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(ISFODOSU)
Presentación
Materia:
Nombre:
Matricula:
20203-0143
Maestro:
Sección:
01
Igualmente ocurre con el desarrollo visomotor cuando un niño alcanza la presión voluntaria
para manipular un juguete empieza por madurar la pinza digital, y más tarde consigue una
buena rotación de la muñeca que le permite encajar piezas, jugar con plastilina o a
las construcciones, pasar páginas, garabatear, pintar etc. todo ello necesario para ir
desarrollando la motricidad fina.
Importancia del juego y su implicación en el desarrollo
psicosocial en niños de 9 a 12 años
A medida que los niños crecen, también lo hacen los tipos de juegos. Juegan de forma
distinta a medida que también lo hace su desarrollo, el juego evoluciona con ellos. En cada
una de las etapas del desarrollo infantil predomina un tipo de juego diferente y en todos los
niños sigue el mismo orden. Cada vez que aparece un juego nuevo, no desaparecen los
demás, se perfeccionan y pasan a estar al servicio de los demás juegos posteriores .
Jugar es muy saludable; cuando juega, el niño explora el mundo. Imita a los mayores,
pruebas alternativas, experimenta, resuelve problemas, desarrolla su pensamiento y su
creatividad. Un niño que juega seguramente será un adulto bien adaptado y con buen
desempeño en la vida. Por el contrario, la ausencia del juego en niños impacta
negativamente sobre su futuro.
Las oportunidades de jugar que tienen los niños son cada vez menos. Un problema que se
va extendiendo día a día es el de los “niños con agenda”. Son niños q ue van de una
actividad a otra durante todo el día y que no tienen tiempo para jugar.
El colegio, el deporte organizado, idiomas, danzas, artes marciales, música y un sinfín
de otras actividades llenan el día a día de los pequeños. Llegan a sus casas agotados y ya
no tienen ganas de jugar.
Son niños a los que no se les reserva tiempo para jugar libremente. Es necesario que la
organización familiar entienda que jugar es aprender, y que el tiempo en el que el niño
juega es fundamental para su desarrollo. Debido a que el juego es una actividad fundamental
para el desarrollo y aprendizaje de los niños, ya que les permite potenciar su imaginación,
explorar el medio ambiente en el que se desenvuelven, expresar su visión particular del mundo,
manifestándola mediante su creatividad a través del lenguaje oral y corporal, y el desarrollo de
habilidades socioemocionales y psicomotoras que se materializan de su relación entre pares y
adultos.
Se ha podido demostrar que el juego es la mejor herramienta para adquirir un buen desarrollo
físico y motor, cognitivo, social y comunicativo, así como emocional- afectivo:
El niño va adquiriendo un buen desarrollo motor desde los primeros años de vida, descubre
su entorno más próximo al aprender a gatear, caminar, correr, pedalear etc. motivado por
objetos y juguetes. Con el movimiento aprende a desarrollar el equilibrio, la coordinación y
el control del cuerpo, haciéndose conscientes de sus posibilidades, de su propia fuerza y
flexibilidad. Todo tipo de juego motor facilita la adquisición del esquema corporal y el
reconocimiento de sí mismo diferente a los demás.
Igualmente ocurre con el desarrollo visomotor cuando un niño alcanza la presión voluntaria
para manipular un juguete empieza por madurar la pinza digital, y más tarde consigue una
buena rotación de la muñeca que le permite encajar piezas, jugar con plastilina o a
las construcciones, pasar páginas, garabatear, pintar etc. todo ello necesario para ir
desarrollando la motricidad fina.
En los más pequeños, el aprendizaje se estimula mejor mediante las actividades lúdicas. Esto
les permite adquirir habilidades que fortalecen el trabajo en equipo y fomentan la creatividad
y la innovación. Jugar ayuda a nuestros pequeños a crear vínculos afectivos que generan en
ellos seguridad y estabilidad, lo cual los protege contra el estrés y los ayuda a generar resiliencia
emocional.
Algunas contribuciones del juego en los niños, que podemos referir, son las siguientes:
Contribuciones físicas: posibilita diferentes movimientos que ejercitan a los niños, mejorando
su coordinación psicomotriz. Esto les permite dormir mejor durante la noche y tiende a
disminuir el riesgo de sobrepeso y obesidad.
Desarrollo sensorial y mental: les permite aprender a discriminar formas, tamaños colores,
olores y texturas.
Contribuciones afectivas: les permite experimentar y reconocer diversas emociones, como
sorpresa, alegría, tristeza, asombro, miedo, entre otras.
Creatividad e imaginación: elementos innatos del juego que propician la interacción con
pares y adultos. Por ende, el juego repercute en el establecimiento de vínculos afectivos que
propician la cooperación, la empatía y la seguridad de los niños.
Ofrecer a un niño la oportunidad de jugar, es una de las mejores maneras de ayudarlo a crecer
y a que pueda convertirse en un adulto curioso, más creativo, sano y feliz. No pierda la
oportunidad de compartir, junto a su niño, la alegría de descubrir nuevas experiencias mientras
se conecta entre sí y con el mundo que los rodea.
Conclusión
https://efdeportes.com/efd153/influencia-del-juego-infantil-en-el-desarrollo.htm
(n.d.-b)
https://www.mheducation.es/bcv/guide/capitulo/8448171519.pdf
(Rodríguez, 2016)
importantes-desarrollo-infantil/
https://www.cdc.gov/ncbddd/spanish/childdevelopment/positiveparenting/middle2.ht
ml
https://issuu.com/paolamguerrero61/docs/desarrollo_psicosocial_en_la_ni_ez__39276
2f4d00669