Lunes 1 de

diario
JVRIDICO de Córdoba
Diciembre de 2014

Publicación digital para abogados y magistrados [Año 12 - Nº 2892]

Fuero Civil

Reducen en un 50% la condena resarcitoria por

falta de cinturón de seguridad del actor
La determinación de la responsabilidad debe sujetarse al criterio según el cual, debe verificarse
en el caso concreto la incidencia causal de la conducta de la víctima. El Código Civil (art. 906,
según ley 17.711) adoptó la teoría de la causalidad adecuada. Esta concepción aquilata la ade-
cuación de la causa en función de la posibilidad y probabilidad de un resultado, atendiendo a
lo que corrientemente acaece, según lo indica la experiencia diaria en orden al curso ordina-
rio de los acontecimientos. La causalidad adecuada está, de tal modo, estrechamente ligada
a la idea de regularidad, al curso normal y habitual de las cosas según la experiencia de vida,
a lo que normalmente acostumbra suceder. Debe atenderse a lo que ordinariamente acaece
según el orden normal, ordinario, de los acontecimientos. Según este punto de vista, la rela-
ción de causalidad jurídicamente relevante es la que existe entre el daño ocasionado y la con-
dición que normalmente lo produce. En el caso, se trató de un choque frontal en el cual la
actora, sin cinturón de seguridad, sufrió lesiones en su rodilla debido al impacto con el ta-
blero. Es decir que debido al choque el cuerpo de la actora impactó con el tablero y parabri-
sas. En este marco, resulta ajustado a derecho concluir que el uso del cinturón hubiera
aminorado las lesiones físicas sufridas por la actora pues el desplazamiento del cuerpo hacia
adelante no habría sido tal y por lo tanto, el impacto de la rodilla con el tablero hubiera sido
menor o no hubiera existido. La falta de empleo del cinturón en cabeza del perjudicado, im-
plica la asunción de un riesgo en la producción o agravamiento de las lesiones, pues se trata
de un hecho de preponderante relevancia causal respecto del resultado dañoso, pero obvia-
mente no tiene que ver con la "culpa" en la producción del choque. En esta inteligencia deben
quedar excluidos de la condena los mayores daños que las víctimas contribuyeron a producir
al no haber observado la norma de tránsito que les exigía el uso del cinturón de seguridad
Hechos
Llega la causa a la Cámara de Apelaciones de Sexta Nomi- Doctrina del fallo
nación en lo Civil y Comercial de Córdoba con motivo de los Atento los términos de la litis, he de analizar en primer lugar
recursos de apelación interpuestos por ambas partes en el agravio relativo al porcentaje de responsabilidad atribuido
contra de la Sentencia N° 370 dictada el día 17/10/13 por
el Juzgado de Primera Instancia y Octava Nominación Civil Sumario

Nieto debe abonar cuota

y Comercial, a cargo de Fernando E. Rubiolo, que resolvió:
“…I) Rechazar la demanda incoada por la Sra. Fanny Liliana

alimentaria a su abuela
Elhaibe Irigoyen en contra de la Sra. Vanesa Gisella Cur-
belo; y acoger parcialmente la promovida en contra del Sr.
Pablo Ariel Lamberti Incutti y, en consecuencia, condenar a
éste último a abonar al actor la suma de Pesos treinta mil Pág. - 6 -
ochocientos setenta y dos con 63/100 ($ 30.872,63), con

