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UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMON

FACULTAD DE BIOQUIMICA Y FARMACIA

PRODUCCIÓN

DEL

JABÓN EN BARRA

DOCENTE: Dr. TORREZ QUINTEROS EDWIN

GRUPO: 300

INTEGRANTES:

 MAGNE NINA MARLEN ROCIO


 MAMANI FUENTES BRIAN FRANCO

 RODRIGUEZ CAPUMA SHIRLEY

FECHA: 14-08-2020

COCHABAMBA- BOLIVIA

El origen del jabón

Definido hoy como la sal alcalina de un ácido graso, se sitúa sin duda mucho
antes de la era cristiana: remontándonos a la antigua civilización Sumeria,
encontramos la primera alusión en unas Tablillas encontradas en
Mesopotamia, año 3.000 a.C. Posteriormente, un papiro egipcio de 1.500 a. C.
calificado de “auténtico tratado médico”, hace referencia a la utilización de
cierta sustancia jabonosa empleada para el lavado del lino y el algodón, y
como tratamiento para enfermedades de la piel.

Pero fueron los romanos los que hicieron de la elaboración del jabón una
verdadera artesanía, convirtiéndolo en un artículo de uso diario, tanto por
higiene como para evitar enfermedades. Tras la caída del Imperio Romano en
el 467 d.C., disminuye casi por completo el uso del jabón debido a la
desaparición de los baños públicos, por prohibición expresa de la Iglesia, y el
consecuente desinterés por el aseo personal.

Es ya en el siglo VII cuando surge la fabricación de jabón y los gremios de


jaboneros se empiezan a dar por toda Europa (Francia, Italia, España, etc.),
pero se convierte en un artículo de lujo, por estar sujeto a los Monopolios
Reales que gravan el producto con impuestos demasiado elevados, por lo que
solo están al alcance de las clases altas.
En el siglo X, Europa sufría una gran despoblación y las plagas y epidemias
elevaron el índice de mortandad adulta e infantil. Por esas fechas su
fabricación en España, se hacía en las “Almonas”, solo con la autorización del
monarca reinante. La más famosa de estas almonas fue la de Triana (Sevilla),
que funcionó durante 400 años, y en la que se hacía el conocido jabón Castilla.
A partir del siglo IX, Marsella fue el centro del negocio de la jabonería, y más
tarde, en el siglo XIV, pasó a Venecia. Es curioso destacar que en los siglos
XIV-XVIII los monarcas del Viejo Continente se reservaban el privilegio de
conceder licencia para construir y explotar jabonerías.

A partir de 1789 desaparecen los monopolios reales, fecha que coincide con
el revolucionario invento de Leblanc para fabricar el carbonato sódico, con el
que los artesanos pudieron fabricar el jabón sódico a escala industrial a través
de la sosa cáustica, y no a partir de cenizas como se había hecho hasta
entonces.
Fueron estos hechos los que dieron lugar a una verdadera industria jabonera,
que se extendió por todos los países europeos. El producto se abarató
ostensiblemente y su uso se generalizó a todas las clases sociales. De este
modo empezaron a desaparecer enfermedades de la piel, y sobre todo su
contagio, que afectaban de forma particular a la infancia.
Todo esto, unido al uso de la ropa interior, fue lo que condujo a la afirmación
en la época de un hecho trascendental: gracias al uso del jabón y su
repercusión en la higiene, se hizo posible el crecimiento de la población de
Europa, debido a la disminución de las causas de la mortalidad. En
consecuencia, en el siglo XIX la población en Europa se triplicó y la esperanza
de vida pasó de los 30 a los 50 años, sólo y exclusivamente por el uso del
jabón.

Puede por tanto afirmarse que el nacimiento de la industria del jabón fue tan
importante para la sociedad como lo fue la máquina de vapor en la Revolución
Industrial.
Este elemento fue inventado hace miles de años, de echo los sumerios en el
año 3000 a.C. ya fabricaban jabón. Los antiguos egipcios ya utilizaban un
producto jabonoso que consistía en una mezcla de agua, aceite y ceras
vegetales o animales, fórmula que fue utilizada también por los griegos y los
romanos. Algunos atribuyen a la ciudad italiana Savona ser una de las
primeras en elaborar un jabón de aceite de oliva que también hacían los
musulmanes, y que se conoce en todo el mundo como jabón de Castilla.

