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11.

-EXPLIQUEN LA MOTILIDAD EXTRAMUSCULAR Y OCÚPESE SOBRE LAS


PROTEÍNAS DE UNIÓN CON LA ACTINA

MOTILIDAD EXTRAMUSCULAR

Las células del músculo esquelético son un sistema ideal para el estudio de la contractilidad y el
movimiento ya que las proteínas que interactúan están presentes en altas concentraciones y son
parte de estructuras celulares definidas. El estudio de la movilidad extramuscular es más desafiante
porque los componentes tienden a encontrarse en formas menos ordenadas, más lábiles y
transitorias. Aún más, casi siempre se limitan a una corteza delgada justo debajo de la membrana
plasmática. La corteza es una región activa de la célula, encargada de procesos como la ingestión de
materiales extracelulares, la extensión de prolongaciones durante el movimiento celular y la
constricción de una sola célula animal en dos células hijas durante la división celular. Todos estos
procesos dependen del ensamble de microfilamentos en la corteza. En las páginas siguientes se
presentan varios ejemplos de contractilidad y movilidad extramusculares que dependen de fi
lamentos de actina y, en algunos casos, de miembros de la superfamilia de la miosina. Sin embargo,
primero es importante revisar los factores que regulan la velocidad de ensamble, la cantidad, la
longitud y los patrones espaciales de los fi lamentos de actina.

PROTEÍNAS DE UNIÓN CON LA ACTINA

La actina purificada puede polimerizarse in vitro para formar filamentos de actina, pero estos
filamentos no pueden interactuar entre sí ni realizar actividades útiles. Los filamentos de actina de
las células vivas se organizan en varios patrones, inclusive varios tipos de haces, redes delgadas
(bidimensionales) y gelatinas tridimensionales complejas. La organización y el comportamiento de
los filamentos de actina dentro de las células depende de una notable variedad de proteínas de unión
con actina que afectan el ensamble o desensamble de estos filamentos, sus propiedades físicas y sus
interacciones entre sí y con otros orgánulos celulares. Las proteínas de unión con actina pueden
dividirse en varias categorías según su presunta función en la célula.

A.Proteínas de nucleación. El paso más lento en la formación de un filamento de actina es el


primero, la nucleación, que requiere la unión de por lo menos dos o tres monómeros de actina en la
orientación apropiada para iniciar la formación del polímero. Este es un proceso muy poco
favorable si se deja solas a las moléculas de actina. Como se mencionó antes, la formación de un
filamento de actina se acelera en presencia de una semilla o núcleo preexistente al que puedan
agregarse monómeros. Se han identificado varias proteínas que promueven la nucleación de
filamentos de actina. La mejor estudiada es el complejo Arp2/3, que contiene dos “proteínas
relacionadas con actina”, esto es, proteínas que comparten considerable homología de secuencia con
las actinas, pero no se consideran actinas “verdaderas”. Una vez que el complejo se activa, se cree
que las dos Arp adoptan una conformación que constituye una plantilla a la cual pueden agregarse
monómeros de actina, de modo análogo a como se propone que la tubulina γ forma una plantilla
para la nucleación de un microtúbulo. Otra proteína de nucleación, llamada formina, genera
filamentos no ramificados, como los que se hallan en adhesiones focales y en los anillos contráctiles
de células en división. A diferencia de Arp2/3, que permanece en el extremo aguzado del filamento
recién formado, la formina sigue el extremo barbado incluso cuando se insertan unidades nuevas en
ese sitio.
2. Proteínas para secuestro de monómeros. Las timosinas son proteínas que se unen con los
monómeros actina-ATP (a menudo llamada actina G) e impiden la polimerización. Las proteínas
con esta actividad se describen como proteínas para secuestro de monómeros de actina. Se cree que
son las encargadas de mantener la concentración relativamente alta de actina G en células
extramusculares (50 a 200 mM). Sin las proteínas para secuestro de monómeros, las condiciones en
el citoplasma favorecerían la polimerización casi completa de los monómeros solubles de actina en
filamentos. A causa de su capacidad para unirse con actina G y estabilizar la reserva de monómeros,
los cambios en la concentración o la actividad de las proteínas para secuestro de monómeros puede
modificar el equilibrio entre monómeros y polímeros en cierta región de una célula y determinar si
en un momento determinado se favorece la polimerización o la despolimerización.