Cuatro juzgados civiles

más los intereses fijados en el Considerando respectivo. II)
Imponer las costas en un setenta por ciento (70%) a cargo
del demandado vencido, y en un treinta por ciento (30%)
a cargo del actor. III) Hacer extensiva la condena, en la me- comienzan a emitir órdenes
dida de la cobertura del riesgo que fuera objeto del con-
trato, a la compañía de seguros de San Cristóbal Soc.
de pago electrónicas
Mutual de Seguros”.
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a la víctima debido al no uso del cinturón de seguridad al
momento de producirse el siniestro.
Cabe destacar que no se encuentra cuestionada la mecánica
del siniestro ni la responsabilidad que le cupo al demandado
en su producción.
El punto en conflicto se vincula con el hecho de que se con-
sidere que el no uso del cinturón de seguridad por parte de
la actora guarda relación de causalidad con los daños por
ella sufridos.
La determinación de la responsabilidad debe sujetarse al
criterio según el cual, debe verificarse en el caso concreto
la incidencia causal de la conducta de la víctima.
Determinar la o las causas de uno o varios sucesos consti-
tuye la tarea de aprehensión cognoscitiva del fenómeno
causal. El punto de partida de esta problemática es esta-
blecer la noción de “causa” –sustento del método causal-,
que intenta la explicación de los sucesos por sus hechos ge-
neradores. La aprehensión del fenómeno causal como pro-
ceso de la verificación de la génesis de determinados
sucesos y la trama de sus interrelaciones, se da en el plano
de la realidad natural. Pero cuando el principio de causali-
dad es trasladado a otro dominio del conocimiento que
posee objeto, finalidad y metodología propios, como el de-
recho –que se adscribe a la órbita de las ciencias culturales-
, se impone distinguir tres niveles que, aunque bien
definidos, aparecen generalmente superpuestos o entre-
mezclados en la elaboración teórica que lleva a cabo el ju-
rista al tratar esta materia. Ellos son: a) el ontológico, o el
de los hechos reales; b) el gnoseológico, o del conocimiento
y enunciado de la relación causal; c) el jurídico, que con-
templa los modos como es captado normativamente el fe-
nómeno causal y su enmarcamiento a través de otras
nociones específicas del campo de la juricidad (v. gr., impu-
tabilidad, culpabilidad, etc.).
Resulta además necesario saber de antemano qué se en-
tiende por “causa” en el lenguaje del derecho.
La experiencia de la vida indica que en la producción de
todo suceso, confluyen siempre un conjunto de abundantes
factores o condiciones que unidos, y sólo en virtud de tal
unión, provocan un determinado resultado. La causa no es
pues cada una de esas condiciones, que por sí solas habrían
sido irrelevantes para la producción del evento, sino todas
ellas tomadas colectivamente.
Ahora bien, determinar cuáles condiciones o antecedentes
deben ser consideradas “relevantes” para el plexo jurídico
para elevarlas a la categoría de causa, ha sido desde antaño
una cuestión álgida tanto en la doctrina como en la juris-
prudencia. En efecto, se han elaborado distintas teorías
sobre la causalidad, con su respectiva recepción en los dis-
tintos sistemas jurídicos.
Cualquier solución que se adopte no debe apartarse del sis-
tema jurídico vigente. En el nuestro, concretamente en el
Código Civil (art. 906, según ley 17.711), se ha adoptado la
teoría de la causalidad adecuada, la cual es, sin duda, la de
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mayor predicamento en la hora actual. Esta concepción
aquilata la adecuación de la causa en función de la posibi-
lidad y probabilidad de un resultado, atendiendo a lo que
corrientemente acaece, según lo indica la experiencia dia-
ria en orden al curso ordinario de los acontecimientos.
La causalidad adecuada está, de tal modo, estrechamente
ligada a la idea de regularidad, al curso normal y habitual
de las cosas según la experiencia de vida, a lo que normal-
mente acostumbra suceder.
Debe atenderse a lo que ordinariamente acaece según el
orden normal, ordinario, de los acontecimientos. Según este
punto de vista, la relación de causalidad jurídicamente re-
levante es la que existe entre el daño ocasionado y la con-
dición que normalmente lo produce.
La mecánica para verificar la causalidad adecuada consiste
en una prognosis póstuma, en la que el juez tiene que re-
componer el cuadro de situación del caso, considerando en
abstracto, la previsibilidad de una persona normal. Es decir,
se debe determinar ex post facto la posibilidad de un re-
sultado en función de las condiciones precedentes.
Es así que para determinar el nexo causal entre una causa
y un efecto, es necesario realizar un juicio de idoneidad o
adecuación que debe reunir, las siguientes características:
a) Ha de plantearse hacia el pasado, retrocediendo el in-
térprete al momento del hecho, operando a la manera de
historiador para rescatar el pasado atinente al hecho, lo más
fiel y fidedignamente que sea posible; b) El cálculo de pro-
babilidades tiene que ser formulado en abstracto, aten-
diendo a lo que usualmente ocurre y no en concreto; c)
Tiene que existir pluralidad de casos, porque de no ser así
no respondería a un criterio de experiencia sino de mera
especulación.
En suma, la teoría de la causalidad adecuada considera a las
condiciones en abstracto, y selecciona como causa a aque-
lla que, además de ser condición necesaria, tenía aptitud
para generar el resultado según las reglas normales de la
experiencia (ZAVALA DE GONZÁLEZ, Resarcimiento de
daños, t. 4, Presupuestos y funciones del derecho de daños,
Hammurabi, Bs. As., 1999, p. 255).
En los daños causados por el riesgo o vicio de la cosa (art.
1113, segundo párrafo Código Civil), como en el caso sub
examen, la ley dispone que responden frente a la víctima,
concurrentemente, el dueño y el guardián de la misma.
Ahora bien, alegada por el demandado la existencia de una
eximente de responsabilidad cuya génesis tiene que ver con
la conducta de la víctima, debe indagarse si el daño cuya re-
paración se reclama ha sido provocado en su totalidad por