En la Edad Media se generalizó el uso del jabón. Existen varios tipos de


jabones, entre ellos el jabón casero o tradicional, el que utilizamos diariamente;
y el jabón antibacteriano, tiene mayor poder desinfectante por tanto se
utilizará más en hospitales y centros quirúrgicos.

Es importante lavarse las manos después de ir al baño, antes y después de


cada comida, y por supuesto al preparar los alimentos.

Quién inventó la pastilla de jabón

Tal y como hoy la conocemos, la pastilla de jabón fue inventada en 1903 por
el alemán Adolph Klumpp y su famosa prensa refrigerada para fabricar jabón.

Este procedimiento facilitaba la solidificación rápida del jabón líquido y


caliente mediante un proceso de enfriamiento por agua, con lo que era
sencillo dividir en bloques o porciones del tamaño que se quisiera la masa de
jabón, ponerles un sello y prepararlas para su empaquetado y embalaje. Este
proceso, que Klumpp redujo a un cuarto de hora, exigía con anterioridad a su
prensa un par de semanas

Ya en el siglo VIII, el jabón se conocía en todo el sur de Europa. Se fabricaba


en Toledo, Génova y Marsella y era producto caro debido a que las materias
primas eran de difícil extracción. Las cenizas de algas marinas y la potasa no
eran fácilmente obtenibles.

Además, la elaboración del jabón era artesanal, por lo que su producción era
muy reducida por no dar más de sí las pequeñas factorías de tipo familiar.

En la antigua España se celebraba la feria castellana de Medina del Campo,


donde se reunían los jaboneros más importantes de España, gozaban de
prestigio los jabones procedentes de Toledo, y es que existía la denominación
de origen en el sentido de que se valoraban los productos elaborados en
los centros jaboneros de Ocaña, Torrijos y Yepes, que competían con los
valencianos e incluso con el jabón de Venecia.

En 1791, tuvo lugar un hecho importante para la historia del jabón: el


francés Nicolás Leblanc descubrió el modo de obtener sosa a partir de sal
común, carbón, tiza y sal de Glauber. Era un procedimiento barato que
suministró sosa al mercado, y que de rebote abarató la fabricación del jabón,
ya que antes la industria jabonera sólo podía contar, para obtener su materia
prima, con las cenizas de madera y carbonato potásico.

Por fin podría ahora obtener un jabón mucho más sólido empleando a su vez
procedimientos menos costosos. Tanto la sal como el ácido sulfúrico eran
materias primas abundantes y baratas, por lo que el precio del jabón cayó en
picado.

Ya era posible universalizar el jabón, generalizar la limpieza. Para dar a


conocer los nuevos hallazgos que tanto abarataban el jabón se moldeó el
busto del rey de Francia con el producto obtenido con las nuevas técnicas, y
se inscribió en él la siguiente leyenda: “Quita todas las manchas”.

Poco después, hacia 1820 el francés Michel Eugène Chevreul descubrió


la oleína, demostrando que el jabón era el resultado de una relación química
precisa. Chevreul hizo sus jabones utilizando sebo de vacuno sometido a
temperaturas de entre 80 y 100 grados mediante lejía de sosa, de todo lo cual
obtenía una cola de jabón que secaba con sal común.

Aquellas innovaciones hicieron disminuir de forma notable en la Europa de


1830 la mortalidad infantil, gracias al abaratamiento de un producto tan
íntimamente ligado a la higiene.

Gran avance supuso asimismo en 1861 los trabajos del belga Ernest Solvay,
cuyo procedimiento, que lleva su nombre, estableció las bases técnicas para
fabricar sosa en gran escala, con lo que el jabón encontró su fórmula definitiva,
ya que añadía amoníaco y dióxido de carbono a una disolución de sal marina.
Un elegante del entorno cortesano inglés, exclamaba a finales del siglo
XIX: “¡Qué placer acudir a los salones, ya no huelen los señores a su propia
humanidad…!”. Y es que tenía razón.

A principios del siglo XX, los químicos alemanes S. Geisler y J.


Bauer inventaron un procedimiento para fabricar jabón en polvo seco. En
1906, la compañía alemana Henkel, de Düsseldorf, comenzó a vender con el
nombre de “Persil” el primer jabón en polvo del mercado. Pero eso, el
detergente, es otra historia.

EL JABÓN

El jabón proviene del latín tardío sapo, -ōnis, y este del germánico saipôn es
un producto que sirve para la higiene personal y para lavar determinados
objetos.

