Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
MICROFILAMENTOS DE ACTINA
TRANSCELULARES que atraviesan el citoplasma en todas las direcciones (se destacan las
fibras tensoras del tejido conectivo).
CORTICALES que se ubican por debajo de la membrana plasmática (se destacan las del tejido
epitelial).
Estos son los que forman la famosa “red o malla cortical”: sobre la que se asientan los MF de actina que
forman las MICROVELLOSIDADES, también relacionado al soporte de las uniones intermedias o
cinturones adhesivos.
ESTRUCTURA
Los filamentos de actina son polímeros construidos por la suma lineal de monómeros cuyo ensamble les
da a los filamentos una configuración helicoidal.
La estructura terciaria de los monómeros es globular, por eso se les dice actina G, mientras que el
polímero resultante (helicoidal, doble y filamentoso) se denomina actina F.
Cada filamento comienza a formarse a partir de: un núcleo de tres monómeros de actina G que se
combinan entre sí en cualquier punto del citosol
el alargamiento del microfilamento se produce: como consecuencia del agregado sucesivo de nuevos
monómeros en los extremos del filamento
tal polimerización requiere que las actinas G contengan un ATP.
Luego de la polimerización (el atp se hidroliza) ATP → ADP + P. Sin embargo esto no ocurre
porque se produce el mismo fenómeno descripto para los microtúbulos con la formación de un
capuchón compuesto por monómeros
que demoran un tiempo en convertir sus ATP en ADP → “CAPUCHÓN DE
ACTINAS-ATP”.
Como el mantenimiento de esta inestabilidad tiene un alto costo en ATP, cuando el filamento
alcanza la longitud deseada se colocan PROTEÍNAS REGULADORAS en sus extremos para
estabilizarlo (como vimos en el microtúbulo).
En el proceso de despolimerización participan varias proteínas reguladoras, entre las que se destacan la
TIMOSINA y el ADF:
DROGA CITOCALASINAB
Al igual que los MT, son estructuras polarizadas, con el extremo [+] y el [-], por el primero se
alargan y se acortan más rápidamente que por el segundo.
Se encuentran en todas las células del organismo, constituyendo aproximadamente el 3% del total
proteico, pero son de vital importancia en células musculares en las que representan el 20% del total
proteico.
Forman una malla por debajo de la membrana plasmática en las células epiteliales.
Los filamentos de actina corticales se disponen en direcciones muy variadas y forman una malla por
debajo de la membrana plasmática.
Se observa que la actina se une entre sí y a la membrana plasmática mediante la proteína ligadora
fodrina, quien se conecta con proteínas integrales de membrana, como la bomba de sodio y potasio, a
través de otra proteína ligadora anquirina.
Las fibras tensoras además de tener función estructural también sirven como vías para trasportar
organoides con la intervención de la miosina I.
En dichas células, rodeadas por una abundante matriz extracelular, los filamentos de actina corticales se
distribuyen de una manera característica y cambiante: arman una especie de ANDAMIO
ORTOGONAL:
Para construir el andamio interviene además de la profilina una proteína ligadora llamada
FILAMINA o ABP, que une los filamentos de actina en ángulos rectos.
Para desarmar el andamio actúa la GELSOLINA, proteína dependiente del Ca+2, que
fragmenta los filamentos de actina.
La célula migratoria antes de ponerse en marcha adquiere un aspecto poligonal que luego, por
modificaciones en los filamentos de actina corticales (en el extremo de la célula correspondiente al futuro
movimiento), forma varias láminas citoplasmáticas horizontales llamadas LAMELIPODIOS, de cuyos
bordes libres nacen numerosas prolongaciones digitiformes denominadas FILOPODIOS.
Pero no sólo se alargan y se acortan sino que también se mueven, gracias a que en sus raíces se hallan
numerosas moléculas de miosina II entre los filamentos de actina.
Estos filamentos nacen en el borde libre del armazón ortogonal y se extienden hasta la
membrana plasmática de la punta del FILOPODIO donde se anclan mediante contactos focales.
Los FILOPODIOS se alargan y a través de sus puntas donde abundan los contactos focales se conectan
mediante la FIBRONECTINA con fibras de colágeno de la matriz extracelular, mientras éstos se acortan
otros se alargan y se conectan con fibras de colágeno situadas más adelante:
Los primeros filopodios se desprenden de las fibras de colágeno y los segundos se
acortan, de modo que la célula avanza un poco más.