el riesgo o vicio de la cosa o por el contrario, existe una
concausa que tiene que ver con la conducta negligente y
antirreglamentaria de la víctima.
En el caso, se trató de un choque frontal en el cual la ac-
tora sufrió lesiones en su rodilla debido al impacto con el ta-
blero del vehículo.
De la historia clínica adjuntada a fs. 197/211 surge que la
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damnificada fue asistida en el Hospital Privado y relató al
médico interviniente que sufrió un accidente vial, colisión
auto con auto, sin cinturón de seguridad, impactando con
ambas rodillas en el tablero anterior y con el cráneo en pa-
rabrisas delantero.
Es decir que debido al choque el cuerpo de la actora im-
pactó con el tablero y parabrisas.
En este marco, resulta ajustado a derecho concluir que el
uso del cinturón de seguridad hubiera aminorado las lesio-
nes físicas sufridas por la actora pues el desplazamiento del
cuerpo hacia adelante no habría sido tal y por lo tanto, el
impacto de la rodilla con el tablero hubiera sido menor o no
hubiera existido.
Indudablemente la omisión apuntada tuvo la entidad nece-
saria para el agravamiento de las lesiones. La falta de em-
pleo del cinturón de seguridad en cabeza del perjudicado,
implica la asunción de un riesgo en la producción o agrava-
miento de las lesiones, pues se trata de un hecho de pre-
ponderante relevancia causal respecto del resultado
dañoso, pero obviamente no tiene que ver con la "culpa"
en la producción del choque. En este sentido se ha venido
pronunciando regularmente la jurisprudencia nacional (cfr.
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala M, Jofre,
Matías Ezequiel c. Man, Roberto Adrián y otros, 29/12/2010,
La Ley Online, AR/JUR/91567/2010, Cámara 1a de Apela-
ciones en lo Civil y Comercial de San Isidro, sala II, Del Cas-
tillo, Alejandro y otro c. Andino, Oscar y otro, 23/09/2010,
RCyS 2011-IV , 218, AR/JUR/59632/2010). En esta inteli-
gencia se ha entendido que deben quedar excluidos de la
condena los mayores daños que las víctimas contribuyeron
a producir al no haber observado la norma de tránsito que
les exigía el uso del cinturón de seguridad.
Tal ha sido el temperamento adoptado por este Tribunal en
autos “"SANCHEZ, LUCIANA LAURA C/ MOSCARDO, MARIA
JACQUELINE Y OTRO – ORDINARIO – DAÑOS Y PERJ. –
ACCIDENTES DE TRANSITO – RECURSO DE APELACION –
EXPTE. Nº 1336263/36” (Sent. Nº1 07/02/2012) que refiere
el Juez A-quo en su fallo.
Allí se consideró que el viajar sin cinturón de seguridad
constituye una imprudencia que lo hace pasible al incum-
plidor de cierto grado de culpa, siempre que el daño tenga
relación causal con el hecho imprudente. En el fallo se
afirmó que: “…Esta concurrencia de culpas adquiere rele-
vancia, en el caso, cuando gravita en las consecuencias pa-
decidas pues la previsión o cuidado de cualquiera de ellos
hubiera bastado para excluir la posibilidad de la producción
del daño en la medida señalada”, para finalmente concluir
en que el accionar de la víctima tuvo una incidencia causal
del 50% en la producción de los daños.”.
En el presente caso ha quedado demostrada la omisión de
uso de cinturón de seguridad por parte de la actora como
así también la producción de lesiones cuya génesis guarda
adecuada relación de causalidad con su conducta.
La lógica y la experiencia indican que un choque frontal ex-
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pone al conductor a un alto impacto, lo que sin duda posee
la virtualidad de producir y/o agravar los daños.
En lo atinente a la reducción al cincuenta por ciento consi-
dero que se encuentra debidamente justificada conforme a
la mecánica del siniestro y al tipo de las lesiones sufridas
por la víctima.
En un caso como el aquí planteado resulta ajustado a de-
recho concluir en que la conducta de la víctima contribuyó
en el porcentaje arriba indicado en la producción de las le-
siones atento el juicio de gnosis póstuma realizado y a lo
que indican las probanzas rendidas y las reglas de la lógica
y la experiencia. Por ello, el agravio vertido por la actora en
tal sentido debe ser rechazado.
Mediante la segunda queja la Sra. Elhaibe Irigoyen cues-
tiona el grado de incapacidad asignado por el perito oficial
a fs. 213/215 como así también los fundamentos que es-
grime el Juzgador a los fines de otorgar mayor credibilidad
al dictamen emitido por el oficial.
Existiendo conclusiones divergentes entre el perito oficial y
los controloreadores de parte, se impone un análisis integral
e interrelacionados de la totalidad de las pruebas rendidas
a los fines de resolver de manera fundada, cuál de los dic-
támenes, resulta ajustado a la realidad de los hechos.
El dictamen oficial ofrece en principio mayor convicción, lo
cual no obliga al Juzgador a seguir sin más sus conclusio-
nes.
La regla en la apreciación de este medio de prueba, es que
el tribunal debe aceptar el dictamen del experto, en la me-
dida que sus fundamentos sean convincentes y explicados
con razones en forma coherente y perceptible, sobre la base
de un razonamiento lógico.
La fuerza probatoria del dictamen pericial será estimada por
el juez teniendo en consideración la competencia de los pe-
ritos, la uniformidad o disconformidad de sus opiniones, los
principios científicos en que se fundan, la concordancia de
su aplicación con las reglas de la sana lógica y las demás
pruebas y elementos de convicción que la causa ofrezca.
De lo expuesto precedentemente se sigue la libertad con
que cuenta el juez para apreciar el dictamen pericial y apar-
tarse de sus conclusiones, lo que no implica reconocer una
absoluta discrecionalidad.
La apreciación de los informes periciales es facultad de los
jueces conforme a las reglas de la sana crítica, por lo que
tienen a su respecto la misma libertad de ponderación que
para el análisis de las demás medidas probatorias, porque
las pericias son solo una guía para el juez, que puede o no
tenerlas en cuenta definitoriamente, pues decir lo contrario
haría que esos dictámenes o informes fueran, en sí, la sen-
tencia del caso.
El art. 283 del CPC., expresa que el juez apreciara el mérito
