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septiembre de 2011
Esquema de trabajo:
Lectura del contenido del tema.
Desarrollo de las preguntas de evaluación por parte de los alumnos.
Entrega en el plazo prefijado en clase.
1. Introducción. 2
sólo para uso de los alumnos de la Universidad de A Coruña. Cualquier otro uso debe contar con
la autorización previa del autor.
2 En relación con los distintos tipos de teoría ética y su diferenciación resultan de
especial interés los trabajos de J.B. Schneewind (“La filosofía moral moderna”, en SINGER,
Peter: Compendio de Ética, Madrid, Alianza, 1995, pags. 217-231) y Esperanza Guisán
(Introducción a la Ética. Madrid, Cátedra, 1995, cfr. págs. 34-42).
importancia a la universalidad, que es básicamente un requisito formal-, así
como había planteamientos éticos formalistas no ajenos por completo a
consideraciones materiales -la ética de Adam Smith o de Joseph Butler-, dos
importantes autores británicos relacionados con la ética de David Hume.
Teniendo en cuenta esto, resulta más claro adoptar la distinción entre
éticas teleológicas o consecuencialistas y éticas deontológicas, aunque con una
salvedad. Desde hace un cierto tiempo, parece haber surgido un modelo teórico
que en el ámbito ético suele recibir el nombre de “ética de las virtudes”, y en el
político es denominado simplemente “comunitarismo”, que pretende estar fuera
de esta dicotomía teleología/deontología. En independencia de si consigue o no
escapar a esa dualidad, en esta exposición vamos a distinguir, lo cual es más
claro, entre “éticas modernas” y “éticas postmodernas”. Las primeras incluirían
tanto a las éticas de fines o consecuencias como a las de deberes o principios y
se definirían básicamente por aceptar en mayor o menor medida el proyecto
ético y político ilustrado, cuyo centro es la aceptación de una racionalidad moral
relativamente universal -con muchas diferencias y matices-. Las éticas
postmodernas, que también incluyen múltiples formulaciones, se definen
básicamente por negar ese supuesto y su implicación básica: la existencia de un
modelo unitario y común, universalizable, de sujeto moral.
Las éticas modernas tuvieron una gran influencia en el nacimiento de las
ciencias humanas y su eclosión en el período ilustrado. Por su parte, las éticas
postmodernas han surgido precisamente bajo el amparo de un movimiento
genérico de crítica del fundamento, naturaleza y límites de las ciencias
humanas.
Dentro de las éticas modernas vamos a analizar como ejemplos del
movimiento teórico teleológico las éticas de David Hume y John Stuart Mill; el
punto de vista deontológico estará representado por un análisis, necesariamente
genérico, de las propuestas éticas y políticas de Immanuel Kant, así como de la
influencia esencial que ha tenido en el surgimiento de algunos planteamientos
éticos contemporáneos. Finalmente, las éticas postmodernas estarán
representadas por un análisis (muy breve e inserto en la explicación de Rawls)
de la llamada “teoría comunitarista” -principalmente, aunque no de modo
exclusivo, en torno a la obra de Alsdair MacIntyre-, que pretende constituirse
como alternativa tanto frente a las éticas teleológicas como a las deontológicas -
de manera directa, en contra de John Rawls, un autor explícitamente kantiano,
ilustrado, moderno-, esto es, frente a todas las éticas que aceptan el proyecto
filosófico y científico universalista de la modernidad.
No obstante, más que hablar de las éticas que niegan o fragmentan el
sujeto moral moderno, en esta asignatura vamos a profundizar en aquellos
modelos -en realidad, los más vigentes a pesar del eco que cualquier alusión a
un supuesto pensamiento postmoderno provoca- que parten del supuesto de la
posibilidad de un proyecto ético moderno e ilustrado.
Ya hemos señalado que la distinción básica dentro de estos modelos es la
existente entre éticas teleológicas y deontológicas. ¿En qué se basa esta
distinción?
2. Éticas teleológicas y deontológicas: Fundamentos
para su distinción dentro del proyecto ético de la
modernidad.
4 En todo caso, la evaluación de las ventajas teóricas y prácticas de ambos modelos, creo
que exige una previa aclaración de qué entendemos o vamos a entender por una “buena teoría
ética”, lo que incluirá en principio no sólo requisitos lógicos (internos) sino también empíricos o
explicativos (externos). Una excelente exposición de ésta cuestión, aunque bastante favorable a
las éticas teleológicas en BYKVIST, K. (2010), Utilitarianism : a guide for the perplexed.
London ; New York: Continuum.
En todo caso, en esta asignatura no partimos de ningún tipo de
convicción acerca de la completa racionalidad de uno de los dos modelos
clásicos de acercamiento a la fundamentación moral, entre otras cosas porque,
como ha hecho el comunitarismo actual, quizás pueda ponerse en cuestión la
propia empresa global que ambos modelos de ética comparten: el logro de una
fundamentación relativamente universal del comportamiento moral.
Pero, dejemos que cada uno de estos modelos y sus representantes
respectivos argumenten en su favor y en contra de otros. Démosles la
oportunidad de intentar convencernos de la solidez de sus posiciones o al menos
extraigamos lo que en ellos haya de útil para abordar la constitución de nuestras
propias propuestas.
En todo caso, y para finalizar este breve punto puramente metodológico,
quizás habría que señalar que la diferencia entre las éticas de consecuencias,
fines o éticas teleológicas y las de motivos, principios o éticas deontológicas es
más emocional que puramente racional, obedece más a un modo terrenal y
material de ver la naturaleza humana (ámbito de la ética descriptiva) y sus
potencialidades (dominio de la ética normativa), que al modo semi-divino de
considerar los destinos éticos que encarna paradigmáticamente la ética de Kant.
Jesús Mosterín dijo en Racionalidad y acción humana5 que las únicas
éticas son las teleológicas y que todo lo demás en realidad es Religión.
Yo no diría tanto, pero sí es cierto que las éticas teleologicas y las éticas
deontológicas forman parte de dos mundos morales y éticos bien distintos.
Exáminemos ya los méritos y problemas de cada uno de estos dos mundos.
2
1988 . Cfr. caps. I.8. y I.9.
PREGUNTAS GUÍA PARA EVALUACIÓN:
Bibliografía citada.
BYKVIST, K. (2010), Utilitarianism : a guide for the perplexed. London ; New York:
Continuum.