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JURISPRUDENCIA

Roj: STSJ M 7059/2017 - ECLI: ES:TSJM:2017:7059


Id Cendoj: 28079330102017100340
Órgano: Tribunal Superior de Justicia. Sala de lo Contencioso
Sede: Madrid
Sección: 10
Fecha: 15/06/2017
Nº de Recurso: 119/2017
Nº de Resolución: 388/2017
Procedimiento: Recurso de Apelación
Ponente: MARIA DEL CAMINO VAZQUEZ CASTELLANOS
Tipo de Resolución: Sentencia

Tribunal Superior de Justicia de Madrid


Sala de lo Contencioso-Administrativo
Sección Décima C/ Génova, 10 , Planta 2 - 28004
33010310
NIG: 28.079.00.3-2015/0001655
Recurso de Apelación 119/2017
Recurrente : Dña. Ruth
PROCURADOR Dña. ANA DOLORES LEAL LABRADOR
Recurrido : AYUNTAMIENTO DE MADRID
LETRADO DE CORPORACIÓN MUNICIPAL
ZURICH INSURANCE PLC. SUCURSAL EN ESPAÑA, S.A.
PROCURADOR Dña. MARIA ESTHER CENTOIRA PARRONDO
SENTENCIA Nº 388/2017
Presidente:
Dña. Mª DEL CAMINO VÁZQUEZ CASTELLANOS
Magistrados:
Dña. FRANCISCA ROSAS CARRION
D. MIGUEL ANGEL GARCÍA ALONSO
D. RAFAEL VILLAFAÑEZ GALLEGO
Dña. ANA RUFZ REY
En la Villa de Madrid, a 15 de junio de 2017.
VISTO por la Sección Décima de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de
Madrid el recurso de apelación que con el número 119/2017 ante la misma pende de resolución y que fue
interpuesto, por la Procuradora doña Ana Leal Labrador , en nombre y representación de doña Ruth , contra
la Sentencia de 23 de noviembre de 2016, dictada por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 34
de los de esta Villa, en el Procedimiento Ordinario seguido ante el mismo con el número 49/2015, por la que
se desestimó el recurso contencioso-administrativo por aquella interpuesto contra la desestimación presunta,
por silencio administrativo del recurso de reposición interpuesto contra la resolución de 5 de junio de 2014,
dictada por la Secretaría General Técnica del Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad, por la que
se desestimó su reclamación de responsabilidad patrimonial por los daños y perjuicios por ello sufridos a

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JURISPRUDENCIA

consecuencia de su caída en la confluencia de la calle Antonia Mercé con la calle Goya de Madrid, el día 26 de
septiembre de 2011, debido a la existencia de un bolardo en la vía pública.
Han sido partes apeladas el AYUNTAMIENTO DE MADRID, representado y asistido por el Letrado del
Ayuntamiento, y, la CIA. ZURICH INSURANCE PLC, SUCURSAL EN ESPAÑA, representada por la Procuradora
doña María Esther Centoira Parrondo.

ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Con fecha 23 de noviembre de 2016, por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 34
de los de esta Villa y en el Procedimiento Ordinario seguido ante el mismo con el número 22/2012, se dictó
Sentencia cuya parte dispositiva, literalmente transcrita, dice así:
"DESESTIMAR el recurso contencioso-administrativo interpuesto por Doña Ruth , representada por la
Procuradora Doña Ana Leal Labrador, contra los actos administrativos identificados en el fundamento de derecho
primero de la presente resolución.
Con expresa imposición de las costas procesales causadas en esta instancia a la parte recurrente en los términos
expuestos en el fundamento de derecho correlativo."
SEGUNDO.- Notificada que fue la anterior resolución a las partes, doña Ruth interpuso, en tiempo y forma,
recurso de apelación, que, tras ser admitido a trámite se sustanció por sus prescripciones legales ante el
Juzgado de que se viene haciendo mención, elevándose las actuaciones a esta Sala.
Se ha opuesto al recurso de apelación interpuesto el Ayuntamiento de Madrid, representado y asistido por el
Letrado del Ayuntamiento, y, la Cia. Zurich Insurance Plc, Sucursal en España, representada por la Procuradora,
doña Mª Esther Centoira Parrondo.
TERCERO.- Recibidas que fueron las actuaciones en esta Sección Décima de la Sala de lo Contencioso-
Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, se acordó formar el presente rollo de apelación y
dar a los autos el trámite previsto en los artículos 81 y siguientes de la Ley 29/1998, de 13 de julio , reguladora
de la Jurisdicción Contencioso- Administrativa; y se señaló para la votación y fallo del presente recurso de
apelación la audiencia del día 7 de junio de 2017, fecha en la que tuvo lugar.
Ha sido Ponente la Magistrada Ilma. Sra. Doña Mª DEL CAMINO VÁZQUEZ CASTELLANOS, quien expresa el
parecer de la Sección.

FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Constituye el objeto del presente recurso de apelación la Sentencia de 23 de noviembre de 2016,
dictada por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 34 de los de esta Villa, en el Procedimiento
Ordinario seguido ante el mismo con el número 49/2015, por la que se desestimó el recurso contencioso-
administrativo interpuesto por doña Ruth , contra la desestimación presunta, por silencio administrativo
del recurso de reposición interpuesto contra la resolución de 5 de junio de 2014, dictada por la Secretaría
General Técnica del Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad, que desestimó su reclamación de
responsabilidad patrimonial por los daños y perjuicios por ello sufrido como consecuencia de su caída en la
confluencia de la calle Antonia Mercé con la calle Goya de Madrid, el día 26 de septiembre de 2011, debido a
la existencia de un bolardo en la vía pública.
Frente a la citada Sentencia se alza en esta instancia jurisdiccional doña Ruth solicitando su revocación por
estimar que la sentencia de instancia no ha realizado una correcta valoración de las pruebas practicadas y de
los hechos habiendo quedado claramente establecido que la caída se produjo como consecuencia del bolardo
situado en el comienzo del caso de peatones en sentido transversal al de la marcha, de una altura aproximada
de 20 cm desde el suelo, que carecía de señalización y que era del mismo color del pavimento, que por su
configuración y escasa altura era imperceptible para los viandantes y aún más cuando por la vía confluyen
una gran cantidad de personas; que también ha quedado claramente establecido cómo se produjeron los
hechos y el lugar en el que se produjeron, habiendo depuesto en el juicio oral dos testigos que asistieron a
la recurrente y apelante en el mismo momento y lugar; que el bolardo estaba indebidamente colocado; que
el informe de la policía (folio 83 del EA) no sitúa en lugar de la caída en la calle Goya con la calle Lombía
sino que dice que es el puesto fijo en el que se encontraban los agentes por el evento en el Palacio de los
Deportes; que el Consejo Consultivo de la Comunidad Madrid no ha adoptado la decisión por unanimidad
sino que existe un voto discrepante; que la ubicación del bolardo era incorrecta y no reunían los parámetros
normativos exigidos, citando el Decreto 13/2007, de 15 de marzo, recordando que los elementos del mobiliario

