Está en la página 1de 6

La Búsqueda de Nuevos Recursos

La Guerra del Pacífico provocó una fuerte crisis en el país, y a distintos niveles se suscitó una
reflexión sobre la conformación histórica del Perú, las causas de la derrota y las alternativas de
futuro. Se potenciaron ciertos sectores de la economía como las explotaciones agrícolas de la
costa y los recursos mineros y ganaderos de la sierra, la coincidencia de la demanda del caucho
en los mercados. La expansión del aparato estatal con la creación de instituciones, la
multiplicación de cargos públicos y una serie de medidas en espacios, población y recursos,
incluyó a los inmensos territorios amazónicos. Desde otra perspectiva, la de lo simbólico, la
Amazonia se vislumbró en el horizonte de sectores de la elite como una posibilidad para la
regeneración y afirmación del Perú.

La Sociedad Geográfica de Lima, constituida por decreto firmado por Cáceres el 22 de febrero
de 1888 y que fue un escenario excepcional de presentación de proyectos y de actividades que
contribuyeron decisivamente al desarrollo del país. Y el Ministerio de Fomento, creación de la
República Aristocrática por ley del gobierno de Piérola de 22 de enero de 1896, que fue
fundamental en competencias como las obras públicas, inmigración y explotación de recursos.
Fueron dos instituciones e instrumentos claves en la incorporación de la Amazonia, para
estudiarlas se recurrió básicamente a documentación generada por las propias instituciones,
sobre todo, los Boletines de la Sociedad Geográfica de Lima y las Memorias del Ministerio de
Fomento.

Desde la región. Los prefectos y el gobierno de Loreto

El departamento de Loreto avanzó no solo en el área económica sino también en el proceso de


organización interna e incorporación al Estado y en él los prefectos fueron piezas
fundamentales. A partir de 1896 la entrada en escena del Ministerio de Fomento y de otros
mecanismos de actuación del poder central dieron un impulso notable a la colonización de
Loreto y a que desde la región se conformaron algunos grupos regionales, organizados en
torno a Iquitos, que plantean demandas y llegan a enfrentarse a la autoridad que representaba
al poder central. Pero la política de modernización y el trabajo en conjunto con los prefectos
fue fundamental para la gobernabilidad y desarrollo de esta región.

Reconocimiento y apropiación del territorio

El departamento de Loreto fue constituido y demarcado desde 1868, los prefectos


coincidieron tuvieron desconocimiento sobre un territorio tan extenso como escasamente
poblado. Tres de ellos se ocuparon específicamente de los cambios necesarios en la
demarcación de Loreto, de los ajustes en las fronteras internas para una mejor gobernabilidad.

Los prefectos fueron conscientes de que sus posibilidades eran limitadas y dependían de la
financiación de las Municipalidades y de la Junta Departamental. Por eso, lejos de aventurar
proyectos irrealizables, sus propuestas se concretaron en la vialidad fluvial y en la puesta a
punto de caminos ya existentes junto al trazado de otros nuevos.

Poblamiento y explotación de recursos.

La relación desequilibrada entre población y recursos, en buena medida la ralentización del


progreso del Perú se hacía notar, aun con más crudeza, en las regiones amazónicas, y las
autoridades de Loreto así lo percibieron.
Para entender en sus dimensiones la complejidad del problema habría que manejar al menos
cuatro elementos estrechamente relacionados:

- La explotación del caucho y sus secuelas.


- La falta de población que se dedicara a la actividad agrícola y ganadera.
- La consideración económica y política de la población indígena.
- La convocatoria a la inmigración como factor indispensable para avanzar por el camino de
la modernización.

El caucho estaba suponía un poderoso elemento de progreso, y había llevado la vida a la selva
atrayendo hacia Iquitos población y actividad comercial. Pero junto a los beneficios que
producía había originado perjuicios de índole variada, había monopolizado el sector
exportador y se explotación de los recursos se daba de una manera devastadora.

Pero sobre todo resaltaba los efectos sobre los indígenas, que se veían desplazados a la fuerza
de su hábitat, sometidos al cruel sistema de la habilitación. Se adoptó una actitud paternalista
y siguió, aunque moderadamente, las tendencias positivistas dominantes al atribuirles
ignorancia, sumisión, y docilidad.