de la prueba según las reglas de la sana crítica, debiendo
considerar el informe de los peritos de control si los hubiere.
A los fines de determinar la fuerza convictiva del dictamen
pericial, asume decisiva importancia las razones proporcio-
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nadas por el experto para fundar sus conclusiones. Si bien
la pericia no es vinculante para el juez, para no seguir sus
conclusiones tiene que recurrir a fundamentos objetivos,
demostrativos que el dictamen se halla reñido con las reglas
de la sana critica, con argumentos científicos de mayor
valor, o que se le opongan pruebas de igual o superior je-
rarquía.
El Tribunal Superior de Justicia ha sostenido que el perito de
control es un perito técnico, que actúa en el juicio bajo la
supervisión del Tribunal, aun cuando haya sido propuesto
por una de las partes. La opinión del perito de control que
resulte divergente con la del perito oficial puede ser tenida
en cuenta por el juzgador para fundar su pronunciamiento,
si encuentra que sus razones son más valederas que las que
aporta el perito oficial. El Juez debe valorar los dictámenes
de conformidad con las reglas de la sana crítica racional (cfr.
T.S.J., Sem. Jur. nro. 905, 8/10/92, pág. 303).
La perito oficial relata en su dictamen que “…debido al
hecho ocurrido, sufrió golpes en todo su cuerpo, afectando
su columna cervical y pierna derecha. Que fue trasladado al
Hospital D. Funes y luego al Hospital Privado, donde recibió
asistencia médica con estudios radiográficos y diagnóstico
de fractura de rótula de pierna derecha, por la que fue in-
tervenida quirúrgicamente, con férula de yeso, indicación
farmacológica y posteriormente fisioterapia, siendo some-
tida a una segunda intervención el 09/08/07”, “…que desde
el día del accidente, permanece con dolor frecuente en ro-
dilla izquierda a nivel de rótula y que tiene dificultad
para deambular, subir-bajar escaleras, permanecer de pie
por tiempos prolongados y realizar sus actividades cotidia-
nas y laborales con normalidad.”. -
Lo expuesto por la perito oficial como así también la reali-
dad que surge de la Historia Clínica dan cuenta del tenor de
las lesiones sufridas por la actora quien fue sometida a dos
intervenciones quirúrgicas y aun así continúa sufriendo mo-
lestias, dolores y una serie de dificultades en todo lo ati-
nente a la realización de las actividades cotidianas.
Frente a la realidad que evidencian las pruebas colectadas
en la causa no aparece como un dictamen debidamente
fundado el presentado por el perito oficial quien sin brindar
mayores explicaciones ni fundamentos científicos concluye
en que la actora tiene una limitación funcional del 7% de la
T.O.
En esta inteligencia, asiste razón a la apelante por cuanto
el técnico oficial no muestra el camino recorrido para llegar
a las conclusiones, mientras que el perito de control de la
parte actora, luego de practicar una exhaustiva revisación
verifica la rigidez como el déficit de extensión de la rodilla
de la accionante.
Constata un arco de flexo extensión del 90° a lo cual le co-
rresponde un incapacidad del 18% según copia del baremo
general para el fuero civil de los Dres. Altube y Carlos Al-
fredo Rinaldi, cuya copia acompaña en respaldo de sus con-
clusiones.
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Por otro lado, y a los fines de justificar la virtualidad pro-
batoria que se otorga al informe de control por sobre el ofi-
cial, cabe destacar que de la foja quirúrgica de fecha
09/08/07, es decir un año después de producido el sinies-
tro, se deprende que al realizarle el diagnostico preopera-
torio se constata: “… Rodilla derecha con fractura expuesta
de rotula hace 11 meses (patelectomia parcial del polo in-
ferior) y lesión osteocondral en zona portante del cóndilo
externo).
La envergadura de las secuelas y las razones que aduce el
controloreador justifican el apartamiento del dictamen emi-
tido por el técnico oficial, quien de manera escueta y sin
mayores fundamentos científicos y técnicos concluye en un
grado de incapacidad que no se compadece con lo que evi-
dencias las probanzas rendidas y el baremo acompañado
por el perito de control.
Ahora bien, siendo que el actor al intentar la demanda de-
nuncia una incapacidad del 18 de la T.O es que corresponde
limitar a ese porcentaje el grado de incapacidad, lo cual por
otro lado es lo solicitado por la actora en la etapa alegato-
ria (ver fs. 511).
Efectuados los cálculos según la pautas fijadas en la sen-
tencia, las que no fueron objeto de ataque, corresponde
multiplicar el monto de la remuneración de la actora ($
1.520) por el porcentaje de incapacidad (18%), lo que
arroja un resultado de $ 273,60 que debe ser multiplicado
por 12 meses: $ 3.283,20 y sumarle el seis por ciento anual
de interés puro $ 196,99, lo que da $ 3.480,19. -
Para determinar el valor correspondiente a la pérdida de
chance el Juez A-quo indica que debe tomarse la fecha del
evento dañoso hasta que la actora cumpla la edad de 65
años, lo que arroja un período resarcitorio de 35 años y un
factor de aplicación igual al 14,49.
De allí que, multiplicado $ 3.480,19 por 14,4982 da por re-
sultado la suma de $ 50.456,51.
De esa suma el Juez A-quo otorga un 70% para indemnizar
la pérdida de chance, lo que arroja un monto igual a $
35.319 con la reducción del 50% por el no uso del cinturón
de seguridad, lo que da un total de $ 17.659.
Por su parte, el demandado y citada en garantía cuestionan
el dies a-quo de los intereses mandados a pagar sobre el
rubro pérdida de chance.
De la lectura del fallo se infiere que en los considerandos el
Magistrado establece que: “…Respecto a este rubro, la apli-
cación de la fórmula Marshall, ya contiene calculados los in-
tereses, por lo que no corresponde aplicar intereses
compensatorios, sino sólo moratorios desde la fecha en que
la sentencia quede firme. Ello obedece a que se trata de un
daño futuro….” (fs. 549 vta.).
Que luego al tratarse el tema de los intereses se decide que
los mismos corren desde la fecha de acaecimiento del
