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la vecindad
civil
1. ESTATUTO POLÍTICO DE LA PERSONA: LA NACIONALIDAD
A. EL SIGNIFICADO DE LA NACIONALIDAD
La nacionalidad es el estado civil fundamental de la persona, influyente en su capacidad de
obrar, pues de acuerdo con la nacionalidad se aplican las leyes relativas a los derechos y
deberes de familia, estado, condición y capacidad legal de la persona y la sucesión por causa
de muerte.
Es la ley nacional la reguladora de estas materias para los españoles en el extranjero y para los
extranjeros en España (art. 9.1 CC).
Sin embargo, la nacionalidad no es sólo un estado civil, sino que posee ante todo un carácter
constitucional y político evidente, aunque por una tradición histórica se ubique su regulación
en el CC.
En el Derecho civil, la nacionalidad se concibe como la <<cualidad que infunde a una persona
el hecho de pertenecer a una comunidad nacional organizada en forma de Estado>>. También
se ha dicho que es un vínculo jurídico entre los individuos y la nación respectiva, engendrador
de derechos mutuos de carácter público y privado, así como de los deberes relativos.
Se trata de una materia de orden público, que queda excluida de la autonomía privada.
En virtud de esta condición civil, se establece una diferencia entre nacionales y extranjeros.
La mayor parte de los ordenamientos contemporáneos propenden a la igualdad y a la práctica
de la no discriminación y, en este sentido, el artículo 27 CC dice que <<los extranjeros gozan en
España de los mismos derechos civiles que los españoles, salvo lo dispuesto en las leyes
especiales y en los Tratados>>.
No obstante, se ha adoptado una Ley de extranjería, que condiciona la permanencia de los
extranjeros en el territorio español a la obtención de un permiso de residencia y que faculta a
las autoridades administrativas o judiciales para la expulsión de los extranjeros que no
cumplan las condiciones legales.
La opción:
Es un beneficio o facultad que la ley española otorga a determinados extranjeros cuando éstos
se encuentran en unas ciertas condiciones, permitiéndoles crear una nacionalidad española
mediante una declaración unilateral de voluntad.
De acuerdo con el artículo 20 CC, los beneficiarios de la opción de nacionalidad son:
- Las personas que estén o hayan estado sujetas a la patria potestad de un español.
- Las personas cuyo padre o madre hubiera sido originariamente español y nacido en
España.
- Las personas comprendidas en el segundo apartado de los arts. 17 y 19, que son:
o Las personas cuya filiación o nacimiento en España se determine después de
haber cumplido los 18 años.
o El extranjero adoptado por un español después de haber llegado a la mayoría
de edad.
El artículo 20 también prevé tres modalidades de ejercicio de la facultad de opción:
- La que realiza el interesado por sí mismo cuando es mayor de edad o se encuentra
emancipado; y la que realiza el interesado por sí solo una vez que se ha producido la
recuperación de la plena capacidad.
- La que realiza el propio interesado con la asistencia de su representante legal cuando
aquél es mayor de 14 años o cuando, estando incapacitado, la sentencia de
capacitación así se lo permita.
- La que realiza el representante legal del adoptante, cuando éste sea menor de 14 años
o se encuentre incapacitado y la sentencia de incapacitación no permita la actuación
personal. La ley exige que la decisión del representante legal sea autorizada por el
encargado del Registro Civil del domicilio del declarante, previo dictamen del
Ministerio Fiscal, y ordena que la autorización se conceda siempre <<en interés del
menor o incapaz>>.
El artículo 20.3 dice que el ejercicio del derecho de opción no está sujeto a ningún límite de
edad en el caso del apartado 1.b, es decir, cuando lo ejerciten aquellas personas cuyo padre o
madre hubieran sido originariamente españoles.
- En cambio, cuando la facultad de opción la ejercita el interesado por sí solo, la opción
caduca cuando cumple 20 años de edad, pero, si el optante no estuviera emancipado
según su ley personal al llegar a los 18 años, el plazo se prolongará hasta que
transcurran 2 años desde la emancipación.
- Y, cuando la ejercite el interesado por sí solo como consecuencia de la recuperación de
la plena capacidad, el plazo es de dos años a partir del mencionado momento.
El acto de ejercicio de la opción se realiza en la forma prevenida en los arts. 63 y ss. de la Ley
de Registro Civil y 220 y ss. de su Reglamento.
La naturalización:
Se trata de la adquisición de la nacionalid española que se realiza en virtud de una concesión
del Estado español. Reviste dos formas: la carta de naturaleza y la adquisición de nacionalidad
por residencia en España durante el tiempo marcado legalmente. En ambos casos, la
naturalización exige una petición o solicitud.
- La carta de naturaleza: es otorgada por el Gobierno mediante Real Decreto y se
concede con carácter discrecional cuando en el interesado concurren circunstancias
excepcionales a petición del mismo (art. 21 CC).
- La adquisición por residencia: se exige que el interesado justifique en el expediente
administrativo buena conducta y suficiente grado de integración en la sociedad
española, dejando abierta, frente a la denegación, la vía contencioso-administrativa.
Los requisitos de la adquisición por residencia son:
- El tiempo de residencia, que consiste en el hecho de vivir o morar en el territorio
español. Se trata de un requisito que no puede ser dispensado graciablemente.
Según el art. 22 CC, la residencia ha de ser legal, continuada e inmediatamente
anterior a la petición.
El carácter continuado de la residencia no queda excluido por la existencia de
ocasionales viajes al extranjero que no interrumpan la presencia real o física del
extranjero en España.
El art. 22 establece tres tipos de plazos; uno de carácter general y dos especiales:
o El plazo general es de 10 años.
o El plazo es de 5 años para los que hayan obtenido la <<condición de
refugiado>>.
o Se exige un tiempo de 2 años cuando se trate de nacionales de origen y países
iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial o Portugal o de
sefardíes.
o Se establece el plazo de 1 año en una serie de supuestos en que el punto de
conexión es revelador e una especialísima vinculación con España:
- El que haya nacido en territorio español.
- El que, disponiendo de la facultad de optar por la nacionalidad española, no la
hubiese ejercitado oportunamente.
- El que haya estado sujeto legalmente a tutela, la guarda o el acogimiento de
un ciudadano español o de instituciones españoles durante 2 años
consecutivos, o incluso si continuara en esta situación en el momento de la
solicitud.
- El que al tiempo de la solicitud llevara 1 año casado con español o española y
no estuviese separado legalmente o de hecho.
- El viudo o viuda de español o española si a la muerte del cónyuge no existiera
separación legal o de hecho.
- Y el nacido fuera de España de padre, madre, abuelo o abuela que
originariamente hubieran sido españoles.
- El carácter legal de la residencia, que significa que ésta no es una situación meramente
fáctica, sino que el extranjero debe haber cumplido los requisitos establecidos en la
Ley de Extranjería para entrar en el territorio español y establecerse en él (permiso de
residencia).
El artículo 23 CC impone unos requisitos que son comunes a todas las adquisiciones
derivativas. El precepto dice, además, que son requisitos de validez, de suerte que hay que
atribuirles carácter constitutivo, por lo que su carencia impide la adquisición:
- El juramento o promesa de fidelidad al Rey y de obediencia a la Constitución y a las
leyes.
El Código lo impone a todas las personas que sean mayores de 14 años.
- La renuncia de la nacionalidad anterior
El Código deja a salvo de este requisito a los naturales de los países de Andorra,
Filipinas, Guinea Ecuatorial y Portugal, por considerar que respecto de ellos es
admisible en términos generales la doble nacionalidad.
- Y la inscripción de la adquisición en el Registro Civil.
F. LA RECUPERACIÓN DE LA NACIONALIDAD
El artículo 26 CC establece el régimen jurídico de la recuperación española.
Los requisitos que establece son:
- La residencia legal en España.
Este requisito no se aplica a los emigrantes, ni a los hijos de emigrantes, quienes
lógicamente habrán de acreditar esta condición.
En los demás casos, el requisito es dispensado cuando ocurran circunstancias
excepcionales.
- La declaración de voluntad de recuperación de la nacionalidad española ante el
encargado del Registro Civil.
En ella debe manifestarse también la renuncia a la nacionalidad anterior, salvo que
ésta fuera de alguno de los países mencionados en el art. 24.
- La inscripción de la recuperación en el Registro Civil, que posee carácter constitutivo.
El régimen jurídico de la recuperación de la nacionalidad española es más estricto para los
supuestos comprendidos en el art. 25 de pérdida de la nacionalidad española producida como
sanción. Para este caso, el art. 26 exige una previa habilitación que es concedida
discrecionalmente por el Gobierno.
B. ADQUISICIÓN
La adquisición está regulada en el artículo 14, que sirve tanto para la vecindad común
(sometidos al Derecho civil común) como para la foral o especial (sometidos al Derecho foral o
especial).
- Por ius sanguinis: <<tienen vecindad civil en territorio de Derecho común, o en uno de
los de Derecho especial o foral, los nacidos de padres que tengan tal vecindad. Por la
adopción, el adoptado no emancipado adquiere la vecindad civil de los adoptantes>>
(art. 14.2).
Si los padres no tienen la misma vecindad al nacer el hijo o al ser adoptado, tendrá
éste la vecindad de aquel progenitor respecto del cual la filiación se haya determinado
antes (art. 14.3).
- Por ius soli: en los casos de diversas vecindades de los progenitores en los que no
pueda aplicarse la atribución prioritaria al nacido de la de uno de ellos, la regla es la
atribución de la del lugar de nacimiento (art. 14.3).
- Por aplicación de la regla favorable a la vecindad común: cuando no puedan entrar en
juego las reglas de la atribución de la vecindad por aplicación del ius sanguinis o ius
soli, se tribuye al nacido la vecindad de Derecho común (art. 14.3, regla subsidiaria).
- Por atribución de los padres: si los padres tienen distinta vecindad, la normativa legal
expuesta con anterioridad no es imperativa. Se permite a los padres, o al que ejerza o
le haya sido atribuida la patria potestad, determinar la vecindad civil del hijo dentro de
los 6 meses siguientes al nacimiento o adopción (art. 14.3). en caso de desacuerdo
entre ambos progenitores, se impondrá el recurso al juez (art. 156).
F. PÉRDIDA Y RECUPERACIÓN
No hay casos específicos de pérdida de la vecindad por un español, que sólo ocurrirá
indirectamente cuando pierda la nacionalidad española. Mientras, todo español tiene una
vecindad. Lo único posible es la pérdida de la misma para adquirir otra, es decir, el cambio.
A diferencia de lo que ocurre con la nacionalidad, en el art. 14 no se regula la
posibilidad de recuperar la vecindad que se tuvo de forma especial, salvo acudiendo a
las normas sobre el cambio de vecindad por residencia.
- Una aparente excepción ha introducido el art. 15.3. Cuando se recupera la
nacionalidad española, dispone que ello <<lleva consigo la de aquella vecindad civil
que ostentara el interesado al tiempo de su pérdida>>.
H. LA VECINDAD LOCAL
La existencia de <<Derechos locales>> en el ámbito de un territorio que tengan dentro de él
especialidad propia o distinta hace que se pueda hablar de <<vecindad local>>, que se regirá
por las normas de los arts. 14 y 15 (art. 15.4).
I. PRUEBA DE LA VECINDAD
El artículo 14.6 sienta una regla general imperativa para caso de duda: <<prevalecerá la
vecindad civil que corresponda al lugar de nacimiento>>.