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Universidad Autónoma de Santo Domingo

(UASD-Puerto, Plata)

Presentación

Asignatura:

Derecho del Trabajo

Tema:

Unidad 1, tarea 1.1 Realizar un resumen de la historia y evolución del Derecho del Trabajo.

Nombres:

Kelmis Bonilla Bonilla-100591405

Cristal Díaz Quezada- 100557718

Yenifer Antonia Hiciano Chávez-100565643

Yerimer Balbuena-100541275

Samuel David Osoria Martinez-100581207

Maestro(a):

Gladys Altagracia Hernández Aquino

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Historia del derecho del trabajo

La legislación social y del trabajo en la republica dominicana se inicia en la década de los

treinta del siglo XX. Es propiamente uno de los hechos positivos de la llamada era de

Trujillo. Aunque en el año 1924 marca el ingreso de la Republica en la Organización

Internacional del Trabajo, y en 1925 fue promulgada la ley 175 sobre descanso dominical y

cierre de establecimientos, lo cual fue declarada inconstitucional por la sentencia de la

suprema corte de justicia de fecha 28 de abril de 1926, no se adoptaron, antes de 1930 ni un

proyecto de convención, para regir como ley, ni una recomendación como compromiso de

dictar la futura legislación adoptada a sus principios. No cabe duda de que no solo había

mucho de descuido, sino también, medularmente, la falta de un clima social-económico

para recibir sugestiones en la materia en que no estábamos preparados y actividades que no

existían en el país. Como por otra parte no había visión para proyectos o para encaminar un

programa de acción en tal sentido, no se realiza en momento algunas gestiones de leyes

Fernanda ni tan pocas medidas provisionales de carácter administrativo.

En 1930, el secretario de estado de trabajo y comunicaciones solicito las opiniones de la

OIT sobre un proyecto de código de trabajo, la cual no estuvo de acuerdo sobre una ley de

conjunto sobre la materia. El país siguió el conjunto de esta entidad, iniciando entonces un

proceso de publicaciones de leyes sociales y del trabajo.

Este proceso se inicia en 1932, con la ley 352, sobre accidente del trabajo, la que es

sustituida por la ley 385, de ese mismo año, para la aplicación de esta ley fue votado,

también en 1932, el reglamento 557. Ese mismo año son ratificados los convenios Núm. 1,

5, 7, y 10 de la Organización Internacional del Trabajo. El 20 de noviembre de 1932, se

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votó la orden departamental No. 3, catálogo de mecanismos destinados a impedir los

accidentes del trabajo.

Las leyes más importantes de esta época de nuestra legislación de trabajo, lo constituyen la

ley 637 sobre contrato de trabajo, del 16 de junio de 1944, y la ley 1896, sobre seguro

sociales, del 30 de diciembre de 1948. La primera establece todo un régimen relativo al

contrato de trabajo, su naturaleza, elementos básicos y formas de terminación, incluyendo

el pago de indemnizaciones legales en caso de ruptura abusiva. Esta ley también trata sobre

el procedimiento en caso de litigio. Precisamente esta última parte, está todavía vigente

conforme a una resolución del 2 de julio de 1992 de la suprema corte de justicia. Los

tribunales de trabajo y los procedimientos creados por el código de trabajo de 1951,

funcionan por primera vez con el CT de 1992.

La ley 1896, del 30 de diciembre de 1948, sustituye la ley 1376, del 17 de marzo de 1947,

sobre seguro social obligatorio, facultativa y de familia cubre todas las continencias

tradicionalmente comprendida en los seguros sociales, pero no protege a todos los

trabajadores y no se extiende la protección a los familiares en el seguro social obligatorio

de enfermedad. Las continencias cubiertas por esta ley son enfermedad, maternidad,

invalidez, vejes y muerte. En 1948, se amplió un campo de aplicación con la inclusión de

los accidentes de trabajo en el seguro social obligatorio. Este protege a los obreros,

cualesquiera que fuese el monto de su remuneración, y a los empleados particulares, cuyo

sueldo no exceda de ciertos límites.