Se puede encontrar en pastilla, en polvo, en crema o líquido.

El jabón básicamente es una sal sódica o potásica resultante de la reacción


química entre un álcali (hidróxido de sodio o de potasio) y un lípido; esta
reacción se denomina saponificación. El lípido puede ser de origen vegetal
(como el aceite de coco) o animal (como la manteca de cerdo). El jabón es
soluble en agua. Por sus propiedades detersivas se utiliza para el lavado de
ropa, corporal, etc.
Los ácidos grasos que se utilizan como materia prima del jabón son los
siguientes:

 Aceites vegetales: coco, soja, maíz, oliva, lino, algodón.


 Aceites animales: de pescado, grasas animales.
Luego, estos se combinan con cremas, perfumes y colorantes para darles
vistosidad.
Tradicionalmente, es un material sólido. En realidad la forma sólida es el
compuesto «seco», sin el agua que se emplea en la reacción mediante la cual
se obtiene el jabón

El jabón es una sustancia sólida, en polvo o líquida elaborada con la finalidad


de limpiar la superficie de algún material sucio, y que se fabrica haciendo
cocer hasta fundirse una mezcla de grasas vegetales o animales y aceites.

La preocupación del ser humano por la limpieza del cuerpo y de su entorno se


conoce desde siempre, es por eso que la manufactura del jabón es una de las
síntesis químicas más antiguas. Por ejemplo, las tribus germánicas de la
época de César hervían sebo de cabra con potasa (hidróxido de potasio) que
obtenían por lixiviación de las cenizas del fuego de leña.

La química moderna ha refinado las materias primas, así como la técnica,


pero la fabricación del jabón es básicamente la misma que hace dos mil
años: un ácido graso (de origen vegetal o animal) se combina con una
solución de agua y un álcali (hidróxido de sodio o potasio) produciendo así
jabón y glicerina, ésta reacción se conoce como saponificación.

Los ácidos grasos que se requieren para la fabricación del jabón se obtienen
de los aceites de sebo, grasa y pescado. El jabón puede variar en su
composición y en el método de su procesamiento.

Los jabones duros se fabrican con aceites y grasas que contienen un elevado
porcentaje de ácidos saturados, los cuales se saponifican con hidróxido de
sodio, y son los utilizados para lavar objetos y ropa. Los jabones blandos se
producen con aceite de lino, aceite de semilla de algodón y aceite de pescado,
y se saponifican con hidróxido de potasio, éstos son más que todo los jabones
líquidos para la higiene (champú, geles, jabón y espuma de afeitar, etc.).
Los jabones de tocador se elaboran a partir de aceites vegetales como los de
coco, palma y oliva. Estos aceites se someten a un proceso de refinado para
eliminar los restos de sosa cáustica que pudieran contener, ya que dañarían la
piel.

El poder dispersante del jabón le permite eliminar las partículas sólidas que
constituyen la suciedad manteniéndolas en suspensión, a fin de poder ser
arrastradas inmediatamente por el agua durante el baño.

Por lo general, los jabones han ido evolucionado a lo largo de la historia en


diferentes formatos y variedades, inclusive se han diversificado en estilos
según la característica propia de cada piel y las necesidades que
requiere. Sea como sean los jabones, cumplen con su función de limpiar las
partículas de sucio.

Hoy en día, el jabón es también utilizado como decorador de baño, existen


diversas formas y diseños de decoración para éste, algunos hasta presentan
excelentes fragancias para impregnar el ambiente.

Existen distintas teorías sobre el origen etimológico del término jabón. No


obstante, una de las que cobra más fuerza establece que deriva del
germánico “saipo”, que llegó al latín como “sapone” y de ahí nuestro actual
jabón.

Se llama jabón a un producto que se utiliza para lavar o higienizar. Se trata de


una sustancia que se obtiene al combinar los ácidos de un cuerpo graso con
un álcali: el resultado es un elemento soluble en agua.

Por lo general, el jabón se produce combinando hidróxido de potasio o de


sodio con algún lípido. Esto genera una reacción química que recibe el
nombre de saponificación y permite obtener la sal potásica o sódica que es el
jabón en sí mismo.
Cabe destacar que un álcali es un compuesto con propiedades alcalinas que
actúa como base en una disolución acuosa. Los lípidos, en tanto, son
moléculas orgánicas formadas principalmente por hidrógeno y carbono que
resultan hidrófobas (no se mezclan con el agua). Cuando un álcali, un lípido y
el agua se combinan, tiene lugar la saponificación cuyo resultado es la
obtención del jabón.

