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Expediente: 703/20

JUICIO EJECUTIVO MERCANTIL.

C. JUEZ SEXTO CIVIL POR AUDIENCIAS


DEL DISTRITO JUDICIAL MORELOS.
 

C. ROLANDO TORRES ACOSTA, mexicano, mayor de edad, por mi propio


derecho, señalando como domicilio para oír y recibir toda clase de notificaciones el
ubicado en calle Burkina Faso, numero 1711, Colonia Paseo de los Leones Etapa
III, en esta ciudad de Chihuahua, Chihuahua, con Registro Federal de
Contribuyentes ________________, y CURP________________, autorizando
para tales efectos al C. Lic. Francisco Brenes Márquez, en los términos más
amplios del artículo 1069 del Código de Comercio, mismo que cuenta con cédula
profesional número 5702008, y Registro Estatal de Profesiones número
19175379SIII, debidamente registradas en el Departamento de Registro de
Cédulas Profesionales del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Chihuahua,
números de registro 1336382 y 1336383, ante Usted con el debido respeto
comparezco a exponer:

Que estando en tiempo y forma y encontrándome dentro del término de ocho días
mas uno a que se refiere el artículo 1396 del Código de Comercio, vengo a
contestar la demanda ad-cautelam y a oponerme a la ejecución de la misma en los
siguientes términos:

EN CUANTO A LAS PRESTACIONES

La actora no tiene derecho ni acción para demandarme las prestaciones que me


reclama del capítulo de conceptos de su demanda, como lo probaré durante la
secuela del procedimiento y por las razones que a continuación verteré. Por tanto
rechazando en su integridad los conceptos de la demanda, su capítulo de hechos,
los preceptos invocados y sus puntos petitorios; en tiempo y forma legal, produzco
contestación al libelo citado, a la improcedente e infundada demanda promovida
en mi contra, y respecto a los hechos paso a dar contestación

EN CUANTO A LOS HECHOS


 

I. El hecho marcado como número 1 es CIERTO.


II. El hecho marcado como número 2 es FALSO, toda vez que al momento de la
suscripción del título de crédito, no se pactó el interés moratorio, quedando este
rubro en blanco en dicho momento.
III. El hecho marcado como número 3 es FALSO, toda vez que las gestiones que
señala fueron realizadas por la endosante para el cumplimiento de su obligación
jamás existieron, por lo que hace a esta manifestación de la actora a que haya
realizado gestiones de cobro extrajudicial a efecto de cubrir el importe del
expresado título de crédito, en este aspecto niego rotundamente lo manifestado
por la misma, ya que tales gestiones no existieron
IV. El hecho marcado como número 4 ni lo NIEGO ni lo AFIRMO por no ser hecho
propio.
  

EXCEPCIONES Y DEFENSAS

I.- LA CADUCIDAD DE LA INSTANCIA, toda vez que dentro del presente


procedimiento de carácter ejecutivo mercantil se actualiza la excepción prevista el
numeral 8 Fracción X de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, ya
que de las constancias que obran dentro del expediente al rubro indicado y que
me fueron entregadas al momento de realizar el respectivo emplazamiento, de las
cuales me corrieron traslado se puede advertir que desde el día 11 de enero de
2022, se acordó por parte del Juez Primero Civil por Audiencias del Distrito
Abraham González, la recepción del exhorto número 87/2021, remitido por el
Juzgado Sexto Civil por Audiencias del Distrito Morelos, deducido del expediente
número 703/20, mismo que fue admitido en fecha 12 de noviembre de 2020,
relativo al, juicio que nos ocupa, esto a efecto de llevar a cabo el emplazamiento
correspondiente, quedando registrado en el libro de exhortos con el número
6/2022, surtiendo efectos dicho acuerdo el día 13 de enero de 2022, posterior a
ello no existió actuación y/o promoción alguna de la parte actora a efecto de
impulsar el trámite del procedimiento, por lo que en ese sentido según lo dispuesto
por el numera 1076 del Código de Comercio, al haber transcurrido más de 120
días contados a partir del día siguiente a aquel en que surtió efectos la notificación
de la última resolución judicial dictada, deberá realizarse la declaratoria de
caducidad de la instancia de pleno derecho, puesto que si bien es cierto aun
cuando el emplazamiento al juicio es una actividad exclusiva del órgano
jurisdiccional, y no de la actora, ésta se encuentra obligada a velar por su
realización, y a proporcionar la información que sea necesaria para ello, como
puede ser el domicilio exacto de la parte demandada, en caso de no resultar
correcto el proporcionado, o en su defecto, solicitar el emplazamiento por edictos,
o cuidar la devolución de éstos, lo cual requiere de trámites a su cargo; de ahí que
la declaración de la caducidad de la instancia, antes de que se realice el
emplazamiento a la demandada, no es consecuencia de la inactividad del Juez,
sino de la apatía de la actora, al incumplir con la carga y el impulso procesal para
que el juicio no quede suspendido indefinidamente, pues esa circunstancia no
releva al interesado de impulsar el procedimiento mediante solicitudes tendentes a
hacer patente su voluntad de continuar el juicio hasta su conclusión, pudiendo la
actora haber realizado promociones en las cuales se solicitara la celeridad del
trámite del exhorto a efecto de emplazarse en tiempo y forma y conforme a
derecho, lo cual no ocurrió.

