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AMO SER MAESTRO

Me llamo _, llevo ya casi 5 años en esta profesión de ser maestro de lenguas, y después de tanto
tiempo logré una de mis metas; enseñar en el extranjero, honestamente no lo creí al principio, pero
al fin llegué a una escuela aquí en Colombia, y es el mejor día de mi vida… o eso se supone, al
parecer la escuela que me fue asignada es bastante nueva, así que gran parte de los estudiantes
también son nuevos en la institución, Han pasado mucho menos de 10 minutos desde que comenzó
la clase y puedo percibir que el ambiente es algo incómodo y diría que hasta tenso, también está el
hecho de que yo no soy de aquí, así que supongo que ellos no saben cómo tratar conmigo o eso
creo, entonces tomé la iniciativa de contarles un poco sobre mí, quién era y de dónde venía y les
presenté la metodología que íbamos a llevar el resto del año, pero no parecían prestarle mayor
importancia, y debo confesar que aunque la clase fue de una hora, se sintió como si hubiésemos
estado todooo el día allí, *suspiro… Definitivamente hoy no fue un buen día.

Cuando llegué a casa me sentí desmotivado porque no logré muchos avances con mis alumnos el
día de hoy, traté de proponer que se presentaran frente a la clase, pero fueron muy reservados a la
hora de hablar y esto me causaba bastantes interrogantes. Esto me recuerda a mis primeros días,
cuando estuve en una de mis clases y el desastre que fue todo al principio, pero con el tiempo logré
acostumbrarme a ello y luego superar todos los obstáculos, aunque también debo decir que la
mayoría de mis años de formación estuve en un mismo lugar y ahora estoy en la otra parte del
mundo, supongo que esto es salir de la zona de confort. Tal vez hoy tampoco fue el mejor día, pero
no puedo dejar que esto me desanime, no elegí ser maestro para rendirme en el primer momento en
que aparezcan las situaciones complejas. Ahora que pienso, creo que tengo una idea para el día de
mañana…
Al día siguiente, cuando los estudiantes llegaron, tomaron sus asientos como de costumbre, así que
me preparé y lo primero que hice fue pedirles que organizáramos las sillas alrededor del salón y
luego que se pusieran de pie, por suerte no tuvieron mucho problema en entenderlo y seguir las
instrucciones, luego les pedí que hicieran dos círculos, uno dentro del otro, con el fin de hacer una
actividad en la que todos pudiéramos interactuar con el otro y conocerlo un poco más, ésta consistía
en hacer preguntas en inglés al compañero que tenían al frente, como estrategia quise escribirles
algunas ideas de lo que podían preguntar en el tablero para que se apoyaran en ellas en caso de no
saber cómo empezar, y algunos lo hicieron y otros fueron más creativos y trataron de arriesgarse
con elementos más complejos. En medio de la actividad pude notar que aquella tensión que se
percibía el primer día de clase, había disminuido en una gran medida. Por suerte, la actividad ocupó
todo el tiempo de la clase tal como lo había planeado, y esto me hace sentir muy feliz, pues
considero que por medio de esta lograrán una mejor convivencia e interacción social. El día de hoy
fue un éxito en lo que a mí respecta y creo que para ellos fue una clase diferente, divertida y
enriquecedora.
Después de cada clase me gusta hacer un análisis de lo ocurrido para estar en continúo
mejoramiento con mi accionar docente; particularmente en esta clase que ya les conté, noté que aún
faltaba algo más por lograr, y descubrí que era la confianza y la tranquilidad de que mis alumnos
me preguntaran sin ningún temor, pues en la actividad de conocimiento pude darme cuenta que
cuando ellos no sabían la traducción de alguna palabra, se la preguntaban al compañero y si este no
tenía conocimiento simplemente la decían en español, y un dato muy curioso es que la mayoría de
este vocabulario estaba relacionado con la cultura. Así que se me ocurrió utilizar lo que había
identificado en el contexto y de esta manera adecuar los contenidos a enseñar. Creo que es suerte u
obra del destino, pero el tema que debo dictar la próxima clase tiene que ver con cultura, un tema
que realmente me encanta y apasiona. Prepararé todo para que esta clase sea de gran significado
para mis alumnos…
Por fin es lunes y comienza una semana llena de retos para mí, pues hoy voy a dictar un tema muy
interesante como ya les había contado “la cultura”. Primero quise empezar preguntando que sabían
ellos sobre su país, Colombia y la participación estuvo asombrosa, unos me hablaban de futbol,
otros de artistas reconocidos, otros de moda, ciencia, costumbres, comidas típicas y muchas cosas
más, yo estaba sencillamente maravillado porque podía ver en sus expresiones el amor que sentían
por su país y su identidad, y de esta manera yo también pude aprender muchos datos que
desconocía, incluso algunos me mencionaron lugares que me encantaría visitar en mis vacaciones,
la Comuna 13 en Medellín, la ciudad amurallada en Cartagena, el Cerro de Monserrate en Bogotá,
el Festival Mundial de la Salsa de Cali, y muchos otros más que no recuerdo pero que por supuesto
tengo anotados en mi agenda. Ellos estaban muy interesados en el tema, sus gestos de felicidad me
hacían sentir orgulloso de ellos mismos y de sus capacidades y habilidades para expresar sus gustos
e intereses.

Luego llegó mi turno y les empecé a contar muchas cosas sobre mi país y nuestra cultura, cada vez
que les contaba algo que no sabían, les surgían muchas más preguntas y eso me encantaba porque
considero que el proceso de aprendizaje se está generando con éxito. Después de mucho compartir
nuestras experiencias, por su puesto debía tomar un espacio para la reflexión y sus palabras me
llenaron de satisfacción. “Profe conocer de la cultura nos fortalece nuestro pensamiento”, “Conocer
la cultura nos permite tener una mejor interacción con el otro” “Respetar las diferentes culturas
siempre será fundamental”.

Ahora me termino de convencer que la educación debe ser un proceso bidireccional, donde el
alumno también sea parte activa de ella, donde no solo el transmita su conocimiento, sino que
también aprenda de sus alumnos porque ellos tienen mucho que darnos a nosotros. Así mismo esta
clase me brindó una vez más la oportunidad de darme cuenta que la lengua es identidad, es cultura y
siempre estará dispuesta a facilitarnos el intercambio cultural que muchas veces olvidamos.

Mis estudiantes llegaron al fin de su año escolar y como agradecimiento me hicieron un


reconocimiento por medio de palabras plasmadas en el pizarrón que resaltaban las características
que ellos veían en mí. En la mitad decía, profe, eres Carismático, eres Dinámico, eres Inclusivo, tu
vocación me inspira y sobre todo eres un maestro íntegro. Gracias por impulsarnos a ser mejores
cada día.

Ahora a mis 80 años de edad puedo decir que Amo ser maestro y que, si acaso hay otra vida,
volvería a escogerlo como mi pasatiempo favorito, porque cuando realmente se ama lo que se hace,
se disfruta y nunca es una carga, siempre es y será algo gratificante en todo su esplendor.

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