evento dañoso sin aclararse que el rubro pérdida de chance
no se encuentra alcanzado por lo resuelto en el conside-
rando VI).
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En este marco, asiste razón al apelante por cuanto al re-
solverse lo atinente a la pérdida de chance expresamente se
dan las razones por las cuales el dies a-quo de los intereses
es diferente al fijado para los demás rubros resarcitorios.
Ello así, corresponde acoger el agravio y establecer que al
rubro pérdida de chance deben adicionarse los intereses fi-
jados en el fallo pero desde la fecha del dictado de la sen-
tencia y hasta el momento del efectivo pago, tal como se
dispusiera en el considerando pertinente.
Por último resta tratar la queja que vierten las partes res-
pecto a la imposición de costas.
La actora propone que sean impuestas al demandado en su
totalidad mientras que el accionado propicia la distribución
aritmética según el éxito obtenido por cada litigante.
Se ha reconocido que “El régimen de costas establecido en
nuestro sistema procesal recepta, como regla, el principio
objetivo de la derrota, según el cual la parte vencida será
condenada al pago de los gastos del juicio (art. 130 CPC).
Siguiendo el mismo postulado, el art. 132, Cód. cit, regla-
menta el supuesto de vencimientos recíprocos, disponiendo
que: "Si el resultado del pleito fuese parcialmente favorable
a ambas partes, las costas se impondrán prudencialmente
en relación con el éxito obtenido por cada una de ellas.".
De tal modo, la aplicación del principio objetivo de la de-
rrota, propone como actividad esclarecedora del problema
de la imposición de costas, reparar en la dirección que han
tenido las pretensiones esgrimidas por las partes, y con-
frontarlas con el resultado final de la controversia, para así
conocer cuál de ellas, y en qué proporción, ha tenido éxito
en el ejercicio de la gestión judicial.”("BANCO FEIGIN S.A.
C/ COMEDI ANA ROSA – EJECUTIVO - REC. DE CASACION",
- “B” 48/99 - ).
En el particular supuesto de la acción de daños y perjuicios,
esta Cámara ha dicho en el precedente: “Munhoz c. Supe-
rior Gobierno de la Provincia de Córdoba”, que conforme lo
admite gran parte de la doctrina y jurisprudencia, las cos-
tas forman parte de la indemnización por daños respon-
diendo al principio de reparación integral, pero tal premisa
no es de aplicación irrestricta ni permite en todos los casos,
dejar de lado las claras directrices que imperan en la temá-
tica de las costas.
En el caso de autos, la actora triunfó en lo que respecta a
la atribución de responsabilidad a la demandada, como asi
también, fueron admitidos los rubros daño material, gastos
terapéuticos, privación de uso del vehículo, gastos por con-
tratación de personal, gastos de asistencia doméstica, pér-
dida de chance y daño moral.
Que el único de los reclamos que no encontró acogida fa-
vorable fue el reclamo efectuado a los fines de superar las
secuelas estéticas del siniestro, mientras que los relaciona-
dos a los daños físicos y afecciones espirituales fueron re-
ducidos debido al porcentaje de culpa atribuida a la víctima.
En los puntos en que resultó triunfadora, si bien los mon-
tos económicos por los que progresaron fueron en algunos
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rubros menores a lo solicitado, debe reconocerse que ello
obedeció en algunos supuestos al hecho de tratarse de ru-
bros cuya cuantificación depende en gran medida del arbi-
trio judicial y de los dictaminado por los peritos técnicos.
Por otro lado, no debe soslayarse que la parte demandada
logró acreditar la configuración parcial de una eximente de
responsabilidad que tenía que ver con la conducta negli-
gente de la reclamante, lo cual, llevó a limitar la obligación
resarcitoria conforme da cuenta la sentencia apelada.
Por ello, en el estudio de la carga de las costas deben pon-
derarse las particulares circunstancias del caso, los éxitos
obtenidos por cada parte, sin perderse de vista determina-
das cuestiones que llevan a justificar una imposición de cos-
tas no estrictamente aritmética a las resultas del pleito
como lo establece el art. 130 del C.P.C.C. pues debe garan-
tizarse el principio de reparación integral del daño causado.
Por lo cual, resulta acertado, prudente y ajustado a derecho
mantener la imposición de costas efectuada por el Senten-
ciante.
Resolución
I) Acoger parcialmente el recurso de apelación interpuesto
por la actora y en consecuencia modificar la indemnización
otorgada en concepto de pérdida de chance, la que luego
de ser reducida en un 50%, se cuantifica en la suma de
pesos diecisiete mil seiscientos cincuenta y nueve ($
17.659). II) Imponer las costas en la Alzada por la trami-
tación del presente recurso en un 50% a cargo de cada
parte debiéndose estimar los honorarios de los Dres. Carlos
Eduardo Celador y Milagros de Arteaga en el 35% del punto
medio de la escala del art. 36 sobre lo que fue motivo de
agravios, a cada uno de ellos, con más lo que le corres-
ponda al primero de los nombrados en concepto de IVA
atento su calidad de “Responsable Inscripto”. III) Acoger
parcialmente el recurso de apelación interpuesto por la de-
mandada y en consecuencia establecer que los intereses
sobre el rubro pérdida de chance corren desde la fecha en
que quede firme la sentencia dictada en la instancia ante-
rior y hasta el día del efectivo pago. Confirmar en todo lo
demás. IV) Imponer las costas por los trabajos realizados
en la Alzada en un 50% a cargo de cada parte, debiéndose
estimar los honorarios de los Dres. Carlos Eduardo Celador
y Milagros de Arteaga en el 35% del punto medio de la es-
cala del art. 36 sobre lo que fue motivo de agravios, a cada
uno de ellos, con más lo que le corresponda al primero de
los nombrados en concepto de IVA atento su calidad de
“Responsable Inscripto”.
C6a CC Cba. Sent. N° 96. 26/08/14. “Elhaibe Irigo-
yen Fanny Liliana c/ Lamberti Incutti Pablo Ariel y
otros- ordinario- Recurso de apelación”. Fdo. Dres.
Walter Adrián Simes, Alberto F. Zarza y Silvia B. Pa-
lacio de Caeiro
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Fuero de Familia