Resultando aplicables los siguientes criterios jurisprudenciales:

Registro digital: 2014334
Instancia: Primera Sala
Décima Época
Materia(s): Civil
Tesis: 1a./J. 7/2017 (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación.
Libro 42, Mayo de 2017, Tomo I, página 299
Tipo: Jurisprudencia

CADUCIDAD DE LA INSTANCIA EN MATERIA MERCANTIL. LAS


ACTUACIONES, PROMOCIONES O DILIGENCIAS OCURRIDAS EN UN
EXHORTO O DESPACHO ORDENADO EN JUICIO PARA EMPLAZAR A UN
DEMANDADO, CONSTITUYEN ACTOS PROCESALES SUSCEPTIBLES DE
INTERRUMPIR EL PLAZO PARA QUE OPERE AQUÉLLA Y, POR ENDE, DEBE
SOLICITARSE EL INFORME RELATIVO AL JUEZ REQUERIDO.

En materia mercantil, la caducidad de la instancia está regulada en el


artículo 1076 del Código de Comercio, del cual se advierte que la orden de
practicar el emplazamiento a un codemandado mediante exhorto o despacho y su
sola tramitación, no pueden considerarse circunstancias que suspendan el
procedimiento para efectos de la declaratoria de caducidad pues, por regla
general, no impiden que el juez y las partes actúen, ni es necesario esperar a que
se informe el resultado de la diligencia respectiva por parte del juzgador requerido
para continuar el juicio, subsistiendo la carga procesal de las partes de impulsar el
procedimiento con la finalidad de llegar a su conclusión. Ahora bien, debe
señalarse que las promociones y actuaciones ocurridas durante el trámite y
cumplimiento del exhorto o despacho, constituyen actos procesales respecto del
juicio mercantil de origen para efectos de decidir sobre la caducidad de la
instancia; por lo que el juez requirente debe conocer si en la tramitación y
desarrollo del exhorto o despacho ocurrieron promociones, actuaciones o
diligencias aptas para interrumpir el plazo para que opere la caducidad, lo que le
impone el deber de solicitar al juez requerido que rinda un informe al respecto, con
la finalidad de contar con los elementos necesarios para resolver lo conducente,
en el entendido de que sólo mediante la rendición del informe respectivo por parte
del requerido, el juez del conocimiento estará en condiciones de resolver sobre la
posible existencia, o no, de la caducidad de la instancia, pues examinará el
expediente del juicio mercantil de origen y el informe rendido por el juez requerido,
para determinar si existe oportunidad e idoneidad para interrumpir el plazo para
que opere la caducidad de la instancia en el juicio mercantil. Todo lo anterior, sin
perjuicio de que los interesados puedan interrumpir dicho plazo promoviendo
directamente ante el juzgador del conocimiento, mediante solicitudes que impulsen
el procedimiento hacia su conclusión antes de que transcurra el plazo respectivo.

Contradicción de tesis 31/2016. Entre las sustentadas por el Quinto Tribunal


Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Sexto Circuito. 7 de septiembre de 2016. La votación se dividió en
dos partes: mayoría de tres votos por la competencia. Disidente: José Ramón
Cossío Díaz. Unanimidad de cuatro votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de
Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo Rebolledo y Norma Lucía
Piña Hernández, en cuanto al fondo. Ausente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.
Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Mario Gerardo Avante Juárez.
Tesis y/o criterios contendientes:

El Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito, al resolver los
amparos directos 361/2008, 548/2009, 203/2010, 214/2010 y 275/2010), sostuvo
la tesis jurisprudencial VI.2o.C. J/322, de rubro: "CADUCIDAD DE LA INSTANCIA
EN MATERIA MERCANTIL. EL CÓMPUTO DEL TÉRMINO PARA QUE OPERE
INICIA A PARTIR DEL PRIMER AUTO QUE SE DICTE EN EL JUICIO Y NO
CUANDO SE RECIBA EL EXHORTO EN EL QUE CONSTE EL
EMPLAZAMIENTO AL DEMANDADO.", publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXXII, noviembre de 2010, página
1232, con número de registro digital: 163509.

