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¿Actoras políticas o ayudantes

abnegadas? Repensando las


actitudes hacia las mujeres durante
las guerras de independencia
hispanoamericanas
SARAH C. CHAMBERS
Historiografía sobre las mujeres
en la época de la Independencia

 El número de trabajos sobre género en la historiografía latinoamericana


ha crecido en sobremanera. No obstante, en comparación con los
trabajos del siglo XX, los intelectuales y líderes del siglo XIX brindaran
un tratamiento más serio a sus aliadas femeninas, cuyo apoyo e ideas
apreciaban.
 José Fernández Lizardi publicó el primer ensayo, titulado ‘‘Heroínas
Mexicanas’’ en 1825, donde destaca cuatro protagonistas a quienes
identifica como 'ciudadanas’, motivadas por sus opiniones y la razón.
 A mediados del siglo XIX, las lectoras femeninas del Panorama de las
Señoritas debieron encontrarse con un mensaje contradictorio, donde
primero el editor indica que se procura representar a las Señoritas como
hermosas madres y esposas regidas por el sentimiento . No obstante,
otros ensayos las representan muy activas. En ‘‘Las republicanas de la
América del Sur’’ las contribuciones de las mujeres viajan primero a
París y luego son retraducidas al español, aprendiendo latín y realizando
beneficencia (romanticismo)
 En la década de 1910 a 1920, existió un auge de las publicaciones sobre las
heroínas, donde surgieron los inicios de los movimientos feministas
fundados en una ideología de la maternidad cívica. Entre las destacadas
tenemos a Leona Vicario de México, Policarpa Salvarietta de Colombia,
Juana Izurduy de Bolivia. Además, aunque sus narraciones adquirieran
forma de drama literario, muchos autores buscaron también sus huellas en
los archivos. Ejemplo de José Macedonio Urquidi y su estudio sobre las
heroínas bolivianas.
 Las biografías publicadas a lo largo del siglo XX no avanzaron demasiado.
Se rescata a América Mágica: Las mujeres y las horas por Germán
Arciniegas. Carmen Perdomo Escalona, en sus Heroínas y Mártires
Venezolana, enfatiza el papel de las mujeres como esposas leales
victimizadas por los oficiales realistas, y aunque su discurso es patriótico,
no se desliga de lo religioso.
 La historia de estas heroínas ha influido en los primeros trabajos publicados
en los Estados Unidos sobre la historia de la mujer latinoamericana.
1. Janet Kentner y el destino de las mujeres en la guerra de México
(mensajeras y seductoras).
2. Evelyn Cherpak y la labor de la mujeres en las guerras de la Gran
Colombia.
 La historiografía desde 1980 ha seguido dos tendencias. La primera realiza un balance de los
cambios en el estatus de la mujer en siglos XVIII y XIX. Ejemplo: Las mujeres de la Ciudad de
México (1790-1857) de Silvia Arrom. Se identifica el de ‘‘la utilidad social de la mujer’’.
Christine Hünefeldt y Arlene Díaz investigaron los archivos judiciales en Perú y Venezuela,
concluyendo que las mujeres trataron de apelar a las nuevas ideas sobre la ciudadanía y el
liberalismo para defender sus intereses a lo largo del siglo XIX.
 La segunda tendencia ha sido analizar el lenguaje de la época de independencia desde una
perspectiva de género. Se identifica la ansiedad que experimentaron los líderes masculinos ante
la participación de las mujeres en los movimientos políticos. Esto produjo contradicciones, fue
vista como una víctima débil que necesitaba protección, por un lado, y como una posible
amenaza al orden social, por el otro (prostitutas e inocentes).
 En contraposición a ello, en la segunda mitad del siglo llegó a dominar una ideología que
domesticaba a la mujer.
Lealtades a la Corona y a la Patria en Chile

 Los vecinos de Santiago erigieron una junta en 1810 que juró fidelidad al cautivo
Fernando VII, y al año siguiente se eligió un congreso. En noviembre de 1811,
José Miguel Carrera tomar el poder ejecutivo y comenzaron a establecer
instituciones nacionales. No obstante, el virrey Abascal los destituye.
 La historia oficial se centra en la época entre el establecimiento de la junta en
1810 y la Batalla de Chacabuco en 1817. Los patriotas denunciaron el maltrato y
la matanza de mujeres y niños por parte de los realistas y sus aliados indígenas.
En su esfuerzo por combatir ‘‘la subversión’’, las nuevas autoridades
consideraban que las mujeres podían ser adversarias peligrosas. Poco después,
O’Higgins ordenó la detención de las personas sospechosas de haber apoyado al
gobierno español durante la época de su ‘‘reconquista’’.
 Los artículos del nuevo gobierno en los que se elogiaba a las damas patriotas,
destacaron las relaciones de estas mujeres con sus familiares masculinos, al
mismo tiempo que se daba a entender que ellas podían elegir su partido. Destaca
la figura de Javiera Carrera (motor revolucionario). Existe una relación entre la
maternidad, la ciudadanía y el civismo. Mercedes Solar declara:

‘‘Madre, hermana y esposa de chilenos dispuestos a derramar su sangre en defensa


de la Libertad de su PATRIA, yo he creído un deber, concurrir a auxiliarla en la
forma que pueda, por que mi sexo no me dispensa de las obligaciones de chilena”.
El Epistolario entre los Carrera

 El papel femenino de ocuparse de los demás se extendió al ámbito


político, por medio de las negociaciones y reconsideraciones. No
obstante, ante su imposibilidad de servir en los destinos públicos ni
comandar las tropas, las mujeres tomaron medidas más allá de lo
doméstico. Las chilenas escribían misivas en las que comunicaban
avisos políticos confidenciales y también llevaban la correspondencia.
Además, las visitas y las tertulias, contribuyeron a la construcción y el
mantenimiento de las alianzas partidarias.
 Mientras los hermanos llevaban a cabo sus planes políticos,
dependieron de sus parientes femeninos para mantenerse en contacto.
En 1817, José Miguel huyó a Montevideo desde Buenos Aires, donde
lo perseguían las autoridades. Envió cartas a su hermana Javiera,
dándole instrucciones para que sirviera como intermediario en una
correspondencia cifrada con sus aliados en el Río de la Plata.
 Los juicios en contra de quienes escribieron fueron contundentes. La
esposa, Mercedes Fontecilla, había agregado notas al pie, entre las que
encontraba su madre Rosa Valdivieso y su cuñada Ana María Cotapos,
demostrando que algunos pasajes incitaban al asesinato de O’Higgins
y San Martín. No obstante, por ser mujeres de élite no se les dieron
drásticas medidas, destinándolas a monasterios o exilios.
Las mensajeras en la guerra a muerte

 El ejército patriota no supo aprovecharse de los triunfos, de modo que los


realistas pudieron hacerse fuertes al sur del Biobío, donde contaban con el
apoyo de la población, aprovisionando a las tropas y dándoles noticias del
enemigo además de alistándose en la guerrilla. Entre las personas sospechosas
de auxiliar a los realistas había muchas mujeres. El objetivo principal era
restablecer el contacto con los parientes, incluidas las monjas que trataban de
comunicarse con sus hermanas o padres espirituales. Por último, se trata de
establecer una conexión física.
 Crearon redes de mujeres, donde se encubrían y se pasaban correspondencias a
fin de tener un plan estructurado en caso de pillaje. Carmen Belmar y Carmen
Valdes sufren la pena de muerte, otras recibieron cien latigazos y la
expatriación.

Conciliación y memoria después de las guerra


 Al denunciarlas como realistas traidoras, los líderes chilenos implícitamente
habían reconocido también su capacidad e iniciativa política. Sin embargo,
tras la independencia resultaba más adecuado presentarlas como mujeres
débiles que no pudieron resistir ni a los comandantes españoles ni a esposos
realistas. Tratar con clemencia a sus antiguas enemigas, convertidas en
víctimas, les permitía demostrar la benevolencia de la república y facilitar la
conciliación nacional.
 A las peticiones de algunas madres que se lamentaban ante su incapacidad
de dar de comer a sus familias, Argomedo ofrecía el socorro pero con la
amonestación de fomentar en sus hijos el amor de la patria. María de los
Dolores Araos insistió en la inocencia de su esposo porque había salido
para España para atender a sus negocios antes de la batalla de Chacabuco, y
lamentó que el secuestro de sus bienes. Argomedo, por su parte, denunció a
su marido, pero le concedió a Araos una pensión con tal que criara a sus
hijos.
 Elogiando las contribuciones femeninas a la causa de guerra, los líderes de
la patria habían a la vez reconocido en parte las decisiones políticas
tomadas por las mujeres. Conmemorándolas posteriormente, sin embargo,
reinscribieron su identidad como esposas, fieles tanto a sus esposos como a
su patria. Al recordar la época de la 79, la historia oficial alababa a las
damas —especialmente Luisa Recabarren y Teresa Larraín— quienes
pidieron al capitán general la clemencia por sus maridos detenidos.
 Mercedes Fontecilla y Ana María Cotapos podían alinear sus opiniones
políticas con sus deberes como madres y esposas. Pasada la crisis, sin
embargo, perdonaron a las mujeres que habían auxiliado a sus maridos.
Unos meses después de que José Miguel Carrera fuera ajusticiado, se
concedió salvoconducto a su viuda e hijos para volver a Chile.

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