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LEGALIDAD: La ley penal tiene una función decisiva en la garantía de la libertad. Esa
función suele expresarse en la máxima nullum crimen, nulla poena sine /ege.'Esto
quiere decir que sin una ley que lo haya declarado previamente punible ningún hecho
puede merecer una pena del derecho penal.
Por una parte, se distinguen los siguientes aspectos del principio de legalidad: una
garantía criminal, una garantía penal, una garantía jurisdiccional o judicial, y una
garantía de ejecución. La garantía criminal exige que el delito (=crimen) se halle
determinado por la ley (nullum crimen sine lege). La garantía penal requiere que la ley
señale la pena que corresponda al hecho (nulla poena sine lege). La garantía
jurisdiccional exige que la existencia del delito y la imposición de la pena se determinen
por medio de una sentencia judicial y según un procedimiento legalmente establecido.
La garantía de ejecución requiere que también la ejecución de la pena se sujete a una ley
que la regule. Estas distintas garantías también deben exigirse respecto a las medidas de
seguridad y sus presupuestos.
a) El principio de legalidad penal: “nullum crimen, nulla poena sine lege” (no hay
crimen, ni pena, sin ley). Ningún habitante de la nación podrá ser penado sin juicio
previo fundado en ley anterior al hecho de proceso. Nadie puede ser condenado por
conductas que al momento de su comisión no eran delictivas según el derecho aplicable.
CULPABILIDAD: El principio del culpabilidad tal como se reconoce, tiene su
fundamento esencial en la dignidad de la persona humana, cuyo respeto impide que un
hombre sea tratado como medio o instrumento para alcanzar otros fines distintos a los
planteados por él mismo, no faltan también quienes encuentran el fundamento del
principio de culpabilidad en la consagración de un Estado de Derecho que lo inspira y
legitima como deducción jurídico-constitucional del mismo; la cual estaría dividida en
dos elementos: 1º Que no haya pena sin culpabilidad y 2º Que no haya una pena que
exceda la medida de la culpabilidad.
Por otra parte, el principio de “culpabilidad” implica que no alcanza con que el hecho
sea causado por el sujeto para que se lo pueda hacer responsable penalmente, en razón
de que es necesario que el hecho haya sido querido o se haya debido a la imprudencia
(principio de dolo o culpa).
TERRITORIALIDAD:
Es válida la ley penal del lugar donde se comete el delito. No interesa dónde deba
producir sus efectos, ni la nacionalidad de su autor o del sujeto pasivo. Sería inadmisible
que un Estado se desentendiera de la represión de hechos criminales ocurridos dentro de
su jurisdicción territorial y ellos quedaran impunes o sujetos al juzgamiento por parte de
un Estado extranjero. El principio de territorialidad está contenido en el artículo 1 del
C.P que prescribe la validez de la ley penal argentina, para los delitos cometidos en su
territorio o en los lugares sometidos a su jurisdicción.
*La superficie de tierra ubicada entre los límites establecidos con los países colindantes.
* El mar territorial. En este ámbito, el Estado argentino goza plena soberanía, con
excepción del “paso inocente” de navíos extranjeros, en tanto se practique de
conformidad con las normas de derecho internacional y las leyes y reglamentos que el
Estado Argentino dicte en su condición de ribereño.
* La zona económica exclusiva: Se trata de las aguas comprendidas entre las 24 millas
marinas –donde finaliza la zona contigua argentina- y las 200 millas marinas de
distancia. Ejerce las mismas potestades que en la zona contigua.
REAL O DE DEFENSA:
Propone la validez de la ley penal nacional para los delitos cometidos en el extranjero,
cuando éstos deban afectar bienes jurídicos cuya titularidad ejerza el Estado Nacional y
puedan incidir en su integridad como tal. Su justificación radica en la obligación que
tiene todo Estado de defender su integridad, a través de la protección de los bienes que
constituyen los pilares de toda sociedad organizada. Se encuentra contenido en el art. 1,
inciso 1 y en el art. 2. Pero no cualquier efecto resulta suficiente para justificar la
validez de la ley penal argentina frente a un delito cometido en el extranjero, sino, que
debe tratarse de un delito que proteja un bien jurídico de naturaleza pública de tal
entidad, que su menoscabo repercuta en la integridad del Estado argentino. Este
principio también se aplica por los delitos cometidos en el extranjero por agentes o
empleados de autoridades argentinas en desempeño de su cargo.
TIPOS PENALES
Tipo: fórmula legal que describe una prohibición o un mandato de acción. Instrumento
legal, predominantemente descriptivo, que tiene por objeto individualizar conductas
humanas penalmente relevantes. Los tipos penales se encuentran en la parte especial del
Cód. Penal (art. 79 en adelante).
Tipo cerrado: está descripto en una fórmula legal cerrada que no se presta a confusión.
La conducta prohibida está suficientemente individualizada (art. 79).
Tipo abierto: exige, en forma ostensible, una valoración por parte del juez, quien debe,
en general, apelar a normas reglamentarias para su complementación. Todos los tipos
culposos son tipos abiertos (Ejemplo: art. 84, homicidio culposo).
a.3.- atenuados (privilegiados): (Ejemplo: art. 169, chantaje, respecto del tipo básico del
art. 168, extorsión).
El delito es llevado a cabo por omisión cuando el individuo no hace algo que la norma
implícita le manda hacer. En algunos casos lo que se prohíbe es no realizar determinada
conducta, como la que sanciona la omisión de auxilio, por la que se castiga al que
encontrando perdido o desamparado a un menor de diez años o a una persona herida o
inválida, omitiere prestarle el auxilio necesario, cuando pudiere hacerlo sin riesgo
personal, o no diere aviso inmediatamente a la autoridad .Los delitos por comisión y
omisión difieren en que mientras los primeros suponen la infracción de una prohibición
de hacer, los de omisión suponen una desobediencia a un mandato de acción.
La imputación por delito omisivo depende así no sólo de la inactividad del autor, sino
que además requiere que el agente haya estado en condiciones de realizar la acción
ordenada. Lo que en todo caso se predica, es que sólo el dominio potencial del hecho
que tiene una persona para poder revertir un proceso causal ya iniciado, convierte su no
hacer en omisión.
× Por una conducta precedente, cuando una persona con un hecho anterior generó el
peligro, se considera que está en situación de garante (ej: el caso típico es el del
conductor que atropelló a un peatón y en lugar de auxiliarlo lo dejó tirado)