El Quinto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito, al resolver el


amparo directo 679/2015, sostuvo que las actuaciones practicadas por el Juez
exhortado, atinentes a la radicación de la respectiva comunicación procesal, así
como la diligencia de requerimiento de pago, embargo y emplazamiento a la
deudora, constituyen actuaciones judiciales que sí tienden a impulsar el
procedimiento, puesto que ponen en evidencia la intención de la actora en la
continuación del procedimiento, derivado del llamamiento a juicio de uno de los
demandados.

Tesis de jurisprudencia 7/2017 (10a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto
Tribunal, en sesión de fecha dieciocho de enero de dos mil diecisiete.

Esta tesis se publicó el viernes 26 de mayo de 2017 a las 10:31 horas en el


Semanario Judicial de la Federación y, por ende, se considera de aplicación
obligatoria a partir del lunes 29 de mayo de 2017, para los efectos previstos en el
punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.

Registro digital: 174785
Instancia: Primera Sala
Novena Época
Materia(s): Constitucional, Civil
Tesis: 1a./J. 27/2006
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.
Tomo XXIV, Julio de 2006, página 17
Tipo: Jurisprudencia

CADUCIDAD DE LA INSTANCIA EN MATERIA MERCANTIL. EL NUMERAL


1076 DEL CÓDIGO DE COMERCIO QUE AUTORIZA A DECRETARLA AUN
CUANDO NO SE HAYA PRACTICADO EL EMPLAZAMIENTO, NO VIOLA EL
ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS.

Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la


jurisprudencia 1a./J. 22/2003, publicada en el Semanario Judicial de la Federación
y su Gaceta, Novena Época, Tomo XVII, mayo de 2003, página 149, con el rubro:
"CADUCIDAD DE LA INSTANCIA EN MATERIA MERCANTIL. OPERA DESDE
EL PRIMER AUTO QUE SE DICTE EN EL JUICIO AUNQUE NO SE
HAYA EMPLAZADO AL DEMANDADO.", sostuvo que el artículo 1076 del
Código de Comercio establece que la caducidad de la instancia opera de pleno
derecho una vez que transcurran ciento veinte días de inactividad procesal, desde
el primer auto que se dicte en el juicio y hasta la citación para oír sentencia, por lo
que dicha figura opera en cualquier momento de éste, sin necesidad de que haya
sido emplazado el demandado, pues este requisito sólo es necesario para fijar la
litis. En ese orden de ideas y tomando en consideración que la garantía de acceso
a la justicia no es un beneficio para el particular, sino un derecho del gobernado
para que se le administre justicia dentro de los plazos y términos que fijen las
leyes, con la obligación correlativa de que aquél cumpla con los requisitos exigidos
por la ley, de manera que a pesar de que la voluntad de las partes es la que
impera en los juicios mercantiles, ésta siempre está supeditada a lo dispuesto por
las leyes procesales, se concluye que el indicado artículo 1076 que constituye un
reflejo del principio dispositivo consistente en que el ejercicio de la acción, su
desarrollo a través del proceso, sus límites y la actividad del Juez, se regulan por
la voluntad de las partes contendientes, no viola el artículo 17 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos. Ello es así porque el citado artículo
1076 no impide el acceso a la impartición de justicia, pues no coarta el derecho de
la parte actora de acudir a los tribunales para resolver un caso concreto, y si bien
corresponde a la autoridad judicial emplazar a la parte demandada a efecto de
hacerle saber que se ha instaurado un juicio en su contra, en caso de que dicha
notificación no haya ocurrido, la parte actora puede impulsar el procedimiento,
solicitando al Juez que ordene el emplazamiento al demandado con el fin de que
no opere la caducidad de la instancia, por lo que en el supuesto de que ésta se
actualice, únicamente es imputable a la actora, en virtud de que es la interesada
en que se resuelva la controversia planteada.