Es posible hallar jabones sólidos, líquidos o en polvo. El jabón sólido o en


pastilla es el compuesto sin la presencia del agua que se utiliza para provocar
la saponificación. El jabón líquido, en cambio, se encuentra disuelto en
el agua.

El jabón se usa para lavar todo tipo de objetos y para la higiene


personal gracias a las propiedades de sus moléculas. Como el jabón tiene
componentes hidrosolubles y componentes liposolubles, al entrar en contacto
con el agua adquiere las características necesarias para eliminar manchas y
arrastrar partículas de una amplia variedad de superficies.

Entre la gran variedad de jabones que existen podemos destacar, por ser los
más famosos, los siguientes:
-El jabón de Marsella, que es originario de la ciudad francesa que le da nombre.
En concreto, se considera que fue en la Edad Media cuando comenzó a
prepararse aquel, que se caracteriza por el hecho de que está fabricado en su
mayoría con aceite de oliva.
-El jabón de Castilla, que tiene su origen en los pueblos de la Corona de
Castilla (España). Se comenzó a elaborar durante la Edad Moderna y se
prepara solo con aceite de oliva. Tal fue la fama que consiguió que se
exportaba a muchos rincones del mundo.
-El jabón de Alepo procede de Siria y está considerado uno de los jabones
históricos más importantes. A España llegó gracias a las Cruzadas. Cuenta
con un olor muy identificativo y se realiza a partir de dos principales
ingredientes: el aceite de laurel y el aceite de oliva. Se considera que es muy
bueno para luchar contra afecciones de la piel como el acné.
-El jabón blanco y azul portugués es muy conocido en todo el mundo desde
hace tiempo. Si ha logrado esa popularidad es porque sirve tanto para la
higiene personal de cualquier persona como para lavar la ropa o el hogar.

1. LA COMPOSICIÓN DEL JABÓN.

El jabón generalmente es el resultado de la reacción química entre un álcali


(normalmente hidróxido de sodio o de potasio) y algún ácido graso (manteca
de cerdo o aceite de coco) esta reacción se denomina saponificación y
consiste en una reacción química entre un acido graso y una base o alcalino
en la que se obtiene como principal producto la sal de dicho ácido y de dicha
base.

Estos compuestos tienen la particularidad de ser anfipáticos, es decir tienen


una parte polar y otra apolar, con lo cual pueden interactuar con sustancias de
propiedades dispares.

Gráficamente explicado, sucedería la siguiente reacción:

Ac. Graso + Alcohol Ester + agua

Pasos de la cadena productiva en la elaboración del jabón:

1 – Materias Primas

Materias primas. Recibo y acopio. Este es el primer paso en la cadena de


producción, en donde se reciben las materias primas y se las almacena para
la posterior elaboración. En este punto deben documentarse los orígenes de
las mismas y los proveedores, junto con la cantidad detallada del lote y los
costes.

2 – Depósito previo a la producción.

En este paso las materias primas son depositadas transitoriamente hasta que
se inicie la producción. En el caso de aquellos materiales en estado líquido, se
utilizan tanques de tamaño considerable en donde se cargan estos líquidos,
estos pueden ser subterráneos o no. Generalmente el local de almacenaje
debe ser un establecimiento de grandes proporciones y acondicionados con
todos los elementos de seguridad requeridos para evitar situaciones como
cortos circuitos, incendios o cualquier otra circunstancia que pueda resultar
riesgosa, pues estos son materiales combustibles inflamables.

3 – Verificación de calidad.

Para que el producto sea excelente es importante analizar la calidad de cada


uno de los materiales que lo compondrán. Estos análisis determinarán el
grado de integración de las materias grasas durante la saponificación, siendo
estos índices los de saponificación, yodo y acidez.

4 – Dosis de los materiales.

Para la producción del jabón, se establece cierta cantidad de carga la cual


implica a su vez la dosis que se empleará de las materias primas, que serán
bombeadas hacia una paila o fuente donde serán hervidas. Este paso marca
ya el comienzo de la elaboración del jabón que será explicado en el siguiente
paso.