Las células se desplazan hacia sus puntos de destino siguiendo itinerarios predeterminados y no se
detienen hasta alcanzarlos, ni avanzan más allá.
HAPTOTAXIS:
Es la locomoción celular guiada por gradientes de concentración de moléculas no solubles en el MEDIO
EXTRACELULAR, como puede ser la fibronectina. (Haptein: enganchar y taxis: movimiento).
QUIMIOTAXIS:
Los desplazamientos de las células son dirigidos por sustancias solubles emitidas por otras células, a veces distantes, que
pueden provocar su atracción o repulsión.
Si es atracción se llama quimiotaxis y es la conducción de las células migratorias hacia el lugar de mayor concentración
de la sustancia soluble.
Participan en el avance de los axones, fenómeno que presenta similitudes con la motilidad
celular.
Los axones son prolongaciones citoplasmáticas que conectan las neuronas entre sí y las neuronas con las
células musculares y secretorias.
Cualquiera que sea el grado de separación, la neurona no necesita migrar para tomar contacto
con la otra célula, sólo crece su axón.
Para poder crecer y avanzar el axón desarrolla en su extremo distal una especialización llamada cono de
crecimiento, análogo a la región frontal de las células migratorias
Pero con filopodios bastante más largos, que contienen a la proteína motora miosina V.
También participan en el alargamiento del axón los microtúbulos y la proteína motora
dinamina.
Cuando la mitosis está por finalizar, se forma un ANILLO CONTRACTIL compuesto por filamentos de
actina y miosina II, por debajo de la membrana plasmática, en la zona ecuatorial de la célula en división
.
La miosina II, al deslizarse sobre los filamentos de actina hace aparecer un surco en la superficie
celular, que al profundizarse genera un estrangulamiento que culmina con la partición celular.
Intervienen junto a varias proteínas accesorias en la contractilidad de las CÉLULAS
MUSCULARES estriadas, cardíacas y lisas.
Los elementos del citoesqueleto de estas células forman estructuras regulares y estables adaptadas
para acortarse durante la contracción y alargarse en los períodos de reposo.
LA MAQUINARIA CONTRÁCTIL de estas células está representada por unas estructuras derivadas del
citoesqueleto → las MIOFIBRILLAS:
Están compuestas por una sucesión lineal de unidades contráctiles llamadas SARCÓMEROS,
formadas por actina y miosina II.
En el límite entre un sarcómero y otro hay una estructura electrodensa llamada Disco Z.
De esta forma la miosina “tracciona” los filamentos de actina lo que los hace acercarse entre sí,
acortando los sarcómeros y logrando la contracción global de la célula.
El diseño de estas células es tan eficiente que son capaces de contraerse y relajarse 100 o más veces por
segundo
En el MÚSCULO CARDÍACO, las estructuras son similares a las del músculo estriado
La principal diferencia es que en el primero hay DISCOS INTERCALARES: que son los
encargados de unir a las células cardíacas por sus extremos, se comportan como si fueran discos
Z
Los discos intercalares contienen desmosomas y además poseen uniones comunicantes (nexus),
para sincronizar las contracciones de las células miocardíacas.
Estos impiden que se comprima la zona central de la célula donde se refugian el núcleo y los
componentes citoplasmáticos más delicados para protegerse de la contracción.
▄ La miosina I posee una cabeza y una cola, ya que en uno de los extremos la proteína es globular y en el
otro es fibrosa.
La cabeza es la responsable de las propiedades motoras y en ella existe una ATPasa dependiente
de Ca+2.
La cola de la miosina I siempre se ancla en un filamento de actina
Y la cabeza establece conexiones intermitentes con los filamentos vecinos.
▄ La molécula de miosina II se compone de una molécula fibrosa con dos cabezas en una de sus puntas.
Al igual que en la miosina I la cabeza es la responsable de las propiedades motoras y en ella existe una
ATPasa.
Las cabezas de las miosinas II se orientan en sentidos opuestos a cada lado del filamento de
actina, por eso de les dice BIPOLAR.
Conforman una especie de palo de golf con una cabeza doble, un cuello y una cola.
La actividad ATPasa se manifiesta al unirse a los MF de actina para posibilitar los fenómenos de
contracción tanto en células musculares como no musculares. (Por ejemplo para formar el anillo
contráctil).