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INTRODUCCION

En el presente código vemos que tiene por objetivo principal regular las
relaciones laborales, de caracteres individuales y colectivos entre los
trabajadores y empleadores. El mismo se aplica a los trabajadores que
prestan servicios en las empresas del estado y en sus organismos oficiales
autónomos de carácter industrial, comercial financiero y de transportes.

En mi investigación veo que un trabajador es la base de sustentación de


todas las empresas. Es utilizado recibiendo un salario a cambio de su trabajo
y produciendo un plus-valía o sea recibiendo una suma de recursos como
salario.

Además de que nos da a conocer el trabajo que es una función social que se
ejerce con la protección y asistencia del estado, el cual debe velar porque las
normas del derecho de trabajo se sujeten a sus fines esenciales, que son el
bienestar humano y la justicia social.
CODIGO DE TRABAJO 
Es un documento por el que se rige la ley laboral dominicana.

Este regula las relaciones laborales, de carácter individual y colectivo,


establecidas entre trabajadores y empleadores o sus organizaciones
profesionales, así como los derechos y obligaciones emergentes de las
mismas, con motivo de la prestación de un trabajo subordinado.

CONTRATO DE TRABAJO
El contrato de trabajo es aquel por el cual una persona se obliga mediante
una retribución, a prestar un servicio personal a otra, bajo la dependencia y
dirección inmediata o delegada de esta.

Los contratos relativos al servicio domestico, al trabajo de campo, al trabajo a


domicilio a los transportes y a los minusválidos, están sometidos al régimen
especial que para cada uno de ellos se establece.
CONTRATO DE TRABAJO POR ESCRITO
Este contrato es menos frecuente que el contrato verbal, y tiene lugar,
principalmente, en los contratos por cierto tiempo o para obra o servicio
determinado, en los casos de altos empleados, técnicos o trabajadores
altamente calificados, en ciertas empresas muy organizadas, que usan de
contratos modelos impresos, donde constan, generalmente, las
especificaciones mínimas de ley, y que los trabajadores firman al momento
de ingresar a las mismas.
El contrato de trabajo por escrito debe hacerse en cuatro originales, uno para
cada una de las partes, y los otros dos, para ser remitidos por el patrono al
Departamento de Trabajo, o a la autoridad local que ejerza sus funciones,
dentro de los tres días de su fecha.
EL CONTRATO DE TRABAJO POR ESCRITO ENUNCIARA:
1) Los nombres y apellidos, nacionalidad, edad, sexo, estado civil,
domicilio y residencia de los contratantes y las menciones legales de
sus cédulas personales de identidad.
2) El servicio que el trabajador se obliga a prestar, las horas y el lugar
en donde debe hacerlo.
3) La retribución que habrá de percibir el trabajador, con indicación de
lo que gane por unidad de tiempo, por unidad de obra, o de cualquier
otra manera, la forma, tiempo y lugar del pago.
4) La duración del contrato, si es por cierto tiempo, la indicación de la
obra o servicio que es objeto del contrato, si es para una obra o servicio
determinado, con la mención de que se hace por tiempo indefinido.
5) Los demás que las partes puedan convenir de acuerdo con la ley.

LA JORNADA DE TRABAJO, DEL DESCANSO SEMANAL Y DE LOS DIAS


FERIADOS

LA JORNADA DE TRABAJO
La jornada de trabajo es todo el tiempo que el trabajador no pueda utilizar
libremente, por estar a la disposición exclusiva de su empleador.

La duración normal de una jornada de trabajo es la que se determina en el


contrato de trabajo, el cual no podrá exceder de ocho horas diarias ni de
cuarenta y cuatro horas por semana.

La jornada semanal de trabajo terminara a las doce horas meridiano del día
sábado. No obstante las horas de trabajo podrán extenderse depende las
necesidades sociales, económicas de las distintas regiones del país con una
previa consulta con los representantes de los trabajadores.
La jornada de trabajo en tareas o condicionantes que sean declaradas como
peligrosas no podrá exceder de seis horas diarias ni de treinta y seis hora
semanales, además de que esta jornada reducida no implicara la reducción
del salario correspondiente a dicha jornada.