Nieto debe abonar cuota alimentaria a favor de

su abuela
No es requisito que el alimentado se encuentre en la miseria, ya que resulta sufi-
ciente que pruebe que no se halla en condiciones de soportar, en todo o en parte, sus
necesidades con el respaldo de su patrimonio o del producido de su trabajo. En el
caso, de la prueba colectada se desprende no sólo las necesidades de su abuela con-
forme al nivel de vida que acostumbraba a llevar la familia, sino las efectivas posibi-
lidades del nieto para procurarle asistencia. Habiendo prefallecido el padre del
demandado, la obligación alimentaria pesa ineludiblemente sobre el requerido, en
virtud de razones de solidaridad familiar
Hechos Doctrina del fallo cuestiones litigiosas que pudieran
Llega la causa a conocimiento de la No es requisito que el alimentado se subsistir entre las partes por las em-
Sala M de la Cámara de Apelaciones encuentre en la miseria. Resulta su- presas familiares de transporte alu-
en lo Civil, en virtud del recurso de ficiente que pruebe que no se halla didas en la causa, lo cierto es que
apelación interpuesto por ambas en condiciones de soportar en todo -habiendo prefallecido el padre del
partes, contra la sentencia que hi- o en parte, sus necesidades con el demandado- la obligación alimenta-
ciera lugar a la pretensión de fijación respaldo de su patrimonio o del pro- ria pesa ineludiblemente sobre el
de una cuota alimentaria a favor de ducido de su trabajo. Puede ocurrir nieto requerido. De la prueba colec-
la abuela del demandado. La actora, que quien reclama alimentos sea be- tada resulta sin hesitación no sólo
luego de efectuar un extenso análi- neficiario de una jubilación o pen- las necesidades de su abuela con-
sis de la prueba a partir de la cual sión, que resulte insuficiente para forme al nivel de vida que acostum-
entiende quedó probado el buen los gastos ordinarios de subsistencia braba llevar la familia, sino las
pasar económico del cual gozaba e incluso -como en el presente caso- efectivas posibilidades del nieto de-
hasta que -según sus dichos- la em- , para los extraordinarios derivados mandado para procurarle asistencia
presa de transportes que le pertene- de su avanzada edad o de enferme- de acuerdo a los parámetros ya des-
cía junto a su fallecido esposo y le dades (conf. esta Sala, R. 540210). criptos.
otorgaba su sustento económico, A diferencia de la amplitud con que En este orden de ideas y teniendo
fue apropiada por su nieto, arroján- debe fijarse la cuota alimentaria en cuenta el acuerdo al que las pro-
dola a su actual situación de falta de cuando se trata del hijo menor que pias partes arribaran en diciembre
recursos. Se explayó sobre la buena reclama, en el caso de la pensión ali- de 2012 a fs. 153, la suma de $
posición económica del alimentante mentaria debida entre parientes por 6.000 más el pago de Medicus deci-
conforme al volumen de ingresos de razones de solidaridad familiar, el dida en el fallo apelado resulta equi-
las empresas que preside y detrás monto debe restringirse a lo que re- tativa y debe ser confirmada.
de las cuales -dice- oculta sus bienes sulta indispensable para atender las
personales, probados por los testi- necesidades ineludibles del benefi- Resolución
gos. A su turno, el alimentante rei- ciario debiendo probarse la imposi- 1) Confirmar en lo principal que de-
teró que la presente demanda tiene bilidad de atender sus necesidades. cide la sentencia apelada de fs. 589,
por objeto dirimir encubiertamente Por aplicación de estos conceptos, retrotrayéndose los alimentos desde
cuestiones comerciales que la actora aun cuando el actor solicite que la la fecha del sorteo del trámite de
y G R tienen con el apelante. Alegó cuota que reclama cubra distintos mediación. Con costas de la Alzada
que la actora no demostró cuáles rubros -vivienda, alimentación, ves- al demandado que resulta sustan-
son los gastos que debe afrontar. timenta y salud- es claro que su cialmente vencido (art. 68 CPCCN).
Asimismo, sostuvo que su situación cuantía no podrá exceder de aque-
de persona joven que inicia una vida llo que resulte menester para aten- Autos: M. J. E. c/ F. M. s/ ali-
de pareja y futura familia, llevan a der sus requerimientos elementales mentos. Sala M de la Cámara
considerar que no podrá desatender (conf. CNCiv., Sala G, Expte. Nº Nacional de Apelaciones. Bue-
sus propias obligaciones y que en 403230, del 16-06-04, Y., A.R. c/ Y., nos Aires. 15/10/2014.-
definitiva, la cuota decidida más los R.P. s/ ALIMENTOS, Sumario
aumentos de la medicina prepaga - N°16047 de la Base de Datos de la (Fallo completo a disposición de
que también está a su cargo-, serán Secretaría de Jurisprudencia de la los suscriptores)
imposibles de afrontar. Cámara Civil – Boletín N°14/2004).
En el caso analizado, más allá de las

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Lunes 1 de diciembre de 2014 7
Legislación Nacional