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JURISPRUDENCIA

urbano no deben suponer obstáculos ni provocar, directa o indirectamente, riesgos para las personas y que su
color debe estar contrastado en relación con los pavimentos, por lo cual concluye que el bolardo no debe de
constituir un obstáculo para los peatones; que la sentencia de instancia no debiera condenar al pago de las
costas procesales sobre la base de que, por lo menos, debería de haber estimado que existen dudas de hecho
como consecuencia de las manifestaciones realizadas por las testigos.
Las partes apeladas, el Ayuntamiento de Madrid, y, la Cía. Zúrich Insurance Plc, impugnaron el recurso de
apelación y solicitan se dicte Sentencia desestimando la pretensión de la recurrente y se confirme la Sentencia
de instancia; para el caso de que fuera estimada la pretensión expresan que el importe de la indemnización
solicitada por la actora es desorbitado dado que, entre otros motivos, la actora sufría patologías previas a su
caída y porque la indemnización por problemas psicológicos no está relacionado con su caída.
SEGUNDO.- La sentencia apelada, en sus fundamentos de derecho tercero y cuarto, literalmente transcritos,
dice lo siguiente:
" TERCERO.- Sentado lo anterior, y visto el expediente administrativo, consta probado que el día 26 de septiembre
de 2011, sobre las 00:35 horas, a la salida de un concierto de George Michael en el Palacio de los Deportes de la
Comunidad de Madrid, en la confluencia de la calle Antonia Mercé con la calle Goya, Doña Ruth sufrió una caída
en la vía pública. Así resulta del informe del SAMUR -Folio25 EA- y del informe de la Policía Municipal -Folio 83 E.A.
A partir de aquí, faltan dos elementos esenciales: la prueba de que dicha caída se debiera a la existencia de un
bolardo en la vía pública; y la prueba de que dicho bolardo estuviera indebidamente colocado en la vía pública.
En efecto, respecto a la causa de la caída, no existe en autos prueba suficiente que permita afirmar que la misma
se debiera a la existencia de un bolardo en la vía, y no a otra causa. Ni el informe de asistencia sanitaria del
SAMUR especifica la causa de la caída - se limita a recoger que es "caída casual" y que "Refiere haber tropezado
y caído al suelo- ni los Policías Municipales que acudieron al lugar presenciaron el incidente-limitándose en su
informe a recoger las manifestaciones de la recurrente. Es más, ambos informes sitúan el lugar de la caída en la
Calle Goya con Calle Lombía, en tanto que la recurrente situó la caída en la calle Antonia Mercé con la Calle Goya,
desconociéndose, por tanto, cuál fue el punto exacto de la caída. Descartados tales medios de prueba, constan
en el expediente administrativo dos escritos de manifestaciones de dos testigos de los hechos -Folios 71 y 72
EA- que, sin embargo, carecen de eficacia probatoria. Primero, porque se trata de unos escritos estereotipados.
Y, segundo, porque lo cierto es que ninguna de las dos testigos, que depusieron luego en el acto de la vista,
presenció la caída. Ambas coincidieron en afirmar que de repente vieron a la recurrente en el suelo. Luego,
después, vieron un bolardo y dedujeron que podía haber sido la causa de la caída. Pero se trata de una mera
suposición o conjetura. Es más, ambas testigos se contradijeron en algunos aspectos; e incluso, Doña Gloria
señaló que la recurrente caminaba sola. Sin embargo, según alegaciones de la propia recurrente -Folio 10 E.A.-
"iba charlando con unas amigas y no sé cómo de repente estoy caída en el suelo..." Es decir, no iba sola.
No obstante lo anterior, aun cuando constara debidamente acreditado que la caída se hubiera debido a la
existencia de un bolardo en la vía pública, sin embargo, ello tampoco sería causa suficiente para considerar
responsable a la Administración. Es reiterada la jurisprudencia que rechaza la imputación cuando el daño se
produce por un elemento estructural existente en la vía y que carece de defectos, como el propio escalón de
la acera, bocas de riego o de incendios, farolas y sus estructuras, bolardos, árboles, etc. ( STSJ de Madrid de
27-5-2010 , STSJ de Andalucía de 5-4-2010, STSJ de Madrid de 4-9-2008 , STSJ de Cataluña de 26-7-2006 , entre
otras). Según informe técnico -Folio 84 EA- la ubicación del bolardo se corresponde con el Proyecto de Obra
singular de remodelación de la Plaza de Felipe II, que dicho elemento no ha sufrido desperfectos y se encuentra
bien ubicado. A lo que debe añadirse que, incluso, de haberse producido así la caída, lo cierto es que la misma
se debió a su sola imprudencia, porque el bolardo era perfectamente visible para cualquier peatón. Debiendo
recordar, como declara la STS de 9 de mayo de 2000 que "(...) la Administración queda exonerada a pesar de
que su responsabilidad patrimonial sea objetiva, cuando es la conducta del perjudicado o de un tercero la única
determinante del daño producido aunque haya sido incorrecto el funcionamiento del servicio público ( Sentencias
de 21 de marzo , 23 de mayo , 10 de octubre y 25 de noviembre de 1995 , 25 de noviembre y 2 de diciembre
de 1996 , 16 de noviembre de 1998 , 20 de febrero y 13 de marzo de 1999 y 15 de abril de 2000 )" en el mismo
sentido, Sentencia del TSJ de Madrid, de 7 de febrero de 2012 .
Alega la recurrente que, sin embargo, la ubicación y colocación del bolardo incumplía lo dispuesto en el Decreto
13/2007 de 15 de marzo, del Consejo de Gobierno que aprueba el Reglamento Técnico de Desarrollo en materia
de promoción de la accesibilidad y supresión de barreras arquitectónicas. Pero debe decirse, primero, que no
consta acreditado tal incumplimiento de la normativa. Se trata de una mera alegación que aparece contradicha
por el propio informe técnico municipal antes aludido. Y que, en todo caso, dicho Decreto tiene por objeto
"garantizar que toda la población y, en especial, las personas con algún tipo de discapacidad, puedan utilizar los
bienes y servicios de la sociedad sin limitaciones causadas por la presencia de dificultades de accesibilidad..."