En las jornadas en que el empleado deba quedarse por mas tiempo a


desempeñar una labor o en días feriados que tenga que trabajar, el
empleador deberá pagar dichas horas de trabajo sin excepción alguna.

El empleador estará obligado a llevar registros en los cuales deben hacerse


las siguientes menciones relativas a cada trabajador:
Horario de trabajo
Interrupciones del trabajo y sus causas
Horas trabajadas en exceso de la jornada.
Monto de las remuneraciones debidas
Edad y sexo.

Una vía hacia el trabajo decente


Las normas internacionales del trabajo tienen como objetivo fundamental el
desarrollo de las personas en su calidad de seres humanos. En la
Declaración de Filadelfia de la OIT, de 1944, la comunidad internacional
reconocía que “el trabajo no es una mercancía”. El trabajo no es como una
manzana o como un aparato de televisión, no es un objeto inanimado que
pueda negociarse para obtener el mayor provecho o conseguir el más bajo
precio.

El trabajo es parte de la vida diaria de todos y el factor determinante para


alcanzar la dignidad humana, el bienestar y el desarrollo como seres
humanos. El desarrollo económico debe incluir la creación de empleo y unas
condiciones de trabajo adecuadas para que las personas puedan trabajar con
libertad y en condiciones de seguridad y dignidad. En resumen, el desarrollo
económico no es un fin en sí mismo sino que su meta debe ser mejorar la
vida de las personas. Las normas internacionales del trabajo se han
establecido para garantizar que el desarrollo económico siga centrándose en
la mejora de la vida y la dignidad humanas.

Cambios Legislativos:
En la actualidad, el derecho laboral en la República atraviesa por una etapa
de importantes cambios, ya que diversos sectores de la población han
propugnado cambios en torno al Código de Trabajo vigente. De esta forma, el
2 de octubre del año 2013, el excelentísimo señor Presidente de la República
Dominicana, Lic. Danilo Medina, promulgó el Decreto No. 286-13, mediante
el cual designa una Comisión Especial para la Revisión y Actualización del
Código de Trabajo, compuesta por 3 abogados y 3 economistas.

A raíz de este decreto, entidades de diversos sectores de la población han


tomado un rol activo en las diferentes propuestas de modificación, sin que
hasta el momento haya consenso. Estos cambios proponen modificar,
adicionar y en otros casos eliminar aspectos del Código de Trabajo que
durante años han sido objeto de duras críticas, sea porque no se adaptan a
los tiempos modernos o sea porque benefician marcadamente a un
determinado sector.

Sujetos del Derecho del Trabajo: Los principales sujetos del derecho del
trabajo son dos: el trabajador, que es la persona física que presta un servicio,
material o intelectual, en virtud de un contrato de trabajo, y el empleador,
que es la persona física o moral1 a quien es prestado el servicio. Sin importar
la naturaleza del trabajo prestado, una persona moral no es considerada
como trabajadora o empleada en virtud de las leyes laborales. El empleador
es la persona, física o jurídica, que dirige al trabajador en sus actividades
laborales.
Es por esto que, amparado en el principio de la primacía de la realidad, y en
virtud de lo establecido por el artículo 96, párrafo III del Código de Trabajo, la
transferencia de empleados, las cesiones de empresa, escisiones, fusiones o
cualquier otra forma de organización corporativa, no extinguen ni reinician 2
los derechos de los trabajadores.

En estos casos, el contrato de trabajo mantiene su misma vigencia y con los


mismos derechos del trabajador de cara a la empresa superviviente. A su vez,
el Código de Trabajo admite la simultaneidad de empleos, lo que implica que
el trabajador puede prestar servicios a más de un empleador en horarios de
trabajo diferentes.

