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RESUMEN DE LA FILOSOFIA ANDINA- PRINCIPIOS

COSMOVISIÓN Y RELIGIÓN INCA

Alumna: Fernanda Paredes Braga

Docente: José Hernan Huambo Zamalloa

Asignatura: PERÚ TURÍSTICO TUR058

SECCIÓN: 2 A

Fecha:

09-10-2022
Filosofía andina - principios cosmovisión

La filosofía andina es un pensamiento vivo que integra los elementos


prehispánicos diversos e interculturales con elementos foráneos
incorporados en el ámbito andino.

Josef Estermann procura argumentar la validez de la existencia de la


filosofía andina basado en la problematización y reflexión que del mundo
se hace en el contexto andino, además de la posibilidad que abre la
interculturalidad de manifestar las experiencias vivenciales a través de una
variedad de medios y formas como el modo de vivir, la organización social,
los ritos, las costumbres, etc.

Los valores son principios que nos permiten orientar comportamientos en


función de la realización como personas, son creencias fundamentales que
nos ayudan a preferir o apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras o un
comportamiento también en lugar de otros. Por lo que, tenemos los
siguientes principios que rigen el mundo andino.

Para comprender la relacionalidad desde la postura de la Filosofía andina


como uno de sus fundamentos ontológicos es necesario, primero, tener en
cuenta que esta categoría hace parte de un tipo de racionalidad situada en
su propia época y cultura, a la cual, en el caso andino, se refiere como una
forma de pensar y representarse en el mundo. La racionalidad es un cierto
modo de concebir la realidad, una manera característica de interpretar la
experiencia vivencial, un modo integral de entender los fenómenos, un
esquema de pensar, una forma de conceptualizar nuestra vivencia, un
modelo de representar el mundo.

Por otra parte, en la racionalidad andina aparece la relacionalidad como un


principio fundamental para definir y ubicarse en la realidad, como lo que es
en el mundo y el estar en él. Cuando se plantea que sin la relacionalidad el
sujeto andino no puede comprenderse en el mundo, pues desde esta lógica
andina el principio lógico de todo lo existente no es una substancia que se
relaciona con todo lo demás que existe, sino la relación es para hablar en
forma paradójica la verdadera ‘sustancia’ andina. En la racionalidad andina
el principio de la relacionalidad también se hace patente en la construcción
lingüística de los hablantes de las lenguas quechua y aimara.

La relacionalidad andina en el mundo (pacha) cuenta con cuatro principios


que la definen como una forma de ser propia de la racionalidad andina. En

primer lugar se encuentra la relacionalidad, ya definida como la


permanente relación holística en sí del mundo. En segundo lugar, la
correspondencia, que afirma que todo lo que forma la realidad se
corresponde de forma armónica, afectiva y simbólica más allá de la
relación causa-efecto; desde la lógica andina este principio derivado de la
relacionalidad se presenta de manera simbólica y celebrativa presentando la
realidad desde diversas dimensiones que no necesariamente son causales.
Este principio se hace presente en todo lo que existe y se configura como
un atributo de ser, en el que se hace patente una relación fundamentada en
este principio; así todo lo que es se corresponde a sí mismo y con otros
modos de ser, los cuales a su vez le corresponden y son correspondidos en
diversas dimensiones. El tercer principio, de complementariedad, explica
que ningún ente y ninguna acción existe monódicamente, sino siempre en
co-existencia con su complemento específico, en otras palabras, la totalidad
del ser se conforma de ‘entes incompletos’ que en la relación de
correspondencia se complementan integralmente; bajo la perspectiva
andina estos no se excluyen, sino que tienen la posibilidad de coexistencia
como afirmación de una entidad total. El cuarto principio es reciprocidad,
se define como un condicionamiento mutuo referido a las acciones
ejecutadas por cada elemento de la naturaleza a otro; en las cuales,
dependiendo del esfuerzo aplicado, se recibe una acción con el mismo
esfuerzo para equilibrar la relación. Este principio es parte de la gente, la
realidad es lógica, practica, concreta se siente, se vive en un conjunto
holístico. El quinto principio es Trilogìa es tres componentes que se
interrelacionan en la explicación del cosmos y de los hechos del hombre así
tenemos en las ofrendas que hacen los sacerdotes andinos, los tres mundos
que visionamos. Por último, Cuatriparticion constituye el duplo de la
dualidad andina y se expresa en las acciones de trabajo en la territorialidad
y en lo cósmico.

La chakana representa el fundamento sobre el cual se sostiene todo cuanto


está en relacionado en pacha, más allá de cruce o puente entre dos puntos,
es la misma acción de atravesar el puente uniendo lo que se encuentra a
cada lado y en el mismo sentido es lo que sostiene al puente, se podría
decir que es la razón de ser del cruce.

En particular, sobre los fundamentos ontológicos de la Filosofía Andina se


puede afirmar que estos se plantean en tres dimensiones: primero la
relacionalidad como fundamento del ser¸ segundo Pacha como la totalidad
del ser y en tercer lugar la chakana como forma de experimentar en la
existencia el ser y el sentido que este tiene (comprensión del ser).

La cosmovisión andina estaba conformada por tres mundos los cuales eran
el Hanan pacha es el mundo superior y el reino de los dioses incas como el
inti. El Kay pacha es el inframundo y el Uku pacha es el mundo medio, es
el reino físico lleno de nacimiento, muerte y decadencia.

Religión inca

Toda la historia prehispánica se encuentra vinculada con la ideología


religiosa, tanto social, política, económica y agrícola. Teniendo una
religión politeísta por sus infinitas divinidades.
Las cuales se dividían en dos: las divinidades menores y mayores. Las
primeras eran consideradas como las pertenecientes a la fauna sagrada
como el puma y el cóndor. Y en las divinidades mayores encontramos a
dioses como wiracocha y el dios inti.

Por otro lado, debido a que la actividad más importante fue la agropecuaria,
los incas tuvieron divinidades asociados a la vida agrícola, tal como la
Pachamama o conocida como la madre tierra que les proveía de alimentos
y buena cosecha. Además de que cada planta que producía tenía un
respectivo protector.

Asimismo, los animales eran representados por “illas” que representaban


en piedras pequeñas, que eran enterrados con el fin de conseguir la
reproducción. Del mismo modo tenían figuras humanas que eran usadas
como protectores.

Además, la religión inca realizaba rituales tanto en la ganadería como en la


agricultura y consideraban que tanto animales como plantas tenían una
fuerza llamada el camaquen, que no era un alma, sino era conocido como
un principio de movimiento y era considerado primordial.

El análisis de la estructura religiosa del antiguo Perú a partir de la etapa de


consolidación de la civilización en el transcurso del primer milenio anterior
a nuestra era, revela que una pareja divina ocupaba el sitial jerárquico
supremo entre los diversos seres mágico-religiosos.

La conformaba un Dios del Agua que se presumía gobernaba a su antojo


los fenómenos meteorológicos, y una Diosa Tierra que aún es conocida con
el nombre de Pachamama, y que era considerada la donante directa de los
alimentos, siempre y cuando las condiciones climáticas favorables le
permitiesen ser fecundada por el agua vivificante ofrendada por su
“consorte”, el Dios del Agua.

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