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JURISPRUDENCIA

Es evidente que lo que pueden ser especiales riesgos para las personas que menciona la ley, no tienen por qué
serlo para otras, sin esas limitaciones, que hagan uso de la vía con el debido cuidado y precaución.
Procede, en consecuencia, desestimar el presente recurso contencioso- administrativo.
CUARTO.-....en el ejercicio de la facultad concedida por el propio artículo 139.3, se limita en posición de costas
a la cifra máxima de 600 €. "
TERCERO.- Pues bien, este tribunal considera que el recurso de apelación que venimos analizando debe ser
parcialmente estimado en atención a las consideraciones que pasamos a exponer.
Cuestiona la recurrente la valoración de la prueba realizada en la sentencia de instancia en relación a la forma
en la que se produjo la caída, considerando en su recurso de apelación, y reiterando en este sentido lo ya
expresado en su demanda, el momento y lugar en el que se produjo la caída así como que fue debida a su
tropiezo con un elemento, un bolardo, situado en la vía pública de manera incorrecta e inadecuada dado que no
sólo por su colocación, transversalmente al comienzo del paso de peatones, sino también por su configuración,
esto es, altura, dimensiones y color, lo hacían inadecuado y difícilmente observable, y, por tanto, evitable, por
los peatones, especialmente en las situaciones en las que en la vía pública concurren una gran cantidad de
personas.
En primer lugar procederá, en consecuencia, analizar, si la caída de la actora se ha producido única y
exclusivamente como consecuencia de la existencia de dicho elemento en la vía pública, para, en su
caso, continuar analizando si dicho elemento estaba debidamente colocado y resto de circunstancias y
caracteristicas del mismo que se denuncia por la actora.
Al respecto, como se deriva de la lectura de la sentencia apelada expresa que no existe en autos pruebas
suficientes que permita estimar que la caída de la actora se debiera a la existencia del bolardo en la vía
pública y no a otra causa. Es decir, la primera cuestión que es necesario abordar es la relativa a la existencia,
o no, de prueba suficiente respecto de las circunstancias de la caída de la actora dado que será en un
posterior momento del proceso analítico cuando debe realizarse el análisis y valoración de la inadecuación
o incorrección, o peligrosidad para los viandantes, de dicho bolardo en la configuración y características
que tenía en el momento de ocurrir los hechos dado que, como se pone de relieve, las características y
configuración del bolardo en cuestión, no así su ubicación, han sido modificadas por el ayuntamiento habiendo
sido colocado en el lugar otro bolardo cuya configuración, en el decir de la actora, lo hace más visible para los
peatones así como menos peligroso y evitable.
Pues bien, este tribunal estima que el análisis de las pruebas practicadas respecto a la forma y mecánica en
la que se produjo la caída de la actora no permiten concluir que la valoración de la prueba realizada en la
sentencia de instancia sea irrazonable o ilógica, o no esté asentada en elementos de prueba adecuadamente
valorados y ponderados en la misma.
Existen determinados elementos valorativos derivados del contenido de los documentos incorporados al
expediente administrativo, así como derivados del contenido de lo relatado por la actora y de las testigos que
depusieron a su instancia, a los que nos referiremos a continuación, que aportan dudas significativas que
permiten compartir el criterio valorativo de la sentencia apelada que se asienta en datos objetivos que permiten
concluir la falta de acreditación del curso causal y las circunstancias de la caída de la actora.
No ignora este tribunal la dificultad que pueden presentar los supuestos, como el aquí examinado, a la hora de
acreditar la mecánica de la caída y sus circunstancias, y, por ello, tampoco ignora la utilidad de realizar a una
valoración del material probatorio realizando una apreciación conjunta de la prueba, como se expresa en el voto
particular emitido al dictamen del Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid, con arreglo a las reglas de
la sana lógica y buen criterio. Sin embargo, estimamos que en el presente caso concurren elementos de duda
y carencia probatoria que no permitan tener por acreditadas las circunstancias relevantes para concluir que la
caída se produjo tal y como afirma, en circunstancias de atención, diligencia, momento y lugar. Así, introduce un
elemento de duda la circunstancia relativa al lugar exacto en el que se produjo la caída de la actora y su tropiezo
con el bolardo pues existe una falta de coincidencia entre el lugar en el que afirma la actora que se cayó,
confluencia de la calle Antonia Mercè y calle Goya, y el lugar que se recoge en el informe de asistencia sanitaria
del Samur y de los policías municipales que acudieron al lugar del accidente con posterioridad al mismo, y
que recogieron en sus informes las manifestaciones de la recurrente. En ambos informes se sitúa en lugar del
accidente en la confluencia de la calle Goya y de la calle Lombia. Aún cuando las testigos afirman que el lugar
en el que se produjo la caída fue en el lugar en el que afirma la lesionada, el contenido de aquellos informes
arroja dudas suficientes sobre dicho particular, dudas que no pueden resultar despejadas por la aportación
por la actora de un reportaje fotográfico (folios 19 a 24 del EA) ni tampoco por los informes emitidos por los

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JURISPRUDENCIA

distintos departamentos del ayuntamiento (folios 84, 85 y 88 del EA) dado que no constituyen un elemento
probatorio útil a este efecto.
En relación al resto de circunstancias en las que se produjo la caída la valoración de las declaraciones
testificales de las testigos que depusieron a su instancia, coincidentemente con lo razonado en la sentencia,
estimamos que arrojan dudas suficientes para concluir la existencia de una falta de prueba acerca de las
mismas. Así, resulta que ambas testigos no vieron cómo se produjo la caída y únicamente vieron que caía al
suelo, una de ellas dice que caía como una hoja, pero no observaron si la actora tropezó, o no, con el bolardo,
manifestando que suponen que tropezó con el bolardo. Ambas manifiestan que vieron a doña Ruth caer y en el
suelo, pero que no vieron cómo tropezó o contra qué tropezó. Preguntadas por las características del bolardo
afirman que consideran que era del mismo color que la acera, aproximadamente de una altura correspondiente
al tobillo y que no era visible. Respondieron que se quedaron en el lugar para auxiliar a doña Ruth , que piensan
que estaba sola, que salían del concierto, que era de noche, y que había mucha gente en la zona porque salían
del concierto al cual habían asistido en el palacio de los deportes. No pueden concretar, sin embargo, cuántos
bolardos había en la zona, siendo su apreciación sobre la altura del bolardo claramente incorrecta a la luz de
lo que se deriva las propias manifestaciones de la actora, así como la documental relativa a la altura de dicho
elemento arquitectónico. Las testigos no fueron preguntadas acerca de si observaron la forma de deambular
de doña Ruth , la distancia a laque se encontraba de ellas mimas, si muy lejos o muy cerca, o las circunstancias
en la que los numerosos peatones que había en el lugar en aquel preciso momento caminaban por lugar en el
que se produjo la caída. No sabemos si ellas se encontraban muy cerca de doña Ruth o si se encontraban más
alejadas. Tampoco sabemos realmente si doña Ruth iba sola o acompañada pues al respecto las testigos
afirman que creen que iba sola pero, como se pone de relieve en la sentencia de instancia, resulta significativo
que según las manifestaciones de doña Ruth a otras personas, en concreto al perito que depuso en el acto
del juicio oral, y cuyo informe obra al folio 10 del expediente administrativo, iba charlando con unas amigas.
En consecuencia, procede estimar no acreditada la forma en la que se produjo la caída de la actora, no
existiendo certeza acerca de que la misma se produjera como consecuencia de haber tropezado con el bolardo
y a pesar de haber adoptado en su deambular las medidas de prudencia correspondientes a una persona
media. Tal conclusión determina la innecesariedad de examinar la adecuación de las características (color,
colocación, configuración, altura, visibilidad) y ubicación de dicho elemento arquitectónico a las condiciones
de seguridad para los peatones, y en concreto, al Decreto 13/2007, del 15 de marzo, del Consejo de gobierno
que aprueba el reglamento técnico de desarrollo en materia de promoción de la accesibilidad y supresión de
barreras arquitectónicas, al que se refiere la actora.
Procede, en consecuencia, en los términos expuestos, la desestimación del recurso de apelación que venimos
analizando.
CUARTO.- Sin embargo, si consideramos que procede la revocación de la sentencia de instancia en tanto en
cuanto se imponen las costas causadas en la instancia a la actora, aún cuando se hayan limitado a la cifra de
600 €, dado que, como se propone, el caso presenta las suficientes dudas de hecho y derecho que permiten
entender sostenible su pretensión. Es por ello por lo que se revoca la sentencia de instancia en lo que atañe
a la imposición de costas procesales a la actora, debiendo de entenderse concluido dicho pleito en la primera
instancia sin imposición de costas así como en la presente instancia no obstante la desestimación del recurso
de apelación que venimos analizando, de conformidad con lo previsto en el artículo 139 de la Ley 29/1998, de
13 de julio , reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa.
Vistos los preceptos legales citados y demás de general y pertinente aplicación,
Por la potestad que nos confiere la Constitución Española;