Concepto

3
El Derecho del Trabajo es una rama del Derecho en general, y del Derecho Privado en

particular, que regula jurídicamente las relaciones entre empleados y empleadores, en

forma individual y colectiva, estableciendo sus derechos y deberes recíprocos.

Surgió como consecuencia de las inequidades que produjo la Revolución Industrial a

mediados del siglo XVIII, donde surgió la fábrica como unidad de trabajo, y la mano de

obra de los obreros, explotados inescrupulosamente por los patrones.

La legislación obrera

Las relaciones laborales en la República Dominicana están regidas por el Código de

Trabajo (Ley 16-92), su reglamento de aplicación y leyes afines.

Territorialidad de la Legislación Laboral

La legislación laboral dominicana es de carácter territorial: todo extranjero en la República

Dominicana, sea empleador o empleado, se beneficia de los derechos y se encuentra sujeto

a las obligaciones que establece el Código de Trabajo.

Carácter proteccionista de la legislación laboral

Los empleados no pueden renunciar ni limitar por convenio con el empleador los derechos

que la legislación laboral reconoce a su favor. Es nulo todo pacto en contrario.

El Contrato de Trabajo

Cualquier relación por la cual una persona se obliga a prestar un servicio personal a otra,

bajo la dependencia y dirección inmediata o delegada de esta, a cambio de una

remuneración, se considera un contrato de trabajo. Poco importa que la relación conste en

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un escrito o haya sido producto de un acuerdo puramente oral: la existencia del contrato de

trabajo se presume del hecho mismo de la prestación del servicio.

Tanto los directivos de una empresa como su personal de categoría inferior son

considerados empleados a efectos legales.

Jornada de Trabajo

La duración normal de la jornada de trabajo no puede ser mayor de 8 horas por día ni de 44

horas por semana. Sin embargo, los empleados que desempeñan puestos de dirección o de

inspección en la empresa pueden permanecer en sus trabajos por más tiempo. Las horas

trabajadas en exceso de 44 horas semanales deberán ser pagadas con un aumento de un 35

% de la hora normal. Las horas trabajadas en exceso de 68 horas serán pagadas con un

100% de aumento.

Las horas normales de trabajo comprenden entre las 7:00 a. m. a las 9 p.m., denominada la

jornada diurna. La jornada nocturna se extiende desde las 9:00 p. m. hasta la 7:00 a. m.

Cualquier jornada que comprenda más de tres horas de la jornada nocturna se reputará

como nocturna. El trabajador de una jornada nocturna recibirá un incremento de su salario

de al menos el 15 %.

La jornada semanal normal va desde el lunes por la mañana hasta el sábado al mediodía.

Todo empleado tiene derecho a un descanso semanal ininterrumpido de 36 horas. De

exigírsele prestar servicios durante el período de descanso semanal, podrá optar entre

recibir su salario ordinario aumentando en un 100 % o disfrutar en la semana siguiente de

un descanso compensatorio de igual duración.

Cuota Mínima de Trabajadores Dominicanos

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Al menos el 80% del personal de toda empresa debe ser dominicano. Igualmente, los

salarios percibidos por los trabajadores dominicanos en una empresa deben sumar, en

conjunto, no menos del 80% del valor total de la nómina. Para las empresas con diez o

menos empleados, se prevé la cantidad específica de empleados dominicanos que deben

tener.

Estas reglas no se aplican ni a los directivos de la empresa, ni a los técnicos cuando no haya

dominicanos capacitados para sustituirlos, ni a los extranjeros con hijos dominicanos o

cuyos cónyuges sean dominicanos si cumplen con ciertos requisitos de residencia.

Menores

La mayoría de edad en materia laboral se adquiere a los 16 años. No obstante, un menor

entre los 14 y 16 años de edad puede trabajar con la autorización de sus padres, a condición

de que la jornada de trabajo no sea mayor de 6 horas. No se permite el empleo de menores

en negocios de expendio al detalle de bebidas embriagantes.

Libros y Registros Obligatorios Para el Empleador

Los empleadores deben llevar, de manera permanente, los siguientes libros o registros:

(a) Libro de sueldos y jornales.

(b) Cartel de vacaciones.