El Estado podrá convertir sus empresas en propiedades de cooperación o


economía cooperativista”, interpretado por los impetrantes en el sentido de
que sólo eso es posible hacer con las empresas del Estado y sus
instituciones, esta Suprema Corte de Justicia es del criterio que el artículo 8,
numeral 13, letra b) de la Constitución, contentivo de la norma acabada de
transcribir, no es excluyente de otras prerrogativas y facultades que tiene el
Estado como propietario de bienes muebles e inmuebles, si no les han sido
retiradas de manera expresa por la Constitución o la ley; que en apoyo de
esta interpretación, contraria obviamente a las deducciones hechas por los
impetrantes, se destaca la circunstancia de que la fórmula utilizada por la
Constitución en la norma que expresa que “el Estado podrá convertir sus
empresas…”, reaparece varias veces en el propio artículo 8 de la
Constitución, como cuando en el numeral 6 de este artículo se establece que
“toda persona podrá, sin sujeción a censura previa, emitir libremente su
pensamiento…” o cuando expresa en el numeral 11 que “la ley podrá, según
lo requiera el interés general, establecer la jornada máxima de trabajo”, sin
que ello implique limitación alguna a la persona de ejercer otros derechos o a
la ley establecer otras reglas, siempre que no sean de la competencia de otro
Poder del Estado, o contrarias a la Constitución; que, si el constituyente
hubiera tenido la intención de que las empresas del Estado no pudieran ser
convertidas sino en propiedades de cooperación o economía cooperativista, el
artículo 8, párrafo 13, letra b) de la Constitución, habría sido redactado en
otros términos, haciendo constar que el Estado podrá convertir sus empresas
únicamente en propiedades de cooperación o economía cooperativista;

Considerando, que la expresada Ley No. 141-97 en su artículo 24 establece


muy claramente que “las empresas públicas objeto de los procesos de
capitalización de que trata la presente ley, que operan en base a los
monopolios y/o posición dominante del mercado establecida en su beneficio
por el Estado, no pueden traspasar dichos privilegios, por lo que se les otorga
un período de transición de 24 meses para la erradicación de dicha práctica
y aplicación de la libre competencia”, por lo que es preciso estimar que dicha
ley contiene las disposiciones suficientes para evitar monopolios a favor de
particulares; que asimismo, si bien es cierto que la Constitución consagra en
el numeral 12 de su artículo 8 la libertad de empresa, comercio e industria,
así como que sólo podrán establecerse monopolios en provecho del Estado o
de instituciones estatales, ello está condicionado, conforme a la misma
disposición constitucional, a que la creación y organización de esos
monopolios se hagan mediante ley; que en la especie, las empresas “Molinos
Dominicanos”, “Molinos del Norte”, en el renglón de la harina, como lo son en
sus respectivos ramos, “La Industria Nacional del Vidrio”, “La Fábrica
Nacional del Papel”, y otras semejantes, pertenecientes al patrimonio de la
Corporación Dominicana de Empresas Estatales (CORDE), aparte de que no
constituyen la explotación de servicios públicos, no existe, de otra parte,
disposición legal en virtud de la cual esas empresas quedaran creadas y
organizadas como monopolios del Estado o de sus instituciones, requisito
indispensable y sin el cual las mismas no pueden ser consideradas como
tales, como alegan los impetrantes, y, por tanto, la enajenación de una parte
de su capital accionario, no viola la disposición constitucional citada; que en
cuanto a los servicios que rinden los aeropuertos comerciales y puertos
marítimos de la Nación y las vías públicas terrestres, también citados por los
impetrantes, si bien tienen las características de servicios públicos y, por
tanto, susceptibles de monopolio, por parte del Estado o de sus instituciones,
la circunstancia de que no exista una ley que así lo disponga, como se dice
antes, impide considerar como monopólicos esos servicios;

Considerando, por otra parte, que los artículos 12, 13 y 16 de la Ley No. 141-
97, imputados por los impetrantes como violatorios del principio de la
separación de los poderes y de la indelegabilidad de sus atribuciones, se
refieren a la forma y manera en que el Poder Ejecutivo podrá proceder a la
capitalización prevista en esa ley; que, contrariamente a lo así alegado, el
Congreso Nacional lejos de infringir esos principios al dictar la Ley No. 141-
97, puso en práctica la atribución que le asigna la Constitución,
precisamente en el artículo 37, párrafo 4, de proveer a la enajenación de los
bienes del dominio privado de la Nación, como son las empresas públicas
comprendidas en el artículo 3 de la indicada Ley No. 141-97.

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO LABORAL EN R.D.