5 – Saponificación

Este es un proceso químico que genera una reacción de la cual a su vez se


crean los jabones, mediante la separación de las grasas en un ambiente
alcalino, consiguiéndose los ácidos grasos y la glicerina. Para que esta
reacción ocurra se procede a mixturar ácidos grasos de origen vegetal o
animal con el elemento alcalino el cual compone de agua y una base o álcali
como la potasa que logra un producto blando, o la sosa cáustica para lograr
más dureza en el mismo; de esta reacción también se obtiene la glicerina que
conocemos tiene un efecto suavizante. Cuando se tienen listas todas las
materias primas necesarias, estas deberán ir en la paila donde se realizará
todo el procedimiento, que para una carga o lote de aproximadamente 600
kilogramos de jabón en pasta, necesitará de 120 kilogramos de materias
grasas, 100 litros de agua corriente y 120 kilogramos de sebo puro. Procederá
a calentarse la caldera controlando la temperatura la cual no debe superar los
80 °C que debe mantenerse, activando posteriormente el mecanismo de agite
de la caldera que ayudará a que los materiales se integren bien. Luego, con
un chorro lento y fino, se deberá ir añadiendo, 41 litros de la sosa cáustica ya
habiendo sido previamente a este paso, puesta a disolución en 38° en la
escala Beaumé; se irá vertiendo la disolución con delicadeza mientras se agita
constantemente, manteniendo la temperatura de la caldera en 80 °C. Luego
de completado lo anterior verificar y registrar el tiempo, controlando que el
sistema de agite de la caldera haga su labor por unos 45 minutos conservando
la temperatura siempre en 80 °C, pasados estos minutos se añadirán con la
misma delicadeza 82 litros de lejía de sosa a 38 grados Beaumé, debiendo
dejar que se agite por 60 minutos siempre en la temperatura de 80 °C, esto
logrará la absoluta saponificación. Después, siempre manteniendo el agite
con la masa fluida y la temperatura en la paila, se añade una disolución de sal
común (35 kilos de sal en 150 litros de agua corriente) a 80 °C, dejando que
se mixture bien con ayuda del movimiento

6 – Agitación

Una vez mixturada la salmuera, continuar agitando por media hora más y
luego detener todo para que el preparado se enfríe haciéndolo descansar,
esto de paso quitará el exceso de lejía, equilibrando el pH en neutro.

7 – Fase de depuración.

Luego de dejar la preparación en reposo por unas 12 horas, notará que esta
ya se ha enfriado, también verá que se formaron un par de capas, una que es
el jabón sólido o pasta neutra que está en la parte superior de la masa, y por
debajo de está notará la sal o lejías y la glicerina, estos últimos se separarán
del resto de la preparación mediante un conducto especial que posee la
caldera, y será depositado aparte en un tanque para el efecto, pudiendo ser
esta lejía posteriormente aprovechada.

8 – Última fase de saponificación

Cuando se haya separado totalmente los subproductos de la primera fase de


saponificación y queda la masa del jabón en la caldera, esta vuelve a
encenderse, a 80 °C, hasta notar que la pasta vuelve a ser maleable, allí se
enciende el sistema de agite y luego de unos minutos se van añadiendo,
mientras se da el movimiento, 32 litros de glicerina que deberá mixturarse bien
con la masa del jabón, lo que se logrará luego de unos 8 minutos. Mientras se
sigue dando el movimiento, paulatinamente y en porciones reducidas, irá
agregando sal sódica básica unos 130 kilogramos exactos, la cual
gradualmente se disolverá integrándose al material jabonoso, agitando todo el
preparado por unos 45 minutos

9 – Fase de secado

Posteriormente se traslada el preparado al tanque de secado, de donde luego


pasará a los rodillos de acero para crear tiras de la masa, que irán
depositadas a un recipiente.

10 – Fase de picado

Aquí pasan las tiras de jabón por un rodillo con dientes que va partiendo las
tiras en otras más pequeñas.

11 – Fase de trasporte

Las tiras de jabón son llevadas a la mezcladora y la molienda.

12 – Fase de mezcla

Las tiras de jabón se pasan por la prensa Ruchman que realiza el mezclado y
molinado, siendo este el momento en que se agregan los aromas y aceites
esenciales rociando estos sobre la mezcla molinada de jabón, y para que
estos aromas no se evaporen, debe añadirse un fijador como resinas,
bálsamos naturales u otro producto. Luego se agrega la anilina que le dará
color, la cual debe disolverse bien previamente en agua caliente, buscando
que el color tenga que ver con el aroma, en decir por ejemplo, para aroma de
rosas buscar colores afines. Por último se agregan aditivos que otorgarán
suavidad como emulsiones de cera o lanolina.