3. Proteínas bloqueadoras de los extremos (tapas). Las proteínas de este grupo regulan la
longitud de los filamentos de actina al unirse con uno u otro extremo de los filamentos, formando
una tapa que bloquea tanto la pérdida como la ganancia de subunidades. Si el extremo barbado de
crecimiento rápido de un filamento se tapa, la despolimerización puede proceder en el extremo
contrario, lo que conduce al desensamble del filamento. Si el extremo afilado también se tapa, la
despolimerización se bloquea. Los filamentos delgados del músculo estriado se tapan en su extremo
barbado en la línea Z por una proteína llamada cap Z y en su extremo afilado lo hacen con la
proteína tropomodulina. Si la tapa de tropomodulina se altera mediante la microinyección de
anticuerpos en una célula muscular, los fi lamentos delgados agregan subunidades de actina
adicionales en este extremo afilado recién descubierto y se observa una elongación drástica en la
parte media de la sarcómera.

4. Proteínas polimerizadoras de monómeros. La profilina es una pequeña proteína que se une con
el mismo sitio que la timosina en el monómero de actina. Sin embargo, en lugar de inhibir la
polimerización, al parecer la profilina promueve el crecimiento de los filamentos de actina. La
profilina lo hace mediante la unión con un monómero de actina, donde cataliza la disociación del
ADP unido, que se sustituye en poco tiempo con un ATP. El monómero profilina-ATP-actina puede
entonces ensamblarse sobre el extremo barbado libre de un fi lamento de actina, lo que conduce a la
liberación de profilina.

5. Proteínas despolimerizadoras del filamento de actina. los miembros de la familia proteica de


la cofilina (que incluye cofilina, ADF y depactina) se unen con las subunidades actina-ADP
presentes en el cuerpo y en el extremo afilado de los filamentos de actina. La cofilina tiene dos
actividades evidentes: puede fragmentar los filamentos de actina y puede promover su
despolimerización en el extremo afilado. Estas proteínas participan en el recambio rápido de los
filamentos de actina en sitios de cambios dinámicos de la estructura del citoesqueleto. Son
esenciales para la locomoción celular, la fagocitosis y la citocinesis.

6. Proteínas que forman enlaces cruzados. Las proteínas de este grupo pueden alterar la
organización tridimensional de una población de filamentos de actina. Cada una de estas proteínas
tiene dos o más sitios de unión con actina, por lo que pueden establecer enlaces entre dos o más fi
lamentos de actina separados. Algunas de estas proteínas (p. ej., la fi lamina) tienen la forma de un
cilindro largo y flexible, y promueven la formación de redes laxas de filamentos interconectados
entre sí en ángulos casi rectos. Las regiones del citoplasma que contienen estas redes poseen las
propiedades de un gel elástico tridimensional que resiste las presiones mecánicas locales. Otras
proteínas que forman enlaces (p. ej., vilina y fimbrina) tienen forma globular y promueven el
agrupamiento de filamentos de actina en conjuntos paralelos muy ajustados. Estas estructuras se
encuentran en las microvellosidades que se proyectan de ciertas células epiteliales y los
estereocilios parecidos a pelos que sobresalen de las células receptoras del oído interno. La
agrupación de filamentos aumenta su rigidez, lo que les permite actuar como un esqueleto interno
de soporte para estas proyecciones citoplásmicas.

7. Proteínas cortadoras de filamentos. Las proteínas de esta clase tienen la capacidad para unirse
con el lado de un filamento ya formado y romperlo en dos. Las proteínas cortadoras (p. ej., la
gelsolina) también pueden favorecer la incorporación de monómeros de actina mediante la creación
de más extremos barbados libres, aunque también es posible que tapen los extremos que generan.

