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N° GRUPO / ASISTENCIA

6
FACULTAD: Derecho y Cs. Políticas

CARRERA PROFESIONAL: Derecho


DATOS DEL CURSO
CURSO: Derecho del Consumidor CICLO: V

SECCIÓN: D
DOCENTE: Abog. Mg. Rolando José Balarezo Plata
TURNO: Noche

DATOS DEL TRABAJO ACADÉMICO (T.A.)


El modelo del consumidor razonable o diligente
TEMA:

TRABAJO ACADÉMICO N° 1

FECHA DEL PEDIDO: 25.08.2022

FECHA DE ENTREGA AL DOCENTE: 08.09.2022

TRABAJO ACADÉMICO EXTEMPORÁNEO

Excepcionalmente es posible, por una sola vez y dentro de las 24 horas siguientes a la fecha original de presentación del T.A., para ello debe realizar una solicitud motivada y
dirigida al docente, por medios de comunicación idóneos y adjuntar su T.A., tener presente que este pedido es una aspiración a ser evaluado, el docente no está obligado a
calificarlo, y en caso fuera evaluado no será bajo las mismas condiciones que tuvieron aquellos que lo hicieron de manera puntual. Solamente para el T.A. 1 se exceptúa de lo
antes mencionado a los alumnos con matricula extemporánea quienes deberán coordinar con el docente. Para el caso del T.A. 4 (ciclo regular) el plazo es de 4 horas.

DATOS DEL (LOS) ESTUDIANTE (S)


EVALUACION
APELLIDOS Y NOMBRES CÓDIGO (T.A. sin referencias será rechazado)
(orden alfabético) (no borrar los números)
P R O C ED IM EN TA L C O N C EP TU A L A C TITU D IN A L

1. Balboa Mamani, Kelly Melany 2020065973

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CRITERIOS DE EVALUACIÓN
En lo PROCEDIMENTAL: se evalúan elementos de forma del trabajo, redacción, orden, limpieza, llenado de la caratula, asimismo se reconoce la
originalidad y se sanciona el plagio, el uso de referencias son obligatorias.
En lo CONCEPTUAL: se evalúa el conocimiento sobre su trabajo, aspectos de fondo pudiendo el docente solicitar su oralización.
En lo ACTITUDINAL: el presentar en la fecha indicada obtiene la nota de 20, y en caso de T.A. extemporáneo su nota es de 00.
OBSERVACIONES DEL DOCENTE
Excel
Sistema
TACNA-2022
INTRODUCCIÓN

El hombre a lo largo del tiempo ha jugado un rol importante en la sociedad, puesto


que, siempre ha estado en una continua relación, eso quiere decir, que todos en un
momento hemos necesitado obtener ciertos bienes o servicios con el propósito de
satisfacer sus necesidades, es así que, dentro de ello se incorpora el proveedor, quien está
con la disponibilidad de tener varios productos o servicios que estén al gusto del
consumidor, así mismo, esa relación comercial que se guarda entre consumidor y
proveedor, generará en cierto modo malas expectativas ante algún consumidor que no está
conforme con el bien dado en cuestión. En consecuencia, el comportamiento de un
consumidor ordinario denota la falta de conocimiento en el mercado o una operación de
consumo, siendo este relevante para el avance de la economía. Por el otro lado, se
presenta la figura del consumidor razonable o diligente, quien tiene rasgos peculiares al
conseguir o comprar un producto, pero este lleva consigo, ciertas opiniones en contra o
favor de la aplicación a la presente normativa.
En efecto, en el presente trabajo se desarrollará la conceptualización del
consumidor en su generalidad como también analizar al consumidor diligente o razonable
con la legislación nacional y que quienes son los más afectados en caso se adhiera.
EL MODELO DEL CONSUMIDOR RAZONABLE O DILIGENTE