13 – Fase de molienda

Esta fase implica hacer pasar el preparado por los rodillos a distintas
velocidades, logrando el prensado perfecto de sus partes. Posteriormente
vuelve a cortarse las tiras en pedazo con una cuchilla al final de este proceso.

14 – Proceso de extrusión

Mientras las tiras de jabón aún se mantienen húmedas y calientes, se las hace
pasar por la máquina de extrusión, en donde se ejercerá presión que
comprimirá a la perfección las partes, con ayuda de vapor. Esto formará
largas y anchas barras de jabón que después serán perforadas con moldes de
distintas formas, rectangulares, cuadradas o cilíndricas.

15 – Proceso de corte

Aquí la máquina procede a cortar las piezas en pastillas.

16 – Verificación de calidad

El producto deberá cumplir con los parámetros de calidad, los cuales serán
verificados con análisis específicos del mismo, que tendrán relación con su
composición, como el contenido de humedad en un 23%, álcali libre no más
del 0,05%, grasa insaponificable no más del 0,1% y sal no más del 0,5%
(debe tenerse en cuenta que el jabón se tornará endeble si posee más sal de
la recomendada).

17 – Proceso de prensado

Luego de que el jabón se haya cortado en pastillas, estas pasarán por la


máquina troqueleadora, dándole la forma final junto con la marca.
18 – Proceso de empaquetado.

Después del paso anterior, cada uno de los jabones son empaquetados con la
ayuda de una máquina para el efecto, luego se trasportan a cajas de cartón.

19 – Trasportación

Todas las cajas con los jabones son llevados para ser almacenados en un
depósito.

20 – Depósito temporal

Las cajas quedan en el depósito hasta el momento en que son derivadas al


cliente. Este edificio debe estar acondicionado para el efecto, con aire
circulante y humedad justa para que no se deteriore el producto.

21 – Fase de distribución

Los jabones duran bastante tiempo si son bien conservados y almacenados,


luego de que estos hayan sido entregados a los clientes.

Tipos de jabones

Jabones para la piel

Si alguna mujer padece de alguna mancha en su rostro puede utilizar el jabón


Bella Aurora. Un jabón con propiedades despigmentantes que ayudan a
aclarar el tono de la piel, devolviéndole su belleza natural. Además ayuda a
eliminar impurezas que se acumulan en tu rostro durante el día.

Tipos de jabones

Jabones para la piel

Si alguna mujer padece de alguna mancha en su rostro puede utilizar el jabón


Bella Aurora. Un jabón con propiedades despigmentantes que ayudan a
aclarar el tono de la piel, devolviéndole su belleza natural. Además ayuda a
eliminar impurezas que se acumulan en tu rostro durante el día.
Pero si el caso sería acné en vez de mancha puedes usar el jabón de Alepo.
Sus ingredientes naturales como el aceite de oliva y el laurel ayudan a
desinflamar y a desinfectar las zonas del acné. Es recomendado para la pieles
delicadas. Para las personas que tienen acné pero su cutis graso se
recomienda el uso del jabón de Azufre. Cuyo efecto es anti seborreico, es
decir ayuda a controlar el exceso de grasa.

¿Y para las pieles mixtas con acné? También hay un jabón llamado jabón
asepxia viene en varias presentaciones y colores para cada tipo de piel. Otro
jabón para la pieles grasas es el jabón de glicerina sirve para el cutis graso, el
cual beneficia no solo a personas con acné y espinillas, sino no también a
quienes padecen de psoriasis. Contiene un PH natural, y lo puedes conseguir
líquido y sólido.

El jabón negro es ideal para preparar la piel antes del proceso de exfoliación,
ya que ablanda la piel muerta y facilita la eliminación de cualquier impureza.
Aunque también es usado para tratar el acné, contribuye al cuidado del
cabello lo deja más brillante, suave y sin frizz.

Ahora pasemos al cuidado de nuestras manos, porque ellas también tiene un


jabón especial llamado jabón antibacteriano. El cual contribuye a eliminar los
gérmenes y bacterias de tus manos, ya que a diario estamos expuestos a
contraer enfermedades.

También debemos proteger la piel de las futuras madres. Al pasar cada mes
de gestación su piel se va estirando y va causando las temibles estrías. Para
prevenirlas usa a diario el jabón Aloe Vera porque contiene un poder
antioxidante, regenera y nutre la piel, previniendo el envejecimiento celular y
evitando que se formen las estrías.