Contradicción de tesis 140/2005-PS. Entre las sustentadas por el Quinto Tribunal


Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito y el Séptimo Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Primer Circuito. 22 de marzo de 2006. Cinco votos. Ponente: Juan
N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 27/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto
Tribunal, en sesión de fecha cinco de abril de dos mil seis.

Nota: Por ejecutoria del 1 de julio de 2021, la Primera Sala declaró improcedente
la contradicción de tesis 247/2020, derivada de la denuncia de la que fue objeto el
criterio contenido en esta tesis
Registro digital: 177685
Instancia: Primera Sala
Novena Época
Materia(s): Civil
Tesis: 1a./J. 72/2005
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.
Tomo XXII, Agosto de 2005, página 47
Tipo: Jurisprudencia

CADUCIDAD DE LA INSTANCIA. LAS PROMOCIONES DE
LAS PARTES SON APTAS PARA INTERRUMPIR EL PLAZO PARA QUE
OPERE, CUANDO SON OPORTUNAS Y ACORDES CON
LA ETAPA PROCESAL EN LA QUE SE PRESENTAN.

La Primera Sala de la Suprema Corte de la Nación en la tesis jurisprudencial 1a./J.


1/96 de rubro: "CADUCIDAD DE LA INSTANCIA SÓLO ES SUSCEPTIBLE DE
INTERRUPCIÓN A TRAVÉS DE PROMOCIONES QUE TIENDAN A IMPULSAR
EL PROCEDIMIENTO Y NO CON CUALQUIER ESCRITO
(LEGISLACIÓN PROCESAL DEL DISTRITO FEDERAL).", sostuvo que
las promociones que pueden impulsar el procedimiento son aquellas que revelan o
expresan el deseo o voluntad de las partes de mantener viva la instancia, esto es,
aquellas que tuvieran como consecuencia activar el procedimiento y excitar al
órgano jurisdiccional a continuar hasta el dictado de la sentencia. Por ello, para
que pueda demostrarse el interés de las partes en impulsar o continuar el
procedimiento, es necesario que, además de las características mencionadas, la
promoción sea coherente con la correspondiente secuela procesal, es decir, que la
pretensión contenida en esa promoción sea posible atendiendo al
contexto procesal en que se presenta; en consecuencia, las promociones en las
que se solicita que se inicie una etapa procesal o se realice un acto procesal,
cuando aquélla ya concluyó o éste ya se realizó, no son oportunas ni coherentes
con la secuela procesal, porque de acuerdo al principio de preclusión que rige en
los procedimientos civiles y mercantiles, no puede reiniciarse o volverse a
una etapa procesal que ya quedó cerrada. Por lo anterior, esa clase
de promociones no interrumpen el plazo para que opere la caducidad de la
instancia pues no demuestran el interés de las partes por continuar con el
procedimiento hasta su resolución, sino por el contrario, lo retrasan.
Contradicción de tesis 50/2005-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal
Colegiado del Vigésimo Circuito y Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Tercer Circuito. 15 de junio de 2005. Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío
Díaz. Secretario: Fernando A. Casasola Mendoza.

Tesis de jurisprudencia 72/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto


Tribunal, en sesión de fecha quince de junio de dos mil cinco.

Nota: La tesis 1a./J. 1/96 citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de le


Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo III, enero de 1996, página 9.
Por ejecutoria del 1 de julio de 2021, la Primera Sala declaró improcedente la
contradicción de tesis 247/2020, derivada de la denuncia de la que fue objeto el
criterio contenido en esta tesis.

II. La FALTA DE ACCIÓN Y DE DERECHO PARA DEMANDAR. La parte actora


carece de acción y de derecho para exigir al suscrito el pago de la cantidad que
aún le adeuda, pues previo a la presentación de la demanda, nunca requirió el
pago en mi domicilio, o existió en ningún momento las gestiones extrajudiciales
de cobro, además de que el interés moratorio pactado resulta por demás irrisorio y
usurario, pues el 10% de interés rebasa por demás el interés legal previsto en la
normatividad aplicable puesto que existe un exceso en las prestaciones
reclamadas puesto que el interés pactado al momento de suscribir el pagaré base
de la acción, resulta ilegal, porque se trata de intereses desproporcionados, toda
vez que si bien la codificación mercantil contempla la posibilidad de cobrar
intereses por los préstamos, basados en el 9 principio de libre contratación, no
obstante, conforme a los artículos 21, numeral 3º de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos y 1º de la Constitución Federal, debe procurarse la
protección al deudor frente a los abusos y la eventualidad en el cobro de intereses
excesivos por constituir usura y que de permitir que la voluntad de las partes esté
sobre dicha disposición convencional, sería tanto como solapar actos de comercio
que conculquen derechos humanos.
Por lo que en esa tesitura, la aplicación del artículo 174 de la Ley General de
Títulos y Operaciones de Crédito, en el sentido de permitir el pacto irrestricto de
intereses en caso de mora, es inconvencional, pues tolera que los particulares se
excedan en su cobro, con la eventualidad de que éstos sean usurarios.