(c) Horas extras trabajadas.

(d) Libro de inspecciones. De no hacerlo, el empleado, en caso de una Litis, queda exento

de tener que probar los hechos que el empleador debió asentar en esos libros o registros.

Salario

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El salario se negocia libremente entre el empleador y el empleado, pero no puede ser

inferior al salario mínimo legalmente establecido. Las propinas no se consideran parte del

salario.

La legislación industrial

La normalización ofrece la garantía de que los productos y sistemas desarrollados siguiendo

sus especificaciones presenten las características deseadas en cuanto a seguridad, calidad,

eficacia y fiabilidad. Cuando los productos y sistemas no se ajustan a las normas

establecidas, el producto resultante puede que no sea seguro, ni fiable, ni de buena calidad.

Detrás de una norma técnica está el trabajo realizado por comités de fabricantes,

organizaciones de consumidores, centros de investigación y departamentos

gubernamentales, entre otros, quienes, tras muchas horas de debates y ensayos, determinan

las especificaciones para el producto en cuestión.

La aplicación de las normas técnicas es voluntaria, aunque en muchos casos las leyes

pueden hacer obligatoria la aplicación de algunas de ellas. Su aplicación aporta beneficios a

las empresas, ya que éstas pueden competir mejor en los mercados adoptando métodos

normalizados.

El derecho social

Los derechos sociales constituyen el conjunto de normas que tratan sobre la protección y

asistencia que deben recibir los más desposeídos, y cuya satisfacción es considerada como

la principal prioridad del Estado Social y Democrático de Derechos.

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En la Constitución de la República tienen categoría de Derechos Sociales: los derechos de

la familia, protección de las personas menores de edad, de la tercera edad, discapacitados,

derecho a la vivienda, derecho a la seguridad social, derecho a la salud, al trabajo y a la

educación.

En la Constitución de la República tienen categoría de Derechos Sociales: los derechos de

la familia, protección de las personas menores de edad, de la tercera edad, discapacitados,

derecho a la vivienda, derecho a la seguridad social, derecho a la salud, al trabajo y a la

educación.

República Dominicana está siendo guiada por un liderazgo político, social, cultural,

profesional, empresarial y religioso, consciente y comprometido con los valores esenciales

de la democracia, así como con la armonía y la paz social.

La acción social que ejecuta el gobierno que preside Danilo Medina está orientada al

ejercicio de esos derechos sociales y al beneficio de las personas, sin tomar en cuenta

identidad partidaria, religiosa, ni de ningún tipo.

Esto hace que las políticas sociales estén concebidas para servirles a los necesitados, sin la

presencia de prejuicios ni hechos contaminantes o discriminatorios. El Programa

Progresando con Solidaridad, el cual hoy beneficia a cientos de miles de familias en

extrema pobreza, se ha implementado tomando en cuenta el mapa sobre la pobreza que se

hizo en la República Dominicana bajo los auspicios de organismos internacionales; y sus

beneficiarios han sido escogidos en base al criterio de las necesidades que padecen, de su

estado de vulnerabilidad social y de las carencias de capacidades para disfrutar de una vida

digna.

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El Programa Progresando, el cual hasta el momento ha contribuido a la capacitación de

decenas de miles de personas, que, en su mayoría, y gracias a la formación recibida en

diferentes áreas técnicas, han comenzado a mejorar sus niveles de vida; se ha llevado a

cabo sin pedirles a las personas que muestren su filiación política. El programa de

financiamiento a las pequeñas y medianas empresas que se ha intensificado en esta gestión

de gobierno, se desarrolla sin pedirles a los beneficiarios recomendaciones políticas.

El derecho de trabajo.

Algunos tratadistas piensan que es aventurado formular una definición del derecho de

trabajo, pues se trata de una rama del derecho en plena evolución, en formación progresiva

y constante. Se le ha querido definir como el conjunto de reglas jurídicas que gobierna el

trabajo humano. Pero esta definición es demasiado amplia. No todo el trabajo del hombre

está protegido por este nuevo derecho. Los profesionales que ejercen una profesión liberal,

los empleados y funcionarios del estado y los municipios, entre otros, no son trabajadores

en el sentido de la ley de trabajo. El derecho de trabajo no es, pues, como se propusiera en

ocasiones y correspondería al sentido etimológico, el de todo trabajo, o, por tanto, el del

trabajo humano.