FALLAMOS
Que debemos estimar y estimamos en parte el recurso de apelación número 119/2017 interpuesto por doña
Ruth , representada por la Procuradora doña Ana Leal Labrador, contra la Sentencia de 23 de noviembre de
2016 , Sentencia que, en consecuencia, revocamos únicamente en el particular relativo a la imposición de las
costas procesales causadas en la instancia; sin que proceda la imposición de las costas procesales en esta
apelación.
La presente sentencia es susceptible de recurso de casación, que deberá prepararse ante esta Sala en el plazo
de treinta días , contados desde el siguiente al de su notificación, acreditándose en el escrito de preparación
del recurso el cumplimiento de los requisitos establecidos en el artículo 89.2 de la Ley de la Jurisdicción
Contencioso-administrativa , con justificación del interés casacional objetivo que presente. Previa constitución

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JURISPRUDENCIA

del depósito previsto en la Disposición Adicional Decimoquinta de la Ley Orgánica del Poder Judicial , bajo
apercibimiento de no tener por preparado el recurso.
Dicho depósito habrá de realizarse mediante el ingreso de su importe en la Cuenta de Depósitos y
Consignaciones de esta Sección, cuenta-expediente nº 4982-0000-85-0119-17 (Banco de Santander, Sucursal
c/ Barquillo nº 49), especificando en el campo concepto del documento Resguardo de ingreso que se trata
de un "Recurso" 24 Contencioso-Casación (50 euros). Si el ingreso se hace mediante transferencia bancaria,
se realizará a la cuenta general nº 0049-3569-92-0005001274 (IBAN ES55-0049-3569 9200 0500 1274) y se
consignará el número de cuenta-expediente 4982-0000-85-0119-17 en el campo "Observaciones" o "Concepto
de la transferencia" y a continuación, separados por espacios, los demás datos de interés.
Así por esta nuestra Sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
PUBLICACION.- Dada, leída y publicada ha sido la anterior Sentencia por el Magistrado Ponente, Ilma. Sra. Dª.
Mª DEL CAMINO VÁZQUEZ CASTELLANOS, estando la Sala celebrando audiencia pública en el día de lo que,
como Letrada de la Administración de Justicia, CERTIFICO.

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