En el caso concreto, en el documento base de la acción se estipuló un interés


mensual del 10% cinco por ciento y basta con multiplicar la tasa referida por doce
meses que tiene el año, para obtener como resultado una tasa anual del 120 %
ciento veinte por ciento, la cual resulta usuraria y excesiva, dicha violación se
perpetra en la esfera jurídica del suscrito, pues el interés consignado en el título de
crédito es evidentemente desproporcional y excesivo, por lo que en este sentido la
actora carece de acción y derecho para reclamar esta excesiva y
desproporcionada prestación, queriendo obtener un lucro indebido e ilegal.

Tiene aplicación la Tesis XXX.1º.2 C (10ª.), sustentada por el Primer Tribunal


Colegiado del Trigésimo Circuito, consultable en la página 1735 del Libro XI, Tomo
2 del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Agosto de 2012, Décima
Época, del rubro y texto: “INTERESES MORATORIOS EN UN TÍTULO DE
CRÉDITO. EL ARTÍCULO 174 DE LA LEY GENERAL DE TÍTULOS Y
OPERACIONES DE CRÉDITO, QUE PERMITE SU PACTO IRRESTRICTO
TRANSGREDE EL DERECHO HUMANO DE PROHIBICIÓN LEGAL DE LA
USURA ESTABLECIDO EN EL ARTÍCULO 21, NUMERAL 3, DE LA
CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS. La usura en su
sentido gramatical se define como el interés excesivo en un préstamo. Por su
parte, el artículo 78 del Código de Comercio consagra el principio pacta sunt
servanda, esto es lo estipulado por las partes, en cualquier forma que se haya
establecido, debe ser llevado a efecto. Empero, esa libertad contractual tiene la
limitante prevista en el numeral 77 de la codificación en cita, que se refiere a que
tiene que versar sobre convenciones lícitas. En vista de ello, la Convención
Americana sobre Derechos Humanos -suscrita el veintidós de noviembre de mil
novecientos sesenta y nueve en San José de Costa Rica, que entró en vigor el
dieciocho de julio de mil novecientos setenta y ocho, de exigibilidad en México a
partir del veinticuatro de marzo de mil novecientos ochenta y uno- establece en su
artículo 21, numeral 3, que la usura y cualquier otra forma de explotación humana
por el hombre, deben ser motivo de prohibición legal; luego, dicha disposición se
trata de un derecho fundamental, pues el artículo 1º. de la Carta Magna amplía el
catálogo de éstos no sólo a los contenidos en el ordenamiento supremo del orden
jurídico nacional, sino también en los tratados internacionales aprobados por el
Estado Mexicano. En ese orden de ideas, se destaca que el artículo 174, segundo
párrafo, de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito no fija límite para
el pacto de intereses en caso de mora en un título de crédito, pues la voluntad de
las partes rige -en principiopara dicho acuerdo, en correlación con el mencionado
numeral 78 de la codificación mercantil, y con la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, que proscribe la usura. De ello se colige que si bien la
legislación 16 mercantil contempla la posibilidad de cobrar intereses por los
préstamos, basada en el principio de libre contratación, en atención al contenido
de los artículos 21, numeral 3, de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos y 1º. de la Constitución Federal, debe reconocerse la protección al
deudor frente a los abusos y a la eventualidad en el cobro de intereses excesivos,
por constituir usura. De este modo, permitir que la voluntad de las partes esté
sobre dicha disposición convencional sería solapar actos de comercio que
conculquen derechos humanos. Así, el artículo 77 del Código de Comercio, es
acorde con el texto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y
con el de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, al regular que los
pactos ilícitos no producen obligación ni acción; pero la aplicación del artículo 174
de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito en el sentido de permitir el
pacto irrestricto de intereses en caso de mora, es inconvencional, pues tolera que
los particulares se excedan en su cobro con la eventualidad de que éstos sean
usurarios.”.

