i) considera seriamente la posibilidad de
realización del hecho y ii) se conforma con ello.
Nos referimos a consideración seria, cuando el autor valora el riesgo que se produzca el tipo
en un grado relativamente elevado. Por otro lado, nos referimos a conformarse con
ello cuando el autor acepta que puede llegar a producirse el tipo o, por lo menos, se resigna a
su resultado actuando con temeridad e indiferencia pese a lo anterior. Podemos graficar este
tipo de dolo a través de la siguiente jurisprudencia (Rojjassi, 1997, pp. 152-153). 
SEMANA 8:
LA CULPA
La culpa 
El tipo culposo individualiza una conducta, la diferencia consiste en que esta conducta culposa
no está individualizada en razón de la finalidad del autor, sino porque en la forma en que se
llega al resultado típico es mediante la infracción de un deber de cuidado, ya que, en este tipo
de delitos, no se trata de verificar el conocimiento del autor, sino de determinar lo que este
debía conocer en función de determinadas exigencias normativas (Almanza y Peña, 2014, p.
184).
La particularidad de la culpa radica en que, para configurarla, no requiere imputarle un
conocimiento pleno al autor, sino un conocimiento en menor grado que, unido a deberes de
cuidado objetivamente establecidos, habría llevado a evitar la realización del tipo penal.
No podemos, por tanto, equiparar este conocimiento con el elemento de cognoscibilidad que
ocurre en el caso del dolo, sino se trata de un conocimiento cuantitativamente menor que el
exigido para el dolo; por tanto, la culpa tiene lugar en el insuficiente conocimiento imputado al
autor sobre la lesividad de su hecho y el criterio de evitabilidad del que se deriva la posibilidad
que tuvo de no cometer dicha lesión (Jakobs, 2005, p. 373).
En cuanto a la culpa, en cuanto a sus modalidades, se distingue entre i) imprudencia, ii)
negligencia, iii) impericia e iv) infracción al deber de cuidado.
Modalidades de la culpa
Hoy en día, la doctrina dominante establece el criterio de determinación de la conducta culposa
sobre la base de los conocimientos y capacidades especiales del autor; por tanto, la imputación
subjetiva, en este sentido, consiste en determinar si el autor en sus circunstancias concretas
tuvo acceso un determinado grado de conocimiento que le permita evitar cometer el resultado
típico (García Cavero, 2019).

 La culpa consciente


También llamada culpa con representación, recibe tal denominación cuando el sujeto se
representó de forma previa (con conocimiento) el evento que terminó ocasionando una lesión
en el bien jurídico. Sin embargo, momento previo a que ello ocurriese, el agente confía en que
no se producirá el resultado, se descarta la predominancia de un accidente (sin voluntad) en
este tipo de culpa porque el agente no quiere causar la lesión, pero advierte esta posibilidad y,
a pesar de ello, lleva a cabo la conducta. Dicho de otro modo, a pesar de conocer la
posibilidad, confía en que no se produzca.
La culpa inconsciente
En cambio, la culpa inconsciente, o también llamada culpa sin representación, ocurre cuando
el sujeto no se representó ni previó el proceso que afectó el bien jurídico que exigía de un
cuidado especial y, por tanto, debió de ser previsto por el agente activo. Porque aun teniendo
los conocimientos necesarios que le permitirían realizar esta representación mental y advertir
tal riesgo, simplemente no lo advierte (no tiene conocimiento). Aquí el fundamento de la
punición de este tipo de culpa reside justamente en esa posibilidad de conocimiento que debió
tener el agente para advertir tal peligro. Pues, en este caso, el agente activo ni conoce del
peligro virtual sobre el resultado ni se lo representa a sí mismo.

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