El Dr. Rafael Alburquerque, en su obra DERECHO DEL TRABAJO define a este como “el

conjunto de normas jurídicas aplicable a las relaciones individuales y colectivas que surgen

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entre el empleador privado y los trabajadores con motivo del trabajo que éstos realizan bajo

la autoridad del primero.

Objeto

El objeto del derecho de trabajo es proteger al trabajador humano, siempre que no sea una

actividad libre y espontánea, que sea ejecutada por amistad, colaboración o benevolencia,

entre esposos e hijos en asuntos del hogar, un deportista amateur, o el trabajo subordinado,

prestado al Estado o sus instituciones autónomas, y a los municipios que no tiene carácter

comercial ni industrial.

El fin supremo del derecho del trabajo es la justicia social, y tiene por misión el estudio de

los problemas legales que tienen relación con la actividad laboral.

Características.

En la República Dominicana la reglamentación del trabajo tiene su origen en diversas

fuentes, tanto de carácter público, como son la ley, los tratados internacionales y la

Jurisprudencia, como de carácter privado, como los usos y costumbres, los pactos

colectivos y reglamento interior.

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En el ordenamiento jurídico dominicano el derecho laboral se encuentra regulado por el

Código de Trabajo y leyes complementarias (ley 16-92, del 29 de mayo de 1992).

principios fundamentales.

Los principios fundamentales que integraban su introducción, constituyen una característica

notable de dicho código, una novedad en la familia de los códigos dominicanos, que se

mantiene y robustece con el CT de 1992.

Estos principios fundamentales son de los que dan fisonomía característica al derecho del

trabajo. Para hacer resaltar su importancia, se han colocado fuera del articulado del código

con el carácter de normas superiores a que debe estar supeditada la economía de las

regulaciones de la legislación social.

Para Álvarez Aybar, ellos constituyen las orientaciones doctrinales que han presidido la

labor formativa de la legislación. Es patente, agrega este tratadista, la importancia que han

de tener esos principios en la interpretación y aplicación del código, en la administración de

justicia en aquellos casos en que el detalle legislativo no cubre la inmediata y precisa

solución del diferendo.

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Criterio semejante tiene mora Nadal, para quien estos ocho postulados constituyen la

síntesis doctrinal del nuevo código y al propio tiempo facilitan la correcta interpretación de

sus disposiciones y por consiguiente la mejor administración de la justicia en materia

laboral.

El derecho laboral en América:

El Derecho al Trabajo, desde el punto de vista jurídico y social, es anterior al Estado, que

está obligado a garantizar, respetar, proteger y de crear e incentivar la generación de

puestos de trabajo.

En los últimos años, varios países en toda América han adoptado reformas laborales

importantes que prometen mejorar los derechos de los trabajadores en la región. Sin

embargo, no han sido capaces de producir resultados significativos en países como

Colombia y México. Como resultado, a pesar de que muchos países en el hemisferio han

firmado convenios internacionales en materia laboral y han adoptado reformas recientes, la

región ocupa un puesto muy bajo en los índices que monitorean los derechos laborales,

aunque hay ciertos problemas con el índice más destacado de derechos laborales producido

por la Confederación Sindical Internacional (ITUC).

Hay cuatro razones centrales para explicar el mal desempeño de América latina en el

respeto y la protección de los derechos laborales esenciales:

(1) muchas reformas laborales en la región han sido limitadas en cuanto a su alcance; (2)

los estados latinoamericanos son a menudo ineficaces al aplicar las reformas y las leyes

relativas a los derechos laborales y de los trabajadores; (3) las reformas estructurales y

económicas al final del siglo 20 limitaron el poder de los sindicatos y revirtieron las

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protecciones para los trabajadores; y (4) el enorme papel de las economías informales y la

falta de datos fiables sobre la mano de obra limitan el conocimiento y la acción en muchos

países (por ejemplo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos estima que cerca

del 70 por ciento de la mano de obra en Guatemala está empleada en la economía

informal).

