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-----VII.

El análisis del escrito de expresión de agravios arroja como conclusión

necesaria que la queja no admite recibo, pues lejos se encuentra de demostrar los

déficits que atribuye a la sentencia en recurso. En efecto: la argumentación ha sido

seccionada, privada de fluidez por tal medio e ignorado el contexto en que se vierte cada

frase, lo que puede inducir, sólo en una lectura superficial, a cuestionar su validez

lógica-jurídica. Empero, el examen integral de los fundamentos que sustentan el fallo

adverso a la accionada, impone que tales subsisten indemnes en virtud de la equívoca

técnica recursiva sustentada. No se logra demostrar la infracción a los arts. 155

Constitución de la Provincia y 326 C.P.C.. Al respecto se ha dicho: “Queda claro

entonces que la motivación debe estar presente para legitimar el acto de gobierno

denominado sentencia. El punto es establecer su contenido y el alcance del control que

los órganos jurisdiccionales competentes deben ejercer.”. “La fundamentación lógica

no alude tan sólo a los principios lógicos clásicos (identidad, tercero excluido, no

contradicción y razón suficiente) sino también respecto de las reglas de la teoría de la

argumentación.”. “…las conductas humanas ostentan cualidades diversas que

imponen, consecuentemente, la utilización de un método diverso.”. “De allí que se

cuestione la mera identificación de la sentencia con un silogismo, desde que la labor

del juez supone la constante elección entre diversas opciones, a la luz de los valores

que se entienden ínsitos en el ordenamiento jurídico.” . “…podemos repetir las

enseñanzas que señalan (Perelman, Chaim, La lógica jurídica y la nueva retórica,

Madrid, Civitas, 1979, p.232 y sig.) ‘…el papel de la lógica formal es hacer que la

conclusión sea solidaria con las premisas, pero el de la lógica jurídica es mostrar la

aceptabilidad de las premisas…’ y esta última se presenta ‘…no como una lógica

formal, sino como una argumentación, que depende de la manera en que los

legisladores y los jueces conciben su misión y de la idea que se hacen del derecho y de
su funcionamiento en la sociedad.’ …”. “…Con razón se ha dicho que hoy ‘…se asiste

al triunfo de una jurisprudencia de valores (más que de intereses) convencida de que el

razonamiento jurídico es una forma de pensamiento cuyo entramado tiene poco que ver

con el trazado rectilíneo del pensamiento lógico-formal’ (Peyrano, Jorge W. “Acerca

de la lógica de la argumentación jurídica” en Derecho Procesal Civil de acuerdo al

C.P.C. Peruano, Lima, Ed. Jurídicas, 1995, nota 3, ps. 54/55)…” . “Se ha explicado

muy claramente que la argumentación ‘consiste en esgrimir una serie concatenada de

razonamientos convenientemente expuestos para persuadir al destinatario sobre la

veracidad o validez de una tesis que, por lo general, no está demostrada

fehacientemente o para hacer labor de divulgación persuasiva sobre una verdad o

validez ya demostrada pero aún no conocida por todos’ (Mixán Mas, Florencio, Lógica

Jurídica, Lima, Marsol Perú Editores S.A., 1988, p. 400) …” (Fernández, Raúl

Eduardo, en “Teoría y práctica del razonamiento forense”, ed. Advocatus, Córdoba,

1999, págs. 124/127).-------------------------------

-----En la misma obra y como nota al pie de página (124/125), se invoca un fallo de la

Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, órgano que ha dicho: “la exigencia

constitucional de que los fallos se motiven, no impone al juzgador desarrollos

minuciosos, bastando que, mediante las proposiciones formuladas en torno a los hechos

y el derecho del caso, la sentencia se sostenga por sí misma, como pronunciamiento

razonable y objetivo, o lo que es lo mismo, no aparezca como pura afirmación

caprichosa y subjetiva de la voluntad judicial. La motivación suficiente exigida por la

Ley Suprema, no impone un cartabón de quantum sino de calidad de las

argumentaciones que le sirven de sustento, lo cual supone correlación entre aquéllas y

lo resuelto. Es decir, no existe una medida en la fundamentación de una sentencia, sino

que bastará con que contenga ‘fundamentos mínimos suficientes’, ‘fundamentos


bastantes’, ‘debida fundamentación’ o ‘sustento necesario’ como condición de validez.

La parquedad de un pronunciamiento no importa falta de fundamentación, no debiendo

confundirse fundamentación ‘breve o sucinta’ con una ‘raquítica’ ‘insuficiente’, reñida

con el debido proceso.” (“Rodeo S.R.L. y ot. c/ Consorcio Corrientes y Córdoba y ot.

s/Tercería de dominio”, 16/03/94, Zeus, t. 71, caso 10.778).-

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