Cuando hablamos del consumidor en su totalidad, nos centramos en la persona que


adquiere productos o servicios con el fin de poder satisfacer sus respectivas necesidades o
de un determinado entorno familiar, entonces la posición del consumidor en el mercado es
elemento primordial para el desarrollo de la actividad comercial, eso quiere decir, que al
presenciarse una relación económica entre consumidor y proveedor se asegurará el
intercambio de bienes consumibles, objetos, vanidades entre otros, mediante el
otorgamiento de un pago de acuerdo al precio que establezca el mercado. Salomon (2008)
señala que el consumidor es la persona que, al traspasar los constantes cambios en el
mercado, se le presenta diferentes alternativas de productos o servicios, ante ello la
conducta a tomar es el decidir cuál puede satisfacer sus necesidades de acuerdo a sus
gustos o preferencias que, por consiguiente, ejecuta la compra para consumirlo.
Ahora más bien, dentro del contexto de profundizar la figura del consumidor,
también se denota el “consumidor razonable o diligente” siendo un punto controversial en el
fundamento de la protección del consumidor , puesto que, se produce interrogantes si es
esencial o no incorporar dicho modelo al código, ya que ,se basa en las particularidades de
tiene una persona al estar al tanto de la calidad y precios de un producto (Supo y Bazán,
2020).De este modo, es indispensable mencionar que la denominación de consumidor
razonable emana del derecho Anglosajón, en otras palabras, del derecho común inglés
trayendo consigo una visión del cómo se puede determinar al ser humano con su buen
actuar en el campo del comercio (Rodríguez, 2019).
Es así, que en el Perú también se encontró tal término, dicho de otro modo, la
protección del consumidor tiene su recuento dentro del marco normativo y sus
modificaciones, de ahí que, mediante el decreto legislativo N°716 surgió la primera ley que
ampara al consumidor ,pero teniendo la ausencia de dar a entender sobre si el consumidor
tenía que ser diligente o razonable , ya después, en ese mismo decreto legislativo se
modificó el artículo 3 que concernía la conceptualización del “consumidor” a través del
decreto legislativo N°1045 ,donde aquí si se hizo haciendo énfasis a la protección del
consumidor diligente o razonable (Moreno, 2012). En efecto, este fue derogado por el
código de Protección y Defensa del consumidor en la Ley 29571, por lo cual, no se percibe
una especificación del consumidor diligente, de manera que se estipula de la siguiente
manera:
“Consumidores o usuarios: Las personas naturales o jurídicas que adquieren,
utilizan o disfrutan como destinatarios finales productos o servicios materiales e
inmateriales, en beneficio propio o de su grupo familiar o social, actuando así en un ámbito
ajeno a una actividad empresarial o profesional. No se considera consumidor para efectos
de este Código a quien adquiere, utiliza o disfruta de un producto o servicio normalmente
destinado para los fines de su actividad como proveedor (Indecopi, 2011)”.
De esta manera, se deja de lado hoy en día la terminología de consumidor
razonable en la normativa, involucrando de por sí al consumidor ordinario, de las cuales se
pueden nombrar como personas comunes en el manejo de la actividad comercial. De
ello ,se puede precisar que ante las derogaciones o modificaciones de las anteriores leyes o
decretos , no se daba una relevancia social de comercio al consumidor ordinario ,eso quiere
decir, que no se enfocaban en la realidad de personas de bajos recursos que no teniendo
intención de mostrar la mala fe de la carencia de conocimientos comerciales ,entonces
tenían más riesgo de ser engañados con los precios adulterados por los proveedores ,sino
más se sumergían en el bien del consumidor diligente que poseía más posibilidades de
incrementar su capacidad de cultura y mejora en el mercado.
Como bien alude Durand (2007) el objetivo debe ser el resguardar los derechos de
los consumidores que más lo necesitan por las condiciones menos favorables o en ese
caso integrarlos para fomentar el debido conocimiento cultural en el campo del mercado,
puesto que, son relevantes para el avance de este, sí se desarrolla la capacidad de
consumir de la forma más correcta.
Dicho ello, el consumidor diligente o razonable se configura como la persona que
esta adecuadamente informada con las cualidades de los productos, así mismo, los
requisitos fundamentales de la conducta para llevar a cabo una relación de mercado
satisfactorio con el proveedor (Espinoza, 2004).Sin embargo ,la idealización del consumidor
razonable es tomada como un fundamento errado o equívoco, porque deja de lado a los
otros consumidores denominados como no protegidos, ante aquello se podría decir que no
es malo sino un proceso muy rápido para adecuarlo al marco normativo nacional (Bullard,
2018). Por esta razón, el implementar el modelo del consumidor diligente pretende a groso
modo , el educar e incentivar el cambio los malos hábitos al hecho de consumir cualquier
producto obtenido (Salas, 2020).
Maguiña (n.d.) nos menciona que el estado al poder realizar programas o
capacitaciones para el desarrollo de la economía de mercado, se debe generar un tipo
empujón para incrementar la capacidad de consumidor como también de los proveedores.
Por ello, la sociedad en su máxima expresión debe considerar que la formación es
un elemento primordial para la estrategia comercial de satisfacer las necesidades del
usuario(Quezada et al., 2020).
Por último, en la presente ley de protección al consumidor nombra los respectivos
derechos del consumidor ante las situaciones del mercado (Espinoza, 1995).
CONCLUSIÓN