Jabones para la piel y el hogar

¿Te habías imaginado algún día que un jabón pudiera servir para el cuerpo y
para el hogar? Existe el jabón Neutro, el cual cuida la piel porque su PH es
parecido al de nuestro cuerpo. Pero a la vez nos ayuda a mantener en buen
estado los objetos que tenemos en casa cómo aflojar una cerradura, con tan
solo lubricar con el jabón neutro húmedo, podrás aflojar fácilmente dicha
cerradura. Si tus vidrios están sucios el jabón neutro también los limpiará.

Existen más jabones maravillosos con estas cualidades, como el jabón


chimbo. Un jabón que existe desde 1863, proporciona soluciones para
nuestra piel y para nuestro hogar. Contiene ingredientes como el aceite de
coco y el limoneno. Su uso en el hogar es para lavara la ropa más delicada,
además deja un olor agradable y una suavidad al tacto. Es un jabón eficaz
para las pieles delicadas y elimina las escaras o úlceras que se forman en
pacientes que permanecen mucho tiempo en cama.

El jabón de Marsella otro aliado para la higiene personal y la limpieza de


nuestro hogar. Está fabricado a base de sosa y de aceite de oliva; gracias a
sus propiedades puedes lavar la ropa de los bebés y usarlo para higiene
personal, cambia tu pastilla de jabón de tocador por un jabón de Marsella. Por
otro lado tenemos el jabón Lagarto que puede ser utilizado como sustituto
del champú y como jabón de baño. También puedes aprovechar sus
propiedades para lavar la ropa.

Jabones insecticidas

¿Plagas en tus plantas? Podrás eliminarlas usando el jabón potásico. Es un


potente insecticida para la mosca blanca, el cochinillo, los pulgones y los
hongos. Tiene la ventaja de no contaminar el medio ambiente, porque
es 100% biodegradable. Con el uso del jabón potásico ayudarás a mantener
tus plantas libres de plaga y contribuirás a mantener sano el medio ambiente.

Y si eres de las personas que ayudan a preservar el medio ambiente te


sugerimos usar a diario el jabón de Castilla. Porque al entrar en las aguas
residuales no causa contaminación ambiental, es biodegradable un 100%. Es
un jabón elaborado con aceite de oliva y no contiene grasas de animal.

Jabones para lavar la ropa

Pero no solo nuestro cuerpo está expuesto al polvo y a gérmenes, también se


expone la ropa que usamos a diario. Dermatólogos recomiendan lavar la ropa
nueva, el motivo es que es las prendas pasan por un proceso de fabricación y
transporte en donde dura mucho tiempo. Y estas pueden albergar muchos
gérmenes, es por ello que se sugiere lavarla. Para eliminar todas las bacterias
y suciedad que pueda tener tu ropa te recomendamos el jabón para lavadoras
que también elimina las bacterias que causan el mal olor

CONCLUSIONES

Son que los jabones se forman mediante una reacción


denominada “saponificación”. Esta reacción consiste en una hidrólisis en
medio básico de las grasas, que, de este modo, se descomponen en sales de
potasio o sodio (jabones) y glicerina.
Las grasas son insolubles en agua, pero se dispersan formando micelas
cuando se encuentran en un medio básico. Los jabones son sales de potasio
o sodio, que emulsionan la grasa rodeando una microgota: las cadenas
hidrocarbonadas (hidrófobas) se orientan hacia la grasa, mientras que los
grupos carboxilo (hidrófilos), se disponen hacia el agua. Así los jabones
ayudan a dispersar las grasas de la piel o los tejidos, junto con los restos de la
suciedad adheridos a ellas, siendo arrastrados por el agua.

BIBLIOGRAFIA

https://www.jabonesbeltran.com/historia-del-jabon.html

https://curiosfera-historia.com/historia-del-jabon-inventor/

https://es.wikipedia.org/wiki/Jab%C3%B3n

https://conceptodefinicion.de/jabon/

https://definicion.de/

https://iquimicas.com/proceso-de-produccion-industrial-de-jabon/
https://clickmica.fundaciondescubre.es/conoce/100-preguntas-100-respuestas
/se-fabrica-jabon/

https://jabones.info/

file:///C:/Users/DELL/Downloads/industria%20del%20jabon.pdf

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