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PLANTEL PUEBLA
Todo tipo de organización, empresa, asociación, institución de cualquier rubro debe comunicarse, empero, no siempre poseen los recursos o técnicas
efectivas para lograrlo. Y es que desafortunadamente, estos entes no estudian o evalúan la necesidad de información tanto interna como externa que se les
demanda. Esta situación refiere una deficiencia o falta de transparencia, lo que perjudica a las organizaciones más vulnerables como las microempresas, a
razón de que son las que cuentan con mayores problemas para insertar procesos de cambio en su forma de administración (Álvarez, 2003). Con base en la
información anterior, en la ciudad de Puebla, la Universidad Washington (microempresa del rubro educativo) tuvo que cerrar sus puertas a mediados de
2020 debido principalmente a los estragos económicos y académicos que le provocó la pandemia del COVID-19, pero también por la ineficiente
comunicación que tuvo con sus escasos alumnos, quienes comenzaron a desertar de los programas académicos que ofrecía la institución por motivo de la
no presencialidad, la cual limitó la comunicación interna entre estos y la citada institución educativa.
Contrastando parcialmente al argumento de Nosnik (2003), quien expone que: “No existen tecnologías de comunicación, sino que las tecnologías son
necesariamente de información…”, el autor de este reporte cree que las tecnologías son ambos procesos (comunicación e información), ya que las
microempresas en México han logrado incrementos en sus ganancias y/o evitado la ruina gracias a la interacción mediante las redes sociales y también a las
llamadas Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC’s), nombre que poseen incluso algunos programas académicos (que son de nivel licenciatura y
maestría en su mayoría); asimismo, las TIC’s también han contribuido a la creación de nuevos puestos de trabajo como sería el caso de los Community
Ivay (2000) considera que la economía y el internet tienen una relación muy estrecha, ya que permite una expansión en los horizontes de toda organización;
este argumento es acertado, ya que tanto empleadores como empleados, han encontrado en el internet una poderosa herramienta para comunicarse entre
sí, beneficiándose ambos con ello, amén de todos los trabajos que van vinculados con la web (profesionales de la computación y otros). Sin embargo, no es
un secreto que la tecnología también “puede generar nuevos retos, nuevos problemas a superar”, como lo señala Martínez (1998), esta premisa es muy
cierta, si se observa el siguiente ejemplo en una microempresa del ámbito educativo: “una institución académica, de cualquier nivel, puede destruir su
imagen y reputación ante una publicidad negativa en su operación interna y/o externa: deficiencia en la calidad de clases, acoso a estudiantes de sexo
femenino o falta de registro oficial en sus programas académicos, por lo que mediante la tecnología el estudiantado y/o padres familia señalarán tal
situación”.