Ser considerado un consumidor, es la rutina que lleva consigo una persona con el
fin de satisfacer sus propias necesidades frente a las ofertas y calidades del proveedor,
estando de por medio, la relevante información de la compra de un producto o servicio. En
definitiva, el papel del consumidor diligente se consigna ante la persona que posee una
adecuada conducta instruida, el correcto conocimiento frente a la actividad comercial con el
proveedor.
El tema de consumidor diligente en el Perú al volver a aplicar este término en la
normativa, discriminaría de por sí, a las personas que no tienen alguna conducta de mala fe
o no están debidamente informadas con la cultura del consumo.
FUENTES DE INFORMACIÓN

Bullard, A. (2018). ¿Es el consumidor un idiota? El Falso dilema entre el consumidor


razonable y el consumidor ordinario. Revista de La Competencia y La Propiedad
Intelectual, 6, 5–58. https://bit.ly/3RQVbHN
Durand, J. (2007). Tratado de derecho de derecho del consumidor en Perú. In Syria Studies
(Vol. 1). https://bit.ly/3TTHk56
Espinoza, J. (1995). Los derechos de los consumidores frente a la responsabilidad objetiva
de los proveedores. 1.
file:///C:/Users/OVALTECH/Downloads/4627_espinoza_los_derechos_de_los_consumi
dores.pdf
Espinoza, J. (2004). ¡Oh! ... y ahora ¿quién nos podrá defender del Tribunal Constitucional?
Ius Et Veritas, 29, 310–318. https://bit.ly/3B1fzyW
Indecopi. (2011). Código de Protección y Defensa del Consumidor: contenido y alcances.
Ius et Praxis, 0(042), 287. https://doi.org/10.26439/iusetpraxis2011.n042.1522
Maguiña, R. (n.d.). Estandar de consumidor. file:///C:/Users/OVALTECH/Downloads/soporte,
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Moreno, D. (2012). Derecho Del Consumidor. Ius et Praxis, Revista de La Facultad de
Derecho, 19, 105–124. https://doi.org/10.4067/s0718-80722012000200010
Quezada, G., Castro, M., Oliva, J., Gallo, C., & Quezada, M. (2020). Redefiniendo el rol de
la empresa: generando “conciencia verde” por iniciativa del consumidor diligente.
Revista De Investigación Transdisciplinaria En Educación, Empresa Y Sociedad -
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ROL-DE-LA-EMPRESA-GENERANDO-“CONCIENCIA-VERDE”-POR-INICIATIVA-
DEL-CONSUMIDOR-DILIGENTE.pdf
Rodriguez, J. (2019). “Limitaciones del concepto de consumidor Razonable en el derecho
del consumidor peruano: análisis desde el iusnaturalismo clásico.” Universidad
Católica San Pablo, 0(1), 1–121. https://bit.ly/3Qoiw2f
Salas, R. (2020). Algunos apuntes y reflexiones sobre la tutela de los derechos de los
consumidores y la asimetría informativa en el mercado. Revista Foro Jurídico,
Universidad Católica Del Perú, 1(0), 12. https://bit.ly/3qiz6WG
Solomon, M. (2008). Comportamiento del consumidor (Vol. 13, Issue 2).
https://bit.ly/3x8Xq11
Supo, D., & Bazán, V. (2020). El deber de información y el estándar de razonabilidad en las
garantías implícitas del consumidor. Forseti: Revista de Derecho, 8(12), 69–94.
https://doi.org/10.21678/forseti.v8i12.1355

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