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GLOSARIO CAPÍTULO 5: Conciencia

 Alteraciones cuantitativas de la conciencia: Patologías derivadas de un descenso en el nivel de vigilia o


consciencia.

 Obnubilación: Primer estadio de disminución del nivel de consciencia. Dificultad para mantener el
estado de alerta necesario para responder adecuadamente a los estímulos del contexto, de tal manera
que se requieren estímulos externos de cierta intensidad para hacerse conscientes.

 Somnolencia, letargia o sopor: Estado de disminución de la consciencia más persistente, en donde el


paciente se queda dormido en cuanto se reduce la estimulación sensorial. Se caracteriza por una
disminución de la actividad psicomotora y de la capacidad para reaccionar a los estímulos externos.

 Estupor (neurológico): Estado más intenso y profundo de la alteración del nivel de consciencia en el que
el paciente permanece inmóvil, dormido y donde solo es capaz de alcanzar un ligero y transitorio estado
de vigilia mediante estímulos muy potentes. En este estado es imposible explorar el contenido del
pensamiento.

 Coma: Forma prolongada de suspensión global de la conciencia en la que resulta imposible despertar al
paciente a pesar de una estimulación intensa. Se caracteriza por la pérdida de consciencia, de
sensibilidad y de motilidad voluntaria, desapareciendo incluso el funcionamiento reflejo, y en el que se
conservan las funciones vegetativas.

 Alteraciones cualitativas de la conciencia: Alteraciones en las que, además de un descenso en los


niveles de consciencia o vigilia, este se acompaña de una alteración global de las funciones cognitivas
(pudiendo estar presentes, delirios, alucinaciones, etc.) y/o de una restricción del campo de la
conciencia.

 Delirium: Alteración de la atención y de la conciencia que se acompaña de un cambio en el


funcionamiento de los procesos cognitivos y que difiere, significativamente, del estado basal de la
persona. El paciente se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes por lo que, a la hora de realizar la
exploración, las preguntas deben ser breves y orientarles con frases sencillas. En ocasiones las
respuestas tienden a la perseveración, es decir, a responder una y otra vez a una pregunta que se le ha
solicitado anteriormente, en lugar de responder a la última pregunta.

 Estupor (psiquiátrico): Se caracteriza por el mutismo, la inmovilidad, falta de reacción a los estímulos
ambientales y a las fluctuaciones en el nivel de conciencia. A diferencia del estupor neurológico, la
reactividad sensorial y los reflejos están conservados y los EEG son normales.

 Estados crepusculares (fuga epiléptica, poriomanía, dromomanía o dromofilia): Estado transitorio, de


duración variable (desde pocas horas hasta días) que tiene un comienzo y un final súbito, derivando en
muchas ocasiones en el sueño. Durante estos estados se produce una ruptura de la continuidad de la
conciencia y una restricción del contenido de esta, focalizándose exclusivamente en determinadas
vivencias internas. La persona presenta una importante obnubilación de la conciencia asociada a una
disminución o ausencia de la atención prestada al entorno, desorientación y confusión en el curso del
pensamiento.
 Estados orinoides: Estados alterados de conciencia donde el sujeto experimenta con una elevada
claridad y vividez ilusiones o alucinaciones (generalmente de naturaleza escénica y multimodal) que,
pueden provocar reacciones emocionales de intenso terror o, por el contrario, de alegría o diversión, así
como respuestas motoras conscientes con el contenido emocional.

 Alteraciones de la conciencia del sí mismo: Experiencias anómalas en cuanto al self o al uno mismo, que
pueden variar a lo largo de cuatro dimensiones: la conciencia de los límites del yo; la conciencia de uno
mismo como agente de sus propias acciones; la conciencia de la unidad del sí mismo; y la conciencia de
la realidad del sí mismo y del entorno.

 Confusión de los límites del yo: Anomalía en el nivel más básico o primario de la experiencia del yo, esto
es, la capacidad para experimentarse a uno mismo como una entidad diferenciada o distinta al entorno.

 Pérdida de atribución personal: Pérdida de la capacidad de reconocer el origen personal de sus ideas
y/o actividades. La persona puede atribuir algunos de sus pensamientos, sentimientos, acciones, etc., a
agentes externos a sí mismo.

 Deterioro en la unidad del yo: Sensación de separación o escisión de su propio yo.

 Disociación de afecto: Cuando la persona se enfrenta a una situación de peligro que percibe como una
amenaza, es frecuente que experimente una sensación de desapego emocional, es decir, una sensación
de calma embotada, antinatural.

 Escisión del yo: Ante una situación percibida como amenazante, la persona experimenta una forma más
explícita de desapego ya que se siente como si estuviera fuera de sí mismo, observando su forma de
actuar como si estuviera observando a otra persona.

 Pérdida de la experiencia de la realidad: Experimentar una sensación subjetiva de cambio y/o extrañeza
respecto a sí mismo y/o al entorno que le rodea.

 Despersonalización: Experiencia en la que la persona, aunque mantiene intacta la conciencia de su


propia identidad, experimenta una sensación subjetiva de cambio, extrañeza o irrealidad respecto a sí
misma.

 Desrealización: Sensación subjetiva de cambio, extrañeza o irrealidad con respecto al entorno, al mundo
que le rodea.

 Alteraciones de la orientación: Alteraciones en la función de la conciencia que nos permite situarnos a


nosotros mismos en relación con determinadas referencias del contexto y personales (tiempo, lugar y
persona).

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