El derecho del trabajo en República Dominicana hasta 1944:

En nuestro país predominan las disposiciones del código civil francés. La constitución de

1844 proclama la abolición de la esclavitud. Bajo el régimen del código civil, vigente hasta

el 1944, año de promulgación de la ley 637 sobre contratos de trabajo, en la republica

dominicana eran los artículos 1779, 1780, 1781 del código civil, sobre la locación de obra e

industria, y respecto de la contratación de criados y obreros, lo que regían las cuestiones del

trabajo junto con las previsiones sobre contratos, salarios, riesgo e indemnizaciones

relativas a los marineros y demás individuos de la tripulación consignadas en los artículos

250 a 272 del código de comercio, y las disposiciones de los artículos 414 a 416 sobre

interrupción de trabajo para obtener el alza o baja de los salarios, y 269 a 271 sobre

vagancia, del código penal.

La legislación social y del trabajo en la republica dominicana se inicia en la década de los

treinta del siglo XX. Es propiamente uno de los hechos positivos de la llamada era de

Trujillo. Aunque en el año 1924 marca el ingreso de la Republica en la Organización

Internacional del Trabajo.

En 1930, el secretario de estado de trabajo y comunicaciones solicito las opiniones de la

OIT sobre un proyecto de código de trabajo, la cual no estuvo de acuerdo sobre una ley de

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conjunto sobre la materia. El país siguió el conjunto de esta entidad, iniciando entonces un

proceso de publicaciones de leyes sociales y del trabajo.

Las leyes más importantes de esta época de nuestra legislación de trabajo lo constituyen la

ley 637 sobre contrato de trabajo, del 16 de junio de 1944, y la ley 1896, sobre seguro

sociales, del 30 de diciembre de 1948. La primera establece todo un régimen relativo al

contrato de trabajo, su naturaleza, elementos básicos y formas de terminación, incluyendo

el pago de indemnizaciones legales en caso de ruptura abusiva.

-Ley 175 de 1925 sobre descanso dominical:

en 1925 fue promulgada la ley 175 sobre descanso dominical y cierre de establecimientos,

lo cual fue declarada inconstitucional por la sentencia de la suprema corte de justicia de

fecha 28 de abril de 1926, no se adoptaron, antes de 1930 ni un proyecto de convención,

para regir como ley, ni una recomendación como compromiso de dictar la futura legislación

adoptada a sus principios.

En República Dominicana los trabajadores adquirieron su derecho al descanso semanal

mediante la Ley 175 del 26 de mayo del año 1925 que dispuso el cierre de todos los

establecimiento comerciales, industriales, fabriles y de oficina publicas los domingos y días

feriados, la ley fue declarada anticonstitucional por la Suprema Corte de Justicia, en

funciones de Corte de casación, con el argumento de que un concepto religioso como el

descanso dominical, no podía ser convertido en una ordenanza de carácter civil pues

hacerlo violentaba las libertades constituciones de cultos y de conciencia.

-Ley no. 385 del 1932 sobre accidentes de trabajo

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Accidente del trabajo en la República Dominicana.

En 1932 se crea la ley 385 sobre Accidentes del trabajo, en la cual se adopta la teoría del

riesgo profesional, la cual se mantuvo vigente hasta el 1ro. de marzo del 2004, con la

entrada en vigencia del Seguro de Riesgos Laborales.

El sistema de protección al trabajador contra los Accidentes del Trabajo, estuvo regido en

la República Dominicana por la referida Ley 385; en consonancia con la misma, todos los

trabajadores del país, sean obreros y empleados ( con excepción de los familiares), debían

ser cubiertos por una póliza de accidentes, garantizándoles servicios médicos y prestaciones

económicas en caso de sufrir accidentes (lesiones o muerte) causado por cualquier acto

inherente al trabajo, siempre que tales accidentes ocurrieran dentro del desempeño laboral.

En principio, la Ley 385 tenía por norte la prevención y atención de las víctimas de

accidentes de trabajo y enfermedades profesionales (se dice en principio, atendiendo, que

en la practica el sistema fue inoperante), llevando consigo el pago de indemnizaciones y

pensiones a los trabajadores cuyos ingresos mensuales no fueran superior a cuatro salarios

mínimos.