También la Tesis XXX.1º.3 C (10ª.), sustentada por el Primer Tribunal Colegiado


del Trigésimo Circuito, localizable en la página 1734 del Libro XI, Tomo 2 del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Agosto de 2012, Décima Época,
bajo la voz y contenido: “INTERÉS USURARIO. SE CONSIDERA A LA
UTILIDAD POR MORA QUE EXCEDA DEL TREINTA Y SIETE POR CIENTO
ANUAL A QUE SE REFIERE EL ARTÍCULO 48, FRACCIÓN I, DE LA
LEGISLACIÓN PENAL PARA EL ESTADO DE AGUASCALIENTES. Conforme a
la tesis de este órgano colegiado de rubro: “INTERESES MORATORIOS EN UN
TÍTULO DE CRÉDITO. EL ARTÍCULO 174 DE LA LEY GENERAL DE TÍTULOS Y
OPERACIONES DE CRÉDITO QUE PERMITE SU PAGO IRRESTRICTO
TRANSGREDE EL DERECHO HUMANO DE PROHIBICIÓN LEGAL DE LA
USURA ESTABLECIDO EN EL ARTÍCULO 21, NUMERAL 3 DE LA
CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS 20 HUMANOS.”, que aparece
publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época,
Libro XI, Tomo 2, agosto de 2012, página 1735, es necesario establecer cuándo
un rédito puede considerarse usurario, esto es, que transgrede los límites de lo
ordinario o lícito. Así, atento a que la Ley General de Títulos y Operaciones de
Crédito ni el Código de Comercio prevén un límite para el pacto de intereses en
caso de mora, es válido -de acuerdo a la supletoriedad de la codificación mercantil
del Código Civil Federal- remitirnos, en primera instancia, al artículo 2395 de la
indicada legislación sustantiva civil federal; sin embargo, de su lectura se advierte
que prevé la reducción de los réditos, bajo la justificación en el juicio de la figura
jurídica de la lesión, sin hacer referencia a intereses usurarios ni fijar un porcentaje
en tal sentido. Por tanto, al tratarse la usura de un acto motivo de represión por las
legislaciones penales, se destaca que el Código Penal Federal, en sus artículos
386 y 387, fracción VIII, prevén como usura la estipulación de intereses superiores
a los “usuales en el mercado”; no obstante, debe observarse que la banca presta
diversidad de servicios financieros, además de que el interés varía, de acuerdo al
producto, y que los porcentajes anuales que cobran las instituciones financieras
por réditos son extremosos, entre los más bajos y altos en su cobro; de ahí que el
elemento del cuerpo del delito de fraude por usura, a que se refiere el mencionado
artículo 387, fracción VIII, del Código Penal Federal de “intereses superiores a los
usuales en el mercado”, se torne abstracto o impreciso para dar seguridad al
gobernado de cuándo estará en condiciones de alegar que, en caso del cobro de
un título y de la realización de operaciones de crédito, existe usura en el cobro de
intereses moratorios. Ello es así, porque el Alto Tribunal ha sentado criterio en la
tesis P. LXIX/2011 (9ª.), que aparece publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro III, Tomo 1, diciembre de 2011,
página 552, de rubro: “PASOS A SEGUIR EN EL CONTROL DE
CONSTITUCIONALIDAD Y CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN MATERIA
DE DERECHOS HUMANOS.”, que cuando hay varias interpretaciones
jurídicamente válidas, los Jueces deben, partiendo de la presunción de
constitucionalidad de las leyes, preferir aquella que hace a la ley acorde a los
derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados
internacionales en los que el Estado Mexicano sea parte, para evitar incidir o
vulnerar el contenido esencial de estos derechos. Por tanto, atento al contenido de
dicho criterio, en lo tocante a la interpretación de las normas positivas de derecho
interno, se considera que una ley más acorde para la protección del derecho
humano reconocido en el artículo 21, numeral 3, de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos -que conmina a la prohibición en ley de la usura- es la
Legislación Penal para el Estado de Aguascalientes, norma positiva que si bien no
es federal, sí permite fijar un porcentaje certero y eficaz para la salvaguarda del
derecho humano en comento, al disponer en su artículo 48, fracción I, que ello
sucede cuando un interés convencional evidente o encubierto excede de un treinta
y siete por ciento anual; de ahí que, para estar en condiciones de resolver si un
rédito es usurario, es válida la remisión a dicha legislación estatal; máxime cuando
las partes en la suscripción del título de crédito señalaron como lugar de pago la
entidad de Aguascalientes, lo que, a la postre otorgó competencia a la
responsable para conocer de la contienda en términos del artículo 1104, 21
fracción I, de la codificación mercantil.”

