Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
NOCIÓN DE COPROPIEDAD
Según los autores António Soares, Júlio Crispim, Liberal Fernandez y Tomás Alves en
su libro LIÇÕES DE DIREITOS REAIS TIMOR-LESTE (LECCIONES DE
DERECHOS REALES TIMOR-LESTE), la copropiedad es la coexistencia de múltiples
derechos de propiedad sobre una cosa, incidiendo cada uno sobre cuotas-partes ideales
de la cosa
Entonces, podemos definir a la copropiedad como una situación donde concurren dos o
más copropietarios sobre un mismo bien, con una cuota ideal, generalmente
representada en porcentajes. Al hablar sobre “cuota ideal” nos referimos a un derecho
proporcional al todo y no en casos donde las partes ejercen la propiedad sobre una parte
material del bien, es decir, las partes tienen derechos individuales sobre dicha cuota,
pero no pueden gravar, enajenar o arrendar el bien sin el consentimiento del otro
copropietario. En pocas palabras, los copropietarios tienen derecho pleno, pero
ejercicio limitado.
CASO PRÁCTICO: El propietario falleció siendo viudo, por tal razón, el 100% de
sus acciones y derechos se reparten entre sus tres hijos. Las acciones y derechos de
una persona sobre una propiedad es la parte que tiene una persona sobre un bien que
físicamente no está dividido, vale decir, es la cuota ideal de un bien.
En dicho caso, estamos ante una forma de propiedad, que se encuentra regulada en el
artículo 969° del Código Civil peruano, bajo la denominación de “Copropiedad” y se
presenta esta situación cuando 2 o más personas ejercen un derecho de propiedad
sobre un mismo bien.
Entonces, podemos entenderlo de manera más práctica: el bien inmueble está dividido
en dos o más partes y que a su vez les corresponden a dos o más personas, pero que
aún no han hecho la división formal.
A su vez, es preciso mencionar que nuestro ordenamiento Civil establece dos tipos de
copropiedad: sin división forzosa, donde las partes pueden culminar con la copropiedad
en cualquier momento, y con división forzosa, donde el derecho es inexistente, siendo
este el caso de la medianería.
El artículo 974° establece que cada propietario tiene derecho a servirse del bien
común, siempre que no se altere su destino ni se perjudique el interés de los demás. El
derecho a usar el bien corresponde a todos los copropietarios. En caso de
desavenencia, el juez regula el uso, para lo cual se observan las reglas procesales
sobre administración judicial de bienes. El derecho de uso se da con dos condiciones: la
no alteración del destino del bien, aquello que depende de la voluntad de las partes, y
la no perjudicación del interés de los demás, el derecho de uso corresponde a los
copropietarios y debe ser ejercido sin perjudicar a las partes.
Ahora, respecto al artículo 975° el copropietario que usa el bien parcial o totalmente
con exclusión de los demás, debe indemnizarlos en las proporciones que les
corresponda. Hacemos referencia al uso exclusivo cuando, por ejemplo, el
copropietario que se sirve del bien no permite que las demás partes hagan uso de ello,
por lo que este daña a los copropietarios que no hacen uso del bien y, por ende, debe
indemnizarlos. El problema se presenta cuando el copropietario que usa el bien permite
que los demás lo usen, pero estos no lo hacen ya sea por no estar interesados o no tener
la necesidad de hacerlo. El uso es exclusivo, pero sin exclusión, entonces, ¿debe haber
indemnización en estos casos? Hay dos posiciones respecto a esto: por un lado, los que
argumentan que el uso exclusivo, aunque no sea excluyente, perjudica el interés de los
demás copropietarios, porque estos no podrían arrendar el bien y obtener un beneficio a
través de la renta, ya que para arrendar el bien común se requiere acuerdo unánime, y es
evidente que el ocupante del bien no prestará su consentimiento por estar ocupando el
bien; por otro lado, los que sostienen que no debería haber indemnización porque los
copropietarios que no usan el bien tienen el derecho de hacerlo.
El derecho al provecho, al igual que al del uso, está referido al bien y no a la cuota. Si el
bien produce frutos, ellos corresponden proporcionalmente a todos los copropietarios,
siendo indiferente quién hace producir los frutos ya que el derecho de disfrutar
corresponde a todos los copropietarios. Tema distinto es el de los gastos: si para
producir frutos un copropietario hace gastos, estos tienen que ser reembolsados
proporcionalmente, pero, los frutos corresponden a todos los copropietarios de manera
proporcional.
Respecto al derecho de disposición de la cuota ideal y de los frutos (art 977), cada
copropietario tiene la libertad de disponer de su cuota como le apetezca. Este puede
venderla, usufructuarla o gravarla ilimitadamente y sin el consentimiento de los demás
copropietarios. La parte con intenciones de vender su cuota no tiene la obligación
alguna de ofrecerla priorizando a sus copropietarios ya que estos no cuentan con el
derecho de preferencia para disponer de los frutos de su cuota.
El derecho de retracto está contemplado en los arts 1592 hasta 160 y este derecho es
otorgado a determinadas personas para subrogarse en el lugar del comprador y en todas
las estipulaciones del contrato de compraventa. El contrato de compraventa que da
origen al retracto queda intacto; el retracto no anula ni resuelve el contrato que lo
origina, el retrayente simplemente subroga al comprador.
Retracto: