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ACTIVIDAD
T2
INTEGRANTES
CURSO
DOCENTE
Lima, Perú
2022
INTRODUCCIÓN
La casación parte de una demanda de Desalojo por Ocupante Precario. interpuesta por Luis Miguel
Correa Panduro, Jorge Enrique Correa Panduro y Cesar Arturo Correa Panduro en contra de los
señores Mirna Lisbeth Panduro Abarca y Euclides Vara Turco. Dicha demanda solicita el desalojo del
inmueble ubicado en Jirón Tarapacá N°663 y 665 de la ciudad de Pucallpa que está inscrita en los
Registros Públicos de Pucallpa, siendo otorgado el bien por la Municipalidad Provincial de Coronel
Portillo, asignado como la fracción Lote. 1-A, Mz. 86, del plano regulador de la ciudad de Pucallpa,
que corre en la Ficha 1619D, Partida Electrónica DDDD2031, y la Ficha 16189 de la Partida
Electrónica DDDD2050, definiendo que los demandados tienen la condición de precarios dado que
fue una casa familiar anteriormente.
Esta resolución responde al llamado de Doña Mirna Lizbeth Panduro Abarca, contra audiencia de
laudo, otorgado el 8 de abril de 2011, por la Sala Civil Especializada del Tribunal Superior de Justicia
de Ucayali, que resuelve la sentencia de primera instancia.
Analizando esta casación se tiene una visión tradicional donde se ve que el poseedor tiene una carga
endeble al momento presentar un proceso de desalojo por ocupación precaria dentro de las
relaciones jurídicas existentes y, por consiguiente, merecedor de especial cuidado y protección.
Dicho esto, son diferentes las posturas referentes a la concepción del precario, algunas de estas
sostienen que le corresponde la idea romana que en ese entonces se tuvo, en el cual el precario era
aquel acto mediante el cual ya sea por petición o ruego de un sujeto, otro le cedía el uso y disfrute de
determinado bien. Este solo es uno de los conceptos que adoptan diferentes doctrinas, conceptos los
cuales eran variados, imprecisos y contrarios con otros.
En ese sentido, el presente ensayo tiene como objetivo analizar los fundamentos de la posesión
precaria dentro del Derecho Civil Peruano y desligar los siguientes puntos: concepto, su diferencia
con la posesión legítima e ilegítima, supuestos y un análisis objetivo fundamentado en la normativa
acerca del en el IV Pleno Casatorio.
DESARROLLO
Sobre ello según Daniel Ferrer Martín podemos entender al precario mediante dos conceptos. Por un
lado, uno restringido, esto se da cuando un sujeto tiene disfrute gratuito de una cosa ajena por
tolerancia del dueño de esta misma. Y, por otro lado, uno amplio, en el cual se le suma a lo anterior
mencionado la admisión de todos los supuestos de disfrute, ocupación o tenencia de un inmueble sin
título por los siguientes motivos: nunca se tuvo título, el título era ineficaz (frente al del propietario) o
extinción del título obtenido. Entonces, tanto en la doctrina como en la jurisprudencia española, la
figura del precario supone una situación posesoria.
Por lo mencionado anteriormente, podemos ver que hay dos posturas principales dentro de la
doctrina comparada referentes a la concepción de precario. Es debido a esto que, en sede nacional,
cualquier postura que se tome tiene que realizarse en base al artículo 911º de nuestro Código Civil:
“La posesión precaria es la que se ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía ha fenecido”.
● Ocupa un bien inmueble ajeno, sin tener un título para esto y sin realizar pago de renta. En el
caso de que sí disponga de un título para ello, no le genera algún efecto de protección
cuando este mismo se extinga.
● En relación al punto anterior, cuando se habla sobre no disponer de un título o la extinción de
este mismo, no se está hablando particularmente sobre aquel documento que haga alusión
exclusiva al título de propiedad, se refiere a cualquier otro acto jurídico mediante el cual el
demandado (con la autorización que este mismo acto le confiere) pueda ejercer la posesión
del bien, esto se debe a que será la posesión el derecho en disputa.
● En referencia al artículo 585º del Código Procesal Civil, cuando se hace mención de
restitución del bien este se debe de comprender como la entrega de la posesión protegida
por el artículo 911º de nuestro Código Civil con el fin de poder garantizar al sujeto sea este el
propietario o no, su derecho a poder ejercer el pleno disfrute del mismo.
● En referencia al artículo 586º de nuestro Código Procesal Civil, tanto el propietario, como el
administrador y quienes consideren tener el derecho a la restitución de un predio disponen
de legitimación para obrar activa. En cambio, todo aquel que ocupa el bien y no puede
acreditar su derecho a permanecer en el disfrute de la posesión ya sea porque esté se
extinguió o nunca dispuso de este, disponen de legitimación para obrar pasiva.
El Código Civil de 1936 indica que la posesión era de buena fe y de mala fe, donde ambos conceptos
parten de la posesión ilegítima porque tenían la creencia de que el poseedor respecto a su presunta
ilegitimidad no tiene consecuencia jurídica alguna.
Gonzales Barrón (2009) afirma que: “La posesión legítima es la que se ajusta plenamente al
Derecho, en tanto que la ilegítima es opuesta a la misma. La primera, se sustenta en su validez y
plena legalidad de la posesión ya que no viene a ser más que un derecho preexistente, por lo tanto,
sus limitaciones son iguales del derecho subyacente al estado posesorio”
Si bien es cierto la posesión legítima se puede convertir en posesión ilegítima o viceversa. “La
legitimidad o ilegitimidad de la posesión no depende de la relación posesoria en sí, sino de su
vinculación con el derecho real de cuyo contenido forma parte” (Musto, 2007, p. 176).
La posesión de buena fe y la de mala fe es una clasificación de la posesión ilegítima la cual se
presenta cuando el título en que se sustenta adolece de un vicio de forma o un vicio de fondo, pero
ambos supuestos transforman a la posesión en ilegítima (Vásquez, s.f)
El Código Civil vincula la posesión precaria con la posesión ilegítima debido a que ambas son
parecidas en su concepto, además la posesión ilegítima tiende a clasificarse y está sujeta a
resarcimiento económico por los daños causados. En efecto, el artículo 906 establece que la
posesión ilegítima es de buena fe cuando el poseedor cree en su legitimidad por ignorancia o error
del hecho o de la ley del defecto que invalida el dominio. Sin embargo, los poseedores ilegítimos son
los poseedores que no tienen derecho a poseer.
Respecto al caso, la posesión se basa en la revocación, el poseedor no puede ser demandado por
desalojo por ser un ocupante inestable, pero se acumularán la nulidad o anulabilidad del título y las
reclamaciones sobre los bienes. Por lo tanto, el que posee el predio puede ser demandado sobre la
base del contrato de compraventa inválido por declarar nula la escritura de compraventa y devolver el
bien a su titular.
Por último, la posesión es legítima si el ejercicio de los derechos reales es compatible con los Código
Civil; pero serán ilegítimos cuando la posesión se haya adquirido de una forma insuficiente, quiere
decir, que es posesión de legalidad siempre que no se pretenda invalidar el derecho de dominio
creado por ella si la propiedad se adquiere de persona distinta del poseedor
C. SUPUESTOS DE LA POSESIÓN PRECARIA
● Como cuarto supuesto se puede evidenciar que en los casos que se realice un proceso de
desalojo y sea poseedor mediato, el cual alega haber realizado mejoras ya sean necesarias,
útiles o de recreo este se convierte en poseedor precario durante el tiempo donde se realice
el debido proceso para determinar si arrendador o en el caso específico el demandante tiene
derecho o no complacerse con la mejores realizadas por el arrendatario o en este caso
demandado.
● El último supuesto de posesión precaria consiste en que en el caso que el poseedor mediato
presente una demanda de desalojo del inmueble a poseedor inmediato no bastará que este
último exprese que está llevando un proceso para la adquisición del bien por usucapión o
también conocido como prescripción adquisitiva. La cual quiere decir que el poseedor puede
adquirir la titularidad del inmueble tras transcurrir un tiempo determinado y cumplir con lo
establecido en la legislación, sino el se iniciará un proceso legal donde ambas partes
presentarán sus fundamentos y medios probatorios para que el juez pueda determinar a
quién le corresponde el derecho de posesión. Finalmente es importante mencionar que en el
caso de que el juez emita una sentencia desfavorable para el demandado y su proceso de
usucapión haya sido amparado este puede solicitar invalidez del mandato expresado por el
juez.
D. ANÁLISIS Y EXPLICACIÓN DEL IV PLENO CASATORIO
Para comenzar, la casación N°2195-2011 – Ucayali tiene como principal materia esclarecer el
significado e implicancias del derecho de posesión y del ocupante precario conforme a lo acontecido
en la referida ciudad, pues es ahí donde los hermanos Luis Miguel, Jorge Enrique y César Arturo
Panduro Carrera en representación de su apoderado Luis Arturo Correa Linares, inician una
demanda contra su tía Mirna Panduro y Euclides Vara, proceso en el cual se manifestaba que los
demandados ocupaban el bien inmueble de los demandantes bajo la situación de poseedores
precarios, motivo por el cual se exigía su desalojo.
Según lo analizado, en la decisión de los jueces influye el hecho de que los demandantes
comprobaron ser propietarios de este inmueble en razón a su título de propiedad debidamente
inscrito en los Registros Públicos de Pucallpa; no obstante, los demandados persisten y contestan
que son poseedores del bien, ya que según estos cumplieron con la prescripción adquisitiva de
dominio, pues ahí han permanecido de manera pacífica, pública y continua por más de cuarenta
años; contestación la cual fue desestimada por los jueces porque se presentaron documentos a
nombre de terceros que resultan inválidos para que la corte tome su decisión, hecho que
consideramos oportuno. Asimismo, resulta importante, pues no cabe prescripción adquisitiva cuando
previamente existía un dueño.
Además, uno de los puntos importantes que salen a relucir en esta casación es que los dueños
principales del inmueble fueron los padres de Mirna Panduro y la madre de los ahora demandantes;
hacemos énfasis aquí, debido a que estos primeros propietarios, efectivamente les entregaron el bien
inmueble a los demandantes, considerado como anticipo de herencia, hecho el cual consideramos
irrefutable y debidamente motivado según el artículo 831° del código civil.
Finalmente, concluimos en que la sentencia está debidamente fundada y estamos de acuerdo con la
decisión adoptada por los jueces de la corte suprema al declarar infundada esta casación y ordenar
el desalojo por ocupación precaria, siendo objetivos con el tema a tratar y defendiendo el derecho de
propiedad, muy por encima de la posesión; por ello, encontramos viable el haber ordenado la
restitución de la posesión a favor de los demandantes, ya que este hecho está basado en el artículo
585 del código procesal civil, que a su vez tutela a las partes demandantes; igualmente, fue
esclarecido el significado del artículo 911° de nuestro código civil con respecto a la posesión precaria,
hallándose sus supuestos cuando el título haya fenecido, no exista retribución alguna por el uso del
bien, y además existan circunstancias que protejan al poseedor, siendo todo ello, precedentes
vinculantes.
CONCLUSIONES:
● Para terminar, con respecto a la sentencia del IV Pleno Casatorio Civil, si bien hubo muchas
discrepancias con respecto al fallo y las definiciones de ciertos conceptos, lo hallamos
debidamente justificado ya que se esclarecieron conceptos en los cuales existían vacíos,
como el de poseedor precario; de igual manera, se pudo observar mediante la resolución, la
protección por parte de la corte suprema al derecho de propiedad, estipulado en el artículo
923 de nuestro código civil, abarcando además el tema de la prescripción adquisitiva de
dominio en el artículo 950 del mismo código; En razón a ello, cabe tener en cuenta y queda
como jurisprudencia para casos futuros, que pese a cumplir con el artículo 950, el estado
peruano favorecerá a quien ya tenía un título registrado y se ordena al ocupante precario,
quien solo se le considera el bien en su posesión como mera tenencia, lo desalojarse.
● A simple vista la posesión legítima cuando está sujeta al derecho. Se puede no tener
derecho de poseer y por ello, ser poseedor ilegítimo, por distintas razones. Así, por ejemplo,
es poseedor ilegítimo el que posee sin tener un título, es decir, un acto jurídico que le da
derecho a poseer, pero no tiene validez jurídica. La posesión de buena fe y la de mala fe es
una clasificación de la posesión ilegítima la cual se presenta cuando el título en que se
sustenta adolece de un vicio de forma o un vicio de fondo, pero ambos supuestos
transforman a la posesión en ilegítima. En efecto, el artículo 906 establece que la posesión
ilegítima es de buena fe cuando el poseedor cree en su legitimidad por ignorancia o error del
hecho o de la ley del defecto que invalida el dominio.
● Respecto a los supuestos establecidos por el IV Pleno Casatorio Civil para entender el
concepto de posesión precaria efectivamente estas serán de mucha utilidad puesto que
como se mencionó anteriormente se verá una reducción en los casos de improcedencia.
Sobre todo, porque de no haber hecho esto, se hubieran dejado subsistentes aquellas
interpretaciones contradictorias que no aportan lo suficiente a la legislación.