[...] la servidumbre de los indígenas, es la más punzante enfermedad de estas regiones;


víctimas de la más deplorable ignorancia, sin conocer de la civilización otra cosa que los
excesos de los que de ella disfrutan, no gozan de esa soberanía inalienable en el hombre, de
disponer de su persona [...]. El indígena [...] no tiene nada en este mundo, sino obediencia
pasiva, resignación absoluta [...]. (Reyes Guerra 1886b: f. 2)

El Estado contribuyó al fomento de una poderosa corriente de inmigración espontánea dando


facilidades para que se creara una Sociedad que se aventurara por ese camino, autorizando a
los cónsules para dar pasaje gratis, hasta una suma anual a todas las familias que lo solicitaran,
organizando en Iquitos una comisión que recibiera a los inmigrantes, y por fin disponiendo que
se derivaran rentas que generaba Loreto para tal fin.

El imaginario del habitante de la Amazonía.

a) La imagen externa de la Amazonía: Antes de la explotación del caucho, muchos


indígenas que vivían en la Amazonía, que en aquella época era considerada “tierra de
nadie”, no se enteraban de cuál era el país al que pertenecían, porque no tenían el
concepto de “país” o de “nación”, tales como lo tenían los miembros de la población
blanca, criolla o mestiza generadora del pensamiento occidental.
Hasta la época de la fiebre del caucho, la Amazonía se caracterizaba por el bajo nivel
de producción de su suelo, en gran parte ocasionado por la fragilidad de la tierra para
resistir semillas andinas, lo que ocasionaba no solo retraso agrícola a nivel comunal
sino falta de incentivo en la agro industrialización, convirtiéndose en un sitio donde
solo se exportaba materias primas, y se importaba casi todo lo necesario para la vida
cotidiana.

b) Mano de obra: el enganche de los indígenas, abuso y la explotación laboral


En la industria cauchera uno de los más graves problemas fue el de la mano de obra.
Como la actividad era una forma de producción extensa, la explotación de caucho
requería mano de obra abundante y barata. La dificultad venía de unas razones:

- Los nativos no estaban sujetos a las leyes del sistema de trabajo capitalista.
- No aceptaban someterse a una jornada de trabajo fijo a cambio de una remuneración
predeterminada
- El nativo no tenía la condición de “asalariado libre”, que lo hubiera podido impulsar a
trabajar en condiciones más justas.

Debido al fracaso de importar mano de obra externa, los capitalistas caucheros volvieron
sus ojos nuevamente a los nativos amazónicos, pero esta vez con diferente estrategia:
intentaron aplicar métodos forzosos y violentos, que no eran lógicos en el sistema
capitalista, con el fin de asegurar el abastecimiento de la producción y de sus intereses.

Las relaciones laborales en la época de caucho se pueden describir como “salvajes,


inhumanas, crueles”. El sistema de administración en la explotación del caucho fue
complicado y, para entenderlo mejor, habría que dividirlo en cinco factores:

a) El empresario o dueño de la negociación en que se iba a realizar el trabajo.


b) El agente encargado de la recolección de obreros.
c) El subagente o interventor inmediato.
d) El obrero enganchado y el fiador que lo garantizaba.

El Crecimiento Demográfico.

Las primeras exploraciones y reconocimiento de la selva en la cuenca del Amazonas y afluentes


se realizaron a partir de 1860, en 1862 se realizan las primeras exportaciones. constatada la
existencia y verificada la importancia del caucho, la selva se vio invadida por hombres de todas
las razas y naciones, ríos y quebradas comenzaron a poblarse progresivamente de gran
número de puestos caucheros o fundos gomeros. Esto significó el desalojo de los naturales de
su tierra.

Esta migración provino principalmente de la selva alta, de lugares como Rioja, Moyobamba,
lamas y Juanjuí en el Departamento de San Martín, zonas que disminuyeron su población y el
volumen de su explotación agropecuaria. Pero también se produjo una fuerte inmigración del
exterior. Todos con un afán desmedido de enriquecimiento.

Las Plantaciones de Caucho en la Selva

En 1906 se dio la Ley de Primas de Gomales, según ella se tenía que pagar 20 centavos por kilo
bruto exportado y 24 centavos por kilo neto. Dos centavos de estas cantidades estaban
destinadas a la creación de fondos para fomentar las plantaciones de caucho. Estos fondos
debían depositarse en la Caja de Depósitos y Consignaciones. Por este concepto se recaudaron
los siguientes fondos:

Roger Casement

A raíz de las denuncias contra la PAC iniciadas por Benjamín Saldaña Roca en publicaciones
realizadas, primero, en dos diarios regionales, La Sanción y La Felpa, y, más tarde, en la Prensa
de Lima, todas en 1907, la Sociedad Antiesclavista recogió la noticia en Londres y la difundió
por diversos medios. Fue a través de sus gestiones que finalmente la Oficina de Asuntos
Exteriores decidió enviar a Roger Casement, un Alto Cónsul irlandés que cumplía funciones en
Río de Janeiro.
Nombres de algunos de los peores criminales en el Putumayo, todos ellos acusados de
ofensas atroces contra los indios

Según Casement en la investigación que realizó, da detalle de algunos de los principales


responsables de la masacre en el Putumayo.

