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NEURODIVERGENCIA ESCOLAR EN EL CBTIS 129

Antes del curso, el solo escuchar la palabra neurodivergente para mi resultaba en un termino poco
comprensible, con nociones muy limitadas y quedadas en el aire, durante el desarrollo fuimos
aterrizando esos términos a realidades escolares y sociales, con ejemplos claros y con sustento
científico, y ahora con el uso de la información obtenida durante el curso es más factible detectar
características o no se si correcta o incorrectamente dicho “síntomas” de alumnos que se
encuentren en determinada situación, y quedando claro que no por etiquetación sino
objetivamente con el fin de encontrar un modo mas apropiado del trabajo con estudiantes
neurodivergentes.

Tratando de poner en practica esto que aun me encuentro en proceso de aprendizaje, lo dicho en
el curso me dio la intuición de poner especial atención en un alumno del plantel, que dicho sea de
paso podría considerarse un estudiante académicamente normal, calificaciones de regulares a
buenas, pero con comportamientos también algo especiales.

Se trata de Guillermo (nombre obviamente inventado por razones respetuosas) que a menudo
olvida o pierde objetos que son necesarios para la clase, el clásico alumno que antes de empezar
una lección, pregunta: ¿profe no tiene un lápiz o saca puntos que me preste?, otras veces son
libros, papeles, etcétera. Guillermo se distrae tan fácilmente que al poco tiempo de conseguirlo ya
lo perdió, muchas veces por su distracción y otras por la complicidad de sus compañeros o aunque
suene cruel también son sus victimarios; aunque muchas otras veces simplemente se olvida de las
cosas durante las actividades diarias, se desconcentra fácilmente, y entre otras cosas es un alumno
que frecuentemente reacción de forma un poco agresiva cuando se siente cuestionado o invadido,
cabe decir que también le cuesta muchos seguir instrucciones aparentemente sencillas, es serio y a
veces eso disimula mucho su condición o hace que pase desapercibido, en fin, Guillermo ha
llegado hasta cuarto semestre de preparatoria sin trato psicológico o clínico alguno y sobra decir
que eso ya es admirable: la analogía parecerá absurda pero es como si hubiera una carrera y
alguien la lleva a cabo con una pierna lastimada o en silla de ruedas pero que aun así logro llegar.

Luego que empezó el trabajo de este semestre y después del curso, puse más atención en
Guillermo, en sus trabajos y sobre todo su esfuerzo, traté de hacer que en esa carrera en la que
estaba participando fuera lo mas justa posible dentro de lo posible. Comencé a asignarle un lugar
mas cercano al escritorio, con una distancia tolerable para que no sintiera una invasión repentina,
pero lo suficiente para cuidar de que se distrajera lo menos posible y sus compañeros dejaran de
ocultarlo los lápices que siempre traía pero que pocas veces encontraba, después de cada
explicación al grupo trataba de explicarle de una manera mas concreta y tengo la impresión que
muchos del grupo estaban mas cómodos con esa forma de trabajo, (a veces hacemos lo fácil difícil
y lo peor es que ni siquiera lo notamos), poco a poco Guillermo ha comenzado a tener mas
confianza, participa un poco más, no sé si tenga que ver pero su sentido del humor y sarcasmo
también son mas notorios, en fin, muchas de las acciones realizadas empiezan primero
identificando a los alumnos neurodivergentes y el curso dio esa posibilidad, una vez identificando
la condición en gran medida es cuestión del docente de ver la forma que esos alumnos pueden y
merecen mejorar la situación, y es cuestión de tener una percepción mas humanista y consciente,
porque podría garantizar que cualquiera quisiera que el profesor o maestra de su hijo cuidara a su
alumno como su propio hijo, el interés cambia y se deja de ser homogéneo, el trabajo también se
vuelve mas agotador, por que es necesario involucrar más tiempo, herramientas, conocimientos y
detonadores de atención que generalmente no usamos por que ciegamente queremos creer que
todos nuestros alumnos son iguales, a veces por desinterés propio y otras por culpabilizar a otros
de nuestras responsabilidades. Regresando con Guillermo y para hacer esto breve, el tiene un poco
mas de confianza en el mismo y en los demás, seguirá batallando obviamente, pero su calidad
como estudiante ha mejorado, tal vez no se refleje mucho en sus calificaciones y hay dos razones
básicas: 1. Muchos siguen viendo y tratando al Guillermo que ellos creen que es, el sistema no
cambia tan sencillamente, y la 2, calidad estudiantil va algo más allá de meras calificaciones,
impacta en el estado de ánimo, la manera en que ahora se relaciona y se siente y la seguridad que
le da ahora caminar por los pasillos con la cabeza menos agachada que antes.

Tomas Alfonso Verdugo Pierre

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