El Código Laboral dominicano establece los principios esenciales que deben
existir en las relaciones laborales. Estos rigen para la República Dominicana,
están acordes con los estándares internacionales en materia de derecho
laboral y su conocimiento es esencial tanto para trabajadores como para
empleadores. Aquí están:

El trabajo es una función social que se ejerce con la protección


y asistencia del Estado.
Este debe velar porque las normas del derecho de trabajo se
sujeten a sus fines esenciales, que son el bienestar humano y
la justicia social.

Toda persona es libre para dedicarse a cualquier profesión


y oficio, industria o comercio permitidos por la ley. Nadie
puede impedir el trabajo a los demás ni obligarlos a trabajar
contra su voluntad.

El presente Código tiene por objeto fundamental regular los


derechos y obligaciones de empleadores y trabajadores y proveer los medios
de conciliar sus respectivos intereses.

Consagra el principio de la cooperación entre el capital y el


trabajo como base de la economía nacional.

Regula, por tanto, las relaciones laborales, de carácter individual y colectivo,


establecidas entre trabajadores y empleado-
res o sus organizaciones profesionales, así como los derechos
y obligaciones emergentes de las mismas, con motivo de la
prestación de un trabajo subordinado.

No se aplica a los funcionarios y empleados públicos, salvo


disposición contraria de la presente ley o de los estatutos
especiales aplicables a ellos.

Tampoco se aplica a los miembros de las Fuerzas Armadas y


de la Policía Nacional.

Sin embargo, se aplica a los trabajadores que prestan servicios en empresas


del Estado y en sus organismos oficiales
autónomos de carácter industrial, comercial, financiero o de
transporte.
Las leyes concernientes al trabajo son de carácter territorial.

Rigen sin distinción a dominicanos y a extranjeros, salvo las


derogaciones admitidas en convenios internacionales.

En las relaciones entre particulares, la falta de disposiciones


especiales es suplida por el derecho común.

Los derechos reconocidos por la ley a los trabajadores, no


pueden ser objeto de renuncia o limitación convencional.
Es nulo todo pacto en contrario.

En materia de trabajo los derechos deben ser ejercidos y las


obligaciones ejecutadas según las reglas de la buena fe.

Es ilícito el abuso de los derechos.

Se prohíbe cualquier discriminación, exclusión o preferencia


basada en motivos de sexo, edad, raza, color, ascendencia
nacional, origen social, opinión política, militancia sindical o
creencia religiosa, salvo las excepciones previstas por la ley
con fines de protección a la persona del trabajador. Las distinciones,
exclusiones o preferencias basadas en las calificaciones
exigidas para un empleo determinado no están comprendidas
en esta prohibición.

Todo Extranjero podrá trabajar en el país cuando haya ingresado bajo una de
las categorías migratorias que lo habilita para hacerlo, gozando de la
protección establecida en las leyes laborales y los tratados internacionales al
efecto. El Ministerio de Trabajo velará porque las condiciones de trabajo del
inmigrante reúnan las condiciones de igualdad que le garantiza la
Constitución y la obligación de velar igualmente por el respeto de las leyes
laborales.
Para el cumplimiento de los objetivos de la anterior disposición, el Ministerio
de Trabajo velará porque los empleadores cumplan con las normas
contenidas en los artículos 135 y siguientes del Código de Trabajo de la
República Dominicana, y al mismo tiempo verificarán, que al contratarse
Extranjeros que sean nacionales de países que han suscrito convenios o
declaraciones sobre condiciones de contratación de sus nacionales con la
República Dominicana, se cumplan los requisitos y trámites particulares que
se encuentren contenidos en los mismos.
CONCLUSION

Después del análisis al código de trabajo de República Dominicana vemos


que tanto el empleador como el empleado poseen leyes que pueden apoyarlos
y ayudarlos a resolver cualquier inquietud o conflicto.

Además de que en el mismo están detallados los deberes y derechos de cada


uno de los empleados y empleadores, dando por detallado los parámetros
para la creación de cualquier contrato de trabajo, las horas reglamentarias
de trabajo de estos y como serán remunerados sus servicios.
Con respecto a los días feriados nos aclara que depende el tipo de institución
serán remuneradas.
Cada empleado tiene derecho al disfrute de sus vacaciones cada año para
que el mismo pueda descansar y regresar a la empresa con mejor ánimo y
voluntad para seguir desempeñando su labor diaria para la empresa.
BIBLIOGRAFÍA

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