El 24 de Abril del año 2001, el Congreso Nacional de la República Dominicana, aprobó la

Ley 87-01, que creó el Sistema Dominicano de Seguridad Social, promulgada el 9 de mayo

del 2001 y, en su Libro IV, se refiere al Seguro de Riesgos Laborales, el cual, tiene como

finalidad prevenir y cubrir los daños ocasionados por accidentes de trabajo y/o

enfermedades profesionales, extendiéndose a las indemnizaciones por discapacidad.

No obstante, la Ley haber sido promulgada en el 2001, el Libro correspondiente a los

Riesgos Laborales entró en vigencia el primero de marzo del 2004. Con la entrada en

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vigencia de esta Ley se deja de lado la exclusión en el mundo de los trabajadores, pues,

comprende a servidores tanto del sector privado como del sector público; a su vez, se

amplía la cobertura tanto de afiliación como el esquema de beneficios a los afiliados y

beneficiarios. Garantiza prestaciones en especie y en dinero. Las prestaciones en dinero

comprenden: a) subsidio por discapacidad temporal b) Indemnización por discapacidad c)

Pensión por discapacidad.

Art. 52. del Código de trabajo de la República Dominicana dice que, en los casos de

accidentes o enfermedad, el trabajador sólo recibirá las atenciones médicas y las

indemnizaciones acordadas por las leyes sobre accidentes del trabajo o sobre seguro social

en las formas y condiciones que dichas leyes determinan.

Sin embargo, cuando el trabajador no esté asegurado por falta del empleador este último

cargará con los gastos médicos y las indemnizaciones correspondientes.

Todas las medidas de seguridad adoptadas por las empresas deben anteponer la protección

colectiva a la individual.

El reglamento 522-06 establece que las empresas con 15 o más empleados, además de

presentar un programa de gestión de seguridad y salud laboral, deben tener un comité mixto

para garantizar su adecuada aplicación. En caso de tener menos de quince trabajadores

tienen que designar un coordinador de seguridad y salud en el trabajo, con funciones

similares a las del comité.

Asimismo, están en la obligación de proveer a los empleados de equipos de seguridad

individual, sin costo, y formarlos en prevención de riesgos y manejo de casos de

emergencia de acuerdo al tipo de trabajo que realizan.

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Las normas de seguridad deben prohibir a los empleados cuya labor se ejecuta cerca de

máquinas en movimiento y órganos de transmisión el uso de ropa suelta, cabello largo y

suelto y adornos susceptibles de ser atrapados por las partes móviles.

-Ley 740 del 1934

En 1934 se dictó la Ley 740 que prohibió el pago de salarios mediante fichas y vales,

costumbre muy arraigada en los ingenios azucareros que así obligaban a sus obreros a

comprar en las bodegas propiedad de esas empresas. En 1935 se promulgó la Ley 929 que,

establecido el límite de 8 horas diarias y 48 horas a la semana para la jornada normal de

trabajo, para los trabajadores industriales y co-merciales. A esta ley se le agregó la No. 183

del año 1939 sobre Des-canso y Cierre Dominical.

-Ley 1896 de 30 de diciembre del 1948 sobre el seguro social de los trabajadores.

Artículo 1.-

Se establece por la presente Ley el Seguro Social obligatorio, facultativo y de familia para

cubrir, en las condiciones indicadas a continuación, los riegos de enfermedad, maternidad,

invalidez, vejez y muerte.

Párrafo I.-

Para los fines de la aplicación de esta Ley se considera:

Patrono: a la persona física o moral y de derecho público o de derecho privado, que, en

función de empresa, negocio, explotación o actividad de cualquier clase, aprovecha en

virtud de un contrato de trabajo los servicios de otra, a la que retribuye y somete en cuanto

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a la ocupación, a su dependencia. Empleado: a quienes en virtud del mismo contrato y en

idénticas circunstancias prestan a un patrono servicios en los que predomina o se supone

que predomina el esfuerzo intelectual.

Obreros: a quienes en virtud formal o tácito de trabajo y por una retribución fijada de

antemano y fuera de su propia casa, prestan a un patrono servicios en los que predomina o

se supone que predomina el esfuerzo muscular. Trabajadores a domicilio: a quienes

aisladamente o junto con otros, trabajan en su propia casa o en un taller de familia por

cuenta de uno o varios patronos.

Trabajadores móviles u ocasionales: quienes sin distinción de sexo y sin sujeción fija a un

patrono determinado puedan servir ocasional e indistintamente varios empleadores: tales

como los trabajadores portuarios, picadores de caña, vagoneros y carreteros de caña (zonas

azucareras), recolectores y trilladores de café y cacao, sembradores y cortadores de arroz,

despalilladores, emanilladores y entrojado res de tabaco, ajusteros y peones de agricultura,

obreros de construcción al servicio de Ingenieros, Arquitectos, o Maestros de Obra, perones

de camiones y todos lo que se ocupen de trabajos similares.

Trabajadores domésticos: a quienes sin distinción de sexo y también en virtud de un

contrato, presten servicios a un patrono o a un principal de casa o establecimiento particular

en calidad de choferes, porteros, portapliegos.

Capítulo I

Campo de aplicación ascensoristas, mozos, mandaderos, mayordomos, criados, cocineros,

lavanderas y en cualquier otra ocupación equiparable.

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Aprendices: a quienes presten sus servicios a un patrono a cambio de que se les enseñe un

arte, profesión u oficio. Pierden el carácter de aprendices quienes reciban una retribución

semanal mayor de seis pesos.

Trabajadores independientes: a quienes sin sujeción aun patrono y sin la ayuda de tercero,

trabajen por su propia cuenta o prestan directamente al público sus servicios, tales como

artesanos, maestro de talleres, choferes y conductores de vehículos de alquiler, vendedores

ambulantes, pequeños comerciantes, pequeños industriales, y, en general, todos los oficios

y ocupaciones autónomas asimilables.

Párrafo II.-

La Secretaría de Estado de Trabajo resolverá, a solicitud del Instituto Dominicano de

Seguros Sociales o de los interesados, las discrepancias que puedan surgir respecto de la

clasificación profesional de los asegurados.

Párrafo III.-

Para los efectos de la presente Ley, no tienen calidad de patronos:

Apartado a) Los contratistas, subcontratistas, ajustadores o intermediarios que,

interviniendo personalmente en la ejecución material del encargo, no ocupen tres o más de

tres obreros o empleados auxiliares;

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Apartado b) Los aparceros, medieros, colonos y los que, con distinta denominación, pero

con el mismo carácter, exploten tierras que no pertenezcan a empresas agrícola-industriales,

mediante el pago de un canon en productos o a partir de frutos con el propietario del fundo

siempre que no ocupen tres o más obreros o empleados auxiliares, no incluyéndose entre

éstos, en el presente caso, el cónyuge, los hermanos o los hijos.

Apartado c) Los trabajadores a domicilio, reconocidos por la Ley como asegurados

obligatorios, en relación con las personas que en su propia casa o en un taller de familia le

ayuden en el trabajo; y Apartado d) Los pequeños propietarios de tierras que siendo ellos

mismos trabajadores agrícolas no ocupen permanentemente tres o empleados auxiliares,

incluyéndose entre éstos, en el presente caso, el cónyuge, los hermanos o los hijos.

-Ley 637 sobre contratos de trabajo.

La ley 637 del 1944, Trate de remontarme en la época en la cual dicha legislación fue

promulgada teniendo en cuenta las condiciones en las cuales se encontraba la República

Dominica. Pero muchos más que fue un gran paso para entender los estándares otorgadas

por la O.I.T. y poder otorgar los derechos que los trabajadores se merecían.