Asimismo, sirve de apoyo a lo anterior, la Tesis de Jurisprudencia por


Contradicción número 46/2014, Décima Época, aprobada por la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, en sesión de veintiuno de mayo de dos
mil catorce, del sumario siguiente: “PAGARÉ. EL ARTÍCULO 174, PÁRRAFO
SEGUNDO, DE LA LEY GENERAL DE TÍTULOS Y OPERACIONES DE
CRÉDITO, PERMITE A LAS PARTES LA LIBRE CONVENCIÓN DE INTERESES
CON LA LIMITANTE DE QUE LOS MISMOS NO SEAN USURARIOS.
INTERPRETACIÓN CONFORME CON LA CONSTITUCIÓN [ABANDONO DE LA
JURISPRUDENCIA 1ª./J. 132/2012 (10ª) Y DE LA TESIS AISLADA
1ª.CCLXIV/2012 (10ª)]. Una nueva reflexión sobre el tema del interés usurario en
la suscripción de un pagaré, conduce a esta Sala a apartarse de los criterios
sostenidos en las tesis 1ª./J 132/2012 (10ª), así como 1ª. CCLXIV/2012 (10ª.), en
virtud de que en su elaboración se equiparó el interés usurario con el interés
lesivo, lo que provocó que se estimara que los requisitos procesales y sustantivos
que rigen para hacer valer la lesión como vicio del consentimiento, se aplicaran
también para que pudiera operar la norma constitucional consistente en que la ley
debe prohibir la usura como forma de explotación del hombre por el hombre;
cuando esta última se encuentra inmersa en la gama de derechos humanos
respecto de los cuales el artículo 1º constitucional ordena que todas las
autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover,
respetar, proteger y garantizar. Así, resulta que el artículo 21, apartado 3, de La 8
Convención Americana sobre Derechos Humanos, prevé la usura como una forma
de explotación del hombre por el hombre, como fenómeno contrario al derecho
humano de propiedad, lo que se considera que ocurre cuando una persona
obtiene en provecho propio y de modo abusivo sobre la propiedad de otra, un
interés excesivo derivado de un préstamo; pero además, dispone que la ley debe
prohibir la usura. Por lo anterior, esta Primera Sala estima que el artículo 174,
párrafo segundo, de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, que
prevé que en el pagaré el rédito y los intereses que deban cubrirse se pactaran
por las partes, y sólo ante la falta de tal pacto, operará el tipo legal, permite una
interpretación conforme con la Constitución General y, por ende, ese contenido
normativo debe interpretarse en el sentido de que la permisión de acordar
intereses tiene como límite que una parte no obtenga en provecho propio y de
modo abusivo sobre la propiedad de la otra, un interés excesivo derivado de un
préstamo; destacando que la adecuación constitucional del precepto legal
indicado, no sólo permite que los gobernados conserven la facultad de fijar los
réditos e intereses que no sean usurarios al suscribir pagarés, sino que además,
confiere al juzgador la facultad para que, al ocuparse de analizar la litis sobre el
reclamo de intereses pactados en un pagaré y al determinar la condena
conducente (en su caso), aplique de oficio el artículo 174 indicado acorde con el
contenido constitucionalmente válido de ese precepto y a la luz de las condiciones
particulares y elementos de convicción con que se cuente en cada caso, a fin de
que el citado artículo no pueda servir de fundamento para dictar una condena al
pago de intereses mediante la cual una parte obtenga en provecho propio y de
modo abusivo sobre la propiedad de su contrario un interés excesivo derivado de
un préstamo. Así, para el caso de que el interés pactado en el pagaré, genere
convicción en el juzgador de que es notoriamente excesivo y usurario acorde con
las circunstancias particulares del caso y las constancias de actuaciones, aquél
debe proceder de oficio a inhibir esa condición usuraria apartándose del contenido
del interés pactado, para fijar la condena respectiva sobre una tasa de interés
reducida prudencialmente que no resulte excesiva, mediante la apreciación de
oficio y de forma razonada y motivada de las mismas circunstancias particulares
del caso y de las constancias de actuaciones que válidamente tenga a la vista el
juzgador al momento de resolver.”

III. LA OSCURIDAD DE LA DEMANDA, se opone esta excepción pues la actora


para pretender hacer valer la acción cambiaria directa en cuanto al incumplimiento
de pago del título de crédito consistente en documento base de su acción, el cual
es un pagare con fecha de suscripción el día 3 de septiembre de 2019, el cual
resulto pagadero al día 3 de octubre de 2019, por la cantidad de $20,000.00
( VEINTE MIL PESOS 00/100 M.N), no establece circunstancias de tiempo, modo
y lugar de las supuestas gestiones realizadas por la misma a efecto de dar
cumplimiento a la obligación plasmada en el título de crédito, así las cosas, es
claro y evidente que la actora no cumple con la carga procesal de describir de
manera clara, precisa y completa los hechos de su demanda, y por el contrario,
sus planteamientos son confusos, imprecisos y contradictorios, que impiden al
suscrito conocer con claridad cuáles fueron las gestiones realizadas de las
prestaciones que me reclaman y los hechos en que se funda, dejando a esta parte
demandada en estado de indefensión para producir adecuadamente la defensa.

Es así pues que como se puede advertir no es cierto que se me haya requerido
del pago del documento accionario, aun cuando no se hubiere cubierto pero no se
me realizó cobro alguno, por lo tanto tal y como se puede advertir y como lo
manifestó la propia actora el documento base de la acción era pagadero a cierto
tiempo fecha, pues atendiendo a la literalidad durante el transcurso del tiempo no
me fue requerido el pago de los mismos, hasta este momento ni resulto pago
parcial a los mismos

PRUEBAS
I. La CONFESIONAL, de la C. LOURDES TORRES ACOSTA, quien de manera
personal y sin asesoría legal alguna deberá absolver las posiciones que en pliego
por separado se presentara en el momento procesal oportuno, debiéndose
notificar de manera personal para tal efecto.

II. La PRUEBA PRESUNCIONAL EN SU DOBLE ASPECTO en cuanto favorezca


los intereses jurídicos de la parte demandada.

III.- La PRUEBA INSTRUMENTAL DE ACTUACIONES, en todo lo que favorezca


mis intereses dentro del expediente 703/20.

DERECHO……

Son aplicables, en el aspecto sustantivo, los artículos 1061 FRACCIÓN III,


1076, 1390 TER 6, 1390 TER 7, 1396, 1399, 1400, 1401, 1403 FRACCION III, y
demás relativos y aplicables del Código de Comercio,

En cuanto al código Adjetivo, resultan aplicables los numerales 1, 2, 5, 6, 17,


197, 199, 204, 207, 208, 209, 212, 213, y demás relativos y aplicables del
Código de Procedimientos Familiares del Estado de Chihuahua

Por lo anteriormente expuesto y fundado a Usted C. Juez, atentamente solicito:

PRIMERO.- Reconocerme la personalidad con la que comparezco y se me tenga


contestando en tiempo y forma la demanda EN VIA EJECUTIVA MERCANTIL, en
ejercicio de la acción cambiaria directa entablada en mi contra, oponiendo las
excepciones y defensas pertinentes.

SEGUNDO.- Se tenga dando autorización en los términos amplios del artículo


1069 del Código de Comercio al C. LIC. FRANCISCO BRENES MARQUEZ, ,
mismo que cuenta con cédula profesional número 5702008, y Registro Estatal de
Profesiones número 19175379SIII, debidamente registradas en el Departamento
de Registro de Cédulas Profesionales del Tribunal Superior de Justicia del Estado
de Chihuahua, números de registro 1336382 y 1336383; asi como se de de alta en
el sistema de consulta remota el presente expediente en el numero de cuenta
22230.

TERCERO.- Se me tengan por ofrecidos los medios de convicción anteriormente


descritos y se provea lo conducente en el momento procesal oportuno sobre su
admisión y desahogo pertinente.

CUARTO.- Previo el trámite correspondiente legal, se declare la caducidad de la


instancia a la cual hice referencia en base a los argumentos anteriormente
expuestos.

QUINTO.- Se condene a la actora al pago de gastos y costas dentro del presente


juicio, conforme a lo disuesto por los articulos 1083, 1084 y 1085 del Codigo de
Comercio.

PROTESTO LO NECESARIO
A LA FECHA DE SU PRESENTACION

________________________________
JOSE LUIS MORENO DIAZ

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