Fijan audiencia para el día 9 de diciembre para

designar camaristas, jueces y fiscales
El Senado de la Nación, a través de la
Secretaria Parlamentaria, hacen saber
los mensajes del Poder Ejecutivo so-
licitando prestar acuerdo para la de-
signación de los siguientes
ciudadanos en los cargos que se con-
signan: 1.- Eduardo Daniel Avalos,
Vocal de la Cámara Federal de Apela-
ciones de Córdoba, Sala A (Expe-
diente PE 326/14); 2.- Graciela
Susana Montesi, Vocal de la Cámara
Federal de Apelaciones de Córdoba,
Sala A (Expediente PE 327/14); 3.- Li-
liana del Valle Navarro, Vocal de la
Cámara Federal de Apelaciones de
Córdoba, Sala B (Expediente PE
328/14); 4.- Silvia Noemí De Pinto,
Jueza del Juzgado Nacional de 1ª Ins-
tancia en lo Civil N° 22 de la Capital
Federal (Expediente PE 329/14); 5.-.
Julio Fernando Ríos Becker, Juez del
Juzgado Nacional de 1ª Instancia en
lo Civil N° 43 de la Capital Federal
(Expediente PE 330/14); 6.- María Ve-
rónica Ramírez, Jueza del Juzgado
Nacional de 1ª Instancia en lo Civil N°
73 de la Capital Federal (Expediente
PE 331/14); 7.- Hernán Horacio
Pages, Juez del Juzgado Nacional de
1ª Instancia en lo Civil N° 78 de la
Capital Federal (Expediente PE
332/14); 8.- Juan Perozziello Vizier,
Juez del Juzgado Nacional de 1ª Ins-
tancia en lo Civil N° 96 de la Capital
Federal (Expediente PE 333/14); 9.-
Marta Carmen Rey, Jueza del Juz-
gado Nacional de 1ª Instancia del
Trabajo N° 23 de la Capital Federal
(Expediente PE 334/14); 10.- San-
tiago Antonio Zarza, Juez del Juzgado
Nacional de 1ª Instancia del Trabajo
N° 75 de la Capital Federal (Expe-
diente PE 335/14); 11.- Juan Patricio
García Elorrio, Fiscal General ante los
Tribunales Orales en lo Criminal Fe-
deral de la Capital Federal, Fiscalía N°
4 (Expediente PE 336/14); 12. Ge-
rardo Ramón Di Masi, Fiscal General
ante los Tribunales Orales en lo Cri-
minal Federal de la Capital Federal,
Fiscalía N° 6 (Expediente PE 337/14);
13.- Marcelo Luis Colombo, Fiscal Ge-
neral ante los Tribunales Orales en lo
Criminal Federal de la Capital Federal,
Fiscalía N° 8 (Expediente PE 338/14);
14.- Diego Velasco, Fiscal General
ante el Tribunal Oral en lo Criminal
Federal de Tucumán (Expediente PE
339/14); 15.- Fernando Alcides
Uriarte, Fiscal General ante la Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Civil
(Expediente PE 340/14); 16.- Juan
Pedro Zoni, Fiscal ante el Juzgado Fe-
deral 1ª Instancia N° 2 de Santiago
del Estero, Fiscalía N° 2 (Expediente
PE 341/14); 17.- Carlos Hernán Gar-
cía, Fiscal ante el Juzgado Federal 1ª
Instancia de Tartagal, Provincia de
Salta, (Expediente PE 342/14); y 18.-
Elena Marisa Vázquez, Fiscal ante los
Juzgados Federales 1ª Instancia de
Formosa, Fiscalía N° 1 (Expediente PE
343/14). Finalmente, informa que la
Audiencia Pública es designada para
el día Martes 09 de diciembre de
2014, a las 10., en el Salón Arturo Illia
del Senado de la Nación, sito en calle
H. Yrigoyen Nº 1849 -1° Piso, ciudad
de Buenos Aires.
Publicado en BON el 28/11/2014

Legislación Nacional
Habrá audiencia el 10 de diciembre para designar
funcionarios judiciales
El Senado de la Nación, mediante la Secretaria Parlamenta-
ria, hace saber los mensajes del Poder Ejecutivo solicitando
prestar acuerdo para la designación de los siguientes ciuda-
danos en los cargos que se consignan: 1. Pablo Camuña,
Fiscal ante los Juzgados Federales 1ª Instancia de San Mi-
guel de Tucumán, Fiscalía N° 2 (Expediente PE 344/14); 2.
Jorge Horacio Campitelli, Fiscal ante los Juzgados Federales
1ª Instancia lo Criminal y Correccional de Posadas, Provin-
cia de Misiones, (Expediente PE 345/14); 3. Rafael Alberto
Espinola, Fiscal ante los Juzgados Federales 1ª Instancia en
lo Civil, Comercial y Contencioso Administrativo de San
Justo, Provincia Bs. As., Fiscalía N° 1 (Expediente PE
346/14); 4. Viviana Alejandra Vallejos, Fiscal ante el Juzgado
Federal 1ª Instancia de Oberá, Provincia de Misiones, (Ex-
pediente PE 347/14); 5. Ana María Gil, Defensora Pública
Oficial ante los Tribunales Orales en lo Criminal Federal de
Rosario, Provincia de Santa Fe, Defensoría N° 1 (Expediente
PE 348/14); 6. Enrique María Comellas, Defensor Público
Oficial ante los Tribunales Orales en lo Criminal Federal Ro-
sario, Provincia de Santa Fe, Defensoría N° 3 (Expediente
PE 349/14); 7. Martín Bomba Royo, Defensor Público Oficial
ante los Tribunales Federales de 1ª y 2ª Instancia de Salta,
(Expediente PE 350/14); 8. César Augusto Balaguer, Defen-
sor Público Oficial ante la Cámara Federal de Apelaciones en
lo Civil, Comercial y Contencioso Administrativo de San
Justo, Provincia de Buenos Aires, (Expediente PE 351/14); 9.
Edgardo Adolfo Bertini, Defensor Público Oficial ante los Tri-
bunales Federales de 1ª y 2ª Instancia de Tucumán, (Ex-
pediente PE 352/14); 10. Jorge Antonio Perano, Defensor
Público Oficial ante los Tribunales Orales en lo Criminal Fe-
deral de Córdoba, Defensoría N° 3, (Expediente PE 353/14);
11. Rodrigo Altamira, Defensor Público Oficial ante los Tri-
bunales Orales en lo Criminal Federal de Córdoba, Defenso-
ría N° 1 (Expediente PE 354/14); 12. José Ignacio Guillermo
Pazos Crocitto, Defensor Público Oficial ante el Tribunal Oral
en lo Criminal Federal de Bahía Blanca, Provincia de Buenos
Aires, (Expediente PE 355/14); 13. Silvia del Carmen Abalo-
vich Montesinos, Defensora Pública Oficial ante el Juzgado