En esta Ley con lo primero que nos encontrares es con una definición de contrato de trabajo

que ha logrado permanecer en el tiempo pues su esencia sigue intacta. Esta ley cubrió con

el vacío legal que, presentada este tipo de relación contractual, Creando un listado de

obligaciones y Derechos de ambas partes, pero sobre todo del lado del trabajador pues este

código no es de “iguales”. Este mismo se puede dividir en tres partes que luego pasarían a

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ser la base del famoso Código de trabajo de Trujillo: 1) Una parte conceptual en donde

se otorgaban las definiciones sobre los contratos de trabajo, las distintas modalidades

de contratos, los contratos especiales de trabajo, etc., 2) una parte en donde se

establecían las obligaciones entre los empleadores y los trabajadores 3) una parte relativa a

la suspensión y terminación de los contratos de trabajo. La ley nos habla sobre ciertos

principios para que los menores puedan laborar Estableció que los menores de catorce años

de edad pueden laborar solo en ciertas condiciones creando dicho catálogo, incluso incluye

una lista de posibles razones por las cual un infante dígase por ejemplo un niño de 10 años

tendría un trabajo con la condición de que es su única manera de sobrevivir y que dicho

trabajo entienda tanto su situación cognitiva como la emocional y que estos no pueden

vulnerar los principios fundamentales del derecho ciudadano siente el menor. La ley nos

establece un procedimiento para lo que les pido lo que es la suspensión del contrato de

trabajo nos da una alta gama de opciones para poder entender para que pudieran entender

en aquella época cuando yo debía de tener derecho a una remuneración de cierta suma.

-Ley 19 del 1980. Que modifica La ley 288 de 1972, sobre la bonificación de los

trabajadores.

ARTICULO 4.- Se agrega un párrafo a1 literal d) del Artículo 288, de la Ley No. 11-92,

del Código Tributario, para que diga de la siguiente manera: “Párrafo. Tampoco serán

considerados gastos deducibles 10s recargos, multas e intereses aplicados como

consecuencia del incumplimiento de cualquier ley tributaria”.

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ARTICULO 5.- Se agrega un párrafo a1 Articulo 288, de la Ley No. 11-92, del Código

Tributario, para que diga de la siguiente manera:

“Párrafo. - Cuando un contribuyente presente su declaración jurada y en el proceso de

fiscalización se le hagan impugnaciones referentes a 10s literales a), b) y e) del presente

artículo, a1 contribuyente se le aplicara una sanción pecuniaria equivalente a1 veinticinco

por ciento (25%) de cada gasto impugnado, sin perjuicio de 10s recargos e intereses

indemnizatorios correspondientes que resulten aplicables”.

-El código de Trujillo de trabajo de 1951 y el nuevo código de trabajo (ley 16-92).

El 20 de abril de 1948 se aprueba la Ley Núm. 1682 que instituye por vez primera un

organismo exclusivo para los asuntos laborales, sustituyendo la “Secretaría de Estado de

Trabajo y Economía Nacional” por la “Secretaría de Estado de Trabajo” y la Secretaría de

Estado de Economía Nacional”. Un año después, es dictado el Código de Trabajo de la

República Dominicana, mediante la Ley Núm. 2920 del 23 de julio del 1951, denominado

“Código Trujillo de Trabajo”.

Estas funciones son agrupadas años más tarde, conforme con la Ley Núm. 3435 de

Secretarías de Estado, del 21 de noviembre de 1952, que crea la “Secretaría de Estado de

Trabajo, Economía y Comercio”, sustituyendo así las dos anteriores.

En el año 1954 es dictado el Reglamento Orgánico y Funcional, mediante la Ley Núm.

9946 del 21 de mayo del 1954, de la “Secretaría de Estado de Trabajo, Economía y

Comercio”, el cual se mantiene vigente hasta la fecha.


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La Ley Núm. 4010 del 24 de diciembre de 1954, modifica la Ley Núm. 3435 del 21 de

noviembre de 1952 y suprime de nuevo las atribuciones relativas al comercio, cambiando la

denominación por la de “Secretaría de Estado de Trabajo y Economía” y creando la

“Secretaría de Estado de Industria y Comercio”.

La modificación que introduce a la Ley Núm. 4378, de Secretarías de Estado, el Decreto

Núm. 2306-Bis del año 1956, suprime la Secretaría de Estado de Justicia y Trabajo y crea

la Secretaría Estado de Trabajo.

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