8. Proteínas de unión con membrana. Gran parte de la maquinaria contráctil de las células
extramusculares radica justo debajo de la membrana plasmática. Durante muchas actividades, las
fuerzas generadas por las proteínas contráctiles actúan sobre la membrana plasmática y hacen que
sobresalga (como ocurre, por ejemplo, durante la locomoción celular) o que se invagine (como
sucede durante la fagocitosis o la citocinesis). Por lo general estas actividades se facilitan por la
unión indirecta de los filamentos de actina con la membrana plasmática mediante el enlace con una
proteína periférica de membrana. Las proteínas que unen las membranas con la actina comprenden
la vinculina, miembros de la familia ERM (ezrina, radixina y moesina) y miembros de la familia de
la espectrina (inclusive la distrofi - na, la proteína cuyo defecto causa la distrofi a muscular).

12.-EXPLIQUE EL PROCESO DE POLIMERIZACIÓN DE LA ACTINA COMO


MECANISMO GENERADOR DE FUERZA.

Algunos tipos de motilidad celular ocurren sólo como resultado de la polimerización de la actina y
no implican actividad de la miosina. Considérese el ejemplo de Listeria monocytogenes, una
bacteria que infecta los macrófagos y puede causar encefalitis o intoxicación alimentaria. Listeria se
impulsa como un cohete por el citoplasma de una célula infectada mediante la polimerización de
monómeros de actina justo detrás de la bacteria. ¿Cómo puede esta bacteria inducir la formación de
filamentos de actina en un sitio particular de su superficie? Las preguntas respecto a la localización
son importantes en el estudio de cualquier tipo de proceso móvil porque la motilidad depende de
que una célula sea capaz de ensamblar la maquinaria necesaria en un sitio y momento particulares.
Listeria puede realizar esta hazaña porque contiene una proteína llamada ActA que sólo se
encuentra en un extremo de la bacteria. Cuando ActA queda expuesta dentro del citoplasma del
hospedador, recluta y activa varias proteínas del hospedador (inclusive el complejo Arp2/3 descrito
antes) que trabajan juntas para dirigir el proceso de polimerización de actina. El proceso de
propulsión de Listeria se reconstruyó in vitro y ello permitió a los investigadores demostrar de
manera concluyente que la polimerización de la actina por sí misma, sin la participación de motores
de miosina, puede brindar la fuerza necesaria para la motilidad. Los mismos fenómenos que ocurren
durante la propulsión de Listeria se utilizan en las actividades celulares normales; van desde la
propulsión de vesículas citoplásmicas y organelos hasta el movimiento de las células mismas, que
es el tema de la sección siguiente.

13.- OCÚPENSE SOBRE LA LOCOMOCIÓN CELULAR


La locomoción celular es necesaria para muchas actividades en los vertebrados superiores, inclusive
el desarrollo de tejidos y órganos, la formación de vasos sanguíneos, el desarrollo de axones, la
cicatrización de heridas y la protección contra infecciones. La locomoción celular también es la
encargada de la diseminación de tumores cancerosos. La siguiente descripción se concentra en
estudios de células cultivadas que se mueven sobre un sustrato plano (bidimensional) porque estas
son las condiciones experimentales que dominan este campo de investigación. Hay que tener
presente que las células del cuerpo no se mueven sobre sustratos desnudos y planos, y que cada vez
se tiene más evidencia de que algunos de los hallazgos de estos estudios tal vez no se apliquen a las
células que cruzan un terreno más complicado. Hace poco tiempo los investigadores empezaron a
desarrollar sustratos más complejos, entre ellos varios tipos de matrices extracelulares
tridimensionales, que podrían conducir a la revisión de algunos aspectos del mecanismo de
locomoción celular que se describen enseguida. Aunque las células móviles puedan asumir formas
muy distintas mientras se arrastran sobre el sustrato, presentan una secuencia similar de actividades.

1) El movimiento inicia por la protrusión de una parte de la superficie celular en la dirección en la


que la célula va a moverse.

2) Una parte de la superficie inferior de la protrusión se adhiere al sustrato y forma sitios de anclaje
temporal.

3) La mayor parte de la célula se impulsa al frente sobre los contactos adhesivos, que al final se
convierten en la parte posterior de la célula.

4) La célula rompe los contactos traseros con el sustrato, lo que causa la retracción del margen final
o “cola”.

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