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Elaboración del recuerdo personal proyecto COIL

Yarleth Dayana Guerrero Cabrera


7 Semestre de Psicología

Luz Mary Herrera


Psicologia comunitaria

Universidad Manuela Beltran

Seccional Bucaramanga

2022
Recuerdo que cuando se inició la presencialidad era una mañana de un lunes muy fría, era

alrededor de las 7 am. Recién pise la entrada de la Universidad me sentí extraña, como si

conociera el lugar de nuevo por primera vez, y por algún momento también percibí que el

ambiente era más distante. Cuando estaba dentro del establecimiento observaba que algunas

cosas de la Universidad habían cambiado de puesto, pero que la poca gente que se encontraba

allí era fríos y secos por supuesto, cada uno llevaba el tapabocas y de alguna forma no se

acercaban a otros, no sabría decir si era por las cuestiones de salud, si era porque se sentían

algo extraños en el lugar o simplemente si era porque no sabían de alguna manera ya como

acercarse a otros después de tanto tiempo sin verse. Mientras esperaba el ascensor para subir,

paso una compañera de mi clase, nos saludamos pero de una forma un poco alejada y seria,

tal vez por el simple hecho de que volvernos a ver después de tanto tiempo era incómodo.

Al llegar el ascensor subí a este, luego me dirijo al salón donde tocaba la primera clase del

semestre que estaba cursando y al entrar a este ya habían algunos compañeros más allí. Se

podría decir que unos se encontraban retirados de otros pues aquel entonces habían

restricción de acercamiento, se debía mantener un distanciamiento social. Así que eso hacía

mucho más difícil acercarse a otros por lo que no quedaba sino tratarnos de manera un poco

más seca por decirlo así. Observe que los salones eran un poco más ventilados y tienen gel

antibacterial al entrar al salon, por otro lado, el escritorio del profesor se encontraba más

alejado de las sillas de los estudiantes y estas últimas se encontraban igual, cada compañero

estaba sentado de manera intermitente en su puesto de esta manera se cumplia las

restricciones.

Entonces me percaté de que la virtualidad no sólo había cambiado nuestra manera de

aprender, sino también nuestra manera de relacionarnos con otros y cómo mantener esas
comunicaciones de manera adecuada. Durante el tiempo estuve en la virtualidad al principio

fue relajado, me pareció hasta muy fácil porque no tenía que gastar en transportes, podía

comer mientras veía las clases o realizar otras actividades mientras estaba en ellas también.

Sin embargo, con el tiempo se convirtió en algo agotador por el simple hecho de que sentía

que no aprendía igual, pues era más fácil tener distractores ya que si se iba a presentar una

exposición esta no se podía realizar bien, también estaba el hecho de tener problemas de

conexión al momento de presentar algún trabajo.

Claro está que sentí en aquel entonces que la virtualidad había cambiado mi manera de

aprender, había vuelto a mi mente perezosa y de alguna manera ya no se realizaba tanto

esfuerzo por llevar a cabo dicho aprendizaje. La participación de compañeros en clase era

casi nula y la interacción con ellos de manera interpersonal había disminuido

considerablemente. De alguna forma la virtualidad cambió la forma de ver las cosas en

cuanto al aprendizaje, ya que este lo había vuelto mecánico, sin dinamia y hasta a veces un

poco enredado.

Me percate que para mi aprendizaje no quería la virtualidad, pues lo consideraba lejano e

incluso poco satisfactorio para mi crecimiento a nivel profesional y personal, ya que

consideraba que la comunicación a nivel interactivo mientras se ve al docente de manera

presencial es un aspecto muy importante pues se da la oportunidad de conocer al docente,

conocernos y mantener esas relaciones para llevar un aprendizaje más dinámico y

enriquecedor.

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