- Fidel Velarde, peruano, jefe de Occidente.


- Alfredo Montt, peruano, jefe de Atenas. Acusado de crímenes atroces.
- Augusto Jiménez, peruano. Es un mestizo, es decir tiene mezcla de sangre india. De unos
26 años. Ha sido por años el teniente de Agüero, bajo cuyas órdenes ha cometido
crímenes repugnantes contra los indios boras de la sección Abisinia.
- Armando Normand, boliviano, tengo entendido de padres extranjeros. Educado
principalmente en Inglaterra. Un hombre del cual nada bueno puede decirse. Los
crímenes cometidos por este hombre son incontables y hasta los hombres blancos
peruanos me dijeron que Normand había hecho cosas que ninguno de los demás había
hecho.
- José Inocente Fonseca, peruano de unos 28 años.
- Abelardo Agüero, de unos 35 o 36 años de edad. Jefe de la sección de Abisinia de la que
ha estado encargado durante años. Ha cometido incontables crímenes.

Agentes subordinados de la compañía igualmente acusados de crímenes atroces

- A. Vásquez Torres, o Alejandro Vásquez, en Atenas.


- Rodolfo Rodríguez, colombiano, en Santa Catalina, acusado de muchos crímenes.
- Miguel Flores, peruano, en Abisinia. 4. Armando Blondel, en Abisinia.
- Aquileo Torres, colombiano, ahora en Abisinia. Hay incontables acusaciones de crímenes
contra este hombre. Fue tomado prisionero por Normand en enero de 1907 y encadenado
por un año por Velarde y otros. Lo soltaron con la condición de que se uniera a ellos y su
primer trabajo fue azotar a los indios.
- Jermín [sic: Fermín]o Filomeno Vásquez, en Abisinia. Este hombre está acusado de
muchos crímenes, el último de los cuales tuvo lugar en agosto de 1910, cuando asesinó a
13 indios, hombres, mujeres y niños, en el camino entre el Caquetá y Morelia.
- Simón Angulo, un colombiano negro, es quien azota y mata bajo las órdenes de Agüero;
ha azotado hasta la muerte a muchos.

Conclusiones

- La búsqueda de nuevos recursos en la época de la post guerra y los intereses particulares


en la capital, llevaron a que ciertas élites y gobernantes hicieran caso omiso de los
llamados de atención de la explotación y maltrato hacia los indígenas amazónicos. Es triste
pero una real característica que se repite en nuestra política y gobiernos, muchas veces
esperan que el escándalo se avecine para recién tomar medidas adecuadas.
- Si bien la región Loreto tuvo progreso gracias a la explotación del caucho, el precio fue
muy grande y doloroso, a costa de personas que no entendían el uso de la moneda ni de
un salario, la imposición del capitalismo fue de manera avasallante, bajo una serie de
filosofías y argumentos que no hacen más que denigrar a un ser humano.
Bibliografía
Riaza, A. M. (1999). Política regional y gobierno de la Amazonía peruana . Madrid : En
HISTORICA XXIII.2(1999): 393-462 Universidad Complutense de Madrid.

VARGAS UGARTE, S.J., Rubén

1941 Los jesuitas del Perú, 1568-1767. Lima: A. Castañeda editor

2005 [1913] La defensa de los caucheros. Iquitos: CETA, Monumenta Amazónica, edición

de Alberto Chirif

LAGOS, Ovidio

2005 Arana, rey del caucho. Iquitos: Tierra Nueva

CASEMENT, Roger

1988 [1911] Putumayo, caucho y sangre. Relación al Parlamento Inglés. Quito: Abya-Yala.

ARANA, Julio César

2005[1913] “Las cuestiones del Putumayo” (pp. 449-505), en Rey de Castro, C., Carlos

Larrabure i Correa, Pablo Zumaeta y Julio C. Arana. La defensa de los

caucheros. Iquitos: CETA, Monumenta Amazónica, edición de Alberto Chirif

FLORES, José

1977 La explotación del caucho en el Perú. Lima

Chirif, Alberto

2009 Imaginario e imagines de la época del caucho: Los sucesos del Putumayo.
Lima: edición de Alberto Chirif
Zumaeta, Pablo

1913 Las cuestiones del Putumayo. Memorial. Folleto Nº 1. Imprenta Viuda de Luis
Tasso. Barcelona.

Mongua, Camilo

2018 Caucho, frontera, indígenas e historia regional: un análisis historiográfico de la


época del caucho en el Putumayo–Aguarico

También podría gustarte