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 8 Lunes 1 de diciembre de 2014
Federal 1ª Instancia N° 1 de Santiago
del Estero, (Expediente PE 356/14); 14.
Paola Bigliani, Defensora Pública Oficial
ante los Tribunales Orales en lo Criminal
Federal de la Capital Federal, Defensoría
N° 4 (Expediente PE 357/14); 15. Ger-
mán Carlevaro, DNI: 23.469.512, Defen-
sor Público Oficial ante los Tribunales
Orales en lo Criminal Federal de la Capi-
tal Federal, Defensoría N° 1 (Expediente
PE 358/14); 16. Eduardo Santiago
Caeiro, Defensor Público Oficial ante el
Juzgado Federal 1ª Instancia de San
Desde el lunes, cuatro juzgados
Noticia
civiles comienzan a confeccionar
órdenes de pago electrónicas
A partir del lunes 1 de diciembre, los juz-
gados en lo Civil y Comercial de 6ª, 20ª,
30ª y 31ª Nominación de Córdoba co-
menzarán a emitir órdenes de pago elec-
trónicas en el marco de una experiencia
piloto, previa a la definitiva puesta en
marcha del nuevo sistema de pago judi-
cial. Se trata de la fase final del proyecto
de pagos judiciales electrónicos, des-
arrollado por el Poder Judicial de Córdoba
y el Banco de Córdoba, que tiene el ob-
jetivo de reemplazar el libramiento de ór-
denes de pago en soporte papel, que
luego debían ser cobradas personal-
mente en las sucursales bancarias, por
un sistema de transferencias financieras
completamente digital.
Desde el lunes, los cuatro juzgados que
participan de la experiencia piloto podrán
confeccionar las órdenes de pago elec-
trónicas desde el Sistema de Administra-
ción de Causa. Éstas serán remitidas
electrónicamente al Banco de Córdoba,
que administra las cuentas judiciales,
para que procese la orden del tribunal y,
luego, acredite los montos correspon-
AQUÍ
Anuncie
Espacio disponible
STAFF
Juan, (Expediente PE 359/14); y 17. Gra-
ciela Liliana De Dios, Defensora Pública
Oficial Adjunta ante los Tribunales Orales
en lo Criminal Federal de la Capital Fede-
ral, Defensoría N° 15, (Expediente PE DIRECTOR
360/14). Por último, manifiesta que la Lic. Guillermo J. Fragueiro
Audiencia Pública es designada para el REDACCION
día Martes 10 de diciembre de 2014, a las Lic. María J. Bonino
10, en el Salón Arturo Illia del Senado de
la Nación, sito en calle H. Yrigoyen Nº JURISPRUDENCIA
1849 -1° Piso- ciudad de Buenos Aires. Ab. Mariano A. Diaz Villasuso
COLABORADORES
Publicado en BON el 28/11/2014 PERMANENTES
Martin, Luis Cristóbal; Cordoba
Gonzalez, Juan Ignacio; Fe-
rreyra De Reyna, María Lour-
des; Liksenberg,Mariana
Andrea; Harrington, Carolina;
Arrambide De Bringas, Flavia
Eustolia; Marcattini De Bulacio,
Andrea Julieta; Carena, duardo
José; Lincon, Yéssica Nadina;
Isoardi Gerardo; Panero, Mó-
dientes en las cuentas de destino. nica; Martina Prado de Ca-
El sistema, desarrollado por la Subárea rranza
de Investigación, Desarrollo e Innovación
Tecnológica del Poder Judicial de Cór- DISEÑO Y DIAGRAMACION
Germán O. Fragueiro
doba, reducirá la cantidad de horas de
trabajo que insume la confección de las ASESORAMIENTO
órdenes de pago tradicionales, profundi- INFORMATICO
zará el proceso de despapelización de las Guillermo J. Fragueiro (h)
gestiones judiciales y eliminará los trámi- DIRECCIÓN
tes que hasta ahora debían realizar los Sucre 1479 7º “B”
abogados en el banco y en los tribunales Cofico
para cobrar las órdenes de pago.
TELÉFONO
Asimismo, este desarrollo informático (0351) 4743632
está dotado de los máximos niveles de
seguridad ya que los jueces y los secre- WEB
tarios de los tribunales que emitan “e-ór- www.diariojuridicocba.com.ar
denes” contarán con firma digital E-MAIL
mediante el empleo del dispositivo deno- info@diariojuridicocba.com.ar
minado “e-token”, que asocia la identidad
del firmante a una clave personal. REGISTRO DE PROPIEDAD
Con la confección de órdenes de pago INTELECTUAL
En trámite
electrónicas se finaliza un innovador pro-
yecto de pagos judiciales electrónicos
que comenzó con la implementación de JVRIDICO
la consulta de saldo online y continuó con
diario
de Córdoba
la apertura de cuentas judiciales online.
Publicación digital para abogados y magistrados
Los textos completos
de fallos y legislación
publicados y las ediciones
atrasadas podrán ser
Tel.: (0351) 743632 solicitadas sólo por los
info@diariojuridicocba.com.a r
suscriptores a:
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